Toman padres las oficinas de Finanzas estatal para exigir que se construyan dos escuelas

Maestros, padres y alumnos de la primaria Rafael Ramírez Castañeda y del jardín de niños Moisés Guevara realizan los honores a la Bandera afuera del edificio Juan N. Álvarez, en el centro de Chilpancingo Foto: Jesús Eduardo Guerrero

Lenin Ocampo Torres

Chilpancingo

Maestros, padres y alumnos de la primaria Rafael Ramírez Castañeda y del jardín de niños Moisés Guevara, tomaron las instalaciones de la Secretaría de Finanzas, en el edificio Juan N Álvarez, en Chilpancingo, para exigir la construcción de sus escuelas, afectadas por el sismo de 2017, y por una falla geológica que cruza la colonia San Rafael.
Este lunes, a las 9 de la mañana, salieron en marcha de la alameda Granados Maldonado, caminaron hasta el edificio de Finanzas, donde lo tomaron y cerraron las puertas a los usuarios; además, realizaron los honores a la Bandera como protesta por la falta de atención de las autoridades del gobierno estatal y de la Secretaría de Educación Guerrero (SEG).
Los maestros y padres llevan seis años exigiendo un lugar para que los niños tomen clases, donde se quedó pendiente una inversión de 10 millones, que estaban autorizados por el desaparecido Fondo de Desastres Naturales (Fonden), y se reconstruyeran los planteles.
Hasta hace unos días, tomaban clases en la cancha de fútbol de la colonia Galeana, donde fueron hacinados en cajas de trairlers, para que los estudiantes tomaran clases en condiciones deplorables y donde constantemente se robaban el mobiliario.
La semana pasada, los padres y maestros tomaron un predio del Ayuntamiento de Chilpancingo, en la avenida Llano Grande, de la colonia San Rafael, donde esperan que las autoridades les construyan sus aulas.
“La movilización obedece a la inconformidad de padres de familia, de maestros y alumnos, que hemos visto que el gobierno estatal únicamente nos ha ido sobrellevando, en resolver de fondo el problema de la construcción de la escuela primaria Rafael Ramírez Castañeda. Consideramos que las condiciones ya estaban dadas, porque ya se tenía el predio y un presupuesto de 10 millones de pesos, por parte del Fonden, pero únicamente estábamos esperando que el gobierno estatal se pronunciara. Ya estamos en el año 2024 y desde 202,1pues seguimos esperando esa respuesta”, expresó Miguel Ángel Ventura Ramos, representante del comité de construcción de la escuela.
El representante reclamó que las condiciones de los niños para poder estudiar son “inhumanas, antipedagógicas, porque el gobierno los hacinó en seis cajas de tráiler que habilitaron como aulas móviles y ahí tuvieron que meter a 12 grupos”.
“Entonces, eran condiciones muy deplorables, muy tristes, porque pues los niños tomaban clases ahí amontonados”, describió el también profesor de esa escuela.
Explicó que el problema de la primaria empezó desde el impacto de Manuel, en 2013, donde la escuela se inundó. Después fue el sismo de 2017, que dañó de manera severa la infraestructura, los cimientos y finalmente el movimiento geológico de ladera de la zona norponiente de Chilpancingo, que provocó que Protección Civil inhabilitara de manera definitiva el edificio escolar.
“Desde ahí comienza nuestro peregrinar. Trabajando en templos, en salas de juntas, incluso en domicilios particulares, con la finalidad de que los niños no perdieran sus ciclos escolares”, comentó Ventura Ramos durante una plática en la protesta del edificio gubernamental.
En la actualidad, la primaria tiene 170 alumnos, de los 400 que recibía antes de ser cerrada. La deserción se dio por la falta de un edificio y los padres optaron por cambiar de escuela a sus hijos.
“Nunca hemos tenido una respuesta, por parte de ninguna autoridad de gobierno, y por eso la molestia ya, el cansancio de los padres de familia que ven que la autoridad no da una solución o una respuesta pronta a este problema”, finalizó el representante del comité.
En la misma situación se encuentra su vecino, el jardín de niños Moisés Guevara, en la colonia San Rafael, también afectado por la falla geológica y donde Protección Civil dictaminó que no se puede seguir trabajando en ese espacio. Los maestros están tomando clases en la cancha de la colonia Industrial, donde habilitaron carpas para que los niños reciban su enseñanza.
Los padres, maestros y alumnos se retiraron del edificio de Finanzas a las 11 de la mañana, luego de programar otra reunión con las autoridades estatales.

Niños damnificados de Chichihualco van a clases en una galera sin paredes y techo de lámina

Niños de la primaria Raúl Isidro Burgos, de la comunidad Nuevo Balsamar, municipio de Eduardo Neri, toman clases casi a la intemperie Foto: Lenin Ocampo Torres

Zacarías Cervantes

Nuevo Balsamar

En Nuevo Balsamar, municipio de Eduardo Neri (Zumpango), a 20 minutos de Chilpancingo, 51 niños de la primaria Raúl Isidro Burgos reciben sus clases desde hace cinco años en una galera sin paredes, con horcones y techo de lámina galvanizada.
En tanto que los 41 alumnos de la telesecundaria Francisco González Bocanegra, de esta misma localidad, ocupan desde hace dos años dos cuartos de una casa en obra negra, que les prestaron. Antes, los estudiantes recibían sus clases a la intemperie o en galeras sin paredes.
Los directivos de estos planteles en esa comunidad, habitada por familias reubicadas de Balsamar, municipio de Leonardo Bravo (Chichihualco), que resultaron damnificadas por las lluvias de la tormenta Manuel en 2013, denunciaron que el gobierno estatal dio marcha atrás a un acuerdo del año pasado, para la construcción de las escuelas durante este y el próximo año.
El director de la primaria, Miguel Ángel Barrera, informó que llevan cinco años trabajando en estas condiciones, a pesar de que desde 2021 cuentan con su clave, matrícula escolar y con los documentos de la donación del terreno para que se construyan las aulas.
Explicó que han sobrellevado el funcionamiento de las escuelas con las donaciones de algunas personalidades y cooperaciones de los padres de familia.
Las tres aulas de la primaria se encuentran sobre una plataforma de tierra, en la que los vecinos levantaron con horcones de madera una sola galera, sin paredes que dividan a los “salones”; el techo es de fajillas y lámina galvanizada.
La galera se encuentra en lo alto, a media falda de una loma, y al mediodía las violentas corrientes de aire arrastran gruesas nubes de polvo de las calles sin pavimentar, que pasan sobre cuadernos y libros de los alumnos, quienes, si bien cuentan son butacas, no tienen pizarrones ni otro tipo de mobiliario o material didáctico, con el que sus profesores se puedan apoyar para su enseñanza.
“Esto es un poco desesperante, ustedes ven las condiciones en que estamos trabajando. Ahorita es el polvo y el aire fuerte, y en la temporada de lluvias se nos presenta más fea la situación, por el agua que nos pega fuerte, por la falta de paredes y por el lodo por el que tenemos que pasar para llegar hasta aquí”, contó Miguel Ángel Barrera.
Se quejó que no han recibido el apoyo de las autoridades de los tres órdenes de gobierno. “Nos hemos acercado al municipio, con la presidente municipal de Eduardo Neri, Sara Salinas Bravo (del PT), pero desafortunadamente no hemos tenido respuesta. Hemos ido al Instituto Guerrerense de Infraestructura Física Educativa (IGIFE), y a la misma Secretaría de Educación Guerrero (SEG) a entregar solicitudes para que nos construyan las aulas, y nos dicen sí, pero ya llevamos cinco años y no hay nada”.
El director de la primaria informó que en junio del año pasado se reunieron sus maestros, las del preescolar y de la telesecundaria, con André Gordillo Olivares, secretario técnico de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, quien se comprometió a que en 2022 se construirían las dos aulas de preescolar, en 2023 las tres de la primaria y en 2024 las tres de la telesecundaria.
Sin embargo, denunció que el año pasado sólo se construyó una de las dos de preescolar y en enero pasado les informaron “que siempre no” se van a construir este año las tres de la primaria, porque no se incluyeron en el presupuesto de este año.
El director Miguel Ángel Barrera hizo un llamado a las autoridades educativas, “para que nos den respuestas favorables. En este caso el IGIFE y el secretario de Educación, Marcial Rodríguez Saldaña”.
Aseguró que las autoridades saben en qué condiciones están trabajando.
Informó que el mismo secretario Rodríguez Saldaña visitó en noviembre pasado esa escuela, “aquí lo tuvimos, vio como está nuestra escuela y dijo que este año nos la construirían, pero ahora resulta que siempre no”.
El maestro reconoció que sus gestiones se complican por la falta de reconocimiento de las autoridades a la comunidad, “con Leonardo Bravo (de donde vienen los desplazado) ya no se tiene ningún contacto y con Eduardo Neri (a donde pertenece ahora Nuevo Balsamar) hemos tenido acercamientos, pero no hay respuesta. Su argumento es que no es una localidad reconocida por el municipio, entonces, ellos dicen que no le pueden meter recursos a algo que no tiene certeza jurídica”.
Mientras tanto, añadió que la matrícula va en aumento, pues cuando llegaron eran 27 niños y en cinco años han aumentado a 51, “y va a seguir aumentando, pero mientras, las condiciones son desfavorables para nosotros. Trabajar en estas condiciones no se puede”, se quejó.
Por separado, los 41 alumnos de la telesecundaria Francisco González Bocanegra trabajan en tres reducidos cuartos de una casa particular, que se encuentra en obra negra.
El director Antonio Salazar informó que hace dos años les prestaron esta casa, construida de tabicones, sin revocar, y con techo de lámina galvanizada, construida en la parte alta de Nuevo Balsamar. Dijo que es la única casa que a simple vista se aprecia en mejores condiciones, en relación con el resto de las viviendas construidas por Sedatu para los damnificados de la tormenta Manuel.
Los alumnos de la telesecundaria no cuentan con butacas y tienen que improvisar sus asientos y soportes para sus cuadernos y libros, con cualquier objeto de madera o metálico.
Atienden el plantel tres maestros y el director, quienes no cuentan con pizarrones, escritorios, archiveros, ni lo esencial, como un televisor o señal de internet.
Antonio Salazar informó que antes de que les prestaran la casa, los alumnos recibían sus clases a la intemperie o en galeras, como las que utiliza la primaria Raúl Isidro Burgos.
En tanto, los 21 niños del jardín de niños Josefa Ortiz de Domínguez se hacinan en la única aula que les construyó el IGIFE el año pasado.

 

La secundaria de Ayahualtempa no tiene clave y por eso no se hace el plantel, explica la SEG

 

María Avilez Rodríguez

Chilpancingo

El titular de la Secretaría de Educación Guerrero (SEG), Marcial Rodríguez Saldaña, justificó que la secundaria de la comunidad nahua Ayahualtempa, municipio de José Joaquín de Herrera (Hueycantenango), no cuenta con clave, por eso no se les construye su plantel, pero que ya se la va a otorgar y recibirán apoyo.
A la intemperie, sentados en piedras y apoyados en cajas de madera, sólo protegidos por la sombra de encinos, 60 niños indígenas de secundaria en Ayahualtempa, toman sus clases, en un terreno baldío a la salida del pueblo.
Por lo anterior, el secretario de Educación informó que es una escuela que no tenía clave, “al no estar registrada oficialmente ante la SEG no se podía generar ninguna inversión” por parte del Instituto Guerrerense de la Infraestructura Física Educativa (IGIFE).
Dijo que a la secundaria ya se le otorgará la clave, por ello se le dará la atención. Indicó que este viernes, autoridades del gobierno estatal acudirán a la localidad para llevarles a los alumnos butacas y pizarrones.
El funcionario estatal destacó: “Ya le di instrucciones al IGIFE para que se atienda ese asunto y que apoyarán la demanda de los estudiantes, que es la infraestructura. Una vez que ya tienen la clave forman parte de la SEG”.
–¿Por qué no se les otorgaba la clave?
–Tiene que ver con la matrícula y que tengan un lugar dónde recibir las clases, tienen que cumplir varios requisitos.
Argumentó que la Subsecretaría de Planeación Educativa, que encabeza Benjamín Adame Pereyra, “ya les va a entregar la clave”.
–¿Cuántos alumnos debe de tener una escuela para adquirir una clave?–se le cuestionó.
–Para que una secundaria tenga clave deberá de tener 80 estudiantes y en Ayahualtempa acuden 59.
A pregunta sobre si es necesario que los alumnos tengan que protestar para que sean escuchados, respondió que las autoridades estatales los han atendido, por parte de la Secretaría de Gobierno.