Llegan 80 soldados a Tierra Caliente; van a Ajuchitlán tras el secuestro masivo

Cerca de 80 soldados de la Policía Militar llegaron este lunes a Tierra Caliente para incorporarse al municipio de Ajuchitlán del Progreso, y reforzar la seguridad tras la petición del gobernador Héctor Astudillo Flores.
Ayer al mediodía se pudo ver un convoy militar que llegó a Ciudad Altamirano y dos horas los soldados hicieron compras.
Llegaron en aproximadamente 20 unidades, se estima que se establezcan en Ajuchitlán del Progreso para hacer recorridos en las zonas de conflicto, sobre todo en las colindancias con San Miguel Totolapan.
Se espera también que este grupo ingrese a la comunidad San Jerónimo el Grande, donde secuestraron a 10 personas el jueves 17 de noviembre, y que siguen sin aparecer siete de ellos, raptados por el grupo criminal Los Tequileros.
La Policía Militar estuvo en Altamirano dos horas recorriendo los centros comerciales para comprar insumos personales, los soldados también fueron a los bancos y después se retiraron a Ajuchitlán sobre la carretera de Coyuca de Catalán. San Jerónimo se ubica del otro lado del río, por el lado de Tlapehuala.
Este grupo viene a reforzar la seguridad en el municipio de Ajuchitlán del Progreso donde ya opera la Policía del Estado con un grupo en San San Jerónimo el Grande, y la Policía Federal comenzó a incrementar sus rondines en las zonas rurales en las cercanías de esa comunidad.
El gobernador Héctor Astudillo Flores anunció que aunado a los trabajos de seguridad de la Policía del Estado, la Policía Federal y ahora el Ejército también hay un grupo de investigación antisecuestros apoyado por efectivos de la Procuraduría de Michoacán, para localizar a los siete secuestrados.
Esta operación de búsqueda se da después de que los vecinos de este poblado se levantaron en armas para organizar una autodefensa, que se mantiene de manera discreta vigilando desde algunos cerros y cerca del poblado, pero no dentro donde hay policías estatales.

Marchan familiares y amigos de cinco profesionistas y empresarios secuestrados el año pasado en Chilapa

Ayer familiares, conocidos y amigos de los empresarios y profesionistas secuestrados el año pasado en Chilapa, acompañados de organizaciones y parientes de personas desaparecidas marcharon para recordar a sus familiares, colocaron cruces y celebraron una misa en donde hallaron cinco cuerpos desmembrados, decapitados y calcinados.
Familiares de los cinco secuestrados en la zona rural de Chilapa, el 26 de noviembre de 2014, informaron que por investigaciones propias concluyeron que sus cuerpos corresponden al hallazgo del mismo número de personas calcinadas dejadas en la cabecera municipal días después.
Los familiares denunciaron el año pasado que el 26 de noviembre de 2014 en las inmediaciones de la comunidad de El Jagüey, municipio de Chilapa, un comando armado se llevó a los empresarios Hugo y Alejandrino Díaz Navarro, al dueño de una constructora de Olinalá, Vicente Apreza García, y a los arquitectos Jesús Romero Mujica y Mario Montiel Ferrer, de Cuautla, Morelos.
La marcha inició cerca del mediodía, participaron unos 100 vecinos, quienes portaron playeras blancas con los nombres de las cinco víctimas y la leyenda Alto al miedo y al silencio, también portaban lonas con fotos de desaparecidos y asesinados. Durante la marcha los familiares exigieron justicia.
Destacaron las leyendas: “Marcha contra la injusticia e impunidad. ¿Hasta cuándo seguiremos pagando con nuestras vidas la ineptitud del gobierno?” y “¿Las tragedias que nos unen en la tierra que queremos?” en alusión al eslogan que el alcalde priista Jesús Parra García puso a la feria local que inicia este primero de diciembre, “La feria que nos une en la tierra que queremos”.
Los familiares, conocidos y amigos recorrieron el principal circuito de la ciudad hasta la glorieta Eucaria Apreza, después continuaron la marcha en la carretera Chilapa-Acatlán hasta el crucero que conduce a la Universidad Tecnológica, a unos 3 kilómetros de la cabecera.
En este lugar, la noche del 29 de noviembre fueron hallados cinco cuerpos sin vida al interior de una camioneta de carga.
Ayer los familiares colocaron cinco cruces con los nombres de sus familiares y se ofició una misa.
Denunciaron que vecinos que dicen ser los dueños de esta área de tierra les destruyeron las bases donde pretendían colocar las cruces, por lo que después de la misa se las llevaron.

La PGR ya entregó tres cuerpos; dos permanecen en sus instalaciones

Al final de la misa, el profesor José Díaz Navarro dijo que con el tiempo, ante la falta de resultados de las autoridades ministeriales, y por sus propias indagaciones, se fueron convenciendo de que los cuerpos calcinados son los de sus familiares, “nos fuimos convenciendo que eran ellos, esperamos que las autoridades nos dieran los resultados y comenzamos a investigar; atando cabos concluimos que eran ellos”, dijo.
Informó que la Procuraduría General de la República (PGR) entregó a los familiares los cuerpos de Vicente Apreza García, Jesús Romero Mujica y Mario Montiel Ferrer.
Dijo que en el caso de sus hermanos, en marzo la PGR llamó a los familiares para entregar sus cuerpos, pero se negaron a recibirlos porque no estaban completos y no les habían dado los resultados de la investigación.
Después la PGR les entregó “un bonche de hojas”, con las indagaciones que la familia había recabado por su cuenta y entregado a esa dependencia, incluido el rastreo satelital de la camioneta en que viajaban las víctimas el día que fueron raptadas y días posteriores, la camioneta se ubicó en la cabecera de Quechultenango.
Denunció que “con todo eso hicieron un simulacro de búsqueda, un operativo en Quechultenango. (Argumentaron) que era de noche, peligroso, temían a que los fueran a emboscar, eran mucho más que ellos y tenían mejores armas”.
Dijo que los cuerpos de Hugo y Alejandrino Díaz Navarro, aún permanecen en las oficinas de los servicios periciales de la PGR.
Agregó que “no aceptaron los cuerpos porque no los pueden cremar, sino enterrarlos y en caso de encontrar las otras partes, los tendrían que exhumar para determinar que corresponden a ellos”.

En una década van 500 homicidios y desapariciones en Chilapa, dice la organización Siempre Vivos

La asociación civil Siempre Vivos, integrada por familiares de personas desaparecidas en Chilapa, reveló que en una “década de terror” se han registrado alrededor de 500 homicidios y casos de desaparición forzada en este municipio de la Montaña baja.
Asimismo informó que tienen documentados 57 casos recientes, incluidos 14 registrados del 9 al 14 de mayo en la toma de la ciudad por parte de civiles armados, que han sido denunciados ante las autoridades ministeriales del gobierno del estado y federal.
La organización creada por familiares de desaparecidos suscitados del año 2013 a la fecha en este municipio marcharon e hicieron un pronunciamiento para conmemorar el hallazgo de los cuerpos sin vida de cinco profesionistas y empresarios.
En nombre de la organización, José Díaz Navarro quien ha coordinado los casos de las personas desaparecidas en el municipio, recordó que la asociación se conformó hace seis meses y que han sido 57 casos que han sido formalmente denunciados ante el Ministerio Público del fuero común y el federal.
Dijo que existen casos de familias que han callado su tragedia, la han escondido y han huido del municipio para ponerse a salvo o como una manera de poner fin a su martirio.
Exigió al nuevo gobierno estatal y municipal, los dos de extracción priista, que se investigue y se dé con el paradero de las víctimas.
“Seguimos exigiendo que se investigue, en la década que llevamos de terror en Chilapa, consideramos que tenemos más de 500 homicidios y desaparecidos, y no hay una sola investigación, un encarcelado o enjuiciado. Chilapa era la ciudad más tranquila, hoy se ha convertido en una de las más peligrosas a nivel mundial”.
Indicó que los policías estatales y federales que han arribado a esta cabecera municipal a raíz de la incesante violencia le han dicho que sólo vienen como “espantapendejos” porque no tienen la facultad de investigar.
“Estamos a merced de quien quiera llegar a agredirnos, en Guerrero no necesitamos que el gobierno (federal) nos regale televisores, necesitamos que nos regalen cuernos de chivo para defendernos porque vienen y nos masacran”.
Anunció que harán las gestiones para que el lugar donde fueron hallados sus familiares, en las afueras de la ciudad, se construya un monumento a los desaparecidos de este municipio.
En Chilapa, afirmó, hay una crisis de autoridad, donde manda el más fuerte, el más sanguinario y más cruel.
En tanto, la señora María Herrera Magdaleno de Pacajuarán, Michoacán, madre de cuatro hijos desaparecidos en 2008 en Atoyac de Álvarez, de la organización Enlaces Nacionales, pidió a los familiares de las vítimas en Chilapa dar un cauce digno al dolor luchando para que su tragedia no se repita en otras familias.
Para alcanzar el objetivo de la paz y la justicia, dijo, se deben de dar buenos cimientos y principios a los hijos.
Herrera Magdaleno dijo que en la búsqueda de sus familiares, muchos han quedado en el camino o han sido asesinados para infundirles miedo y temor pero que la lucha la seguirán dando hasta donde la fe les alcance.
La ahora activista lamentó que con las marchas y movilizaciones no se pueda lograr nada e invitó a crear una “red de hermandad” con organizaciones de familiares de desaparecidos nacionales e internacionales.
Dijo que la búsqueda por cuenta propia que comenzaron las organizaciones de familiares de personas desaparecidas en Iguala se ha replicado en estados como Sinaloa, Chihuahua, Baja California, Coahuila y Nuevo León.
“El gobierno no puede buscar a los delincuentes porque son ellos mismos los delincuentes”.
Un hijo de la señora María Herrera, dijo que encontrar a una persona con vida y regresar la alegría a una de las familias es un bálsamo para todas las demás.