En Zihuatanejo hay en la morgue unos 10 cadáveres y no se les han hecho pruebas de ADN, informan

En Zihuatanejo y Atoyac el Servicio Médico Forense (Semefo) no tiene instalaciones y ocupa funerarias privadas para el levantamiento de cadáveres, la práctica de autopsias y la conservación de los cuerpos no reconocidos.
En la de Zihuatanejo, Funerales del Pacífico, hay casi una decena de cadáveres embalsamados en espera de que los peritos de la Fiscalía General del Estado les hagan las pruebas periciales de ADN correspondientes para su identificación, uno está ahí desde agosto de 2016.
Se ubica en el centro de este puerto y de acuerdo con algunos de sus empleados cumple los requisitos de la Secretaría de Salud para trabajar en un ambiente seguro, pues el costo del equipo que utilizan cuando van a levantar los cuerpos y cuando les hacen la autopsia correspondiente corre a cargo de esta empresa particular.
Durante el 2017 los trabajadores de esta funeraria participaron en 190 diligencias de levantamiento cadavérico a las que acudió el Ministerio Público del fuero común, entre estas por muertes violentas, accidentes, muertes por causas desconocidas entre otros.
En lo que va de 2018 han acudido a 17 diligencias de las que ha dado cuenta el Ministerio Público, aunque prefirieron omitir cuántas han sido por muerte violenta.
La funeraria habilitada como Semefo no cuenta con cámara frigorífica para conservar los cuerpos que no han sido reconocidos o reclamados por algún familiar. Antes cuando mucho esperaban una semana y los cuerpos eran enterrados en la fosa común.
Sin embargo por disposición de los nuevos protocolos para la identificación cadavérica, en estas instalaciones mantienen casi una decena de cadáveres a los que todavía no se les practican los exámenes de genética forense, antropología y dactiloscopia.
Agregaron que por carecer de infraestructura adecuada para mantener congelados los cuerpos los tienen embalsamados y embolsados, en espera de que los peritos de Servicios Periciales de la Fiscalía General del Estado acudan a tomar las muestras. Indicaron que aunque están bien preparados los cuerpos no dejan de ser un riesgo de infección latente, principalmente para los trabajadores.
Pero además con la preparación que tienen para su conservación para cuando la Fiscalía envíe a los peritos a tomar las muestras ya no darán los mismos resultados que si se hubieran tomado antes, pues los químicos puestos en los cuerpos alteran el resultado de cualquier tipo de pruebas que les vayan a practicar.
Lamentaron que aunque la empresa funeraria le ha notificado al agente titular del Ministerio Público del fuero común tanto verbalmente como por escrito que tomen las muestras a los cadáveres almacenados para que puedan ser enviados al Cementerio Forense Estatal, no han tenido una respuesta favorable, pues el envío de los expertos no depende de esta agencia, sino de las oficinas centrales de la Fiscalía, según la respuesta que les han dado.

La funeraria en Atoyac

Desde el 20 de octubre 2008 se instaló de manera oficial en la funeraria Sarabia en Atoyac el servicio de Servicio de Médico Forense, a raíz de que el municipio presenta un alto índice de muertes violentas, además las familias tenían que trasladarse a Acapulco a reclamar los cuerpos de sus víctimas.
Además representa, a decir los administradores del lugar, un ahorro para los dolientes en tiempo y dinero.
Dijeron que antes tenían que ir a recoger el cuerpo a Acapulco, generándoles un gasto de hasta 6 mil pesos además de tiempo y riesgos, ya que los cuerpos venían sin ser preparados para su sepultura.
El personal es pagado por la funeraria desde el levantamiento cadavérico, donde incluyen el técnico del levantamiento del cuerpo en el lugar de los hechos, así como el técnico de la necropsia que ayuda al médico legista.
El Ministerio Público sólo da la constancia de entrega de cadáver.
El mantenimiento de las instalaciones adaptadas para la operatividad de un Semefo fue hecho por los administradores de la funeraria. Cada seis meses tienen revisión de la Secretaria de Salud.
La empleada de la funeraria, Nemesia Hernández dijo que “las familias antes la pasaban muy mal, aparte de la situación de dolor que atraviesa el ir hasta Acapulco a un Semefo donde el olor es muy feo por la gran cantidad de muertos que hay, además de incómodo en sus instalaciones y tenían que esperar más de medio día”.
Abundó que incluso los cuerpos que no eran identificados se quedaban allá, “ahora con el Semefo en Atoyac si ocurre que no es identificado el cuerpo se prepara para un mes con gastos de la propia funeraria, en espera de que pueda ser reclamado”.
Dijo que la demanda que hay en Atoyac en el Semefo es mayor en comparación a otros municipios de la Costa Grande.
Agregó que ha habido casos extremos donde se han atendido asesinatos de hasta cinco víctimas por día, como en San Juan de las Flores, en la sierra de Atoyac, además de los 10 en el incendio de un choque en San Jerónimo.
Asimismo, en este año en un sólo día en enero hubo tres muertes y dos enfrente de las instalaciones, de campesinos de Agua Fría.
En el 2017 se atendieron 60 levantamientos cadavéricos, 53 de hombres y siete de mujeres.
El 2018 inició con mayor demanda por la ola de violencia, en lo que va del año van nueve asesinatos, entre ellos el de una mujer.

 

 

Aumentó 60% la compra de servicios de cremación en funerarias este año, dicen vendedores

 

 

Hasta un 60 por ciento se ha incrementado la compra de servicios de cremación en funerarias donde se ofrece el servicio completo, incluido el nicho para la urna, cuyo costo puede llegar a los 35 mil pesos.
El costo de un nicho para cuatro urnas en lugares como la nueva catedral es de hasta 20 mil pesos.
Las funerarias en Acapulco ofrecen diferentes paquetes para los servicios de inhumación y cremación, velar en el domicilio del difunto o en alguna capilla.
Según los vendedores, han incrementado las ventas de servicios funerarios para cremaciones, un poco más del doble que en otros años, ante la falta de gavetas disponibles no solo en los panteones privados sino también en los municipales.
De acuerdo con nuevas normas emitidas por El Vaticano el martes, según la instrucción Ad resurgendum cum Cristo (Para resucitar con Cristo) escrita por la Congregación para la Doctrina de la Fe, las cenizas de los católicos que sean cremados no pueden ser esparcidas, divididas ni conservadas en casa, sino que tienen que ir a un lugar consagrado y aprobado por la iglesia.
Algunos vendedores de servicios funerarios consideraron que las solicitudes para cremación incrementaron por la falta de espacios en los panteones, además de que algunos lo consideran práctico y rápido.
El costo de la cremación, dependiendo de la funeraria, va desde los 9 mil a los 35 mil pesos; el de inhumación, va de los 3 mil 500 a los 40 mil pesos, algunos incluyen la gaveta mientras que en algunas funerarias no, por lo que el costo de los permisos municipales y la compra de espacios en un panteón es aparte.
También hay lugares donde se venden los nichos para colocar las urnas, y algunas iglesias, como la del Señor del Perdón, en la colonia Garita, ya se habilitan espacios con este fin. Otras, como el proyecto de la nueva Catedral desde hace años se comercializan. Allí un nicho para cuatro urnas cuesta 20 mil pesos.
En la funeraria Gayoso el costo por el servicio de cremación es de 35 mil pesos e incluye ataúd, sala velatorio, servicio de cafetería, embalsamado, aseo, vestido y trámites. Aunque los paquetes se venden para servicios de tres cremaciones.
Por promoción se puede contratar el servicio por 60 mil pesos e incluye incluso la propiedad o nicho para las urnas. El servicio de inhumación tiene un costo de entre 30 y 40 mil pesos.
En la funeraria San Pedro el servicio de inhumación, con un espacio para tres gavetas, es de 150 mil pesos, con facilidades de pago.
La funeraria Guerrero ofrece paquetes de inhumación que van de los 3 mil 500 a los 18 mil pesos.
En ninguno de los anteriores está incluido el costo del espacio en el panteón ni los permisos para sepultar el cuerpo.
En las diferentes funerarias de Acapulco se ofrece el servicio de cremación directa entre 7 mil y 10 mil pesos, lo que implica que no hay uso de capilla ni servicio a domicilio; en el domicilio y capilla el costo va desde los 10 mil pesos a los 24 mil, dependiendo de la capilla, su ubicación y si se compra o no el ataúd para el velorio.