Ofrecen abogados de Nestora pruebas de descargo en Huamuxtitlán; podrían liberarla el jueves

Los abogados de la coordinadora de la Policía Comunitaria de Olinalá, Nestora Salgado García, ofrecieron pruebas de descargo adicionales ante el Juzgado Mixto de Primera Instancia del Distrito Judicial de Zaragoza, con sede en Huamuxtitlán, donde dan cuenta que la luchadora social se encontraba a unos 170 kilómetros de distancia del lugar, el día y hora en que ocurrieron dos homicidios y la tentativa de homicidio que se le imputan en la causa penal 67/2014.
En consulta telefónica, el abogado Sandino Rivero Espinosa informó que ayer, dentro del plazo constitucional de 72 horas para que el juez resuelva su situación legal, hubo una inspección digital de cuatro diarios de Guerrero, donde se da cuenta de que el 13 de agosto de 2013, alrededor de las 2 de la tarde, Nestora Salgado se encontraba en el barrio de El Fortín, municipio de Tixtla, en una conferencia de prensa con otros integrantes de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC).
Detalló que, antes de la conferencia Salgado García estuvo en Casa Guerrero con otros representantes de la Casa de Justicia de El Paraíso ?donde esperaban tener una reunión con el entonces gobernador, Ángel Aguirre Rivero?, y fueron atendidos por un funcionario estatal.
Uno de los argumentos de la defensa es que es imposible que haya cometido el homicidio, si no se encontraba en el lugar de los hechos. Como evidencia mostraron las páginas oficiales de El Sur, El Sol de Chilpancingo y La Jornada del 14 de agosto, y el periódico vespertino La Crónica, con las fotografías y las notas informativas. Uno de estas da cuenta de la hora.
Destacó que fue un acto público, con otros integrantes de la Policía Comunitaria de Olinalá que no fueron llamados como testigos porque también están acusados de homicidio en la misma causa penal, y había el riesgo de que fueran detenidos durante la diligencia.
Asimismo, dijo que estuvo en la conferencia de prensa el promotor de la CRAC en Tixtla, Gonzalo Molina González, imposibilitado para atestiguar porque está preso en la cárcel de Chilpancingo, acusado, entre otros delitos, de los presuntos secuestros de los que fue absuelta Salgado García la semana pasada.
El abogado explicó que, otro argumento de defensa es que sólo hay un testigo que señala directamente a Salgado García, que dijo que escuchó su voz en el lugar dando instrucciones a los agresores, describe su vestimenta y asegura que disparó contra las víctimas
Se trata del hijo del fallecido Nemesio Guevara, que con otro de sus hijos fue ultimado en las inmediaciones de Olinalá y Huamuxtitlán. Sin embargo, no hay nadie más que lo corrobore. Confió que con estos elementos, quedará descartada la autoría material que se le adjudicó.
Aclaró que el Ministerio Público tiene la oportunidad “de hacer manifestaciones” en relación con las pruebas que se ofrecieron, pero ayer no lo hizo.
Estimó que este jueves, Nestora Salgado será notificada de los autos de las tres últimas causas penales que se le siguen en Huamuxtitlán, Tlapa y Ayutla de los Libres. En Tlapa y Ayutla, las pruebas se presentaron durante la declaración preparatoria.
Según declaraciones en el expediente, a las 9 de la noche del 13 de agosto, hace dos años, se reportaron dos personas muertas a balazos en la carretera vieja de Olinalá, en Santa Rosa, municipio de Cualac: Nemesio Guevara García 68 años, y su hijo Carmen Guevara Rodríguez de 38 años.
Ésta es la única averiguación de seis denuncias penales en contra de Salgado García, en la que aparece el entonces síndico procurador de Olinalá, Armando Patrón Jiménez, señalándola del doble homicidio. No se encuentra en las demandas de secuestro, no obstante que también fue detenido por la Policía Comunitaria por estos asesinatos, cuando reclamaba en Huamuxtitlán una vaca robada que las víctimas llevaban en su camioneta.
Una semana después, fue liberado en una operación de rescate policiaco-militar, de la casa de Justicia de El paraíso, mientras que integrantes de la CRAC fueron llevados a prisión.

Difunde la SIEDO versión de que kaibiles guatemaltecos decapitaron a los policías

 

Fuentes de la Subprocuraduría de Investigación en Delincuencia Organizada (SIEDO) difundieron el martes, en la ciudad de México, la versión de que los responsables de la ejecución y decapitamiento de dos policías en Acapulco, el 20 de abril, fueron mercenarios guatemaltecos conocidos como kaibiles y contratados por Los Zetas.
Del caso, en diarios nacionales como La Jornada informaron ayer que fuentes oficiales de alto nivel de la SIEDO revelaron que los peritajes en criminalística, química y medicina forense que aplicaron técnicos de la Procuraduría General de la República (PGR) a los cadáveres muestran que fueron decapitados “con total precisión”, con la técnica de la “daga kaibil”, arma blanca que utiliza el grupo paramilitar guatemalteco para perpetrar ejecuciones a manera de rito, indica la nota del reportero Alfredo Méndez Ortiz.
Del caso en Acapulco, fuentes indicaron que sicarios del cártel de Sinaloa al servicio de los hermanos Beltrán Leyva, ligados con Joaquín El Chapo Guzmán, decapitaron al comandante del escuadrón Relámpago de la Policía Preventiva, Mario Núñez Magaña, y al agente del hotel Mayan Palace, Eric Juárez Martínez, para vengarse de la muerte de sus compañeros durante el enfrentamiento del 27 de enero en la colonia Garita.
Pero la versión de fuentes de la SIEDO y que publicó también el diario Milenio dicen lo contrario, pues aseguran que los presuntos narcos muertos en La Garita eran Zetas, y no gente cercana a los hermanos Beltrán Leyva, conocidos como Los Pelones.
De acuerdo con esa misma área de la PGR, esas organizaciones criminales pelean desde hace varios años las plazas para la distribución de droga en el territorio guerrerense.
De acuerdo con La Jornada, en septiembre del año pasado el gobierno guatemalteco hizo público algo que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) intentó mantener oculto en nuestro país por razones de seguridad nacional: que cuatro de siete personas que en ese mes habían sido detenidas en Chiapas pertenecían al grupo de élite del Ejército guatemalteco.
Esa información causó que el Senado citara a comparecer al titular de la Sedena, el general Gerardo Clemente Vega García, quien el 27 de septiembre advirtió ante los legisladores federales sobre el riesgo de que Los Zetas establecieran una alianza delictiva con los kaibiles, quienes han sido entrenados en misiones antiguerrilla.
En la misma nota se dijo que los funcionarios de la SIEDO revelaron que las marcas encontradas en el cuello de los cadáveres de Mario Núñez y de Erik Juárez muestran que su decapitación se hizo con una cuchilla especial que comúnmente utilizan los kaibiles.
De hecho, de acuerdo con una fuente del Departamento Pericial de la Procuraduría General de Justicia del Estado –que ha mantenido en hermetismo dichos estudios– se confirmó la versión que dan en la ciudad de México –sin conocer la información de México– ambos policías fueron decapitados con una “arma blanca de mucho filo, como las que se usan para artes marciales”.
Indicó que presuntamente fueron degollados ya muertos, boca abajo, incluso precisó que los cortes fueron “muy precisos”.
La fuente agregó que a ambos los tuvieron dentro de una piscina o un charco porque sus manos y pies presentaban arrugas de humedad.
Las cabezas de ambos policías fueron colocadas en una reja de las oficinas de la Secretaría de Administración y Finanzas del gobierno del estado, ubicada en la Garita.