Condena la Iglesia “profundamente” la agresión contra el sacerdote Filiberto en Tixtla

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

La diócesis Chilpancingo-Chilapa “condenó profundamente” la agresión contra el sacerdote José Filiberto Velázquez Florencio, ocurrida la noche del martes, en la carretera Chilpancingo-Tixtla, cuando salía de la normal de Ayotzinapa.
En un comunicado de prensa enviado anoche, firmado por el obispo José de Jesús González Hernández y el canciller secretario, Armando Vásquez Rodríguez, se califica al atentado en contra del también director del Centro de Derechos de las Victimas de la Violencia Minerva Bello (Centro Minerva Bello), como un “reprobable suceso”.
Recuerdan que el Centro Minerva Bello ha documentado y dado seguimiento integral a casos de víctimas de desaparición, ejecución extrajudicial, víctimas de desplazamiento forzado interno y otras graves violaciones a los derechos humanos “que desafortunadamente experimenta la sociedad guerrerense”.
Refieren que el padre Filiberto Velázquez se ha encargado de denunciar públicamente los ataques con drones en distintas comunidades de Guerrero, en el contexto de la pugna entre La Familia Michoacana y el grupo Los Tlacos.
“Desde el pasado mayo hasta la fecha, el Centro Minerva Bello informó que los bombardeos con dispositivos aéreos orquestados por el crimen organizado habían ocasionado la muerte de dos personas, de igual manera, se realizó una caravana de ayuda humanitaria, para llevar medicamentos y comida a las comunidades más afectadas por esta problemática”.
Expresaron en el escrito su “cercanía y apoyo al padre José Filiberto Velázquez Florencio, así como a los integrantes del Centro de Derechos de las víctimas de violencia Minerva Bello, ante esta agresión injustificada”.
Condenaron la violencia “contraria a la voluntad de Dios y a la enseñanza de la Iglesia, que altera la convivencia pacífica deseada por la inmensa mayoría de la población y que perturba profundamente la vida social”.
Pidieron “al Señor que ayude y conceda al pueblo cristiano una esperanza activa, para trabajar con misericordia por el bien común y que la sociedad pueda gozar de una convivencia en paz”.
El comunicado concluye afirmando que desde la Diócesis de Chilpancingo -Chilapa “se agradece su colaboración a las autoridades, a la espera de que estos hechos se esclarezcan plenamente” y solicitaron a las autoridades que garanticen, tanto la vida como la seguridad física y emocional del padre Filiberto Velázquez Florencio.
Por separado, en otro comunicado, el Centro Minerva Bello “repudió la agresión en contra de nuestro director”.
Sostiene que la agresión no sólo es en contra del director, sino en contra de “quienes trabajamos, a pesar del clima de violencia generalizada, en la creación de mecanismos para la atención real y oportuna de las necesidades de las víctimas de la violencia, en aras de que puedan recuperar y desarrollar un proyecto de vida en condiciones dignas y seguras”.
Los integrantes del Centro Minerva Bello pidieron al Estado mexicano crear las condiciones necesarias de seguridad, para el efectivo goce y disfrute “del derecho a defender nuestros derechos”.
Exigieron a las autoridades que realicen las investigaciones necesarias, para dar con los responsables de estos hechos, “y que el reprobable acto no quede impune”.

Detienen policías a un sacerdote en Iguala y lo liberan al deslindarlo de un atropellamiento

Debido a la detención de un sacerdote de la comunidad Tomatal en Iguala, por policías municipales ante una confusión relacionada con un atropellamiento, los vecinos tocaron las campañas de la iglesia y se organizaban para liberar al religioso, pero después de que el incidente fue aclarado fue liberado.
Según fuentes de la policía el incidente ocurrió cerca de la una de la tarde de ayer, habría sido detenido el sacerdote de la iglesia de la comunidad de Tomatal, Iguala, José Antonio Ríos Lucas.
Esta acción motivó a que los pobladores tocaran las campanas del pueblo para organizarse para ir a liberar al párroco.
Más tarde las fuentes policiacas dieron a conocer que los policías pararon al sacerdote porque presuntamente su carro había estado relacionado con el atropellamiento de una persona, en la calle Juan Aldama del centro de la ciudad.
El sacerdote acompañó a los policías a donde ocurrió el accidente pero se aclaró que fue una confusión, ya que las placas del vehículo relacionado con el accidente se parecían a las del carro del sacerdote, con la diferencia de un número.
Después de aclarado el accidente y luego de que la persona que reportó el atropellamiento deslindó al sacerdote se le permitió irse. Al llegar a la iglesia de la comunidad la gente ya estaba reunida, pero al aclarar la situación la gente se regresó a sus casas. (Alejandro Guerrero / Iguala).

 

Ya no dañen la memoria del sacerdote Germaín, exige su tío al gobierno y a la FGE

El tío del sacerdote Germaín Muñiz García, asesinado la mañana del lunes pasado cerca de Taxco, Silveo Muñiz Rodríguez exigió al gobierno del estado y a la Fiscalía General del Estado (FGE) que no sigan dañando la memoria de la víctima, y tampoco calumniando y difamando a sus padres al pretender vincularlo con el crimen organizado.
Dijo que en todo caso que la FGE investigue, cuando tenga resultados que los dé a conocer y que detenga y castigue a los responsables, antes de especular sobre el caso.
Vía telefónica el tío del sacerdote asesinado junto con el padre Iván Añorve cuando regresaban de un baile en Juliantla el domingo pasado, dijo que la versión de la FGE de que pudo haber estado vinculado con el crimen organizado y que el ataque en el que murió se debió a una riña que ocurrió en la fiesta a la que acudieron, daña la imagen y la memoria de los sacerdotes y ofende a sus familiares, sin que antes se haya realizado una investigación seria y responsable.
Añadió que la información que ha dado a conocer la Fiscalía es que iban mujeres con los padres, “y resulta que una de esas mujeres era la hermana del padre Germaín, que incluso fue lesionada en un dedo”.
Añadió que las autoridades también le cuestionan al padre que era una persona “de dudosa moral, pero yo lo que te puedo decir es que para la formación los padres influyen en uno desde niño, y su papá es muy conocido en Apango, es danzante, es Carrizo oficial”, y que actualmente participa en el coro de la iglesia de Apango”.
“Su papá se llama Ángel Muñiz, quien también se dedica a hacer tabique rojo para vender y su mamá María García se dedica al campo y al hogar, no tienen una posición económica de privilegio, son humildes, se viera si su hijo tenía ingresos por sus vínculos con la delincuencia organizada como dice la Fiscalía”, expresó.
“Ellos son humildes, pobres igual que la mayoría de los habitantes del pueblo”, insistió.
Dijo que de él obtuvo Germaín la afición por la música y de ser un hombre de bien y sacerdote.
El tío de Germaín demandó que el gobernador asuma su papel y que sea garante de la vigilancia y de todo lo que está pasando, para que las investigaciones del caso no se desvíen.
Denunció que la versión que está dando el fiscal es para darle una salida fácil al decir que fue un hecho del crimen organizado, porque con ello pretende darle un carpetazo al asunto, “pero yo creo que deberían darle un trato de más seriedad al asunto para que se investigue hasta esclarecerlo”.
Coincidió con lo que dijo el obispo de que le entreguen a la Iglesia los resultados institucionalmente, sin que se hagan señalamientos antes de que se haya terminado la investigación.
Dijo que el señalamiento del fiscal no sólo re victimiza al sacerdote, sino que se calumnia a sus familiares, y que lo recomendable es que primero se realice una investigación seria hasta esclarecer el caso.
Por lo pronto insistió en que ya no se empañe más su memoria, que se haga una investigación seria y responsable para saber realmente qué fue lo que pasó, quiénes son los responsables y cuáles fueron los motivos del asesinato de los dos sacerdotes la madrugada del lunes en la carretera en Taxco.

 

Pide el obispo Salvador Rangel la intervención del gobierno federal en Guerrero ante la violencia

En la misa del padre Germaín pide el obispo la intervención del gobierno federal ante la violencia

Ante unos mil 500 asistentes en Apango, dice que espera que los asesinatos de los dos sacerdotes hagan reflexionar a todos para buscar la paz en Guerrero

Zacarías Cervantes

Apango

El obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza pidió durante la misa exequial del padre Germaín Muñiz, que la federación voltee a ver a Guerrero para resolver el problema de la violencia que terminó con esta vida y con la del párroco de la iglesia de la Sagrada Familia, en Las Vigas, municipio de San Marcos, Iván Añorve Jaimes.
También pidió a los feligreses que la muerte de los dos clérigos no sea en vano y que sirva para lograr la paz, la tranquilidad y la concordia entre los guerrerenses. “La muerte del padre Germaín nos debe ayudar a reflexionar a todos para que esto no suceda más, ni en la persona de un sacerdote ni en cualquiera de nosotros”.
Los padres Germaín e Ivan murieron atacados a balazos cuando a las 4:30 de la mañana del lunes regresaban de Juliantla, municipio de Taxco, a donde habían ido a la fiesta por el Día de la Candelaria acompañados por otras cuatro personas, tres de ellas que resultaron heridas, una de gravedad.
El obispo celebró la misa a las 12 del día en la iglesia de San Francisco de Asís ante unas mil 500 personas, y con el cuerpo presente del sacerdote asesinado, quien era originario de este pueblo.
De la parroquia el cuerpo del clérigo partió al panteón ubicado a la entrada de la localidad, acompañado por los cientos de feligreses tanto de esta localidad como de Mezcala en donde oficiaba el religioso.
El cuerpo del sacerdote llegó a Apango a las 7 de la tarde del lunes y fue velado en su domicilio en la céntrica calle Guerrero, a las 9 de la mañana de este martes fue trasladado a la iglesia de San Francisco de Asís en donde se realizó el rito acostumbrado por los católicos cuando fallece un sacerdote.
“Que Dios tenga piedad de él, y que su sangre vertida como un mártir de la violencia nos haga reflexionar a todos, y ayude para que tengamos un Guerrero más en paz, más tranquilo y más en concordia”, clamó el obispo ante el féretro sobre el cual se habían colocado sus ornamentos como sacerdote.
Ante una abarrotada parroquia, a donde acudieron 45 sacerdotes que pertenecen a la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Rangel Mendoza pidió a sus feligreses a que no pierdan la paz ante la grave situación que se vive en la entidad.
“La Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, al igual que la arquidiócesis de Acapulco, como en muchas partes de Guerrero estamos viviendo circunstancias difíciles, desgraciadamente el crimen organizado ha cobrado dos víctimas más en la persona de 2 sacerdotes jóvenes, Germaín e Iván”, lamentó.
El ambiente dentro y afuera de la parroquia, ubicada en el centro de la cabecera municipal era de consternación. Cientos de maceteros con flores rodeaban el féretro, y afuera en el pórtico de la parroquia había varias coronas enviadas por seguidores del cura de 37 años, 12 de ellos oficiando como sacerdote en varios pueblos del centro del estado.
“Una vez más estas tierras se tiñen de sangre inocente y, ahora de sangre sacerdotal”, siguió el obispo rodeado de los sacerdotes de su diócesis.
Ante este problema, llamó a sus feligreses a orar por la paz, por la concordia, por la cordura y por el diálogo, “pongamos lo que está de nuestra parte para que llegue esa paz tan querida por Dios, por Jesús y por todos y cada uno de nosotros”.
Añadió que el asesinato del padre Germaín indudablemente se debe al ambiente de inseguridad que se está viviendo en México y particularmente en Guerrero, y volvió a pedir que se esclarezca este crimen totalmente.
“Dios quiera y lo podamos lograr, no solamente por Germaín y por Iván, sino por todos, porque como vida valemos igual ante Dios, y tan es importante la vida de un sacerdote como la vida de un campesino, de una mujer, o la vida de un niño”.
Rangel Mendoza convocó a sus feligreses a luchar para defender la vida y cuidarla en cualquiera de sus expresiones.
“Que la muerte del padre Germaín y de Iván nos hagan reflexionar a todos, a las instituciones, a la Iglesia, a la sociedad civil, que tenemos que hacer algo por Guerrero, lograr la paz. Tenemos que buscar la paz, tenemos que instruir por la paz, empujar a la gente en favor de la paz para que evitemos todo esto que estamos viviendo, que son hechos lamentables”.
Dijo que por la violencia desde hace tiempo Guerrero ha estado en la ventana del mundo, pues casi todo lo que sucede aquí tiene repercusión internacional.
Entonces llamó a las autoridades federales a que vuelvan sus ojos y su mirada a Guerrero, “y nos tiendan la mano para poder salir de estas situaciones tan difíciles por las que estamos pasando y viviendo”, porque la muerte de los clérigos es consecuencia del clima de inseguridad en la entidad, y que es “una señal de ese estado primitivo que nos da una muestra de cómo está la inseguridad en Guerrero”.
Al finalizar retumbó en la iglesia un minuto de aplausos que pidió el obispo para el padre, “a ti te gustaban mucho los aplausos”, y antes había dicho que también le gustaba la música, esa afición que lo llevó a Juliantla la noche del domingo y al regresar se topó con la muerte.
El féretro con el cuerpo de Germaín salió cargado por sus compañeros sacerdotes, y pasó por una larga valla que los feligreses le abrieron desde el interior de la iglesia hasta el enrejado que da a la calle, por donde los cientos de familiares amigos y seguidores del sacerdote caminaron hasta la salida del pueblo, acompañando sus restos que fueron depositados en una tumba del cementerio.

Fue un ataque fortuito en la carretera; los sacerdotes rebasaron a sicarios, dice el obispo

La acompañante que salió ilesa de la agresión en Taxco negó que hubiera una riña en el baile de Juliantla, afirma Salvador Rangel. Existe una “guerra sucia” en contra de la Iglesia, advierte

Zacarías Cervantes

Apango

El obispo Salvador Rangel Mendoza rechazó en conferencia de prensa la versión difundida por el gobierno estatal, de que asesinaron a los sacerdotes Germaín Muñiz e Iván Añorve debido a una riña en el baile al que asistieron en Juliantla, municipio de Taxco.
Declaró que Alba Iris, la amiga de Ardelis, hermana del padre Germaín quien resultó ilesa en el ataque, le aseguró este martes que no hubo ninguna riña ni problema alguno durante el baile.
Dijo que también le confirmó la versión de que el ataque se debió a que los sacerdotes y sus acompañantes rebasaron el vehículo en el que iban los sicarios, quienes se habrían molestado y aceleraron para adelantarse, les cerraron el paso y enseguida les dispararon.
El obispo insistió en que la agresión fue “circunstancial y fortuita” y se quejó de que existe una “guerra sucia” en contra de la Iglesia. Reconoció que fue “una imprudencia” que los sacerdotes viajaran a esa hora en una zona peligrosa, y que el padre Muñiz posara en una fotografía con un arma larga, lo que están usando ahora para perjudicarlo.
La noche del lunes el gobernador Héctor Astudillo Flores dijo al noticiero de Radio Fórmula que conduce Carlos Loret de Mola, que según las primeras investigaciones en el baile donde estaban los sacerdotes hubo un altercado porque las jóvenes que los acompañaban no quisieron bailar. El mismo móvil del ataque mencionó el fiscal Javier Oleá Peláez ayer en una conferencia de prensa.
Pero el obispo Rangel Mendoza insistió en que el ataque a los padres en la carretera fue “circunstancial y fortuito”.
Contó que este martes platicó con la amiga de la hermana del padre Germaín, quien resultó ilesa en el ataque, y que la joven le aseguró que no hubo ninguna riña, que siempre estuvieron juntos platicando, y que ellas en efecto salieron a bailar, mientras que los sacerdotes siempre estuvieron sentados en el mismo lugar.
Agregó que el testimonio de la joven le confirmó que el padre Iván, como es canta autor, y el padre Germaín a quien también le gustaba la música y cantar, iban a ofrecer su música a ver si les permitían cantar en ese baile, “eso fue todo, no hubo ninguna disputa, ninguna riña, me lo acaba de confirmar esta mujer que estuvo con los padres”.
En respuesta a la argumentación del gobernador y del fiscal, expresó que la violencia no se puede justificar de ninguna manera.
“De la investigación que se lleva hasta ahorita (por parte de la iglesia), yo sé que fue un mero incidente el que se dio. Desgraciadamente existe esta terrible violencia en el estado, y el delito en estas circunstancias fue haberlos rebasado. En otras ocasiones se ha visto que hay pleitos entre ocupantes de carro a carro y en este caso los agresores actuaron en contra de los padres porque simplemente se enojaron porque los rebasaron”, subrayó.

Nunca se había visto tanta violencia contra los sacerdotes; van 21 asesinados en este sexenio

Lamentó la violencia que en este periodo presidencial lleva ya 21 sacerdotes asesinados en México, “nunca se había visto tanta violencia en contra de los ciudadanos y en contra de los sacerdotes”, declaró.
Dijo que ante este ambiente de violencia había hecho con anterioridad recomendaciones a los sacerdotes, como evitar salir en las noches, “porque desgraciadamente a ciertas horas el crimen organizado se adueña de las carreteras”.
Al respecto reconoció que fue una “imprudencia” que los sacerdotes hayan viajado en la madrugada, “pero acuérdense que era domingo, y el padre Germaín todavía celebró la misa de seis en Mezcala, entonces terminaría a las 7 e imagínese de Mezcala para llegar a Juliantla, ya era tarde cuando llegaron y por eso se les hizo tarde en regresar, “fue una imprudencia venirse de allá a esa hora”.
Pero el clérigo justificó la asistencia de los padres a esa fiesta por el Día de La Candelaria en Juliantla. Aclaró que hay muchas fotografías del padre Iván Añorve que comprueban que él era un canta autor, y que a eso fue desde la Costa Chica a Juliantla, a ofrecer su música, “y fueron a ver si les permitían cantar en esa fiesta popular”.
De la difusión de una fotografía en la que aparece el sacerdote Germaín posando con un arma larga que circuló en las redes sociales después del ataque en el que murió, calificó como una “guerra sucia no se de quién. Me imagino pero no pudiera decir de quién”.
Explicó que la fotografía en la que aparece el padre con el arma es “antiquísima”, y que hace 8 o 10 meses la difundieron, “lo mismo me han sacado a mí una fotografía con unos delincuentes, en Los Hoyos, en la Sierra. Ustedes saben que yo como persona pública hay mucha gente que se retrata junto a mí, yo realmente no los conozco a todos, pero yo fui a la fiesta de San Isidro, fui a hacer mi labor pastoral, a ofrecer los sacramentos y a ofrecer la palabra de Dios, yo no ando metido en otras cosas”, dijo.
Insistió en que es parte de esta “guerra sucia de los enemigos de la Iglesia y enemigos personales que se valen de esto para echar lodo y para echarnos tierra”.
-¿Pero qué explicación le da al hecho de que un sacerdote aparezca con un arma larga?-preguntó el reportero.
-Fue una imprudencia del padre, sabemos que tuvo que relacionarse en Mezcala. Ahí están las minas y el padre se tuvo que relacionar para ver la manera de poder trabajar y atravesar esos territorios donde estaban los narcotraficantes, y fue una imprudencia del padre haberse sacado esa fotografía, pero de que el padre tenía que saludarlos y dialogar con ellos lo tenía que hacer, porque tenía que pasar por su territorio, si no cómo pasaba”, argumentó.

Dios quiera que se aclaren las cosas

El obispo confió en que se van a aclarar las cosas, informó que el gobernador Héctor Astudillo habló con él el lunes y le ofreció que pondrían todo el empeño para tratar de investigar esta situación.
“Dios quiera y se aclaren las cosas para bien de los padres que murieron, para bien de la Diócesis y sobretodo, para que esto sea ocasión para que pongamos todos nuestro granito de arena para que la violencia se detenga en el estado de Guerrero”.
También informó que con el gobernador platicaron desde hace dos semanas en Acapulco con el nuncio Apostólico Franco Coppola, y que estuvo de acuerdo en que haya más acercamiento con él o con otros funcionarios, y Rangel Mendoza consideró que esto servirá para aclarar cosas con las autoridades, “porque se han interpretado mal mis acciones, mis palabras y algunos de sus colaboradores en vez de abonar a esto creo que le han echado más fuego a la lumbre”.
En cuanto al señalamiento de que el Ejército protegió a Raybel Jacobo de Almonte, El Tequilero, el viernes pasado en San Miguel Totolapan en donde hubo cuatro integrantes de una autodefensa muertos, admitió que no está seguro de esa noticia porque no la había escuchado, “pero lo que yo sí digo es que algunos políticos tienen un contubernio con el crimen organizado”.
También insistió en su propuesta de dialogar con los grupos de la delincuencia “y ceder en ciertas cosas”, como ocurrió en Colombia, “yo creo que la paz es un valor grandísimo y vale la pena hacer cualquier esfuerzo para que tengamos paz y tranquilidad en el estado”. Advirtió que seguirá insistiendo al respecto, aunque “hay algunos políticos que se han sentido ofendidos con esa propuesta”.
El obispo dijo que cuando menos a él le ha funcionado el diálogo con estos grupos, y que “por lo menos en algunas zonas yo he podido andar tranquilo y en paz, lo mismo la labor de los sacerdotes ha estado fructífera, ha estado en paz. Yo creo que este diálogo que hemos tenido por lo menos nos sostiene hasta ahorita”.
Aseguró que no ha recibido amenazas del crimen organizado, aunque algunos sacerdotes sí, y que fue lo que le movió dialogar “con estas personas”.
Informó que incluso algunos le dijeron que también quieren la paz, la concordia y que no quieren más violencia. Aseguró que le han dicho que sí, son narcotraficantes, pero que no quieren ser sicarios.
A pregunta de un reportero respecto a si tiene identificadas las zonas de riesgo o de “focos rojos” en Guerrero, contestó: “pues dígame, un alacrán que parte buena tiene, donde quiera que la pise hay peligro. Hay dificultades aquí en Guerrero, como en otras partes del país”.

Reportan grave y en Terapia Intensiva a uno de los tres heridos que iban con los sacerdotes

Alejandro Guerrero

Iguala

El acompañante de los dos sacerdotes ejecutados en Taxco, Rogelio López Bárcenas de 49 años quien resultó herido, se encuentra grave en el servicio de Terapia Intensiva en el hospital general Adolfo Prieto de la cabecera municipal de Taxco.
Ayer en la tarde en un mensaje de texto, directivos del hospital confirmaron que Rogelio López no había fallecido, como se manejó en algunos medios de comunicación.
Sin dar más detalles sobre su situación médica solo se dio a conocer que el paciente se encontraba en un estado grave, y que lo mantenían en Terapia Intensiva.
El profesor de la comunidad de Mezcala, municipio de Edurado Neri, resultó con lesiones de gravedad la madrugada del lunes durante el ataque en el que fueron ejecutados los sacerdotes Iván Añorve Jaimes y Germaín Muñíz García, ambos de 40 años.
En el ataque en la carretera federal en Taxco en la salida hacia Cuernavaca cuando regresaban de un baile al que asistieron a la comunidad de Juliantla, también resultaron heridos una joven química de 25 años, hermana del cura Germaín, quien perdió el dedo índice de la mano derecha y un joven pescador de la comunidad de La Ramadita, municipio de San Marcos de nombre Oscar, de 27 años.

Demandan familiares y amigos justicia para el sacerdote Iván en Las Vigas, San Marcos

Acude al lugar y oficia la misa el arzobispo de Acapulco, Leopoldo González

Jacob Morales Antonio y Francisco Magaña

Las Vigas, San Marcos y Atoyac

El sacerdote asesinado en la carretera en Taxco, Iván Añorve Jaimes llegó hace 3 años a la comunidad de Las Vigas, San Marcos, y en diciembre pasado organizó la primera Carrera Guadalupana a la Basílica en la Ciudad de México.
Ayer durante una misa de cuerpo presente el llanto de las mujeres y jóvenes fue conmovedor.
La familia del sacerdote quien tenía nueve años dedicado a la vida eclesiástica y sus amigos exigieron justicia y castigo a los responsables del asesinato de él y del sacerdote Germaín Muñiz García.
El cuerpo del sacerdote que estuvo a cargo de la iglesia de la Sagrada Familia, descansó en el lugar donde cada domingo realizaba su homilía, ahí desde las 7:30 de la noche del lunes decenas de conocidos se despidieron de él, incluso llegaron habitantes de comunidades cercanas y de los municipios de Ayutla y Cruz Grande.
A las 8 de la mañana de ayer el arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González ofició una misa en la pequeña iglesia verde pistache en honor al padre asesinado la madrugada del lunes.
A las 10 de la mañana el ataúd donde estaba el cuerpo fue levantado y en procesión trasladado a una carroza en la carretera federal Acapulco-Pinotepa Nacional, para ser enviado a su natal San Luis la Loma, en Tecpan de Galeana, y no de Minatitlán, Veracruz como se publicó ayer.
“Viva el padre Iván” corearon los asistentes en varias ocasiones cuando el ataúd fue sacado y bendecido en la entrada de la iglesia. Adentro quedaron las flores y veladores que sus conocidos le llevaron.
En breves declaraciones el tío del sacerdote, Víctor Manuel Jaime Olea, solicitó a las autoridades justicia por la muerte de su sobrino, quien desde hace nueve años se dedicaba a la vida católica.
Con el habla cortada por el llanto incesante del dolor de la pérdida, algunas señoras dijeron que era una buena persona y dedicada al trabajo religioso en la comunidad.
El amigo y ex compañero del sacerdote, Cristian Ignacio Olea en declaraciones comentó que desde que llegó a la comunidad comenzó a trabajar y atender a los jóvenes, así como la remodelación que realizó a la iglesia. Lo recordó como a alguien que le gustaba ayudar a la gente necesitada y pobre.
“Que se haga justicia, que el gobierno busque a las personas que cometieron este homicidio”, demandó. Dijo que a Iván le gustaba tocar y cantar por ello compuso muchas canciones que hacían referencia a la religión, “para que la gente a través de la música se acerque a Dios”.
Recordó que el padre siempre avisaba a sus conocidos cada vez que salía del pueblo, pero el día que fue a Juliantla no dejó ningún recado a su amigo, quien se enteró de su muerte el lunes en la mañana.
Indicó que el sacerdote acudía de manera esporádica a las bodas de quienes casaba en la iglesia, y pocas veces salía a bailes. El amigo del sacerdote informó que hoy será enterrado en su natal San Luis la Loma.

Despedida en Atoyac

El cuerpo del padre Iván fue despedido con llanto y aplausos en Atoyac, donde estuvo como párroco en la iglesia de Santa María de la Asunción en sus inicios como sacerdote.
El féretro fue esperado en el triángulo de la Y Griega, casi una hora por habitantes de la Y griega y comunidades vecinas.
Se apostaron sobre la carretera en espera de la carroza que trasladaba al cura a la comunidad de San Luis La Loma de donde era originario, para su velorio y sepultura.
Con aplausos y una corona de flores lo recibieron los feligreses católicos, en su mayoría mujeres y niños, quienes no pudieron contener el llanto ante su llegada.
Entre llanto y una oración se le hizo una despedida de 15 minutos.
Ahí se les informó que será velado en su casa en la comunidad de San Luis La Loma y sepultado después de una misa a las 8 de la mañana el miércoles.
En San Luis La Loma el cuerpo era esperado en la entrada del pueblo con personas que portaban globos blancos y pancartas con su fotografía, así como una banda de música de viento, destacando la canción de Tu eres mi hermano del alma, del cantante brasileño Roberto Carlos.

 

Demandan familiares y amigos justicia para el sacerdote Iván en Las Vigas, San Marcos

El sacerdote asesinado en la carretera en Taxco, Iván Añorve Jaimes llegó hace 3 años a la comunidad de Las Vigas, San Marcos, y en diciembre pasado organizó la primera Carrera Guadalupana a la Basílica en la Ciudad de México.
Ayer durante una misa de cuerpo presente el llanto de las mujeres y jóvenes fue conmovedor.
La familia del sacerdote quien tenía nueve años dedicado a la vida eclesiástica y sus amigos exigieron justicia y castigo a los responsables del asesinato de él y del sacerdote Germaín Muñiz García.
El cuerpo del sacerdote que estuvo a cargo de la iglesia de la Sagrada Familia, descansó en el lugar donde cada domingo realizaba su homilía, ahí desde las 7:30 de la noche del lunes decenas de conocidos se despidieron de él, incluso llegaron habitantes de comunidades cercanas y de los municipios de Ayutla y Cruz Grande.
A las 8 de la mañana de ayer el arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González ofició una misa en la pequeña iglesia verde pistache en honor al padre asesinado la madrugada del lunes.
A las 10 de la mañana el ataúd donde estaba el cuerpo fue levantado y en procesión trasladado a una carroza en la carretera federal Acapulco-Pinotepa Nacional, para ser enviado a su natal San Luis la Loma, en Tecpan de Galeana, y no de Minatitlán, Veracruz como se publicó ayer.
“Viva el padre Iván” corearon los asistentes en varias ocasiones cuando el ataúd fue sacado y bendecido en la entrada de la iglesia. Adentro quedaron las flores y veladores que sus conocidos le llevaron.
En breves declaraciones el tío del sacerdote, Víctor Manuel Jaime Olea, solicitó a las autoridades justicia por la muerte de su sobrino, quien desde hace nueve años se dedicaba a la vida católica.
Con el habla cortada por el llanto incesante del dolor de la pérdida, algunas señoras dijeron que era una buena persona y dedicada al trabajo religioso en la comunidad.
El amigo y ex compañero del sacerdote, Cristian Ignacio Olea en declaraciones comentó que desde que llegó a la comunidad comenzó a trabajar y atender a los jóvenes, así como la remodelación que realizó a la iglesia. Lo recordó como a alguien que le gustaba ayudar a la gente necesitada y pobre.
“Que se haga justicia, que el gobierno busque a las personas que cometieron este homicidio”, demandó. Dijo que a Iván le gustaba tocar y cantar por ello compuso muchas canciones que hacían referencia a la religión, “para que la gente a través de la música se acerque a Dios”.
Recordó que el padre siempre avisaba a sus conocidos cada vez que salía del pueblo, pero el día que fue a Juliantla no dejó ningún recado a su amigo, quien se enteró de su muerte el lunes en la mañana.
Indicó que el sacerdote acudía de manera esporádica a las bodas de quienes casaba en la iglesia, y pocas veces salía a bailes. El amigo del sacerdote informó que hoy será enterrado en su natal San Luis la Loma.

Despedida en Atoyac

El cuerpo del padre Iván fue despedido con llanto y aplausos en Atoyac, donde estuvo como párroco en la iglesia de Santa María de la Asunción en sus inicios como sacerdote.
El féretro fue esperado en el triángulo de la Y Griega, casi una hora por habitantes de la Y griega y comunidades vecinas.
Se apostaron sobre la carretera en espera de la carroza que trasladaba al cura a la comunidad de San Luis La Loma de donde era originario, para su velorio y sepultura.
Con aplausos y una corona de flores lo recibieron los feligreses católicos, en su mayoría mujeres y niños, quienes no pudieron contener el llanto ante su llegada.
Entre llanto y una oración se le hizo una despedida de 15 minutos.
Ahí se les informó que será velado en su casa en la comunidad de San Luis La Loma y sepultado después de una misa a las 8 de la mañana el miércoles.
En San Luis La Loma el cuerpo era esperado en la entrada del pueblo con personas que portaban globos blancos y pancartas con su fotografía, así como una banda de música de viento, destacando la canción de Tu eres mi hermano del alma, del cantante brasileño Roberto Carlos.

 

 

Murió el martes de cáncer el sacerdote de la Catedral de Chilapa; encabezó en 2014 una marcha por la paz

La tarde de este martes el sacerdote Javier Aurelio Casarrubias Carballido que estuvo al frente de la Catedral de Chilapa durante 30 años falleció de cáncer en esta ciudad; el padre encabezó en 2014 una marcha para pedir paz en el municipio.
El presbítero originario de Chilapa tenía 78 años, fue velado este martes en la Catedral y sepultado la tarde de ayer en la explanada de la Catedral, a unos metros de la torre izquierda.
El 24 de febrero de este año cumplió 50 años como sacerdote, familiares y seguidores le celebraron lo que llamaron las bodas de oro sacerdotales, donde anunció su retiro.
En octubre de 1990 a la Catedral de Chilapa le fue retirada la sede episcopal y fue trasladada a Chilpancingo, lo que provocó un conflicto entre el padre Javier Casarrubias acompañado de un grupo de feligreses con el entonces obispo Efrén Ramos Salazar, quien demandó penalmente al sacerdote por amenazas.
Casarrubias Carballido encabezó los trabajos de remodelación de la fachada interior y exterior de la Catedral, además lideró procesiones con autoridades civiles priistas y católicos cargando la imagen de un cristo grande para pedir paz en Chilapa.
El 20 de julio de 2014, el padre Casarrubias Carballido convocó y encabezó una marcha en la que unos 500 católicos de la cabecera municipal de Chilapa pidieron paz, luego de los enfrentamiento y ejecuciones entre civiles armados del crimen organizado y policías estatales el 8 y 9 de ese mes, que dejó 14 muertos y una decena de heridos.
El 26 de abril de 2015, el sacerdote ofició una misa especial para los seguidores del candidato a la alcaldía por el PRD, Miguel Contorán y del candidato a diputado local, Jorge Casarrubias.
En esa actividad criticó al presidente, Enrique Peña Nieto, a quien acusó, “habla y habla, dice que vamos caminando, cuando el dólar cuesta más de 15 pesos”.

Por la violencia mucha gente tiene muerta su fe y esperanza, critica sacerdote católico

Cientos de familias acudieron ayer a los panteones por el Día de Muertos adultos para dejar flores, como se observó en Las Cruces y en el Valle de la Luz, donde desde muy temprano la gente empezó a llegar. En todos los lugares había vigilancia de policías federales.
En el panteón de Las Cruces se ofició una misa por los fieles difuntos, donde se oró por la paz en Acapulco, Guerrero y México, y donde el sacerdote comentó que ante lo que sucede con la violencia mucha gente está muerta en vida, “tienen muerta su fe y su esperanza”.
El padre Antonio, de la parroquia de San Rafael Arcángel, que abarca colonias con alto índice de violencia como Ciudad Renacimiento, La Zapata y La Sabana, pidió que “Dios nos dé siempre su paz”.
Indicó que esa misa era por todos los fieles difuntos y que se unían a las otras iglesias, que los rituales que se hacen en estos días es expresar la fe que se tiene en Jesucristo.
Lamentó que muchos están como muertos en su fe y en su esperanza porque “nos hemos ido dejando llevar por la corriente del mundo que no busca otra cosa que separarnos de Dios”.
El sacerdote criticó que la gente se deje llevar por tradiciones ajenas a la fe católica, como disfrazarse para el Halloween que nada tiene que ver con la fe católica.
Unas 100 personas escucharon la misa que se dio a la entrada del panteón de Las Cruces, y al finalizar la gente colocó en un recipiente los nombres de sus familiares y fueron quemados para que el humo fuera llevado por el viento como mensaje.
De acuerdo con el director Protección Civil municipal, Carlos Alberto Amezcua, al mediodía habían llegado al panteón unas 15 mil personas y esperaba que fuera el doble al finalizar la jornada.
Indicó que a esa hora no tenían reporte de incidencias y el operativo con más de 500 personas de diversas dependencias estaban funcionando de manera exitosa.
En el lugar se pudo apreciar a cientos de familias llegar con ramos de flores de cempasúchil y terciopelo. Otras llevaban rosas rojas. Había niños que acarreaban un tambo de agua por 10 pesos o los músicos que ofrecían canciones, una por 50 pesos y tres por 100.
Mientras en el panteón Valle de la Luz también la gente visitó las tumbas, las cuales lucían coloridas en amarrillo y rojo.
Allí familias acomodaban las flores y otras estaban sentadas en el pasto con sombrillas para cubrirse de los intensos rayos del sol del mediodía, mientras comían y tomaban cervezas. En varias tumbas se tenían música con canciones como Amor eterno, Libro abierto o Mi querido viejo.
Al entrar al panteón de Valle de la Luz estaban las promotoras para ofrecer capillas y ahora “morirse sale caro”, se escuchó decir a una señora cuando le informaban de los precios con descuentos: una capilla familiar con capacidad para seis gavetas y seis osarios tiene un valor de más de 330 mil pesos.

Denuncia el comisario de Petaquillas que el FUSDEG amenazó con secuestrarlo el sábado


El comisario de Petaquillas, Mario Flores Castrejón, denunció que el grupo de la Policía Comunitaria del Frente Unido por la Seguridad y el Desarrollo de los Pueblos de Guerrero (FUSDEG), con el que mantiene la pugna en la comunidad, amenazó con secuestrarlo y vigilarlo afuera de su vivienda, tras el enfrentamiento a golpes y balazos del sábado en Petaquillas.
Asimismo, pobladores y policías comunitarios allegados al comisario advirtieron que el párroco de la iglesia de San Agustín de la comunidad, Antonio Salgado Bravo, ha favorecido al grupo del FUSDEG, “apoyándolos económicamente, acompañándolos en sus asambleas y guardando sus armas en la iglesia”.
Además, denunciaron que en sus actividades religiosas, el párroco “discrimina”, al comisario Mario Flores y a los feligreses que lo apoyan, a quienes incluso ha retirado personalmente de la iglesia de Petaquillas.
El joven David Carbajal Jiménez aseguró que después del segundo enfrentamiento a golpes debajo del puente de la carretera federal México-Acapulco, del sábado, fue forzado por el grupo opositor para ingresar a la iglesia, “donde me sentaron en una silla con una soga al cuello, porque me iban a colgar frente al padre”.
La tarde del sábado los dos grupos se enfrentaron a balazos y a golpes en Petaquillas en dos ocasiones, y quedaron seis heridos y siete retenidos.
Los siete retenidos por los policías comunitarios del FUSDEG de Petaquillas y vecinos de la comunidad allegados al comisario Mario Flores Castrejón, fueron liberados la madrugada del domingo, con la intervención de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos (Codehum)
Ayer al mediodía, cinco de los policías de Petaquillas que fueron liberados, tras enfrentarse con el grupo del FUSDEG, acudieron al Ministerio Público de Chilpancingo a rendir su declaración, acompañados de familiares, esposas y personas allegadas al comisario Flores Castrejón.
En el interior del inmueble, los declarantes ofrecieron su versión de lo ocurrido en Petaquillas, mientras que sus acompañantes reconocieron que la comunidad vive días “agitados y de alta tensión”, por la división que prevalece en el poblado.
Aseguraron que una de las causas es la injerencia en el conflicto del párroco, Antonio Salgado Bravo, quien lleva unos 15 años al frente de la iglesia de San Agustín, y que actualmente favorece en sus decisiones al FUSDEG, asentado en el barrio de San Agustín, pese a que debería ser “imparcial” para obtener la pacificación del pueblo.
Ahí, la señora, Perla Atrisco Abarca, relató que en su sermón en las misas, el párroco discrimina al comisario, y amenaza a sus simpatizantes, “que no ingresarán a la iglesia porque los va a correr”, lo que ya ha cumplido varias ocasiones, cuando acude a retirarlos de la iglesia, “lo que es injusto, porque él no es dueño de la iglesia, sino el pueblo”.
Explicó que su última intervención fue tras el segundo enfrentamiento a golpes debajo del puente de la carretera federal México-Acapulco, en el acceso a Petaquillas, del sábado pasado.
Indicó que luego del conato a golpes, los pobladores afines al comisario regresaron a la Comisaría, donde observaron que el párroco convocó a una asamblea en la iglesia, que se ubicada frente a la jefatura, y al transitar por esa zona, uno de los líderes que encabeza el movimiento que apoya al FUSDEG, Marcos Godínez, “salió con una bocina gritando que retuvieran al comisario”, lo que ocasionó una nueva gresca y la captura de un joven que fue forzado para ingresar a la parroquia, y “lo sentaron en una silla y le pusieron una cuerda en el cuello, porque lo iban a ahorcar en presencia del sacerdote”.
Al relato llegó el joven David Carbajal Jiménez, quien fue el que sufrió el incidente, y previamente había rendido su declaración ante el Ministerio Público.
El muchacho, de unos 21 años, dijo que luego de enfrentarse a golpes con el grupo opositor, al regresar a la Comisaría, “el señor Marco Godínez, junto con Alma Godínez, Reyna Godínez y Alejo Espinosa, (quienes encabezan el FUSDEG), gritaron y amontonados me agarraron, y me pusieron una soga del cuello porque decían que me iban a colgar adentro de la iglesia”.
Abundó que aparentemente fue retenido para un “intercambio” por el comisario Mario Flores, quien no se encontraba en ese momento, además por portar ilícitamente un arma, “cuando ni siquiera he portado alguna, pero esa acusación es responsabilidad del padre”.
Indicó que luego de ser hostigado, fue liberado bajo amenazas, “y el cura presenció todo porque estaba ahí”. Exigió la destitución del párroco porque con sus decisiones ha incrementado la división en la comunidad, dijo el joven.
La señora Perla Petrisco agregó que debido a las irregularidades del párroco Antonio Salgado, hace tres semanas pidieron al obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel, su “destitución inmediata”.
Detalló que en el oficio remarcaron que el cura debe salir de Petaquillas, “por intervenir en asuntos políticos del pueblo, utilizando los eventos de la iglesia para denigrar la imagen de la autoridad municipal, ya que a él le corresponde estar en la parroquia más no en los asuntos políticos”.
Además de que en los festejos en honor al santo patrón San Agustín, se negaba a recibir a los pueblos invitados por la Comisaría, como Acahuizotla, Tepechicotlán, el Ocotito y el Calvario, “por sus rencillas que mantiene con el comisario”, aunque lamentó que no han tenido resultados favorables con el obispo Rangel Mendoza.
Abundó que en las asambleas convocadas por la población, acude únicamente con el grupo opositor, “tomando el micrófono para hablar en contra del comisario, incluso guardando armas en la iglesia; él como sacerdote debería pregonar la paz por el pueblo, y no solamente por unos cuantos”.
Por su parte, la señora Apolinar Vázquez indicó que pertenece a un grupo de la Adoración Nocturna en la parroquia, “pero ya no he asistido a la iglesia porque me comentan que las compañeras que van nos tiran indirectas”.
Posteriormente, en llamada telefónica al reportero, el comisario Mario Flores remarcó que fue amenazado de “secuestro” por el grupo del FUSDEG, tras su reunión en la iglesia de Petaquillas.
Indicó que de acuerdo con la información proporcionada por gente retenida y golpeada en la iglesia, el “mensaje” de su secuestro fue enviado por uno de los cabecillas del FUSDEG, Marcos Godínez.

Las autoridades no están rebasadas, pero tienen limitantes, dice el párroco de la catedral




El sacerdote Miguel Contreras Aguilar negó que la inseguridad en el puerto haya rebasado a las autoridades, aunque consideró que tienen limitantes para combatirla.
Entrevistado luego de la misa dominical en la catedral, que tradicionalmente oficia el arzobispo Felipe Aguirre Franco, Contreras Aguilar destacó que “ya es demasiada la situación que vivimos de inseguridad y de asesinatos”, porque dijo que los ciudadanos deben vivir con amor a pesar de las injusticias.
La semana pasada, el alcalde de Acapulco, Félix Salgado Macedonio, fue amenazado públicamente en un noticiero radiofónico y le advirtieron de más ejecuciones.
Además, la madrugada de este sábado, murió el delegado de Transportes en Acapulco, Salvador Melesio Montiel, luego de que fuera baleado por tres personas a bordo de una camioneta Jeep Liberty color negro, que le dispararan con un rifle AK-47.
Al respecto, Contreras Aguilar negó que la inseguridad en Acapulco haya rebasado a las autoridades, aunque dijo, “sí se ven limitadas”, porque el gobierno federal, estatal y municipal “necesitan del apoyo de cada uno de nosotros, del pueblo en general, si nosotros permitimos tantas cosas también somos culpables como pueblo”.
Agregó que la Iglesia siempre se ha preocupado por todos, sean funcionarios o ciudadanos, “la Iglesia siempre proclama por tener paz y ante estas circunstancias que se han presentado últimamente, nos seguiremos proclamando por el diálogo y el respeto, pues de otra manera nos lleva la inseguridad, que significa miedo y eso denigra la dignidad del hombre”.
El párroco dijo que la sociedad debe manifestarse pero no sólo con marchas, sino con sus actos de la vida cotidiana, “queremos paz, necesitamos esa paz, armonía, diálogo”.

Acusan al cura de Zapotitlán y Acatepec de matar a golpes a un indígena en 1995

El párroco Adrián Ramírez Ventura ha señalado por golpear a campesinos, cobrar tarifas elevadas por servicios religiosos y emborracharse antes de oficiar misa, y aún así el gobierno estatal no ha procedido a expulsarlo del pueblo, denuncia ex alcalde en un documento

 Zacarías Cervantes Chilpancingo A pesar de que el sacerdote que oficia en Zapotitlán Tablas y Acatepec, Adrián Ramírez Ventura, ha sido acusado de golpear a indígenas, e incluso en 1995 uno de ellos falleció por los golpes, y que el cabildo y las autoridades comunales que fungían ese periodo acordaron expulsarlo, a la fecha el ministro sigue oficiando en ambos municipios.

Las irregularidades y atropellos que ha cometido el clérigo datan de 1993, cuando llegó a los municipios de Zapotitlán y Acatepec, según se detalla en una minuta de acuerdos que firmaron en 1996 los integrantes del cabildo, presidido por Antonio González García, así como representantes de Bienes Comunales y 172 “principales” del municipio de Acatepec.

En dicho documento se señala que en octubre de 1995, el sacerdote Ramírez Ventura golpeó “salvajemente” al campesino Rafael Santiago Marcelino, quien posteriormente falleció a consecuencia de los golpes en la comunidad de El Llano, municipio de Acatepec.

Se indica que, también en estado de ebriedad, golpeó “salvajemente”               en 1996 al indígena Angelito Toribio, en la comunidad de Barranca Piña, también de ese municipio.

El clérigo es acusado, asimismo, por el ex presidente municipal Antonio González de tener una adeudo con la comuna que presidió en el trienio de 1993 a 1996, de 8 mil pesos.

Según el ex alcalde, el sacerdote pidió el dinero prestado para el obispo de Tlapa, Alejo Zavala Castro, para una supuesta obra, pero dijo que el recurso nunca fue devuelto.

Otras de las quejas en contra del párroco es que desde el púlpito agrede verbalmente a las autoridades municipales y a sus propios feligreses, a quienes califica de “ignorantes pendejos”.

Debido a ello, los integrantes del cabildo, presidido por González García, así como las autoridades comunales y 172 “principales” de los pueblos acordaron expulsarlo de su demarcación en marzo de 1996, pero el párroco sigue en la región y cometiendo arbitrariedades, dijo González García.

El la minuta de acuerdos se señala que el clérigo Ramírez Ventura, cuando visita las localidades, “antes de oficiar misa se embriaga con los fiscales, mayordomos y con los principales, y ya en estado de embriaguez pierde totalmente el sentido y en forma descontrolada lanza una serie de improperios, insultos, palabras obscenas, y en ocasiones ha llegado hasta a golpear a los fiscales, principales o mayordomos”.

En el documento se agrega que en 1994, el religioso agredió verbalmente e intentó golpear al entonces presidente municipal Antonio González García, pero que intervino la Policía Municipal.

Otro de los señalamientos es que Ramírez Ventura no tiene una tarifa fija por sus servicios, pues las misas, los bautizos y confirmaciones “las cobra a su antojo”, desde 30 y hasta 200 pesos, “aunque a veces sólo balbucea palabras que no se entienden por su estado de embriaguez”.

El ex alcalde González García informó que ya en el 2000, Ramírez Ventura provocó un conato de violencia al tratar de apropiarse por la fuerza del templo mayor de Acatepec, mientras que en 2002 corrió a los misioneros Clariteanos que hacen trabajo social en las comunidades de ese municipio.

“Estos misioneros entraron en conflicto con el señalado sacerdote y con el obispo de Tlapa, pero la gente de las comunidades luchó porque los misioneros se quedaran en las localidades de Yerba Santa y Plan de Gatica”, dijo el ex alcalde.

Indicó que a pesar de que estas denuncias se presentaron en su momento ante el gobierno estatal, ante el obispo Alejo Zavala, a la Secretaría de Gobernación y ante la Comisión Estatal de Defensa de los Derechos Humanos, “nuestros documentos fueron a dar al cesto de la basura, el gobierno no quiere un enfrentamiento con el obispado de La Montaña, por lo que la gente de Acatepec ha tenido que tragarse su coraje e indignación”.