Es “frustrante” que no hallen a su familiar, dice la esposa de un marinero desaparecido

Ramón Gracida Gómez

La esposa del marinero Gustavo Hurtado Carranza, desaparecido en el yate Bacchus, Zulema Radilla Maganda, declaró que es “frustrante” que las autoridades aún no localizan a su esposo, a más de tres meses del paso del huracán Otis.
El Sur publicó este jueves que la Fiscalía General del Estado (FGE) informó el martes, a los familiares de los marineros desaparecidos, que 18 nuevos buzos van a continuar la búsqueda de las personas sin encontrar luego del huracán Otis, en la isla La Roqueta, Marina Acapulco, Club de Yates y Condominio Cocos.
Los familiares de los marineros desaparecidos protestaron varias veces, las primeras semanas después del meteoro, para demandar la agilización de la búsqueda y la entrega de la información sobre las actividades en mar. Por ello, lograron que la FGE y la Secretaría de Marina (Semar) se sentaran con ellos, semanalmente, para conocer los avances.
Zulema Radilla confirmó este jueves, por Whatsapp, que en la reunión del martes les avisaron que llegarían nuevos buzos “para continuar las búsquedas y relevar a los que estaban”.
“Yo sólo espero que ya pueda haber alguna noticia sobre nuestros familiares. Ya vamos para cuatro meses y casi no hay avances. Sé que se está trabajando porque yo he asistido a esas búsquedas, pero es frustrante seguir sin noticias de tu ser querido”, expuso.
Reiteró la esposa de Gustavo Hurtado: “Sé que se está trabajando, pero aún no tenemos las respuestas, que más quisiera yo que fueran más buzos, más ecosondas”, más equipo en general.
Dijo que la verdad es que ya no sabe “qué más pedir para que las búsquedas sean más eficientes. Ellos saben cómo hacen su trabajo, su estrategia y pues debemos tener paciencia”.
“Las búsquedas siguen y aún no nos dicen hasta cuándo pararán, sólo sé que este proceso está siendo muy lento. No hay resultados en la localización de mi esposo Gustavo Hurtado Carranza y hay más de 20 marinos que siguen faltando sin localizar”.
“Seguimos en espera y en pie de lucha, acompañando en las búsquedas y asistiendo a las reuniones cada martes. Aún no hay resultados y eso duele cada día”, compartió Zulema Radilla.
Siguió: “Para mí, esto es como si hubiera pasado ayer, duele cada día más. Dicen muchos: ‘el tiempo cura’, y la verdad que para mí este tiempo es muy doloroso, porque no hay noticias, no hay nada de su paradero y eso lo hace aún más doloroso”.
Señaló que es importante seguir hablando de los desaparecidos de Otis para que “las personas sepan que aún siguen faltando esos marinos, que se fueron a resguardar los yates donde trabajaban, y que no se han olvidado. Que sepan que aún sus familias siguen en la lucha, en conjunto con la Marina”, para localizarlos.
El 25 de octubre, el capitán del yate Bacchus, Andrés Cortez Salazar, y su marinero Gustavo Hurtado Carranza, de 36 años, salieron de la Marina Acapulco hacia la Base Naval, a resguardarse. Ambos no han sido localizados.
Zulema Radilla ha participado como familiar en las búsquedas que realizan la Marina y la FGE. De la embarcación donde iba su esposo sólo se han encontrado una funda de chalecos y un chaleco salvavidas.
A más de tres meses del paso del huracán Otis, siguen sin ser localizadas 32 personas, de las cuales 27 se extraviaron en el mar y cinco en tierra, aunque todos ya son buscados en el mar, porque ya se descartaron los lugares de tierra.

 

Destruyó Otis el restaurante Palao fundado en 1958 y hundió sus tres embarcaciones

El empresario turístico Guido Rentería Rojas en entrevista para El Sur en sus oficinas en el Paseo del Pescador, las cuales fueron afectadas por el huracán Otis Foto: Jessica Torres Barrera

Lenin Ocampo Torres

Chilpancingo

El emblemático restaurante Palao en la isla La Roqueta se fundó en 1958 y fue devastado por el huracán Otis. Sus tres embarcaciones que transportaban en temporada alta a más de 300 personas tampoco resistieron la fuerza de los vientos y dos semanas después siguen hundidas en el mar.
Su dueño, Guido Rentería Rojas cree que hay más de 100 marineros desaparecidos y que las autoridades ocultan las cifras.
La noche del 24 de octubre el empresario turístico Guido Rentería se resguardó en sus oficinas en el Paseo del Pescador, donde junto a su sobrino y la novia de éste intentaron monitorear a los capitanes de sus yates Mundo Silencioso, Palao y otra embarcación más pequeña para 40 personas que fueron fondeadas en el mar entre el Malecón y el Club de Yates.
Por un momento tuvieron la comunicación con las embarcaciones, todos habían sorteado varias tormentas y huracanes que en las últimas décadas habían golpeado a la bahía de Santa Lucía, pero ninguna como Otis.
“Yo estuve en la noche del huracán apoyando a mis capitanes, pero fue imposible comunicarme con ellos, ya no agarraban los celulares, ya no podían ver mi linterna, ni yo las de ellos, ya no había comunicación con la tripulación a bordo de las embarcaciones y yo estaba muy preocupado por ellos”, comentó durante una entrevista en su negocio del Paseo del Pescador.
“Lo ideal hubiera sido, si había visibilidad, encallarlas a la playa y salirse, pero no pensábamos o nunca nos imaginamos la intensidad de los vientos y que no pudiera haber visibilidad, me decía mi capitán que él no veía la punta de la proa, o sea, no veía de tres o cuatro metros enfrente de ti, entonces este fenómeno nunca lo habíamos vivido” explicó el empresario.
Rentería Rojas reveló que sus tripulantes se salvaron de milagro, pero sus tres embarcaciones siguen en el fondo del mar.
“Las cifras oficiales que maneja el gobierno hablan de 48 muertos y más de 50 desaparecidos, o sea no llega a 100, pero yo creo que son mucho más y me pregunto una cosa, si el gobierno federal y estatal no son causantes de esto, ¿para qué esconden las cifras? son duros estos datos, pero son reales, todo los sabemos aquí en la bahía”, expuso.
“Si ya los desaparecidos no están en unos días más, estamos hablando de que puede haber bajas de más de cien (marineros). Imagínate, cuántas embarcaciones se perdieron o se destruyeron, casi todas tenían tripulación. Mis embarcaciones se destruyeron completamente”.

No se obliga a los capitanes de sus embarcaciones a quedarse en ellas

Abundó: “vamos a aclarar ese rollo de que dicen que uno los obliga (a los capitanes) y nadie está obligado a lo imposible, yo por lo menos Palao ha tenido siempre la cultura de decirle no te expongas, si ves que las cosas están difíciles salte de la embarcación, deja la embarcación, no hay problema, entonces, eso no es cierto de que los patrones o las empresas obligan a los capitanes a estar arriba, eso es una cuestión de hasta donde pueda el capitán llevar la embarcación, pero sin exponer su integridad física”.
“Hay un honor en el capitán, los capitanes les enseñan a los marinos, entonces la cultura marina es: ‘es mi barco y lo defiendo hasta donde yo pueda’. Ellos mismos saben hasta dónde se puede y es como un reto para ellos salvar la embarcación, pero hay fuerzas naturales, por mucho que el capitán sea muy bueno o que tengas una buena embarcación, el fenómeno es más fuerte que la voluntad y la capacidad del capitán”, enfatizó el empresario turístico.
Aquella noche que Otis golpeó la bahía de Acapulco, Guido Rentería quedó atrapado dentro de sus oficinas, el viento rompió los ventanales y la marea subió tanto que el agua le llegó hasta el pecho y las olas los ahogaban. El empresario mide un metro 80 centímetros.
“Nos tuvimos que resguardar dentro de una pequeña oficina, mi sobrino y su novia entraron en pánico, yo tuve que guardar la calma, aunque por dentro rezaba un Padre Nuestro. Después los vientos terminaron y esperamos a que la marea bajara, yo salí casi amaneciendo en busca de mi carro para ir a ver mi casa, cuando salí me di cuenta de que todo estaba destruido”, contó.

Un patrimonio perdido

El huracán Otis destruyó el patrimonio familiar que desde hace 60 años mantenía en el Acapulco tradicional, donde sus tres embarcaciones zarpaban del Paseo del Pescador hacia su restaurante Palao en la isla de La Roqueta y del cual su padre, Francisco Rentería fue el fundador de ese Parque Nacional.
“Este año iba a cumplir 65 años, se creó en 1958 por mi padre, pionero de Acapulco, él también puso en el 58 a la Virgen de Guadalupe (en el fondo del mar en La Roqueta), fue de los que estuvo en la comitiva como buzo. Pero antes mi abuelo Ricardo Rentería Morales, trajo los primeros turistas a Acapulco en carros particulares en 1953, de México-Taxco-Acapulco, cuando apenas habían abierto la carretera con el presidente Miguel Alemán Valdez”, relató.
En aquellos tiempos su abuelo daba el tour turístico a extranjeros que empezaba en el Paseo de la Reforma, pasaba por Taxco y terminaba en el Acapulco Tradicional. Desde esa época su familia fue creando un imperio turístico y de promoción en el puerto.
Después su padre abrió el Palao, que se encuentra en medio de la isla la Roqueta, donde desde hace más de 60 años la gente llegaba en embarcaciones para deleitarse el paladar con comida de la región, y admirar el paisaje del mar en medio de las rocas.
“Entre el restaurante y las embarcaciones perdimos más de 10 millones de pesos, pero más que eso perdimos una parte de la historia de este hermoso puerto de Acapulco, no creo que el gobierno nos quiera ayudar para levantarlo de nuevo, pero nosotros vamos a buscar la forma para regresarlo, todo esto realmente ha sido una tragedia y todos esperamos salir de ella”, finalizó el empresario Guido Rentería, mientras mostraba sus fotografías y reconocimientos, pegados en las paredes que fue lo único que Otis les dejó.

Finaliza la polémica por el burro Manolín; sale de La Roqueta y regresa a su rancho

Tras pasar en la isla de La Roqueta casi tres meses, ayer el joven burro fue regresado al rancho donde nació Foto: Comunicación Social del Gobierno del Estado

Aurora Harrison

Después de más de dos meses y en medio de quejas de defensores de animales de que la isla La Roqueta no era un lugar para tener un burro, ayer jueves Manolín salió de ese lugar y regresó al rancho en donde nació, para garantizar su protección.
El secretario de la Asociación Pro defensa y Conservación de la isla, Alejandro Martínez Sidney, dijo que la estancia de Manolín en la isla había terminado y debido al consenso con la gobernadora Evelyn Salgado Pineda, para mantener el equilibrio del lugar se decidió sacarlo.
La gobernadora Evelyn Salgado Pineda, en sus redes sociales, escribió que la salida de Manolín es un paso trascendental en la protección y bienestar animal, y reconoció a los integrantes de la Asociación Prodefensa, por su disposición al diálogo para llegar a acuerdos.
El burro Manolín fue trasladado a la isla el pasado 7 de mayo, donado por la familia de Moisés Muñoz Suástegui, de Azoyú, a la Asociación Pro defensa y Conservación de la Isla de la Roqueta y a la Canaco-Servytur. Después organizaciones defensoras de animales señalaron que esa zona no era su hábitat, y pidieron que lo sacaran de manera inmediata.
Posteriormente, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales del gobierno del estado dijo que los cuidadores del burro no habían hecho los trámites correspondientes para llevar al animal a la isla y tenían que entregar un plan de contingencia en caso de lluvias.
Martínez Sidney defendió la estancia del burro en la isla y aseguró que el animal no recibía maltrato, que lo estaban alimentando y cuidando bien, hasta le hicieron un corral, e incluso dijo que si la Marina decía que no podía estar en esa zona lo iba regresar a su hábitat.
Fue ayer jueves por la mañana que autoridades e integrantes de la asociación subieron al burro en una lancha y lo trasladaron de la isla al parque de la Reina, donde ya lo esperaba una camioneta que lo llevó hasta el rancho donde nació.
“Nuestro burrito Manolín cumplió su misión en la isla la Roqueta, ha terminado el proceso de estadía por el consenso y los acuerdos que tomaron con la señora gobernadora Evelyn Salgado Pineda, quien desde un principio manifestó el interés de buscar los equilibrios de protección para Manolín y también para la isla Roqueta”, dijo Alejandro Martínez.
Agradeció la intervención de la gobernadora porque logró equilibrar las necesidades de la asociación de Pro defensa y también de los grupos defensores de los animales que estaban preocupadas por el bienestar del burro.
“La isla de la Roqueta da un paso trascendental para su mejoramiento integral, rehabilitación de los andadores que circulan a lo ancho y largo de la isla, el mejoramiento integral del museo de sitio que está en la parte más alta de la isla, lograr la autorización de la Secretariía de Marina para el izamiento de la bandera monumental que se va a colocar en próximos días por parte de la Marina”, explicó.
Sostuvo que una de las acciones más importantes que se logró es que se hará un reordenamiento de la zona federal marítimo terrestre, en el área de playa, muelles, “donde se buscarán mejores condiciones de seguridad para los turistas, es decir que gracias a Manolín hemos logrado que mucha gente volteara los ojos a la Roqueta”.
A las asociaciones animalistas que estuvieron al pendiente del burro, Martínez Sidney les reconoció su labor de defensa del bienestar animal.

De enero a junio la Profepa ha hecho 19 clausuras por impacto ambiental en 12 municipios de la costa

 

La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) informó que de enero a junio con operaciones de inspección y vigilancia ha hecho 19 clausuras en materia de impacto ambiental en 12 municipios costeros, de las que no especificó si son obras o negocios.
Manifestó que en coordinación con la Secretaría de Marina (Semar) ha hecho 49 visitas de inspección en materia de Zona Federal, entre ellas, 27 en Acapulco, una en Costa Grande y tres en la Costa Chica.
La Profepa mediante un comunicado detalló que en el mismo tiempo encabezó seis operaciones de Zona Federal Marítimo Terrestre (Zofemat): dos en Acapulco, uno en la región de la Costa Chica y tres en la Costa Grande, para recuperar los espacios de la Zofemat que de manera paulatina los prestadores de servicios han invadido, además de incumplir diversas disposiciones legales en materia ambiental.
Agrega que integró Comités de Vigilancia Ambiental Participativa (CVAP) en materia de impacto ambiental y Zofemat, que involucra a los pobladores en el cuidado del medio ambiente en la entidad.
Explica que tres de los comités se crearon en Acapulco y otros tres en Zihuatanejo, para mayor vigilancia del cuidado del medio ambiente.
Manifestó que la isla La Roqueta en Acapulco tiene 75 hectáreas, y no cuenta con servicios de electricidad, agua potable y drenaje.
“En su porción noreste existe una playa arenosa de pendiente y oleaje suave para uso turístico, con una longitud aproximada de 210 metros lineales, cuenta con servicios para la atención a turistas y un muelle para embarcaciones menores”, dice en el escrito.
Al respecto dice que la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) tiene un registro de seis concesionarios regulares de la Zofemat en la isla La Roqueta, pero que el mayor ocupante es la Promotora y Administradora de los Servicios de Playa de Acapulco con mil 608 metros cuadrados de manera irregular, de los 5 mil 800 metros cuadrados de Zofemat que tiene la isla.
Sostiene que la Promotora y Administradora de los Servicios de Playa de Acapulco ocupa de manera irregular 20 mil metros cuadrados de la Zofemat en la bahía, con toldos, sillas y camastros.
Afirma que en temporada vacacional ocupa hasta el doble de la superficie de manera irregular, porque no cuenta con concesiones ni permisos transitorios.
Agregó que ha llevado a cabo 15 visitas de inspección a la Promotora, y de ellas ha hecho seis denuncias penales en su contra.
Manifestó que el comandante de la Octava Región Naval con sede en Acapulco, Juan Guillermo Fierro Rocha, ha convocado a diversas reuniones para diseñar un programa de recuperación natural de la isla La Roqueta, en las que ha participado la Profepa, así como la Semarnat y las autoridades municipales y estatales encargadas del turismo. (Redacción / Chilpancingo).