Rechazan los larzistas del PRI al nuevo alcalde de Zapotitlán Tablas

 

 Integrantes de la Liga Agraria Revolucionaria del Sur Emiliano Zapata (LARSEZ) desconocieron al nuevo alcalde de Zapotitlán Tablas, Tomás Noyola Díaz, y advirtieron que renunciarán al PRI en caso de que la dirigencia de ese partido siga indiferente al conflicto.

Esmeralda Gutiérrez Ramírez, dirigente de la organización afín al PRI, aseguró que el nuevo presidente municipal no garantiza que el conflicto se solucione, debido a que Noyola Díaz es familiar del ex alcalde Silvino Moso Porfirio.

Consultada antes de una reunión en las oficinas de la secretaria particular del gobernador René Juárez, entre miembros de la LARSEZ, funcionarios del gobierno estatal, dirigentes y diputados priístas, Gutiérrez Ramírez aseguró que en respuesta al nulo apoyo del presidente estatal del PRI, Héctor Apreza Patrón, “por lo menos dos mil larsistas” del municipio de Zapotitlán votarán en contra del tricolor en las próximas elecciones.

A la reunión asistieron unos 20 larsistas, entre ellos 10 comisarios y delegados municipales. Por parte del gobierno estatal estuvo el subsecretario para Asuntos Políticos, José Luís Trujillo Sotelo, mientras que por el PRI estuvieron la secretaria general Silvia Romero Suárez, y el diputado local priísta, Raúl Salgado Leyva.

A golpes desalojan antimotines alarcistas que tomaron el Congreso

 Policías y judiciales los sorprendieron por la madrugada, en la víspera de la visita del gobernador

 Unos 50 integrantes de la Liga Agraria Revolucionaria del Sur Emiliano Zapata (Larsez) fueron desalojados violentamente, la madrugada de este jueves, de los accesos del Congreso local, en una operación efectuada por policías antimotines y agentes de la Policía Judicial del Estado en la víspera de la visita del gobernador René Juárez quien iría a entregar su quinto informe de gobierno.

Durante la movilización fue detenido el dirigente de la organización, Raymundo Velázquez Flores.

Los campesinos, en su mayoría indígenas de la Costa Chica, habían llegado casi a la medianoche y se instalaron en plantón afuera del Congreso local, para exigir la ejecución de obras, introducción de servicios públicos a sus comunidades y apoyos para proyectos productivos.

Pero aproximadamente a las 3:30 de la madrugada, unos 100 policías antimotines apoyados por judiciales rodearon a los indígenas y los golpearon con toletes, mientras que a otros los arrastraban por la calle. Los policías también se llevaron los vehículos en los que llegaron los manifestantes.

Durante el desalojo, los judiciales detuvieron al dirigente de la organización, Raymundo Velázquez Flores, quien está acusado de los delitos de obstrucción a las vías de comunicación, motín, rebelión y sabotaje, según se informó en la Procuraduría General de Justicia del Estado.

“Llegaron duro sobre ellos, yo escuché los gritos de las señoras que eran arrastradas y subidas a los carros que traían, y se los llevaron para allá, rumbo a Petaquillas”, informó un taxista que presenció los hechos.

Los miembros de la Larsez se habían instalado en plantón y bloquearon los dos accesos principales del Congreso local, donde por la mañana acudiría el gobernador.

Ayer, el director de Gobernación estatal, Rey Hilario Serrano, negó los hechos, aunque en la PGJE se informó de manera extraoficial de la detención de Velázquez Flores, quien habría sido trasladado a Acapulco, a petición de un juez de ese puerto.

Velázquez Flores había anticipado que ayer miembros de su organización protestarían también en Chilpancingo, contra las reformas a los artículos 200 y 202 del Código Penal local, donde se establecen sanciones para quienes efectúan bloqueos y tomas de edificios públicos, además de insistir en la ejecución de obras, servicios públicos y apoyos para proyectos productivos.

Cierran accesos al Congreso local; piden la revocación del alcalde de Zapotitlán

 Integrantes de la LARSEZ responsabilizan a Silvino Mosso de la masacre en Escalerilla Lagunas

 Miembros de la Liga Agraria Revolucionaria del Sur Emiliano Zapata (LARSEZ) bloquearon ayer, por más de tres horas, los accesos del Congreso local, para exigir respuesta a la solicitud de revocación de mandato contra el alcalde de Zapotitlán Tablas, Silvino Moso Porfirio, a quien responsabilizan de la matanza de cinco indígenas, el 11 de mayo de 2003, en la localidad de Escalerilla Lagunas.

pero los manifestantes retiraron su plantón ese mismo día, luego de que fueran atendidos por una comisión de diputados.

El dirigente estatal de la LARSEZ, Juan Pérez Romero, denunció que desde el 15 de mayo del año pasado, cuando presentaron la solicitud de revocación de mandato del alcalde Moso Porfirio por su responsabilidad en los hechos violentos en los que perdieron la visa cinco indígenas miembros de esa organización, no han recibido respuesta, y sospechan que los diputados protegen al presidente municipal porque mientras no le revoquen su mandato la Procuraduría General de Justicia del Estado no puede proceder en su contra.

El dirigente de la LARSEZ recordó que la revocación de mandato fue también en contra del síndico Jesús Vázquez Pérez y del regidor Ernesto Melo Candia, quienes también se encontraban en el lugar cuando fueron asesinados los cinco indígenas en Escalerilla Lagunas.

Denunció que a casi un año de los hechos, el Congreso local no ha emitido ningún dictamen con respecto a su solicitud, “por lo que vemos que dan largas al caso”.

Indicó que también han visto negligencia de la PGJE porque no ha ejecutado ninguna de las siete órdenes de aprehensión que libró el juez, en contra de un igual número de implicados en la matanza del 11 de mayo.

Agregó que es falso que no los encuentren para detenerlos, sino simplemente no se les quiere detener porque los implicados se encuentran en el municipio “sin que nadie los moleste”.

Los aproximadamente 200 campesinos de la LARSEZ, originarios de Zapotitlán Tablas, desde poco antes de las 9 de la mañana bloquearon todos los accesos del Congreso local para impedir que entraran los empleados, funcionarios y diputados.

Pero a las 12 de la tarde se retiraron luego de que el dirigente Pérez Romero recibió una llamada del director de Gobernación del estado, Rey Hilario Serrano, quien le aseguró que los atendería mas tarde una comisión de diputados.

Posteriormente los dirigentes del grupo fueron atendidos por diputados de las comisiones de Gobernación, encabezados por Juan José Castro Justo, y por la comisión Instructora que preside Constantino García Cisneros.

Pérez Romero informó que los diputados les aseguraron que el dictamen ya está concluido y que lo darán a conocer a más tardar el próximo mes de abril. Sin embargo señaló que los diputados no quisieron adelantarles en qué términos viene dicho dictamen.

Silvino Mosso, principal alentador de la violencia en Zapotitlán: LARSEZ

* Pide agilizar el juicio político contra el alcalde

 Teresa de la Cruz, corresponsal, Chilpancingo * Integrantes de la Liga Agraria Revolucionaria del Sur Emiliano Zapata (LARSEZ), aseguraron que la violencia en Zapotitlán Tablas va a terminar “en cuanto (el alcalde panista), Silvino Mosso Porfirio, se separe del cargo” porque él es quien ha sido “el principal alentador”.

En conferencia de prensa, el secretario de Finanzas de la LARSEZ, Juan Pérez Romero, señaló que con la “separación del cargo” de Silvino Mosso Porfirio “se va a terminar la violencia” en Zapotitlán Tablas.

Indicó que el alcalde ha sido “el principal alentador” de los hechos de violencia y es el “responsable” de las muertes que se han suscitado en las comunidades.

Puso como ejemplo el caso reciente de Ayotoxtla, en donde “murieron dos de nuestros compañeros activos, (Juan Rodríguez Felipe y su esposa, Virginia Melo Juárez), de quienes hasta este momento no sabemos nada sobre los responsables”.

Luego en referencia a la declaración del alcalde Mosso Porfirio de que no importa que sea revocado su mandato, porque los miembros de la LARSEZ y Antorcha Campesina “seguirán matándose”, expresó Pérez Romero que “eso no es cierto, en cuanto deje el cargo, terminará la violencia”.

Agregó que aún “sigue habiendo amenazas de muerte” hacia los integrantes de la LARSEZ y citó el caso del habitante de Ayotoxtla, Ciriaco García, “a él le dicen que también tiene que morir”.

Ante el clima “tenso” que se vive en Zapotitlaán Tablas y por la “falta de capacidad para dar respuesta a nuestras demandas”, como la entrega de 120 toneladas de fertilizante y la liberación de 2 millones de pesos para la rehabilitación de carreteras, según Pérez Romero, el próximo lunes 29 de marzo “vamos a realizar una movilización en esta capital, para presionar” al Congreso del Estado sobre la agilización de juicio político.

La marcha también será, dijo Pérez Romero para pedir al procurador de Justicia del estado, Jesús Ramírez Guerrero, que “encuentre a los           responsables de los asesinatos que han ocurrido en Zapotitlán Tablas”.

Removerlo de su cargo no frenará la violencia, dice el alcalde de Zapotitlán

* Seguirán matándose antorchistas y LARSEZ, dice

 Ezequiel Flores Contreras, corresponsal, Chilpancingo * El alcalde de Zapotitlán Tablas, Silvino Mosso Porfirio, afirmó ayer que no importa que sea revocado de su mandato, porque los miembros de la LARSEZ y Antorcha Campesina “seguirán matándose”.

Sobre la permanente ola de violencia que se vive en ese municipio de La Montaña, el edil panista se declaró incompetente para garantizar la seguridad de los habitantes al afirmar que si el gobierno del estado no pude desarmar a los grupos antagónicos, “mucho menos el Ayuntamiento”.

Silvino Mosso acudió junto con dos regidores de su comuna al Congreso local para contestar el juicio de procedencia que existe en su contra por los hechos violentos de mayo de 2003, en donde murieron cinco integrantes de la LARSEZ.

Eso significa que a partir de hoy, la comisión instructora que preside el diputado priísta Constantino García Cisneros tendrá que resolver si procede o no la demanda que interpusieron miembros de la LARSEZ para que al alcalde de Zapotitlán le sea revocado el mandato.

Silvino Mosso aseveró en entrevista que el gobierno estatal es el responsable de la actual campaña de desprestigio que existe en su contra, “el gobierno protege a los delincuentes”.

Dijo que el dirigente de la LARSEZ, Marcial Dircio, desde el penal de Chilpancingo en donde se encuentra preso sigue “operando y manteniendo” su poder político en ese municipio. Por ello exhortó a la Procuraduría General de Justicia a llevar a cabo una investigación seria y objetiva, para deslindar responsabilidades de este hecho y el reciente en donde un grupo armado victimó a un matrimonio de campesinos en la comunidad de Ayotoxtla.

Luego sentenció: “aunque yo saliera del Ayuntamiento, los miembros de la LARSEZ y de Antorcha Campesina seguirán matándose porque están “hambrientos de poder”, consideró Mosso Porfirio.

Ejecuta un comando al representante de bienes comunales de Ayotoxtla y a su esposa

 

* Culpa la LARSEZ a Antorcha Campesina y al alcalde de Zapotitlán

 

 

* Unos 15 hombres con armas de alto poder y encapuchados asesinaron a la pareja en su casa la madrugada del viernes * Señalan larsistas que el campesino asesinado tenía conflictos por un terreno con el antorchista Benjamín Parra * El presidente municipal, Mosso Porfirio, se deslindó del crimen y demandó a la Procuraduría que investigue

 

Zacarías Cervantes, corresponsal, Chilpancingo           * Unos 15 hombres fuertemente armados y encapuchados asesinaron a un matrimonio de indígenas, miembros de la Liga Agraria Revolucionaria del Sur Emiliano Zapata (LARSEZ), la madrugada de este viernes, en su domicilio de Ayotoxtla, municipio de Zapotitlán Tablas.

De estos hechos de violencia que se dan en ese municipio, el dirigente de la LARSEZ, Marcial Dircio Ortega, responsabilizó a integrantes de Antorcha Campesina y al alcalde, Silvino Mosso Porfirio, con quienes tienen diferencias políticas en ese lugar.

Los individuos armados y encapuchados irrumpieron a las 2 de la madrugada del viernes en la vivienda de Juan Rodríguez Felipe de 57 años de edad a quien asesinaron a balazos junto con su mujer, Virginia Melo Juárez, de 50 años.

Rodríguez Felipe se desempeñaba como representante del Comité de Bienes Comunales en ese poblado de La Montaña de Guerrero y sus familiares responsabilizaron de su muerte al integrante de la organización priísta Antorcha Campesina, Benjamín Parra García, a su hermano, Lorenzo y al alcalde panista Silvino Mosso Porfirio, con quienes tenían conflictos por la posesión de unas tierras desde hace dos años.

El dirigente de la LARSEZ, Marcial Dircio Ortega, que se encuentra preso en Chilpancingo, denunció que estos hechos son parte del ambiente de tensión por los conflictos políticos que existen en ese municipio entre los integrantes de la LARSEZ y de Antorcha Campesina, estos últimos respaldados por el alcalde panista Mosso Porfirio.

Agregó que estos nuevos hechos de violencia son todavía secuelas de la masacre de cinco indígenas por policías municipales, estatales y miembros de Antorcha Campesina la noche del 11 de mayo de 2003 en la localidad de Escalerilla Laguna, que se encuentra a 5 kilómetros de Ayotoxtla.

Por los conflictos que enfrentan los indígenas miembros de Antorcha Campesina y la LARSEZ en ese municipio se han derivado varios hechos de violencia. En junio de 2002 miembros de la LARSEZ detuvieron y encerraron en la comisaría de Ayotoxtla a cuatro miembros de Antorcha Campesina quienes, además, fueron golpeados y a consecuencia de los golpes falleció Pablo García Nayo.

El 11 de mayo de 2003, policías estatales y municipales y antorchistas, encabezados por el alcalde Silvino Moso Porfirio, asesinaron con garrotes y machetes a cinco indígenas miembros de la LARSEZ, cuando miembros de esta organización tenían encarcelados en la comisaría de Escalerilla Laguna a tres miembros de Antorcha Campesina.

Dircio Ortega denunció que estos hechos de violencia se siguen dando debido a que el gobierno estatal no ha intervenido para garantizar la seguridad en la zona y porque es evidente el respaldo de las autoridades estatales y municipales a las acciones de Antorcha Campesina.

Explicó que por la muerte del antorchista Pablo García Nayo, que se atribuye a miembros de la LARSEZ, hace tres días fueron detenidos Silvestre Dircio Aguilar y Cornelio Jerónimo Dircio, mientras que por el caso de los larsistas asesinados el 11 de mayo no se ha ejecutado ninguna orden de aprehensión y que el Congreso no ha procedido con la solicitud de desafuero que presentaron en contra del presidente municipal Mosso Porfirio por su participación en esos hechos.

Mientras tanto, el alcalde Mosso Porfirio se deslindó de los señalamientos en su contra en el caso de estos últimos hechos y demandó a la Procuraduría que investigue y esclarezca cuanto antes los hechos.

El ejecutado, la madrugada de ayer, Juan Rodríguez Felipe, de acuerdo a versiones de sus familiares, hace dos años tuvo conflictos por la posesión de unas tierras en donde se construyó la escuela preparatoria popular de Ayotoxtla, con Benjamín Parra García, integrante de Antorcha Campesina.

Informaron que Parra García tenía a su cargo el vivero del lugar y que el pueblo respaldó al representante de Bienes Comunales, Juan Ramírez Felipe, para que se construyera ahí la preparatoria popular lo que inconformó al antorchista quien se dijo dueño del predio.

La PGJE investiga el caso

La Procuraduría General de Justicia del Estado informó que en la comunidad de Ayotoxtla, municipio de Zapotitlán Tablas, Juan Domínguez Felipe y Virginia Juárez Melo perdieron la vida por disparos de arma de fuego.

El agente Auxiliar del Ministerio Público de Lucerito, Timoteo Domínguez Maldonado, mencionó que a las dos horas con treinta minutos del 27 del mes en curso, recibió una llamada telefónica informándole que fueron privados de la vida por desconocidos, dos personas cuando se encontraban durmiendo en su domicilio del poblado de Ayotoxtla.

De inmediato se trasladaron al lugar de los hechos el médico legista Enoch Dolores Flores y el perito en materia de Criminalística de Campo y Fotografía Forense Roberto Gómez Caballero, a efecto de levantar las diligencias correspondientes junto con el Ministerio Público correspondiente, encontrándose en el sitio siete casquillos de calibre 9 milímetros.

Confirma que Juan Domínguez Felipe, era representante de Bienes Comunales de Ayotoxtla.

El gobierno del estado alentó la violencia en Zapotitlán: Red de Derechos Humanos

* Ocho ONG tratan en un informe el caso de Escalerilla

* Señalan cinco conflictos agrarios que requieren tratamiento integral: Zapotitlán Tablas con Acatepec, Xitopontla con ganaderos de Olinalá, Amatlicha con ganaderos de Olinalá, Alcatlatzala con Cuatzoquitengo y Arroyo San Pedro con Tilapa

La violencia en Zapotitlán Tablas, que el 11 de mayo dejó cinco muertos, estaba anunciada; era un riesgo derivado del conflicto político entre dos organizaciones, ante el cual el gobierno del estado no hizo lo necesario para evitarla y la alentó, permitiendo la creación de una comisaría               en Escalerilla Laguna, que funcionó prácticamente como Presidencia Municipal paralela.

Este análisis fue planteado por ocho organizaciones no gubernamentales integrantes de la Red Guerrerense de Organismos Civiles de Derechos Humanos, en un informe que dieron a conocer a representantes de 12 embajadas en México, en una visita que hicieron a la capital del estado el 19 y 20 de mayo.

En el documento hablan de cinco conflictos agrarios que requieren de un tratamiento integral profundo, de las ejecuciones extrajudiciales, de la tortura, las desapariciones forzadas y la militarización y persecucición de ciudadanos.

El documento que la Red presentó a los representantes de embajadas se divide en apartados, que se refieren a los problemas más graves en la entidad en relación con los derechos humanos, como ejecuciones estrajudiciales, desapariciones forzadas, tortura, y militarización.

En cuanto a los conflictos agrarios, menciona como casos más graves los de Zapotitlán Tablas con Acatepec; Xitopontla, municipio de Olinalá, con ganaderos de la misma cabecera municipal; Amatlicha con otros ganaderos de Olinalá; Alcatlatzala con Cuatzoquitengo, municipio de Malinaltepec y Arroyo San Pedro con Tilapa, del mismo municipio.

Plantea que éstos “son casos que requieren un tratamiento integral donde las autoridades deben entender que existen agravios muy profundos que tienen la obligación de reparar para poder entrar a una etapa blanda de diálogo y reconciliación”.

En los días en que se presentó el documento el hecho de más reciente impacto fue la reyerta en la comosaría municipal de Escalerilla Laguna, municipio de Zapotitlán Tablas, el 11 de mayo, donde murieron cinco campesinos integrantes de la Liga Agraria Revolucionaria del Sur Emiliano Zapata (LARSEZ), y se señala como agresores a miembros de Antorcha Campesina, al presidente municipal de Zapotitlán Tablas, Silvino Mosso, y a policías municipales.

En el documento, las ONG dicen: “Las cuatro muertes (después murió en el hospital uno de los heridos) de Escalerilla Lagunas, municipio de Zapotitlán Tablas, fueron desgraciadamente muertes anunciadas que las autoridades no hicieron lo necesario para evitarlas. Se trata de un conflicto político que fue alentado desde el centro al permitir la creación de una delegación política con sede en Escalerilla Laguna, que en la práctica funcionó como una Presidencia Municipal paralela.

“Se quiso sobrellevar a las dos organizaciones sociales a la usanza tradicional, dosificándoles los apoyos para poder mantener las clientelas bajo control.

“Lo que en realidad ha pasado es que se han dividido varias comunidades a causa del control político y económico que cada organización quiere imponer. Se han dado casos de desconocimiento y cambio de comisarios o de la creación de comisarías paralelas que sólo están incubando de manera gratuita más conflictos, que lo único que hacen es empeorar las precarias condiciones de vida de los tlapanecos”.

Detenciones arbitrarias, una práctica sistemática

Algo que se practica de manera sistemática en Guerrero son las detenciones arbitrarias. Este acto marca el inicio de una cadena de violaciones a otros derechos relacionados con la integridad personal y las garantías judiciales. Este tipo de detenciones no están respaldadas por una orden judicial; se acostumbra a detener y luego se procede a investigar. Muchas detenciones arbitrarias tienen una motivación política: se detiene a lideres o miembros de organizaciones campesinas o indígenas como la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS) o los del Frente de Organizaciones Democráticas de Guerrero (FODEG), que por su lucha social y política son catalogados como gente que se organiza para cometer delitos. Se les criminaliza por su activismo político. Anexan 26 casos de detenciones arbitrarias.

Afirman que la tortura sigue siendo una práctica sistemática para las investigaciones judiciales que tiene como fin someter a la víctima y obligarlo a que se declare culpable y que confiese todo lo que sabe. A pesar de la normatividad internacional y el derecho interno, en nuestro estado no existe el delito de tortura; por lo tanto, no se castiga a los torturadores que son un gran número de expertos que se estrenaron con los desparecidos de la guerra sucia.

Entre los casos de tortura que se mencionan en el informe están los cometidos por miembros del Ejército contra Erika Zamora Pardo y Efrén Cortés Chavez, sobrevivientes de El Charco; los casos de los campesinos ecologistas Rodolfo Montiel y Teodoro Cabrera, y los 10 de la recomendación 100/97 de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos donde se pide al procurador de Justicia Militar que investigue los casos donde presumiblemente miembros del Ejército torturaron a civiles, identificados como supuestos miembros de los grupos armados.

En el informe se destaca que por estos crímenes “no existe ningún militar sentenciado por torturador”.

Situación de los pueblos indios

En La Montaña y la Costa Chica se da un ambiente de hostigamiento, persecuciones y detenciones contra las poblaciones indígenas, primero, tras el levantamiento armado en Chiapas y después ante la aparición del Ejército Popular Revolucionario (EPR) y del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI).

Las ONG señalan que “oficialmente se maneja que el Ejército está en Guerrero para combatir el narcotráfico y para aplicar la ley de armas de fuego y explosivos; sin embargo, es notorio el asedio a las comunidades donde existe la organización independiente”.

En febrero y marzo de 2002 en las comunidades tlapanecas de Barranca Bejuco, municipio de Acatepec, y Barranca Tecoani, en Ayutla, fueron violadas por miembros del Ejército las indígenas Valentina Rosendo Cantú de 17 años e Inés Fernández Ortega de 26 años.             A las dos las interrogaron sobre las personas que andan con los encapuchados y los que siembran amapola.

En el documento de afirma que estas violaciones “son actos cobardes que buscan provocar la reacción violenta de las poblaciones indígenas para reprimirlos y desmovilizarlos”.

Conflictos agrarios

Dicen las ONG que preocupa hondamente los conflictos agrarios y políticos que enfrentan los pueblos indígenas desde hace décadas y que las autoridades estatales y municipales no han querido resolver.

“Existen casos donde las partes en conflicto, al no encontrar una adecuada interlocución con las autoridades y al constatar que no hay seguimiento a los acuerdos firmados, emprenden acciones unilaterales para imponer su postura y forzar una negociación que sólo los coloca en el filo de la navaja. Los conflictos agrarios de Zapotitlán Tablas con Acatepec; Xitopontla, municipio de Olinalá, con ganaderos de la misma cabecera municipal; Amatlicha con otros ganaderos de Olinalá; Alcatlatzala con Cuatzoquitengo, municipio de Malinaltepec; Arroyo San Pedro con Tilapa, del mismo municipio, son casos que requieren un tratamiento integral donde las autoridades deben entender que existen agravios muy profundos que tienen la obligación de reparar para poder entrar a una etapa blanda de diálogo y reconciliación”.

En el informe señalan que los defensores de derechos humanos no tienen ninguna garantía para su trabajo, lo que se puso en evidencia con el asesinato de la abogada Digna Ochoa.

Menciona las amenazas de muerte que han recibido Abel Barrera Hernández y el hostigamiento del Ejército a la directora de La Voz de los Sin Voz, de Coyuca de Benítez, Hilda Navarrete Gorjón.