Otis destruyó su casa mientras esperaba los cuerpos de sus nietos asesinados, recuerda

En la colonia Ampliación Barranca de la Laja donde aún hay casas con techos dañados por el huracán Otis Foto: Aurora Harrison

Aurora Harrison

La señora Leticia Palacios, vecina de la colonia Ampliación Barranca de la Laja, fue damnificada por el huracán Otis. Ese día por la noche esperaba la llegada de los cuerpos de sus dos nietos, que fueron asesinados, para velarlos, cuando impactó el meteoro y derrumbó su casa.
Las intensas ráfagas de aire de más de 230 kilómetros por hora arrasaron con la madera y la lámina galvanizada, material con la que estaba construida su vivienda, y en la que vivía desde hace 35 años.
Ella y sus familiares tuvieron que refugiarse en la casa de una vecina, construida de concreto y que en ese momento se encontraba deshabitada. Debido a que la luz se había ido, usaron la lámpara de su teléfono celular para poder dirigirse a la vivienda a refugiarse.
“Estábamos todos parados, mojados, ahí estuvimos mojados porque ni ropa sacamos, con una cobijita se taparon a los niños más pequeños, ya hasta el otro día que empezamos a ver qué íbamos a comer, fueron a buscar jamón, pan. para comer, porque no teníamos nada”, dijo la señora Leticia Palacios.
A casi siete meses del huracán, ella tardó tres meses para volver a levantar su casa, compró lámina, madera, porque el apoyo que le dio el gobierno federal no le alcanzaba para hacerlo de concreto, y pidió un préstamo a la palabra, pero no se lo dieron.
La colonia Ampliación Barranca de La Laja, que está a espaldas de la Clínica 2 del Instituto Mexicano del Seguro Social y del hospital Militar, a metros de su casa se encuentra un canal pluvial, que está sucio, escurre agua de drenaje y hay láminas.
Conforme platicaba de cómo vivió esa noche y madrugada del impactó del huracán, sus ojos empezaron a humedecerse hasta que soltó el llanto, “fue una cosa muy triste, pero a nosotros sí nos fue mal, lo que nos pasó con mis nietos, todavía no me puedo recuperar, hay ocasiones que me gana el llanto, me gana la tristeza de acordarme de mis nietos”.
“Se llevó mi casita que con mucho trabajo la construimos con mi esposo, la tuvimos que volver a levantar, mi marido y mi otro nieto”, contó, y mencionó que volvió a utilizar ese material porque “con el dinero que nos dieron, lo poquito se utilizó, porque no nos iba a alcanzar y teníamos que tener un lugar donde dormir”.
Recordó que su marido tenía un cuarto donde arreglaba televisores, es técnico, antes del huracán le habían llevado varias televisiones para arreglarlas, pero se dañaron con la lluvia, pero no recibió apoyo, “a pesar de que anduvimos buscando para que lo censaran”.
En la casa que se refugiaron esa noche del huracán estuvieron viviendo tres meses en lo que levantaron su nuevo hogar; en ese tiempo no había agua y les tocaba tener que acarrearla para poder lavar su ropa, trastes y para aseo personal.
“Como a los tres meses empecé a arreglar mi casita, no lo hice de material porque no me alcanzaron 43 mil pesos para construir, pensamos hacer un cuarto de aquel lado, para poder refugiarnos porque no se puede hacer, el material hasta la fecha lo están dando bien caro, en algunos lugares ya le bajaron, pero sigue estando caro”, platicó.
Esta consciente de que ya empezó la temporada de lluvias y que de acuerdo con Protección Civil del estado y del municipio se prevén que habrá huracanes fuertes, “esperamos que no sean como Otis, queremos hacer un cuarto de material, pero apenas nos alcanza para ir al día, confiamos en Dios que las lluvias no vengan muy fuertes”.
“Tenemos que seguir con nuestras vidas, aunque se dañaron todas nuestras pertenencias, los aparatos, todo lo tuvimos que tirar”, dijo y recordó que estuvo varios meses cocinando con leña, hasta que recibió los enseres domésticos que entregó el gobierno federal.
De los cuerpos de sus nietos, que habían sido levantados y hallados muertos, dijo que se los entregaron ocho días después del huracán y ya no los velaron los llevaron directo al panteón. “Los cuerpos de mis nietos no lo pudimos velar, estuvieron en El Quemado, ocho días, ahorita mis niños ya están descansando, ya no van a sufrir lo que nosotros con estos cambios de temperatura, y si llegan huracanes fuertes”.
En la colonia Ampliación Barranca de La Laja, hay viviendas a las que se les fueron las láminas y algunos ya arreglaron, incluso algunos no pusieron lámina galvanizada, sino ahora tipo teja, y otros le están echando colado de cemento para estar más asegurados.

Vandalizan las instalaciones del CBTA de Altamirano; hacen pintas y rompen ventanas

Daños a las ventanas e instalaciones de los baños del CBTA de Ciudad Altamirano que aparecieron la mañana de este martes, sin que nadie señale a un responsable Foto: Israel Flores

La mañana de este martes se encontraron vandalizados dos salones y el área de baños del Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario (CBTA) de Ciudad Altamirano, en donde realizaron pintas y destruyeron algunos cristales, por lo cual, el personal presentó la denuncia ante el Ministerio Público.
Maestro y alumnos reportaron los daños al inicio de las clases. Las pintas se encontraban en algunas paredes, con mensajes en contra del director, además de daños en cristales y dibujos obscenos. Nadie pudo decir quién fue el responsable.
Los maestros confirmaron que en el plantel hay algunas cámaras, pero que no abarcan todas las instalaciones. Incluso, hay en las entradas principales, pero la escuela tiene bardas muy bajas, de tal forma que se puede ingresar por diferentes puntos, de manera fácil.
Se informó que hay espacios donde la cerca está tirada y los alumnos o cualquier persona puede ingresar rápidamente a las instalaciones, incluso de noche.
En las paredes de los sanitarios dejaron pintas que decían: “No hay papel en los baños”, con dibujos obscenos en los cristales, que quedaron rotos. Había diversos dibujos a lo largo y ancho de las paredes de algunos de los salones.
También había señalamientos hacia el director Geovany Mena, con mensajes que decían: “Viola real”, y otro más que decía: “Esto es para el director acosa”.
En diferentes edificios, de los módulos semestrales, había pintas con rayos y dibujos hechos con pintura negra y roja, pero durante el día, ninguno de los estudiantes pudo informar acerca de alguien que pudiera ser señalado como responsable.
El director Geovany Mena se presentó en el Ministerio Público, este martes al mediodía, para levantar la denuncia correspondiente, en contra de quien resulte responsable, puntualizando que se trata de un edificio federal, por lo que debido a los resguardos y daños ocasionados, se requieren las pruebas legales para solicitar su reparación, pero también para iniciar la investigación correspondiente. (Israel Flores / Ciudad Altamirano).

 

El huracán Otis destruyó 5 mil árboles en el Club de Golf; ya lo rehabilitan

Aun continúan los troncos de los árboles derribados y las instalaciones afectadas por Otis en el Club de Golf Foto: Carlos Carbajal

Aurora Harrison

El huracán Otis destruyó unos 5 mil árboles en el Club de Golf y a más de cinco meses de su impacto, todavía siguen con trabajos de limpieza, de rehabilitación de las bardas que se colapsaron con el viento y también se está reforestando el área natural.
Durante un recorrido por el lugar se observó maquinaria pesada y trabajadores que hacían maniobras para levantar los residuos sólidos que quedaron desde el huracán, mientras algunos socios jugaban golf.
Como se informó, el huracán Otis impactó la madrugada del 25 de octubre, y los fuertes vientos causaron severos daños en la ciudad, y las áreas verdes no fueron la excepción. En el caso del Club de Golf que se ubica en la avenida Costera, en el fraccionamiento Club Deportivo, la barda perimetral en varios tramos sigue colapsada.
Se cayeron cientos de árboles, palmeras, y no se descarta que algunos venados se hayan escapado, porque en el censo de la administración se tenía 76 y en la actualidad hay 68, y recibieron en donación unos patos y unos pavoreales.
Hay árboles que nada más tienen los troncos porque las ramas se cayeron con el aire, las palmeras quedaron dobladas, en una de los inmuebles voló todo el techo, en las ventanas se quebraron los vidrios, y todavía no se ha rehabilitado en su totalidad.
En la barda que colinda con Costera Vieja el muro está colapsado y hay partes en las que los árboles cayeron encima de la reja y se encuentra doblada.
La zona del cerrito fue la más afectada, ahí se cálcula que se cayeron 2 mil 500 árboles y el resto se cayeron en los alrededores. Hay algunos troncos tirados todavía y las nueve pistas del golf ya fueron depejadas para que los socios puedan jugar.
El área bardeada del Club de Golf por Costera también siguen visibles los daños que dejó el meteoro, y en los tramos que está colapsada la barda le colocaron algunas maderas y malla.
De acuerdo con el presidente de la nueva mesa directiva del Club de Golf, Efrén Leyva Acevedo, se han sacado 400 camiones de volteo de escombro y se cayó “el 80 por ciento de los árboles del club”.
Aunque algunas partes ya están reverdeciendo, hay zonas que están de terracería, un área de lago no tiene agua, las canchas de tenis ya se pueden utilizar, el área de restaurante ya está en operación, y los socios ya están jugando.
“Teníamos 76 venados, en el primero censo aparecieron 58 y ahorita hay como 62, algunos se murieron porque cayeron los árboles y algunos se salieron porque se cayó la barda, pero ya vino el veterinario, les ha dado su tratamiento”, dijo el presidente.
Agregó que recibieron en donación unos pavoreales y patos, que van a ser encerrados en lo que se adaptan.
Leyva Acevedo dijo que el número de socios también disminuyó desde la pandemia de Covid, “casi la mitad, y después de Otis se fue otra parte importante, ahorita tenemos 120 socios y estamos invitando a todos los demás que vengan, eso nos va a permitir tener ingresos porque el club no tiene subsidio, aunque somos una Unidad de Manejo de Animales Silvestres, el cerrito del Mogote es una área ecológica protegida y estamos buscando que declaren todo el club como área ecológica”.
De las brigadas de reforestación que se han hecho en el parque, ya se plantaron 200 árboles y se están “consiguiendo palmas de las chicas para seguir con la reforestación”.

 

Muere electrocutado un hombre al reparar el techo de su casa que voló Otis

Un hombre murió electrocutado al estar construyendo su techo que voló el huracán Otis, en la colonia Héroes de Guerrero, parte alta de La Sabana.
El hecho fue reportado ayer a la 1 de la tarde en la calle Vicente Guerrero, informaron policías estatales.
El reporte policiaco indica que el hombre estaba colocando las láminas galvanizadas, luego de que el huracán Otis le voló el techo por los fuertes vientos.
Sin embargo, el hombre por un descuido tocó los cables de alta tensión cuando estaba arriba de las láminas, por lo que tuvo una descarga eléctrica y murió al instante. (Redacción).

 

Están fuera de servicio seis de los ocho pisos del hospital Vicente Guerrero del IMSS

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

A 14 días del huracán Otis, que destrozó la mayor parte de su infraestructura interna, el hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Vicente Guerrero, sólo atiende urgencias y da el servicio de tococirugía en dos de los ocho pisos, informaron trabajadores.
Mediante videos y fotografías, mostraron la “destrucción total” que dejó el huracán en seis de los ocho pisos. Esta falta de mobiliario, equipo y material quirúrgico, es el motivo por el que la dependencia aún no presta el servicio en la mayoría de sus áreas.
En los videos se observa cuando un chorro de aire avienta hacia adentro todo un ventanal, mientras alguno de los trabajadores exclama: “Dios mío, qué horror”, en toda el área vuelan sábanas, almohadas, papeles, cartones y en el piso hay regados vidrios y todo tipo de fragmentos de materiales, que fueron arrojados por el viento.
En otro video se observa cómo, luchando contra el viento, los familiares de los pacientes protegen con sus cuerpos a sus enfermos y el personal camina a prisa por pasillos y escaleras, en busca de algún lugar para protegerse.
En un tercer video, tomado al parecer cuando ya pasó el huracán, se observan en pasillos y escaleras los sillones, escombros, vidrio, papelería, escritorios, pedazos de plafones y tablaroca, que fueron desprendidos del techo y de algunas paredes internas. En la imagen se observa todo en ruinas.
En un texto enviado por uno de los trabajadores del hospital, describe al día siguiente del huracán: “Este es el único hospital IMSS de segundo nivel en el estado de Guerrero, en el día cero post Otis”.
“Los que pudimos presentarnos a la jornada ayudamos, con los líderes que llegaron de Ciudad de México al frente. La consigna: evacuar de acuerdo con el nivel de urgencia y necesidad de atención”.
Dice que muchos pacientes egresaron vía aérea. “Llenamos muchísimos consentimientos informados, buscamos a los pacientes y familiares a pie, desde el piso 1 hasta el piso 8”.
También narra: “Teníamos los hogares destrozados, el miedo en la piel, la incertidumbre en el estómago y la tristeza en la mirada. Hoy no podemos decir que estamos repuestos, pero nos estamos esforzando”.
Una trabajadora contó por teléfono el lunes que “fue un desastre total”, que todas las instalaciones resultaron dañadas y que aún no sirven los elevadores, “es un caos, la verdad”.
Informó que sólo está trabajando el servicio de urgencias y el área de tococirugía, que es donde se monitorea la evolución de las embarazadas, y declaró que el personal no tiene ropa, batas y que están trabajando con su ropa de vestir, con la que llegan de la calle. “Necesitamos instrumental, no hay equipo”, se quejó.
Añadió: “Estamos trabajando sin aire acondicionado, sin material, sin ropa estéril, porque no hay. Estamos trabajando, la verdad, como Dios nos da a entender, porque no tenemos nada”.
Advirtió que en esas circunstancias el riesgo de una infección por una herida es muy alto. “El quirófano se maneja a cierta temperatura de aire acondicionado, pero estamos en cero, sudando, yo creo que todo mundo sabe que no debemos hacer cirugías en estas condiciones. Hay plafones en el piso, hay mucha agua en las salas quirúrgicas. No debemos hacer el trabajo en estas condiciones”.
Dijo que a la mayoría de los pacientes los están mandando a otros hospitales, como el de Chilpancingo y El Quemado, en Acapulco, donde hay sistema de esterilización.
También dijo que les han llegado pacientes con fracturas o cortaduras, pero los canalizan a hospitales de Ciudad de México, aunque hasta que les llega su turno de traslado.
“Todos los pacientes graves se están enviando a Ciudad de México, porque no hay con qué trabajar, no hay cómo atenderlos por la falta de equipo”, declaró.
Advirtió: “Si nos llegara una urgencia real, no tendríamos la posibilidad de atender a los pacientes”.
Según la empleada, Protección Civil le dijo a la dirección que ninguno de los pisos está en condiciones para trabajar, pero que sólo se han desalojado del octavo al tercer piso, y siguen en servicio el segundo y el primero, “que están más o menos sin daños mayores, pero también les afectó”.
Explicó que en el primero está el área de urgencias, quirófano y tococirugía, mientras que en el segundo está la dirección, ropería y el comedor, “que también está en muy malas condiciones, sin ventanas”.
Declaró que no saben por qué los directivos no quieren decir que las instalaciones no están en condiciones para recibir pacientes, “no sé por qué no lo cierran. Debe ser por cuestiones administrativas”.
Incluso contó que al principio querían tener a todo el personal ahí, “pero se está luchando para que hagan una plantilla y nos dividamos, para que vayamos unos días sí y unos días no”.
Contó que se está generando inconformidad entre el personal, porque no les dan información, “si nada más está el servicio de urgencia, el de tococirugía y el de hemodiálisis ¿para qué quieren a todo el personal ahí sudando? Por las noches no nos llevan ni agua”.
Informó que del cuarto piso, donde está el área de pediatría, bajaron los cuneros al servicio de tococirugía, “donde no es apto para tener a los recién nacidos. En una misma sala se están manejando los partos, al igual que los cuneros”, indicó.
De acuerdo con la información de la trabajadora, sobre los otros pisos que están fuera de servicio, el octavo es el de medicina interna; en el séptimo, traumatología; el sexto, cirugía general; en el quinto, ginecología; el cuarto, pediatría, y en el tercero, patología y diálisis, y a ese mismo piso llegan los pacientes que se van a operar.

 

Dos horas de terror” vivieron ella y su nieta en la Generación 2000, dice una damnificada

Argenis Salmerón

Natividad Vázquez Ríos y su nieta de 8 años vivieron “dos horas de terror”, en un rincón de su casa de madera y lámina en la colonia Generación 2000, que se destruyó por completo por los vientos y agua del huracán Otis.
La señora, de unos 50 años, vive en la colonia Generación 2000, en la zona poniente de la ciudad, entre las calles Circuito Universitario y César Flores Maldonado, desde hace más de 20 años.
“Perdí lo poco que tenía, que era mi casita de madera. Yo vivo sola con mi nieta desde hace varios años. Ahora no tengo nada”, manifestó en entrevista.
“Los primeros minutos del miércoles pasado (25 de octubre) comenzaron los vientos fuertes y toda mi casa se movía como gelatina”, contó.
Añadió que después de unos minutos, los fuertes vientos desprendieron su techo de lámina galvanizada poco a poco, y luego los troncos de madera se colapsaron.
“Tuve mucho miedo de que le pasara algo a mi nieta, que se la llevara el viento o le cayera una madera en su cabeza”, expuso.
Relató que fueron dos horas de terror, “nos quedamos, yo y mi nieta en un rincón de la casa destruida para protegernos, no se podía salir. Estaba muy feo el clima”.
Declaró que ella y su nieta se mojaron totalmente durante la madrugada del miércoles, pero “sobrevivimos al huracán, que se llevó todo lo poco que tenía en mi casa”.
Indicó que “sus vecinos me gritaron para que me saliera del escombro de mi casa, pero me aferré a una esquina y no salí de ahí hasta el amanecer”.
“En la mañana (miércoles) todo a mi alrededor estuvo destruido, incluyendo mi casa. Todas las viviendas de madera colapsaron por los fuertes vientos, que parece que fue un tornado por la destrucción que ocasinó”, sostuvo.
Aseguró que no tiene donde vivir, porque todo se colapsó, “me voy a pasar a la casa de un lado, abandonada y que le voló solamente el techo, ya que vengan los dueños la desocupo”.
Porque, aseveró que no hay trabajo para volver a construir su casa, “ojalá me llegue alguna ayuda del gobierno o de alguna asociación, para poder levantar mi vivienda”.
Natividad, quien trabaja de mesera en un restaurante de mariscos, pidió al gobierno federal despensas y agua para todos los damnificados de Acapulco, “todos tuvimos un daño, así que todos debemos ser atendidos de igual manera”.
Después que el gobierno abra caminos para poder buscar alimentos, luego el resblecimiento de la energía eléctrica y la señal de teléfono celulares, además de recoger la basura y escombro para evitar enfermedades.
Exigió a las autoridades de los tres órdenes de gobierno aplicarse para ayudar a las personas damnificadas, porque “llevan varios días y no se ve la mano de la autoridad, que se acuerde que vienen de nuevo las votaciones”.

 

Destruyen soldados 52 plantíos de amapola y mariguana en Coyuca de Catalán

El sábado soldados del 27 Batallón de Infantería destruyeron 52 plantíos de amapola y mariguana cerca de El Durazno en la sierra de Coyuca de Catalán.
El Ejército puso a disposición del Ministerio Público (MP) federal de Ciudad Altamirano en Pungarabato las pruebas de la destrucción de la mariguana y la amapola, se tomaron las fotografías de su destrucción y de la quema de las plantas.
El Durazno es una localidad que está a unas 16 horas de distancia de la cabecera municipal, en la parte más alta de la sierra de Coyuca de Catalán y su clima es fresco. Se aprovecha para producir todo tipo de siembras en la mayor parte de la temporada.
En esta localidad en los últimos tres meses se han destruido más de 150 plantíos de mariguana y amapola por parte del Ejército.
Son varias comunidades que convergen en esa zona donde se reportó este año un incremento en la siembra de enervantes pero también aumentó la destrucción por parte del Ejército.
El primer trimestre del año es una época de cosecha de amapola de donde se extrae también la goma de opio para la droga sintética. (Israel Flores/ Ciudad Altamirano).

 

Descubren a desconocidos con máquinas que destruían humedales en Zihuatanejo

* Efectúan la AFI y Ecología municipal una inspección en Buena Vista

 * Durante la acción se capturó a cinco personas, pero fueron liberadas por falta de pruebas * Fueron afectados 600 metros cuadrados de humedales y dos bocabarras, una de ellas aún con agua, en la que se destruyó el hábitat de varias especies

Brenda Escobar, corresponsal, Zihuatanejo * Luego de que ecoguardias denunciaron que máquinas deforestaban manglares en la playa de la comunidad de Buena Vista, en Zihuatanejo, elementos de la Agencia Federal de Investigación (AFI), así como personal de Ecología municipal comenzó una movilización, pero no hubo detenidos.

Ayer martes, ecoguardias de la comunidad de Buena Vista avisaron a la dirección de Ecología municipal que en la playa del lugar había máquinas que destruían la zona de humedales, por lo que el jefe del departamento de Inspección, Armando Encarnación Ríos, se apersonó en el lugar y constató lo dicho por los informantes.

Debido a que los dos inspectores de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente cumplían una orden de trabajo, Encarnación Ríos pidió apoyo a la PGR para que detuvieran a personas desconocidas que en esos momentos derribaban con motosierras árboles de mangle, de la especie candelilla y botoncillo, y con un trascabo rellenaban dos bocabarras de esteros.

El comandante de la AFI, Francisco Ingram Sánchez del Villar, un grupo de agentes y el titular del Ministerio Público Federal, Nicolás Fernando Rojas López, acudieron al lugar y en el trayecto, en la comunidad de Pantla, aprehendieron por unos minutos, en calidad de sospechosos, a cinco personas que iban a bordo de una camioneta Nissan, pero el director de Ecología, Tomás Muñiz Vera, dijo que no eran ellos y los dejaron ir.

Los federales tomaron fe de que fueron afectados 600 metros cuadrados de humedales y dos bocabarras, una de ellas aún con agua, en la que prácticamente se destruyó el hábitat natural de especies, tales como tortugas blanca y negra, camarón, aves y anfibios.

Se informó que el terreno era propiedad del empresario local de Pantla, Florentino Valencia, quien se lo vendió a tres extranjeros, uno de ellos de nombre Michael Lee Bush, de quien ya el Ministerio Público Federal tomó datos pues no cuenta con la autorización de impacto ambiental para afectar esa área que es zona protegida.