Hay 2 mil 45 pruebas de ADN de familiares y 993 perfiles genéticos, responde la FGE a la Caravana

La Fiscalía General del Estado (FGE) informó que la Coordinación General de Servicios Periciales cuenta con una base de datos de perfiles genéticos que tiene un registro de 2 mil 45 pruebas de ADN de familiares de personas desaparecidas y 993 perfiles genéticos de personas fallecidas sin identificar, de los cuales 325 están identificadas.
La dependencia difundió ayer un boletín de prensa luego de que integrantes de la Tercera Caravana Internacional de Búsqueda en Vida de Desaparecidos denunciaron que sólo les mostraron 20 expedientes de todos los cuerpos, y que reclamaron que el gobernador, Héctor Astudillo Flores prefirió gastar más de 7 millones de pesos en construir el Panteón Estatal Forense en un terreno propiedad de la familia del dirigente estatal del PRI, Heriberto Huicochea, en lugar de dar condiciones para la identificación de los cadáveres y para su almacenamiento en los Servicios Médicos Forenses.
En el boletín se dio a conocer que el Panteón Estatal Forense “es el resultado de la búsqueda de acciones que permiten poner un alto a las inhumaciones descontroladas en fosas comunes, se tiene la certeza y trazabilidad del resguardo y ubicación de cada cuerpo, ya que son depositados individualmente, dignificando dicho procedimiento”.
Comentó que tiene los recursos del fondo de aportaciones para la seguridad pública que es para las actividades de identificación humana, “sin embargo dichos recursos son insuficientes para abatir el regazo en la materia”.

Se gastó el dinero en el panteón y no hay ni archivos para identificar los cuerpos, señala la Caravana

En el tercer día de actividades de la tercera Caravana Internacional de Búsqueda en Vida de Desaparecidos en esta ciudad, los integrantes criticaron que el gobierno de Héctor Astudillo Flores destinó el dinero a la construcción de Panteón Forense Estatal en lugar de mejorar las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo) y la base de datos de los cuerpos, de los cuales sólo les mostraron 20 expedientes de 750 cadáveres sin identificar.
El Semefo de Chilpancingo tiene 260 cuerpos de los cuales no existe un expediente digitalizado ni en catálogo que pudieran revisar los familiares de desaparecidos, informaron ayer durante la reunión de dos horas que sostuvieron en esas instalaciones.
A las 11:17 de la mañana fueron a la cárcel de la ciudad, en donde se informó que se encontraron dos posibles desaparecidos, y concluyó a las 6:30 de la tarde con la visita al Panteón Forense donde se criticó que el terreno donde se construyó sea de la familia del presidente del PRI de Guerrero, Heriberto Huicochea.
El integrante del Colectivo de Familiares de Desaparecidos y Asesinados en Chilpancingo, Lamberto Castro de la Cruz informó que lo que se reclama es que en lugar de dirigir el dinero en mejorar la base de datos de los cuerpos que se tienen en Semefo, se destine a la construcción de un panteón del cual el terreno pertenece a Heriberto Huicochea.
“Reclamamos que en lugar de hacer este tipo de proyectos millonarios, ¿por qué no mejor dotar a los servicios periciales, al Semefo?, hacen falta recursos materiales y humanos para que hagan sus trabajo, que se hagan campañas para que se den a conocer los cadáveres”, demandó.
La caravana es integrada por familiares de desaparecidos de 20 estados del país que buscan a sus parientes en cada cárcel, hospital y morgue de cada ciudad que recorren.
Ayer quedaron decepcionados y pasmados ante la falta un catálogo físico que se pudiera revisar para saber si su pariente está allí.
“Para nosotros es muy penoso estar en esa constante lucha de reclamar y exigiendo que sea una atención digna, creo que hace falta mucha sensibilidad de las autoridades, en este caso del gobernador, del fiscal general Javier Olea Peláez, para que doten de recursos a estas instancias”, agregó.
Castro de la Cruz señaló que para la búsqueda de sus familiares hace falta el apoyo de la Fiscalía Especializada en Desaparición Forzada de Guerrero, pero se excusa en que no tiene dinero para el acompañamiento.
“Cómo nos va a dar un resultado, realmente es muy lamentable esto, los acompañantes de ahorita que están a cargo de este servicio (forense), ellos manifiestan que no tienen recursos”, preguntó.

Hallan sangre y moscas en el Semefo

Visiblemente enfadado e indignado detalló que cuando entraron a la cámara refrigerante en donde guardan los cuerpos, había sangre en el piso de los pasillos, y en las camillas vuelan las moscas.
“Es algo que llena de mucho coraje, los olores son insoportables, ahí nos damos cuenta por qué los administrativos, los colaboradores y los trabajadores en un momento dado han protestado, inclusive se han hecho paro de labores para que se haga la limpieza como debe de ser”, agregó.
A las 2:30 de la tarde se reunieron con el coordinador del Servicio México Forense de la región Centro, Alejandro Toris Díaz y personal de la Fiscalía General del Estado (FGE), quienes durante 2 horas presentaron 40 fotografías de ropa rotas, dentaduras, tres caras, un pie y un brazo.
La reunión fue en el Semefo donde los familiares pidieron cubre bocas porque el olor que despedían los cuerpos era penetrante y llegaba al área de la reunión.
La falta de una base de datos sobre los 270 cuerpos que permanecen en precarias condiciones al interior de la morgue provocó en los familiares de desaparecidos que integran la caravana, descontento, frustración y coraje ante la deficiente atención de las autoridades.
La reunión tenía como objetivo facilitarle a los familiares las fotografías de los cuerpos de las instalaciones, pero se concentró en presentar el Panteón Forense Estatal, y a hablar de los 7 millones de pesos que se destinaron para su construcción en un terreno de la familia del dirigente estatal del PRI.
Uno de los familiares informó que en el encuentro las autoridades justificaban su falta de archivos en que la anterior administración no había dejado información sobre los cuerpos, y se enfocaron en hablar del panteón.
Los familiares pidieron a las autoridades que les permitieran entrar a las cámaras frigoríficas, ya que si no tenían fotografías de los cuerpos por lo menos podrían verlos para descartar que estuvieran ahí.
La coordinadora de la caravana, Lucy López Castruita dijo que las personas que quisieron entrar a revisar las cámaras donde están los cuerpos sin reclamar pudieron constatar que el aire frío no es suficiente para mantener los cuerpos.
Informó que de 750 cuerpos sin identificar sólo les presentaron 20 archivos con datos suficientes para revisar.
“Es una impotencia la que sentimos, es mucho coraje el que tenemos, nos dicen que sí los tienen pero que apenas van a trabajar en ordenar toda la información, no sé por qué si sabían que veníamos sólo alcanzaron a organizar 20”, agregó.
Insistió en que las condiciones en las que están los cuerpos son degradantes, porque los líquidos y olores permanecen por todos lados.
La información “definitivamente no la tienen ordenada, ellos dicen que porque no tienen personal, esa es su justificación”, agregó.
De los 20 expedientes que presentaron dijo que no se les dio una fecha probable de su hallazgo, otra vez, porque no tienen ni personal ni el presupuesto para hacer los registros. Mencionó que tampoco en el Hospital General hay expedientes correctamente elaborados.

Fue una pérdida de tiempo la reunión con la Fiscalía y la Secretaría de Salud

El olor a muerte inundaba la sala de espera en donde aguardaba personal de Fiscalía para las conclusiones del encuentro privado que sostenían a puerta cerrada autoridades de la Fiscalía General del Estado, de la Secretaría de Salud y familiares de desaparecidos que integran la caravana.
Tras concluir el encuentro que duró 2 horas, una madre de familia que buscaba a su hijo salió enfurecida, dijo que fue una pérdida de tiempo la reunión en la que sólo se les habló del panteón forense en el que se gastaron 7 millones de pesos.
“Es tan desesperante, no tienen nada, ni siquiera un archivo hecho catálogo, hemos ido a otros lados en los que sí tienen la forma de ubicar los cuerpos”, agregó.
La madre explicó a uno de los acompañantes de la caravana que en su experiencia este año de búsqueda, en Chilpancingo está el peor Semefo que había visitado, porque no existe una base de datos en la que se identifique el cuerpo, su causa de muerte, su posible edad, sus características físicas, cuándo fue encontrado, en dónde y ni una foto de su rostro.
“Es otro caso en Tlalnepantla, ahí los tienen digitalizados y en orden, los tiene bien definidos, aunque te pases horas buscando uno por uno por lo menos avanzas, aquí definitivamente no hay nada”, reprochó.
Advirtió que no queda claro si están ahí o no los desaparecidos porque no hay forma de ubicarlos.
La madre visiblemente enfurecida insistía en que las autoridades de Guerrero tratan de justificar su falta de información echándole la culpa a la administración anterior, lo que afirmó que no es excusa para no hacer lo que les corresponde.
Al concluir la reunión varios de los familiares de desaparecidos coincidieron en que no se les dio información contundente.
En el recorrido la tarde de este lunes en el terreno privado de la familia del priista Heriberto Huicochea, los familiares de desaparecidos criticaron que el gobierno del estado haya gastado los 7 millones de pesos en los nichos.
Señalaron que no cuenta con la protección perimetral ni con la seguridad de policías estatales como les dijeron que estaba, además que las puertas de cemento ya se están cuarteando.
En el recorrido fueron puntualizados cada uno de los errores, entre ellos la mala coordinación que hay para indicar dónde está cada cuerpo, además de que no existe nada que proteja a las gavetas les dijeron que estaba. En el lugar no hay vigilancia y no hay ninguna cerca, además de que las placas colocadas son poco claras para la ubicación de los cuerpos por regiones.

 

Piden fiscalía especial para desaparecidos

En Chilpancingo, la Caravana de Búsqueda de Desaparecidos pide fiscalía especial para Guerrero

Los familiares visitaron el hospital general, donde pidieron acceso a los registros de pacientes; se quejaron porque primero les impidieron el paso y tres horas después y el subdirector accedió

Alina Navarrete Fernández

Chilpancingo

En su tercer día de actividades, integrantes de la Tercera Caravana Internacional de Búsqueda en Vida de Desaparecidos marcharon en la capital y exigieron la creación de una fiscalía especial que atienda los casos de desaparición en Guerrero.
Además, visitaron el Hospital General Raymundo Abarca Alarcón donde pidieron acceso a los archivos de registro sobre los pacientes que ingresaron para ser atendidos por arma de fuego, golpes, traumatismo y otras heridas, para buscar los nombres de sus familiares desaparecidos.
Por la mañana cerca de cien manifestantes provenientes de Iguala llegaron al monumento a Nicolás Bravo, conocido como El Caballito ubicado al norte de la ciudad, desde ahí marcharon al Zócalo de la capital donde fueron recibidos por el director del Centro de Derechos Humanos José María Morelos y Pavón, Manuel Olivares Hernández, y el sacerdote Baltazar Vega, quienes se solidarizaron con la lucha de los familiares de desaparecidos.
La marcha comenzó a las 9:30 de la mañana. Los manifestantes portaban lonas y pancartas que contenían el retrato de sus hijos e hijas y otros familiares desaparecidos desde hace más de diez años en distintos estados del país, así como la información de la última vez que fueron vistos.
Avanzaron con paso calmo por las avenidas principales de la capital mientras coreaban consignas como “únete, únete, que tu hijo puede ser” y “los 43 y nuestros hijos también”, en referencia a los estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa desaparecidos hace más de tres años en Iguala.
Madres y padres tomaban turnos para utilizar el micrófono del equipo de sonido instalado en el vehículo que iba al frente del contingente, también seguido de una patrulla de Tránsito Estatal.
Los familiares llamaron a quienes tienen familiares desaparecidos a acercarse a los colectivos que se formaron en el estado, de manera que se haga la lucha unificada que tenga resultados.
“Nuestra lucha es de paz, es de exigir al gobierno, ya basta de que no nos den respuesta, alto a la violencia, alto a la impunidad, dicen que no hay presupuesto para la búsqueda (de los desaparecidos), los Servicios Médicos Forenses (Semefos) están llenos y no hacen estudios de ADN porque el gobierno no quiere que se sepa que hay muchos muertos pero ya no podemos seguir viviendo en un Estado fallido”, expresó la integrante del Colectivo de Padres y Familiares de Desaparecidos, Secuestrados y Asesinados en el Estado de Guerrero y en el País, María Guadalupe Rodríguez Narciso, quien busca a su hijo Josué Molina Rodríguez de 30 años de edad que desapareció en junio de 2014, tres meses antes de los ataques a normalistas de Ayotzinapa en Iguala donde desaparecieron 43.
Los padres de los 43 comenzaron una lucha que mantienen a la fecha para exigir su presentación con vida, este fue “el ejemplo” que animó a otros familiares a manifestarse, dijeron familiares en la marcha de ayer.
Al llegar al Zócalo los manifestantes se concentraron en el kiosko para emitir un mensaje a la sociedad junto con Olivares Hernández y el padre Baltazar Vega, quien en nombre del obispo de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, se solidarizó con las familias.
En su intervención, Olivares Hernández se quejó de la falta de atención de las autoridades, denunció que hay complicidad de las corporaciones policiacas con los delincuentes y que es hora de que la sociedad deje de pensar que a los desaparecidos los privaron de su libertad porque estaban involucrados con el crimen organizado.
También participaron la representante de la caravana Lucy López quien busca a su hija Claribel Lama López de 17 años, quien fue “enganchada” por una amiga en Torreón, Coahuila y está desaparecida desde el 2001; y Patricia Manzanares Ochoa originaria de la Ciudad de México cuyo hijo de 22 años desapareció en Nuevo León en el 2011, ambas agradecieron el recibimiento que tuvieron en Chilpancingo y llamaron a la sociedad a perder el miedo y denunciar las desapariciones.
Manzanares Ochoa expresó que las leyes se hicieron para cumplirse y hay una que establece que cada estado debe contar con una fiscalía especial para atender los casos de desaparición, señaló que Guerrero es uno de los estados con más casos del país donde además se ha comprobado la participación de las autoridades en los hechos, por ello dijo que “no vamos a parar” hasta que las autoridades formen esa fiscalía y den resultados de las investigaciones.
Por la tarde, la caravana visitó el hospital general Raymundo Abarca Alarcón, aunque en un principio no se permitió la entrada a los familiares de desaparecidos, después de tres horas una comisión de 15 familiares ingresó a las instalaciones.
La integrante del Colectivo de Desaparecidos y Asesinados en Chilpancingo, María Guadalupe Rodríguez Narciso, dijo que la caravana llegó al hospital a las 4 de la tarde con el propósito de revisar los expedientes de las personas que se encuentran hospitalizadas, como parte de las actividades de búsqueda de familiares, pero no les permitieron el acceso. Indicó que en febrero entregaron un oficio al secretario de Salud, Carlos de la Peña Pintos, sobre la visita de la caravana de búsqueda internacional, pero el funcionario no lo atendió.
Rodríguez Narciso se quejó porque en los libros de registro de los pacientes la información está incompleta para encontrar a sus seres queridos, “no estamos satisfechos, no está la información que uno requiere, no hay registros exactos todo está mal hecho no ponen personal capacitado para llevar un registro y llevar un protocolo de enfermos”.
Los miembros de la Caravana pidieron al subdirector del hospital, Raúl Peralta Catalán, que les diera acceso a los archivos para buscar en las listas de pacientes que fueron atendidos por heridas de bala, traumatismo y otras lesiones, los nombres de las personas que buscan. Luego de un diálogo, Peralta Catalán les permitió el acceso.