Sigue estancado el caso de El Charco y el gobierno las tiene en el olvido, denuncian viudas

Una de las viudas de la masacre de El Charco, Eustolia Castro Ramírez en el panteón de Las Cruces en Acapulco Foto: Ramón Gracida

Ramón Gracida Gómez

El caso de la masacre de El Charco está estancado y las viudas siguen en el olvido, denunció uno de ellas, Eustolia Castro Ramírez, quien acudió ayer con otra de las viudas, Catalina Leobardo Aurelia, al homenaje de los guerrilleros del Movimiento de Accio?n Revolucionaria (MAR), en el panteón de Las Cruces.
Después del evento, recordó que la masacre de El Charco, comunidad del municipio de Ayutla de los Libres, fue el 7 de junio de 1998, donde militares asesinaron a 10 campesinos y un estudiante de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y desde aquel año hubo apoyo de organizaciones sociales.
Al principio su caso fue llevado por la Red Solidaria Década Contra la Impunidad y luego por el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, cuyo director y también comisionado del Mecanismo de Esclarecimiento Histórico de la Comisión de la Verdad, Abel Barrera Hernández, participó en homenaje de los guerrilleros en Acapulco, uno de ellos, José Luis Martínez Pérez, enterrado en el panteón de Las Cruces.
El caso fue presentado a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en 2012 y en 2018 declaró admisible la petición, pero a partir de ese año ya no hubo respuesta del gobierno mexicano, señaló Castro Ramírez a El Sur.
“Y pues ahorita nosotros hemos estado esperando”, dijo la esposa de José Rivera Morales, uno de los indígenas asesinados, y señaló que continúan realizando las conmemoraciones para recordar la masacre y difundir el caso porque “el gobierno ha hecho caso omiso del tema”.
Castro Ramírez declaró: “por eso ahí hemos estado estancados porque el caso no puede seguir y hasta ahorita no hemos tenido una respuesta ni nada de parte del gobierno” y recalcó que las viudas quieren el esclarecimiento del caso y justicia.
Comentó que el grupo de familiares creyó que iba a ser más fácil avanzar con la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de México, “pero por lo que vimos, pues ni cara le vimos, o sea, nunca tuvimos esa oportunidad de tener ese acercamiento con ellos como caso de la masacre de El Charco”.
Castro Ramírez expuso que las viudas viven en sus comunidades y se encuentran “en abandono como cualquier otras indígenas”, cada quien vive como puede en el municipio. Ella tenía 18 cuando asesinaron a su esposo José Rivera, y su compañera Catalina Leobardo Aurelia tenía 22 años.
Sus hijos ya son grandes, de quienes fueron padre y madre porque no tuvieron ningún tipo de apoyo de parte del gobierno, declaró la mujer indígena y agregó que la falta de oportunidades no les permitió llevarlos a la escuela; por ejemplo, su hija realiza trabajo doméstico en una casa particular.
Castro Ramírez tiene 43 años, vive actualmente en la cabecera municipal de Ayutla y mencionó que hace unos años gestionó un recurso para construcción de casas para los desplazados como ella que rentaba, ante la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) –hoy Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI)–, e incluyó el nombre de sus compañeras, “pero en sí no fue apoyo para las viudas”, recalcó.

 

Irán bajo su propia responsabilidad quienes visiten los panteones, dice la directora

Fachada del panteón de Las Cruces ayer antes de mediodía en la víspera del Día de Muertos Foto: Karina Contreras

Karina Contreras

Los panteones de Acapulco estarán abiertos para la conmemoración del Día de Muertos, aunque la directora de Panteones y Velatorios, María de Lourdes Cristiano Jaime, dijo que será bajo la propia responsabilidad de los que acudan, porque reconoció que en estos momentos no existen las condiciones para visitarlos.
En el panteón de Las Cruces se vio a algunas personas limpiando la entrada, quienes comentaron que hoy estará abierto para las personas que quieran acudir.
Mientras, en entrevista, la directora de Panteones y Velatorios, María de Lourdes Cristiano, informó que los panteones estarán abiertos, pero las personas que acudan será bajo su “responsabilidad”.
La funcionaria pidió a las personas que acudan con mucha precaución, aunque no es recomendable que los visiten, porque hay árboles caídos.
Indicó que el panteón más afectado fue el ubicado en Las Cruces, por la caída de árboles.
Mientras que el menos afectado es el panteón de El Palmar, donde hubo dos deslaves, los cuales ya fueron retirados. Indicó que no habrá las condiciones como en años pasados, por la emergencia que se está dando por el impacto del huracán Otis en Acapulco.
Al dar un recorrido por el panteón de Las Cruces se observó que en varias tumbas cayeron los árboles, luego del impacto de Otis en Acapulco, por lo que si los familiares acuden tendrán que limpiar.
En la entrada se observó que se estaban cortando los árboles y afuera del mismo había ramas amontonadas.
De los 25 puestos que venden flores al lado del panteón de Las Cruces, la mayoría de ellos están vacíos, mientras otros rescatan la poca flor que les quedó y le quitan las hojas podridas para poder venderlas.
Las rosas empaquetadas tienen un precio de 50 pesos, aunque se ven quemadas, y uno de los comerciantes comentó que están rematando lo poco que pudieron rescatar de las inundaciones que dejó el huracán Otis en el puerto.
Los ramos de otro tipo de flores están en 25 pesos y el comerciante lamentó la situación, porque los vendedores esperaban esta fecha para tener buenas ventas, lo que no será así sino al contrario, quedaron endeudados, porque era a crédito la mercancía que les había llegado unos un día antes del huracán categoría 5.

 

Por la violencia mucha gente tiene muerta su fe y esperanza, critica sacerdote católico

Cientos de familias acudieron ayer a los panteones por el Día de Muertos adultos para dejar flores, como se observó en Las Cruces y en el Valle de la Luz, donde desde muy temprano la gente empezó a llegar. En todos los lugares había vigilancia de policías federales.
En el panteón de Las Cruces se ofició una misa por los fieles difuntos, donde se oró por la paz en Acapulco, Guerrero y México, y donde el sacerdote comentó que ante lo que sucede con la violencia mucha gente está muerta en vida, “tienen muerta su fe y su esperanza”.
El padre Antonio, de la parroquia de San Rafael Arcángel, que abarca colonias con alto índice de violencia como Ciudad Renacimiento, La Zapata y La Sabana, pidió que “Dios nos dé siempre su paz”.
Indicó que esa misa era por todos los fieles difuntos y que se unían a las otras iglesias, que los rituales que se hacen en estos días es expresar la fe que se tiene en Jesucristo.
Lamentó que muchos están como muertos en su fe y en su esperanza porque “nos hemos ido dejando llevar por la corriente del mundo que no busca otra cosa que separarnos de Dios”.
El sacerdote criticó que la gente se deje llevar por tradiciones ajenas a la fe católica, como disfrazarse para el Halloween que nada tiene que ver con la fe católica.
Unas 100 personas escucharon la misa que se dio a la entrada del panteón de Las Cruces, y al finalizar la gente colocó en un recipiente los nombres de sus familiares y fueron quemados para que el humo fuera llevado por el viento como mensaje.
De acuerdo con el director Protección Civil municipal, Carlos Alberto Amezcua, al mediodía habían llegado al panteón unas 15 mil personas y esperaba que fuera el doble al finalizar la jornada.
Indicó que a esa hora no tenían reporte de incidencias y el operativo con más de 500 personas de diversas dependencias estaban funcionando de manera exitosa.
En el lugar se pudo apreciar a cientos de familias llegar con ramos de flores de cempasúchil y terciopelo. Otras llevaban rosas rojas. Había niños que acarreaban un tambo de agua por 10 pesos o los músicos que ofrecían canciones, una por 50 pesos y tres por 100.
Mientras en el panteón Valle de la Luz también la gente visitó las tumbas, las cuales lucían coloridas en amarrillo y rojo.
Allí familias acomodaban las flores y otras estaban sentadas en el pasto con sombrillas para cubrirse de los intensos rayos del sol del mediodía, mientras comían y tomaban cervezas. En varias tumbas se tenían música con canciones como Amor eterno, Libro abierto o Mi querido viejo.
Al entrar al panteón de Valle de la Luz estaban las promotoras para ofrecer capillas y ahora “morirse sale caro”, se escuchó decir a una señora cuando le informaban de los precios con descuentos: una capilla familiar con capacidad para seis gavetas y seis osarios tiene un valor de más de 330 mil pesos.