Recuerdan estudiantes a luchadores sociales en ofrendas del Día de Muertos

En el concurso de ofrendas de la Preparatoria 9 Ernesto Che Guevara, de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), se recordó con altares de muertos a luchadores de la independencia de México y de la época reciente, como el político del PRD y líder social, Ranferi Hernández Acevedo, asesinado con su esposa, su suegra y su chofer, el pasado 14 de octubre; junto a los guerrilleros Genaro Vázquez Rojas y Lucio Cabañas Barrientos.
También aparecieron entre los caminos de petalos de cempazúchil y nubes de incienso, el ex rector Ascencio Villegas Arrizón, muerto hace cinco años; la artista plástica Frida Khalo y Chespirito; además del héroe de la independencia, María Morelos y Pavón.
Los que repitieron en varios de los 28 altares fueron el guerrillero argentino conocido como el Che, y Lucio Cabañas.
Con el número 43, una de las ofrendas parecía dedicada a los estudiantes desaparecidos de la normal rural de Ayotzinapa, la noche del 26 y 27 de septiembre de 2014 en Iguala.
No fue un acto político. Los estudiantes de preparatoria expusieron al jurado del concurso los motivos de la ofrenda y las raíces de la tradición para celebrar a los fieles difunros, sin abundar en los personajes a los que la dedicaron.

Acuden familias al panteón de Las Cruces a arreglar las tumbas para el Día de Muertos

Familias se dieron cita en el panteón de Las Cruces para acompañar a sus difuntos y reunirse con quienes ya partieron a “otro plano”.
Los integrantes de la familia Muñiz Estévez llegaron a bordo de una camioneta 4×4 a la 1 de la tarde. Cubiertos con sombreros, sombrillas y con apenas un galón de agua, comentaron que solo limpiarían la tumba del abuelo Macri para pasar parte del día con él hoy.
“Ahorita nada más venimos a limpiar y a darle una pintada a la tumba porque ya tiene tiempo que no venimos”, dijo la señora Elvira, la mayor de las mujeres del grupo conformado por ocho personas: cuatro mujeres dos hombres una anciana y un niño de 5 años.
El grupo de acapulqueños, avecindados en Ciudad Renacimiento, descendieron de la caja de la camioneta, bajaron un bolso con tortas y se dirigieron al lado derecho del panteón.
Uno de los jóvenes que acompañaba y atendía más las indicaciones de doña Elvira, Esteban, comentó que desde niño él acompañaba a su abuela. Cargaba las flores, la cubeta de agua y la escoba para barrer. Detalló que desde hacía 10 años, desde que tenía 9, visitaba la tumba de su abuelo, ayudaba a su abuela en la limpieza del sepulcro de don Mauricio Muñiz, originario de Michoacán, quien llegó a Acapulco a trabajar en la hotelería.
Los integrantes de la familia comentaron que no era habitual que llegaran tantas personas para limpiar la tumba, pero que en esta ocasión habían decidido ir todos los que estaban descansando para ayudar a su abuela.
“Casi siempre veníamos mi abuelita y yo a ver a mi abuelo Macri, pero ahora nos quisieron acompañar todos, hasta el más pequeño. Pensamos que mañana vendremos para almorzar acá y pasar la mañana con el abuelo”, dijo el universitario.
La señora Elvira indicó que desde la muerte de su esposo, hace 10 años, ha visitado el sepulcro cada 2 de noviembre, el día de su cumpleaños y cada aniversario de bodas.
“Cada 2 de noviembre nosotros venimos juntos, así como el Día del Padre, yo vengo a ver a mi esposo porque aún lo extrañamos”, comentó la mujer, quien se encaminaba a la tumba.
Otros integrantes de la familia compraron flores entre los puestos asentados sobre la banqueta y se las mostraron a la matriarca, entre ellas cempasúchil, rollos de terciopelo y la escoba que no podía faltar para barrer los restos de las flores de otros meses.
Los demás compraron bebidas y algo para comer. Escogieron entre los bolillos con relleno de cerdo o de pollo, las enchiladas, los tamales o las frituras; entre el chilate, los refrescos, las bebidas energizantes, los refrescos y el agua.
Comentaron que más tarde, después de sus labores de limpieza, irían a una misa en su colonia dedicada a los difuntos.

 

 

Visitan unos 20 mil vecinos los dos panteones de Chilpancingo para ofrendar a sus difuntos

En el segundo día de la celebración del Día de Muertos unos 20 mil vecinos visitaron los dos panteones de la capital, quienes desde las 8 de la mañana comenzaron a llegar, algunos con flores, música y comida para sus fieles difuntos.
En un recorrido por el panteón central y el nuevo se observó mucha afluencia, en donde la Policía Municipal, Bomberos, Protección Civil (PC) y Tránsito implementaron una operación para evitar algún percance.
En la entrada del panteón se observó a algunas familias comprando flores, veladoras, botes, y comida para adornar las tumbas de familiares y amigos. En la entrada, algunos niños ofrecían sus servicios de limpieza y para acarrear agua.
Dentro del panteón se escucharon canciones como, Te Vas Ángel mío, Cruz de madera y Una página más, se escucharon también llantos de mujeres, mientras que otros rezaban en la tumba de quien en vida fuera un ser querido, el ambiente se alegraba por los niños que corrían, gritaban y brincaban en las tumbas.
Algunos visitantes se quejaron de los altos precios de las flores y del poco espacio para caminar en el panteón, porque las tumbas están muy juntas, dijeron.
Pese a que estuvo prohibido vender dentro de los panteones, comerciantes de comida y golosinas ofrecieron sus productos sin ningún problema, porque el personal de Gobernación del Ayuntamiento cobró.
A las 12 del día el obispo de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza y el sacerdote Benito Cuenca Mayo ofrecieron una misa por la celebración del Día de Muertos.
Los comerciantes de flores, veladoras, adornos y comida coincidieron en que la venta de este año fue similar a la del 2014, “no hubo ni altas ni bajas, hubo muy buena respuesta de los vecinos”, dijo un comerciante de flores.
El coordinador de Protección Civil municipal, Gustavo Vela Guevara dijo que unas 15 mil personas acudieron al panteón central, a una cuadra del encauzamiento del río Huacapa, y casi 5 mil en panteón nuevo ubicado al norte de la ciudad, sobre el bulevar Vicente Guerrero.
No hubo percances durante la celebración del Día de los Muertos, “sólo dos señoras mayores fueron atendidas porque se les bajó la presión”, dijo el coordinador de PC municipal.
Agregó que el panteón central estaría abierto hasta las 9 de la noche, y el nuevo hasta las 7 porque no hay suficientes lámparas.

Honran organizaciones con ofrendas en la explanada de Iguala a activistas y estudiantes asesinados

 

Normalistas de Ayotzinapa, activistas sociales y víctimas de desaparición forzada de Iguala fueron recordados en esta ciudad durante la exposición de tumbas y ofrendas que el Bloque Democrático de Organizaciones y Ciudadanos de Iguala organizó en la explanada de las Tres Garantías, de forma paralela al acto oficial en el Zócalo.
Con la participación de escuelas de la zona Norte, tanto del nivel Básico como del Medio Superior de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), así como de organizaciones sociales como la Unión Campesina Emiliano Zapata (UCEZ), ofrendaron a los activistas, maestros y estudiantes asesinados durante represiones del gobierno.
En la actividad organizada en la explanada de las Tres Garantías por maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación (CETEG) de la zona Norte y activistas del Bloque Democrático de Organizaciones y Ciudadanos de Iguala, paralela a la actividad oficial, fueron colocadas 11 tumbas y ofrendas.
El ataque, ejecución de tres y desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa la noche y la madrugada del 26 y 27 de septiembre de 2014 en esta ciudad se plasmó en la ofrenda colocada por la zona escolar 123 de Tetipac, en la que se muestra la persecución y ataque a los tres autobuses en los que iban los normalistas, y que fueron atacados a balazos por policías de Iguala y Cocula, y civiles armados.
La Unión Campesina Emiliano Zapata (UCEZ), que representa Soledad Hernández Meza, ofrendó a su padre y fundador, Arturo Hernández Cardona, desaparecido y asesinado el 30 de mayo de 2013, durante el gobierno del ex alcalde perredista José Luis Abarca Velázquez, a quien uno de los sobrevivientes, Nicolás Mendoza señala directamente como el autor material del asesinato.
El Bloque Democrático de Organizaciones y ciudadanos de Iguala, ofrendó en la carpa de la explanada a los tres normalistas asesinados en esta ciudad, Daniel Solís Gallardo, Julio César Ramírez Nava y Julio César Mondragón Fontes, así como al profesor Claudio Castillo Peña, asesinados el 24 de febrero de este año durante la represión de policías federales en Acapulco.
Familiares de víctimas de desaparición forzada del comité Los Otros Desaparecidos de Iguala, también colocaron una ofrenda en la explanada, en memoria de los 104 cuerpos hallados en fosas clandestinas, que fueron escenificadas.
En ésta, fueron colocadas las fotografías de algunas de las víctimas de desaparición forzada en los últimos tres años, principalmente de esta ciudad y se solicitó en una cartulina el apoyo a la ciudadanía para dar información sobre la posible ubicación de fosas clandestinas en esta ciudad, “no buscamos culpables, sólo encontrarlos”, se lee en otra cartulina.
Después de las 6 de la tarde, activistas del Bloque Democrático entregaron reconocimientos a los participantes, y al término se llevó a cabo una actividad político-cultural con alumnos de la Preparatoria número 10 de la UAG, en el contexto de la conmemoración del aniversario de su creación.
Por otro lado, en la actividad oficial en el Zócalo participaron escuelas de la ciudad; de las cerca de 20 tumbas y ofrendas, ninguna aludió a Ayotzinapa, ni al ataque y desaparición de los 43 normalistas en esta ciudad.
En el Zócalo sólo fueron colocadas tumbas u ofrendas a personas fallecidas recientemente como el cantautor originario de Juliantla, Joan Sebastián, a quien se dedicaron tres tumbas, a personajes como Chespirito u ofrendas temáticas como la guerra, la violencia o el cáncer de mama.

Gastan en Zihuatanejo de 500 a mil pesos en las ofrendas para recordar a sus difuntos

 

En Zihuatanejo, ofrendar a los difuntos es un gasto de 500 a mil pesos, dependiendo de la cantidad de muertos a los que hay que honrar y la ostentación de la ofrenda que se les va a poner.
Como ya es tradición, desde el 30 de octubre y hasta el 2 de noviembre, en las calles aledañas al mercado central y el mercadito Solidaridad, se instalan provisionalmente comerciantes que ofrecen todos los productos para las ofrendas.
En los improvisados puestos, los vendedores ofrecen los montones de flores, principalmente de cempasúchil, terciopelo y nube, cuyos precios van de 10 a 60 pesos el manojo; también ofrecen velas, veladoras, copal e incensarios que cuestan desde ocho hasta 35 pesos; calaveritas de dulce desde cuatro piezas por 10 pesos hasta una grande por 50 pesos.
No faltan los puestos que ofrecen pan de muerto de las panaderías locales o de Chilapa y Tixtla, y de la región de la Montaña; los precios van desde tres hasta 20 pesos la pieza; las coronas para muertos este año costaron en promedio 200 pesos y según el tamaño y la calidad del material con que están hechas, hasta 350 pesos.
Los precio de las calabazas y la fruta de temporada varía según el tamaño y la calidad; los más baratos fueron de seis pesos, y los más caros de hasta 30 pesos el kilo.
Una vecina de la colonia Morelos, en esta ciudad, Carmela Hernández dijo que sólo pudo gastar 500 pesos para poner la ofrenda a su mamá y a una tía que fallecieron hace ya algunos años, “uno qué más quisiera, poner un altar grande, pero todo está muy caro, nomás sus velas, sus flores, fruta y la comidita que les gustaba”.
Una vendedora de flores lamentó que la lluvia que cayó desde el jueves no les ha dejado buenas ventas, “ha sido muy poca la gente que ha venido, en comparación con el año pasado, muchos de nosotros no hemos vendido ni la mitad de nuestra mercancía; ojalá entre hoy y mañana domingo se componga un poco, siquiera para recuperar la inversión, que en mi caso, fueron cinco mil pesos en flores”.
La vecina de la colonia Nuevo Amanecer, Olga Ríos Sosa comentó que ella ofrendaría para una hija que murió “cuando era chiquita, para mi papá y mi abuela, que en paz descansen; hasta ahorita me he gastado unos 800 pesos entre todo lo que les voy a poner en el altar, además del dinero que uno se gasta arreglando las tumbas en el panteón, llevarles flores y coronas nuevas”.
Un vecino, Rigoberto Huitrón aseguró que en su familia, “ponemos un altar por los difuntos por parte de mi esposa y por los que se han ido de mi familia; nos gastamos unos mil pesos, porque compramos velas, fruta, mi mujer prepara mole, calabaza en dulce, tamales nejos; a mi papá, por ejemplo, le ponemos una botella de mezcal; en la noche velamos un rato mientras ellos llegan por su ofrenda, y al otro día los vamos a visitar al panteón”.
A pregunta expresa, los tres vecinos consultados coincidieron en señalar que, aunque poner una ofrenda a sus muertos significa un gasto económico, es una forma de recordar a sus seres queridos, “es como decirles que no los hemos olvidado”.

Coloca la CETEG ofrendas para los normalistas asesinados en Iguala a 13 meses de los ataques

 

Maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) e integrantes del Frente de Organizaciones y Ciudadanos de Iguala, colocaron ofrendas la noche de ayer en las dos estelas para los tres normalistas asesinados el 26 y 27 de septiembre de 2014, y demandaron justicia, castigo a los culpables de los ataques en esta ciudad contra los estudiantes y la presentación con vida de los 43 detenidos-desaparecidos.
Ayer se esperaba la visita a Iguala de una comisión de padres de los 43 desaparecidos y normalistas de Ayotzinapa, pero de último momento se canceló su llegada y fueron unos 30 integrantes de las organizaciones que apoyan el movimiento quienes hicieron la actividad.
Cerca de las 6:30 de la tarde en la esquina de las calles Juan Álvarez y periférico Norte, fue colocada la primera ofrenda en la estela en memoria de los dos normalistas asesinados en ese lugar la madrugada del 27 de septiembre, Daniel Solís Gallardo y Julio César Ramírez Nava, donde se exigió justicia y la presentación con vida de los desaparecidos.
Minutos después, cerca de las 7 de la noche, el contingente se trasladó en vehículos particulares a la zona de la Ciudad Industrial, donde en la estela colocada en memoria del normalista que fue desollado, Julio César Mondragón, también se colocó una ofrenda.
Uno de los representantes de la CETEG de la zona Norte, a nombre de los padres de los 43 normalistas detenidos-desaparecidos en esta ciudad por policías y sicarios de Guerreros Unidos, pidió a los representantes de las organizaciones que los sigan apoyando en su lucha por justicia, en exigencia de castigo a los culpables y por la presentación con vida de los 43 normalistas.
Informó que los padres de los 43 no pudieron llegar a Iguala por las actividades en la Ciudad de México, a 13 meses de los hechos, tiempo en el que el “nefasto gobierno” no ha dado solución a su principal exigencia, la presentación de sus hijos.
Exigió castigo a  los responsables e implicados en el ataque, detención y desaparición de los 43 normalistas y en la ejecución de otros tres, y de aquellos que “tienen en su poder a los 43 desaparecidos”.
Pidió que “la llama de la justicia continúe” y la “llama de la dignidad” se mantenga hasta que los desaparecidos sean presentados.
Informó que seguirá su lucha por el empleo de miles de maestros de quienes está en riesgo su trabajo ante la reforma educativa.
La actividad duró unos 10 minutos porque esa zona no cuenta con alumbrado y ya había obscurecido, de ahí se trasladaron a la explanada de Las Tres Garantías, donde se transmitieron documentales del caso Ayotzinapa y testimonios de los normalistas sobrevivientes del ataque y desaparición forzada de hace 13 meses.
De los documentales el maestro de la CETEG dijo, “en ellos nos dicen la verdad, y no la verdad simulada, actuada por gente que no supo ni intervino en los hechos, pero que hoy se muestran en las salas de cine tratando de enajenar y desvirtuar lo que en realidad pasó, engañando al pueblo y tratando de imponer la mentira histórica de que los compañeros fueron levantados, calcinados (en el basurero de Cocula) y que sus cuerpos los arrojaron en cenizas en el río”, dijo en referencia a la película La Noche de Iguala.