Pide el obispo Salvador Rangel la intervención del gobierno federal en Guerrero ante la violencia

En la misa del padre Germaín pide el obispo la intervención del gobierno federal ante la violencia

Ante unos mil 500 asistentes en Apango, dice que espera que los asesinatos de los dos sacerdotes hagan reflexionar a todos para buscar la paz en Guerrero

Zacarías Cervantes

Apango

El obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza pidió durante la misa exequial del padre Germaín Muñiz, que la federación voltee a ver a Guerrero para resolver el problema de la violencia que terminó con esta vida y con la del párroco de la iglesia de la Sagrada Familia, en Las Vigas, municipio de San Marcos, Iván Añorve Jaimes.
También pidió a los feligreses que la muerte de los dos clérigos no sea en vano y que sirva para lograr la paz, la tranquilidad y la concordia entre los guerrerenses. “La muerte del padre Germaín nos debe ayudar a reflexionar a todos para que esto no suceda más, ni en la persona de un sacerdote ni en cualquiera de nosotros”.
Los padres Germaín e Ivan murieron atacados a balazos cuando a las 4:30 de la mañana del lunes regresaban de Juliantla, municipio de Taxco, a donde habían ido a la fiesta por el Día de la Candelaria acompañados por otras cuatro personas, tres de ellas que resultaron heridas, una de gravedad.
El obispo celebró la misa a las 12 del día en la iglesia de San Francisco de Asís ante unas mil 500 personas, y con el cuerpo presente del sacerdote asesinado, quien era originario de este pueblo.
De la parroquia el cuerpo del clérigo partió al panteón ubicado a la entrada de la localidad, acompañado por los cientos de feligreses tanto de esta localidad como de Mezcala en donde oficiaba el religioso.
El cuerpo del sacerdote llegó a Apango a las 7 de la tarde del lunes y fue velado en su domicilio en la céntrica calle Guerrero, a las 9 de la mañana de este martes fue trasladado a la iglesia de San Francisco de Asís en donde se realizó el rito acostumbrado por los católicos cuando fallece un sacerdote.
“Que Dios tenga piedad de él, y que su sangre vertida como un mártir de la violencia nos haga reflexionar a todos, y ayude para que tengamos un Guerrero más en paz, más tranquilo y más en concordia”, clamó el obispo ante el féretro sobre el cual se habían colocado sus ornamentos como sacerdote.
Ante una abarrotada parroquia, a donde acudieron 45 sacerdotes que pertenecen a la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Rangel Mendoza pidió a sus feligreses a que no pierdan la paz ante la grave situación que se vive en la entidad.
“La Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, al igual que la arquidiócesis de Acapulco, como en muchas partes de Guerrero estamos viviendo circunstancias difíciles, desgraciadamente el crimen organizado ha cobrado dos víctimas más en la persona de 2 sacerdotes jóvenes, Germaín e Iván”, lamentó.
El ambiente dentro y afuera de la parroquia, ubicada en el centro de la cabecera municipal era de consternación. Cientos de maceteros con flores rodeaban el féretro, y afuera en el pórtico de la parroquia había varias coronas enviadas por seguidores del cura de 37 años, 12 de ellos oficiando como sacerdote en varios pueblos del centro del estado.
“Una vez más estas tierras se tiñen de sangre inocente y, ahora de sangre sacerdotal”, siguió el obispo rodeado de los sacerdotes de su diócesis.
Ante este problema, llamó a sus feligreses a orar por la paz, por la concordia, por la cordura y por el diálogo, “pongamos lo que está de nuestra parte para que llegue esa paz tan querida por Dios, por Jesús y por todos y cada uno de nosotros”.
Añadió que el asesinato del padre Germaín indudablemente se debe al ambiente de inseguridad que se está viviendo en México y particularmente en Guerrero, y volvió a pedir que se esclarezca este crimen totalmente.
“Dios quiera y lo podamos lograr, no solamente por Germaín y por Iván, sino por todos, porque como vida valemos igual ante Dios, y tan es importante la vida de un sacerdote como la vida de un campesino, de una mujer, o la vida de un niño”.
Rangel Mendoza convocó a sus feligreses a luchar para defender la vida y cuidarla en cualquiera de sus expresiones.
“Que la muerte del padre Germaín y de Iván nos hagan reflexionar a todos, a las instituciones, a la Iglesia, a la sociedad civil, que tenemos que hacer algo por Guerrero, lograr la paz. Tenemos que buscar la paz, tenemos que instruir por la paz, empujar a la gente en favor de la paz para que evitemos todo esto que estamos viviendo, que son hechos lamentables”.
Dijo que por la violencia desde hace tiempo Guerrero ha estado en la ventana del mundo, pues casi todo lo que sucede aquí tiene repercusión internacional.
Entonces llamó a las autoridades federales a que vuelvan sus ojos y su mirada a Guerrero, “y nos tiendan la mano para poder salir de estas situaciones tan difíciles por las que estamos pasando y viviendo”, porque la muerte de los clérigos es consecuencia del clima de inseguridad en la entidad, y que es “una señal de ese estado primitivo que nos da una muestra de cómo está la inseguridad en Guerrero”.
Al finalizar retumbó en la iglesia un minuto de aplausos que pidió el obispo para el padre, “a ti te gustaban mucho los aplausos”, y antes había dicho que también le gustaba la música, esa afición que lo llevó a Juliantla la noche del domingo y al regresar se topó con la muerte.
El féretro con el cuerpo de Germaín salió cargado por sus compañeros sacerdotes, y pasó por una larga valla que los feligreses le abrieron desde el interior de la iglesia hasta el enrejado que da a la calle, por donde los cientos de familiares amigos y seguidores del sacerdote caminaron hasta la salida del pueblo, acompañando sus restos que fueron depositados en una tumba del cementerio.

Fue un ataque fortuito en la carretera; los sacerdotes rebasaron a sicarios, dice el obispo

La acompañante que salió ilesa de la agresión en Taxco negó que hubiera una riña en el baile de Juliantla, afirma Salvador Rangel. Existe una “guerra sucia” en contra de la Iglesia, advierte

Zacarías Cervantes

Apango

El obispo Salvador Rangel Mendoza rechazó en conferencia de prensa la versión difundida por el gobierno estatal, de que asesinaron a los sacerdotes Germaín Muñiz e Iván Añorve debido a una riña en el baile al que asistieron en Juliantla, municipio de Taxco.
Declaró que Alba Iris, la amiga de Ardelis, hermana del padre Germaín quien resultó ilesa en el ataque, le aseguró este martes que no hubo ninguna riña ni problema alguno durante el baile.
Dijo que también le confirmó la versión de que el ataque se debió a que los sacerdotes y sus acompañantes rebasaron el vehículo en el que iban los sicarios, quienes se habrían molestado y aceleraron para adelantarse, les cerraron el paso y enseguida les dispararon.
El obispo insistió en que la agresión fue “circunstancial y fortuita” y se quejó de que existe una “guerra sucia” en contra de la Iglesia. Reconoció que fue “una imprudencia” que los sacerdotes viajaran a esa hora en una zona peligrosa, y que el padre Muñiz posara en una fotografía con un arma larga, lo que están usando ahora para perjudicarlo.
La noche del lunes el gobernador Héctor Astudillo Flores dijo al noticiero de Radio Fórmula que conduce Carlos Loret de Mola, que según las primeras investigaciones en el baile donde estaban los sacerdotes hubo un altercado porque las jóvenes que los acompañaban no quisieron bailar. El mismo móvil del ataque mencionó el fiscal Javier Oleá Peláez ayer en una conferencia de prensa.
Pero el obispo Rangel Mendoza insistió en que el ataque a los padres en la carretera fue “circunstancial y fortuito”.
Contó que este martes platicó con la amiga de la hermana del padre Germaín, quien resultó ilesa en el ataque, y que la joven le aseguró que no hubo ninguna riña, que siempre estuvieron juntos platicando, y que ellas en efecto salieron a bailar, mientras que los sacerdotes siempre estuvieron sentados en el mismo lugar.
Agregó que el testimonio de la joven le confirmó que el padre Iván, como es canta autor, y el padre Germaín a quien también le gustaba la música y cantar, iban a ofrecer su música a ver si les permitían cantar en ese baile, “eso fue todo, no hubo ninguna disputa, ninguna riña, me lo acaba de confirmar esta mujer que estuvo con los padres”.
En respuesta a la argumentación del gobernador y del fiscal, expresó que la violencia no se puede justificar de ninguna manera.
“De la investigación que se lleva hasta ahorita (por parte de la iglesia), yo sé que fue un mero incidente el que se dio. Desgraciadamente existe esta terrible violencia en el estado, y el delito en estas circunstancias fue haberlos rebasado. En otras ocasiones se ha visto que hay pleitos entre ocupantes de carro a carro y en este caso los agresores actuaron en contra de los padres porque simplemente se enojaron porque los rebasaron”, subrayó.

Nunca se había visto tanta violencia contra los sacerdotes; van 21 asesinados en este sexenio

Lamentó la violencia que en este periodo presidencial lleva ya 21 sacerdotes asesinados en México, “nunca se había visto tanta violencia en contra de los ciudadanos y en contra de los sacerdotes”, declaró.
Dijo que ante este ambiente de violencia había hecho con anterioridad recomendaciones a los sacerdotes, como evitar salir en las noches, “porque desgraciadamente a ciertas horas el crimen organizado se adueña de las carreteras”.
Al respecto reconoció que fue una “imprudencia” que los sacerdotes hayan viajado en la madrugada, “pero acuérdense que era domingo, y el padre Germaín todavía celebró la misa de seis en Mezcala, entonces terminaría a las 7 e imagínese de Mezcala para llegar a Juliantla, ya era tarde cuando llegaron y por eso se les hizo tarde en regresar, “fue una imprudencia venirse de allá a esa hora”.
Pero el clérigo justificó la asistencia de los padres a esa fiesta por el Día de La Candelaria en Juliantla. Aclaró que hay muchas fotografías del padre Iván Añorve que comprueban que él era un canta autor, y que a eso fue desde la Costa Chica a Juliantla, a ofrecer su música, “y fueron a ver si les permitían cantar en esa fiesta popular”.
De la difusión de una fotografía en la que aparece el sacerdote Germaín posando con un arma larga que circuló en las redes sociales después del ataque en el que murió, calificó como una “guerra sucia no se de quién. Me imagino pero no pudiera decir de quién”.
Explicó que la fotografía en la que aparece el padre con el arma es “antiquísima”, y que hace 8 o 10 meses la difundieron, “lo mismo me han sacado a mí una fotografía con unos delincuentes, en Los Hoyos, en la Sierra. Ustedes saben que yo como persona pública hay mucha gente que se retrata junto a mí, yo realmente no los conozco a todos, pero yo fui a la fiesta de San Isidro, fui a hacer mi labor pastoral, a ofrecer los sacramentos y a ofrecer la palabra de Dios, yo no ando metido en otras cosas”, dijo.
Insistió en que es parte de esta “guerra sucia de los enemigos de la Iglesia y enemigos personales que se valen de esto para echar lodo y para echarnos tierra”.
-¿Pero qué explicación le da al hecho de que un sacerdote aparezca con un arma larga?-preguntó el reportero.
-Fue una imprudencia del padre, sabemos que tuvo que relacionarse en Mezcala. Ahí están las minas y el padre se tuvo que relacionar para ver la manera de poder trabajar y atravesar esos territorios donde estaban los narcotraficantes, y fue una imprudencia del padre haberse sacado esa fotografía, pero de que el padre tenía que saludarlos y dialogar con ellos lo tenía que hacer, porque tenía que pasar por su territorio, si no cómo pasaba”, argumentó.

Dios quiera que se aclaren las cosas

El obispo confió en que se van a aclarar las cosas, informó que el gobernador Héctor Astudillo habló con él el lunes y le ofreció que pondrían todo el empeño para tratar de investigar esta situación.
“Dios quiera y se aclaren las cosas para bien de los padres que murieron, para bien de la Diócesis y sobretodo, para que esto sea ocasión para que pongamos todos nuestro granito de arena para que la violencia se detenga en el estado de Guerrero”.
También informó que con el gobernador platicaron desde hace dos semanas en Acapulco con el nuncio Apostólico Franco Coppola, y que estuvo de acuerdo en que haya más acercamiento con él o con otros funcionarios, y Rangel Mendoza consideró que esto servirá para aclarar cosas con las autoridades, “porque se han interpretado mal mis acciones, mis palabras y algunos de sus colaboradores en vez de abonar a esto creo que le han echado más fuego a la lumbre”.
En cuanto al señalamiento de que el Ejército protegió a Raybel Jacobo de Almonte, El Tequilero, el viernes pasado en San Miguel Totolapan en donde hubo cuatro integrantes de una autodefensa muertos, admitió que no está seguro de esa noticia porque no la había escuchado, “pero lo que yo sí digo es que algunos políticos tienen un contubernio con el crimen organizado”.
También insistió en su propuesta de dialogar con los grupos de la delincuencia “y ceder en ciertas cosas”, como ocurrió en Colombia, “yo creo que la paz es un valor grandísimo y vale la pena hacer cualquier esfuerzo para que tengamos paz y tranquilidad en el estado”. Advirtió que seguirá insistiendo al respecto, aunque “hay algunos políticos que se han sentido ofendidos con esa propuesta”.
El obispo dijo que cuando menos a él le ha funcionado el diálogo con estos grupos, y que “por lo menos en algunas zonas yo he podido andar tranquilo y en paz, lo mismo la labor de los sacerdotes ha estado fructífera, ha estado en paz. Yo creo que este diálogo que hemos tenido por lo menos nos sostiene hasta ahorita”.
Aseguró que no ha recibido amenazas del crimen organizado, aunque algunos sacerdotes sí, y que fue lo que le movió dialogar “con estas personas”.
Informó que incluso algunos le dijeron que también quieren la paz, la concordia y que no quieren más violencia. Aseguró que le han dicho que sí, son narcotraficantes, pero que no quieren ser sicarios.
A pregunta de un reportero respecto a si tiene identificadas las zonas de riesgo o de “focos rojos” en Guerrero, contestó: “pues dígame, un alacrán que parte buena tiene, donde quiera que la pise hay peligro. Hay dificultades aquí en Guerrero, como en otras partes del país”.

Reportan grave y en Terapia Intensiva a uno de los tres heridos que iban con los sacerdotes

Alejandro Guerrero

Iguala

El acompañante de los dos sacerdotes ejecutados en Taxco, Rogelio López Bárcenas de 49 años quien resultó herido, se encuentra grave en el servicio de Terapia Intensiva en el hospital general Adolfo Prieto de la cabecera municipal de Taxco.
Ayer en la tarde en un mensaje de texto, directivos del hospital confirmaron que Rogelio López no había fallecido, como se manejó en algunos medios de comunicación.
Sin dar más detalles sobre su situación médica solo se dio a conocer que el paciente se encontraba en un estado grave, y que lo mantenían en Terapia Intensiva.
El profesor de la comunidad de Mezcala, municipio de Edurado Neri, resultó con lesiones de gravedad la madrugada del lunes durante el ataque en el que fueron ejecutados los sacerdotes Iván Añorve Jaimes y Germaín Muñíz García, ambos de 40 años.
En el ataque en la carretera federal en Taxco en la salida hacia Cuernavaca cuando regresaban de un baile al que asistieron a la comunidad de Juliantla, también resultaron heridos una joven química de 25 años, hermana del cura Germaín, quien perdió el dedo índice de la mano derecha y un joven pescador de la comunidad de La Ramadita, municipio de San Marcos de nombre Oscar, de 27 años.

Demandan familiares y amigos justicia para el sacerdote Iván en Las Vigas, San Marcos

Acude al lugar y oficia la misa el arzobispo de Acapulco, Leopoldo González

Jacob Morales Antonio y Francisco Magaña

Las Vigas, San Marcos y Atoyac

El sacerdote asesinado en la carretera en Taxco, Iván Añorve Jaimes llegó hace 3 años a la comunidad de Las Vigas, San Marcos, y en diciembre pasado organizó la primera Carrera Guadalupana a la Basílica en la Ciudad de México.
Ayer durante una misa de cuerpo presente el llanto de las mujeres y jóvenes fue conmovedor.
La familia del sacerdote quien tenía nueve años dedicado a la vida eclesiástica y sus amigos exigieron justicia y castigo a los responsables del asesinato de él y del sacerdote Germaín Muñiz García.
El cuerpo del sacerdote que estuvo a cargo de la iglesia de la Sagrada Familia, descansó en el lugar donde cada domingo realizaba su homilía, ahí desde las 7:30 de la noche del lunes decenas de conocidos se despidieron de él, incluso llegaron habitantes de comunidades cercanas y de los municipios de Ayutla y Cruz Grande.
A las 8 de la mañana de ayer el arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González ofició una misa en la pequeña iglesia verde pistache en honor al padre asesinado la madrugada del lunes.
A las 10 de la mañana el ataúd donde estaba el cuerpo fue levantado y en procesión trasladado a una carroza en la carretera federal Acapulco-Pinotepa Nacional, para ser enviado a su natal San Luis la Loma, en Tecpan de Galeana, y no de Minatitlán, Veracruz como se publicó ayer.
“Viva el padre Iván” corearon los asistentes en varias ocasiones cuando el ataúd fue sacado y bendecido en la entrada de la iglesia. Adentro quedaron las flores y veladores que sus conocidos le llevaron.
En breves declaraciones el tío del sacerdote, Víctor Manuel Jaime Olea, solicitó a las autoridades justicia por la muerte de su sobrino, quien desde hace nueve años se dedicaba a la vida católica.
Con el habla cortada por el llanto incesante del dolor de la pérdida, algunas señoras dijeron que era una buena persona y dedicada al trabajo religioso en la comunidad.
El amigo y ex compañero del sacerdote, Cristian Ignacio Olea en declaraciones comentó que desde que llegó a la comunidad comenzó a trabajar y atender a los jóvenes, así como la remodelación que realizó a la iglesia. Lo recordó como a alguien que le gustaba ayudar a la gente necesitada y pobre.
“Que se haga justicia, que el gobierno busque a las personas que cometieron este homicidio”, demandó. Dijo que a Iván le gustaba tocar y cantar por ello compuso muchas canciones que hacían referencia a la religión, “para que la gente a través de la música se acerque a Dios”.
Recordó que el padre siempre avisaba a sus conocidos cada vez que salía del pueblo, pero el día que fue a Juliantla no dejó ningún recado a su amigo, quien se enteró de su muerte el lunes en la mañana.
Indicó que el sacerdote acudía de manera esporádica a las bodas de quienes casaba en la iglesia, y pocas veces salía a bailes. El amigo del sacerdote informó que hoy será enterrado en su natal San Luis la Loma.

Despedida en Atoyac

El cuerpo del padre Iván fue despedido con llanto y aplausos en Atoyac, donde estuvo como párroco en la iglesia de Santa María de la Asunción en sus inicios como sacerdote.
El féretro fue esperado en el triángulo de la Y Griega, casi una hora por habitantes de la Y griega y comunidades vecinas.
Se apostaron sobre la carretera en espera de la carroza que trasladaba al cura a la comunidad de San Luis La Loma de donde era originario, para su velorio y sepultura.
Con aplausos y una corona de flores lo recibieron los feligreses católicos, en su mayoría mujeres y niños, quienes no pudieron contener el llanto ante su llegada.
Entre llanto y una oración se le hizo una despedida de 15 minutos.
Ahí se les informó que será velado en su casa en la comunidad de San Luis La Loma y sepultado después de una misa a las 8 de la mañana el miércoles.
En San Luis La Loma el cuerpo era esperado en la entrada del pueblo con personas que portaban globos blancos y pancartas con su fotografía, así como una banda de música de viento, destacando la canción de Tu eres mi hermano del alma, del cantante brasileño Roberto Carlos.

 

Reportan grave y en Terapia Intensiva a uno de los tres heridos que iban con los sacerdotes

El acompañante de los dos sacerdotes ejecutados en Taxco, Rogelio López Bárcenas de 49 años quien resultó herido, se encuentra grave en el servicio de Terapia Intensiva en el hospital general Adolfo Prieto de la cabecera municipal de Taxco.
Ayer en la tarde en un mensaje de texto, directivos del hospital confirmaron que Rogelio López no había fallecido, como se manejó en algunos medios de comunicación.
Sin dar más detalles sobre su situación médica solo se dio a conocer que el paciente se encontraba en un estado grave, y que lo mantenían en Terapia Intensiva.
El profesor de la comunidad de Mezcala, municipio de Edurado Neri, resultó con lesiones de gravedad la madrugada del lunes durante el ataque en el que fueron ejecutados los sacerdotes Iván Añorve Jaimes y Germaín Muñíz García, ambos de 40 años.
En el ataque en la carretera federal en Taxco en la salida hacia Cuernavaca cuando regresaban de un baile al que asistieron a la comunidad de Juliantla, también resultaron heridos una joven química de 25 años, hermana del cura Germaín, quien perdió el dedo índice de la mano derecha y un joven pescador de la comunidad de La Ramadita, municipio de San Marcos de nombre Oscar, de 27 años.