![](https://s3.amazonaws.com/ultimas.elsur/impreso/wp-content/uploads/2023/07/20012439/SCR-20230720-ggnu-1024x670.jpeg)
Ramón Gracida Gómez
El nuevo hospital de especialidades del ISSSTE “va a quedar en el letrero nada más” si lo saturan de pacientes con problemas de salud de primer y segundo nivel, opinó el médico Carlos de la Peña Pintos.
“Se le está dando prioridad a la atención medicalizada, o sea, los hospitales, pero hay una gran ne-cesidad de inversión en el primer nivel de atención con involucra-miento de la población para resolver sus necesidades en salud, o sea, todo lo que es prevención y tener los centros de salud”, expuso.
En entrevista con El Sur, el ex secretario de Salud estatal dijo que sí hace falta un hospital de especia-lidades del ISSSTE, pero está en contra de que se construya en el Centro de Convenciones, un es-pacio de vocación turística, sin suficientes vías de acceso y además es un “ícono” para el municipio.
Sostuvo que debe de pensarse en el futuro, porque los hospitales “siempre crecen”. Propuso construir el nuevo inmueble en el área del hospital general de El Quemado y tener una nueva zona de hospitales, pero ha prevalecido “la inmediatez sobre la sensatez, sin una visión de mediano o largo plazo”. Agregó que también “han faltado oídos para escuchar” a los ingenieros, los urbanistas y los arquitectos.
Aseguró que en el proyecto “chocan” la necesidad de tener un nuevo hospital de especialidades con la “vocación netamente tu-rística” del Centro de Convenciones. Apuntó que la movilidad “va a ser de alta dificultad, ya de por sí en épocas que hay turismo hay con-flicto de movilización”.
También se debe de considerar la red hidrosanitaria, el tratamiento de aguas residuales, los estacio-namientos, “de veras que se convierte en una situación de mucho conflicto en ese lugar”, reiteró.
Dijo que “no tiene punto de comparación” el nuevo hospital en la avenida Costera con el nosocomio privado –“sin decir nombres”– que también se ubica en la franja turística porque éste sólo tiene 29 camas, cifra mucho menor a las 250 anunciadas por el gobierno federal parea el del ISSSTE.
Indicó que en la decisión se debe valorar el factor del espacio y puso como ejemplo el de El Quemado, que fue construido con la proyección de que pudiera crecer, “pero va a ser dentro del propio hospital”, que tiene 120 camas censables, pero suben a casi 300 con las no censables, es decir, las de urgencias, tococirugía, cirugía y terapia intensiva.
Para el doctor De la Peña Pintos, el área de El Quemado pudiera ser idónea y crear una nueva zona de hospitales. “Que ha creado conflictos en cuanto a traslado, transporte, bueno, eso ya le corresponde a los gobiernos resolver esa situación”, mencionó.
Recordó que se habló de otros terrenos para el inmueble, como El Pedregoso o Tunzingo, donde “presentaban no solamente un proyecto del hospital, sino un desarrollo urbano bien planeado. La verdad es que sonaba muy atractivo y de pronto cambian, desconozco las razones y como que se busca la inmediatez, y la inmediatez sobre la sensatez, sin una visión de mediano o largo plazo”.
Dijo que el lugar de un nuevo hospital debe de pensarse para más en un futuro porque los hospitales “siempre crecen”. Por ejemplo, el IMSS en Acapulco inició en la clínica 9, enfrente del Centro Médico donde él tiene su consultorio y dio la entrevista. La clínica llegó a ser insuficiente y se tuvo que construir el Vicente Guerrero, que “como no tiene modo de crecer para afuera, ha crecido para adentro. Los lugares que tenía de espacios y de salas, se le quitaron y se convirtieron en camas”.
Es por el mismo envejecimiento de los derechohabientes, quienes colman las camas de urgencias, “descompensados por enfermedades crónicas no transmisibles: diabé-ticos, hipertensos, infartados, enfer-medad vascular cerebral, pie diabé-tico. Ya al interior está saturado, ve las citas qué tan prolongadas están en el Seguro”, sostuvo.
El gastroenterólogo explicó que un hospital de tercer nivel está para resolver problemas más complejos. Aunque el nuevo hos-pital del ISSSTE sería el primero de este tipo, el Instituto Estatal de Cancerología también es conside-rado de tercer nivel “por la complejidad de las cirugías que realiza”, destacó.
Dijo que debe de haber una planeación de “qué es lo que va a tener este hospital de tercer nivel, qué tipo de especialistas se tienen, cómo está el mercado por decirle de alguna manera aquí en Acapulco, para decir, ¿tengo los especialistas aquí en Acapulco para contratarlos? O de plano no los tengo, los tengo que mandar a preparar. Tener esa visión de decir, sabes qué, voy a construir el hospital de tercer nivel y mis necesidades son éstas, éstas”.
De un panorama general sobre las necesidades de especialidades médicas, De la Peña dijo que éstas son principalmente de neurocirugía, angiología, cardiovascular, cancero-logía, oftalmología de tercer nivel para tratar pacientes con retinopatía diabética, desprendi-miento de retina, cirugía de gastro-enterología, cirugía abdominal, entre otras.
Explicó que “no es lo mismo tener cobertura que tener acceso: tener cobertura es decir, tengo un hospital, tengo un centro de salud, tengo los servicios en cuanto infraestructura necesarios en el estado. Pero si no tienes médicos, si no tienes los especialistas, llega un paciente que tiene cobertura, pero si no tiene la atención médica, ya dejó de tener acceso a la salud. Hay cosas que tienen prioridad y es lo que no se está dedicando un esfuerzo mayor”.
Detalló que de primer nivel de atención hay cerca de mil centros de salud en el estado, 14 hospitales generales y 25 hospitales de la comunidad, aunque estos últimos fueron convertidos en hospitales generales, “desconozco por qué lo hicieron sin llenar las exigencias de lo que es un hospital general”.
Indicó que las especialidades de segundo nivel son cirugía, ginecología, medicina interna, pe-diatría y anestesiología, “son lo básico que deberían de tener, lo tuvieron en un tiempo y que desafortunadamente se dejó de tener en los hospitales de la comunidad, que es a donde se quiere llevar los servicios. Eso tiene más prioridad que un hospital de tercer nivel, cuando tienen las necesidades de acceso”.
De la Peña ejemplificó que un especialista no aceptaría ser con-tratado en Atlamajalcingo del Monte e irse con su familia “porque su visión es otra, fueron creados, fuimos educados de otra manera”, por lo que deben de contratarlos en los centros urbanos, pero llevarlos por temporadas de tres meses a los hospitales de la comunidad con un equipo interdisciplinario, propuso.
Sin embargo, resaltó, “hoy se le da prioridad a la atención medica-lizada, o sea, los hospitales. Pero hay una gran necesidad de inversión en el primer nivel de atención, atención primaria en la salud con invo-lucramiento de la población para resolver sus necesidades en salud, todo lo que es prevención y tener los centros de salud”.
“Y no se resuelve con el hospital del ISSSTE. Entonces el hospital del ISSSTE está bien, o sea, qué bueno que se construya, pero se tiene que construir con una visión como un hospital de concentración, no so-lamente para atender a los acapul-queños, se tiene que atender como un hospital de referencia. Hoy, ¿qué hace el ISSSTE?, manda al Centenario de Cuernavaca a los pacientes que requieren de solución de problemas de mayor compleji-dad. O si no se mandan al 20 de Noviembre o al López Mateos”.
“Lo mencionaba también porque cuando el director del ISSSTE lo presentó aquí en Acapulco, dijo, va a ser un hospital del ISSSTE, pero destinado también a la población en general. ¿Adminis-trativamente es factible o lo ve como parte de un discurso?”.
“Yo creo que es parte de un discurso porque es muy complejo porque los derechohabientes son los derechohabientes. ¿Por qué se crea el IMSS-Bienestar? Simplemente no es posible que el IMSS ordinario sostenga al IMSS-Bienestar, simple-mente no se puede porque el IMSS ordinario es tripartita: es empresa, es empleado y es gobierno. Y el IMSS-Bienestar es población sin seguridad social laboral.
Agregó que “no es fácil administrativamente” que el nuevo hospital del ISSSTE reciba pacientes externos y se tendrán que hacer convenios para que verdaderamente ese hospital de tercer nivel pueda darle cobertura a esa población abierta”.
Detalló que la población derechohabiente del ISSSTE es de aproximadamente de 650 mil personas en Guerrero, mientras que la población sin seguro social, es decir, la que se atiende actualmente en el esquema de IMSS-Bienestar, representa el 65 por ciento de la población.
Señaló que “la salud sigue fragmentada, que ojalá se entre en un proceso de la universalización en los hechos, no en el discurso, sino en los hechos, que esta unificación verdaderamente se llegue a cristalizar. Hasta ahorita sigue fragmentada”.
–En teoría que llegara absorber toda esta población. ¿Son suficientes 250 camas?
–Es que tiene que ser selectivo, por eso hablaba de la necesidad de fortalecer el segundo nivel de atención. Un hospital de tercer nivel es para problemas de mayor complejidad. No se puede saturar el hospital del ISSSTE para resolver un problema de vesícula, un problema de apéndice. A lo mejor un problema de vesícula si se tuvo una complicación quirúrgica, que ligaron el conducto colero, hablando médicamente pues, y que requiere de una mayor especialización, entonces se tuvo que seleccionar.
Expuso: “si los que están construyendo esto piensan que ahí se van a atender, que así es como veo que va a suceder, se van atender problemas de segundo nivel, te vas a saturar. Entonces ese hospital de tercer nivel va a quedar en el letrero nada más porque no se están resolviendo los problemas de primer nivel de atención ni se está resolviendo la atención médica de segundo nivel de atención como debería de ser”.
Agregó: “ese brinco que se da, qué bueno que se dé, pero aguas, debe de ser selectivo para problemas de mayor complejidad, se puede atender a la población abierta y convenios con el seguro social para no mandar a los pacientes a México, que se queden aquí. Pero se requiere no solamente la infraestructura física y equipamiento médico moderno, se necesita el elemento humano, médicos especialistas que sepan y conozcan qué es lo que se va a hacer, que formen parte desde un principio de ese equipo de trabajo. Es duro el reto, no es nada más el anuncio, no es nada más parches, y parches, ¡uff! Conozco mucho de parches”.