Reparten despensas las empresas de autobuses Costa Line y ETN

Las empresas de autobuses Costa Line y ETN, repartieron despensas a los damnificados del huracán Otis en la avenida Costera, en el Asta Bandera, frente a la playa Papagayo.
Los trabajadores enviados anotaron el nombre de los receptores en una lista, y les pedían la credencial de elector para corroborar que son de Acapulco, sin quedarse con copia alguna.
En la lateral de la Costera hubo dos autobuses de Costa Line y uno de ETN, ambos con una lona con la leyenda “Siempre con Guerrero”.
En declaraciones, el director regional de la cadena de las dos empresas, Julio César Moreno Yépez, dijo que la distribución de despensas no tiene fines de lucro y que fue una colecta de los trabajadores del país.
Informó que se otorgarán más de 500 despensas, “es un apoyo más para los acapulqueños, porque primero se dieron viajes gratis después del huracán Otis”.
Dijo que hubo 13 trabajadores colaborando para la entrega de las despensas, que contenía agua, frijoles, arroz, entre otros productos.
“Hasta ahorita nos organizamos para traer la ayuda a los acapulqueños, es un granito de arena que venimos a dar”, puntualizó. (Argenis Salmerón).

 

Suspende el Ejército la entrega de despensas, pero reactiva la de enseres

Ayer el Ejército suspendió la entrega de despensas, y la distribución de los enseres domésticos se reactivó en los puntos establecidos de Acapulco, luego de que el domingo pasado los soldados no repartieron.
Los damnificados todavía no han cambiado los cupones E1 y E2, que iban a ser entregado por parte de los soldados.
La boleta contenía 12 cupones, 10 era para despensas, que supuestamente iban a entregar una por semana, más los cupones E1 y E2.
En el documento difundido el domingo en la noche por parte del Ejército, ya no contiene las sedes de la entrega de despensas, ni en Acapulco ni Coyuca de Benítez.
Las despensas primero eran entregadas en las diferentes colonias, y después disminuyó el reparto en zonas concurridas como el Parque de la Reina, el Zócalo y plaza Patio.
El documento solamente tiene la entrega de enseres domésticos en Acapulco y en Coyuca de Benítez.
Además de los módulos de atención médica se sigue dando en diferentes puntos de Acapulco. En Coyuca de Benítez el servicio fue suspendido.
El motivo de la suspensión de entrega de despensas no ha sido dada a conocer por el Ejército mediante la Novena Región Militar.
Las despensas contiene un pan blanco, aceite, arroz, frijoles, leche, atún, harina de maíz, jabón de tocador, bolsa de sopa, papel sanitario, más la tarjeta de regalo de las tiendas Aurrerá, Soriana o Chedraui.
Sin embargo, la entrega de los enseres domésticos se reactivó ayer, luego de que el domingo fue suspendido por el traslado y desembarque de los artículos provenientes del estado de Michoacán. (Argenis Salmerón).

 

Tardan vecinos de la Garita hasta ocho horas en la fila para recibir una despensa

Argenis Salmerón

Vecinos de la colonia Del Valle, colindante con la Garita, se quejaron que tardaron de seis a ocho horas formados para recibir una despensa y que la mayoría de los vecinos tienen la mayoría de los cupones, porque aseguraron que los soldados no acuden a repartir.
La fila de personas estuvo en la calle África, que conecta de la avenida Cuauhtémoc a la avenida Farallón.
En la línea la mayoría eran mujeres, adultas mayores o amas de casa, formadas en 300 metros aproximadamente.
Las mujeres se cubrían del sol con paraguas, cartón y bolsa de mano, y algunas sentadas en silla de plástico portátiles.
En declaraciones a El Sur, la vecina Gladys Morales Villalobos dijo que tardó en recibir una despensa de seis a ocho horas formada.
Criticó que esta semana los soldados piden cupones del 1 a 11, dos por una despensa y el 12, que es el último a cambio de una despensa.
Manifestó que solamente ha cambiado seis cupones de 12, “es que trabajo y no tengo tiempo para hacer fila por tanto tiempo”.
Reclamó que hay personas que otras colonias y vienen a recoger las despensas, “se bajan de sus carros o se llaman por teléfono”.
Recalco: “aquí también se apartan lugares o se meten a la fila cinco personas, por eso en ocasiones no alcanzan los de las colonias asignadas”.
Declaró que “hay personas que se suben en sillas de ruedas, sin ocuparla para pasar primero por la despensa, una vez descubrimos eso, hasta donde ha llegado la gente”.
“Todavía no voy por mis enseres domésticos, en los trabajos no dan permiso para eso, voy a ver cómo le hago o al final que me descuenten el día”, comentó.
Una despensa contiene un kilogramo de azúcar, arroz, frijol, jabón de tocador, sopa, atún, sardinas, papel sanitario, harina de maíz, pan blanco, medio casillero de huevo, un litro de aceite y la tarjeta de regalo.

Denuncian vecinos de la Garita que las despensas no traen la tarjeta de regalo

Vecinos de la colonia Garita denunciaron que las cajas de despensas que entregan los soldados a damnificados del huracán Otis estaban abiertas y no traían la tarjeta de regalo.
Reclamaron que tenían que entregar a los soldados dos cupones por una caja de despensa.
La entrega de despensas fue en la calle Chilpancingo, atrás del colegio privado Zumárraga, en la colonia Garita.
Una despensa contiene un kilogramo de azúcar, arroz, frijol, jabón de tocador, sopa, atún, sardinas, papel sanitario, harina de maíz, pan blanco, medio casillero de huevo, un litro de aceite y la tarjeta de regalo.
Una vecina, que no dio su nombre, dijo que las despensas venían abiertas y no tenían tarjetas de regalo de las tiendas Aurrerá, Chedraui o Soriana.
Criticó que los soldados pidieron dos cupones del 1 al 11, cual sea el orden, y daban a cambio una caja de despensa.
Añadió que solamente el cupón número 12, era cambio por una despensa, “ya no hay orden, solamente quieren terminar y ya”.
Se quejó que los vecinos “esperan más las tarjetas de regalo para complementar la despensa, pero no venía en el cartón abierto”.
“No se vale, el presidente dijo que nadie se iba a quedar con el apoyo, y los soldados abusan de su misión encomendada”, denunció.
El domingo pasado, vecinos de diferentes lugares se quejaron que los puntos de entrega de despensa disminuyeron, y los soldados no acuden a las colonias, sino a puntos más concurridos como el Parque de la Reina, avenida Ejido en la terminal de autobuses, en la UDA en la colonia Progreso, el Zócalo y plaza Patio. (Argenis Salmerón).

 

Se quejan vecinos de los soldados porque ya no llevan despensas a las colonias

Argenis Salmerón

Vecinos de diferentes lugares se quejaron de que los puntos de entrega de despensa disminuyeron, y los soldados no acuden a las colonias sino a puntos más concurridos como el Parque de La Reina, avenida Ejido en la terminal de autobuses, UDA en la colonia Progreso, el Zócalo, plaza Patio.
Manifestaron que los soldados reciben cualquier número de cupón a cambio de la despensa, cuando antes iba un orden.
Indicaron que a las primeras personas de la fila, un soldado marca el cupón con plumón rojo para evitar que se metan las personas en la línea.
El tiempo de espera es de seis a ocho horas para obtener una despensa, que contiene un kilogramo de azúcar, arroz, frigol, jabón de tocador, sopa, atún, sardinas, papel sanitario, harina de maíz, pan blanco, medio casillero de huevo, un litro de aceite y la tarjeta de regalo.
La vecina de la Vicente Guerrero, Sandra Cruz Palma, manifestó que los soldados ya no acuden a su colonia, “ya tiene más de tres semanas”.
Indicó que esta cambiando sus cupones en lugares concurridos donde entregan las despensas, “una fila terrible, pierdes el día para obtener una despensa”.
“Ya no hay orden en los cupones, cualquiera puedes entregar, nada más que es más restringido todo”, puntualizó.
Expresó: “me faltan dos cupones por cambiar y terminar, tengo que hacerlo antes del mes, dicen que el 28 ya no habrá nada”.
“Así que, voy cazar las despensa, para terminar mis cupones, ahorita que no tengo trabajo voy a aprovechar”, concluyó.
La señora Guadalupe Navarrete Quiñones, de la colonia Vista Alegre, denunció que tiene más de dos semanas que no van a repartir despensas, y “ahora solamente los soldados van a los puntos más concurridos”.
Contó que se tarda en la fila de seis a ocho horas para recibir una despensa, “hay muchas personas que se meten y por eso se atrasa”, señaló.
“Hay personas que se llevan de cuatro a cinco cajas de despensas, no se cómo le hacen, pero sacan varias y yo tardé varias horas formada”, criticó.
Aunque dijo que los soldados a las 50 primeras personas les marcan el cupón con plumón rojo para evitar que se meta la gente, “es inevitable, se organizan las vecinas de las colonias”.
Manifestó que la mayoría de las personas, que acuden a las despensas no tienen trabajo, “es casi una jornada de trabajo, estar formado”.
“Yo trabajo y llevó mis vales en mi bolsa y cuando veo la fila me bajo y me formo, todavía tengo cinco cupones”, sostuvo.
Ayer se entregaron despensas en las inmediaciones de la colonia Alianza Popular, ubicada en el anfiteatro de la ciudad.

Cientos se siguen quedando sin despensas en plaza Patio; los marinos no guardan el orden

Para conseguir una despensa de las que se entregan por el huracán Otis, en el estacionamiento de la plaza comercial Patio, no se necesita madrugar ni pagar a los que apartan lugares, sólo basta amontonarse en un lugar de la fila y después los marinos imponen orden y autorizan el paso de quienes están ahí.
Este jueves, en el estacionamiento de plaza Patio, cientos de personas formadas desde la madrugada vieron como se acababan las despensas de cinco tráileres y la fila en la estaban formados nunca avanzó.
En plaza Patio se reparten despensas a los damnificados por el huracán Otis. Ahí se forman dos filas, una de adultos mayores y otra general. En la fila general es donde estuvo el desorden, los damnificados buscan evitar la fila y para eso se amontonan abajo del puente peatonal, allí van metiendose en la formación oficial, a empujones.
Este jueves hubo reclamos a los marinos, por parte de ciudadanos que estaban al final de la fila general, quienes se quejaron de que la fila no avanzaba, mientras que la de los adultos mayores fluía con rapidez. La mayoría de quienes estaban formados madrugaron y llegaron desde las 3 de la mañana.
A las 8 de la mañana llegaron tres tráileres con despensas, y media hora después comenzó el reparto. La fila de adultos mayores comenzó a avanzar y la fila general se quedó rezagada, y así estuvo dos horas. Desde lejos, las personas vieron cómo se vaciaban los camiones pero su formación seguía sin moverse.
A las 10 de la mañana llegaron otros dos tráileres y fue cuando empezaron los reclamos. La gente preguntaba a los marinos porqué no avanzaba la fila. Al principio, los marinos respondían que ya habían entregado el contenido de dos contenedores, que esperaran en su lugar su turno, pero después fueron aumentando los reclamos, de ciudadanos que preguntaban porqué no avanzaba esa fila.
A esa hora salieron cuatro marinos a revisar la formación. Pidieron a la gente que no permitiera el paso a quienes no estaban formados. En su recorrido encontraron que bajo el puente peatonal, que está frente a plaza Patio, estaban las personas amontonadas para evitar formsrse al final de la fila.
Entonces, lo que hicieron los marinos fue meter en la formación a todos los que estaban amontonados y las personas que llegaron en la madrugada a formarse se quedaron atrás, viendo como salieron los tráileres vacíos y la fila nunca avanzó.
En la madrugada, sobre la banqueta se vio que cientos de personas pernoctaron en torno al estacionamiento de la plaza Patio, dormidos sobre cartones, colchonetas o sillones.
En el lugar, las personas contaron que llevaban tres días en la fila, pero que no alcanzaban despensas. (Daniel Velázquez).

 

Sí hay deserción en la UAG luego de Otis, reconoce la coordinadora de la Zona Sur

La coordinadora de la Zona Sur de la UAG, América Bautista ( al centro ) en la conferencia de prensa que ofrecio en el auditorio de la Facultad de Contaduria y Administración Foto: Carlos Carbajal

Aurora Harrison

La coordinadora de la Zona Sur de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), América Guadalupe Bautista Salgado, declaró que después del huracán Otis algunos estudiantes han desertado de las escuelas, aunque no preciso la cantidad.
Este martes, en conferencia de prensa acompañada de directivos de las diferentes unidades académicas de la UAG, negó que la universidad esté guardando despensas, como se difundió en redes sociales. Informó que desde la contingencia han entregado 100 mil despensas con 300 brigadas, en Acapulco y Coyuca de Benítez.
Detalló que este martes inició el semestre de manera formal en el municipio de Acapulco, en donde se están retomando las actividades de manera “paulatina”, porque en algunas escuelas siguen con daños del huracán y empezarán el próximo lunes.
Sobre el abandono de los estudios, dijo que “en todos los niveles educativos vamos a padecer esta deserción, lamentablemente; sin embargo, aún no tenemos cifras oficiales, porque como nos reinscribimos de manera anual, eso se verá hasta el siguiente ciclo escolar, pero hay estudiantes que solicitaron sus bajas”, dijo la funcionaria de la universidad.
Sostuvo que las salidas de los estudiantes después del huracán se están “dando en todas las escuelas, en el medio superior y superior”. Mencionó que no se pueden dar clases en línea, porque “no hay condiciones para estar en línea, el internet es insuficiente en muchas colonias”.
Bautista Salgado dijo “cada escuela está asumiendo un papel distinto en su forma de regresar (a clases) porque todavía tienen afectaciones en los espacios escolares”.
Informó sobre los planteles con daños en la Zona Sur que “según la Secretaría de Educación Pública, en marzo es la segunda etapa de la rehabilitación; sin embargo, todos, en las condiciones que estemos, regresaremos a partir del 12 de febrero”.
“Clases normales, como tal, no. Porque vamos a tener condiciones muy distintas a las que teníamos antes del huracán, sin embargo, la idea es que todas las instalaciones de las escuelas estén abiertas para las actividades presenciales”, declaró.
En la Unidad Académica de Contaduría y Administración, donde fue la conferencia de prensa, había trabajadores haciendo labores de rehabilitación de espacios.
Sobre las despensas, ropa y alimentos que la UAG entregó a damnificados después del huracán, la funcionaria dijo que hubo un centro de ayuda para los habitantes de Acapulco y Coyuca de Benítez, donde todos los apoyos en especies que se recibieron se entregaron, de manera oportuna, a quienes lo necesitaron.
Abundó que al tercer día del huracán se dieron cita en la Coordinación Zona Sur, para iniciar con los trabajos. Dijo que se usaron escobas y machetes para iniciar con trabajos de limpieza en los espacios universitarios.
Sobre las mil 124 toneladas de apoyo entre víveres, ropa, alimentos y otros insumos necesarios para la recuperación de espacios, dijo que “se armaron con esas toneladas más de 100 mil despensas, y las repartimos en por lo menos 300 brigadas” y mencionó que se entregaron más de 60 mil alimentos calientes, además de atenciones médicas, odontológicas y de veterinaria.
Del video difundido dijo que quizás “son despensas que se almacenaron durante todo este tiempo. Nuestros compañeros siguen teniendo centros de acopio en las regiones Norte, Costa Grande, Costa Chica y Centro, y esta ayuda estará llegando para ser entrega a estudiantes, porque nuestra prioridad es no seguir perdiendo estudiantes por deserción”.
Bautista Salgado explicó que las despensas que se tenían en la bodega se empezaron a entregar este martes, para los estudiantes y personas que lo necesiten.

Esperan vecinos formados por cuatro horas las despensas en la colonia Jardín Mangos

Argenis Salmerón

Tardan hasta cuatro horas formados para recibir una despensa que entrega el Ejército, se quejaron vecinos de la colonia Jardín Mangos.
Los vecinos se quejaron que la despensa no contenía la tarjeta de regalo de las tiendas Aurrerá, Soriana ni Chedraui. Además de las cajas de cartón venían abiertas.
Los soldados no pidieron ningún cupón a cambio de la despensa, que contenía solamente galletas, verduras en lata y pasta.
Los vecinos reclamaron esperaron cuatro horas formados para recibir una despensa y se taparon del sol con sombrillas y pedazos de cartón.
Algunas personas al enterarse de que la despensa no contenía tarjeta de regalo se salieron de la fila.
Según, los vecinos se formaron antes de las 9 de la mañana y después del mediodía llegaron los soldados a repartir las despensas.
Después los soldados entregaron un vale para recoger la despensa, es decir, los vecinos hicieron dos filas para recibir los productos adentro de un cartón.
Efectivos de la Guardia Nacional resguardaron la zona durante la entrega de despensas, que llegaron en dos camiones del Ejército.
La fila de personas abarcó unos 500 metros lineales del mercado Mangos hasta la avenida del mismo nombre.
La vecina Alejadra García Pineda, se quejó que se tardaron cuatro horas para recibir una despensa, “aquí se nota quien necesita los producto”.
“Hubo personas que se salieron de la fila, porque no había la famosa tarjeta de regalo, entonces se ve el interés de las personas”, reclamó.
Incluso, dijo que vinieron personas de otras colonias para la despensa, pero “se picaron el ojo, porque no recibieron los cupones y era una despensa sin tarjeta”.
“La verdad la caja de cartón solamente tenía varias galletas, latas de verduras y pasta, dicen que se están acabando las despensas”, recalcó.
Sin embargo, dijo que todavía falta por cambiar de cuatro a tres cupones, “es lo que la mayoría tiene, lo sé porque estuve preguntando”.
“Tal vez ya no quieren dar más despensas, pero los cupones faltantes cómo le van a hacer, y faltan los E1 y E2”, concluyó.

Se queda vecino de la Jardín sin censar y sin empleo por atender a su madre enferma

El vecino de la colonia Jardín Mangos, Alberto Flores Gutiérrez, manifestó que no le censaron su casa porque una semana antes del huracán Otis, se llevó a su mamá a Tijuana para la operación de un quiste en el hígado.
La casa construida de paredes de tabicón y techo de madera y láminas galvanizada, se ubica en la calle Cocoteros, Lote 11 manzana 102.
En declaraciones a El Sur, el vecino dijo que su casa se le voló el techo por los fuertes vientos del huracán Otis y perdió todo lo material.
Declaró que tiene 50 años viviendo en su casa y por atender a su mamá de su enfermedad, “me quedé sin trabajo y sin el apoyo del gobierno federal para reconstrucción”.
“Prácticamente no tengo nada en estos momentos, y mamá está en reposo y requiere de mi atención”, sostuvo.
Comentó que los vecinos se solidarizan con él y “me regalan un poco de despensa, lo que no le gusta, pero es bienvenido, la verdad”.

 

Se quejan vecinos de colonias por la espera durante nueve horas de las despensas

Vecinos de diferentes colonias se quejaron porque se formaron nueve horas para recibir la despensa en la glorieta de la Vía Rápida.
La fila de personas abarcó de la glorieta de la Vía Rápida, a un costado de la avenida Costera, hasta frente a la agencia automotriz Nissan.
Según, los vecinoa llegaron a formarse a las 9 de la mañana y hasta la 6 de la tarde repartieron las despensas.
Manifestaron que por medio de las redes sociales se enteraron de la entrega de las despensas, que incluyen una tarjeta de regalo de las tiendas Soriana o Aurrerá.
La mayoría de las personas vienen con sus cupones y otras se bajaron de su automóvil al ver la fila.
Las personas, en su mayoría mujeres, estuvieron formadas y se protegieron del sol con paraguas.
La vecina de la colonia Progreso, Claudia Lara Cabrera, dijo que se enteró por medio de las redes sociales de la entrega de despensas.
“Yo traigo mis cupones en mi bolsa para cuando vea el camión del Ejército, me baje del carro y cambie el cupón”, acotó.
Se quejó que los soldados no dan horario y no precisan el lugar para la entrega de despensas que tienen la tarjeta de regalo.
Manifestó que la despensa ayuda a la economía de las familias, “son como mil pesos en productos y más de 500 pesos en la tarjeta de regalo”.
Criticó las disputas de las personas por el lugar en la fila de las despensas, “todo debe ser en orden, por eso luego se van los soldados, comentó.
Consideró que las personas “se desesperan, piensan que se van a acabar las despensas, son las filas enormes”. (Argenis Salmerón).

 

Cumple ocho días la toma del sistema de captación de agua Papagayo I en El Rincón

El campesino de El Rinco?n, Jose? A?ngel Angelino, expone las demandas junto con sus compan?eros de siete comunidades de los Bienes Comunales de Cacahuatepec Foto: Ramón Gracida

Ramón Gracida Gómez

El Rincón

Este martes cumplió ocho días la toma del sistema de captación de agua Papagayo I en la localidad de El Rincón por parte de pobladores de siete comunidades de los Bienes Comunales de Cacahuatepec, quienes piden al gobierno federal que sean incluidos en el censo federal para que les den un apoyo de 43 mil pesos, las despensas y los enseres domésticos.
En el campamento improvisado a la orilla del río Papagayo, decenas de campesinos señalaron que el delegado federal, Iván Hernández, los engañó porque se comprometió en diciembre a que serían censados, pero los “Servidores de la Nación” sólo levantaron una encuesta y pocos vecinos recibieron 15 mil pesos.
El Sur visitó el campamento de los campesinos de la zona rural de Acapulco que tienen tomado el pozo radial del sistema de captación de agua Papagayo I de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Acapulco (CAPAMA); desde la carretera federal que conduce rumbo a la Costa Chica, son unos 30 minutos de trayecto en automóvil, la primera comunidad es San Pedro Cacahuatepec.
Luego están Amatillo, Oaxaquillas, El Ranchito y Aguacaliente. Unos minutos después de las últimas casas de esta última localidad se encuentra una gravillera, por donde se puede descender y cruzar el río para llegar a la comunidad de El Rincón, donde se encuentra el sistema de captación de agua paralizado por la protesta.
Son 200 metros del punto donde arriba la panga a la torre de CAPAMA tomada, en este espacio fueron construidas unas siete cabañas improvisadas de palma y madera para que duerman hombres, mujeres, niños y hasta bebés. Hace frío en la noche, les pican los mosquitos y algunos niños ya tienen gripe y diarrea, comentaron algunas campesinas.
Todos comen de una cocina comunitaria, que se sostiene de la cooperación individual de un peso, ayer cinco mujeres preparaban el arroz, el frijol y el huevo en chile rojo en grandes ollas calentadas con leña; comen de manera limitada para aguantar y dicen estar acostumbrados porque son campesinos.
Los manifestantes se reunieron a mediodía para exponer las demandas y enseñar las fotos impresas de sus viviendas afectadas, eran alrededor de 200 personas paradas en círculo, pero aseguraron que en la noche suman mil.
José Ángel Angelino García, de la comunidad El Rincón, indicó que son tres demandas al presidente Andrés Manuel López Obrador: 43 mil pesos en efectivo, las 12 cajas de despensas con las tarjetas de prepago incluidas y los enseres domésticos; y pidió que la entrega debe ser en su campamento.
Los 43 mil pesos son la suma del apoyo de limpieza y de reconstrucción de vivienda, “¿por qué pedimos eso? Porque ya fuimos engañados, porque no podemos recibir una parte primero porque ya estamos engañados”.
“¿Por quién? Por el gobierno; claro, ya se cuenta con un servidor público, por qué, porque hay un servidor público que nos engañó y se llama Iván Hernández Díaz, entonces la gente ya no cree”, agregó y arengó a sus compañeros a sostener unidos las demandas.
Los pobladores consideran que los 43 mil pesos no son suficientes para reparar sus casas, afectadas porque los techos de lámina volaron y el agua les echó a perder sus pertenencias; por ejemplo, una lámina cuesta alrededor de 800 pesos y el flete de Aguacaliente a Cruces de Cacahuatepec es de 3 mil pesos por el cruce del río. Además, perdieron sus milpas, 2 hectáreas en promedio por campesino, de maíz, jamaica y frijol, principalmente.
El 13 de diciembre tomaron por primera vez el Pozo Radial del sistema Papagayo I porque no fueron censados en noviembre, los “Servidores de la Nación” sí acudieron a San Pedro Cacahuatepec, Amatillo, Oaxaquillas, pero no a la colindante comunidad El Ranchito; un vecino de Aguacaliente expuso que los “Servidores de la Nación” sí llegaron a su pueblo, pero no censaron a todas las familias.
Tampoco visitaron Garrapatas ni Pochotlaxco, que están más adelante en el camino desde San Pedro Cacahuatepec. Y no cruzaron el río para censar a las familias de El Rincón, Cruces de Cacahuatepec y El Carrizo, pero sí visitaron Las Minas, El Campanario y Apalani, que están en el mismo trayecto.
En la noche del primer día de protesta acudió el delegado federal, Iván Hernández, y acordaron comenzar el censo a las familias, pero los “Servidores de la Nación” que los visitaron en sus viviendas al día siguiente les dijeron que no era un censo, era una encuesta para presentar una “solicitud de censo”, y no les entregaron el cintillo.
Después, algunos pobladores recibieron una llamada para que acudieran al Centro de Convenciones para recibir un apoyo de 15 mil pesos, pero la mayoría no tuvo ese llamado y son los que siguen protestando. “Fueron graneados” por cada comunidad, señaló Angelino García, y acusó al gobierno federal de querer “tapar el ojo al macho” y concluir los apoyos a las localidades del Acapulco rural.
Los campesinos volvieron a cerrar las bombas de agua el martes 23 de enero y al siguiente día los visitaron el director de Gobernación del Ayuntamiento de Acapulco, Ramón Montiel, el delegado regional de Gobernación del estado, Osiel Morales Nava, y el representante de la delegación de Gobernación federal, Lucio García Villalba, pero no llegaron a un acuerdo; y el jueves acudió un comandante de la Guardia Nacional para pedir información.
Los pobladores que tienen tomado el sistema de captación de agua de CAPAMA desde hace una semana viven en las comunidades de El Rincón, Cruces de Cacahuatepec, Garrapatas, El Ranchito, El Carrizo, Aguacaliente y Pochotlaxco.
El Sur publicó ayer la postura del delegado federal, Iván Hernández, quien sostuvo que no habrá apoyos de reconstrucción para estas comunidades porque no sufrieron tantos daños debido a que están alejadas de la playa.
El director de CAPAMA, Hugo Lozano Hernández, informó en conferencia de prensa el miércoles pasado que la toma de pozos afecta a 50 mil viviendas de 40 colonias, entre ellas El Coloso, Emiliano Zapata, Hogar Moderno, la parte baja de la Progreso y la zona de la avenida Costera.
Una protesta similar es la de 11 comunidades de San Marcos (San José Guatemala, Lomitas de Papagayo, Barrera, El Tejoruco Las Orquetas, Cacao, Palmitas, San Juan Grande, San Juan Chico, Minas, Llano de la puerta y Medanito perro de agua), que insisten en ser incluidos en el censo federal porque también tuvieron daños, aunque éstos no han sido revisados por las autoridades.