La guerrilla de Lucio Cabañas no aprovechó el secuestro de Figueroa, dice un sobreviviente

El profesor Félix Bautista Matías en la conferencia “La actuación de un profesor revolucionario” en el foro Vida y obra del profesor Lucio Cabañas Barrientos en el auditorio de la UPN Foto: Jessica Torres Barrera

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

A 49 años del asesinato del guerrillero Lucio Cabañas Barrientos, uno de los sobrevivientes de la Brigada Campesina de Ajusticiamiento del Partido de los Pobres (PDLP) atacada por los militares el 2 de diciembre de 1974 en el Otatal, municipio de Tecpan de Galeana, Pedro Martínez, reconoció que no supieron aprovechar el secuestro del ex gobernador Rubén Figueroa Figueroa.
En tanto que otro de los integrantes de la guerrilla, Félix Bautista Matías consideró que de las 10 acciones armadas “más brillantes” de la guerrilla, el secuestro del senador Figueroa fue la más importante, pero que también, lamentablemente, marcó “el inicio del fin”.
Ambos sobrevivientes de la guerrilla de Lucio Cabañas participaron ayer en el foro: “Vida y Obra del Profesor Lucio Cabañas Barrientos” que realizó la organización Directorio del Poder Popular en el auditorio de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN).
En el foro hubo dos mesas, en la mesa 1 se disertó sobre el tema Lucio Cabañas Barrientos: Ideario Sostenido; impacto local, nacional e internacional.
En ella participaron la maestra Eneida Martínez Ocampo, con el tema: Lucio Cabañas Barrientos: Un luchador social incansable, así como el investigador Rodolfo Echevarría Martínez quien disertó: Relatos sobre la vida y obra del profesor y comandante Lucio Cabañas Barrientos, y el maestro Enrique Condes Lara con el tema Relaciones de Lucio Cabañas Barrientos y el Partido de los Pobres en la Liga Comunista 23 de Septiembre.
En la mesa 2: Del Movimiento de Autodefensa al Partido de los Pobres, participaron el historiador Francisco Ávila Coronel con el tema La Guerrilla del Partido de los Pobres; un Balance sobre su Legado para un México más Justo y Democrático; también el profesor Pedro Martínez, con el tema Etapas del movimiento armado en la Sierra de Guerrero, y el profesor Félix Bautista Matías, con La actuación de un profesor revolucionario.
Pedro Martínez, uno de los seguidores de Lucio Cabañas que sobrevivió al ataque del 2 de diciembre de 1974, reconoció que el secuestro del senador Rubén Figueroa no se supo aprovechar.
Recordó que lo secuestraron para exigir beneficios para el pueblo y lograr la liberación de todos los presos políticos, así como para obtener recursos económicos.
Contó que a pesar del crecimiento cuantitativo de la Brigada Campesina de Ajusticiamiento, con el secuestro, no hubo los cambios cualitativos profundos, porque la guerrilla no tenía el músculo para resistir la embestida criminal, luego de que las fuerzas armadas fueron convocadas por el gobierno y los capitalistas para rescatar a Figueroa a costa de detener, torturar, asesinar y desaparecer a comunidades que fueron arrasadas.
Agregó que esta situación “marcó la debacle del movimiento armado en la sierra, al no haber el suministro de alimentación ni siquiera para los campesinos de las comunidades, es decir, le quitaron el agua al pez”.
Otro de los sobrevivientes de la guerrilla, Félix Bautista Matías, dijo que el 2 de diciembre de 1974, 200 soldados del Ejército atacaron a la columna de la Brigada Campesina de Ajusticiamiento del PDLP, y que no hubo capacidad de respuesta porque la represión era inmensa, debido a que, según fuentes oficiales, tres cuartas partes del total del Ejército se había trasladado a Guerrero para combatir a la guerrilla de Lucio Cabañas en la sierra de Atoyac.
Recordó que para 1974, la guerrilla de Lucio Cabañas, ya había tenido las 10 acciones armadas más brillantes, es decir, emboscas al Ejército “con saldos favorables para la guerrilla”.
Agregó que en ese año ocurrió el secuestro del senador Rubén Figueroa, “una de las acciones de la guerrilla más importantes, pero también el pretexto para la intervención y represión militar en contra de Lucio y de los pueblos campesinos, donde había formado su base social. Fue, lamentablemente, el inicio del fin”.
Dijo que es importante recordar estos pasajes para mantener la memoria histórica y saber por qué ocurrieron estos hechos, cuál fue el contexto en que surgió la guerrilla, quién era Lucio Cabañas, de dónde vino y cuáles eran sus ideales.
Bautista Matías subrayó que ese 2 de diciembre falleció no sólo un guerrillero, sino un maestro “y un compañero que se ha vuelto un símbolo de las luchas populares, de las resistencias sociales e indígenas de nuestro estado”.
Celebró que por primera vez, este 2023 se haya incluido en los libros de historia de la Secretaria de Educación Pública (SEP) su participación en la guerrilla.
A Lucio Cabañas se le menciona en el libro para profesores; Un Libro sin Recetas para Maestras y Maestros, en el capítulo Soñar para Asaltar el Cielo.
“Mencionar estos hechos en los libros y reconocer los acontecimientos reales, describir al Estado represor de los años sesentas y setentas es hacerle un poco de justicia a Lucio Cabañas, “aunque a un sector de la derecha conservadora de nuestros días no le guste”, dijo Bautista Matías. Cuestión que a diferencia de lo que muchos piensan ese 2 de diciembre de 1974, las armas del Ejército mexicano, “no se vistieron de gloria, sino de sangre y de vergüenza”.
Antes, el historiador Francisco Ávila, dijo que Lucio Cabañas no era un hombre violento, sino que su movimiento armado inició por la política de maltrato, de los caciques y gobiernos locales que provocaron indignación y un profundo coraje.
Dijo que ha escuchado, sobre todo de los caciques y priistas de Atoyac, que el PDLP “inventó” los secuestros, “pero esto tiene que quedar bien claro, el PDLP no heredó a esta sociedad la violencia que estamos viviendo ahora, el PDLP lo que buscó fue agarrar a aquellos que eran los explotadores, los meros cabecillas que tenían el circuito de los matones en toda la Costa Grande, eso no es nada nuevo ni sorprendente, los principales que operaban eso, esos son los que fueron secuestrados”.
Pero lamentó que esa parte de la historia no les llegue a los jóvenes ni la entienden a pesar de que es muy importante.
Añadió que a las nuevas generaciones les hace falta entender el sentido de estas luchas, “y el sentido tiene que ver precisamente con la búsqueda de un mundo mejor en colectivo y no en lo individual”.
Al foro asistieron unas 50 personas, principalmente académicos y estudiantes de la UPN, integrantes de organizaciones sociales y los diputados de Morena, Osbaldo Ríos Manrique y Marco Tulio Sánchez.
El foro terminó con las consignas: “Lucio vive, la lucha sigue”, y en solidaridad con los padres de los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa desaparecidos hubo consignas de “Vivos se los llevaron y vivos los queremos”.
Los asistentes se solidarizaron con los reporteros que fueron baleados el martes en Chilpancingo y gritaron un “Vivan los periodistas de Guerrero”.