Seguirán las clases virtuales en Coyuca de Benítez hasta que mejoren las condiciones ahí: SNTE

Karina Contreras

El secretario general de la sección 14 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Silvano Palacios Salgado, informó que los 60 maestros afectados por la inseguridad en comunidades de la sierra en Coyuca de Benítez, seguirán dando clases virtuales mientras se dan las condiciones para regresar a las aulas.
Se le preguntó si algún maestro afectado por el asalto del martes ha solicitado su cambio, y respondió que no han hablado del tema, que se está revisando la situación de cada uno de los docentes, a fin de dar certeza laboral.
Sobre cuándo regresarán a clases presenciales, el dirigente sindical respondió: “No te puedo decir para cuando, pero sí hay un compromiso, a pesar de lo que sucedió, de los compañeros para seguir trabajando de manera virtual, como se hizo en los tiempos de la pandemia”.
Como informó El Sur, maestros de escuelas de nivel básico de Las Lomitas fueron asaltados por hombres armados, quienes les quitaron sus vehículos y objetos personales, por lo que suspendieron las clases presenciales.
En declaraciones telefónicas, el dirigente sindical Silvano Palacios indicó que como organización están asumiendo la responsabilidad que les toca, que es dar el respaldo laboral y administrativo.
Indicó que están actuando como lo han hecho en otros casos, donde han habido problemas por la inseguridad, y han canalizado sus necesidades a través del jurídico de la Secretaría de Educación Guerrero (SEG), mientras hacen lo propio en el trabajo de garantizar certeza laboral, administrativa y salarial, para que no tengan problemas en ese sentido.
Indicó que en esa zona, que está a unos 40 minutos de la cabecera, no se habían registrado problemas de inseguridad. Recordó que son muchos los maestros que no viven donde laboran, que es un gran porcentaje el que tiene que viajar a sus centros de trabajo.
Recordó que presentaron una propuesta en una reunión con la gobernadora Evelyn Salgado Pineda y una representación del dirigente naciona del SNTE, Alfonso Zepeda Salas, con los que se acordó autorizar los cambios internos y cambios de zona pues es una propuesta buena, porque “se trata de acercar a los compañeros que están en tránsito, acercar lo más que se pueda”.
Señaló que este jueves tuvieron una reunión con la SEG, para dar seguimiento a los acuerdos con la gobernadora y la dirigencia nacional, “un asunto que se resolvió en presencia de la gobernadora, pero en la reunión de este jueves la SEG los está rechazando”.
Calificó como lamentable que la SEG no atienda un acuerdo logrado en una mesa de alto nivel, que es una respuesta que ya se tuvo de manera positiva y es algo que sí es complicado, porque la dependencia sigue cerrada, “quiere decir que ese planteamiento de cambios que hicimos, en esa mesa de alto nivel, la secretaria lo está rechazando y ese proceso de cambio, que tenemos nosotros, abona para que el compañero se vaya acercando a su domicilio”.
Indicó que no es una propuesta fuera del marco de la ley, porque es un remanente de cambios autorizados por la Uesicamm, porque lo que es lamentable “es que la estructura de la SEG siga poniendo piedras en el camino, cuando ya hubo una respuesta en una mesa que se tuvo con la gobernadora. Es lamentable que la secretaría diga que no procede”.

Amplían excluidos del censo la protesta y toman el sistema de captación Papagayo II

Argenis Salmerón

Vecinos de siete comunidades de la zona rural de Acapulco, extendieron su protesta hacia el sistema de captación Papagayo II y lo tomaron como el que mantienen el sistema Papagayo I desde hace 10 días por falta de censo del gobierno federal, luego de más tres meses del huracán Otis.
Los inconformes aseguraron que por falta de atención de los tres órdenes de gobierno, hoy en la mañana se tomó el sistema de captación Papagayo II, ubicado en el poblado de Salsipuedes.
Añadieron que ahora tienen tomados los dos sistemas de captación que abastecen de agua al municipio de Acapulco.
Afirmaron que fueron afectados por el huracán Otis y que el delegado federal de los programas sociales en Guerrero, Iván Hernández Díaz, constató en un recorrido los daños en las viviendas.
Las comunidades que no fueron censadas son Cruces de Cacahuatepec, El Rincón, Ranchito, Carrizo, Garrapatas, Aguacaliente y Amatillo.
En declaraciones por teléfono, una vecina que no dio su nombre dijo que ayer por falta de atención de las autoridades tomaron el sistema de captación Papagayo II, en la comunidad de Salsipuedes.
Añadió que desde hace 10 días mantienen tomado el sistema de captación Papagayo I, en la comunidad de El Rincón para exigir ser censados.
Reclamó que ninguna autoridad de los tres órdenes de gobierno se ha acercado a atender a los vecinos de las siete comunidades damnificadas por el huracán Otis.
“La gente está molesta y cansada y más porque miraron que Iván Hernández declaró que no habrá apoyos para nosotros porque no hubo daños, pero es mentira hay casas dañadas”.
Contó que el delegado federal de los programas sociales en Guerrero, Iván Hernández Díaz, acudió a las comunidades para constatar los daños en las viviendas.
Indicó que después hicieron algunos registros de apoyo para dar el dinero de limpieza y primera para para la reconstrucción, pero “lo cortaron de tajo”.
Criticó que en la entrega de la primera parte de la reconstrucción firmaron el sobre amarillo por 17 mil 500 pesos, pero tenía 10 mil pesos, “son una de las inconsistencias que había, no se vale”.
“Después mandaron a traer a los puros comisarios bajita la mano y después que nos iban a dar 8 mil pesos, los enseres y la media cuponera por eso la molestia”, puntualizó.
Sostuvo que los manifestantes que tomaron los dos sistemas de captación los están dejando fuera del beneficio que ofreció el gobierno federal.
Declaró que los vecinos de las comunidades de Apalani y El Campanario, que están cerca del municipio de San Marcos, fueron beneficiados con el censo.

 

Cumple ocho días la toma del sistema de captación de agua Papagayo I en El Rincón

El campesino de El Rinco?n, Jose? A?ngel Angelino, expone las demandas junto con sus compan?eros de siete comunidades de los Bienes Comunales de Cacahuatepec Foto: Ramón Gracida

Ramón Gracida Gómez

El Rincón

Este martes cumplió ocho días la toma del sistema de captación de agua Papagayo I en la localidad de El Rincón por parte de pobladores de siete comunidades de los Bienes Comunales de Cacahuatepec, quienes piden al gobierno federal que sean incluidos en el censo federal para que les den un apoyo de 43 mil pesos, las despensas y los enseres domésticos.
En el campamento improvisado a la orilla del río Papagayo, decenas de campesinos señalaron que el delegado federal, Iván Hernández, los engañó porque se comprometió en diciembre a que serían censados, pero los “Servidores de la Nación” sólo levantaron una encuesta y pocos vecinos recibieron 15 mil pesos.
El Sur visitó el campamento de los campesinos de la zona rural de Acapulco que tienen tomado el pozo radial del sistema de captación de agua Papagayo I de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Municipio de Acapulco (CAPAMA); desde la carretera federal que conduce rumbo a la Costa Chica, son unos 30 minutos de trayecto en automóvil, la primera comunidad es San Pedro Cacahuatepec.
Luego están Amatillo, Oaxaquillas, El Ranchito y Aguacaliente. Unos minutos después de las últimas casas de esta última localidad se encuentra una gravillera, por donde se puede descender y cruzar el río para llegar a la comunidad de El Rincón, donde se encuentra el sistema de captación de agua paralizado por la protesta.
Son 200 metros del punto donde arriba la panga a la torre de CAPAMA tomada, en este espacio fueron construidas unas siete cabañas improvisadas de palma y madera para que duerman hombres, mujeres, niños y hasta bebés. Hace frío en la noche, les pican los mosquitos y algunos niños ya tienen gripe y diarrea, comentaron algunas campesinas.
Todos comen de una cocina comunitaria, que se sostiene de la cooperación individual de un peso, ayer cinco mujeres preparaban el arroz, el frijol y el huevo en chile rojo en grandes ollas calentadas con leña; comen de manera limitada para aguantar y dicen estar acostumbrados porque son campesinos.
Los manifestantes se reunieron a mediodía para exponer las demandas y enseñar las fotos impresas de sus viviendas afectadas, eran alrededor de 200 personas paradas en círculo, pero aseguraron que en la noche suman mil.
José Ángel Angelino García, de la comunidad El Rincón, indicó que son tres demandas al presidente Andrés Manuel López Obrador: 43 mil pesos en efectivo, las 12 cajas de despensas con las tarjetas de prepago incluidas y los enseres domésticos; y pidió que la entrega debe ser en su campamento.
Los 43 mil pesos son la suma del apoyo de limpieza y de reconstrucción de vivienda, “¿por qué pedimos eso? Porque ya fuimos engañados, porque no podemos recibir una parte primero porque ya estamos engañados”.
“¿Por quién? Por el gobierno; claro, ya se cuenta con un servidor público, por qué, porque hay un servidor público que nos engañó y se llama Iván Hernández Díaz, entonces la gente ya no cree”, agregó y arengó a sus compañeros a sostener unidos las demandas.
Los pobladores consideran que los 43 mil pesos no son suficientes para reparar sus casas, afectadas porque los techos de lámina volaron y el agua les echó a perder sus pertenencias; por ejemplo, una lámina cuesta alrededor de 800 pesos y el flete de Aguacaliente a Cruces de Cacahuatepec es de 3 mil pesos por el cruce del río. Además, perdieron sus milpas, 2 hectáreas en promedio por campesino, de maíz, jamaica y frijol, principalmente.
El 13 de diciembre tomaron por primera vez el Pozo Radial del sistema Papagayo I porque no fueron censados en noviembre, los “Servidores de la Nación” sí acudieron a San Pedro Cacahuatepec, Amatillo, Oaxaquillas, pero no a la colindante comunidad El Ranchito; un vecino de Aguacaliente expuso que los “Servidores de la Nación” sí llegaron a su pueblo, pero no censaron a todas las familias.
Tampoco visitaron Garrapatas ni Pochotlaxco, que están más adelante en el camino desde San Pedro Cacahuatepec. Y no cruzaron el río para censar a las familias de El Rincón, Cruces de Cacahuatepec y El Carrizo, pero sí visitaron Las Minas, El Campanario y Apalani, que están en el mismo trayecto.
En la noche del primer día de protesta acudió el delegado federal, Iván Hernández, y acordaron comenzar el censo a las familias, pero los “Servidores de la Nación” que los visitaron en sus viviendas al día siguiente les dijeron que no era un censo, era una encuesta para presentar una “solicitud de censo”, y no les entregaron el cintillo.
Después, algunos pobladores recibieron una llamada para que acudieran al Centro de Convenciones para recibir un apoyo de 15 mil pesos, pero la mayoría no tuvo ese llamado y son los que siguen protestando. “Fueron graneados” por cada comunidad, señaló Angelino García, y acusó al gobierno federal de querer “tapar el ojo al macho” y concluir los apoyos a las localidades del Acapulco rural.
Los campesinos volvieron a cerrar las bombas de agua el martes 23 de enero y al siguiente día los visitaron el director de Gobernación del Ayuntamiento de Acapulco, Ramón Montiel, el delegado regional de Gobernación del estado, Osiel Morales Nava, y el representante de la delegación de Gobernación federal, Lucio García Villalba, pero no llegaron a un acuerdo; y el jueves acudió un comandante de la Guardia Nacional para pedir información.
Los pobladores que tienen tomado el sistema de captación de agua de CAPAMA desde hace una semana viven en las comunidades de El Rincón, Cruces de Cacahuatepec, Garrapatas, El Ranchito, El Carrizo, Aguacaliente y Pochotlaxco.
El Sur publicó ayer la postura del delegado federal, Iván Hernández, quien sostuvo que no habrá apoyos de reconstrucción para estas comunidades porque no sufrieron tantos daños debido a que están alejadas de la playa.
El director de CAPAMA, Hugo Lozano Hernández, informó en conferencia de prensa el miércoles pasado que la toma de pozos afecta a 50 mil viviendas de 40 colonias, entre ellas El Coloso, Emiliano Zapata, Hogar Moderno, la parte baja de la Progreso y la zona de la avenida Costera.
Una protesta similar es la de 11 comunidades de San Marcos (San José Guatemala, Lomitas de Papagayo, Barrera, El Tejoruco Las Orquetas, Cacao, Palmitas, San Juan Grande, San Juan Chico, Minas, Llano de la puerta y Medanito perro de agua), que insisten en ser incluidos en el censo federal porque también tuvieron daños, aunque éstos no han sido revisados por las autoridades.

 

Piden 11 comisarios de San Marcos en un video que los afectados sean censados y apoyados

Ramón Gracida Gómez

Comisarios de 11 comunidades de San Marcos, afectadas por el huracán Otis, pidieron al presidente Andrés Manuel López Obrador que se les censen, porque no han recibido ningún apoyo oficial por los daños que tuvieron.
En un video compartido por Whatsapp, una representante de los inconformes leyó un escrito dirigido al mandatario federal, para que les ayude y “vengan los censadores, porque nosotros aquí, todos estos pueblos, fuimos damnificados del huracán Otis y la verdad es que no nos hacen caso”.
“Pero a ver si usted, como gobierno que es muy bueno y está ayudando a las comunidades, quiero que también a nosotros nos ayude, porque también tuvimos daños y no nos hacen caso”, recalcó la mujer que leyó el documento.
En el escrito lamentan que la Secretaría del Bienestar estatal, Maricarmen Cabrera Lagunas, diga que no son damnificados porque “sí hay pruebas y se les va a dar pruebas. No es mentira”.
Los pobladores de San Marcos pidieron a Cabrera Lagunas que visite sus comunidades, “que venga aquí, a hablar con nosotros, y le vamos a enseñar pruebas. No como ella dice, que no hay pruebas. Sí hay, sí hay daños y se los vamos a demostrar”.
La damnificada expuso: “Hemos luchado, pero no hay respuesta y ahora sí que usted, como buen gobierno que está ahorita y está apoyando a todas las comunidades, usted nos va ayudar, porque es un buen presidente”.
Indicaron que si llega a ganar la Presidencia de la República la morenista Claudia Sheinbaum, en las siguientes elecciones federales, la van apoyar, “porque son buenos gobernantes para toda la República mexicana”.
Insistió: “Queremos que nos apoye, que veamos claro, que no veamos oscuridad, porque ahorita estamos luchando, pero no vemos nada y yo quiero que usted nos apoye, ahora sí que usted es un señor muy luchón y queremos que luche por nosotros, y usted nos va a ayudar”.
Suscriben el escrito los comisarios de San José Guatemala, Lomitas de Papagayo, Barrera, Tejoruco Las Orquetas, Cacao, Palmitas, San Juan Grande, San Juan Chico, Minas, Llano de La Puerta y Medanito Perro de Agua.
El Sur publicó, el 25 de enero, la declaración de la secretaria del Bienestar, Maricarmen Cabrera, quien informó que los afectados del meteoro del 25 de octubre, que viven en San Marcos, serán beneficiarios de láminas y otros apoyos, con base en un censo estatal, pero no se les dará los enseres domésticos de la federación.
Un día antes, también se dio a conocer la postura del presidente municipal, Tomás Hernández Palma, quien consideró que la decisión de excluir a San Marcos de la declaración fue tomada “a la ligera” y dijo que eran “desafortunadas” las declaraciones del delegado federal, Iván Hernández, quien reiteró antes que no serían censados.

Mantienen tomado el sistema Papagayo I para exigir beneficios como damnificados

Aurora Harrison

Seis días cumplieron los vecinos de siete comunidades de los Bienes Comunales de Cacahuatepec con la toma del sistema de captación Papagayo I, porque quieren ser censados y que el gobierno federal les dé el apoyo de reconstrucción, los enseres y las despensas.
El sábado al mediodía nuevamente estuvieron autoridades de Gobernación municipal con los vecinos, pero no llegaron a ningún acuerdo. Los pobladores se quedan a dormir en espera de una solución a su planteamiento, y es que aseguran que ellos también resultaron afectados por el huracán.
Los vecinos expusieron que ellos no quieren los 15 mil pesos que les están ofreciendo, porque también tuvieron daños en sus viviendas y que eso no les va a alcanzar.
José Angelino García dijo que son de 110 a 120 personas, pero que salieron pocos en una lista de censados “los demás ¿por qué no están?, queremos que nos den una respuesta”.
Recordó que el delegado del gobierno federal en Guerrero, Iván Hernández, “personalmente vino al poblado de El Rincón, El Carrizo, Garrapatas, Amatillo, y vio la problemática, pero no ha cumplido, en el listado de él todos fuimos evaluados, pero no han cumplido, y no se qué pasa con el recurso”.
Explicó que desde el martes tomaron el pozo Ranney “queremos los 43 mil pesos a cada uno de nosotros del apoyo de reconstrucción, las 12 cajas de despensas y los enseres conforme nos toca,”.
Otra de las vecinas que está en el plantón dijo: “estamos aquí porque mis compañeros de Garrapatas no están de acuerdo con lo poquito que nos están ofreciendo ahorita (los 15 mil pesos), estamos dispuestos a seguir hasta no recibir los 43 mil pesos y las despensas”.
La queja también es porque trascendió una lista con personas ya censadas, “pero no salimos todos, sólo 86 personas”.

 

No son censados vecinos de San Marcos por no estar incluidos en la declaración de desastre

Eleuterio Colo?n y su esposa Cruz Corte?s Mun?oz muestran su casa partida a la mitad por el paso del huraca?n Otis en la comunidad La Barrera, San Marcos Foto: Ramón Gracida

Ramón Gracida Gómez

Paredes de viviendas de adobe partidas a la mitad, techos de lámina que no han sido reparados por falta de dinero y milpas completas de maíz perdidas son algunos de los estragos ocasionados por el huracán Otis en diez comunidades de San Marcos colindantes con Acapulco, que no fueron censadas.
Damnificados criticaron que no fueron tomados en cuenta por una razón “política” de ser parte del municipio de la Costa Chica que no fue incluido en la declaración de desastre, a pesar de vivir las mismas consecuencias que los habitantes de Acapulco y Coyuca de Benítez.
Pidieron la visita del delegado federal Iván Hernández, porque los funcionarios con los que se han reunido sólo “están jugando” con ellos, les piden pruebas de sus daños y no cumplen los acuerdos que firman. Advirtieron de un nuevo bloqueo en la carretera federal de la Costa Chica este lunes si no son atendidos.
El Sur hizo un recorrido este sábado en algunas de estas comunidades afectadas por el meteoro del 25 de octubre, con la ayuda de representantes de los poblados que han organizado la toma de los pozos de agua y los bloqueos de la carretera federal, el último apenas el viernes pasado.
Fueron más de cuatro horas de recorrido por distintas viviendas dañadas y que aún no han sido reparadas porque los propietarios, muchos adultos mayores, no tienen los recursos económicos para comprar ni siquiera láminas de 900 pesos porque viven de su pensión que da la federación.
Ningún funcionario o servidor de la Nación ha acudido a revisar las afectaciones, por lo que es mucha la necesidad de los pobladores consultados de mostrar todos los daños que tienen, todo lo que perdieron, todo lo que no han podido recuperar a casi tres meses del paso del huracán.
La visita empezó a las 12:30 de la tarde en El Tejoruco, la comunidad de Florencio Villareal en la que se encuentra la intersección entre la carretera hacia la Costa Chica que se prolonga desde Barra Vieja, y la carretera hacia la misma región desde el crucero de El Cayaco, en la zona suburbana de Acapulco.
Para sobrevivir las primeras semanas después de la catástrofe, Alberta Morales García y su hija Isabel Gaspar, vecinas de esta localidad, pedían agua y comida a los automovilistas porque la Marina y el Ejército sólo entregaron despensas en su localidad dos veces y tenían que ir hasta Lomas de Chapultepec por ellas.
“A lucha salimos” de la casa, recordó Alberta dentro de su vivienda que parece deshabitada porque se echaron a perder varias pertenencias, pero que no quiere dejar porque ahí crió a sus nueve hijos. Vende pollos al menudeo, pero su principal fuente de ingreso es la pensión de adulto mayor.
La casa de Alberta está cerca de la escuela primaria rural estatal Benito Juárez, cuyo techo resultó afectado y los niños de primero a sexto toman clases en la cancha techada que se encuentra a un costado; para poder entrar a ver los daños durante el recorrido, la comisaria municipal, Yazmín Navarrete Guerrero, tuvo que insistir con los agentes de la Guardia Nacional que pernoctan en los salones desde finales de diciembre.
Es una comunidad de campesinos, indicó el comisario suplente, Ezequiel Flores Hernández, y hay una dependencia económica de la milpa que siembra, tres hectáreas en promedio por productor, porque venden una mitad y consumen la otra mitad; casi todos perdieron todo por Otis.
Acompañado de representantes de otras comunidades, el vecino de Tejoruco, Álvaro Arcos, contó que los damnificados de San Marcos decidieron protestar por primera vez el 11 de noviembre porque los “Servidores de la Nación” les dijeron que no acudirían a sus casas porque pertenecían a San Marcos, municipio que no fue incluido en la declaración de desastre.
Para los damnificados, es una cuestión “política” porque sí pertenecen oficialmente al municipio de la Costa Chica, pero tuvieron los mismos daños materiales que los vecinos de Acapulco porque sus comunidades colindan con este municipio.
Luego tomaron los pozos de agua que están dentro del Ejido de La Barrera, no de Lomas de Chapultepec, enfatizó el campesino, del 18 al 20 de diciembre, con lo que lograron la primera reunión en las oficinas de la Promotora Turística (Protur) en el bulevar de Las Naciones.
En el encuentro participaron el delegado federal de Gobernación en Guerrero, Juan Carlos Barrios Curtis; el representante de la Secretaría de Gobernación del estado, Lucio García Villalba; el delegado de la misma dependencia estatal, Osiel Morales Nava, y otro funcionario del estado del que no saben su nombre.
Los representantes de los gobiernos federal y estatal, ambos morenistas, les pidieron “pruebas” de los daños que tenían, además de que el alcalde de San Marcos, el perredista Tomás Hernández Palma, mandara un oficio al estado.
Hernández Palma les contestó en la misma reunión que ya había enviado el documento y señaló al secretario de Protección Civil, Roberto Arroyo Matus, de no hacer avanzar la solicitud, de acuerdo con la versión de los pobladores presentes.
Ante la falta de resultados, las comunidades se organizaron por su cuenta y son alrededor de mil habitantes de Medanitos, Perros de Agua, Llano de la Puerta, San Juan Grande, San Juan Guatemala, Las Minas, Tamarindillo, Lomitas de Papagayo, Barrera, El Tejoruco, Cacao y Palmitas.
El 3 de enero tuvo lugar una reunión más, donde estuvieron presentes la subdelegada federal de Gobernación en Guerrero, Edith Mariel Panches Giles, los funcionarios García Villalba y Morales Nava, y otro representante de Gobernación estatal, Rafael Montalván Astudillo.
Acordaron que el miércoles 17 de enero tendrían una respuesta con la condición de que ya no se manifestaran; un día antes, Álvaro Arcos habló con García Villalba para que le diera la hora en que tendrían la respuesta, pero el funcionario la pospuso durante el transcurso del día.
El jueves se manifestaron otra vez los damnificados porque lo acordado fue “una mentira, están jugando con nosotros o qué quieren que hagamos nosotros”, les dijeron a los representantes del estado, García Villalba y Morales Nava, quienes se comprometieron mediante un convenio firmado a que el viernes acudiría el delegado federal, Iván Hernández.
Los damnificados de San Marcos ubican a Iván Hernández como el único que les puede dar un respuesta, porque es el “único autorizado del gobierno federal y está más cerquita de López Obrador” y de la secretaria del Bienestar, Ariadna Montiel.
Pero no llegó el delegado el viernes y entre 600 y 800 pobladores bloquearon la carretera federal hasta las 7 de noche, sólo liberaron la vía porque “nos sentíamos mal nosotros porque había mucha gente enferma con hemodiálisis, mucho niño con tos, la cola se hizo grandísima”, dijo Álvaro Arcos.
Entre el crucero de El Tejoruco y el puente de Lomas de Chapultepec se ubica la localidad de La Barrera, de apenas unas 30 viviendas, varias de ellas fungen también como tiendas de artesanías. Una de ellas es de Luz Divina Hernández Espíritu, quien estimó en 50 mil pesos la pérdida de mercancía mientras mostraba el cuarto en el que se encontraba el 25 de octubre y fue arrasado también por el huracán.
Ahora sólo tiene un colchón, la base de la cama y unas enormes láminas colgando, y contó que le ofrecieron en Acapulco el paquete de enseres domésticos en 5 mil pesos. A un costado vive su hija Juana, quien enseñó el tiradero de pertenencias que ocasionó Otis; y al lado vive otra hija de Luz, en total son siete personas que viven en tres casas contiguas, todas afectadas.
Sus vecinos son Eleuterio Colón, de 71 años, y su esposa Cruz Cortés Muñoz, de 57 años, quienes huyeron de su cuarto cuando se les empezó a meter el agua y se refugiaron en su cocina, donde ahora duermen porque una pared de adobe de su recámara se partió a la mitad y está a punto de colapsar.
“Parece burla”, se quejó el comisario de San Juan Guatemala, Gonzalo Guatemala Luna, de la falta de respuesta por parte del gobierno, que les pide “pruebas, pruebas”, pero no les ha ayudado, aunque se las muestran.
Un último ejemplo: la casa de María Pérez se inundó por un cuerpo de agua cercano que creció con la lluvia, la señora de 67 años y su nieta fueron rescatadas por sus vecinos y todo se le echó a perder, incluyendo su máquina de coser de la que se mantiene.
Una brecha de tierra debajo del puente de Lomas de Chapultepec es el camino que conduce a San Juan Guatemala y antes se cruza la localidad de Lomitas de Papagayo; ambas comunidades están a 50 minutos en automóvil de su cabecera municipal de San Marcos y solamente a dos minutos del territorio que ya empieza a ser Acapulco.

Siguen transporte irregular y largas filas por los enseres

Ayer se observaron aglomeraciones en las paradas del Acabús y damnificados por el huracán Otis estuvieron ocho días formados cerca del parque Papagayo donde durmieron para recibir los electrodomésticos que reparte el gobierno federal. En Renacimiento (en la imagen) hubo fricciones con vecinos de otras colonias y muchos se quedaron formados y con las manos vacías. Ayer también, la gobernadora Evelyn Salgado anunció la puesta en marcha de un plan de reforestación en la ciudad y en Coyuca de Benítez Foto: Jacob Morales

Forman fila ocho días vecinos de la
colonia Progreso para recibir enseres

La gente se organiza e impide que haya personas que cobran por apartar lugar

Aurora Harrison

Vecinos de la colonia Progreso afectados por el huracán Otis estuvieron ocho días formados cerca de la malla ciclónica del parque Papagayo, durmieron en sillas y hasta ayer recibieron sus enseres domésticos por parte de la Secretaría de Bienestar.
Comentaron que durante el tiempo de espera se dieron cuenta que había personas que cobraban por apartar los lugares y que por esa razón es que tardaron para recibir el apoyo del gobierno, porque metían a otras personas a las filas.
Ayer había dos filas, una de los que ya tenían una ficha y que estaban esperando para que se les entregaran los enseres y los otros que tenían que esperar otro día. La fila estaba más organizada y es que había rumores de que ya no iban a entregar en el parque, pero es una versión que no estaba confirmada sólo “rumores” que se escucharon.
Los soldados ahora metieron los camiones al área de estacionamiento y las camionetas de mudanzas y los carros esperan sobre la calle Andrés de Urdaneta, de manera que ese tramo de vialidad está cerrado a la circulación de vehículos. También había botes de basura saturados debido a la cantidad de desechos de comida que las personas que hacen fila tiran.
La señora Rebeca es vecina de la colonia Progreso y estaba formada en la fila de los que ya iban a recibir el apoyo. Recordó que con el huracán que impactó el 25 de octubre su vivienda resultó afectada, como la mayoría de los inmuebles en la ciudad; ayer, luego de ocho días que pasó desvelándose y mal comiendo, recibió sus enseres domésticos.
Sentada en una silla plegable, la señora Rebeca recordó que estuvo “ocho días aquí y hubo bastantes personas que estuvieron cobrando, empezaron a meter gente, hasta que los mismos que estábamos formados empezamos a sacar y la misma gente de la fila que se fue organizando”, porque dijo “había personas que gritaban y eran muy déspotas”.
“A los militares los tuvieron que cambiar, porque la fila no avanzaba, los cambiaron, porque a las 3 de la tarde se acaba la entrega de enseres, y ahorita no, ahorita siguen entregando hasta muy tarde, y ahorita personalmente pasan el jefe (de los militares) para preguntar si avanzaba la fila, porque gracias a él es que avanzó”, dijo.
Mencionó que había versiones entre las personas de la fila que los “militares estaban vinculados con los que apartaban lugares”, porque después de que llegaron nuevos soldados y agentes de la Guardia Nacional hubo más movimiento y la fila empezó a avanzar.
“Nos venimos en equipo con otros vecinos y gracias a eso es que la pasamos divertidos, porque estar aquí fue un infierno, los primeros días ya no aguantábamos, hasta que tuvimos que hacer relajo… que de campamento, de picnic para soportar el sol, el hambre, y sin baños porque si no tomas agua los intestinos apretados, el estrés porque ya eran siete días y nos fuimos a bañar cuando dieron las fichas”, declaró.
Abundó que los soldados dieron fichas y “ya estamos a nada de que nos entreguen nuestros enseres, desde el domingo pasado llegué y era de esperarse porque había mucha gente, aparte la fila era larga porque venían de colonias, de María de la O, Santa Cruz, porque decían que también llevaban varios días en la UDA y no salían y todo esto estuvo mal organizado, porque no lo hicieron por letra, así como nos dieron el dinero para reconstrucción así nos hubieran llamado para darnos los enseres”.
Otra vecina también afectada, la señora Martha, dijo que ella también lleva ocho días ahí esperando la entrega de sus enseres, que al igual que la señora Rebeca estos días de espera los ha sabido sobrellevar porque con sus vecinos están platicando, se comparten comida que les llevan sus hijos, y se intercambian para hacerse guardia y poder ir al sanitario.

 

No son censados vecinos de San Marcos por no estar incluidos en la declaración de desastre

Por la razón “política” de ser parte del municipio de la Costa Chica y no de Acapulco los discriminan, aunque hayan sufrido severas pérdidas, señalan

 

Ramón Gracida Gómez

Paredes de viviendas de adobe partidas a la mitad, techos de lámina que no han sido reparados por falta de dinero y milpas completas de maíz perdidas son algunos de los estragos ocasionados por el huracán Otis en diez comunidades de San Marcos colindantes con Acapulco, que no fueron censadas.
Damnificados criticaron que no fueron tomados en cuenta por una razón “política” de ser parte del municipio de la Costa Chica que no fue incluido en la declaración de desastre, a pesar de vivir las mismas consecuencias que los habitantes de Acapulco y Coyuca de Benítez.
Pidieron la visita del delegado federal Iván Hernández, porque los funcionarios con los que se han reunido sólo “están jugando” con ellos, les piden pruebas de sus daños y no cumplen los acuerdos que firman. Advirtieron de un nuevo bloqueo en la carretera federal de la Costa Chica este lunes si no son atendidos.
El Sur hizo un recorrido este sábado en algunas de estas comunidades afectadas por el meteoro del 25 de octubre, con la ayuda de representantes de los poblados que han organizado la toma de los pozos de agua y los bloqueos de la carretera federal, el último apenas el viernes pasado.
Fueron más de cuatro horas de recorrido por distintas viviendas dañadas y que aún no han sido reparadas porque los propietarios, muchos adultos mayores, no tienen los recursos económicos para comprar ni siquiera láminas de 900 pesos porque viven de su pensión que da la federación.
Ningún funcionario o servidor de la Nación ha acudido a revisar las afectaciones, por lo que es mucha la necesidad de los pobladores consultados de mostrar todos los daños que tienen, todo lo que perdieron, todo lo que no han podido recuperar a casi tres meses del paso del huracán.
La visita empezó a las 12:30 de la tarde en El Tejoruco, la comunidad de Florencio Villareal en la que se encuentra la intersección entre la carretera hacia la Costa Chica que se prolonga desde Barra Vieja, y la carretera hacia la misma región desde el crucero de El Cayaco, en la zona suburbana de Acapulco.
Para sobrevivir las primeras semanas después de la catástrofe, Alberta Morales García y su hija Isabel Gaspar, vecinas de esta localidad, pedían agua y comida a los automovilistas porque la Marina y el Ejército sólo entregaron despensas en su localidad dos veces y tenían que ir hasta Lomas de Chapultepec por ellas.
“A lucha salimos” de la casa, recordó Alberta dentro de su vivienda que parece deshabitada porque se echaron a perder varias pertenencias, pero que no quiere dejar porque ahí crió a sus nueve hijos. Vende pollos al menudeo, pero su principal fuente de ingreso es la pensión de adulto mayor.
La casa de Alberta está cerca de la escuela primaria rural estatal Benito Juárez, cuyo techo resultó afectado y los niños de primero a sexto toman clases en la cancha techada que se encuentra a un costado; para poder entrar a ver los daños durante el recorrido, la comisaria municipal, Yazmín Navarrete Guerrero, tuvo que insistir con los agentes de la Guardia Nacional que pernoctan en los salones desde finales de diciembre.
Es una comunidad de campesinos, indicó el comisario suplente, Ezequiel Flores Hernández, y hay una dependencia económica de la milpa que siembra, tres hectáreas en promedio por productor, porque venden una mitad y consumen la otra mitad; casi todos perdieron todo por Otis.
Acompañado de representantes de otras comunidades, el vecino de Tejoruco, Álvaro Arcos, contó que los damnificados de San Marcos decidieron protestar por primera vez el 11 de noviembre porque los “Servidores de la Nación” les dijeron que no acudirían a sus casas porque pertenecían a San Marcos, municipio que no fue incluido en la declaración de desastre.
Para los damnificados, es una cuestión “política” porque sí pertenecen oficialmente al municipio de la Costa Chica, pero tuvieron los mismos daños materiales que los vecinos de Acapulco porque sus comunidades colindan con este municipio.
Luego tomaron los pozos de agua que están dentro del Ejido de La Barrera, no de Lomas de Chapultepec, enfatizó el campesino, del 18 al 20 de diciembre, con lo que lograron la primera reunión en las oficinas de la Promotora Turística (Protur) en el bulevar de Las Naciones.
En el encuentro participaron el delegado federal de Gobernación en Guerrero, Juan Carlos Barrios Curtis; el representante de la Secretaría de Gobernación del estado, Lucio García Villalba; el delegado de la misma dependencia estatal, Osiel Morales Nava, y otro funcionario del estado del que no saben su nombre.
Los representantes de los gobiernos federal y estatal, ambos morenistas, les pidieron “pruebas” de los daños que tenían, además de que el alcalde de San Marcos, el perredista Tomás Hernández Palma, mandara un oficio al estado.
Hernández Palma les contestó en la misma reunión que ya había enviado el documento y señaló al secretario de Protección Civil, Roberto Arroyo Matus, de no hacer avanzar la solicitud, de acuerdo con la versión de los pobladores presentes.
Ante la falta de resultados, las comunidades se organizaron por su cuenta y son alrededor de mil habitantes de Medanitos, Perros de Agua, Llano de la Puerta, San Juan Grande, San Juan Guatemala, Las Minas, Tamarindillo, Lomitas de Papagayo, Barrera, El Tejoruco, Cacao y Palmitas.
El 3 de enero tuvo lugar una reunión más, donde estuvieron presentes la subdelegada federal de Gobernación en Guerrero, Edith Mariel Panches Giles, los funcionarios García Villalba y Morales Nava, y otro representante de Gobernación estatal, Rafael Montalván Astudillo.
Acordaron que el miércoles 17 de enero tendrían una respuesta con la condición de que ya no se manifestaran; un día antes, Álvaro Arcos habló con García Villalba para que le diera la hora en que tendrían la respuesta, pero el funcionario la pospuso durante el transcurso del día.
El jueves se manifestaron otra vez los damnificados porque lo acordado fue “una mentira, están jugando con nosotros o qué quieren que hagamos nosotros”, les dijeron a los representantes del estado, García Villalba y Morales Nava, quienes se comprometieron mediante un convenio firmado a que el viernes acudiría el delegado federal, Iván Hernández.
Los damnificados de San Marcos ubican a Iván Hernández como el único que les puede dar un respuesta, porque es el “único autorizado del gobierno federal y está más cerquita de López Obrador” y de la secretaria del Bienestar, Ariadna Montiel.
Pero no llegó el delegado el viernes y entre 600 y 800 pobladores bloquearon la carretera federal hasta las 7 de noche, sólo liberaron la vía porque “nos sentíamos mal nosotros porque había mucha gente enferma con hemodiálisis, mucho niño con tos, la cola se hizo grandísima”, dijo Álvaro Arcos.
Entre el crucero de El Tejoruco y el puente de Lomas de Chapultepec se ubica la localidad de La Barrera, de apenas unas 30 viviendas, varias de ellas fungen también como tiendas de artesanías. Una de ellas es de Luz Divina Hernández Espíritu, quien estimó en 50 mil pesos la pérdida de mercancía mientras mostraba el cuarto en el que se encontraba el 25 de octubre y fue arrasado también por el huracán.
Ahora sólo tiene un colchón, la base de la cama y unas enormes láminas colgando, y contó que le ofrecieron en Acapulco el paquete de enseres domésticos en 5 mil pesos. A un costado vive su hija Juana, quien enseñó el tiradero de pertenencias que ocasionó Otis; y al lado vive otra hija de Luz, en total son siete personas que viven en tres casas contiguas, todas afectadas.
Sus vecinos son Eleuterio Colón, de 71 años, y su esposa Cruz Cortés Muñoz, de 57 años, quienes huyeron de su cuarto cuando se les empezó a meter el agua y se refugiaron en su cocina, donde ahora duermen porque una pared de adobe de su recámara se partió a la mitad y está a punto de colapsar.
“Parece burla”, se quejó el comisario de San Juan Guatemala, Gonzalo Guatemala Luna, de la falta de respuesta por parte del gobierno, que les pide “pruebas, pruebas”, pero no les ha ayudado, aunque se las muestran.
Un último ejemplo: la casa de María Pérez se inundó por un cuerpo de agua cercano que creció con la lluvia, la señora de 67 años y su nieta fueron rescatadas por sus vecinos y todo se le echó a perder, incluyendo su máquina de coser de la que se mantiene.
Una brecha de tierra debajo del puente de Lomas de Chapultepec es el camino que conduce a San Juan Guatemala y antes se cruza la localidad de Lomitas de Papagayo; ambas comunidades están a 50 minutos en automóvil de su cabecera municipal de San Marcos y solamente a dos minutos del territorio que ya empieza a ser Acapulco.

 

Bloquean de nuevo comunidades la carretera Acapulco- Pinotepa Nacional

Argenis Salmerón

Vecinos de siete comunidades del municipio de San Marcos, colindantes con la zona rural de Acapulco, bloquearon otra vez la carretera federal Acapulco-Pinotepa Nacional para denunciar que fueron engañados por las autoridades del gobierno del estado y de la Secretaría del Bienestar federal para hecer el censo.
Los inconformes afirmaron que sus viviendas resultaron afectadas por el huracán Otis el pasado 25 de octubre.
Los manifestantes cerraron la vía federal desde las 3 de la tarde, frente al poblado de El Tejoruco, cerca de Las Horquetas.
Los inconformes son de los poblados de San José Guatemala, Palmitas, La Barrera, El Tejoruco, Cacao, San Juan y Las Minas, todos pertenecientes al municipio de San Marcos.
Advirtieron que no se van a quitar de la carretera hasta que sean censados por los “Servidores de la Nación”.
En declaraciones por teléfono, el ejidatario de La Barrera, Álvaro Arco, reclamó que funcionarios del gobierno federal los dejaron plantados para el censo de sus viviendas afectadas por el huracán Otis.
“Quedamos que al mediodía, y dejamos tres horas más y nadie se apareció, ahora sí nos vamos a quedar a dormir en la carretera”, dijo.
Se quejó que funcionarios del gobierno del estado encabezados por Evelyn Salgado Pineda, “nos engañaron, y no cumplieron”.
Criticó que “se comprometieron y no ayudaron, por eso volvimos a bloquear otra vez, porque engañan al pueblo”.
Insistió que el huracán Otis no sólo dañó sus viviendas sino también sus zonas de trabajo como la siembra de maíz y elote.
Manifestó que el huracán Otis, “no solamente afectó a Acapulco y Coyuca de Benítez, sino también a algunos pueblos de San Marcos”.
“El alcalde no se preocupó por nosotros, y tenemos daños en nuestras casas y área de trabajo”, acotó.
Expresó: “queremos que venga los ‘Servidores de la Nación’ a constatar los daños de nuestra gente y así censarlas, estamos en el olvido por todos los gobiernos”.

 

Bloquean siete comunidades de San Marcos la carretera Acapulco-Pinotepa Nacional

Habitantes de siete comunidades del municipio de San Marcos durante el bloqueo de la carretera federal Acapulco-Pinotepa, frente al Tejoruco Foto: El Sur

Argenis Salmerón

Vecinos de siete comunidades del municipio de San Marcos, colindante con la zona rural de Acapulco, bloquearon ocho horas la carretera federal Acapulco-Pinotepa Nacional para insistir en el censo, porque aseguraron que fueron afectados por el huracán Otis.
A las 8 de la mañana, unos 300 manifestantes cerraron la vía federal frente al poblado de El Tejoruco, cerca de Las Horquetas.
A las 4 de la tarde, los vecinos retiraron el bloqueo porque las autoridades del estado se comprometieron que hoy los atenderían funcionarios de la Secretaría del Bienestar federal.
Advirtieron que si no hay atención hoy volverán al bloquear la carretera federal, que conecta Acapulco a los municipios de la región de la Costa Chica.
Los inconformes son de los poblados de San José Guatemala, Palmitas, La Barrera, El Tejoruco, Cacao, San Juan y Las Minas, todos pertenecientes al municipio de San Marcos.
Exigieron la presencia del delegado de los programas sociales del gobierno federal en Guerrero, Iván Hernández Díaz, porque dijeron que no cumplieron en censar a principios de mes.
En declaraciones por teléfono, el ejidatario de La Barrera, Álvaro Arcos reiteró que requieren ser censados por los “Servidores de la Nación” porque aseguró que hay viviendas afectadas por el huracán Otis.
Criticó que las autoridades engañaron a la población, porque se comprometieron a dar información del censo el 3 de enero, “es la fecha que no se acercado para conocer los requisitos para ser censados”.
Añadió que en diciembre pasado los vecinos tomaron las instalaciones del sistema Lomas de Chapultepec para exigir ser censados.
Declaró que las siete comunidades pertenecen al municipio de San Marcos, sin embargo están en las afueras de la zona rural de Acapulco, “nosotros también tenemos afectaciones en casa y cosechas”.
Indicó que la mayoría de las casas están construidas de paredes de adobe y tejas o láminas de cartón, “toda las tejas y láminas salieron volando por los fuertes vientos”.
Señaló que el huracán Otis no solamente afectó al municipio de Acapulco y Coyuca de Benítez sino también una parte de los poblados de San Marcos, “que vengan a verificar los daños las autoridades”.
Criticó que el alcalde del municipio de San Marcos, Tomás Hernández Palma, no dio a conocer las comunidades afectadas por el huracán Otis y el gobierno federal no emitió la emergencia para este municipio.
“Antes nos traían despensas los soldados y organizaciones civiles, pero ya no vienen a dejarnos víveres”, puntualizó.
Dio a conocer que el huracán Otis dañó las cosechas de maíz y jamaica, además de derribar las palmeras, “nos quedamos sin fuente de trabajo”.
El 19 de diciembre pasado, los mismos pobladores tomaron 55 horas las instalaciones del sistema de captación de agua Lomas de Chapultepec, para exigir el censo, porque aseguraron que fueron afectados por el huracán Otis.

Reclaman campesinos al titular de Sagadegro que son excluidos del censo agropecuario

El secretario de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural, Alejandro Zepeda Castorena durante la reunión con autoridades ejidales y habitantes de las localidades de Tres Palos, La Sábana, Cacahuatepec, El Quemado y El Bejuco, en la comisaría ejidal de Tres Palos Foto: Jesús Eduardo Guerrero

Ramón Gracida Gómez

Campesinos de distintas comunidades de Acapulco se reunieron este miércoles con el secretario de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural de Guerrero, Alejandro Zepeda, para manifestarle que algunos de ellos fueron excluidos del censo agropecuario.
Después de dos horas de una reunión en la Comisaría Ejidal de Tres Palos, llegaron al acuerdo de reencauzar el censo para que sean incluidos los campesinos que no fueron censados y las comunidades que no han sido integradas a este censo.
La reunión fue programada a la 10 de la mañana y tomó la palabra el secretario técnico de la Sagadegro, Arturo Núñez, quien explicó que el primer mes después del paso del huracán Otis consistió en la atención de la emergencia con la apertura de caminos, por lo que se aplazó el censo.
Asimismo, argumentó el funcionario estatal, el censo se ha alargado por algunos problemas, como que algunos campesinos que dicen tener pérdidas en sus parcelas, pero no en el momento de la verificación, no las presentan.
Además, algunos potenciales beneficiarios del censo agropecuario, que es diferente al censo federal que otorga apoyos para la limpieza y la reconstrucción de las viviendas, no se encontraban en sus parcelas cuando los técnicos de la Sagadegro transitaron en las comunidades que habitan.
Comentó que se han levantado 5 mil 833 encuestas en el área rural de Acapulco y Coyuca de Benítez, que corresponden al 50 por ciento de los productores afectados, y aseguró pronto se va a reanudar el censo que fue pausado algunos días.
Luego participó un campesino de la comunidad de Aguacaliente, perteneciente a los Bienes Comunales de Cacahuatepec, quien expuso que los técnicos que hicieron el censo agropecuario sólo censaron a los productores que no eran beneficiarios del programa Procampo.
Asimismo, el campesino que habló desde un punto intermedio de la sala que conforma la Comisaría Ejidal de Tres Palos, indicó que el dinero que les están dando por el censo agropecuario no es suficiente para recuperar las pérdidas que sufrieron por el paso del huracán Otis en sus comunidades; en su caso perdió una lancha y las bombas de agua no sirven.
Acompañado del subsecretario de Agricultura e Infraestructura Rural, Adalid Pérez Galeana, Arturo Núñez le contestó, entre otras cosas, que “no hay presupuesto” suficiente para todos los daños que sufrieron y no pueden dar 50 mil pesos a cada productor, como sugirió alguno de los productores.
El secretario técnico de la Sagadegro indicó que son más de 12 mil productores de Acapulco y Coyuca de Benítez que resultaron damnificados por los estragos de Otis, un huracán categoría 5 que destruyó todo lo que tuvo a su paso en la madrugada del 25 de octubre pasado,
Luego participó Gustavo García, de la comunidad de Oaxaquillas, quien argumentó en contra de la propuesta que habían planteado los funcionarios estatales de hacer una nueva reunión con los comisarios porque, señaló Gustavo García, ni 30 de estos representantes de las comunidades acudieron a la reunión de este miércoles.
En vez de esta reunión propuso que la Sagadegro debería entregar un número telefónico para que directamente los campesinos pudieran comunicar que no han sido censados y añadió que esta comunidad no ha sido incluida por los funcionarios que efectúan el censo agropecuario.
María, campesina de la comunidad de las Chanecas, dijo que los técnicos que aplicaron el censo agropecuario dentro de su localidad depuraron la lista de los campesinos para excluir a los productores que ya son beneficiarios del programa federal Procampo.
En el mismo sentido, representantes del ejido de La Sabana aseguraron que los funcionarios que hicieron el censo agropecuario no acudieron a 10 comunidades que pertenecen a la zona y pidieron que la ayuda que pretenden dar las autoridades a los campesinos “se haga bien”.
A las 11:25 de la mañana llegó a la reunión el secretario de la Sagadegro, Alejandro Zepeda Castorena, quien argumentó que “pillos” se quieren aprovechar del censo agropecuario que realiza el gobierno del estado junto con el gobierno federal, este último es el que va a otorgar el apoyo de 7 mil 500 pesos a los productores.
Zepeda Castorena argumentó que tres grandes fenómenos naturales afectaron al sector agropecuario de Guerrero: uno de ellos es la sequía y agregó que esto se vivió en otras partes del país; el segundo es la tormenta Max que golpeó la Costa Grande a principios de octubre; y por último es el huracán Otis.
Después de la intervención del secretario de la Sagadegro, que apaciguó las inconformidades con una reunión con los comisarios el lunes en el mismo lugar, intervinieron otros campesinos que repitieron los hechos de inconformidad por el que estaban reunidos este miércoles.
Uno de ellos, del Ejido de Tres Palos, expuso que el maíz que les entregaron para sembrar el año pasado es “malísimo”, por lo que todos los productores de este grano, base de la dieta mexicana, perdieron.
Otra campesina planteó el escenario de que tanto la mujer y el hombre, ambos siendo pareja, siembran en su respectiva parcela, y Zepeda Castorena respondió que habrá que atender esos casos porque puede haber “pillos”, repitió, y si éstos se aprovechan del censo, pues los técnicos se van a retirar de la comunidad, advirtió.
Otro líder campesino apremió a sus compañeros presentes, que eran casi 200 y que no cabían en la Comisaría Ejidal de Tres Palos, a solucionar estos problemas del censo porque ya viene la veda electoral de abril y mayo, y las autoridades no pueden otorgar recursos económicos en este periodo.
A pesar de los reclamos, el ambiente era de mucha participación y agradecimiento al secretario de la Sagadegro de que haya “dado la cara”; al fondo, una pared verde servía de fondo para resaltar el rostro de Emiliano Zapata y su frase: “La nación está cansada de hombres falsos y traidores que hacen promesas como libertadores y que al llegar al poder se olvidan de ellas y se constituyen en tiranos”.