Exigen en el Zócalo que en verdad se investigue para localizar a los desaparecidos

Aurora Harrison

A 22 meses del arduo trabajo de la exposición fotográfica Los rostros de la impunidad en Acapulco por parte del Colectivo Memoria, Verdad y Justicia, los integrantes de la asociación exigieron su derecho a una investigación verdadera para dar con el paradero de sus familiares y saber ¿qué fue lo que ocurrió?.
El sábado durante su exposición que se llevó a cabo en el kiosco del Centro de la ciudad, la representante del colectivo, Socorro Gil Guzmán, reprochó al gobierno federal la falta de empatía con las madres y la falta de compromiso para hacer su trabajo con el argumento de que no tienen recursos.
“Las autoridades empatía no tienen y su trabajo no lo quieren hacer y prácticamente tenemos que andar rogando para que nos den”, señaló la madre de Jonathan Romero Gil, quien fue detenido y desaparecido por policías municipales.
Abundó que este año electoral “nos está afectando porque la Comisión Nacional de Búsqueda se está desmantelando en lugar de reforzarla, la comisionada que llegó a desmantelar despidió a todos los trabajadores y los recursos los están usando para la campaña y que ahorita no nos van a dar recursos para búsquedas, porque no hay dinero”, señaló.
Gil Guzmán explicó que no hay fecha de búsqueda y tampoco hay respuesta a las solicitudes.
Recordó que en las primeras exposiciones las personas no eran empáticas porque cuando ponían las fichas de búsqueda “nos las rompían y ahorita vemos que las respetan y duran más tiempo pegadas y tenemos la esperanza de que alguien nos diga dónde están nuestros seres queridos”.
Dijo que con estás acciones y tras establecer el Muro de la Memoria, hay más empatía hacia las madres buscadoras y el material que utilizan para difundir los rostros de sus seres queridos.
Sin embargo lamentó que Acapulco “sea una gran fosa. Después de la última búsqueda que hicimos nos han llamado para darnos varias ubicaciones y tenemos muchas búsquedas más, una de campo y una más que se hará en vida, que es la nacional”.
En su comunicado explicaron que 2022 y 2023 fueron años difíciles y que les ha tocado que aprender en la práctica. Y hoy con 22 meses cumplidos en el Zócalo de Acapulco con trabajo de visibilización, de memoria, resistencia y denuncia gritando el nombre de sus seres amados.
“El Estado mexicano no ha cumplido con su cometido y estamos todas y todos, en todos lados en la total indefinición y este año continuaremos aquí forzadamente como la desaparición de nuestras hijas e hijos, de nuestras madres y padres”, decían en el comunicado.
Agregan que los familiares de personas desaparecidas “seguimos aquí conscientes de que sólo exigiendo nuestro derecho a la verdad, lograremos tener una investigación verdadera para conocer el paradero de nuestros familiares y saber qué fue lo que ocurrió, quién se los llevó y por qué se los llevaron”.

 

Muestran exposición fotográfica de familiares de desaparecidos de la guerra sucia

* Los rostros de la espera consta de 36 placas

 * La Fiscalía Especial presenta la recopilación que estará montada hasta el 26 de marzo en la Universidad Americana de Acapulco

Xavier Rosado * La exposición Los rostros de la espera, una recopilación de 36 fotografías de los familiares de los desaparecidos en la guerra sucia de los años setenta, presentada por la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado se presenta del 22 al 26 de marzo en la entrada principal de la Universidad Americana de Acapulco.

Los rostros de la espera son 36 retratos de habitantes de poblados como Atoyac, Tenexpa y Piloncillos que se vieron afectados por el movimiento campesino, así como sus testimonios en los que manifiestan la incertidumbre de no saber el destino de sus más allegados.

“La guerra sucia, un tiempo sin tiempo, un llanto sostenido a lo largo de 30 años, un hito de angustia, de tortura psicológica adivinando el paradero de los desaparecidos. Para los familiares que esperan, ellos mismos son víctimas, que le piden préstamos al tiempo para no morir sin antes saber qué pasó con su hijo, su hija, sus esposos, padres o hermanos”, se lee en un texto de presentación de la exposición.

El material fue recopilado por Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado en los poblados de San Juan de las Flores, Tenexpa, El Ticui, Los Piloncillos, San Luis San Pedro, Río Chiquito, San Francisco del Tibor y la mayoría de Atoyac.

Entre las preguntas que se muestran en la exhibición se encuentran las siguientes: ¿por qué se asesinó en un paredón de la escuela de Piloncillos a seis hombres inocentes? y ¿por qué se llevaron a casi 100 hombres de El Quemado asesinando a algunos y a la mayoría los encerraron en la cárcel cinco años sin delito?

Cada rostro presenta al calce de la fotografía un testimonio, como el de María Luisa Vázquez Baltasar, de Atoyac: “fui pa’acá, pa’ ‘El cuartel de la muerte’ y no, no estaba ahí… me decían ¿para qué lo quiere? Ya esos ya los perdieron”.

Al tomar la foto de Mónica Acosta Serafín, declaró: “mi hermano iba pa’ la milpa cuando lo encontraron los estos judiciales pues y se lo llevaron y ya no supimos de él”.

“A mi hermano lo mataron en el 72 (1972) en tiempos de la guerra sucia, con las torturas nomás no aguantó”, expresó Rosario Dionisio Chávez de San Francisco del Tibor.

El hermano de Lucio Cabañas, Pablo, cuya foto forma parte de la exposición, dijo: “yo fui detenido en enero de 1972 en Sonora, donde trabajaba como maestro, me torturaron nada más por ser hermano de Lucio Cabañas”.

El encargado de la fiscalía de asuntos del pasado, Antonio Iturio Nava, manifestó que el objetivo de la exposición es mostrar la angustia en la que viven cientos de personas afectadas por la guerra sucia y sobre todo buscar que casos como éstos no se vuelvan a repetir.

“Es un dolor que ocasiona a toda una familia en el cual es afectada en todas formas, como falta de dinero, vestido y educación que es lo más importante en nuestras vidas para forjar un futuro; en la guerra sucia fueron decenas de familias que no tuvieron la oportunidad de ir a la escuela por que faltó el padre o el hermano quien era el único sostén de la casa”, indicó Iturio Nava.

Agregó que la fiscalía está avanzando en las investigaciones “y se espera que pronto tengamos buenos resultados, para así darle respuesta a tanto dolor sufrido entre los familiares de los desaparecidos. La medicina para ellos es el saber donde están, eso es justicia, es paz en el corazón”.