Rosalba Ramírez García

Chilpancingo

En sesión ordinaria del pleno, diputadas locales acusaron al morenista Alfredo Sánchez Esquivel de cometer violencia política de género en contra de su sucesora en la presidencia de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), Yoloczin Domínguez Serna, y señalaron que la acción es más grave porque se da precisamente al interior de uno de los poderes del estado.
También afirmaron que el comportamiento del ex presidente de la Jucopo es reiterativo, y que existen casos de trabajadoras del Congreso local que fueron víctimas durante su periodo, quienes no se atrevieron a denunciar por miedo.

No tendrá la comodidad de nuestro silencio

El tema lo llevó a tribuna la presidenta de la Comisión para la Igualdad de Género, la priista Gabriela Bernal Reséndiz, quien habló de el alto índice de feminicidios en México y le dijo directamente al diputado Alfredo Sánchez Esquivel que “no tendrá más la comodidad de nuestro silencio, hoy habló a nombre de muchas compañeras y compañeros que se suman a esta denuncia, las expresiones contra nuestra compañera diputada Yoloczin Domínguez Serna serán expuestas aquí no tendrán nuestro encubrimiento porque además no ha sido la única víctima”.
Señaló que de manera constante se repiten en el Congreso local hechos de violencia política de género “arraigada en compañeros que repiten patrones patriarcales de misoginia de manera reiterada”, y que cualquier tipo “puede convertirse en algo terrible, que en muchos casos culmina incluso, con la propia vida de quien es violentada”.

Gabriela Bernal acusó que desde la pasada legislatura conocieron a víctimas de sus acciones misóginas, “las cuales, por miedo ante el hombre con poder, fueron calladas y no denunciadas”, ya que él era presidente de la Jucopo.
Gabriela Bernal mostró y entregó a la Mesa Directiva una carpeta con la nota publicada en El Sur en las que Sánchez Esquivel llama ignorante y alude a que le falta capacidad y conocimiento a la actual presidenta de la Jucopo, en relación a las declaraciones de esta sobre que se revisaban las irregularidades en la demolición de la biblioteca del Congreso y la responsabilidad del anterior titular de la Jucopo: “La violencia política de género existe y debe sancionarse con todo el peso de la ley”.
Finalmente recordó que acudió junto a Alfredo Sánchez a un foro: “tuve que retirarme ante las semejantes… palabras que dijo el diputado… dijo que ahora que ya hay 23 mujeres, ahora que vengan y demuestren que son capaces”, y en tribuna le respondió que ninguna diputada tiene nada que demostrarle.

“Pareciera que siempre estoy molesto…”

Mientras Gabriela Bernal intervenía en tribuna, la asesora de Alfredo Sánchez, María Eugenia Salgado Guzmán y otra subordinada del diputado se aproximaron a su curul, una de cada lado como escoltándolo.

Alfredo Sánchez realizaba apuntes a mano en una hoja de papel sin mirar a ningún lado, para posteriormente pedir la palabra “por alusiones”. En tribuna dijo “si en algún momento he faltado al respeto a una diputada, a una trabajadora, a una ciudadana, pido (sic) una disculpa pública. Si mi vocabulario no es el adecuado, si no es el correcto, mi disculpa pública”.
Sánchez Esquivel continuó ofreciendo disculpas si en algún momento “mi proceder ha lastimado o siquiera ofendido a una compañera, aunque no sea diputada, trabajadora, colaboradora”.
Se dirigió directamente a la diputada Yoloczin Domínguez, a quien la semana pasada calificó como ignorante, e hizo alusión a falta de capacidad y de conocimiento: “si mis palabras fueron ofensivas la lastimaron, o buscaron denigrar, mi disculpa pública”.
El morenista afirmó que no busca hablar “en detrimento de ninguna mujer, de ningún hombre” pero advirtió que “siempre defenderé mi postura de discernir, de decir lo que considero y lo que pienso, pero si me equivoco también es de caballeros pedir una disculpa frente a las y los diputados”.
Y trató de justificarse: “tengo un gran defecto, mi tono de voz no ayuda, pareciera que siempre estoy molesto, pareciera que siempre estoy enojado, pero no es la razón, es mi tono de voz, trato de controlarlo, pero esa es mi forma”.
Se ofreció a tomar un curso “que tiene que ver con respeto a las mujeres, lo tomaré con muchísimo gusto”. Finalizó: “enhorabuena, siempre tomaremos estas críticas de la mejor manera”. En el área de galerías trabajadores de confianza y afines a Alfredo Sánchez aplaudieron su intervención.
Pidió la palabra la diputada Citlali Calixto Jiménez, quien festejó que la violencia contra las mujeres se pueda llevar y discutir en tribuna, y planteó que estos “procesos de deconstrucción no se confundan con limpiar la imagen públicamente” porque lo que se señaló en tribuna “se ha visto en reiteradas ocasiones”, en referencia a que no es este el primer caso de violencia cometida por el diputado.
Calixto Jiménez destacó que no se trata de un tema de partidos, “esto solo tiene que ver con la lucha en contra de la violencia contra las mujeres”. En ese sentido dijo que los señalamientos contra Yoloczin Domínguez “quien tiene nuestro reconocimiento y nuestro apoyo total y absoluto, trastocan a las mujeres guerrerenses, no solo es el tema de una sola mujer”.
Porque consideró que una violencia desata otra y otra hasta llegar “a la cúspide de las violencias”.
La morenista destacó que el descalificar el desempeño de una diputada por su género y no por su trabajo es una de las “modalidades de violencia contra las que tanto luchamos”. Precisamente recordó las iniciativas y nombramientos aprobados por el pleno del Congreso local a partir de que Sánchez Esquivel fue removido de la Jucopo y tras la llegada de Domínguez Serna: “para quienes creen que no tenemos la capacidad, las pruebas hablan por sí solas” y finalizó “si nos tocan a una, respondemos todas”.
“Si no les gusta ¡aguántenla!”

Otra diputada que pidió la palabra fue la también morenista Leticia Castro Ortiz, que al principio de su intervención hizo un llamado a la serenidad, pero terminó descalificando la defensa que realizaron diputadas a favor de Yoloczin Domínguez, y retando a su correligionaria Citlali Calixto a que saliera al vestíbulo cuando esta le pidió que se centrara en el tema.
Castro Ortiz pidió en tribuna “que se serenen, que se tranquilicen” pero de inmediato arremetió contra su compañera de grupo parlamentario Yoloczin Domínguez, quien no había intervenido.
Según Leticia Castro, los señalamientos de Alfredo Sánchez no tenían ningún tipo de violencia y lamentó que quienes la antecedieron le tengan “temor o cierta suspicacia al lenguaje”.
La morenista dijo que “no hay la necesidad de descomponerse por alguna palabra” y habló del significado de “ignorancia”, y cuestionó: “¿dónde está lo perverso, dónde está la ofensa?”, y dijo que no es ofensivo señalar que una persona “carezca de conocimientos profesionales”.
Leticia Castro se dirigió a la presidenta de la Jucopo: “si a la diputada Yoloczin le dijeron ignorante y se citó aludida, es que a lo mejor no conoce los temas jurídicos, que necesita capacitación”.
La intervención de Castro Ortiz fue subiendo de tono: “mira diputada Yoloczin, no hagan los temas personales, nosotros no nos tragamos este aspecto de que tú te sientas ofendida por cuestión de género, si no tienes conocimiento del ramo jurídico ahí tienes tus asesores, si te falta conocimiento en otros temas capacítate y capacita tus asesores, pero no lleves eso a un plano ridículo y personal”.
Sin decir a qué se refería señaló “nosotros sabemos perfectamente cuál es la línea que tú sigues, y no tenemos miedo”.
La morenista en tribuna criticó que Yoloczin Domínguez se sintiera ofendida: “¡por favor, hacia dónde quieren llegar¡”. También dijo que lo que se llevó a tribuna no tenía argumentos “simplemente peroratas golpeadoras eso no, a mí denme argumentos, pruebas jurídicas, donde enlodan el honor y la honestidad de una persona, donde se pone en juicio la probidad de cada uno de los compañeros y compañeras, pero nada más venir a denostar… eso sí que no”.
A Yoloczin Domínguez la acusó de llevar más de 40 días “denostando a un diputado sin pruebas y todavía lo sigue haciendo, no hemos visto las pruebas de corrupción” o de desvíos de recursos y consideró que los señalamientos de la presidenta de la Jucopo son “simples apreciaciones subjetivas sin argumentos”. Demandó también en defensa de Alfredo Sánchez que “no vengan a satirizar a criminalizar porque eso es lo que están provocando esta nueva corriente donde dice que nosotras no estamos empoderadas”. En varios momentos de su intervención se escucharon voces desde el pleno: “¡rompe el pacto diputada!”.
Mientras Leticia Castro hablaba, la diputada panista Ana Lenis Reséndiz Javier se paró y volteó a ver a Yoloczin Domínguez e hizo una mueca de desconcierto por lo que se decía en tribuna, mientras la morenista sólo se encogió de hombros.
En ese momento, a la curul de Yoloczin Domínguez ya habían llegado las diputadas Marben de la Cruz Santiago y Citlali Calixto ambas de Morena, la petista Leticia Mosso Hernández, Ana Lenis Reséndiz del PAN, y la priista Gabriela Bernal.
Ante los señalamientos de Leticia Castro contra Yoloczin Domínguez, Citlali Calixto pidió la palabra a la presidenta de la Mesa Directiva Yanelly Hernández Martínez para plantear que pidiera a la oradora que se centrara en el tema y que cuidara su lenguaje. Pero desde tribuna gritando, la oradora le respondió “¡déjame terminar porque yo también escuché!”.
Alterada, la diputada Leticia Castro retó a Citlali Calixto: “y si quieres el debate lo vamos a llevar allá afuera”, y le señaló el vestíbulo del salón de plenos, mientras que la presidenta de la Mesa Directiva sólo fue espectadora. Lo único que dijo fue “diputada Leticia… diputada Citlali”.
Desde el pleno algunos diputados y diputadas pedían la intervención de la presidenta de la Mesa Directiva, pero Yanelly Hernández no logró detener la intervención de Leticia Castro a pesar de las inconformidades de los presentes que con desconcierto pedían respecto, principalmente las que estaban acompañando a Yoloczin Domínguez en su curul.
“Bravo, bravo por este circo”, aplaudió Castro en tribuna mientras Yanelly Hernández repetía: “diputada… pido… diputada Leti…”. Sin detenerse y hablando cada vez más fuerte, la oradora continuó “sigan demostrando a los compañeros siguen denostando y poniendo en este nivel tan ridículo y tan corriente esta tribuna”.
Exigió que prueben las acusaciones contra Sánchez Esquivel “pero jamás vengan a decir que hay violencia política donde no la hay y nunca la habrá”.
Finalmente dijo que en el Congreso de Guerrero debe existir “más nivel” pero en seguida expresó “tenemos que construirlo con otro nivel más profesional, por favor, se los pido y si no les gusta ¡aguantenla!”. Desde el pleno diputadas le pedían respeto, pero ella respondió: “¡aguantenla!, aguántense”, y acusó “esto de andar haciendo equipo nada más para andar denostando a la gente, es perverso”.
Así terminó su intervención Leticia Castro y hasta entonces, Yanelly Hernández pidió a los oradores “dirigirse con respeto”.

Los feminicidios empiezan con pequeñas cosas

Después habló la priista Flor Añorve Ocampo, quien se refirió a la alta incidencia de feminicidios en el país, y apuntó que todos esos casos empiezan con violencias que parecieran pequeñas, y por eso pidió no minimizar “ningún insulto que se haga… estamos viviendo tiempos muy complicados, muchos feminicidios, y así empiezan con pequeñas cosas que pasan intrascendentes hasta llegar a esos extremos”, y lamentó que “siempre se busca a una mujer para atacar a otra mujer”.
También pidió que no se señale que una mujer puede ser violentada porque es o no ignorante en algún tema “no tiene que ver con la preparación”. Y le pidió a Sánchez que más allá de su disculpa, vaya corrigiendo sus acciones, “la comodidad de nuestro silencio no puede seguir prevaleciendo”.
El diputado Fortunato Hernández Carbajal en un intento de apaciguar el tono del debate, terminó diciendo: “debemos de luchar más que por el feminismo, por la emancipación de las mujeres porque el feminismo es la otra cara del machismo, hay mujeres que también le pegan a sus esposos”, lo que generó risas en el salón.
Citó la frase que, dijo, leyó en un libro: “mujer que sabe latín no tiene marido, ni tiene buen fin”, y explicó que “no sabe dejarse, una mujer estudiada no puede permitir que su marido se maltrate”.