Acarreos, compra del voto y reparto de tortas en la elección de comisarios en Acapulco

Con señalamientos de acarreo de personas por parte de priistas y perredistas, entrega de tortas a las personas que acudieron a votar, despensas, dinero e intervención de funcionarios, se realizó la tercera y última etapa de la elección de comisarios en nueve poblados, incluyendo una extraordinaria, donde se observó una gran asistencia de vecinos y pobladores.
El director de Gobernación, Juan San Román Ortiz, informó que la elección se realizó con “tranquilidad”, a excepción de Tres Palos, donde hubo intercambio de palabras de ciudadanos por la votación.
Las elecciones se realizaron en la comunidad de Tres Palos, La Sabana, La Venta, El Treinta, Xaltianguis, Llano Largo, Puerto Marqués, Aguacaliente, Santa Cruz y en el poblado Lomas del Aire, esta última fue extraordinaria.
En un recorrido por la colonia Santa Cruz, los poblados de La Sabana, El Kilómetro 30 y Xaltianguis, se observó un gran número de ciudadanos que acudieron a emitir su voto.
En la colonia Santa Cruz, a las 9:30 de la mañana, la cancha estaba llena de vecinos, además de que alrededor también estaban colonos esperando su turno para votar.
Ahí se observó al hermano de la presidenta del DIF, Perla Edith Martínez, el gestor social, el perredista Oscar Martínez Ríos. Ahí, en esa colonia por la tarde se informó que integrantes de la planilla amarilla, del PRD, detuvieron a una integrante de la planilla blanca, de priistas, “comprando votos”.
Mientras que en el poblado de La Sabana había más de 500 personas haciendo fila para emitir svoto, las señoras llevaban sus sombrillas para cubrirse de la lluvia, a algunas personas de la fila les dieron bolillo con relleno, mole rojo y refrescos.
Cerca de la comisaría, antes de las 10 de la mañana, se observó al regidor priista Luis Miguel Terrazas Irra, quien dijo que estaba ahí para constatar que la elección se llevará sin ninguna irregularidad. También se observó al director de Gestión Ciudadana, Nabor Ventura.
Las personas que estaban formadas para emitir su voto, cuidaban que no se metiera nadie en la fila. Unos 20 metros de las oficinas había unas personas que tenían lista con nombres y se escuchaba que se preguntaban cuántas personas traían para votar.
Cerca de las urnas había vallas metálicas y estaba resguardada por policías municipales.
En el poblado de Xaltianguis las votaciones fueron tranquilas, aunque hubo acusaciones de personas que estaban “comprando el voto”, también dijeron que se había registrado una planilla de la Policía Comunitaria, pero empleados de Gobernación dijeron desconocer el dato.
En este poblado se registraron cuatro planillas, blanca, amarilla, verde y roja. La casilla se instaló en la cancha techada del poblado.
Después de mediodía se observó gran asistencia de vecinos, la cancha eran dos filas que rodeaban la cancha donde se efectuaron votaciones.

“Tranquilidad” en la elección: Gobernación

El director de Gobernación, San Román Ortiz declaró que “solamente en Tres Palos se estaba entusiasmando los competidores y peleándose para quién votaba primero, pero todo ha transcurrido con normalidad. Se habló con los ciudadanos, se les pidió que si no se tranquilizaban se iba a suspender la elección”.
Dijo que se colocaron vallas metálicas en cinco poblados para prevenir enfrentamientos, que son Tres Palos, Puerto Marqués, Llano Largo, la Sabana y en Santa Cruz.
Abundó que “es una votación realmente tranquila, no hay conflictos físicos, se refiere a querer ganar la elección. Las comisarias no son indicativas para la elección federal del año próximo. No deben tomarse en cuenta, los comisarios son autoridades nobles y lo que buscan es ayudar a su comunidad, y uno como gobierno debe ayudarles para que ellos queden bien”.
Dijo que en la comunidad de San Pedro Cacahuatepec, donde se suspendió la elección luego de que mataron a siete personas, ya se pegó la convocatoria y se realizará el próximo 2 de julio. Reiteró que en La Concepción no se pegó la convocatoria.

Cumple 50 años La Pasión de Cristo de El Treinta; buscan vecinos que se le declare patrimonio cultural

“Dicen que soy un Jesucristo fresa porque soy de los pocos que no bebo ni fumo ni me he drogado”, contó Marco Antonio Sandoval Valdez, quien hoy representará a Jesús en La Pasión Cristo en el poblado El Treinta.
Padre de dos hijas y contador en una empresa refresquera, Marco Antonio sostiene que vivió limitaciones desde muy pequeño pero también ha sido bendecido, y que por eso repitió por quinta vez el papel de Jesús de Nazareth.
La Pasión de Cristo en El Treinta es parte de la identidad de los pobladores y, de acuerdo con sugerencias ya analizan el registrar la representación como un patrimonio cultural porque hoy cumple 50 años ininterrumpida.
Ayer, quienes representarán a Jesús, María, María Magdalena, Judas y demás personajes bíblicos, estaban acomodando los escenarios en la plaza de toros de la comunidad.
Uno de ellos era Marco Antonio Sandoval, quien de sus 30 años la mitad de su vida ha participado como personaje secundario. Vestido con playera blanca y un short rojo, ya se adelantó al personaje y se dejó crecer la barba.
Las llamadas a su celular sonaban constantemente pero no interrumpió la conversación porque considera que los medios de información han contribuido en la tradición.
Marco Antonio contó que los ensayos son de 9 a 11 de la noche, y además de aprenderse los diálogos él tiene que hacer ejercicio. La preparación física se enfoca en las piernas, por lo que da ocho vueltas con la cruz a cuestas a la cancha de baloncesto de la comunidad.
Dijo que en 2005, cuando por primera vez le asignaron el papel de Jesús, se preparó porque vio cómo a los anteriores se les notaba el cansancio y la poca resistencia a mitad de la representación.
Indicó que ha interpretado otros papeles como sacerdote o el apóstol Juan, que su curiosidad hace 15 años fue representar al diablo y confesó que nunca pasó por la idea de ser Jesús. Reconoció que no es un actor pero sí se prepara intensamente.
En 2005, cuando por primera vez tuvo el papel de Jesús, lo hizo para pedir por su padre “que estaba en drogas y alcohol. Yo hice una manda por mi papá”, aunque aceptó que éste sigue con el vicio.
En 2010, por agradecimiento a la vida decidió regresar a representar y compartió que desde los 12 años ha trabajado y se pagó sus estudios; “tengo estudios, una familia, buen trabajo, casa propia, coche y por agradecimiento aquí estoy”.
“Siempre lo he dicho y hasta en relajo, puede que sea más pecador que todos ustedes”, y sonrió al referirse a su forma de vivir porque no se considera una persona experta en estudios bíblicos, pero “en la Biblia viene todo: cómo tratar a tu mujer, padres, jefe, subordinado”.
“Todo el mundo escucha El Treinta y dicen que aquí matan de a gratis”, pero negó que los hechos de violencia empañen las festividades ni la vida de los pobladores.
En los 50 años de la representación, la de más años registrada en el municipio, Marco Antonio dijo que están por iniciar trámites para que sea considerado patrimonio cultural inmaterial de la nación ante la Secretaría de Cultura federal. “La conmemoración anual se nutre de aportaciones de los mismos pobladores, son contados los políticos que nos dan, les llevamos los papeles pero no siempre apoyan ni las administraciones municipales”.
Indicó que hay personas de otros países que los visitan, incluso también quienes han participado en la Pasión de Cristo en Iztapalapa les han reconocido su trabajo y realismo en cada uno de los pasajes.
Para su vestuario invirtió 8 mil pesos, sólo 4 mil para la peluca.
Presumió que a diferencia de la representación de Iztapalapa, en El Treinta sí de dan golpes: “allá no le pegan a Jesús, son unas ramas y aquí sí nos damos de verdad”.
–¿Y cómo le haces para prepararte a los golpes?
–Ahí no hay preparación, güey.

Cinco mil ven La pasión de Cristo en El Treinta

 Entre comerciantes ambulantes, tumultos y rituales católicos de la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe en el poblado de El Treinta se efectuaron durante el jueves y viernes santos las representaciones de la Pasión de Cristo.

Ante la presencia 5 mil lugareños y visitantes, principalmente de poblados vecinos del municipio de Acapulco, tuvo lugar la representación que desde hace 37 años en Semana Santa, se hace en El Treinta con la participación de unos 25 actores y 35 extras.

Con el sol de la una de la tarde cayendo en pleno en la plaza principal del poblado comenzó la representación el viernes con la escena en la que Jesús es llevado preso ante Poncio Pilatos.

El viernes santo, la gente comenzó a juntarse alrededor de la iglesia a las 10:30 horas, cuando comenzó la procesión católica de la imagen del Cristo de la Pasión y la Virgen de los Dolores, que es llevada de la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe hasta el ruedo del pueblo, a un kilómetro y medio de distancia.

Las imágenes regresaron a su lugar original media hora después del mediodía y unos minutos más tarde comenzó la representación teatral.

Los papeles de Poncio Pilatos, su esposa Claudia, los sacerdotes, el mismo Jesús de Nazareth, Herodes, Saraí y Salomé, son interpretados por personas del pueblo que son integrantes del Comité de Organización del Vía Crucis de El Treinta, que aunque son actores ocasionales, ponen énfasis en decir sus líneas a tiempo y con buena dicción y volumen, aunque utilizan micrófono para hacer audibles sus argumentos sobre la multitud.

Antes de llegar a la escena donde Jesús es mandado ante Herodes por Pilatos, fue montado el fragmento bíblico en donde Salomé le pide al rey Herodes la cabeza de Juan el Bautista en una charola de plata, escena que no se relaciona directamente con la Pasión de Cristo debido a que tuvo lugar en el momento en que Jesús comenzó su ministerio.

Después de que Herodes interroga al que parecía un acalorado Jesús (Jesús Hernández Rentería), quien vestía una túnica amarilla y una peluca atada con una venda pintada de rojo para simular la sangre, lo manda de nuevo a Poncio Pilatos quien lo sentencia a recibir 39 azotes (que se hacen sin mesura dramática en escena) y después, se lava las manos para que a insistencia de los sacerdotes judíos, Jesús sea crucificado.

El Vía crucis se hizo desde el atrio de la iglesia, hasta el corral de toros, un recorrido de aproximadamente un kilómetro y medio en el que Jesús Hernández, de 20 años de edad, carga una cruz que pesa 80 kilos y debe soportar los latigazos (que no son actuados) de los soldados romanos.

En el trayecto se encuentra con Simón el cirineo que le ayuda a cargar la cruz, también con Verónica quien con un manto le limpia la cara y se refleja en el manto la cara de Jesús.

También se representa el encuentro con las tres mujeres piadosas que lloran por el sufrimiento de Jesús, quien les dice: “No lloren por mí, mujeres de Jerusalén. Lloren más bien por ustedes mismas y por sus hijos. Porque está por llegar el día en que se dirá: felices las madres sin hijos, las que no dieron a luz ni amamantaron”.

En esta parte del trayecto –alrededor de las 14:30 horas– el actor, como parte del sacrificio ofrecido para representar el papel del Redentor, camina sobre el asfalto de la carretera libre México-Acapulco, mientras soporta también, los azotes y el escarnio de los actores que personifican a sus detractores romanos.

La escena más dramática de la representación tiene lugar en el toril del pueblo, donde se simula la crucifixión de Jesús. Ahí es donde atan al actor a la cruz de tres metros de altura.

Entre una nube de polvo que el gentío levanta con la intención de acercarse lo más posible a los actores, se desarrolla la interpretación de los últimos minutos en la vida de Jesús, cuando su compañero de infortunio, Dimas, le solicita que se acuerde de él al llegar a su reino, mientras Gestas le grita que si es Dios, se baje de su cruz. Después de ser torturado y de ser supuestamente traspasado con una lanza, con la exclamación: “Dios mío porqué me has abandonado”; termina el Via Crucis de El Treinta.

Aunque se había anunciado la presencia del presidente municipal de Acapulco, Alberto López Rosas en la representación, este año no se presentó como lo hizo en abril del 2003.