Faltan detalles para que el cobro del ISR afecte lo menos posible a los trabajadores, asegura el rector

 

El rector de la Universidad Autónoma de Guerrero, Javier Saldaña Almazán, declaró que están acabando los detalles, incluso con personal de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), para que la aplicación del Impuesto Sobre la Renta (ISR) a prestaciones de los contratos colectivos de trabajo de los sindicatos, afecte lo menos posible a los trabajadores.
Consultado luego de una reunión con integrantes del Sindicato de Trabajadores Académicos de la UAG (STAUAG), y previo a otra reunión con directivos del Sindicato de Trabajadores Técnicos, Administrativos y de Intendencia al Servicio de la UAG (STTAISUAG), en un hotel de la capital, aceptó que la aplicación amplia del gravamen va a generar inconformidades, pero añadió que no va a poner en riesgo a la institución, en caso de que la federación decida embargar al financiamiento público.
Más tarde, trascendió que en este encuentro, el rector anunció a los sindicatos la aplicación del ISR de acuerdo con la reforma hacendaria de 2014, a partir de la próxima quincena.
Antes, en la entrevista, Saldaña Almazán informó que esta reunión se programó el día que se entregaron los acuerdos del emplazamiento a huelga en la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, por inconformidades.
En la reunión de varias horas con el STAUAG, dijo que revisaron, principalmente, recategorizaciones de personas que ya concluyeron sus estudios de posgrado y están realizado el trámite de su cédula profesional, así como el pago de retroactivo del aumento salaria de 3.4 por ciento, que corresponde a 2018.
Recordó que en enero y la primera quincena de febrero, la universidad pidió prestado al gobierno del estado para cubrir la nómina; ahora con el subsidio se cubrió el adeudo y están en condiciones de aplicar el 3.4 por ciento de incremento salarial de retroactivo.
Sobre la inconformidad que genera la posible aplicación de ISR a prestaciones, en particular a la prima de antigüedad, indicó que la administraron y sindicatos crearon una comisión para revisar los modelos de previsión social, que se están aplicando en otras universidades.
Sin embargo, advirtió que la institución no se puede excluir de esta obligación, y siguen revisando los mecanismos para que los universitarios “salgamos lo menos afectados” con el gravamen a prestaciones. A la fecha sólo se grava el ISR al salario base.
Indicó que la reforma fiscal se impuso en 2013 y entró en vigor el 1 de enero de 2014, y desde entonces varias universidades ha evadido su aplicación, y en estos momento en Guerrero están “ultimando detalles, con gente incluso de Hacienda, para que nos ayuden a que los trabajadores salgan lo menos afectados”.
Explicó que por mucho tiempo las universidades le dieron vuelta a los impuestos, por ello el SAT puso estos candados.
Al insistirle sobre el plazo para la aplicación del impuesto, respondió que están trabajando en ello, y añadió que de no aplicarse el ISR se corre el riesgo de retención del subsidio.
“Sería una gran irresponsabilidad (no aplicarlo), tanto de los sindicatos, ellos firmaron en 2014 que se iban a buscar los mecanismos, pero no vamos a poner en riesgo la institución, que nos vayan a embargar el subsidio”.
En cuanto a las inconformidades de los trabajadores, que se expresaron en la anterior sesión del Consejo General de Representantes del STAUAG, reconoció que seguramente continuarán, “pero debemos mantener a la universidad. Los mecanismos se están buscando para que todo salga bien”.