A tres años del crimen, exige la familia de Rocío Mesino al fiscal Olea investigar su asesinato

 

A tres años del asesinato de la líder de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS), Rocío Mesino Mesino, las investigaciones se encuentran en cero y el caso permanece en la impunidad.
La hermana de la víctima, Norma Mesino, denunció este lunes que el gobierno se niega a investigar la línea política como el principal móvil y que a los familiares les han negado el derecho a copias del expediente.
El de Rocío Mesino es uno de los 13 asesinatos de líderes sociales que se cometieron durante el 2013, cuando gobernaba Ángel Aguirre Rivero, mismos que no se han investigado porque el responsable “fue el Estado”, declaró Norma Mesino.
Rocío Mesino fue asesinada cerca de la comunidad de Mexcaltepec, municipio de Atoyac, el 19 de octubre del 2013, cuando acompañada de familiares, entre ellos su hermana Norma y unos 60 trabajadores, supervisaba la rehabilitación de un puente colapsado por las lluvias ocasionadas por la tormenta tropical Manuel y el huracán Ingrid de ese año.
“Nosotros como organización y como familia hemos aportado todo lo que nos correspondía en la denuncia ante el Ministerio Público, pero aun así hubo mucha presión de parte de los ministeriales”, denunció Norma Mesino.
Dijo que el de su hermana no es un caso aislado y que hay responsables materiales e intelectuales, “es un caso que estaba muy preparado y las personas que hicieron este trabajo lo hicieron con toda la impunidad y con el respaldo de la policía municipal, Ministerial y del Ejército”.
Recordó que el lugar en donde la asesinaron está a sólo cinco minutos de donde había un cuartel del Ejército, en lo que antes era el Instituto del Café.
También declaró que el día de los hechos, cuando pasó por ese lugar, unos cuatro minutos después, les pidió a los militares que instalaran un retén, “pero no lo hicieron y los asesinos pasaron libremente”.
Aseguró que desde el principio ha visto todo el respaldo del gobierno a quienes cometieron el crimen, como también se está viendo ahora con la Fiscalía, “por eso le exigimos a este gobierno que no solamente se interese por investigar los casos de los últimos 11 meses que le corresponden, como dijo el fiscal, los casos de ejecuciones extrajudiciales no prescriben”, expresó.
Con el de Rocío Mesino, en el gobierno de Aguirre Rivero, sólo en el 2013, se cometieron 13 asesinatos de dirigentes sociales. Los más emblemáticos son los del dirigente de Unidad Popular de Iguala (UP), Arturo Hernández Cardona, y dos de sus compañeros; el del dirigente de la Liga Agraria Revolucionaria del Sur Emiliano Zapata (LARSEZ), Raymundo Velásquez Flores y dos de sus compañeros; el del dirigente de la Organización de Productores de la Costa Grande (OPCG), Luís Olivares Enríquez, y su esposa.
Norma Mesino criticó que el fiscal Xavier Olea Peláez haya dicho que no está investigando el caso de su hermana porque no ocurrió durante este periodo o no es reciente, “él está al frente de una institución que debe procurar justicia y darle seguimiento a los casos y no fomentar la impunidad”, dijo en referencia a las declaraciones del fiscal la semana pasada en el sentido de que no hay “nada nuevo” en el caso y que carece de un “presupuesto razonable” para darle seguimiento.
“Nosotros le contestamos que él está obligado a darle seguimiento al caso, porque es un funcionario público y está cobrando un salario que le llega de los impuestos de los ciudadanos”, dijo.
Denunció que las declaraciones del fiscal reflejan que este gobierno “viene a cerrar los pactos de impunidad”.
Mesino Mesino insistió que tres años después el caso de su hermana está igual, en ceros, “y por lo pronto nosotros hacemos responsable a este fiscal porque desde la Fiscalía se nos está cerrando el derecho a la justicia”.

La línea política

Agregó que no hay duda que el responsable del asesinato de su hermana “fue el Estado”, por ser el responsable de la seguridad y la procuración de justicia y porque “la línea principal es el ámbito político, pues Rocío afectó intereses de políticos corruptos de la región pero con respaldo, amigos e impunidad que les dan en el gobierno del estado”, acusó.
Además, explicó que el gobierno también es responsable porque el asesinato sucedió en un contexto de linchamiento y cuando se quería acabar con la lucha social y quitar de en medio a todo activista social con el que no pudieran negociar”, manifestó.
Añadió que tres años después, la Fiscalía ni siquiera les ha concedido el derecho de tener una copia del expediente, y que tampoco saben qué juzgado lleva el caso, aunque recientemente les informaron que el expediente lo tienen en el Ministerio Público de Chilpancingo y no en los de la Costa Grande “para no ser manoseado”.
Para integrar el expediente que la entonces Procuraduría General de Justicia elaboró, citó a declarar a los ex presidentes municipales de Tecpan, Nadín Torralba Mejía, y de Heliodoro Castillo, Olaguer Hernández Flores, pero nunca se conoció el contenido ni los avances de las investigaciones.
Un año después del homicidio, agentes ministeriales detuvieron a Joel Hernández López, chofer de Norma Mesino, acusado por el homicidio. Sin embargo ella denunció que se trató de una represión en contra de la OCSS puesto que su colaborador fue torturado “de manera cruel”.
Joel fue liberado 8 días después por la presión de los organismos de derechos humanos.
Sin embargo, la Procuraduría no investigó al ex alcalde de Atoyac, el perredista Armando Bello Gómez, a quien la familia de Mesino señaló directamente por los desencuentros que siempre tuvo con Rocío. El ex edil, incluso, después fue electo consejero del PRD.

Rocío presagió su muerte

El 19 de octubre del 2013, Rocío se levantó temprano, serían entre las 6 o 6 y media de la mañana. Sus familiares recuerdan que la vieron alegre y entusiasmada, pero a las 8 y media cuando desayunaban, una preocupación se le vino de pronto: “fíjate, mientras unos están planeando como sacar adelante su proyecto de vida, otros, ahorita, están planeando como matarnos”, le expresó a Norma.
Cinco horas después, (a la una de la tarde) un pistolero le pegó un tiro por la espalda y cuando ya se retiraba todavía regresó y le disparó dos más para asegurarse que no quedara viva.
El día que la mataron, durante el desayuno, Rocío platicó con sus hermanas Norma y Eugenia sobre la situación de violencia que se estaba viviendo en el municipio. Un día antes habían asesinado a unos campesinos en la comunidad de El Paraíso.
“Me comentó que cómo era posible que con los problemas que había dejado la tormenta Manuel y que estábamos en una situación muy devastadora en el municipio, todavía había quienes estaban pensando en asesinar”, recuerda Norma que le dijo esa mañana.
“Me dijo: tú no sabes, imagínate tú estás haciendo un proyecto de tu vida y otros están planeando en asesinarte”.
Le mencionó el caso de los asesinados en El Paraíso: “imagínate esas personas ni se imaginaron que los iban a matar cuando otros estaban planeando cómo matarlos”.
Rocío estaba apresurada porque quería que se terminara la construcción del puente de Mexcaltepec, que comunica a 18 pueblos de la Sierra de Atoyac y que habían quedado incomunicados al caerse la estructura con las lluvias de la tormenta tropical Manuel y el huracán Ingrid.
Después del desayuno Rocío se paró y les dijo que se adelantaba a Mexcaltepec. Allí Roció tenía instalado un comedor popular y le daba de comer a más de 150 campesinas y campesinos que estaban trabajando llenando bolsas de arena para hacer un puente provisional parecido al de Coyuca de Benítez para que pudieran pasar los vehículos con medicinas y alimentos a esos pueblos.
A las 9 de la mañana salió muy rápido a Mexcaltepec.
“Yo me quedé con mi hermana (Eugenia) porque teníamos que llevar la comida, ella se adelantó. Estaba entusiasmada porque ese día íbamos a hacer pozole para las personas que estaban trabajando”, recuerda.
Sin embargo, cuando Norma llegó a Mexcaltepec a las 12 del día, no encontró a Rocío, quien llegó como a las 12: 30.
“Estábamos leyendo un periódico local cuando nos percatamos que llegaron dos hombres arriba del puente, en ese rato no había ninguna de las personas que andaban con Rocío, pues los mandó a llenar bolsas con arena porque ella quería terminar el puente ese día, por eso se quedó sola con nosotras”, refirió.
Aproximadamente a la 1:20, uno de los hombres armados se acercó y le preguntó si había paso en el puente y ella le dijo que no, que dejara su moto, “yo te la cuido”, le ofreció.
El hombre de unos 30 años, claro y con bermuda, hizo el intento de ir a la cocina, y cuando Rocío se encaminaba hacia el puente, el desconocido alcanzó a Rocío, sacó el arma y le disparó; “yo lo único que oí fue un grito de una persona que dijo: cuidado Rocío, fue cuando regresé a ver, pero ya el arma estaba disparando”.
Norma recuerda que el hombre estaba temblando con el arma en la mano y empezó a amenazar a todos; a ella, a su hermana, a un tío enfermo que estaba con ellas y a unos 8 niños.
“Yo fui a donde estaba Rocío y la quise abrazar pero el hombre me puso el arma en el pecho y entonces lo que hice fue arrodillarme hacia dónde estaba Rocío”.
El hombre armado se encaminó hacia donde estaba su compañero, arriba del puente, pero al momento regresó y le dio otros dos disparos a Rocío donde estaba tirada en el suelo, “fue algo muy impactante para nosotros”.
Después el pistolero salió corriendo mientras su compañero, que estaba arriba, apuntaba con su arma al resto de los acompañantes de Rocío, quienes no pudieron hacer nada.

Actividades por su aniversario

A partir de este martes comienzan las actividades por el tercer aniversario. A las 9 de la mañana hay un acto en el río de Mexcaltepec, en el que estará la feminista Edna Obrador, quien hará un ritual ancestral por la vida para “despedir ante los 4 puntos cardinales” a Rocío, porque en las pasadas lluvias el puente que ella gestionó en el 2013 nuevamente se colapsó.
También este mismo día los familiares y seguidores de Rocío develarán un mural que fue hecho en la comunidad de Mexcaltepec por grafiteros solidarios que vinieron de la Ciudad de México y del estado de México.
Asimismo, a las 5 de la tarde comienza el acto cultural denominado “por la justicia, el rocío de la esperanza y el ángel de la justicia”, que también será para exigir justicia por el asesinato de Miguel Ángel, el hermano de Rocío, “que lleva 11 años de impunidad”, dijo Norma Mesino.