“Sólo yo sobreviví” de cinco que estábamos en el barco La Cueva, relata un mecánico naval

Aurora Harrison

“De los cinco compañeros que estábamos en el barco, solamente yo sobreviví”, platica Eduardo Lazzerin, conocido como El Choky, que es mecánico naval y trabaja en La Marina, y el día de Otis estaba en el barco La Cueva.
A una semana del huracán de categoría 5, cuenta que él no se tiró al mar, como lo hicieron sus otros compañeros, y “ese fue el error. Yo me puse doble chaleco, porque las olas pasaban por encima de la embarcación”.
Este martes, en el área del Malecón había elementos de la Secretaría de Marina realizando labores de búsqueda de personas desaparecidas, y maniobras para sacar embarcaciones.
“Fue una cosa impresionante, si sacabas las manos por encima de la cabina te aventaba la mano y si sacabas la cabeza te aventaba. Una cosa increíble, pero muy cabrón. Todo desapareció a las 6 de la mañana, ya no había nada”, contó.
La embarcación donde él se encontraba con sus compañeros fue arrojada por el viento a la orilla cerca del área rocosa de La Marina, ubicada entre el Malecón y el Club de Yates; “ahí quedé el barco y sobre eso se vinieron los demás barcos y nos hizo pedazos”.
“Sí estuvo muy feo y perdí a mis compañeros. Saqué a uno de ellos El Richy, que fue el primero que encontramos muerto. Todos los barcos que se fueron a retirar a la Base se rompieron, se perdieron, se ahogaron” sus tripulantes, platicó.
Agregó que desde el lunes, en La Marina “están haciendo un censo de los compañeros, de quien quedó vivo y quien ya no está. Por apodos, a mí me dicen El Choky, son mecánico naval”.
“Estaba en el barco, era una situación normal, una entrada de ciclón normal. Dijeron que entraba a las 6 de la mañana del miércoles, pero no lo esperábamos a las 11 de la noche, un aire que jamás en mi vida había visto”, recordó.
Abundó que en el vecino condominio Los Cocos el aire sacó del departamento a una familia entera, “la aventó, salieron del cuarto y de acá arriba de otros hoteles también sacó a la gente. Estuvieron como tres días los muertos tirados”.
“Es la primera vez que me toca un huracán categoría 5. Por eso no comprendía la magnitud de la clase 5, nunca me imaginé esto. El aire lloraba, se escuchan lamentos, como gritos”, dijo.
Recordó que la embarcación en la que él trabaja, se encontraba en reparación y ese día del huracán sus compañeros lo invitaron a La Cueva “a cenar, estaba el cotorreo, compraron botana y no teníamos idea de la magnitud del huracán”.
“No resistió mucho el aire, luego se rompió, nos hizo pedazos yo creo que en menos de 20 minutos, y es que todos los que murieron no se pusieron el chaleco. Yo me puse doble chaleco porque las olas eran tremendas, una cosa increíble y a ver qué vamos hacer, porque no hay trabajo, no hay nada”, dijo.
Contó que la embarcación en la que estaban la acababan de comprar en alrededor de 700 mil pesos y fue pérdida total.
A La Marina llegaban trabajadores y familiares de personas, a preguntar si ya habían sacado algún otro cuerpo. Se preguntó en el lugar por el número de desaparecidos, pero dijeron que no podían dar esa información. Tenían una lista con varios nombres.