Siguen laborando trabajadores del Fonden pese a que les deben ocho meses de salario

Trabajadores técnicos del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), cumplieron ocho meses sin percibir salario, pese a que continúan haciendo trabajos para la delegación; este lunes, funcionarios de la dependencia federal les dijeron que quizá el miércoles se resuelva su demanda.
Desde agosto, los 33 trabajadores operativos mantienen tomadas las instalaciones de Sedatu, han sostenido una huelga de hambre y tomado la caseta de cobro de Palo Blanco, de la Autopista del Sol, pero no han logrado que les paguen el adeudo que ya asciende a más de 12 millones de pesos.
En consulta telefónica, el trabajador Gabriel Mirada indicó que les preocupa que está por culminar el año y la mayoría están endeudados, debido a que no perciben su salario.
Abundó que, pese a que tienen tomadas las instalaciones de la Sedatu, hacen algunos trabajos, como supervisar algunas obras, pues su trabajo es supervisar las viviendas que se construyen para damnificados de las tormentas Ingrid y Manuel.
Dijo que los trabajadores creen que estar sin hacer nada tampoco es lo que quieren, y que además tienen que seguir reportando el trabajo que hacen y comprobar que siguen laborando para exigir sus pagos.
El trabajador señaló que el delegado, José Manuel Armenta Tello, les muestra tarjetas y oficios con los que les demuestra que siguen haciendo las gestiones, para que la oficialía mayor de la Sedatu libere el dinero para pagarles.
Agregó que, este lunes, un funcionario de la dependencia se comunicó con él para informarle que estuvieran pendientes, porque probablemente este miércoles se resolvía la deuda.

Incumple la Sedatu su compromiso de pagar el lunes salarios a empleados del Fonden

a Trabajadores del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) informaron que la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), no les pagó los seis meses de salario que les adeuda, y que el delegado se comprometió a entregar a más tardar el lunes, lo que no ocurrió.
El jueves de la semana pasada, los trabajadores del Fonden y damnificados de las tormentas Ingrid y Manuel en Papagayo, Juan R. Escudero (Tierra Colorada), tomaron la caseta de cobro de Palo Blanco de la Autopista del Sol para exigir el pago de salarios y del faltante del terreno donde serán reubicados.
En consulta telefónica, la trabajadora, Violeta Medina lamentó que no se cumpliera el pago de sus salarios y que no han recibido ninguna justificación del incumplimiento.
Desde el 22 de agosto, los 33 trabajadores operativos a los que se les adeudan seis meses de salario, mantienen tomadas las oficinas de la Sedatu en Chilpancingo.
El 27 de septiembre iniciaron una huelga de hambre que duró tres días, porque acudieron a censar viviendas dañadas por el huracán Max y los sismos de septiembre.
Para este trabajo a los trabajadores sólo les pagaron viáticos, pero no los seis meses de salarios, que se siguen acumulando.
El 10 de diciembre del año pasado pararon labores 43 días, ante un adeudo de cuatro meses, que les pagaron en febrero, y sólo quedaron 33 trabajadores. Ahora se acumularon seis meses de salarios, que ascienden a 12 millones 700 mil pesos.

Toman la caseta de Palo Blanco empleados del Fonden y damnificados de Papagayo; los atiende la Sedatu


Trabajadores operativos del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) y damnificados de la comunidad del Papagayo, municipio de Juan R. Escudero (Tierra Colorada), tomaron la caseta de Palo Blanco de la Autopista del Sol durante siete horas y media, para exigir pagos de salarios, el pago del predio donde construyen las viviendas y la reconstrucción total de las casas.
A falta de respuestas a sus demandas, los trabajadores y los damnificados se coordinaron para protestar este martes en la caseta de Palo Blanco, para que la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) solucione sus demandas.
Unos 20 trabajadores operativos del Fonden exigieron el pago de sus salarios y viáticos de seis meses, que ascienden a 12 millones 700 mil pesos, tomaron las casetas de cobro de peaje en dirección a Acapulco y pidieron cooperación voluntaria a los choferes.
Ahí explicaron que en la delegación de la Sedatu sólo les dicen que se están haciendo las gestiones para su pago, pero que no hay respuesta de la secretaria, Rosario Robles Berlanga.
Recordaron que estuvieron en paro de labores a partir de agosto, pero volvieron a trabajar tras el paso del huracán Max y el sismo del 19 de septiembre, porque son los únicos capacitados para hacer los censos, y así apoyar a las familias afectadas. Reprocharon que terminaron el trabajo, pero tampoco les han pagado salarios de esos días laborados, sino sólo viáticos.
Los trabajadores portaron pancartas en las que se leía, “Rosario Robles y Pepe Armenta no es posible que nos tengan en esta situación, nosotros sí tenemos necesidad”, “Sedatu engaña a todos incluso a sus propios trabajadores”, “Sedatu es una farsa que se sirve del dolor del pueblo” y “Soy trabajador de Fonden Guerrero, hace seis meses no me pagan mi salario. Rosario Robles mis hijos tienen hambre”.
Una trabajadora que pidió no revelar su nombre manifestó que, “no es justo que las autoridades no hayan vuelto sus ojos a nosotros después de tantas y tantas llamadas que hemos hecho, oficios, solicitudes, ya acudimos a derechos humanos, están por emitir una recomendación, ya es una cuestión de salud la que nos aqueja, ya no sabemos más que hacer; así es que hoy, en desesperación, estamos haciendo esto”.
El 22 de agosto, los trabajadores tomaron las instalaciones de la delegación, desde entonces las mantienen cerradas y colgaron pancartas en las que exponen sus demandas.
El 27 de septiembre iniciaron una huelga de hambre que duró tres días, porque la interrumpieron para ir a censar.

Incumplió la autoridad una minuta, en la que se comprometió a pagar el faltante del predio

Mientras, en los carriles con dirección a Chilpancingo, las casetas fueron tomadas por los 34 damnificados de la comunidad de Papagayo, quienes exigen 200 mil pesos que debe la Sedatu para pagar el terreno donde se construyen sus viviendas de damnificados de las tormentas Ingrid y Manuel, en septiembre de 2013.
La inconformidad que generó la protesta es que el delegado de la Sedatu, José Manuel Armenta Tello, incumplió una minuta de acuerdos que firmó el 24 de octubre, en la que se comprometió a pagar el lunes el faltante del terreno, y en el mismo documento se estableció que, de no recibir el pago protestarían, luego de que un día antes se manifestaron fuera de la Delegación.
Portaron una lona en la que se leía, “Exigimos a José Armenta, delegado de la Sedatu, la reconstrucción de las 34 viviendas de los afectados en la comunidad de Pagayo”.
Otra demanda de los vecinos es que se terminen de reconstruir todas las viviendas, pues de las 34 que son, apenas se han iniciado 12.
En marzo, Armenta Tello fue al terreno y ahí se comprometió a que en tres meses estarían terminadas las casas.
Al lugar acudió el presidente de la Comisión de Defensa de Derechos Humanos del Estado de Guerrero (Codehum), Ramón Navarrete Magdaleno, pero les dijo que sus demandas no era competencia del organismo y se retiró.
Siete horas después, el delegado de la Sedatu acudió a la manifestación para dialogar con los damnificados y los trabajadores.
Con los damnificados, acordó que en ese momento se acudiría a saldar la deuda de 200 mil pesos con el dueño del terreno donde se construyen sus viviendas, para evitar que se los quiten; se comprometió a que en los días siguientes se reunirán para dar seguimiento al resto de sus demandas.
El delegado comentó que el dinero no ha sido enviado de las oficinas centrales, y se harían movimientos dentro de la delegación para pagar el adeudo.
Por otro lado, a los trabajadores de Fonden les dijo que se están haciendo las gestiones pertinentes para que Oficialía Mayor de la Secretaría les libere los pagos de salarios, que espera que a más tardar el lunes queden saldados. Ambos grupos de manifestantes aceptaron los acuerdos y liberaron la caseta.

No informan en Taxco a vecinos evacuados de la colonia Martelas sobre dictámenes de daños


En la colonia Martelas, al norte de Taxco, las casas dañadas por el sismo del 19 de septiembre fueron censadas por el Fondo de Desastres Naturales (Fonden), y de acuerdo con la Secretaría de Protección Civil estatal, 19 viviendas tienen daños mayores, y de éstas, tres se demolieron, en una zona que en gran parte fue evacuada debido “al alto riesgo”, y de la que varias familias permanecen en un albergue cercano.
El comisario del lugar, César Manuel Ruiz Romero expresó que, hasta ahora el Ayuntamiento de Taxco no les ha informado a los habitantes de los resultados de los dictámenes, tanto en la franja de mayor riesgo como otros sitios que detectó Protección Civil estatal, y en las laderas en las que comenzó a trabajar la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) para retirar las formaciones rocosas que presentan peligro.
En un recorrido, se pudieron observar las actividades de cuadrillas de trabajadores que muestran la magnitud del “movimiento de tierra” al que se refirió el pasado domingo el gobernador del estado, Héctor Astudillo Flores, cuando expresó que “el asunto no es sencillo” y “la información que tenemos no es halagadora”, durante la entrega de paquetes de apoyo a damnificados de Taxco.
La colonia parece perdida, ya que sus actividades cotidianas están paralizadas, igual que la circulación vial y el transporte, con una carretera federal cerrada debido a las grietas, y los derrumbes y deslizamientos de tierra que se han registrado.
Ruiz Romero dijo que los especialistas que monitorean diariamente el movimiento de la tierra les informaron que empezaron a trabajar el domingo y ayer continuaron, y que en uno de los tramos utilizaron dinamita para debilitar una parte rocosa.
Reconoció que ante la dimensión del problema, vecinos de comunidades cercanas “no puede pasar a la brava, no es así, porque está de por medio la vida de todos”, pero no cuentan con transporte, y sólo pueden cruzar a pie.
“Estamos prácticamente aislados”, contó, y agregó que sí hay combis a la hora de la entrada y salida de la escuela hacia la ciudad y de regreso, pero durante el día el servicio se suspende, y eso ha derivado en otro conflicto, originado en pugnas entre transportistas suburbanos y urbanos; los primeros no les permiten a éstos proporcionar el servicio de transporte, y los otros no los prestan “porque hay pleitos”.
En ese tramo, donde fallecieron cuatro pasajeros de una Urvan de la ruta Taxco-Teacalco a la que le cayó una roca que se desprendió del cerro, a lo largo de varios metros de los carriles del lado del cerro se observan cientos de costales con tierra como contención, y de ambos lados árboles tirados, varios postes de energía eléctrica en reposición y otros de teléfonos que derribó el sismo.
En esa misma ruta cerraron una tortillería, una tienda de uniformes, una mueblería, una casa de materiales para construcción, una miscelánea, una carpintería y un taller mecánico, donde vecinos del lugar se mueven a pie y, en pocos casos, en el transporte público. Ahí, se observa el trajinar de trabajadores de la SCT y de la Comisión Federal de Electricidad.
Los afectados, unos en el albergue, otros en sus actividades y trabajos, están a la espera del dictamen para saber hacia dónde dirigir sus destinos después de la crisis y la inminente pérdida de su patrimonio en una zona calificada de “alto riesgo”.

Pidió al Fonden 260 millones de pesos para medicinas y brigadas médicas, informa la Ssa

El secretario de Salud estatal, Carlos de la Peña Pintos informó que a causa de las contingencias del huracán Max y del sismo del 19 de septiembre, “se recrudeció” el desabasto de medicamento en Guerrero.
Consultado al finalizar el acto del 23 aniversario luctuoso de José Francisco Ruiz Massieu, en Chilpancingo, el funcionario estatal dijo que solicitó al Fondo de Desastres Naturales (Fonden) 260 millones de pesos para adquirir medicamentos y la movilidad de las brigadas médicas que brindan atención en los municipios afectados.
Dijo que a causa del huracán Max y del sismo de 7.1 grados en escala de Richter se está utilizando más medicamentos.
Los medicamentos que hacen falta son principalmente de la línea del primer nivel de atención, es decir, para atender fiebres, dermatitis, conjuntivitis, diarreas e infecciones respiratorias, así como vida suero oral.
Carlos de la Peña Pintos manifestó que Salud solicita una cantidad que le permita tener la cobertura en al menos un 80 por ciento, y ahora se tiene un 60 por ciento de medicamentos en todo el estado, es decir que hace falta un 20 por ciento de la cobertura para cubrir el mínimo necesario.
Precisó que el desabasto de medicamentos “se recrudeció” por los fenómenos meteorológicos, principalmente en la región de la Costa Chica, y por el sismo en la zona norte.
De la Peña dijo que los 260 millones de pesos que se solicitaron al Fonden cubrirían los costos de los medicamentos, gasolina, viáticos, vectores y la movilización de unos 500 integrantes de las brigadas para atender localidades apartadas.
Comentó que, el hospital general de Chilapa “ya tiene sus años”, ha sido remodelado, estructurado y ampliado, pero con el último sismo resultó con problemas en algunas áreas, y los expertos que los analizaron determinaron que ciertos espacios no se deben ocupar.
El secretario precisó que en el hospital de Chilapa se están atienden sólo urgencias y consultas, por lo que urge que se habilite el nuevo nosocomio, porque su construcción está abandonada. (María Avilez Rodríguez  / Chilpancingo).