Piden a excluidos de candidaturas de Morena no llamar al voto cruzado

Karina Contreras

Organizaciones que se dijeron identificadas con la izquierda integraron el Colectivo Plural Humanista Acapulco. Llamaron a votar cinco de cinco en las próximas elecciones del 2 de junio a favor de Morena; es decir, no ejercer el voto cruzado, aunque saben que hay un descontento con algunos ex aspirantes.
En una conferencia de prensa, Adolfo Plancarte dijo que era la primera aparición de un “acuerpamiento” de dirigentes de organizaciones que estaban para dar un posicionamiento del proceso electoral que se está viviendo.
Dijo que el líder del PRI, de Alejandro Moreno Cárdenas no tiene calidad moral para criticar a Morena porque es el “más alto representante de la corrupción”.
Añadió: “Alito está preparando la sepultura del PRI en el país” y señaló que en Guerrero van a sufrir el peor descalabro porque están divididos en varias partes donde sólo ha quedado un cascarón, mientras Morena tiene un porcentaje muy elevado de simpatizantes por lo que “va ganar de calle en las candidaturas”.
Señaló que no van andar regateando a ningún candidato el apoyo y que irán casa por casa para promover el voto. Se leyó un posicionamiento donde se dijo que eran un colectivo que estaba organizado para trabajar en propuesta de mediano y largo plazo.
Para fomentar la participación ciudadana en el proceso electoral del 2 de junio donde “hacemos un llamado a los simpatizantes, a los militantes, grupos colectivos, asociaciones, para formar parte de nuestro proyecto”.
Se dijo que las acciones están orientadas para apoyar a los candidatos de Morena.
El ex regidor Norberto Refugio Chamu dijo que los integrantes del colectivo coinciden en el sentido de la propuesta del llamar a la unidad de la Cuarta Transformación y exhortar para que este 2 de junio en Guerrero votar cinco de cinco a favor de Morena y que ese colectivo lo han analizado bien y que tienen intensión de reunirse con todos los candidatos a los diversos cargos para hacer los diferentes planteamientos que son propios de la organización.
Dijo que el llamado del presidente Andrés Manuel López Obrador de unidad vale la pena porque es el momento oportuno para seguir construyendo en el México que quieren y que vale la pena.

 

Amplían excluidos del censo la protesta y toman el sistema de captación Papagayo II

Argenis Salmerón

Vecinos de siete comunidades de la zona rural de Acapulco, extendieron su protesta hacia el sistema de captación Papagayo II y lo tomaron como el que mantienen el sistema Papagayo I desde hace 10 días por falta de censo del gobierno federal, luego de más tres meses del huracán Otis.
Los inconformes aseguraron que por falta de atención de los tres órdenes de gobierno, hoy en la mañana se tomó el sistema de captación Papagayo II, ubicado en el poblado de Salsipuedes.
Añadieron que ahora tienen tomados los dos sistemas de captación que abastecen de agua al municipio de Acapulco.
Afirmaron que fueron afectados por el huracán Otis y que el delegado federal de los programas sociales en Guerrero, Iván Hernández Díaz, constató en un recorrido los daños en las viviendas.
Las comunidades que no fueron censadas son Cruces de Cacahuatepec, El Rincón, Ranchito, Carrizo, Garrapatas, Aguacaliente y Amatillo.
En declaraciones por teléfono, una vecina que no dio su nombre dijo que ayer por falta de atención de las autoridades tomaron el sistema de captación Papagayo II, en la comunidad de Salsipuedes.
Añadió que desde hace 10 días mantienen tomado el sistema de captación Papagayo I, en la comunidad de El Rincón para exigir ser censados.
Reclamó que ninguna autoridad de los tres órdenes de gobierno se ha acercado a atender a los vecinos de las siete comunidades damnificadas por el huracán Otis.
“La gente está molesta y cansada y más porque miraron que Iván Hernández declaró que no habrá apoyos para nosotros porque no hubo daños, pero es mentira hay casas dañadas”.
Contó que el delegado federal de los programas sociales en Guerrero, Iván Hernández Díaz, acudió a las comunidades para constatar los daños en las viviendas.
Indicó que después hicieron algunos registros de apoyo para dar el dinero de limpieza y primera para para la reconstrucción, pero “lo cortaron de tajo”.
Criticó que en la entrega de la primera parte de la reconstrucción firmaron el sobre amarillo por 17 mil 500 pesos, pero tenía 10 mil pesos, “son una de las inconsistencias que había, no se vale”.
“Después mandaron a traer a los puros comisarios bajita la mano y después que nos iban a dar 8 mil pesos, los enseres y la media cuponera por eso la molestia”, puntualizó.
Sostuvo que los manifestantes que tomaron los dos sistemas de captación los están dejando fuera del beneficio que ofreció el gobierno federal.
Declaró que los vecinos de las comunidades de Apalani y El Campanario, que están cerca del municipio de San Marcos, fueron beneficiados con el censo.

 

No son censados vecinos de San Marcos por no estar incluidos en la declaración de desastre

Eleuterio Colo?n y su esposa Cruz Corte?s Mun?oz muestran su casa partida a la mitad por el paso del huraca?n Otis en la comunidad La Barrera, San Marcos Foto: Ramón Gracida

Ramón Gracida Gómez

Paredes de viviendas de adobe partidas a la mitad, techos de lámina que no han sido reparados por falta de dinero y milpas completas de maíz perdidas son algunos de los estragos ocasionados por el huracán Otis en diez comunidades de San Marcos colindantes con Acapulco, que no fueron censadas.
Damnificados criticaron que no fueron tomados en cuenta por una razón “política” de ser parte del municipio de la Costa Chica que no fue incluido en la declaración de desastre, a pesar de vivir las mismas consecuencias que los habitantes de Acapulco y Coyuca de Benítez.
Pidieron la visita del delegado federal Iván Hernández, porque los funcionarios con los que se han reunido sólo “están jugando” con ellos, les piden pruebas de sus daños y no cumplen los acuerdos que firman. Advirtieron de un nuevo bloqueo en la carretera federal de la Costa Chica este lunes si no son atendidos.
El Sur hizo un recorrido este sábado en algunas de estas comunidades afectadas por el meteoro del 25 de octubre, con la ayuda de representantes de los poblados que han organizado la toma de los pozos de agua y los bloqueos de la carretera federal, el último apenas el viernes pasado.
Fueron más de cuatro horas de recorrido por distintas viviendas dañadas y que aún no han sido reparadas porque los propietarios, muchos adultos mayores, no tienen los recursos económicos para comprar ni siquiera láminas de 900 pesos porque viven de su pensión que da la federación.
Ningún funcionario o servidor de la Nación ha acudido a revisar las afectaciones, por lo que es mucha la necesidad de los pobladores consultados de mostrar todos los daños que tienen, todo lo que perdieron, todo lo que no han podido recuperar a casi tres meses del paso del huracán.
La visita empezó a las 12:30 de la tarde en El Tejoruco, la comunidad de Florencio Villareal en la que se encuentra la intersección entre la carretera hacia la Costa Chica que se prolonga desde Barra Vieja, y la carretera hacia la misma región desde el crucero de El Cayaco, en la zona suburbana de Acapulco.
Para sobrevivir las primeras semanas después de la catástrofe, Alberta Morales García y su hija Isabel Gaspar, vecinas de esta localidad, pedían agua y comida a los automovilistas porque la Marina y el Ejército sólo entregaron despensas en su localidad dos veces y tenían que ir hasta Lomas de Chapultepec por ellas.
“A lucha salimos” de la casa, recordó Alberta dentro de su vivienda que parece deshabitada porque se echaron a perder varias pertenencias, pero que no quiere dejar porque ahí crió a sus nueve hijos. Vende pollos al menudeo, pero su principal fuente de ingreso es la pensión de adulto mayor.
La casa de Alberta está cerca de la escuela primaria rural estatal Benito Juárez, cuyo techo resultó afectado y los niños de primero a sexto toman clases en la cancha techada que se encuentra a un costado; para poder entrar a ver los daños durante el recorrido, la comisaria municipal, Yazmín Navarrete Guerrero, tuvo que insistir con los agentes de la Guardia Nacional que pernoctan en los salones desde finales de diciembre.
Es una comunidad de campesinos, indicó el comisario suplente, Ezequiel Flores Hernández, y hay una dependencia económica de la milpa que siembra, tres hectáreas en promedio por productor, porque venden una mitad y consumen la otra mitad; casi todos perdieron todo por Otis.
Acompañado de representantes de otras comunidades, el vecino de Tejoruco, Álvaro Arcos, contó que los damnificados de San Marcos decidieron protestar por primera vez el 11 de noviembre porque los “Servidores de la Nación” les dijeron que no acudirían a sus casas porque pertenecían a San Marcos, municipio que no fue incluido en la declaración de desastre.
Para los damnificados, es una cuestión “política” porque sí pertenecen oficialmente al municipio de la Costa Chica, pero tuvieron los mismos daños materiales que los vecinos de Acapulco porque sus comunidades colindan con este municipio.
Luego tomaron los pozos de agua que están dentro del Ejido de La Barrera, no de Lomas de Chapultepec, enfatizó el campesino, del 18 al 20 de diciembre, con lo que lograron la primera reunión en las oficinas de la Promotora Turística (Protur) en el bulevar de Las Naciones.
En el encuentro participaron el delegado federal de Gobernación en Guerrero, Juan Carlos Barrios Curtis; el representante de la Secretaría de Gobernación del estado, Lucio García Villalba; el delegado de la misma dependencia estatal, Osiel Morales Nava, y otro funcionario del estado del que no saben su nombre.
Los representantes de los gobiernos federal y estatal, ambos morenistas, les pidieron “pruebas” de los daños que tenían, además de que el alcalde de San Marcos, el perredista Tomás Hernández Palma, mandara un oficio al estado.
Hernández Palma les contestó en la misma reunión que ya había enviado el documento y señaló al secretario de Protección Civil, Roberto Arroyo Matus, de no hacer avanzar la solicitud, de acuerdo con la versión de los pobladores presentes.
Ante la falta de resultados, las comunidades se organizaron por su cuenta y son alrededor de mil habitantes de Medanitos, Perros de Agua, Llano de la Puerta, San Juan Grande, San Juan Guatemala, Las Minas, Tamarindillo, Lomitas de Papagayo, Barrera, El Tejoruco, Cacao y Palmitas.
El 3 de enero tuvo lugar una reunión más, donde estuvieron presentes la subdelegada federal de Gobernación en Guerrero, Edith Mariel Panches Giles, los funcionarios García Villalba y Morales Nava, y otro representante de Gobernación estatal, Rafael Montalván Astudillo.
Acordaron que el miércoles 17 de enero tendrían una respuesta con la condición de que ya no se manifestaran; un día antes, Álvaro Arcos habló con García Villalba para que le diera la hora en que tendrían la respuesta, pero el funcionario la pospuso durante el transcurso del día.
El jueves se manifestaron otra vez los damnificados porque lo acordado fue “una mentira, están jugando con nosotros o qué quieren que hagamos nosotros”, les dijeron a los representantes del estado, García Villalba y Morales Nava, quienes se comprometieron mediante un convenio firmado a que el viernes acudiría el delegado federal, Iván Hernández.
Los damnificados de San Marcos ubican a Iván Hernández como el único que les puede dar un respuesta, porque es el “único autorizado del gobierno federal y está más cerquita de López Obrador” y de la secretaria del Bienestar, Ariadna Montiel.
Pero no llegó el delegado el viernes y entre 600 y 800 pobladores bloquearon la carretera federal hasta las 7 de noche, sólo liberaron la vía porque “nos sentíamos mal nosotros porque había mucha gente enferma con hemodiálisis, mucho niño con tos, la cola se hizo grandísima”, dijo Álvaro Arcos.
Entre el crucero de El Tejoruco y el puente de Lomas de Chapultepec se ubica la localidad de La Barrera, de apenas unas 30 viviendas, varias de ellas fungen también como tiendas de artesanías. Una de ellas es de Luz Divina Hernández Espíritu, quien estimó en 50 mil pesos la pérdida de mercancía mientras mostraba el cuarto en el que se encontraba el 25 de octubre y fue arrasado también por el huracán.
Ahora sólo tiene un colchón, la base de la cama y unas enormes láminas colgando, y contó que le ofrecieron en Acapulco el paquete de enseres domésticos en 5 mil pesos. A un costado vive su hija Juana, quien enseñó el tiradero de pertenencias que ocasionó Otis; y al lado vive otra hija de Luz, en total son siete personas que viven en tres casas contiguas, todas afectadas.
Sus vecinos son Eleuterio Colón, de 71 años, y su esposa Cruz Cortés Muñoz, de 57 años, quienes huyeron de su cuarto cuando se les empezó a meter el agua y se refugiaron en su cocina, donde ahora duermen porque una pared de adobe de su recámara se partió a la mitad y está a punto de colapsar.
“Parece burla”, se quejó el comisario de San Juan Guatemala, Gonzalo Guatemala Luna, de la falta de respuesta por parte del gobierno, que les pide “pruebas, pruebas”, pero no les ha ayudado, aunque se las muestran.
Un último ejemplo: la casa de María Pérez se inundó por un cuerpo de agua cercano que creció con la lluvia, la señora de 67 años y su nieta fueron rescatadas por sus vecinos y todo se le echó a perder, incluyendo su máquina de coser de la que se mantiene.
Una brecha de tierra debajo del puente de Lomas de Chapultepec es el camino que conduce a San Juan Guatemala y antes se cruza la localidad de Lomitas de Papagayo; ambas comunidades están a 50 minutos en automóvil de su cabecera municipal de San Marcos y solamente a dos minutos del territorio que ya empieza a ser Acapulco.

Siguen transporte irregular y largas filas por los enseres

Ayer se observaron aglomeraciones en las paradas del Acabús y damnificados por el huracán Otis estuvieron ocho días formados cerca del parque Papagayo donde durmieron para recibir los electrodomésticos que reparte el gobierno federal. En Renacimiento (en la imagen) hubo fricciones con vecinos de otras colonias y muchos se quedaron formados y con las manos vacías. Ayer también, la gobernadora Evelyn Salgado anunció la puesta en marcha de un plan de reforestación en la ciudad y en Coyuca de Benítez Foto: Jacob Morales

Forman fila ocho días vecinos de la
colonia Progreso para recibir enseres

La gente se organiza e impide que haya personas que cobran por apartar lugar

Aurora Harrison

Vecinos de la colonia Progreso afectados por el huracán Otis estuvieron ocho días formados cerca de la malla ciclónica del parque Papagayo, durmieron en sillas y hasta ayer recibieron sus enseres domésticos por parte de la Secretaría de Bienestar.
Comentaron que durante el tiempo de espera se dieron cuenta que había personas que cobraban por apartar los lugares y que por esa razón es que tardaron para recibir el apoyo del gobierno, porque metían a otras personas a las filas.
Ayer había dos filas, una de los que ya tenían una ficha y que estaban esperando para que se les entregaran los enseres y los otros que tenían que esperar otro día. La fila estaba más organizada y es que había rumores de que ya no iban a entregar en el parque, pero es una versión que no estaba confirmada sólo “rumores” que se escucharon.
Los soldados ahora metieron los camiones al área de estacionamiento y las camionetas de mudanzas y los carros esperan sobre la calle Andrés de Urdaneta, de manera que ese tramo de vialidad está cerrado a la circulación de vehículos. También había botes de basura saturados debido a la cantidad de desechos de comida que las personas que hacen fila tiran.
La señora Rebeca es vecina de la colonia Progreso y estaba formada en la fila de los que ya iban a recibir el apoyo. Recordó que con el huracán que impactó el 25 de octubre su vivienda resultó afectada, como la mayoría de los inmuebles en la ciudad; ayer, luego de ocho días que pasó desvelándose y mal comiendo, recibió sus enseres domésticos.
Sentada en una silla plegable, la señora Rebeca recordó que estuvo “ocho días aquí y hubo bastantes personas que estuvieron cobrando, empezaron a meter gente, hasta que los mismos que estábamos formados empezamos a sacar y la misma gente de la fila que se fue organizando”, porque dijo “había personas que gritaban y eran muy déspotas”.
“A los militares los tuvieron que cambiar, porque la fila no avanzaba, los cambiaron, porque a las 3 de la tarde se acaba la entrega de enseres, y ahorita no, ahorita siguen entregando hasta muy tarde, y ahorita personalmente pasan el jefe (de los militares) para preguntar si avanzaba la fila, porque gracias a él es que avanzó”, dijo.
Mencionó que había versiones entre las personas de la fila que los “militares estaban vinculados con los que apartaban lugares”, porque después de que llegaron nuevos soldados y agentes de la Guardia Nacional hubo más movimiento y la fila empezó a avanzar.
“Nos venimos en equipo con otros vecinos y gracias a eso es que la pasamos divertidos, porque estar aquí fue un infierno, los primeros días ya no aguantábamos, hasta que tuvimos que hacer relajo… que de campamento, de picnic para soportar el sol, el hambre, y sin baños porque si no tomas agua los intestinos apretados, el estrés porque ya eran siete días y nos fuimos a bañar cuando dieron las fichas”, declaró.
Abundó que los soldados dieron fichas y “ya estamos a nada de que nos entreguen nuestros enseres, desde el domingo pasado llegué y era de esperarse porque había mucha gente, aparte la fila era larga porque venían de colonias, de María de la O, Santa Cruz, porque decían que también llevaban varios días en la UDA y no salían y todo esto estuvo mal organizado, porque no lo hicieron por letra, así como nos dieron el dinero para reconstrucción así nos hubieran llamado para darnos los enseres”.
Otra vecina también afectada, la señora Martha, dijo que ella también lleva ocho días ahí esperando la entrega de sus enseres, que al igual que la señora Rebeca estos días de espera los ha sabido sobrellevar porque con sus vecinos están platicando, se comparten comida que les llevan sus hijos, y se intercambian para hacerse guardia y poder ir al sanitario.

 

No son censados vecinos de San Marcos por no estar incluidos en la declaración de desastre

Por la razón “política” de ser parte del municipio de la Costa Chica y no de Acapulco los discriminan, aunque hayan sufrido severas pérdidas, señalan

 

Ramón Gracida Gómez

Paredes de viviendas de adobe partidas a la mitad, techos de lámina que no han sido reparados por falta de dinero y milpas completas de maíz perdidas son algunos de los estragos ocasionados por el huracán Otis en diez comunidades de San Marcos colindantes con Acapulco, que no fueron censadas.
Damnificados criticaron que no fueron tomados en cuenta por una razón “política” de ser parte del municipio de la Costa Chica que no fue incluido en la declaración de desastre, a pesar de vivir las mismas consecuencias que los habitantes de Acapulco y Coyuca de Benítez.
Pidieron la visita del delegado federal Iván Hernández, porque los funcionarios con los que se han reunido sólo “están jugando” con ellos, les piden pruebas de sus daños y no cumplen los acuerdos que firman. Advirtieron de un nuevo bloqueo en la carretera federal de la Costa Chica este lunes si no son atendidos.
El Sur hizo un recorrido este sábado en algunas de estas comunidades afectadas por el meteoro del 25 de octubre, con la ayuda de representantes de los poblados que han organizado la toma de los pozos de agua y los bloqueos de la carretera federal, el último apenas el viernes pasado.
Fueron más de cuatro horas de recorrido por distintas viviendas dañadas y que aún no han sido reparadas porque los propietarios, muchos adultos mayores, no tienen los recursos económicos para comprar ni siquiera láminas de 900 pesos porque viven de su pensión que da la federación.
Ningún funcionario o servidor de la Nación ha acudido a revisar las afectaciones, por lo que es mucha la necesidad de los pobladores consultados de mostrar todos los daños que tienen, todo lo que perdieron, todo lo que no han podido recuperar a casi tres meses del paso del huracán.
La visita empezó a las 12:30 de la tarde en El Tejoruco, la comunidad de Florencio Villareal en la que se encuentra la intersección entre la carretera hacia la Costa Chica que se prolonga desde Barra Vieja, y la carretera hacia la misma región desde el crucero de El Cayaco, en la zona suburbana de Acapulco.
Para sobrevivir las primeras semanas después de la catástrofe, Alberta Morales García y su hija Isabel Gaspar, vecinas de esta localidad, pedían agua y comida a los automovilistas porque la Marina y el Ejército sólo entregaron despensas en su localidad dos veces y tenían que ir hasta Lomas de Chapultepec por ellas.
“A lucha salimos” de la casa, recordó Alberta dentro de su vivienda que parece deshabitada porque se echaron a perder varias pertenencias, pero que no quiere dejar porque ahí crió a sus nueve hijos. Vende pollos al menudeo, pero su principal fuente de ingreso es la pensión de adulto mayor.
La casa de Alberta está cerca de la escuela primaria rural estatal Benito Juárez, cuyo techo resultó afectado y los niños de primero a sexto toman clases en la cancha techada que se encuentra a un costado; para poder entrar a ver los daños durante el recorrido, la comisaria municipal, Yazmín Navarrete Guerrero, tuvo que insistir con los agentes de la Guardia Nacional que pernoctan en los salones desde finales de diciembre.
Es una comunidad de campesinos, indicó el comisario suplente, Ezequiel Flores Hernández, y hay una dependencia económica de la milpa que siembra, tres hectáreas en promedio por productor, porque venden una mitad y consumen la otra mitad; casi todos perdieron todo por Otis.
Acompañado de representantes de otras comunidades, el vecino de Tejoruco, Álvaro Arcos, contó que los damnificados de San Marcos decidieron protestar por primera vez el 11 de noviembre porque los “Servidores de la Nación” les dijeron que no acudirían a sus casas porque pertenecían a San Marcos, municipio que no fue incluido en la declaración de desastre.
Para los damnificados, es una cuestión “política” porque sí pertenecen oficialmente al municipio de la Costa Chica, pero tuvieron los mismos daños materiales que los vecinos de Acapulco porque sus comunidades colindan con este municipio.
Luego tomaron los pozos de agua que están dentro del Ejido de La Barrera, no de Lomas de Chapultepec, enfatizó el campesino, del 18 al 20 de diciembre, con lo que lograron la primera reunión en las oficinas de la Promotora Turística (Protur) en el bulevar de Las Naciones.
En el encuentro participaron el delegado federal de Gobernación en Guerrero, Juan Carlos Barrios Curtis; el representante de la Secretaría de Gobernación del estado, Lucio García Villalba; el delegado de la misma dependencia estatal, Osiel Morales Nava, y otro funcionario del estado del que no saben su nombre.
Los representantes de los gobiernos federal y estatal, ambos morenistas, les pidieron “pruebas” de los daños que tenían, además de que el alcalde de San Marcos, el perredista Tomás Hernández Palma, mandara un oficio al estado.
Hernández Palma les contestó en la misma reunión que ya había enviado el documento y señaló al secretario de Protección Civil, Roberto Arroyo Matus, de no hacer avanzar la solicitud, de acuerdo con la versión de los pobladores presentes.
Ante la falta de resultados, las comunidades se organizaron por su cuenta y son alrededor de mil habitantes de Medanitos, Perros de Agua, Llano de la Puerta, San Juan Grande, San Juan Guatemala, Las Minas, Tamarindillo, Lomitas de Papagayo, Barrera, El Tejoruco, Cacao y Palmitas.
El 3 de enero tuvo lugar una reunión más, donde estuvieron presentes la subdelegada federal de Gobernación en Guerrero, Edith Mariel Panches Giles, los funcionarios García Villalba y Morales Nava, y otro representante de Gobernación estatal, Rafael Montalván Astudillo.
Acordaron que el miércoles 17 de enero tendrían una respuesta con la condición de que ya no se manifestaran; un día antes, Álvaro Arcos habló con García Villalba para que le diera la hora en que tendrían la respuesta, pero el funcionario la pospuso durante el transcurso del día.
El jueves se manifestaron otra vez los damnificados porque lo acordado fue “una mentira, están jugando con nosotros o qué quieren que hagamos nosotros”, les dijeron a los representantes del estado, García Villalba y Morales Nava, quienes se comprometieron mediante un convenio firmado a que el viernes acudiría el delegado federal, Iván Hernández.
Los damnificados de San Marcos ubican a Iván Hernández como el único que les puede dar un respuesta, porque es el “único autorizado del gobierno federal y está más cerquita de López Obrador” y de la secretaria del Bienestar, Ariadna Montiel.
Pero no llegó el delegado el viernes y entre 600 y 800 pobladores bloquearon la carretera federal hasta las 7 de noche, sólo liberaron la vía porque “nos sentíamos mal nosotros porque había mucha gente enferma con hemodiálisis, mucho niño con tos, la cola se hizo grandísima”, dijo Álvaro Arcos.
Entre el crucero de El Tejoruco y el puente de Lomas de Chapultepec se ubica la localidad de La Barrera, de apenas unas 30 viviendas, varias de ellas fungen también como tiendas de artesanías. Una de ellas es de Luz Divina Hernández Espíritu, quien estimó en 50 mil pesos la pérdida de mercancía mientras mostraba el cuarto en el que se encontraba el 25 de octubre y fue arrasado también por el huracán.
Ahora sólo tiene un colchón, la base de la cama y unas enormes láminas colgando, y contó que le ofrecieron en Acapulco el paquete de enseres domésticos en 5 mil pesos. A un costado vive su hija Juana, quien enseñó el tiradero de pertenencias que ocasionó Otis; y al lado vive otra hija de Luz, en total son siete personas que viven en tres casas contiguas, todas afectadas.
Sus vecinos son Eleuterio Colón, de 71 años, y su esposa Cruz Cortés Muñoz, de 57 años, quienes huyeron de su cuarto cuando se les empezó a meter el agua y se refugiaron en su cocina, donde ahora duermen porque una pared de adobe de su recámara se partió a la mitad y está a punto de colapsar.
“Parece burla”, se quejó el comisario de San Juan Guatemala, Gonzalo Guatemala Luna, de la falta de respuesta por parte del gobierno, que les pide “pruebas, pruebas”, pero no les ha ayudado, aunque se las muestran.
Un último ejemplo: la casa de María Pérez se inundó por un cuerpo de agua cercano que creció con la lluvia, la señora de 67 años y su nieta fueron rescatadas por sus vecinos y todo se le echó a perder, incluyendo su máquina de coser de la que se mantiene.
Una brecha de tierra debajo del puente de Lomas de Chapultepec es el camino que conduce a San Juan Guatemala y antes se cruza la localidad de Lomitas de Papagayo; ambas comunidades están a 50 minutos en automóvil de su cabecera municipal de San Marcos y solamente a dos minutos del territorio que ya empieza a ser Acapulco.

 

Morenistas de la Montaña recurren al Trife tras ser excluidos de candidaturas

Daniel Velázquez

Los morenistas de la Montaña, Ángel Basurto Ortega y Sebastián Rodríguez Méndez, recurrieron al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Trife) para inconformarse por la resolución de la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia (CNHJ), que sobreseyó su denuncia.
Ángel Basurto y Sebastián Rodríguez se quejaron ante la CNHJ de Morena el pasado 23 de agosto de 2023, luego que presentaron una solicitud a la Comision Nacional de Elecciones (CNE) el 9 de agosto, en la que piden a ese órgano que los considere “para ser los coordinadores de los comités en defensa de la cuarta transformación” como cuota indígena.
El pasado 2 de enero, la Comisión publicó en estrados electrónicos en su página de internet, el acuerdo de sobreseimiento a la queja presentada, primero porque el correo al que enviaron su queja no es el oficial. Su escrito lo enviaron al correo electrónico [email protected] pero el oficial es [email protected].
Otro argumento es que hubo “inoperancia de sus agravios derivado de que no existen los actos reclamados ya que, aunado a lo anteriormente expuesto, en el momento en que los accionantes que no pretendían dirigir una solicitud a la Comisión Nacional de Elecciones, no existía proceso electivo alguno para el estado de Guerrero para el cargo de Coordinadores de los comités de defensa de la cuarta transformación”, ya que aún no se publicaban la convocatorias internas correspondientes.
El 12 de enero, los morenistas recurrieron al Trife para señalar que la resolución de la Comisión Nacional “nos causa agravio, socioculturalmente, y entre otros. De poder contender como candidatos por mayoría relativa al Senado de la República, por la coalición Morena, PT y PVEM de poder representar dignamente la voz de los pueblos indígenas, ante la Cámara alta”. Pidieron que sean incluidos en la lista plurinominal como cuota indígena.
En su escrito los morenistas se duelen de que en Morena, en 2021, les negaron su derecho a ser considerados como precandidatos a gobernador. También buscaron la dirigencia estatal del partido y se los negaron y por tercera vez les niegan la posibilidad de ser considerados a un cargo de elección popular.

 

Reclaman campesinos al titular de Sagadegro que son excluidos del censo agropecuario

El secretario de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural, Alejandro Zepeda Castorena durante la reunión con autoridades ejidales y habitantes de las localidades de Tres Palos, La Sábana, Cacahuatepec, El Quemado y El Bejuco, en la comisaría ejidal de Tres Palos Foto: Jesús Eduardo Guerrero

Ramón Gracida Gómez

Campesinos de distintas comunidades de Acapulco se reunieron este miércoles con el secretario de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural de Guerrero, Alejandro Zepeda, para manifestarle que algunos de ellos fueron excluidos del censo agropecuario.
Después de dos horas de una reunión en la Comisaría Ejidal de Tres Palos, llegaron al acuerdo de reencauzar el censo para que sean incluidos los campesinos que no fueron censados y las comunidades que no han sido integradas a este censo.
La reunión fue programada a la 10 de la mañana y tomó la palabra el secretario técnico de la Sagadegro, Arturo Núñez, quien explicó que el primer mes después del paso del huracán Otis consistió en la atención de la emergencia con la apertura de caminos, por lo que se aplazó el censo.
Asimismo, argumentó el funcionario estatal, el censo se ha alargado por algunos problemas, como que algunos campesinos que dicen tener pérdidas en sus parcelas, pero no en el momento de la verificación, no las presentan.
Además, algunos potenciales beneficiarios del censo agropecuario, que es diferente al censo federal que otorga apoyos para la limpieza y la reconstrucción de las viviendas, no se encontraban en sus parcelas cuando los técnicos de la Sagadegro transitaron en las comunidades que habitan.
Comentó que se han levantado 5 mil 833 encuestas en el área rural de Acapulco y Coyuca de Benítez, que corresponden al 50 por ciento de los productores afectados, y aseguró pronto se va a reanudar el censo que fue pausado algunos días.
Luego participó un campesino de la comunidad de Aguacaliente, perteneciente a los Bienes Comunales de Cacahuatepec, quien expuso que los técnicos que hicieron el censo agropecuario sólo censaron a los productores que no eran beneficiarios del programa Procampo.
Asimismo, el campesino que habló desde un punto intermedio de la sala que conforma la Comisaría Ejidal de Tres Palos, indicó que el dinero que les están dando por el censo agropecuario no es suficiente para recuperar las pérdidas que sufrieron por el paso del huracán Otis en sus comunidades; en su caso perdió una lancha y las bombas de agua no sirven.
Acompañado del subsecretario de Agricultura e Infraestructura Rural, Adalid Pérez Galeana, Arturo Núñez le contestó, entre otras cosas, que “no hay presupuesto” suficiente para todos los daños que sufrieron y no pueden dar 50 mil pesos a cada productor, como sugirió alguno de los productores.
El secretario técnico de la Sagadegro indicó que son más de 12 mil productores de Acapulco y Coyuca de Benítez que resultaron damnificados por los estragos de Otis, un huracán categoría 5 que destruyó todo lo que tuvo a su paso en la madrugada del 25 de octubre pasado,
Luego participó Gustavo García, de la comunidad de Oaxaquillas, quien argumentó en contra de la propuesta que habían planteado los funcionarios estatales de hacer una nueva reunión con los comisarios porque, señaló Gustavo García, ni 30 de estos representantes de las comunidades acudieron a la reunión de este miércoles.
En vez de esta reunión propuso que la Sagadegro debería entregar un número telefónico para que directamente los campesinos pudieran comunicar que no han sido censados y añadió que esta comunidad no ha sido incluida por los funcionarios que efectúan el censo agropecuario.
María, campesina de la comunidad de las Chanecas, dijo que los técnicos que aplicaron el censo agropecuario dentro de su localidad depuraron la lista de los campesinos para excluir a los productores que ya son beneficiarios del programa federal Procampo.
En el mismo sentido, representantes del ejido de La Sabana aseguraron que los funcionarios que hicieron el censo agropecuario no acudieron a 10 comunidades que pertenecen a la zona y pidieron que la ayuda que pretenden dar las autoridades a los campesinos “se haga bien”.
A las 11:25 de la mañana llegó a la reunión el secretario de la Sagadegro, Alejandro Zepeda Castorena, quien argumentó que “pillos” se quieren aprovechar del censo agropecuario que realiza el gobierno del estado junto con el gobierno federal, este último es el que va a otorgar el apoyo de 7 mil 500 pesos a los productores.
Zepeda Castorena argumentó que tres grandes fenómenos naturales afectaron al sector agropecuario de Guerrero: uno de ellos es la sequía y agregó que esto se vivió en otras partes del país; el segundo es la tormenta Max que golpeó la Costa Grande a principios de octubre; y por último es el huracán Otis.
Después de la intervención del secretario de la Sagadegro, que apaciguó las inconformidades con una reunión con los comisarios el lunes en el mismo lugar, intervinieron otros campesinos que repitieron los hechos de inconformidad por el que estaban reunidos este miércoles.
Uno de ellos, del Ejido de Tres Palos, expuso que el maíz que les entregaron para sembrar el año pasado es “malísimo”, por lo que todos los productores de este grano, base de la dieta mexicana, perdieron.
Otra campesina planteó el escenario de que tanto la mujer y el hombre, ambos siendo pareja, siembran en su respectiva parcela, y Zepeda Castorena respondió que habrá que atender esos casos porque puede haber “pillos”, repitió, y si éstos se aprovechan del censo, pues los técnicos se van a retirar de la comunidad, advirtió.
Otro líder campesino apremió a sus compañeros presentes, que eran casi 200 y que no cabían en la Comisaría Ejidal de Tres Palos, a solucionar estos problemas del censo porque ya viene la veda electoral de abril y mayo, y las autoridades no pueden otorgar recursos económicos en este periodo.
A pesar de los reclamos, el ambiente era de mucha participación y agradecimiento al secretario de la Sagadegro de que haya “dado la cara”; al fondo, una pared verde servía de fondo para resaltar el rostro de Emiliano Zapata y su frase: “La nación está cansada de hombres falsos y traidores que hacen promesas como libertadores y que al llegar al poder se olvidan de ellas y se constituyen en tiranos”.