No perder la esperanza y ser solidarios, pide el arzobispo a fieles en el Miércoles de Ceniza

Durante su mensaje en la homilía de Miércoles de Ceniza, el arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González, pidió no perder la esperanza y brindar la ayuda a quien lo necesita.
En la catedral de Nuestra Señora de La Soledad, ubicada en el zócalo, el jerarca católico dijo que todos podemos necesitar de alguien, por lo que llamó a ser solidarios.
“Somos frágiles y lo hemos experimentado últimamente”, añadió el arzobispo en clara referencia al impacto del huracán Otis, en octubre pasado, que causó devastación en Acapulco.
Agrego que lo que hemos vivido “nos ha hecho ser conscientes de la necesidad que tenemos unos de otros”. Por eso, en su mensaje, ante una catedral llena de feligreses, monseñor Leopoldo González llamó a la solidaridad y ayudar al que lo necesita.
Este miércoles, decenas de católicos acudieron a la catedral al mediodía, para la misa que presidió monseñor Leopoldo González, donde se coloca una cruz de ceniza en la frente, con lo que se inicia la Cuaresma.
En la religión católica, la imposicion de ceniza en la frente de los fieles católicos representa la destrucción de los errores del año anterior, al ser estos quemados. Durante la imposición de la ceniza, el arzobispo decía: “Arrepiéntete y cree en el evangelio”. (Karina Contreras).

Llama el arzobispo a la “conversión” de aquellos que “perpetran el mal”

Karina Contreras

Al encabezar la misa de Miércoles de Ceniza, el arzobispo de Acapulco Leopoldo González Gonzalez llamó a los fieles católicos a mirar el inicio de la Cuaresma como un tiempo de esperanza.
Asimismo, a ser misericordiosos con los que menos tienen y compartir la comida, porque “nuestra ciudad está considerada con más pobreza extrema”.
Este miércoles decenas de personas acudieron a la catedral para seguir con tradición de recibir ceniza, en la frente con lo que se da inicio la Cuaresma, que es el momento de la reflexión que llama a “reconvertirnos” y volver a Dios.
En la misa de mediodía en la Catedral de Nuestra Señora de La Soledad, en el Zócalo del puerto, el jerarca católico volvió a pedir para la “conversión de aquellos hermanos nuestros que perpetran el mal”.
Dijo que en tiempo de la Cuaresma Dios esta más insistente en el corazón para llevar en el camino de Jesús.
Agregó que Dios llama a “reconvertirnos” donde está la situación de violencia, de extorsión y por eso “pidamos al señor por la reconversión de aquellos hermanos nuestros que perpetran el mal y a que a todos nosotros todos los días no llame a dejar intenciones de daño que tengamos en el corazón”.
Llamó a mirar con esperanza la Cuaresma porque el Dios tiene en el corazón a sus hijos y que tomar la ceniza es una expresión de nuestra voluntad de volver nuestros pasos al Señor”.
Dijo que “nos debemos reconciliar con el señor, el venir a tomar la ceniza expresa a Dios nuestro voluntad de ir hacía él, en nuestra mente y corazón este Dios presente y le hablemos y platiquemos, les pidamos perdón y que todos regresemos a nuestra casa reconciliados con Dios”.
Este año no hubo restricciones de ingreso a la catedral por la pandemia del Covid-19 porque los fieles pudieron recibir la hostia directamente en la boca, aunque el que quisiera se lo daban en su mano.
Tampoco fue obligatorio el cubrebocas y se vio que las personas adultas es los que más lo portaban, y el arzobispo Leopoldo González, quien en ningún momento se retiró el cubrebocas, fue quien colocó la cruz de ceniza en la frente de muchos de los asistentes.