José Miguel Sánchez
Chilpancingo
Por cuarto día, la sede del Recinto de las Oficinas del Poder Ejecutivo del Estado, calles aledañas y otros edificios gubernamentales de Chilpancingo se mantuvieron blindados y cercados para ostaculizar las protestas de los normalistas de Ayotzinapa, que exigen justicia para su compañero Yanqui Khotan Gómez Peralta, asesinado por policías estatales.
Este lunes, en la sede del Poder Ejecutivo las labores se realizaron de manera parcial, de acuerdo con algunos trabajadores consultados. A los empleados se les pidió no asistir, sólo trabajadores de confianza y jefes de área acudieron de manera normal.
Los pocos trabajadores que acudieron a laborar tienen que sortear todos los obstáculos para poder ingresar a sus oficinas, algunos se quejaron de que tienen que caminar más de un kilómetro porque sólo hay un acceso al edificio: la puerta 4, en la calle Recursos Hidráulicos.
El edificio del Poder Ejecutivo fue resguardado desde el viernes con camionetas oficiales atravesadas en las calles cercanas, pero desde la noche del sábado se comenzaron a colocar las vallas y a levantar los muros de fierro.
Agentes de la Guardia Nacional con equipo antimotines resguardan desde dentro el edificio.
En las ventanas se colocaron redes para evitar daños si avientan piedras o artefactos explosivos.
A las 9 de la mañana, hora de entrada de los empleados, varias personas sortearon los obstáculos colocados.
Si una persona llega del norte de la ciudad, tiene que atravesar seis obstáculos que van desde vallas, camiones de volteo, coladeras sin tapas, muros de contención de concreto y los muros de fierro de alrededor de 3 metros de alto.
Para este último obstáculo, las personas se cuelan por un espacio lateral que quedó entre el muro metálico y la guarnición que da al encauzamiento del río Huacapa.
Por el lado sur, hay más vallas y muros metálicos que dificultan el acceso a los empleados y peatones en general.
El acceso en automóvil es prácticamente imposible ante todos los muros y vallas instalados.
Comerciantes de alimentos y papelerías de los alrededores co-mentaron que por las medidas de seguridad y la reducción de labores ya hubo bajas en sus ingresos.
Asimismo, los edificios Juan N. Álvarez y Casa Guerrero fueron resguardos con barreras metálicas ante las posibles manifestaciones que no ocurrieron.
El edificio de recaudación estatal de la Secretaría de Finanzas y Administración, Juan Álvarez, ubicado en el centro de la ciudad, y uno de los más concurridos por personas que acuden a realizar trámites, también amaneció con refuerzos de vallas y placas metálicas, además las ventanas fueron protegidas con tablones de madera.
En el edificio Juan Álvarez, se improvisó una entrada de emergencia para los trabajadores y personas que acudieron a realizar algún trámite. Casa Guerrero también fue blindada con las vallas y los refuerzos metálicos.
El Congreso del Estado suspendió labores ante los rumores de las manifestaciones.
Al final los estudiantes de Ayotzinapa sí se manifestaron en la capital, pero no violentamente ni contra alguno de los edificios gubernamentales resguardados.
Los estudiantes realizaron un mitin en la Autopista del Sol, al sur de la capital, frente al hotel Parador del Marqués, donde retuvieron un autobús y dos vehículos oficiales.
Entre 3 y 4 de la tarde, hora de salida de los empleados, el peregrinar es el mismo, salen por la puerta 4, en la calle Recursos Hidráulicos y tienen que atravesar los obstáculos metálicos, las vallas, las coladeras sin tapa y los vehículos.
Además la caminata se alarga por casi un kilómetro porque al estar cerradas las calles no hay circulación del transporte público en las calles cercanas a la sede del Ejecutivo.
Hasta las 4 de la tarde se mantenían los resguardos y no había indicaciones de levantarlos.