Yo conviví antes de su muerte con el presidente municipal de Xalpatláhuac y no vi que estuviera armado, afirma el edil perredista

El cura Cuéllar Vázquez es de ideas anárquicas, dice el alcalde de Cualac

 

 Magdalema Cisneros

El presidente municipal de Cualac, Fortunato Sánchez Sánchez, afirmó que el sacerdote Lorenzo Cuéllar Vázquez –acusado del asesinato del alcalde priísta de Xalpatláhuac, Lorenzo Ruiz Villarreal– siempre se mostró “enemigo del gobierno, tenía ideas anárquicas”.

Afirmó que no se percató que Cuéllar Vázquez simpatizara con el PRD o el PRI, aunque precisó que “siempre estaba contra cualquier gobierno”.

El 12 de mayo, el sacerdote Lorenzo Cuéllar Vázquez asesinó de dos balazos al alcalde priísta de Xalpatláhuac, Lorenzo Ruiz Villarreal, e hirió a su hijo Lorenzo Ruiz García.

En su primera declaración, el cura dijo que actuó bajo los efectos del alcohol y en defensa propia, ante una agresión física del grupo que acompañaba al alcalde, por lo que sacó su pistola –9 milímetros– y disparó, mientras que en la declaración preparatoria cambió su versión al asegurar que el arma no era suya.

Consultado antes de la reunión de diputados locales y alcaldes perredistas, Sánchez Sánchez contó que Cuéllar Vázquez tenía simpatías entre la población “como todo sacerdote, siempre hay respeto hacia ellos y sobre todo de la gente religiosa”.

Negó que tuviera conocimiento de que el clérigo usaba un arma, aunque mencionó que “había comentarios que algunos sacerdotes de la región de La Montaña portaban armas, pero no sabíamos quiénes eran”.

Recordó que el sacerdote hizo diversas peticiones para la iglesia, incluso hace cuatro meses convocó a la gente a una reunión donde la invitó a formar la Policía Comunitaria; “allí manifesté que no había necesidad porque era un municipio pequeño y aún era gobernable”.

A los asistentes no les interesó la propuesta porque en Cualac “no hay problemas de vandalismo todavía, y en relación a crímenes gracias a Dios todo está en orden”, expresó.

El alcalde dijo que no se percató si eran ciertos los comentarios que había en la población de que Lorenzo Cuéllar cuando bebía “tenía una conducta inadecuada”, pero indicó que hace dos meses el síndico Joaquín Flores Reyes llamó al sacerdote a la Presidencia, donde le comentó que se hablaba de su mala conducta.

Sánchez Sánchez dudó que el alcalde de Xalpatláhuac tuviera un arma porque media hora antes de su muerte “estuvimos conviviendo, nunca me percaté que él tuviera armas porque entró a un baile, incluso policías del estado y municipales lo sometieron a una revisión y no traía nada”.

Consideró que el cambio en la declaración del sacerdote es para que “el ánimo de los jueces no sea tan duro”.

Indicó que el martes algunos feligreses le solicitaron platicar con el obispo de Tlapa, Alejo Zavala, para solicitar un nuevo sacerdote, pero “les dije que no estaba dispuesto hasta que las cosas se calmaran un poco”.

El cura Cuéllar Vázquez es de ideas anárquicas, dice el alcalde de Cualac

 Yo conviví antes de su muerte con el presidente municipal de  Xalpatláhuac y no vi que estuviera armado, afirma el edil perredista

 Magdalema Cisneros

 El presidente municipal de Cualac, Fortunato Sánchez Sánchez, afirmó que el sacerdote Lorenzo Cuéllar Vázquez –acusado del asesinato del alcalde priísta de Xalpatláhuac, Lorenzo Ruiz Villarreal– siempre se mostró “enemigo del gobierno, tenía ideas anárquicas”.

Afirmó que no se percató que Cuéllar Vázquez simpatizara con el PRD o el PRI, aunque precisó que “siempre estaba contra cualquier gobierno”.

El 12 de mayo, el sacerdote Lorenzo Cuéllar Vázquez asesinó de dos balazos al alcalde priísta de Xalpatláhuac, Lorenzo Ruiz Villarreal, e hirió a su hijo Lorenzo Ruiz García.

En su primera declaración, el cura dijo que actuó bajo los efectos del alcohol y en defensa propia, ante una agresión física del grupo que acompañaba al alcalde, por lo que sacó su pistola –9 milímetros– y disparó, mientras que en la declaración preparatoria cambió su versión al asegurar que el arma no era suya.

Consultado antes de la reunión de diputados locales y alcaldes perredistas, Sánchez Sánchez contó que Cuéllar Vázquez tenía simpatías entre la población “como todo sacerdote, siempre hay respeto hacia ellos y sobre todo de la gente religiosa”.

Negó que tuviera conocimiento de que el clérigo usaba un arma, aunque mencionó que “había comentarios que algunos sacerdotes de la región de La Montaña portaban armas, pero no sabíamos quiénes eran”.

Recordó que el sacerdote hizo diversas peticiones para la iglesia, incluso hace cuatro meses convocó a la gente a una reunión donde la invitó a formar la Policía Comunitaria; “allí manifesté que no había necesidad porque era un municipio pequeño y aún era gobernable”.

A los asistentes no les interesó la propuesta porque en Cualac “no hay problemas de vandalismo todavía, y en relación a crímenes gracias a Dios todo está en orden”, expresó.

El alcalde dijo que no se percató si eran ciertos los comentarios que había en la población de que Lorenzo Cuéllar cuando bebía “tenía una conducta inadecuada”, pero indicó que hace dos meses el síndico Joaquín Flores Reyes llamó al sacerdote a la Presidencia, donde le comentó que se hablaba de su mala conducta.

Sánchez Sánchez dudó que el alcalde de Xalpatláhuac tuviera un arma porque media hora antes de su muerte “estuvimos conviviendo, nunca me percaté que él tuviera armas porque entró a un baile, incluso policías del estado y municipales lo sometieron a una revisión y no traía nada”.

Consideró que el cambio en la declaración del sacerdote es para que “el ánimo de los jueces no sea tan duro”.

Indicó que el martes algunos feligreses le solicitaron platicar con el obispo de Tlapa, Alejo Zavala, para solicitar un nuevo sacerdote, pero “les dije que no estaba dispuesto hasta que las cosas se calmaran un poco”.

Dictan auto de formal prisión a los curas que mataron al alcalde de Xalpatláhuac

 

 Se encontraron elementos de prueba suficientes para demostrar la existencia del delito, indicó el juez. Niega que lo haya presionado el gobernador

 Zacarías Cervantes Chilpancingo

El juez Jesús Campos Ramírez dictó ayer el auto de formal prisión a los sacerdotes Lorenzo Cuéllar Vázquez y Ernesto García Rodríguez, como probables responsables del delito de homicidio calificado y lesiones en agravio del presidente municipal de Xalpatláhuac, Lorenzo Ruiz Villarreal y de su hijo Lorenzo Ruiz García.

La resolución la leyó la primera secretaria de Acuerdos, Ana Gabriela Bello Tovar, a los dos sacerdotes ahora procesados, quienes fueron sacados a la rejilla de prácticas poco antes de las 6 de la tarde de ayer para firmar dicha resolución.

El juez Campos Ramírez resolvió el auto de formal prisión luego de que –según el documento– “se encontraron elementos de prueba suficientes para demostrar la existencia del delito, y se demostró que uno de ellos (Cuéllar Vázquez) fue el causante del daño y el otro (García Rodríguez) lo auxilió antes y cuando se cometieron los hechos”.

Para el juez, los sacerdotes actuaron “de manera dolosa” y procedieron “intencionalmente”, y señala en su resolución que hay “bastantes datos para acreditar su probable responsabilidad” en los hechos.

Pero además señala que Lorenzo Cuéllar Vázquez y Ernesto García Rodríguez “acreditaron el consenso” en su actuación en contra de Ruiz Villarreal, quien falleció dos horas después de recibir dos impactos de bala y en contra de su hijo Ruiz García, quien resultó lesionado de un balazo en la pantorrilla, por lo que resolvió dictarles el auto de formal prisión por el delito de homicidio y lesiones, así como la suspensión de sus derechos ciudadanos.

El juez concedió cinco días para que la defensa de los dos sacerdotes impugnen el auto, y además se declaró incompetente para seguir conociendo del caso agotadas las diligencias, por lo que lo turnó al juzgado de Huamuxtitlán –distrito al que corresponde el municipio de Cualac–, donde ocurrieron los hechos.

Mientras tanto los abogados de los dos sacerdotes, José Ramírez Villalba y Pablo Santana Alfaro, entrevistados después de escuchar la resolución del juez, declararon su inconformidad y ambos coincidieron que recurrirán al amparo de la justicia federal a favor de sus respectivos clientes.

Ramírez Villalba, abogado de Ernesto García Rodríguez, y Santana Alfaro, defensor de Lorenzo Cuéllar Vázquez, coincidieron en que recurrirán al amparo de la justicia federal para que el caso se salga de los jueces locales y pase a los federales, donde ya no pueda influir el Ejecutivo estatal.

Santana Alfaro reiteró que su cliente fue torturado por los policías judiciales para que declarara que disparó en defensa propia y que la pistola era de él, cuando la realidad es lo que dijo ante el juez, “ya sin presiones”, en el sentido de que fue agredido por unas personas entre las que se encontraba el presidente municipal y su hijo, y que durante la riña forcejearon y el arma, “que al parecer era del presidente municipal”, se disparó.

Incluso el abogado aseguró que hay elementos suficientes para desvirtuar en las instancias federales los cargos que le impuso el juez a su cliente.

Santana Alfaro dijo que el término legal para dictar el auto de formal prisión no fue suficiente para presentar las pruebas a favor de su cliente, pero aseguró que “hay elementos suficientes para desvirtuar los cargos durante el proceso que sigue”.

Mientras tanto, el juez Jesús Campos aseguró que la resolución fue dictada conforme a la ley y con base a las pruebas y elementos que fueron aportadas las dos partes.

Con respecto a los señalamientos del abogado de Ernesto García Ramírez, Pedro Ramírez Millán, en el sentido de que emitió su resolución por consigna del gobernador Rene Juárez, dijo que “estamos en un estado de derecho y ello nos permite ser autónomos”, y aseguró que “no he recibido línea de nadie”.

Aseguró que para él este es sólo un caso más, pues los dos sacerdotes, en materia de del derecho, sólo son ciudadanos con todos sus derechos.

Campos Ramírez indicó que las cuestiones por las que la PGJE los trasladó del distrito judicial a donde se cometieron los hechos a esta capital las desconoce; “yo recibí el caso porque estaba de turno, lo demás lo desconozco”, aseguró.

Judiciales presionaron al cura para cambiar su declaración, dice su abogado

A Lorenzo Cuéllar le hicieron decir que disparó en defensa propia, cuando él forcejeó con el alcalde y el arma, “que al parecer llevaba el presidente municipal”, se disparó, asegura el asesor

Zacarias cervantes Chilpancingo El abogado del sacerdote Lorenzo Cuéllar Vázquez, Pablo Santana Alfaro, denunció ayer que su cliente fue presionado por agentes de la Policía Judicial del Estado para que declarara ante el Ministerio Público que había disparado contra el alcalde de Xalpatláhuac en defensa propia, y que el arma la traía por amenazas de muerte que había recibido.

Pero, dijo que por haber sido presionado “esas declaraciones no son válidas” y que las que jurídicamente tienen validez son las que hizo ante el juez, el domingo, en el sentido de que fue agredido por unas personas entre las que se encontraba el alcalde Lorenzo Ruiz Villarreal y su hijo, y que durante el forcejeo el arma, “que al parecer llevaba el presidente municipal”, se disparó.

El abogado Santana Alfado dijo lo anterior ayer, luego de que no se presentó ante el Juzgado Primero del Ramo Penal uno de los testigos que declararía a favor del sacerdote Cuéllar Vázquez.

A la audiencia, a la que acudirían dos testigos; uno del sacerdote Cuéllar Vázquez y otro de Ernesto García Rodríguez, sólo se presentó a declarar como testigo de descargo la hermana de García Rodríguez, María del Socorro García, quien presenció parte de los hechos.

La hermana del párroco declaró que a las 2:30 o 3 de la madrugada del 11 de mayo, ella se encontraba en el baile “cuando mi hermano me dijo que se retiraba a descansar, yo lo acompañé y después de cruzar la calle y al ver que se dirigía al curato me regresé al baile”.

Pero –dijo– apenas había regresado aproximadamente 20 pasos cuando escuchó unos disparos, “fui y mi hermano caminaba a pasos más rápidos; yo corrí, lo alcancé, lo abracé y le pregunté: qué pasa mano, y el me contestó que nada, solamente quité el arma porque si no matan a Cuéllar”.

Agregó que fue en ese momento cuando escuchó que alguien, “que ahora sé que era el presidente municipal de Cualac, Fortunato Sánchez”, dijo: llévense a ese cabrón también y fue cuando me lo quitaron los policías”.

En su declaración, María del Socorro Rodríguez, de 47 años de edad, casada y originaria de Olinalá, al igual que su hermano, dijo que ella, su hermano y su mamá acudieron a Cualac a invitación del sacerdote Lorenzo Cuéllar.

Después de esa declaración, vendría la de otro testigo a favor de Lorenzo Cuéllar, pero no llegó y el abogado Pablo Santana Alfaro –en entrevista con los reporteros– no quiso revelar su identidad, pero dijo que testificaría que el sacerdote fue agredido y que durante el forcejeo se disparó la pistola que hirió al presidente municipal y a su hijo. También aseguró que el testigo declararía que el sacerdote no estaba armado, y que al parecer la pistola 9 milímetros era del presidente municipal.

Cuando se le recordó que su cliente admitió ante el Ministerio Público y ante los medios de información que disparó el arma en defensa propia, a raiz de una agresión física que sufrió, e incluso aceptó que andaba armado por amenazas de muerte que había recibido, el abogado denunció que esas declaraciones las hizo su cliente bajo presión de la Policía Judicial del Estado.

Aseguró que su cliente fue vendado en los separos de la PJE, donde los agentes lo estuvieron presionando en todo momento para que declarara que disparó en defensa propia y que andaba armado por las amenazas que había recibido.

La declaración del otro testigo se aplazó hasta nuevo aviso, pero será antes de que se venza el término constitucional para que el juez Jesús Campos resuelva el auto de libertad o de formal prisión en contra de sacerdotes.

Judiciales presionaron al cura para cambiar su declaración, dice su abogado

 

 A Lorenzo Cuéllar le hicieron decir que disparó en defensa propia, cuando él forcejeó con el alcalde y el arma, “que al parecer llevaba el presidente municipal”, se disparó, asegura el asesor

 Zacarias cervantes Chilpancingo

El abogado del sacerdote Lorenzo Cuéllar Vázquez, Pablo Santana Alfaro, denunció ayer que su cliente fue presionado por agentes de la Policía Judicial del Estado para que declarara ante el Ministerio Público que había disparado contra el alcalde de Xalpatláhuac en defensa propia, y que el arma la traía por amenazas de muerte que había recibido.

Pero, dijo que por haber sido presionado “esas declaraciones no son válidas” y que las que jurídicamente tienen validez son las que hizo ante el juez, el domingo, en el sentido de que fue agredido por unas personas entre las que se encontraba el alcalde Lorenzo Ruiz Villarreal y su hijo, y que durante el forcejeo el arma, “que al parecer llevaba el presidente municipal”, se disparó.

El abogado Santana Alfado dijo lo anterior ayer, luego de que no se presentó ante el Juzgado Primero del Ramo Penal uno de los testigos que declararía a favor del sacerdote Cuéllar Vázquez.

A la audiencia, a la que acudirían dos testigos; uno del sacerdote Cuéllar Vázquez y otro de Ernesto García Rodríguez, sólo se presentó a declarar como testigo de descargo la hermana de García Rodríguez, María del Socorro García, quien presenció parte de los hechos.

La hermana del párroco declaró que a las 2:30 o 3 de la madrugada del 11 de mayo, ella se encontraba en el baile “cuando mi hermano me dijo que se retiraba a descansar, yo lo acompañé y después de cruzar la calle y al ver que se dirigía al curato me regresé al baile”.

Pero –dijo– apenas había regresado aproximadamente 20 pasos cuando escuchó unos disparos, “fui y mi hermano caminaba a pasos más rápidos; yo corrí, lo alcancé, lo abracé y le pregunté: qué pasa mano, y el me contestó que nada, solamente quité el arma porque si no matan a Cuéllar”.

Agregó que fue en ese momento cuando escuchó que alguien, “que ahora sé que era el presidente municipal de Cualac, Fortunato Sánchez”, dijo: llévense a ese cabrón también y fue cuando me lo quitaron los policías”.

En su declaración, María del Socorro Rodríguez, de 47 años de edad, casada y originaria de Olinalá, al igual que su hermano, dijo que ella, su hermano y su mamá acudieron a Cualac a invitación del sacerdote Lorenzo Cuéllar.

Después de esa declaración, vendría la de otro testigo a favor de Lorenzo Cuéllar, pero no llegó y el abogado Pablo Santana Alfaro –en entrevista con los reporteros– no quiso revelar su identidad, pero dijo que testificaría que el sacerdote fue agredido y que durante el forcejeo se disparó la pistola que hirió al presidente municipal y a su hijo. También aseguró que el testigo declararía que el sacerdote no estaba armado, y que al parecer la pistola 9 milímetros era del presidente municipal.

Cuando se le recordó que su cliente admitió ante el Ministerio Público y ante los medios de información que disparó el arma en defensa propia, a raiz de una agresión física que sufrió, e incluso aceptó que andaba armado por amenazas de muerte que había recibido, el abogado denunció que esas declaraciones las hizo su cliente bajo presión de la Policía Judicial del Estado.

Aseguró que su cliente fue vendado en los separos de la PJE, donde los agentes lo estuvieron presionando en todo momento para que declarara que disparó en defensa propia y que andaba armado por las amenazas que había recibido.

La declaración del otro testigo se aplazó hasta nuevo aviso, pero será antes de que se venza el término constitucional para que el juez Jesús Campos resuelva el auto de libertad o de formal prisión en contra de sacerdotes.

Se aplicará todo el rigor de la ley al cura de Cualac: René Juárez

En el caso del sacerdote católico de Cualac, Lorenzo Cuéllar Vázquez, acusado de asesinar al alcalde de Xalpatlahuac, Lorenzo Ruiz, “se aplicará todo el rigor de la ley”, aseguró el gobernador.

Aseveró que nadie está por encima de la ley, y rechazó “caer en dimes y diretes” ante la pregunta de si haría un llamado a los curas para que replantearan su actitud en las comunidades.

Abordado al terminar un acto donde se anunció el comienzo oficial de la entrega de fertilizante, René Juárez aseguró que ha sido “el único” gobernador que mantiene comunicación constante con obispos católicos.

“Me reúno con los obispos muy seguido, incluso me han dicho que de ninguna manera piden protección o impunidad para los curas involucrados en el caso de La Montaña, y en eso sí coincidimos”, expresó. (Ezequiel Flores Chilpancingo).

Presentarán abogados a testigos a favor de los sacerdotes que mataron al alcalde

Piden al juez ampliar el término para mostrar pruebas               que los exoneren

Cambia el cura Lorenzo Cuéllar su declaración: no era su arma, sino del presidente municipal de Xalpatláhuac. “Forcejeamos y la pistola se disparó”, asegura

Luego de la declaración preparatoria que rindieron ante el Juzgado Primero del Ramo Penal el domingo, los sacerdotes Lorenzo Cuéllar Vázquez y Ernesto García Rodríguez, sus abogados solicitaron la ampliación del término para presentar pruebas a su favor, por lo que la situación jurídica podría resolverse el jueves.

En su declaración, sólo el clérigo Ernesto García Rodríguez ratificó lo que señaló ante el Ministerio Público, en tanto que Lorenzo Cuéllar Vázquez cambio el sentido de sus primeras versiones, pues aseguró que el arma no era de él, sino del alcalde muerto, Ruiz Villarreal, y que durante la riña se la quitó y la pistola se disparó en el forcejeo.

Previamente el cura había indicado que disparó el arma en defensa propia, luego de una agresión que sufrió por parte de las personas que acompañaban al presidente municipal.

Incluso admitió que traía el arma porque en los últimos meses había recibido amenazas de muerte a través de anónimos, por escrito y vía telefónica.

Mientras que el párroco García Rodríguez, quien oficia en Pascala del Oro, municipio de San Luis Acatlán, insistió que él bailaba en la plazuela, donde se efectuaba la fiesta, cuando su compañero se fue al atrio de la parroquia y lo siguió, pero que al llegar a la puerta de la iglesia observó que tres personas lo estaban golpeando.

Aseguró que antes de llegar escuchó tres disparos, por lo que se fue sobre él para quitarle el arma.

Ambas declaraciones quedaron asentadas en la causa penal 73/2004, que se abrió sobre el caso a partir de que los dos curas fueron puestos a disposición del juez.

El plazo para que el juez determinara venció a las 4:30 de la tarde del domingo, pero la defensa solicitó la ampliación del término legal para presentar testigos de descargo, y en este contexto a las 12 del día de hoy martes ambos sacerdotes presentarán un testigo cada uno.

Los abogados del clérigo Ernesto García Rodríguez son Pedro Ramírez Millán y José Ramírez Villalva, quienes promovieron el juicio político en contra de los magistrados Jesús Martínez Garnelo y Miguel Maya Manrique, así como en contra de la juez María del Pilar Campos Tapia.

En tanto que los abogados de Lorenzo Cuéllar Vázquez son Pablo Santana Alfaro y Pedro Lamberto Guevara, quienes pertenecen a un despacho del puerto de Acapulco.

Presentarán abogados a testigos a favor de los sacerdotes que mataron al alcalde

  Piden al juez ampliar el término para mostrar pruebas  que los exoneren

 

 Cambia el cura Lorenzo Cuéllar su declaración: no era su arma, sino del presidente municipal de Xalpatláhuac. “Forcejeamos y la pistola se disparó”, asegura

Luego de la declaración preparatoria que rindieron ante el Juzgado Primero del Ramo Penal el domingo, los sacerdotes Lorenzo Cuéllar Vázquez y Ernesto García Rodríguez, sus abogados solicitaron la ampliación del término para presentar pruebas a su favor, por lo que la situación jurídica podría resolverse el jueves.

En su declaración, sólo el clérigo Ernesto García Rodríguez ratificó lo que señaló ante el Ministerio Público, en tanto que Lorenzo Cuéllar Vázquez cambio el sentido de sus primeras versiones, pues aseguró que el arma no era de él, sino del alcalde muerto, Ruiz Villarreal, y que durante la riña se la quitó y la pistola se disparó en el forcejeo.

Previamente el cura había indicado que disparó el arma en defensa propia, luego de una agresión que sufrió por parte de las personas que acompañaban al presidente municipal.

Incluso admitió que traía el arma porque en los últimos meses había recibido amenazas de muerte a través de anónimos, por escrito y vía telefónica.

Mientras que el párroco García Rodríguez, quien oficia en Pascala del Oro, municipio de San Luis Acatlán, insistió que él bailaba en la plazuela, donde se efectuaba la fiesta, cuando su compañero se fue al atrio de la parroquia y lo siguió, pero que al llegar a la puerta de la iglesia observó que tres personas lo estaban golpeando.

Aseguró que antes de llegar escuchó tres disparos, por lo que se fue sobre él para quitarle el arma.

Ambas declaraciones quedaron asentadas en la causa penal 73/2004, que se abrió sobre el caso a partir de que los dos curas fueron puestos a disposición del juez.

El plazo para que el juez determinara venció a las 4:30 de la tarde del domingo, pero la defensa solicitó la ampliación del término legal para presentar testigos de descargo, y en este contexto a las 12 del día de hoy martes ambos sacerdotes presentarán un testigo cada uno.

Los abogados del clérigo Ernesto García Rodríguez son Pedro Ramírez Millán y José Ramírez Villalva, quienes promovieron el juicio político en contra de los magistrados Jesús Martínez Garnelo y Miguel Maya Manrique, así como en contra de la juez María del Pilar Campos Tapia.

En tanto que los abogados de Lorenzo Cuéllar Vázquez son Pablo Santana Alfaro y Pedro Lamberto Guevara, quienes pertenecen a un despacho del puerto de Acapulco.

Se aplicará todo el rigor de la ley al cura de Cualac: René Juárez

 

En el caso del sacerdote católico de Cualac, Lorenzo Cuéllar Vázquez, acusado de asesinar al alcalde de Xalpatlahuac, Lorenzo Ruiz, “se aplicará todo el rigor de la ley”, aseguró el gobernador.

Aseveró que nadie está por encima de la ley, y rechazó “caer en dimes y diretes” ante la pregunta de si haría un llamado a los curas para que replantearan su actitud en las comunidades.

Abordado al terminar un acto donde se anunció el comienzo oficial de la entrega de fertilizante, René Juárez aseguró que ha sido “el único” gobernador que mantiene comunicación constante con obispos católicos.

“Me reúno con los obispos muy seguido, incluso me han dicho que de ninguna manera piden protección o impunidad para los curas involucrados en el caso de La Montaña, y en eso sí coincidimos”, expresó. (Ezequiel Flores Chilpancingo).

No hay conflictos religiosos, asegura Javier Bataz Benítez

La subsecretaría que encabeza no interviene en las nuevas denuncias, dice

 

 Ante la ola de denuncias contra sacerdotes que cometen atropellos, como consecuencia del homicidio del presidente municipal de Xalpatláhuac, Lorenzo Ruíz Villarreal a manos del sacerdote de Cualac, Lorenzo Cuellar Vázquez, el subsecretario para Asuntos Religiosos, Javier Bataz Benítez, dijo que no todos los casos se enmarcan dentro de los conflictos religiosos y como tales no se registran en esa dependencia por lo que no coadyuva en su solución.

Algunos casos, dijo, son conflictos entre particulares y que las denuncias deben estar registradas en la Procuraduría de Justicia del estado.

Entre estos casos citó, por ejemplo, el del sacerdote que oficia en los municipios de Zapotitlán Tablas y Acatepec, Adrián Ramírez Ventura, quien fue denunciado por el ex alcalde de Acatepec, Antonio González García, de golpear a los indígenas y que incluso uno de ellos, Rafael Santiago Marcelino, falleció a consecuencia de los golpes en la comunidad de El Llano, por lo que pidieron a las autoridades eclesiásticas y al Gobierno estatal su expulsión, sin embargo el párroco continua oficiando en esa región.

En cambio reconoció que si tiene registrado el de San Miguel Tecuiciapan, en donde ciudadanos del lugar acusan al párroco José Hurtado Mónico, de agredir a sus feligreses en estado de ebriedad y de andar armado con pistola, machete y hacha.

Sobre este particular aseguró que el conflicto, empezó a raíz de la disputa por la mayordomía que implica intereses económicos. El funcionario preciso que la dependencia ya está interviniendo para su solución con la participación de la diócesis Chilpancingo-Chilapa y también con la mediación de las autoridades municipales.

Bataz Benítez admitió que en la dependencia no tiene registrados otros casos, porque algunos de éstos se denuncian sólo a través de los medios de comunicación y algunos más se hacen ante la Procuraduría de Justicia.

El funcionario estatal señaló que las denuncias que están surgiendo a raíz del homicidio del presidente municipal de Xalpatláhuac, Ruíz Villarreal, “no se trata de una cacería de brujas en contra de los sacerdotes, lo que pasa es que se abre un caso y salen otros”, ello porque dijo que muchas veces los ciudadanos tienen temor de hacer las denuncias.

El funcionario informó que en la actual administración se han resuelto cerca de 90 conflictos religiosos y ocho en lo que va de este año.

Indicó que actualmente existen otros conflictos religiosos, en Tlalixtaquilla por la construcción de un templo, pero dijo que ya está en vías de solución con la mediación del presidente municipal.

Informó que existe otro más en Cuetzala por la disputa de una mayordomía y que por los mismos motivos hay otro en el Cayaco, municipio de Acapulco.

Mientras tanto, en Zumpago, cabecera del municipio de Eduardo Neri, existe otro conflicto por “insensibilidad religiosa” que también se está resolviendo con la intervención de las autoridades municipales.

Asimismo, indicó que en la localidad de Mayanalán, municipio de Iguala, existe un conflicto entre feligreses por tierras, pero que por su dimensión está interviniendo para su solución la Secretaría de Gobernación.