Ve en las autoridades negligencia e impunidad, dice la hermana de un desaparecido hallado muerto

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

Los familiares del taxista Saúl Merodio de Jesús, primero enfrentaron su pérdida cuando hombres armados lo levantaron, luego negligencia y omisión de las autoridades para su localización, y después de que hallaron sus restos impunidad, ausencia de justicia y falta de castigo para los responsables, denunció su hermana Yanet Merodio.
A sus 22 años Saúl fue levantado por hombres armados la noche del 11 de junio del 2019 en la calle Heroico Colegio Militar de la colonia Guerrero en Chilpancingo, cuando después de su jornada laboral iba a entregar a su relevo el taxi que trabajaba.
Desde entonces desapareció hasta que sus restos fueron hallados junto a los de otras personas cerca de Chichihualco el 2 de diciembre de ese mismo año, sin embargo, sus restos se los entregaron a su familia hasta el 18 de febrero de este 2022, más de dos años después.
En entrevista el 8 de diciembre pasado, su hermana Yanet, contó que la noche que desapareció, su hermano había ido a comprar tacos para toda la familia y lo esperaban para cenar cerca de la media noche.
Les contó que después de que comprara la cena iría a entregar el taxi a su relevo y de ahí se iría a su casa. Yanet explicó que unos 20 minutos antes de que se lo llevaran le mandó un mensaje a su esposa, a quien le escribió: “ya voy para allá”, pero nunca llegó.
“Ese día subió a la casa, se veía bien, andaba tranquilo, contento. Nos dijo: ahorita regreso voy a traer unos platillos para que cenemos, y cuando se lo llevaron él ya llevaba la cena”, explicó Yanet.
Vecinos de la Calle Heroico Colegio Militar de la colonia Guerrero les dijeron que cinco hombres armados interceptaron el taxi y se lo llevaron junto con el vehículo que nunca hallaron. Los testigos les advirtieron que no querían problemas, que ya no podían informarles más.
Al día siguiente fueron a buscarlo a hospitales, a la delegación de Barandilla, al reclusorio pero no lo hallaron en ningún lado.
Ese mismo día quisieron presentar la denuncia en el Ministerio Público para que las autoridades investigaran y lo localizaran pero les dijeron que tenían que esperar más tiempo.
Dos días después presentaron finalmente la denuncia pero según Yanet Merodio, fue como de puro trámite porque en realidad las autoridades locales nunca investigaron.
Mediante el Colectivo de Padres y Familiares de Personas Desaparecidas, Secuestradas y Asesinadas de Guerrero y el País (Colectivo Chilpancingo), los familiares de Saúl presentaron después la denuncia ante la Fiscalía General de la República (FGR) donde por la presión del colectivo se realizaron búsquedas en Chichihualco.
El 2 de diciembre de ese mismo año, sus restos fueron hallados cerca de Chichihualco durante una jornada de tres días de búsqueda en la que participó la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) y personal de la FGR.
En esa jornada, de acuerdo a reportes periodísticos, se localizaron cinco cuerpos completos en la misma zona; el de Saúl fue hallado al fondo de una barranca de unos 100 metros, rumbo al sitio conocido como Las Minas.
Junto a los demás cuerpos, el de Saúl fue trasladado a la FGR para la práctica de los estudios del ADN, donde permanecieron hasta el 18 de febrero de este 2022.
Yanet contó que les informaron el 1 de febrero que los resultados de las pruebas del ADN habían resultado positivos, pero dijo que se los entregaron hasta el 18 y el 19, finalmente, pudieron darle sepultura.
Se quejó de la negligencia y la falta de interés de las autoridades por resolver los casos de victimas de desapariciones; “no puede ser que haya tanta apatía y falta de solidaridad con el dolor de los familiares de las víctimas que sufren la ausencia de sus seres queridos”.
Explicó que la localización del cuerpo de su hermano fue posible por la intervención del Colectivo y la tenacidad de su madre, Eustolia de Jesús Rodríguez, quien desde el principio se propuso no descansar hasta hallarlo, “y lo logró, aunque sea en estas condiciones”.
Reprochó que después del hallazgo de su cuerpo, las autoridades, al parecer, ya suspendieron las investigaciones, “como si ya se hubiera resuelto el caso, cuando falta esclarecerlo, saber quiénes se lo llevaron y hacer justicia”.
Dijo que en los meses posteriores de que les entregaron el cuerpo ya no les han informado nada, a pesar de que la carpeta de investigación sigue abierta.
Aunque reconoció que de parte de los familiares ya no han presionado ni insistido tanto debido a que su madre, Eustolia, quien era la que encabezaba la presión, cayó enferma derivado de la tragedia que vivió.
“Pero nosotros no hemos suspendido nada, la carpeta sigue abierta. Seguimos en busca de justicia”, e hizo un llamado a las autoridades: Queremos justicia, queremos saber qué fue lo que paso, quienes fueron los que se lo llevaron y castigo para los responsables”.