Desde hace 20 años ocupan el lugar del rastro oficial los clandestinos y tolerados

Locales de venta de carne en el Mercado Central de Acapulco Foto: Carlos Carbajal

Ramón Gracida Gómez

Acapulco no cuenta con un rastro oficial desde hace 20 años, por lo que la venta de carne se disgrega entre los rastros tolerados, los clandestinos y la importación del producto de otros estados. Los puestos de los mercados son aún puntos de encuentro para la compra y venta de estos productos, que son exhibidos de la forma tradicional, al aire libre y colgados en ganchos, frente a otros establecimientos que expenden la carne importada de manera empaquetada.
Existe un consenso entre los actores involucrados, autoridades, ganaderos y especialistas, que el rastro Tipo Inspección Federal (TIF) de El Salto debe ser concesionado, pero aún sigue la discusión en los aspectos de la licitación, lo que ha retrasado por años su inicio de operaciones. La falta de un matadero oficial también ocasiona desafíos en el control de la calidad y la salubridad de la carne que se consume en el municipio.

La venta de carne en Acapulco

Durante un recorrido en el Mercado Central se localizan los diferentes puntos de venta, en donde los trabajadores ofrecen las diferentes partes del cuerpo de una res o un cerdo, colgados en ganchos o recostados sobre planchas. Aunque los puestos dedicados a la venta de carne se encuentran dispersos alrededor del mercado, una parte importante se encuentra dentro de éste y están pegados a otros puestos de venta de pescado.
El kilo de chuleta de res se encontró en 180 pesos, la cual fue mostrada y en un puesto hasta la ofrecieron de manera refrigerada. La mayoría de los carniceros usan un mandil y tienen en sus pequeños puestos de dos por tres metros sus congeladores horizontales. También cuentan con sus troncos de madera donde destazan la carne al gusto de los clientes.
En otros puestos, más pegados a la calle, la carne de cerdo es exhibida de la misma forma que la de res, pero algunos de ellos tienen los grandes trozos del animal casi al ras del suelo, por donde pasan perros y gatos. Resaltan las grandes cabezas de cerdo que también son vendidas.
La imagen de los puestos de este mercado contrasta con el establecimiento Carnemart, que se encuentra en la misma zona, pero en la calle Vallarta. La carne se encuentra empaquetada y guardada en refrigeradores. Algunas personas preguntaban por los diferentes productos, mientras que otros clientes esperaban el corte que demandaban a los encargados de la sección destinada a ello.
A las 11 de la mañana de este 10 de mayo eran pocas las personas dentro de esta tienda y mucho menos en comparación a las que compraban dentro del mercado. El paquete de chuleta de res costaba 189 pesos, 9 pesos más que el promedio de las otras carnicerías. Un trabajador comentó que este producto proviene del estado de Chihuahua.

Los proveedores y los rastros clandestinos

Una carnicera de un mercado de la zona suburbana comentó que trabaja por medio de un proveedor de carne, que le lleva el producto por semana. También le ha comprado a una carnicería del Mercado Central. Sin estar segura, la comerciante mencionó que la carne que le provee el establecimiento del centro “viene de afuera” de Acapulco, pero su proveedor actual sí le suministra del municipio.
Por cuestiones personales, se le complica acudir a un rastro “a checar un marrano, yo por eso compro por kiliada, se le dice”. Son decenas de kilos de carne que adquiere semanalmente con su proveedor, quien “me da un precio y yo lo doy a otro para ganarle un poquito nada más”. Consideró que trabajar con un proveedor cuesta más que ir directamente a un matadero.
La vendedora de carne de puerco y de res, quién prefirió omitir su nombre, dijo que desconoce el asunto del rastro de El Salto, pero resaltó que por falta de un matadero oficial “la gente en su casa tiene lugares donde matar. Por ejemplo, yo acá donde vivo está un vecino, tiene su rastro en su casa donde llegan todos los marranos y él mata y él vende”. Señaló que es “muy sucio porque huele muy feo porque la sangre, la tripa, pues no mata un marrano o dos, mata muchos, entonces por el tiempo huele más y más”.
Contó que ha visto un tráiler y “luego se lleva los marranos muertos, les saca las tripas y él los vende. Eso ya es algo bien malo”. Por ejemplo, a veces la carne de puerco “tiene un virus, un gusanito, se te va al cerebro y ya con eso está peor”, en referencia a los cisticercos.
Se le preguntó si por la zona donde trabaja existen otros rastros clandestinos, a lo que respondió que “sí, se maneja mucho eso” porque no hay un rastro “bien”. Además, en un rastro tolerado, agregó sin muchos detalles, “tienes que pagar por tenerlos ahí por día y yo pienso que prefieren pagar y tenerlos en su casa y matar acá”.
“Por eso yo prefiero ganar po-quito, pero no perjudicar a terceros”, dijo la carnicera. Indicó que la carne que vende está “certificada” porque “el señor que me provee trabaja con el rastro porque ellos tienen notas y todo. El otro día vinieron los del rastro aquí, preguntándome por la carne y todo y mi sobrina le enseñó la nota y de hecho los conocen ellos” y a la señora que le suministra la carne de res.
Consideró que los establecimientos que venden la carne empaquetada no le han quitado clientes e indicó que tampoco ha comprado en esos lugares. Agregó que la carnicería del centro, con la que sí se ha surtido, “es empacadora también, trabaja lo mismo que Carnemart, dicen”.

La licitación del rastro TIF

En las últimas semanas el tema del inicio de operaciones del rastro de El Salto ha vuelto a ser discutido entre las autoridades y los sectores involucrados, y El Sur le ha dado seguimiento.
Durante la inauguración de un centro de acopio bovino en la comunidad de Texca el 25 de abril, el presidente de la Unión Ganadera Regional de Guerrero, Atalo Niño Ramírez, pidió a los gobiernos municipal y estatal poner en función las instalaciones del rastro TIF porque “han pasado años y no se ha matado ninguna vaca”.
Contó que la Asociación Ganadera de Acapulco fue la que puso el terreno para la construcción del rastro y el gobierno le dio una concesión, sin embargo, las carnes que se consumen vienen de otros estados de la República, por lo que es necesario el rastro oficial.
La presidenta, Abelina López Rodríguez, afirmó que el rastro debe ser concesionado porque el municipio no tiene “experiencia” y necesita profesionales que entiendan el problema.
En la edición del 28 de abril, El Sur publicó una entrevista al diputado priista Rafael Navarrete, quien opinó que el rastro TIF puede ser detonante de la economía estatal porque convertiría a los ganaderos en proveedores de animales y a los campesinos en abastecedores de alimentos.
El también ex secretario de Obras Públicas en el gobierno de Héctor Astudillo (2015-2021) ponderó la necesidad de hacer funcionar las instalaciones porque tienen una inversión de 170 millones de pesos y por las condiciones sanitarias que no cumplen los mataderos actuales.
Al día siguiente este periódico también dio a conocer la postura de los ganaderos de Texca, quienes ahondaron en lo dicho por su representante del estado, Atalo Niño Ramírez, con respecto a la necesidad de un rastro TIF.
El presidente de la Asociación Ganadera con sede en Texca, Santos Ramos Catarino, y su tesorero, Gerardo Ramos, aseguraron que el inicio de operaciones del matadero de El Salto va a permitir que puedan vender carne de calidad aquí y sin intermediarios, lo que contribuirá a la sanidad del producto. Indicaron que la falta de un rastro oficial ocasiona que no haya un control de los animales que entran al municipio, que luego destazan en los rastros clandestinos y venden su carne en los mercados.
El Sur publicó el 3 de mayo la posición de los trabajadores del rastro tolerado de La Sabana, quienes dijeron que no han sido informados de la postura del Ayuntamiento de Acapulco encaminada a abrir las instalaciones de El Salto. Ante ello, algunos mencionaron que su labor continuaría en el nuevo rastro, mientras que otros previeron perder su empleo porque los mataderos, como en el que laboran actualmente, serían cerrados.
El rastro visitado es de los tolerados, que se diferencian de los clandestinos porque pagan licencia de funcionamiento y son inspeccio-nados por empleados de Salud de manera periódica, de acuerdo con los trabajadores consultados.

Un rastro TIF requiere matar de 200 a 300 reses diarias, advierten

El terreno, que se encuentra en la calle Alejandro Cervantes Delgado, en la colonia El Rastro, es amplio y preponderadamente de terracería. En la orilla están los corrales donde destazan unas cuatro reses e igual número de cerdos diariamente. Parte de la carne es vendida ahí mismo. Algunos de los trabajadores consultados también fueron escépticos del inicio de operaciones de un rastro TIF porque se tendrían que matar entre 200 y 300 reses diarias, cifras muy por encima de lo que se sacrifica en Acapulco por jornada de trabajo.
El Sur también consultó al secretario de Ganadería, Agricultura, Pesca y Desarrollo rural del gobierno del estado (Sagadegro), Alejandro Zepeda Castorena, quien en enero pasado indicó que una licitación pública del rastro podría ser lanzada durante el primer trimestre.
El 5 de mayo se publicaron las declaraciones del funcionario estatal, quien esta vez no se aventuró a fijar otro plazo, pero que sería lo antes posible. Zepeda Castorena informó que junto a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas siguen en mesas de trabajo con abogados del Ayuntamiento de Acapulco para resolver los aspectos de la licitación.
Reconoció que en el tema se han encontrado “diferentes aristas, se debe de tener mucha claridad, plancharlo muy bien, porque se pretende que sea una licitación nacional”.
Este jueves 11 de mayo Atalo Niño Ramírez rindió el informe de actividades de la Unión Ganadera Regional de Guerrero, donde le pidió al secretario Zepeda Castorena, presente en el acto en San Marcos, que detuviera el ingreso del “ganado de desecho” que entra a la entidad.
En respuesta a reporteros, el titular de la Sagadegro reconoció que “está fuera de control” la carne que ingresa a Guerrero porque no operan algunas casetas de inspección. Es un problema de “autoridad” que se está resolviendo con la Guardia Nacional, comentó.

 

No reinicia la construcción del Hospital General de Chilapa que se anunció para el 4 de junio

La construcción del hospital general de Chilapa permanece abandonada, a pesar de que la Secretaria de Salud (Ssa) de Guerrero licitó la obra y anunció su inició para el 4 de junio pasado.
El director del hospital, Luis Gutiérrez Almeida informó que desconoce qué empresa ganó la licitación, pero que ya hay presupuesta para reiniciar los trabajos del nosocomio con 30 camas, como funcionaba en el anterior hospital, que estaba ubicado en el Centro de la ciudad y que fue trasladado a una clínica privada luego de los daños que provocó el sismo del 19 de septiembre de 2017.
El pasado sábado 9 de junio, durante un acto de candidatos del PRI en esta ciudad, encabezados por el ex alcalde de Acapulco, Manuel Añorve Baños, el director general del hospital, Luis Gutiérrez Almeida manifestó su respaldo a los candidatos priistas e informó que la obra para la conclusión del nosocomio ya había sido licitada, además de que ya se contaba con equipo completo para su funcionamiento.
Este anuncio lo hizo a dos días de que el candidato presidencial de la coalición Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador, en un mitin en el Zócalo, se comprometió a concluir la obra a petición de los presentes.
Consultado en el edificio de la clínica privada Unidad Médica Guerrero, que la Ssa renta desde mediados de octubre para la operación del hospital, y cuyo costo no han querido hacer público, el director Luis Gutiérrez Almeida informó que el secretario de Salud en el estado, Carlos de la Peña Pintos anunció la convocatoria pública de la licitación para reiniciar los trabajos de construcción del hospital.
La convocatoria fue publicada el pasado 18 de mayo, con el número de licitación 41058002-001-18; ahí se indica que la fecha límite para adquirir las bases es el 22 de mayo, y que la visita al lugar de los trabajos, en la carretera Chilapa-Zitlala en el entronque Ayahualulco, sería el 21 de mayo, y que la presentación de proposiciones sería el 29 de mayo, el inicio de la obra el 4 de junio, con 175 días de plazo para la ejecución y que el capital contable requerido es de 30 millones de pesos.
“Desconozco qué empresa haya ganado esa licitación, ya con presupuesto para reiniciar los trabajos y tener activas las 30 camas que teníamos en el anterior hospital para que se sigan proporcionando los servicios básicos… Tengo conocimiento, y puedo dar información palpable, que el equipamiento se tenía en almacenes de la Ciudad de México y ahora se tiene en la ciudad de Chilpancingo. Se surtió ya todo el equipamiento al 100 por ciento, únicamente estamos en espera que se concluya el inmueble, sobre todo los servicios se oxígeno, gases medicinales”, insistió.
“Mientras esté el nuevo hospital, vamos a estar aquí (en la Unidad Médica Guerrero); en cuanto a la cantidad de meses y la cantidad de pago que se está dando mensualmente, fue un convenio que se hizo con la Secretaria de Salud del estado; desconozco cuántos meses se hayan pagado (de renta)”.
No obstante, durante una visita la mañana de ayer a la obra inconclusa, se constató que la construcción permanece abandonada.
El pasado 19 de septiembre, después del sismo, trabajadores del hospital acordaron declararlo zona de emergencia ante los severos daños que sufrió su infraestructura y sólo brindaron servicios básicos de urgencias, laboratorio y partos urgentes.
Ese edificio, de acuerdo con personal médico, fue inaugurado en noviembre de 1964, hace casi 54 años, pero fue construido para ser un centro de salud.
En 1996, 32 años después, la edificación fue divida para hacer funcionar ahí mismo el Hospital General, durante la visita del entonces presidente de la República, Ernesto Zedillo.
En ese año, Verónica Muñoz Parra –que recientemente renunció a su diputación federal, donde fungía como secretaria de la Comisión de Salud en la Cámara de Diputados para asegurar una diputación local plurinominal–, como alcaldesa de Chilapa recibió al entonces presidente Zedillo, quien, aseguraron las fuentes, se fue molesto porque le informaron que el hospital que inauguró no era nuevo.
En 2011, el entonces gobernador, Ángel Aguirre, y su secretario de Salud, Lázaro Mazón, colocaron la primera piedra del nuevo hospital de especialidades y de 60 camas que, dijeron, sería concluido en un año, pero hasta la fecha no se ha concluido.
A mediados de octubre de 2017, tras la protesta de trabajadores por los daños del sismo, el titular de la Ssa, Carlos de la Peña informó que los servicios del hospital se trasladarían a una clínica privada ubicada en el boulevard de la ciudad, en la colonia 5 de Mayo, en lo que concluían la nueva construcción.
En el edificio de la clínica privada, el Hospital General ofrece sólo servicios básicos; sigue sin brindarse desde hace dos años estudios de Rayos X, a pesar de que en septiembre pasado la Ssa envió equipo nuevo.

 

El lunes podrían lanzar convocatoria de licitación para la recolección de basura




El alcalde Félix Salgado Macedonio admitió que Servicios Ecológicos de Acapulco (SEA) no cumple con el contrato y por eso sólo le pagan las toneladas que recolecta “está haciendo sus berrinches y no está saliendo a recoger la basura como debe ser”.
En entrevista por separado, la regidora Ricarda Robles Urioste, presidenta de la Comisión de Servicios Públicos del Cabildo informó que a más tardar el lunes se publicará la convocatoria para licitar el servicio de la recolección domiciliaria de basura porque el contrato de Servicios Ecológicos de Acapulco (SEA) concluye a fines de mayo.
Salgado dijo que analiza la posibilidad de concluir el contrato con SEA antes de la fecha prevista y reforzar el programa emergente de recolección de basura “para que nos regrese nuestros carros y ponernos nosotros a hacer la recolección de basura”.
Mencionó la queja que hicieron los comerciantes de Acapulco Diamante que denunciaron que el servicio sólo se les brinda a los hoteles de esa área, “El Revolcadero es área de SEA y no pasa a recoger y el trancazo viene para acá”.
Agregó: “Reconozco que nos estamos ahogando en la basura pero yo creo que alguien debe de entender que este es un asunto que vamos a resolver llegando una nueva empresa de recolección y de servicios especiales, que tenga la capacidad para recolectar mínimamente con 60 carros nuevos porque la que está no resuelve, no sirve”.
El alcalde insistió que será en un plazo de 20 días cuando concluya el proceso de licitación, porque así es la normatividad en esa área.
Salgado asistió al medio día al panteón de Las cruces donde leyó un mensaje dirigido a los deudos que acudieron al panteón por el Día de las Madres, dijo que era “un día triste y alegre, felicito a la madres a las ausentes y a las presentes”. Su visita fue breve no demoró más de 30 minutos.

Alinea Vía Pública a vendedores de flores afuera del panteón de Las Cruces

Citlal Giles Sánchez

Unos 25 vendedores de flores ubicados en las afueras del panteón municipal de Las Cruces, fueron alineados por la Dirección de Vía Pública, la cual no hizo ningún decomiso de productos.
De igual forma la tarde de ayer, en coordinación con Protección Civil, se decomisaron 25 kilos de explosivos que eran vendidos en las calles Vallarta, Feliciano Radilla y 18 de marzo.
Vendedores de flores que obstruían la vía pública y el aforo vehicular, fueron alineados ayer en la mañana, porque muchos comerciantes aprovecharon el 10 de mayo, para poder instalarse afuera del panteón de Las Cruces.
Entrevistado al respecto, el director de Vía Pública, Francisco Rodríguez Cisneros, informó que se alinearon sin ningún conflicto a 25 comerciantes, “año con año se venden flores aquí en este panteón, es un lugar que sabemos que siempre por estas fechas o en Semana Santa, Día de Muertos, siempre se salen de sus locales a vender las flores por eso es que ahorita estamos retirándolos”.
Agregó que esto es con la finalidad de garantizar a todos los que acuden al panteón y los transeúntes, el libre paso por las calles.
Así también Rodríguez Cisneros detalló que ayer en la tarde, la dependencia a su cargo junto con Ecología, Mercados y Protección Civil efectuó una operación por las calles de Feliciano Radilla, cerrada de Vallarta y la 18 de marzo para retirar el material explosivo.
Durante la operación, precisó que se incautaron 50 kilos de cohetes, con lo que se produjo un pequeño conato de violencia, pues los vendedores del material, se resistieron, sin embargo, agregó que no se llegó a mayores.