Buscan a Vicente Suástegui en un rancho del poblado El Bejuco, pero sin resultados

Ramón Gracida Gómez

La búsqueda del desaparecido integrante del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a la presa La Parota (Cecop), Vicente Iván Suástegui Muñoz, continuó este jueves dentro de un rancho del poblado El Bejuco, cerca de la laguna de Tres Palos, pero no hubo resultados positivos.
Como lo ha informado El Sur esta semana, la búsqueda de Vicente Suástegui comenzó este lunes y en los tres primeros días se enfocó en una huerta de tamarindos del poblado de Metlapil, cerca de la carretera federal Acapulco-Pinotepa Nacional, sin que hubiera resultados positivos.
La esposa del activista desaparecido, Samantha Valeria Colón Morales, indicó vía telefónica que en el cuarto día de búsqueda indagaron en El Bejuco, particularmente en el rancho Bonga, al que ya habían acudido en otras jornadas, pero sólo con varillas y quedaba la “zozobra” de no profundizar; esta vez el georradar de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) amplió el terreno de búsqueda.
La también integrante del colectivo Fe y Esperanza de Encontrarlos Guerrero especificó que este rancho está al borde de la carretera federal Acapulco-Pinotepa Nacional y por la parte de atrás colinda con la laguna de Tres Palos, es decir, un terreno extenso que no se pudo descartar en su totalidad ayer y por eso se va a repetir la búsqueda hoy.
Comentó que la búsqueda concluye este viernes, no se puede extender porque el geofísico de la Comisión Nacional de Búsqueda tiene otras actividades programadas, pero el rancho se va a quedar con cuadrículas delimitadas por el funcionario federal “para ya no volver a revisar los mismos terrenos que se revisaron hoy (jueves) y ya mañana se revisan otros, lo que podamos abordar y lo que quede pendiente va a ser para la siguiente búsqueda”.
Vicente Suástegui, hermano del vocero del Cecop, Marco Antonio Suástegui Muñoz, fue desaparecido el 5 de agosto de 2021 y desde el comienzo sus familiares señalaron que este crimen era producto del activismo de la ahora víctima y señalaron a integrantes de la Policía Ciudadana de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) de ser los responsables, junto con autoridades.
Además de la CNB, las instituciones que participan en la jornada de búsqueda son la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas la Unidad Canina de la Fiscalía General del Estado la Guardia Nacional, la Policía Estatal y la Secretaría de Marina sólo el primer día acudieron soldados de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Vicente Suástegui es buscado por empleados de estas instituciones con un georradar de la CNB, un dron de su par estatal, una unidad canina de la FGE especializada en búsqueda, varillas, picos y palas.

 

Allanan marinos y la PGR un rancho en Petatlán; se llevan dinero y documentos, dice un trabajador

El trabajador del rancho La Pequeña, a unos 5 minutos de la comunidad Coyuquilla Norte en el municipio de Petatlán, Ángel Rivera Melitón denunció que marinos y agentes de la Procuraduría General de la República (PGR) allanaron esa propiedad, lo golpearon y se llevaron dinero en efectivo, documentación, llaves de diferentes vehículos, entre ellas las de un tractor.
Rivera Melitón, quien se desempeña como huertero en la propiedad denunció que el 28 de mayo entre las dos y tres de la tarde, “muchos marinos” y agentes de la PGR en vehículos oficiales entraron a esa propiedad que se ubica en la zona costera oriente del municipio de Petatlán, a un costado de la carretera nacional Zihuatanejo-Acapulco, a unos cinco minutos pasando la comunidad Coyuquilla Norte con dirección a la cabecera municipal de Petatlán.
Agregó que estaba acompañado de su esposa y sus cuatro hijos de 18, 16 y 13 años de edad, “uno de los gemelos de 13 años es de capacidades diferentes, cuando entraron los marinos y vio todo lo que estaban haciendo se puso muy mal”.
Ángel comentó que los marinos le quitaron a él y a su esposa sus teléfonos celulares para revisárselos, así como revisaron de manera exhaustiva la casa del dueño del rancho y el resto de la propiedad, al tiempo que del interior de la casa del propietario se llevaron 60 mil pesos en efectivo que iban a ser utilizados para pagar a los peones y comprar insumos, así como toda la documentación que encontraron en la que iban las facturas de los vehículos y de la maquinaria como un tractor.
Además tomaron las llaves de los carros, “dejaron todo un desorden por todos lados, cuando se metieron a la casita donde vivimos con mi familia se llevaron 8 mil pesos y unos aretes de mi esposa”.
Añadió que a él lo vendaron de los ojos y lo esposaron, para luego llevárselo con rumbo desconocido donde lo golpearon mientras le exigían que les dijera el nombre del dueño del rancho y dónde se encontraba, “yo les dije que el dueño es una persona conocida, que junto con su familia se han dedicado a trabajar en su huerta sembrando el coco y criando vacas, que no sabía por qué me golpeaban si no somos gente de mal”.
“Los marinos me soltaron como a las 8 de la noche, me dejaron lejos de la carretera y me dieron 100 pesos que para que agarrara un taxi y me regresara al rancho, yo tengo miedo de que ellos regresen otra vez a hacer lo mismo porque están aquí mis hijos, uno no es gente que ande haciendo males, nosotros tenemos años trabajando en este rancho con mi patrón, cuidando la huerta y los animales”.
Hizo un llamado a las autoridades federales “que hagan su trabajo y no abusen de su autoridad con la gente inocente”.
El viernes la señora Anabel Álvarez Sánchez, vecina de la comunidad El Parotal en el municipio de Petatlán acompañada de comisarios municipales y comisariados ejidales de esa zona, denunció que en la madrugada del 28 de mayo soldados de la Secretaría de Marina allanaron su casa, hicieron destrozos y se llevaron documentación, mercancía, ropa y artículos de valor. (Brenda Escobar / Zihuatanejo).

 

Vinculan a proceso al acusado del asesinato de los tres militares en la emboscada en El Pozo

 

El juez de Control y Enjuiciamiento, Edgardo Mendoza Falcón dictó ayer auto de vinculación a proceso a Lucio por homicidio calificado en agravio de los militares Pedro Chávez González, Patricio Hernández García y Jaime Bernal Jiménez, asesinados la noche del 8 de mayo en la entrada del rancho El Pozo, propiedad de la familia Montúfar Mendoza en Coyuca de Catalán.
El juez consideró que los elementos aportados por el Ministerio Público son suficientes para responsabilizar penalmente al detenido, quien de acuerdo a las autoridades que integraron la carpeta de investigación C-45/2018 forma parte del grupo criminal Los Caballeros Templarios.
Lucio fue detenido la mañana siguiente del asesinato de los militares en el mismo lugar donde fueron atacados cuando iban a resguardar el rancho de la familia Montúfar, pero el gobierno del estado informó de su detención mediante el vocero en materia de seguridad, Roberto Álvarez Heredia hasta el 13 de mayo.
Según los testigos los integrantes del grupo criminal que mataron a los militares habrían actuado en coordinación con quienes asesinaron el mismo 8 de mayo al candidato del PRI a diputado local por el distrito 17 y alcalde con licencia de Coyuca de Catalán, Abel Montúfar Mendoza, o al menos cuando llegaron al rancho de la víctima hicieron mención del asesinato de Abel.
El imputado rechazó intervenir durante el juicio oral y fue asistido por un defensor público.
El juicio en el que se resolvió la situación jurídica de Lucio comenzó a las 9 de la mañana y terminó a las 11 de este jueves en la sala 1 de juicios orales de Ciudad Judicial.
El juez de Control argumentó de entrada la competencia jurisdiccional para atender el caso en Chilpancingo, debido a que el detenido fue trasladado al penal de esta capital porque según las autoridades, entre ellas el subsecretario del Sistema Penitenciario Miguel Ángel Alonso Orihuela Hernández, así como la Policía Ministerial mediante el oficio 00683/2018, determinaron que no había condiciones para que el imputado permaneciera en penales como el de Coyuca de Catalán o de Arcelia por los riesgos que implicaba, debido a que forma parte del grupo criminal Los Caballeros Templarios.
El juez dijo que el señalamiento al imputado fue atribuido por Sergio, un trabajador de la familia Montúfar, quien refirió que aproximadamente a las 2 de la tarde del 8 de mayo iba con el grupo de aproximadamente 30 sicarios que llegaron al rancho de Abel Montúfar a bordo de tres vehículos: una camioneta Ranger, otra Frontier y un vehículo compacto color vino.
Los delincuentes iban provistos de percheras, fornituras y armas largas, y según el testigo eran encabezados por Uriel Tavares, La Parra, originario de Paso de Arenas, municipio de Coyuca de Catalán, y que según el mismo testigo mucho lo había visto en el pueblo de Pineda, del mismo municipio.
Ese día aproximadamente a las 2 de la tarde (cuando apenas se rumoraba el asesinato de Abel Montúfar pero no se confirmaba su muerte, porque su cadáver fue encontrado hasta las 4 de la tarde), Uriel Tavares quien encabezaba el grupo que llegó al rancho de los Montufar le dijo a Sergio, el testigo: “Mira, tu patrón está muerto, entrégame las pertenencias del patrón”. El mismo testigo, dijo en su declaración asentada en el expediente, que entre los integrantes del grupo armado que encabezaba Uriel Tavares ubicó a Lucio a quien vio que llevaba un rifle de asalto AK-47.
El testigo refirió que después los hombres armados lo subieron a un vehículo y a su hijo Daniel a otro y se los llevaron a la población de Pineda. Declaró que los sicarios también se llevaron dos tractores de la familia Montúfar.
Dijo que a él se lo llevaron en una camioneta y a su hijo en un coche, los dos vendados de los ojos y que al llegar a Placeres del Oro los descubrieron y los presentaron con una persona a la que identificó como El Zarco, a quien vio con una pistola con cachas doradas.
Éste le dijo: “tu patrón ya caminó, a ti no te va a pasar nada, sólo dame las propiedades de tu patrón”.
Sergio el trabajador del rancho de los Montúfar y testigo declaró según el juez, que después los integrantes del grupo armado los regresaron a él y a su hijo al rancho El Pozo de los Montúfar con la intención de llevarse el ganado, pero que en la carretera estatal Las Iguanas-Las Cruces, justo en la entrada del rancho El Pozo, se encontraron con la camioneta en la que iban los militares y que los aproximadamente 30 hombres armados les dispararon.
La declaración de un militar testigo del ataque que también se encuentra en el expediente, refiere que en la camioneta Frontier que era manejaba por Amado, un primo de Abel Montúfar quien se ofreció a llevar a los militares para evitar el robo de los integrantes del grupo armado al rancho, iban únicamente siete soldados.
En el ataque murieron los soldados Pedro Chávez González originario de Veracruz, Patricio Hernández García de San Luis Potosí y Jaime Bernal Jiménez de Veracruz. Tres más resultaron heridos y uno resultó ileso y fue quien rindió la declaración que se encuentra en el expediente.
Mientras tanto, Amado huyó del lugar y no ha sido localizado para que rinda su declaración.

No se acerquen cabrones porque me los chingo o me mato, advirtió el detenido

El ataque a los militares comenzó aproximadamente a las 9 de la noche, y según los testigos alrededor de las 9:20 otro grupo de militares que se había rezagado llegaba también al rancho El Pozo y alcanzó a escuchar los disparos, por lo que aceleró la marcha y alcanzó a ver cuándo los sicarios corrían en distintas direcciones hacia el monte para escapar.
Uno de los militares que testificó dijo que vio entre 25 y 30 hombres que se dispersaban hacia el monte. Uno de los rezagados era Lucio. El militar que testificó dijo que su superior le ordenó a él y a otro de sus compañeros que fueran por él cuando vieron que se atrincheró en la maleza y entre unos árboles.
Desde allí oyeron que les advirtió: “no se acerquen cabrones porque me los chingo o me mato”. Los militares rodearon la zona y se mantuvieron hasta las 6 de la mañana del día siguiente (9 de mayo) cuando volvió a gritar: “me rindo, voy a declarar todo pero no disparen, no me vayan a matar”.
Aunque Lucio fue detenido desde la mañana del 9 de mayo el vocero Roberto Álvarez informó de su detención hasta el 13 de mayo.
Ese día el gobierno del estado difundió una fotografía del detenido en el que aparece un hombre muy joven calzando huaraches con unas fornituras con cuatro cargadores para arma AK-47.
En el boletín no informó el día, la hora ni en lugar donde fue detenido Lucio.
El juez de Control y Enjuiciamiento, Edgardo Mendoza resolvió en la audiencia de vinculación a proceso de ayer que con los elementos aportados por la autoridad investigadora, “está evidenciada la probable responsabilidad penal de Lucio” y que existen los elementos suficientes para vincularlo a proceso.
Agregó que la defensa del imputado no presentó ningún medio de prueba para demostrar su inocencia.
Al inicio del juicio el defensor público que asesoró al imputado, Jesús Pérez González dijo que “no son suficientes ni coherentes los señalamientos del Ministerio Público en contra de Lucio”, y pidió al juez que tomara en cuenta la presunción de su inocencia, porque “no se acredita” que él privó de la vida a los tres militares.
Según el juez además de la declaración de los testigos que identificaron a Lucio entre los integrantes del grupo armado que fue al rancho y atacó a los militares, existe como medio de prueba el peritaje de rodizonato de sodio que dictaminó que el detenido contaba con residuos de plomo y bario en las manos, asimismo dijo que las características de las lesiones que recibieron los militares muertos coincide con las que produce el arma que portaba Lucio cuando fue detenido.
Fue trasladado de Tierra Caliente a Chilpancingo para que fuera juzgado aquí, debido a que en un oficio del subsecretario del Sistema Penitenciario, Miguel Ángel Orihuela Hernández y otro de la Policía Ministerial 00683/2018 no había condiciones para que permaneciera en los penales de Coyuca de Catalán o de Arcelia porque pertenece al grupo criminal Los Caballeros Templarios.
El expediente refiere que cuando fue detenido Lucio portaba un arma AK-47, de las conocidas como Cuerno de Chivo, así como cuatro cargadores con 26 cartuchos útiles cada uno.
Al término de la audiencia el Ministerio Público solicitó al juez un plazo de cuatro meses para el cierre de la investigación, pues dijo que aún falta por recibir la declaración de los tres militares que resultaron heridos y de Amado, el primo de Abel que manejaba la camioneta en que se trasladaban al rancho El Pozo los militares atacados, petición que fue concedida por el juez, quien además aclaró que su resolución es susceptible de impugnación.