Organiza por primera vez un gobierno estatal la ceremonia luctuosa por Genaro Vázquez

Zacarías Cervantes

San Luis Acatlán

El representante del Comité Sanluisteco, Valentín Hernández Chapa, entrega a Abel Barrera, de la Comisión para el Acceso a la Verdad de la guerra sucia la solicitud de que se investigue la muerte de Genaro Vázquez Foto : Lenin Ocampo Torres

En el 51 aniversario de la muerte del guerrillero Genaro Vázquez Rojas, representantes de su familia, el Comité Sanluisteco y la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria (ACNR), entregaron a la Comisión para el Acceso a la Verdad, el Esclarecimiento Histórico y el Impulso a la Justicia de las Violaciones Graves a los Derechos Humanos Cometidos de 1965 a 1990 una solicitud para que se investiguen las circunstancias de su muerte el 2 de febrero de 1972.
El documento lo recibió el integrante de esa Comisión, Abel Barrera Hernández, durante la ceremonia luctuosa que se realizó la mañana de ayer en la Plaza Cívica de esta población de la Costa Chica de donde fue originario Vázquez Rojas.
En esta población por primera vez se realizó una ceremonia oficial organizada por la Dirección de Actividades Cívicas del Gobierno estatal y en representación de la gobernadora estuvo el director David Loma Hernández.
Asistieron, además, la magistrada del Tribunal Superior de Justicia y ex alcaldesa de Acapulco, Adela Román Ocampo, el ex gobernador Rogelio Ortega Martínez, el delegado del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), Manuel Vázquez Quintero.
Además de los correligionarios de Genaro Vásquez Rojas, José Bracho Campos y Arturo Miranda Ramírez, así como el representante del Comité Sanluisteco Valentín Hernández Chapa, en tanto que la familia del guerrillero homenajeado fue representada por la viuda Consuelo Solís y su hijo Genaro Vázquez Solís.

“Genaro estaba vivo”

Consuelo Solís, esposa de Genaro Vázquez Rojas, habla en la ceremonia a 51 años de la muerte del fundador de la ACNR, en San Luis Acatlán Foto: Lenin Ocampo Torres

A 51 años de la muerte del guerrillero, por primera vez los familiares, la ACNR que fundó, y el Comité Sanluisteco solicitaron por escrito la investigación de su muerte.
Su lugarteniente, José Bracho, insistió lo que declaró en una conferencia de prensa el lunes en Chilpancingo, respecto a que Vázquez Rojas no murió en el accidente el 2 de febrero de 1972, sino que fue levantado con vida por militares y policías y trasladado al Cuartel Militar de Morelia, Michoacán.
La solicitud que leyó Valentín Hernández, refiere que en el contexto del 51 aniversario de la muerte del comandante guerrillero Genaro Vásquez Rojas, la ACNR, el Comité Cívico Sanluisteco y la esposa e hijos del guerrillero, “comparecemos ante ustedes para demandarles que consideren en su agenda de trabajo de investigación sobre los crímenes de lesa humanidad consumados en el periodo del 1965 a 1990, las circunstancias de su muerte”.
Agrega que a 51 años de su muerte siguen sin aclararse las circunstancias en que perdió la vida. Agregó que a pesar de que en su momento, en la versión oficial se dijo que murió en el accidente, “sus acompañantes aseguran que cuando se retiraron Genaro estaba vivo y después se presentaron elementos del Ejército y de la policía y lo trasladaron al campo militar de Morelia donde posteriormente lo dieron por muerto”.
Se insistió que a pesar de que él viajaba en el asiento de atrás, en el lugar de menor riesgo del vehículo, las fuentes oficiales aseguraron que resultó muerto.
Además, de acuerdo al oficio, la esposa de Vázquez Rojas, cuando le entregaron el cadáver “apreció en su frente una herida en una forma de V, que da lugar a inferir que su muerte fue provocada intencionalmente al recibir un culatazo de algún rifle de alto poder por elementos del Ejército.
“Estas y muchas otras evidencias podrán ser presentadas en su momento para su investigación minuciosa y profesional a fín de que no quede ninguna duda ante la historia, ni ante su familia sobre las verdaderas causas de su muerte de tan destacado luchador social acaecido en el contexto de la llamada Guerra sucia en la que el Estado mexicano desplegó una feroz guerra de contrainsurgencia y de exterminio en contra de la disidencia armada y no armada”.

Genaro es parte de la memoria historica: Abel Barrera

Abel Barrera Hernández, integrante de la Comisión para el Acceso a la Verdad, el Esclarecimiento Histórico y el Impulso a la Justicia, quien recibió el documento, expresó que “qué bueno que hay una iniciativa de las familias, de los colectivos, de los movimientos y de las organizaciones para exigir que se esclarezca su muerte. A nombre de los comisionados y comisionadas les decimos que tomaremos a pecho esta solicitud”.
Aclaró que a los integrantes de esta Comisión les toca hacer la investigación histórica, “y asumir la responsabilidad del mandato presidencial, lo haremos con todo el compromiso y con toda la responsabilidad que nos implica esta tarea”.
Agregó que a los miembros de esta Comisión les interesa seguir recogiendo los testimonios y que van a seguir realizando los Diálogos por la Verdad para “que su palabra se escuche en el país y en el estado”.
Agregó que para esta Comisión este año es de escuchar a las víctimas y recuperar su memoria, tener todos los documentos y archivos personales y familiares para que sean parte del acervo y de la Casa de la memoria que se va a crear en el país. Agregó que Genaro Vázquez es parte del patrimonio de la memoria.

“No soy la viuda, soy la esposa de Genaro”: Consuelo Solís

La viuda de Vázquez Rojas celebró que ahora los homenajes sean oficiales y públicos porque antes “esto no se podía hacer, porque por pegar un volante en una esquina o en una pared iba uno a dar a la cárcel”.
Recordó que en el quinto aniversario de la muerte de Vázquez Rojas, antes de partir al panteón para limpiar y colocar flores, llegó el Ejército a arrebatarles las fotografías que llevaban para pegar en la tumba y ella les gritó: “llévense todas las que quieran que al fin traigo muchas más”.
Por ello insistió que para ella y su familia es algo grandioso que ahora se haga aquí como un acto cívico y público y que haya autoridades que tienen algún puesto en el gobierno “y que están aquí y no tienen miedo de hablar”.
Además, dijo que antes, sus hijos e hijas fueron perseguidos porque eran hijas de un “pandillero, roba vacas, de un ladrón”; reprochó que muchos maestros no los defendieron, “a veces con lágrimas en los ojos me decían: ‘hoy me dijeron esto’, y ella les preguntaba ‘’¿y tú que piensas?’, ‘que él fue un hombre bueno’”, le respondían.
Añadió que ahora, al reconocerlo oficialmente como un luchador social es una gran satisfacción porque ya no se podrán burlar de sus hijos.
Recordó la anécdota de cuando fue detenida. Dijo que entonces iba con una hija adoptiva a buscar a un compañero; Jorge Mota González, quien apenas murió hace tres meses.
Explicó que cuando vio carros con gente armada le habló a un licenciado, José Rojo Coronado, a quien le dijo: “váyase a mi casa y si en 10 o 15 minutos no llego, ya me agarró la policía”. Añadió que así fue; “él llegó a mi casa y yo ya nunca llegue, me detuvieron con mi hija”.
Recordó que entonces le preguntaron que donde estaba Genaro y ella les respondió: “quienes lo persiguen son ustedes, ustedes deben de saber dónde está, no yo, porque él dormirá en un lugar y al otro día ya no va a estar en el mismo”.
Entonces la separaron de su hija y le dijeron que si cuando la oyera gritar se le iba a refrescar la memoria, “¿saben ustedes lo que se siente?; es un dolor inmenso y sin poder hace nada. Entonces yo sí sufrí lo que muchos no creen; la represión espantosa de los gobiernos anteriores”.
Consuelo Solís aprovechó para reprochar algo que, dijo, no le gusta, y es cuando le gente dice: “es la viuda de Genaro”, y, aclaró: “no soy la viuda, soy la esposa de Genaro Vázquez Rojas, porque Genaro Váquez no ha muerto”, y de entre el público se escuchó un: “Genaro vive, la lucha sigue”.
Otra anécdota fue cuando en el Cuartel Militar de la Ciudad de México le entregaron el cuerpo rodeado de soldados y de perros amaestrados; “entramos con miedo, mis niñas estaban pequeñas y les dije: si les ofrecen de comer no acepten nada”.
En tanto, dijo que ella pensaba: “si no es (el cuerpo), ni modo, voy a decir que es él para que le den oportunidad de continuar con la lucha”. Añadió: “desgraciadamente cuando las enfermeras y una doctora destaparon su cara en el hospital, me convencí que él era, llevaba puesto el anillo de matrimonio, no se lo pudieron quitar”.
Recordó por qué su hijo más pequeño se llama Roque Filiberto. Explicó que fue por Roque Salgado Ochoa (un guerrillero) que cayó en la Montaña junto con su hermano Filiberto Solís Morales defendiendo la causa”. Añadió que Roque muy grave y su hermano ayudándolo, murieron abatidos.
Explicó que al mes de que nació su hijo, llegó a su casa una mujer con traje típico de la región y le dijo: “el compa y los compañeros de allá (le dijo señalando la Montaña) piden que si el niño que acaba de nacer puede llevar el nombre de los compañeros que cayeron defendiendo la Patria”.
Y ella, desconfiada, cuestionó: “y como sé que la manda el compañero”, y la mujer desconocida metió la mano (dijo señalando bajo el brasier) y sacó un pañuelito y le mostró el anillo de matrimonio de Genaro.
Entonces creyó que era cierto que quien le pedía era su esposo, “y por eso mi hijo, el menor, lleva el nombre de Roque Filiberto”, explicó con voz quebrada.
Como parte de la ceremonia, los asistentes colocaron una ofrenda floral y una guardia de honor en el busto de Vázquez Rojas en el zócalo de San Luis Acatlán y posteriormente marcharon al panteón municipal donde colozcaron otra ofrenda floral en la tumba del guerrillero.