Acaparan los grandes hoteles los materiales de construcción, por eso escasean, señalan

Ramón Gracida Gómez

Los hoteles acaparan los materiales de reconstrucción, por eso los vecinos de Acapulco que resultaron damnificados y quieren reparar sus viviendas padecen su escasez, indicaron trabajadores de una casa de materiales.
Uno de los materiales más solicitados es la tabla de yeso porque sirve para forrar el interior de las viviendas; asimismo, el panel W es muy codiciado para la reparación de los techos que resultaron afectados por el huracán Otis, en sustitución de las típicas láminas galvanizadas.
En promedio, un vecino que tuvo algunos daños menores en su vivienda gasta alrededor de 16 mil pesos porque la instalación de estos materiales trae consigo cintas y tornillos que también deben ser adquiridos para tener una correcta reconstrucción.
Los trabajadores consultados, que evitaron dar el nombre de la empresa en la que laboran, indicaron que las ventas se están focalizando para los clientes que compran al mayoreo, por ejemplo hoteles que buscan adquirir 400 tablas de yeso en una sola compra.
De tal forma, los vecinos damnificados buscan unas cuantas unidades del mismo material, por lo que no le conviene a la empresa venderles y por ello se enfoca en los clientes de grandes dimensiones.
Asimismo, la escasez de materiales de construcción se debe al suministro de los mismos porque su producción proviene de estados del centro y norte del país, por lo que no logran cubrir la alta demanda que hay actualmente en Acapulco después del paso del huracán Otis.
Una casa de materiales importante es Gromex, cuya sucursal en la avenida Niños Héroes se encontraba cerrada este jueves y la atención es por teléfono; anuncia con una manta: ¡En apoyo a la reconstrucción de Acapulco bajamos nuestros precios!
El precio por tonelada de cemento gris es de 3 mil 950 pesos y el precio por un saco de 50 kilogramos es de 197.50 pesos; la tonelada de mortero es de 3 mil 400 pesos y el saco de 50 kilogramos de 170 pesos; la tonelada de multiplast es de 6 mil pesos y el saco de 40 kilogramos de 240 pesos; y la tonelada de cemento blanco cuesta 7 mil 600 pesos y el saco de 50 kilogramos de 191.25 pesos.
El Sur publicó este jueves el testimonio de Juan Pablo Tarsicio, vecino del barrio histórico La Guinea, que ha tratado de reconstruir su pequeña vivienda severamente afectada, el techo voló y una pared se derrumbó, pero no encuentra materiales para reconstruirla porque están escasos.
El gobierno federal otorgó apoyos económicos en efectivo para la reconstrucción de las casas que fueron afectadas, después de un pago inicial de 8 mil pesos para la limpieza de las mismas y que fue dado de una forma más amplia; el apoyo de reconstrucción dependía del grado de afectación registrado en el censo, pero se elevó en muchos casos hasta los 60 mil pesos.
Además de la escasez de materiales, muchos damnificados que pretenden reconstruir sus casas también padecen la falta de albañiles disponibles que puedan hacer el trabajo, o de especialistas en ventanas que puedan instalar sus marcos; los nuevos lineamientos del gobierno estatal indican que las edificaciones tienen que soportar rachas de viento de hasta 300 kilómetros por hora.

Los gobiernos no tienen idea de cómo reactivar el sector cafetalero, advierte Arturo García

El dirigente de la Red de Agricultores Sustentables Autogestivos (RASA), Arturo García Jiménez dijo que los gobiernos federal y del estado no tienen una idea para reactivar el sector cafetalero, pese a la inversión de 80 millones de pesos para controlar la plaga de la roya.
Ayer, durante su participación en el Grupo ACA, el cafetalero anunció que la próxima cosecha de unos 15 mil quintales, al menos mil 500 quintales de la sierra de la Costa Grande, será comercializada en California con un precio de 90 pesos el kilo de café sin procesar.
García Jiménez dijo que el gobierno no tiene una idea clara de cómo reactivar el sector cafetalero en el estado, y denota la poca importancia que le da. En declaraciones, abundó que de la meta planteada por el gobierno de invertir los 80 millones para el sector, ni siquiera llegará al 10 por ciento.
Es decir que de las 40 mil hectáreas que hay en el estado, apenas unas 900 hectáreas serán renovadas, “lo que se haga no va a tener un impacto”. El caficultor dijo que lo planteado por los productores “es que por lo menos se apoyara con una hectárea por cada productor (de los 24 mil que hay en el estado), y que cada año se renovaran 5 mil hectáreas, es decir, que en 5 años se recuperaría la producción de los 30 mil quintales”.
Indicó que debe de existir un plan rector para el sector del café de corto y mediano plazo, para ir avanzando y alcanzar la meta de producción máxima que ha tenido el estado, que es de 30 mil quintales.
García Jiménez destacó que otro problema de los productores en el estado es el acaparamiento por parte de una sola empresa que tiene el 80 por ciento del mercado y que compra el café verde en 45 pesos, esto a pesar de que fuera del estado el precio es del doble.
El representante de los cafetaleros afirmó que el problema de la inseguridad que se vive en la sierra de Atoyac y Tecpan, de manera directa no afecta a los productores, pero sí se topan con retenes de personas armadas, “que ni la autoridad nos hace”.
“A veces nos toca un retén, y si no llevas una credencial de elector que te identifique, pos ahí te quedas y eso no es justo”, pero subrayó que las víctimas han sido integrantes de las bandas delincuenciales.