Familia damnificada por Otis pasa triste la Nochebuena por sus “muchas pérdidas”

Aurora Harrison

Fue una celebración de Nochebuena “triste”, debido a los daños que sufrió su vivienda por el huracán Otis que se voló el techo, se cuartearon las paredes casi a punto de colapsar por los vientos, agradecido porque estar con vida, y sus hijos, dijo Jesús Galván Miranda, vecino de la avenida Gran Vía Tropical, del fraccionamiento Las Playas.
En la casa de un piso, construida de concreto, ubicada en la calle Privada de San Marcos, del fraccionamiento Las Playas, han pasado dos meses desde que el huracán los dejó sin techo, y no ha podido reconstruirlo porque no hay material en las tiendas y los albañiles se encuentran con mucha demanda de trabajo y no se dan abasto.
Afuera en el patio hay un adorno navideño, sillas y las bolsas de plástico con los residuos de la cena de Nochebuena. Era pollo relleno. Estuvo con su esposa, hijos y nietos.
“Una Nochebuena diferente, no hubo movimiento como en otros años que hay cuetes, música, y todo, ahora no, estuvo muy tranquilo. Yo me la pasé bien porque estuve con mi familia, pero triste a la vez por ver mi casa que no la puedo reparar y porque perdí mi carro, que era la fuente de ingresos en mi familia”, platicó Jesús Galván sentado en su sillón.
Abundó que vendió su taxi al deshuesadero porque ya no servía y es que recordó que a su carro le cayeron árboles, postes dejándolo inservible para manejar.
Han trascurrido dos meses desde que impactó el huracán y debido a que el material para la construcción está escaso, puso algunas maderas, lonas y colchas como techo para cubrirse del sol y evitar que sus pertenencias se mojen con las lluvias que han caído.
“Los trabajos de reconstrucción ahí van, por lo menos tengo donde dormir, donde comer y espero que para enero este desocupado el albañil y levantar todo, porque me falta poner el block”, dijo al tiempo que mencionó que este fenómeno deja muchas experiencias una de ellas es que “su casa fue pérdida total y no nos dieron lo que habían dicho”.
Agregó que con el apoyo que el gobierno federal le otorgó en una primera parte para la reconstrucción, “no me va alcanzar para reparar toda mi casa, me faltaría toda la parte de abajo que estaba techado todo, se llevó trastes, se llevó todo”. En la plática interrumpe la esposa y precisa que la parte de abajo era un negocio de venta de comida.
“No sé porque no me dieron lo que dijo López Obrador, me dieron 17 mil 500 pesos, y para este segundo pago están poniendo muchas trabas, porque no tengo título de propiedad, a pesar de que llevo 37 años viviendo en ese domicilio”, dijo Galván Miranda. Mencionó que son 9 mil pesos nada más de las láminas que tiene que comprar, más la graba, arena, y luego los 4 mil pesos por cada semana que cobrará el albañil y serán cuatro.
Actualmente no tiene puertas ni su entrada principal, porque el portón lo tiró.
Tampoco en las recamaras. El área de baño lo esta cubriendo con unos colchones. Cuenta que su proceso de reconstrucción será más lento, pero que lo hará para tener una mejor vivienda.