Suspenderá labores el Poder Judicial en zona Norte y Tierra Caliente ante protestas por los 43

Zacarías Cervantes y Redacción

Chilpancingo

El Consejo de la Judicatura del Poder Judicial del estado, declaró días inhábiles el 26 y 27 de septiembre para los trabajadores del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) que laboran en la Zona Norte y Tierra Caliente, en previsión de las protestas anunciadas por los padres de los 43 estudiantes desaparecidos de la Normal de Ayotzinapa con motivo del noveno aniversario de los crímenes de Iguala.
En esta ciudad también se suspenderán clases en escuelas de nivel básico y algunas preparatorias “por indicaciones” de la Secretaría de Educación de Guerrero.
En Iguala desde hace tres semanas se colocan protecciones en las ventanas del Palacio de Justicia. reforzaron los accesos e hicieron una zanja frente a las instalaciones supuestamente para la introducción de drenaje y agua potable, afectando la línea principal que dejó por un par de días sin agua al 80 por ciento de los igualtecos.

Cierre de juzgados, salas
y unidades administrativas

“Este pleno del Consejo de la Judicatura Estatal determina declarar inhábiles los días 26 y 27 de septiembre”, se lee en la circular 41/2023.
La medida aplica para todos los trabajadores de los distritos de Aldama (Apaxtla, Cuetzala, General Canuto A. Neri, Pedro Ascencio de Alquisiras y Teloloa-pan), así como el de Cuauhtémoc (Ajuchitlán, Arcelia, San Miguel Totolapan y Tlapehuala).
Asimismo, el distrito de Hidalgo, que incluye los municipios de Atenango del Río, Bue-navista de Cuéllar, Cocula, Copa-lillo, Huitzuco, Iguala y Tepecoa-cuilco. Además el de Mina, que incluye Coyuca de Catalán, Cutzamala de Pinzón, Tlalchapa, Pungarabato, y Zirándaro.

Prevén “actos vandálicos”

La circular va dirigida a todos los titulares de los órganos jurisdiccionales (juzgados y salas) y unidades administrativas situados en el Palacio de Justicia de Iguala.
“Ante la eventualidad de que el inmueble denominado Palacio de Justicia Iguala sea objeto de actos vandálicos derivado de diversas protestas que diversas organizaciones sociales llevarán a cabo en esta localidad los días 26 y 27 de septiembre con motivo del noveno aniversario de la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa y que ello pueda traducirse en riesgos a la integridad física de los empleados y usuarios del servicio de justicia, este pleno determina decretar inhábiles los días 26 y 27 de septiembre”, refiere el acuerdo.
El documento agrega que, por tanto, estos días no correrán términos y plazos en materia civil, familiar y laboral, a excepción de la materia penal en donde se realizarán guardias, “ya que las concernientes actuaciones pueden practicarse a toda hora aún en los días feriados en virtud de la improrrogabilidad de términos”.
El acuerdo lo firma el secretario general del Consejo de la Judicatura, Celso Ubaldo de la Sancha.
La Ciudad Judicial ha sido objeto de diversas manifestaciones por parte de los estudiantes debido a que un video grabado por cámaras de vigilancia de circuito cerrado sobre el ataque fue borrado por órdenes de la presidenta del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), Lambertina Galeana Marín, quien declaró que el material fue destruido por cuestiones técnicas, lo que ha generado molestia e inconformidad de los padres de familia y estudiantes.

Escuelas

En tanto, directivos de jardines de niños, primaria, secundarias y algunas preparatorias del municipio de Iguala, suspenderán clases los días martes y miércoles cómo medida preventiva por las actividades programadas que realizarán en la conmemoración del noveno aniversario del ataque y desaparición de los 43 normalistas
A través de sus páginas oficiales de redes sociales y en grupos de WhatsApp comunicaron: “por indicaciones de la Secretaría de Educación, se suspenden las labores escolares los días martes y miércoles, reanudando el jueves 28 de septiembre”.
El centro de Atención Infantil 6, la primaria Andrés Figueroa y las secundarias Jaime Torres Bodet, Jesús Reyes Heroles, la secundaria técnica 213, “Bandera Nacional”, el Benemérito de las Américas.
Así como el CBTIS 56 y la preparatoria 32, esta última supuestamente por la toma del rector de la universidad qué será el miércoles 27 de septiembre del año en curso.

 

Tres sorpresas (no Tres regalos de Los Diamantes)

Tengo la impresión de que el nuevo gobierno resolvió, hace varios meses, evitar a toda costa cualquier dificultad internacional en sus primeros meses o incluso años, para concentrarse en su agenda interna. Con algo de razón: ni al presidente le interesan los temas externos, ni son fáciles de entender para su base electoral y militante, ni repercuten de manera directa en el bienestar de la inmensa mayoría de la gente. No era una decisión, o un deseo, absurdos.
Sí resultaron deseos ilusos, ingenuos o fútiles. Ni siquiera mencionaré el desplome de la bolsa de Nueva York ayer, ni la inminente y repetida alza de la tasa de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos. Me limitaré a hablar de tres retos de gran magnitud que hoy debe enfrentar López Obrador, y que nadie hubiera previsto hace un par de meses.
El primero ya lo hemos mencionado en estas páginas: la caravana de hondureños, que llevó al Secretary-Designate de Relaciones Exteriores (como lo tituló el Departamento de Estado el domingo) a viajar a Washington el primer día del nuevo gobierno, en un “bomberazo” evidente y necesario. Pienso que el nuevo gobierno se verá obligado a aceptar algún tipo de arreglo de hacerse cargo de los centroamericanos, y de sellar, hasta donde sea posible, la frontera sur o el Istmo de Tehuantepec, y que por supuesto buscará disimular sus concesiones, probablemente inevitables, a Trump. Pero evitar un enfrentamiento costará más de lo previsto, y esperado.
Segunda sorpresa: las dificultades del nuevo TLCAN o T-MEC. Trump anunció de regreso de Buenos Aires a Washington que pensaba invocar el artículo 2205 del viejo tratado, y echar a andar el reloj de seis meses de salida del acuerdo. Lo hizo con una “buena” intención, a saber, amenazar a los Demócratas en la Cámara de Representantes –mayoritarios a partir de enero– que si no aprobaban el USMCA (las siglas en inglés), Estados Unidos se quedaría sin nada: ni el TLCAN, ni el T-MEC.
Solo que recurrir a una amenaza “termonuclear”, es decir, de vida o muerte, o cara o corona, revela una preocupación real. Trump debe pensar (es un decir) que las dificultades venideras con una mayoría opositora en la Cámara baja pueden dar al traste con la aprobación. De allí su recurso a un chantaje hábil, pero basado en la incertidumbre. De creer que la ratificación constituía un asunto resuelto, no hubiera recurrido a un arma tan peligrosa. Y ahora López Obrador deberá dedicar muchos recursos, una buena dosis de capital político, y sobre todo una gran cantidad de concesiones adicionales, al cabildeo en Washington para lograr una aprobación más complicada de lo que muchos vaticinaban.
Tercero, el dilema de los bonos aeroportuarios. La gente de AMLO hizo bien la tarea, y se adelantó a las demandas que algunos tenedores de MEXCAT o Texcoco podrían interponer por la cancelación del NAIM. La propuesta de recompra de bonos o de consentimiento al traslado a Santa Lucía es inteligente y viable. El precio –95 centavos por dólar reales, si se opta por esta vía pronto, o un premio también si se otorga el puro consentimiento– es razonable. Pero lo último que deseaban los financieros del nuevo equipo era tener que lidiar con fondos “buitre”, que contratar al carísimo bufete de abogados Cleary en Nueva York, o estar pendientes de la aceptación –o del rechazo– de su oferta, por parte de los tenedores originales de bonos. La operación puede salir bien –creo que así será– pero va a costar. Costar dinero, esfuerzo, tiempo y angustia.
Nada de esto debe sorprender. Así son las cosas. Zedillo no se imaginó jamás que tres semanas después de su toma de protesta le reventaría la economía y México caería en una de las peores crisis económicas de su historia. Fox nunca pensó que a los nueve meses de haber iniciado su sexenio se produciría el ataque a las Torres Gemelas. Salinas no pudo prever que al año del arranque de su gobierno, caería el muro de Berlín y desaparecería el bloque socialista. Pero AMLO se ve obligado hoy a lidiar con tres sorpresas, o acontecimientos imprevistos e imprevisibles, que ocuparán el principio de su mandato. Pues sí.