Continúan los damnificados por el huracán Otis reconstruyendo sus casas en la colonia Panorámica

Casas destruidas por el huracán Otis y que fueron abandonadas por sus habitantes en la colonia Panorámica que toma su nombre de la espectacular vista de la bahía que tiene Foto: Carlos Carbajal

Aurora Harrison

A casi siete meses del huracán Otis, damnificados de la colonia Panorámica, ubicada en la parte alta de la Infonavit Alta Progreso, continúan los trabajos de reconstrucción de sus casas donde utilizó todo el apoyo económico que dio el gobierno federal e incluso pidieron prestado.
La colonia tiene una vista espectacular de la bahía, pero el servicio de agua es irregular, hay calles sin alumbrado público, viviendas con daños en los techos, y bajareques de madera colapsados. Uno de los accesos es por la calle Paseo de la Cañada, de la colonia Infonavit Alta Progreso, una zona cercana al parque El Veladero.
La señora Felipa Sánchez tiene más de 30 años viviendo en esa colonia; su casa tenía el techo de lámina y las paredes eran de concreto, pero con el huracán Otis una pared se colapsó porque le cayeron varios árboles.
El huracán Otis “fue mucho más feo que Paulina, estábamos aquí en la casa, vino un aire fuerte se llevó toda la lámina, fue horrible, si no nos hubiéramos salido a la mejor nos hubiéramos muerto, porque todas las láminas vinieron a dar aquí (al patio de su casa), no se podía pasar”, platica sentada en una silla de plástico en el patio de su vivienda.
Recordó que su madre, una adulta mayor y su suegra, que viven cerca, se fueron a refugiar en su casa, donde ella vive con su marido y su hijo, pero tampoco era lugar seguro, “porque toda la lámina ya se la había llevado el huracán”.
“Era tan feo el aire que se veía como rayos que caían del cielo, fue un segundo que nos salimos, fue rápido, mi suegra también se vinieron y rápido nos fuimos para otro lado porque si hubiéramos quedado otro rato nos hubiera caído todo, porque había árboles y todos se los llevó, había muchos palos de mango, todo cayó en el patio, fue muy rápido que nos salimos porque si no ya no estuviéramos aquí contándolo”, dijo.
Contó que fue un “terror” para ella y sus familiares el huracán “lo vivimos muy feo y nos quedamos como traumados, ahora hay que echarle ganas, vamos a seguir construyendo, la ayuda del gobierno aunque sea poquito nos sirvió, porque usted sabe que se le mete mucho dinero a una casa, lo que nos dio el gobierno fue un empujón, porque si hubiera estado otro gobierno ni siquiera nos hubieran dado nada”.
Cuando se salieron de su casa corrieron a refugiarse en el área del baño de una vivienda que está en construcción. Fue lo más cerca que les quedaba, no podían irse a otro lado porque el aire se los podía llevar. Porque también se les cayó la barda, “a mi suegra se le cayó la casa, se quedó sin casa, mi sobrina también, y no teníamos a donde irnos, así que tuvimos que empezar a limpiar, recogimos todas las láminas viejas que había para volver a construir de nuevo”.
“Quedamos como traumados, ayer (domingo en la noche) estaba pringando y mi nieto al escuchar los rayos me dice abuelita ya viene otro huracán, le dije no te asustes, esperemos en Dios que todo lo que han dicho no sea cierto, pero sólo Dios sabe”, dijo.
Su casa la está construyendo ahora de concreto, luego de recibir el dinero fue a las casas de materiales para surtirse de tabique, cemento, varilla para levantar su vivienda, porque ahora quiere un lugar donde sea más seguro para su familia y ella, “un lugar en donde nos podamos refugiar”.
“Porque no todos los vecinos te quieren ayudar, o echar la mano en una situación así, por ejemplo mi cuñado fue a pedir permiso a una vecina que su casa es de material y no quisieron darnos el apoyo, entonces le dije a mi marido, hay que construir de material, y pedimos dinero prestado, porque si nos dio el gobierno los 35 mil y los 8 mil, pero eso no iba a alcanzar ni para empezar, por eso pedimos prestado, nos endeudamos para hacer esto, porque si no lo hacíamos a dónde nos vamos a refugiar y tenemos que echarle ganas”.
Con su sombrero y su amarrador de alambre, le ayuda a su marido a construir su casa, van a hacer tres cuartos, para que puedan entrar los ocho miembros de su familia, “pero ya nos quiere agarrar el agua, porque aunque le echamos todas las pilas, no podemos acabar”.
“Nos tardamos porque no había material, y hasta que compramos el material, y luego que comparábamos precios, porque lo están dando más caro, porque antes del huracán había comprado porque hice las paredes de dos cuartitos, estaba más barato me salía en 8 mil el millar de tabicón, ¿ahora sabe cuánto está?, 10 mil u 11 mil el millar del tabicón y la varilla 300 pesos una, y la de tres octavos más de 200 pesos. ¡imagínese! ya no podemos construir, todo el material caro, ya no alcanza el dinero”, platicó.
Abundó que el albañil cobra caro y luego no hace bien el trabajo, “luego aparte te están cobrando por todo, ahorita, ya se hacer las cadenas, mi marido lo arma, yo soy la que los amarro, pero por eso estamos haciendo estos tres cuartos”.
Después del huracán su marido e hijos lo que han hecho es trabajar en la construcción de su casa. “Estamos agradecidos porque es el único gobierno que nos ha ayudado, porque ya ven que la presidenta que está aquí ¿cuándo se vino a parar aquí?, nunca ha dado la cara, ahorita como ya son las votaciones quieren más, cada quien que haga su lucha”.
“Si ya pasó un huracán categoría 5 qué nos esperamos, que venga otro igual o más peor, porque pues ahora nos quedamos sin árboles y los árboles siempre nos ayudan, porque nos dan oxígeno y sombra, además nos protegían, pero ahora el aire vendrá más peor”, opinó.
Ofelia Rodríguez también resultó afectada por el huracán, su casa era de madera y lámina galvanizada, pero el huracán se la llevó, su cama y sus muebles se dañaron.
Actualmente improvisó un bajareque, mientras terminan de construir su cuarto, el cual lo hizo con el apoyo que dio el gobierno federal y con un dinero que pidió prestado, le falta colar la loza, pero para eso necesita más dinero y material.
“Tengo mi casita, estoy contenta, aunque todavía le falta, le voy a poner mientras lámina”, dijo la vecina que mencionó: “el dinero que me dio el presidente lo invertí para mi casa”.
Recordó que ese día que impactó el huracán su hijo, quien se encontraba trabajando, le dijo que se saliera y que buscara un lugar seguro porque “venía feo, yo todavía estaba acostada, eran las 11 de la noche, cuando vi que se llevó un pedazo de techo”, corrió a la casa de su hijo, donde estaba su nuera para refugiarse.
A “ella también se le voló todo, y tuvimos que correr hacia otro lado, porque no estábamos seguras, yo no quería creer que vendría feo, cuando las láminas empezaron a volar, todo eso hizo feo, los árboles se trozaron, hizo muy feo”.
En un barranco, en esa misma colonia Panorámica está la casa del señor Juan Manuel Acosta, un adulto mayor que vive solo. Su vivienda la reconstruyó nuevamente de madera y lámina, porque después de que el huracán la destruyó estaba durmiendo bajo una lona. Con ayuda de otra persona, fue que empezó a levantar su casa.
Recordó que durante el impacto del huracán, volaron las láminas, se cayeron unos árboles en su predio y como pudo se salió, toda la noche la pasó debajo de un puente que está en la barranca. Aunque sus vecinos le decían que se fuera a refugiar y le alumbraban con focos no podía moverse de donde estaba, porque las láminas volaban y los árboles se caían.
“Sentí que no iba a vivir, fue increíble, no sentí miedo, tres veces me levantó el aire, pero no me llevó porque me sostuve de las ramas”, dijo, mientras mostraba su casita que hizo con madera y láminas reutilizadas que se volaron de otras viviendas, mientras que levanta las paredes de lo que será su casa de material.
En la colonia hay casas que las están arreglando por los daños que tuvieron con el huracán, y árboles que se le cayeron algunas ramas ya están retoñando. Sin embargo, hay viviendas que se dañaron y que no han sido reparadas, algunas casas de madera colapsaron.