Dan cinco organizaciones nacionales respaldo jurídico a Los Otros Desaparecidos de Iguala

Representantes de cinco organizaciones nacionales de defensa de derechos humanos dan su respaldo jurídico a familiares de víctimas de desaparición forzada del comité de Los Otros Desaparecidos de Iguala que ha logrado, en 14 meses, el hallazgo y recuperación de 123 cuerpos.
En la asamblea de ayer en el sótano de la parroquia de San Gerardo, representantes de las organizaciones Red de Enlaces Nacionales y la asociación Familias en Búsqueda María Herrera, se reunieron con unos 100 familiares de desaparecidos del comité Los Otros Desaparecidos de Iguala.
“Ustedes son los expertos en las búsquedas, no la PGR”, les dijo a Los Otros Desaparecidos el representante de la Red de Enlaces Nacionales, Juan Carlos Trujillo Herrera en referencia a los 123 cuerpos que han hallado y recuperado de fosas clandestinas en 14 meses desde su integración.
En la asamblea, las organizaciones de familiares de desaparecidos en el país y de defensores de derechos humanos Red de Enlaces Nacionales, la asociación Familiares en Búsqueda María Herrera, la Comisión Mexicana de Promoción de Derechos Humanos, Idheas, Litigio Estratégico y el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh) dieron su respaldo a Los Otros Desaparecidos de Iguala.
Trujillo Herrera dijo que el comité de Iguala tiene lo que ningún otro comité de víctimas en el país tiene, que es la fuerza y el respaldo jurídico de cinco organizaciones de defensa de derechos humanos, “que ustedes les pueden sacar una muy buena ruta jurídica en base a sus principales necesidades que tengan”.
Informó que la reunión del jueves en la ciudad de México, que se realizará cada dos meses, incluyó a organizaciones nacionales de desaparecidos y organizaciones de derechos humanos con funcionarios del gobierno de Guerrero encabezados por su secretario de Gobierno de Guerrero, Florencio Salazar Adame, y representantes de la PGR, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SER), la Secretaría de Gobernación y la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV).
Dijo que con el “arropamiento” de las cinco organizaciones de defensa de derechos humanos se buscará que sean autorizados como asesores jurídicos externos de Los Otros Desaparecidos, para que los puedan representar y obligar al gobierno mexicano a que hagan una ruta jurídica de investigación en vida de los desaparecidos, y se les sigan generando las condiciones para continuar su búsqueda de fosas clandestinas.
Dio a conocer que, “la PGR, en voz de Joaquín (Torrez Osorno), reconoció que los expertos son ustedes, ante todas las instituciones, en las búsquedas de fosas, por esa desobediencia marcada, y que ellos están muy atrás de la realidad de buscar y encontrar”.
Informó que, a partir de este lunes la ex subprocuradora de Derechos Humanos de la PGR, Eliana García Laguna se integró a la asociación Familiares en Búsqueda, “para seguir dando la batalla”.
Ayer, en el patio de la parroquia de San Gerardo, las organizaciones entregaron una camioneta pick up a los familiares de Los Otros Desaparecidos, que se adquirió con recursos donados en la parroquia de Cuajimalpa, estado de México, y que servirá a los familiares para continuar su búsqueda de fosas clandestinas; también se anunció la entrega de una segunda camioneta, adicional a la que la PGR dará en comodato cada domingo, con chofer y gasolina, para su búsqueda de fosas.

Espada y ley en el país pantano

Eliana García Laguna  

Dice Thomas Hobbes en su Leviatán, que “los pactos que no descansan en la espada no son más que palabras”. Lo anterior adquiere especial vigencia cuando se revisa el momento que vive nuestro país. Para el Poder Ejecutivo, uno de los garantes del Estado encargados de cumplir y hacer que se cumpla la ley, llegó el momento de blandir su espada y descargar su furia contra los adversarios políticos.

El filo fue sacado de un supuesto desacato por parte del gobierno de la ciudad de México para cumplir con el amparo concedido a los propietarios del predio conocido como El Encino, para paralizar las obras y se desbloqueara el acceso. Un juez federal concedió la suspensión del acto expropiatorio que había hecho la anterior administración capitalina, para que en ese terreno se construyeran vialidades y obras de interés común; en particular, para dar acceso a un hospital.

Lo curioso del asunto radica en que el gobierno federal aplica la ley en la forma y momento que mejor le conviene, para obtener un beneficio político. Es decir, dependiendo del sapo es la pedrada. Lo anterior no significa que así como en otras ocasiones se ha empleado la ley en busca de la impunidad o del beneficio de los amigos, se deba hacer igual que en el caso del jefe de gobierno del Distrito Federal. Pero es evidente que en esta ocasión a la ley se le buscó la parte más filosa para encajarla en el gobernante capitalino.

Mentira que no había opciones para que se cumpliera la norma. El renombrado ex ministro Juventino Castro lo ha afirmado de manera categórica: el juez que envió el expediente a la Procuraduría General de la República debió turnar el caso a la Suprema Corte, para que ahí se determinara si hubo o no desacato. De esta manera se garantizaría además el derecho constitucional del debido proceso y de la ampliación de pruebas y alegatos.

Pero se optó por la espada. Justo en el momento en que el arsenal que se había empleado con anterioridad se agotaba, se esgrime el arma blanca para rematar.

Está claro que la andanada de ataques tienen un blanco preciso: debilitar y acabar de una vez con el proyecto de nación alternativo. Se han sucedido de manera continua y orquestada, desde diversos flancos y empleando todas las herramientas a su alcance, sin importar que la ley ofrezca otras rutas.

Veamos si no. El juez que envía el caso a la PGR le instruye para que considere si debe iniciarse una averiguación previa o no. Es decir, el Ministerio Público tuvo que haber verificado si las obras se habían detenido a tiempo y si se había desbloqueado el acceso.

En una parte de este proceso, el magistrado del Séptimo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa, Alberto Pérez Dayán, resolvió lo siguiente: “lo procedente es revocar la resolución del juez (esto es, la de violación de la suspensión de las obras), pues sólo se había demostrado que se continuaban los trabajos de apertura de vialidades, lo que no fue materia de la suspensión… pero no se acreditó la quejosa (los dueños del predio) que estaban bloqueados los accesos… pero está visto que el actuario judicial (autoridad sobre la que recayó la responsabilidad de determinar si se cumplía con la suspensión de obras) no observó ningún bloqueo y sí en cambio tuvo acceso al predio…”

Y a pesar de esta reflexión y las pruebas que presentó el gobierno de la ciudad, a fin de cuentas prevaleció el criterio del juez de que sí se había producido la violación.

Y el Ministerio Público no recurrió a otro tipo de pruebas antes de solicitar el desafuero del jefe de Gobierno, y prefirió argüir que no había para dónde hacerse y que la ley se aplica sin mirar a quién.

La punta de la espada pende sobre la cabeza de quien, a pesar de todo, sigue estando al frente de las preferencias de la gente para gobernar este país a partir de diciembre de 2006. Las armas han hecho mella con calculada precisión, pero la esperanza perdura.

Y ahora el caso está en manos de la Cámara de Diputados. Y un asunto que según el gobierno federal no tiene tintes políticos se traslada a la arena política por excelencia.

Y si este ataque no surte los efectos esperados, la afiladora ya está lista para pulir la espada. Que si el daño ambiental y del patrimonio histórico por trasladar la estatua de Cuahtémoc en la avenida Reforma; que si el reglamento para el tratamiento de aguas; que si se exhibieron documentos que demostraban una acción planeada por parte de la Secretaría de Hacienda en contubernio con autoridades de Estados Unidos, en fin, el gobierno federal aplica la máxima aquella que se imprime en algunas espadas: “no me saques sin valor y no me metas sin honor”.

El pobre criterio de algunos jueces, combinado con el frenesí guerrero de quienes se ven amenazado en la continuidad de su viabilidad política en el poder, ha dado como resultado una combinación que a fin de cuentas pone en entredicho al Estado de derecho y a la convivencia democrática, y nos instala en el País pantano en el que a cada movimiento nos hundimos todos más y más.

Diputados de Acapulco, en la iniciativa contra la visita de un buque chileno

 

 El Esmeralda, centro de tortura en la época de Pinochet

 La diputada federal del PRD, Eliana García Laguna, dio a conocer que sus colegas guerrerenses Juan García Costilla e Irma Figueroa Romero, se encuentran entre quienes han apoyado el exhorto hecho por la fracción a la Secretaría de Marina, para que no se permita la llegada a Acapulco del buque chileno Esmeralda, que fue usado como centro de tortura de los detenidos en la época de la dictadura del general Augusto Pinochet.

La llegada de la embarcación está programada para el sábado 10 de abril. Eliana García –que muchos años vivió en Acapulco en la década de los 80– informó que entre ayer lunes o este martes tendría un encuentro con un representante de la asociación de ex presos políticos de Chile, en el que podrían acordar llevar a cabo una protesta en el punto de llegada del buque.

Por otro lado, ayer por la tarde la fracción perredista presentaría ante el pleno del Congreso de la Unión el punto de acuerdo en el que se incluye el exhorto, aunque Eliana García reconoció que no tenían el apoyo de los diputados de otros partidos para impedir la llegada del buque.

“El buque Esmeralda representa la imagen de la tortura durante la dictadura militar chilena. Lo que estamos haciendo es unirnos al reclamo de Amnistía Internacional para que el gobierno no permita que entre a aguas mexicanas”.

–¿Por qué no es apoyado ese punto de acuerdo por los demás partidos?

–Pues por ejemplo, los del PRI argumentan que en estos momentos, Chile ya es un país que vive en un sistema democrático y que México no tendría argumentos para negar el acceso al buque.

–¿En qué consiste el punto de acuerdo de la fracción perredista?

–Incluye el exhorto a la Secretaría de Marina para que no autorice que el buque arribe a aguas mexicanas. Segundo, es solidarizarnos con la lucha del pueblo chileno para que se esclarezcan los crímenes que se cometieron durante la dictadura, y tercero, un exhorto en apoyo a la propuesta de organismos de derechos humanos en Chile para que se reconozca que el buque Esmeralda fue un centro de tortura en aquellos años.