Abordan los nuevos libros de texto la represión en Guerrero en años recientes

Ramón Gracida Gómez

A partir de cuarto año de primaria, los niños del país van a leer en sus libros de texto gratuitos distintos pasajes de la historia reciente de Guerrero, por ejemplo, que Genaro Vázquez y Lucio Cabañas lucharon por las demandas de los campesinos y la participación democrática en las urnas y debido al fraude electoral optaron por “tomar las armas”.
También se asegura que el asesinato de campesinos en Aguas Blancas hizo “perder aún más la legitimidad” del régimen priista.
En segundo de secundaria van a repasar más detalles sobre las guerrillas de los años de 1960 y 1970, así como la matanza de 1995. También van a estudiar sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, donde aparecen como responsables el gobierno de Enrique Peña Nieto, el Ejército mexicano y la Policía Federal.
La versión electrónica de los libros puede ser consultada en la página de internet de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (Conaliteg), entre ellos, se encuentra Nuestros saberes México, Grandeza y Diversidad, que es el libro de historia para los alumnos de cuarto a sexto de primaria.
Uno de sus últimos capítulos se titula La Estabilidad Política Avances y Conflictos, en el que se relata que en el gobierno de Adolfo López Mateos (1958-1964), “se dieron movimientos por una participación política plural”.
De Guerrero se dice que “un movimiento popular, en el que participaron estudiantes, comerciantes y amas de casa, derrocó en 1960 al represivo gobernador Raúl Caballero Aburto. Un grupo de jóvenes, encabezados por Genaro Vázquez, Lucio Cabañas y algunos políticos locales, formaron la Asociación Cívica Guerrerense, que luchó por las demandas de los campesinos y la participación democrática en las urnas, para elegir gobiernos populares en los municipios”.
Continúa: “Sin embargo, frente al fraude electoral, frustrada la lucha cívica y agotada las instancias políticas, transformaron la organización en la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria y optaron por tomar las armas”.
El siguiente capítulo es Crisis del Régimen y Desprestigio del Gobierno y se destaca en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) el asesinato, además de Luis Donaldo Colosio, del ex gobernador de Guerrero, José Francisco Ruiz Massieu.
Luego se cuenta que el “asesinato de campesinos en Aguas Blancas, municipio de Coyuca de Benítez, Guerrero, en 1995 y la matanza de Acteal, municipio de Chenalhó, Chiapas en 1997, hicieron perder aún más la legitimidad de los regímenes priistas, lo que abrió las puertas a la oposición”.
El libro de historia para secundaria, que está destinado para los alumnos de segundo grado, ahonda un poco más en estos pasajes de Guerrero. El capítulo La Guerra Sucia: Guerrilla, Disidencia y Represión, en la página 194, señala que las “condiciones de pobreza y desigualdad social imperantes en Guerrero fueron el contexto en el que surgieron los dos grupos armados con mayor presencia del medio rural del país”.
Repite el origen de la lucha de Genaro contra Caballero Aburto y luego expone: “En 1972, el auto en el que Vázquez viajaba fue encontrado accidentado en una carretera de Morelia. Las autoridades señalaron este suceso como la causa de su muerte; sin embargo, otras investigaciones indican que unos militares lo sacaron del hospital al que fue trasladado tras el accidente y lo asesinaron”.
De Lucio Cabañas indica que encabezó un movimiento guerrillero en Costa Grande, pero antes participó en la lucha de los ejidatarios de Mexcaltepec “contra las empresas que realizaban una tala inmoderada, que no otorgaba beneficios a los campesinos” y también fue integrante del Partido Comunista.
En el capítulo Movimientos Sociales en Resistencia al Neoliberalismo se menciona que era presidente Ernesto Zedillo y gobernador Rubén Figueroa Alcocer, cuando el 28 de junio de 1995 se produjo la “matanza de campesinos” de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS) que se trasladaban hacia el poblado de Aguas Blancas.
El motivo era “participar en una concentración en la que pedirían la presentación con vida de uno de sus compañeros que estaban detenidos, e intentaban llegar al palacio municipal de Atoyac”. Relata que los campesinos fueron detenidos, sin ninguna justificación, por 400 “policías y agentes de la Policía Judicial del estado, al mando del mayor Manuel Moreno González”. En “el vado” fueron bajados a golpes, continúa, y tumbados en el suelo para después dispararles y fueron asesinados 17 campesinos y 23 heridos de gravedad.
Se señala que “los responsables de la matanza, es decir, los autores intelectuales que dieron la orden de asesinarlos, desde el gobierno, aún no han sido detenidos ni juzgados, ni mucho menos castigados”.
El párrafo siguiente salta a la desaparición de los 43 de Ayotzinapa, “uno de los más graves episodios violentos de la historia reciente de México. Un crimen de lesa humanidad en contra de estudiantes normalistas, en el cual tienen responsabilidad el gobierno de Enrique Peña Nieto, el Ejército mexicano y la Policía Federal”.
Los normalistas de todo el país, contextualiza, han luchado por la educación pública y es por eso que se preparaban para participar en la marcha del 2 de octubre de 2014, en Ciudad de México, y el 26 de septiembre lo hicieron “secuestrando cinco camiones”.
Desde ese momento, agrega, fueron monitoreados por el C-4 y en la noche “fueron atacados con violencia extrema, en una acción en la que, en todo momento, participaron las fuerzas armadas y la policía federal”.
Menciona que distintas investigaciones concluyen que “en esos camiones había heroína con valor de 2 millones de dólares que traficaba el cartel que controlaba Iguala”. Cuando los normalistas tomaron los camiones, el jefe del cartel se comunicó con “sus cómplices” del 27 Batallón de Infantería y las policías federal y estatal, con el propósito de recuperar la droga y asesinaron a los estudiantes para que no hubiera testigos.
El libro indica que el gobierno de Peña Nieto distorsionó pruebas, torturó a detenidos e inventó una versión falsa, para ocultar “la responsabilidad” del Ejército mexicano. Los cuerpos no han sido encontrados y “los responsables de su desaparición no han sido enjuiciados ni castigados”.
Por otra parte, el texto de pedagogía Un libro sin Recetas para la Maestra y el Maestro, fase 6 modalidad secundaria, que es el más citado por los medios en la discusión sobre las nuevas ediciones, profundiza sobre la guerrilla en México.
Encomienda a los docentes a enseñar a los alumnos este periodo histórico y desarrollar un pensamiento crítico, porque “como apuntaba Lucio Cabañas: Desgraciados los pueblos donde la juventud no haga temblar el mundo y los estudiantes se mantengan sumisos ante el tirano”.

Defiende especialista que se mencione en los libros a Genaro Vázquez y Lucio Cabañas

El investigador de la UNAM, Axel Didriksson, en la presentación del libro Ideas para continuar con la 4T, ayer en el auditorio del parque Papagayo en Acapulco Foto: Jesús Trigo

Ramón Gracida Gómez

Durante la presentación en Acapulco del libro Ideas para continuar con la 4T, el especialista en políticas de educación, Axel Didriksson Takayanagui, apoyó que en los nuevos libros de texto aparezcan las guerrillas de Genaro Vázquez y Lucio Cabañas, porque son parte de la historia y siguen estando presentes en las luchas de los guerrerenses.
El académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien escribió un capítulo sobre la transformación del sistema educativo nacional, expuso que estas guerrillas son una fuente de conocimiento y se les debe de conocer, desde una perspectiva histórica y científica.
El doctor en sociología e integrante del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) nivel 3, explicó que el nuevo modelo educativo parte “de que los niños aprenden de forma diferente y de acuerdo con sus contextos de estudio. No son los mismos contextos en Guerrero, en Chiapas o en el norte del país”. También se pone en el centro del aprendizaje la “interculturalidad”, agregó.
Señaló que el sexenio pasado, el presidente priista Enrique Peña Nieto impulsó un “currículum basado en competencias, en memoria, en repetición y copiando del modelo de Estados Unidos” cuando era presidente George Bush, del Partido Republicano, y lo siguió, con pocas modificaciones Barack Obama, del Partido Demócrata.
Indicó que el modelo pasado pregonaba que todos tenían que aprender lo mismo, de forma estandarizada y al mismo tiempo, y el objetivo “era pasar los exámenes”, que esto provocó las movilizaciones masivas de los maestros de la Coordinadora Nacional de Traba-jadores de la Educación (CNTE).
En cambio, los nuevos libros de texto del gobierno de Andrés Manuel López Obrador son parte de un “modelo educativo absolutamente rupturista y de transformación”, aseveró frente a unas 80 personas, la mayoría del Instituto Tecnológico de Acapulco (ITA) y la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), como el ex gobernador Rogelio Ortega Martínez.
Dijo que tal vez una reacción tan airada contra los libros de texto similar a la que se está viviendo fue cuando Jaime Torres Bodet, secretario de Educación en el gobierno de Adolfo López Mateos (1958-1964), creó precisamente la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (Conaliteg) y sus primeras ediciones, y los “conservadores y la derecha furibunda” impugnaron esta política.
Indicó que el nuevo modelo educativo tiene como principio general “que los procesos cognitivos se desarrollan desde la perspectiva de un pensamiento humanístico, ideológicamente crítico, por supuesto, e histórico”.
Expuso: “Imagínense que en Guerrero no aparezca la lucha de Genaro Vázquez Rojas y Lucio Cabañas, ni se menciona Ayotzinapa en los libros de texto. Es nuestra historia y su historia, ah, pero para los reaccionarios que estén los nombres de Lucio Cabañas y Genaro Vázquez Rojas representa una afrenta”.
“Qué barbaridad”, continuó Axel Didriksson, “¿qué quieren, puro Carranza y Porfirio Díaz? No, es parte de nuestra historia y sigue estando presente en las luchas de los guerrerenses, en los pueblos del país, es una fuente de conocimiento y tenemos que reconocer esa historia de una manera histórica y científica”.
El especialista en educación dijo que la pandemia retrasó la implementación del nuevo modelo educativo, además de que profundizó la “desigualdad educativa, cerca de 16 millones de niñas y niños quedaron fuera en la pandemia por la falta de conectividad, la falta de tener un instrumento que les permitiera mantenerse en sus estudios”.
El libro Ideas para continuar con la 4T es coordinado por el historiador Enrique Semo y el capítulo de Axel Didrikson se titula La transformación del sistema educativo nacional: sustentar y defender lo logrado; avanzar e innovar para profundizar un estado de bienestar e igualdad.
El evento fue organizado por el Consejo Estatal de Ciencia y Academia en Guerrero, conformado por académicos de instituciones de educación superior para apoyar la precandidatura de Claudia Scheinbaum, y asistió el diputado local de Morena, Marco Tulio Sánchez. Participó la diputada local del mismo partido, Nora Yanek Velázquez Martínez, fungió como moderadora la coordinadora de Zona Sur de la UAG, María Xóchilt Astudillo Miller, y estuvo el director del ITA, Salvador Herrera Soriano.

 

El rechazo a los libros, asunto electoral, insiste AMLO

En la imagen, el momento en que el presidente pide a las gobernadoras de Guerrero, Evelyn Salgado, y de Tlaxcala, Lorena Cuéllar, y a los de Chiapas, Oaxaca y Puebla que alzaran la mano si van a distribuirlos. Ayer también en Acapulco, el experto en educación de la UNAM, Axel Didriksson dijo que las guerrillas de Genaro Vázquez y de Lucio Cabañas son parte de la historia de México y por eso esas experiencias están incluidas en los nuevos libros. Los alumnos de cuarto año sabrán también de la masacre de Aguas Blancas y de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa en Iguala. En la conferencia, la gobernadora guerrerense informó de la reconstrucción de inmuebles históricos dañados por el sismo de 2017 Foto: Comunicación Social

 

Emite SEP decreto con plan de estudios para preescolar, primaria y secundaria

Staff / Agencia Reforma

Cdmx /?Tecamac, Edomex

A menos de dos semanas del inicio del ciclo escolar 2023-2024, la Secretaría de Educación Pública (SEP) emitió un decreto con el Plan de Estudio para la Educación Preescolar, Primaria y Secundaria.
Se trata del Plan de Estudios que en 2022 fue suspendido por orden judicial y que la SEP pretendía implementar, a manera de plan piloto, en 960 escuelas públicas.
Dicho programa fue publicado el 19 de agosto de 2022 y está enfocado en combatir la sociedad patriarcal, el mercantilismo y la formación educativa para llenar perfiles laborales.
También rechaza las pruebas estandarizadas y considera la autonomía de los maestros para “contextualizar” los contenidos del currículo de acuerdo con las necesidades formativas de los estudiantes; considera además a la comunidad como el núcleo integrador de los procesos de enseñanza y aprendizaje.
“Esta propuesta considera que el papel principal del currículo es establecer las condiciones de libertad y autonomía profesional del magisterio para que, con base en él, las y los estudiantes, así como el profesorado, definan los problemas o temas centrales que consideren relevantes de abordar durante el curso.
“Que el derecho a la educación de las niñas, los niños y los adolescentes, desde el nivel de inicial hasta el de secundaria, debe darse en las mejores condiciones de equidad y excelencia, entendida ésta como el máximo logro de aprendizaje de los educandos, y que es el punto de partida de la Nueva Escuela Mexicana”, establece el decreto publicado este martes.
El decreto, firmado por titular de la SEP, Leticia Ramírez, establece que el Plan de Estudio para la Educación Preescolar, Primaria y Secundaria, y los Programas de Estudio que deriven del mismo, iniciarán su aplicación para todos los grados de la educación preescolar, primaria y secundaria en el ciclo escolar 2023-2024.
En la misma edición vespertina de este martes se publica un acuerdo que establece los Programas de Estudio para la educación preescolar, primaria y secundaria: Programas Sintéticos de las Fases 2 a 6.

“Están desesperados porque la gente quiere la transformación”, dice el presidente

El presidente Andrés Manuel López Obrador aseveró que el freno a la distribución de los libros de texto gratuitos en estados gobernados por la Oposición es político y no jurídico.
En la conferencia mañanera, el mandatario sostuvo que sus adversarios están desesperados porque “no les funciona nada” de cara al proceso electoral.
“Estamos en temporadas de elecciones y están desesperados porque la gente quiere la transformación, quieren que continúe la transformación, entonces no les funciona nada porque vaya que han recurrido a todo”, reclamó.
“Esto de los libros de texto es lo nuevo, pero antes los amparos de todo tipo y las campañas en la mayoría de los medios de manipulación, que no de información”.
El viernes pasado, el Ministro Luis María Aguilar ordenó suspender la entrega de los libros de texto gratuitos en Chihuahua.
Aguilar concedió una suspensión a la Consejería Jurídica del Gobierno del Estado tras admitir la controversia constitucional que promovió en contra de la SEP. Esto, por aparentes violaciones a los procedimientos en la aprobación de los contenidos de los libros para nivel básico.
Un día antes, la Jueza Décima de Distrito de Chihuahua, Madhay Soto Morales, también suspendió temporalmente la distribución de los libros de texto en la entidad.
“Tiene que ver mucho con el conservadurismo, ¿por qué vincular la educación con esto, con la politiquería?”, cuestionó.
“Vamos a continuar. No pasa nada mientras la gente esté consciente de lo que está sucediendo. Todos ellos deberían actuar de manera responsable”.
¿El Gobierno federal va combatir ese amparo?, se le cuestionó.
“Sí, sí, se está haciendo un trámite, pero no es un asunto jurídico es un asunto político”, sentenció el presidente.
López Obrador confirmó que, tras la decisión del Ministro Aguilar, que no es definitiva, el Gobierno no va repartir los libros y cuestionó qué van a hacer los estados que han frenado la distribución.
Defenderá los libros de la SEP “hasta con el tuétano”: Adán López

Por segundo día consecutivo, el aspirante presidencial morenista, Adán Augusto López, defendió los libros de texto gratuitos.
En una asamblea informativa en el municipio mexiquense de Tecámac, el tabasqueño acusó que los conservadores quieren censurarlos.
El ex secretario de Gobernación, quien también hizo proselitismo en Coacalco y Atizapán de Zaragoza, dijo que el próximo año se realizará la transformación del Poder Judicial de la Federación y de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
“Ya basta de un México de tanta injusticia, hoy en México la justicia se vende al mejor postor, al que tiene para pagarla, esa ha sido la historia de nuestro país a lo largo de los años, ahí andan los delincuentes de cuello blanco paseándose porque saben que con su dinero compran la justicia”, acusó.

Libros de la SEP se entregarán en Cdmx desde el 28 de agosto, informa Martí Batres

A partir del 28 de agosto serán entregados los libros de texto en las escuelas de la Ciudad de México, expuso este martes el Jefe de Gobierno, Martí Batres. “Se va a entregar a todas las niñas y los niños porque es su derecho contar con sus libros de texto gratuitos”, indicó.

Teme por su integridad física la diputada morenista que rechaza los libros de texto

Claudia Salazar / Agencia Reforma

Ciudad de México

La diputada de Morena, Adela Ramos, expresó que teme por su integridad física, luego de que manifestó su rechazo a los libros de texto gratuitos y exigió que no se distribuyeran.
También pidió que sea auditado el proceso de su elaboración y criticó la “posición irreflexiva” del Gobierno con el tema.
Tras una conferencia de prensa en la Cámara de Diputados, la diputada del distrito 2 de Chiapas agradeció en redes el apoyo recibido por expresar su posición, al opinar que los libros dañan derechos de los niños por el contenido dogmático de los mismos.
“Estoy consciente del riesgo que pueda tener mi integridad física y moral, pero ante todo, está mi lealtad a México. Estoy muy agradecida por su solidaridad y por sus comentarios en apoyo al tema que estamos defendiendo. Estoy para serviles, porque mi patrón es el pueblo”, manifestó Ramos en un mensaje.
El coordinador de los diputados de Morena, Ignacio Mier, manifestó que la posición de Adela Ramos no es la voz de Morena ni del grupo parlamentario.
“Es apenas la voz de una de nuestras compañeras, que respetamos. No coincido con ella ni en lo técnico ni en lo pedagógico y menos en la auditoría al proceso”, manifestó Mier.
Aseguró que hubo una consulta y que esa es la auditoria al proceso, por la participación de 15 mil 900 indígenas y afromexicanos en la elaboración de los libros.
“Ella representa un distrito indígena, pero la voz de los indígenas fue escuchada en los foros que se desarrollaron y con la voz de los 128 especialistas, más las 32 reuniones que se tuvieron en cada uno de los estados de la República con la participación de maestros, de investigadores, de técnicos especialistas en materia técnico-pedagógica”, aseguró Mier.

 

Abordan los nuevos libros de texto la represión en Guerrero en años recientes

Desde el cuarto grado los niños sabrán sobre Genaro Vázquez y Lucio Cabañas, el asesinato de campesinos en Aguas Blancas y también van a conocer sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa en Iguala

Ramón Gracida Gómez

A partir de cuarto año de primaria, los niños del país van a leer en sus libros de texto gratuitos distintos pasajes de la historia reciente de Guerrero, por ejemplo, que Genaro Vázquez y Lucio Cabañas lucharon por las demandas de los campesinos y la participación democrática en las urnas y debido al fraude electoral optaron por “tomar las armas”.
También se asegura que el asesinato de campesinos en Aguas Blancas hizo “perder aún más la legitimidad” del régimen priista.
En segundo de secundaria van a repasar más detalles sobre las guerrillas de los años de 1960 y 1970, así como la matanza de 1995. También van a estudiar sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, donde aparecen como responsables el gobierno de Enrique Peña Nieto, el Ejército mexicano y la Policía Federal.
La versión electrónica de los libros puede ser consultada en la página de internet de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (Conaliteg), entre ellos, se encuentra Nuestros saberes México, Grandeza y Diversidad, que es el libro de historia para los alumnos de cuarto a sexto de primaria.
Uno de sus últimos capítulos se titula La Estabilidad Política Avances y Conflictos, en el que se relata que en el gobierno de Adolfo López Mateos (1958-1964), “se dieron movimientos por una participación política plural”.
De Guerrero se dice que “un movimiento popular, en el que participaron estudiantes, comerciantes y amas de casa, derrocó en 1960 al represivo gobernador Raúl Caballero Aburto. Un grupo de jóvenes, encabezados por Genaro Vázquez, Lucio Cabañas y algunos políticos locales, formaron la Asociación Cívica Guerrerense, que luchó por las demandas de los campesinos y la participación democrática en las urnas, para elegir gobiernos populares en los municipios”.
Continúa: “Sin embargo, frente al fraude electoral, frustrada la lucha cívica y agotada las instancias políticas, transformaron la organización en la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria y optaron por tomar las armas”.
El siguiente capítulo es Crisis del Régimen y Desprestigio del Gobierno y se destaca en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) el asesinato, además de Luis Donaldo Colosio, del ex gobernador de Guerrero, José Francisco Ruiz Massieu.
Luego se cuenta que el “asesinato de campesinos en Aguas Blancas, municipio de Coyuca de Benítez, Guerrero, en 1995 y la matanza de Acteal, municipio de Chenalhó, Chiapas en 1997, hicieron perder aún más la legitimidad de los regímenes priistas, lo que abrió las puertas a la oposición”.
El libro de historia para secundaria, que está destinado para los alumnos de segundo grado, ahonda un poco más en estos pasajes de Guerrero. El capítulo La Guerra Sucia: Guerrilla, Disidencia y Represión, en la página 194, señala que las “condiciones de pobreza y desigualdad social imperantes en Guerrero fueron el contexto en el que surgieron los dos grupos armados con mayor presencia del medio rural del país”.
Repite el origen de la lucha de Genaro contra Caballero Aburto y luego expone: “En 1972, el auto en el que Vázquez viajaba fue encontrado accidentado en una carretera de Morelia. Las autoridades señalaron este suceso como la causa de su muerte; sin embargo, otras investigaciones indican que unos militares lo sacaron del hospital al que fue trasladado tras el accidente y lo asesinaron”.
De Lucio Cabañas indica que encabezó un movimiento guerrillero en Costa Grande, pero antes participó en la lucha de los ejidatarios de Mexcaltepec “contra las empresas que realizaban una tala inmoderada, que no otorgaba beneficios a los campesinos” y también fue integrante del Partido Comunista.
En el capítulo Movimientos Sociales en Resistencia al Neoliberalismo se menciona que era presidente Ernesto Zedillo y gobernador Rubén Figueroa Alcocer, cuando el 28 de junio de 1995 se produjo la “matanza de campesinos” de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS) que se trasladaban hacia el poblado de Aguas Blancas.
El motivo era “participar en una concentración en la que pedirían la presentación con vida de uno de sus compañeros que estaban detenidos, e intentaban llegar al palacio municipal de Atoyac”. Relata que los campesinos fueron detenidos, sin ninguna justificación, por 400 “policías y agentes de la Policía Judicial del estado, al mando del mayor Manuel Moreno González”. En “el vado” fueron bajados a golpes, continúa, y tumbados en el suelo para después dispararles y fueron asesinados 17 campesinos y 23 heridos de gravedad.
Se señala que “los responsables de la matanza, es decir, los autores intelectuales que dieron la orden de asesinarlos, desde el gobierno, aún no han sido detenidos ni juzgados, ni mucho menos castigados”.
El párrafo siguiente salta a la desaparición de los 43 de Ayotzinapa, “uno de los más graves episodios violentos de la historia reciente de México. Un crimen de lesa humanidad en contra de estudiantes normalistas, en el cual tienen responsabilidad el gobierno de Enrique Peña Nieto, el Ejército mexicano y la Policía Federal”.
Los normalistas de todo el país, contextualiza, han luchado por la educación pública y es por eso que se preparaban para participar en la marcha del 2 de octubre de 2014, en Ciudad de México, y el 26 de septiembre lo hicieron “secuestrando cinco camiones”.
Desde ese momento, agrega, fueron monitoreados por el C-4 y en la noche “fueron atacados con violencia extrema, en una acción en la que, en todo momento, participaron las fuerzas armadas y la policía federal”.
Menciona que distintas investigaciones concluyen que “en esos camiones había heroína con valor de 2 millones de dólares que traficaba el cartel que controlaba Iguala”. Cuando los normalistas tomaron los camiones, el jefe del cartel se comunicó con “sus cómplices” del 27 Batallón de Infantería y las policías federal y estatal, con el propósito de recuperar la droga y asesinaron a los estudiantes para que no hubiera testigos.
El libro indica que el gobierno de Peña Nieto distorsionó pruebas, torturó a detenidos e inventó una versión falsa, para ocultar “la responsabilidad” del Ejército mexicano. Los cuerpos no han sido encontrados y “los responsables de su desaparición no han sido enjuiciados ni castigados”.
Por otra parte, el texto de pedagogía Un libro sin Recetas para la Maestra y el Maestro, fase 6 modalidad secundaria, que es el más citado por los medios en la discusión sobre las nuevas ediciones, profundiza sobre la guerrilla en México.
Encomienda a los docentes a enseñar a los alumnos este periodo histórico y desarrollar un pensamiento crítico, porque “como apuntaba Lucio Cabañas: Desgraciados los pueblos donde la juventud no haga temblar el mundo y los estudiantes se mantengan sumisos ante el tirano”.

En época de Echeverría, por donde pasaba el Ejército quedaban muertos y desaparecidos: José Bracho

Al centro, con lentes, José Bracho y otros asistentes al 50 aniversario del asesinato de Genaro Vázquez en San Luis Acatlán, el 2 de febrero de este año Foto: Facebook

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

A José Bracho Campos, el segundo de a bordo del movimiento guerrillero de Genaro Vázquez Rojas, como tal, le tocó ser testigo de las persecuciones en la sierra y en la Montaña de Guerrero durante la guerra sucia de los años setentas; “por donde pasaba el Ejército parecía que pasaba un ciclón, quedaban pueblos enteros quemados, muchos muertos y desaparecidos en la sierra y colgados en la Montaña”, describió 50 años después.
Para él, éste fue el legado que dejó el gobierno del presidente de la República Luis Echeverría Álvarez, fallecido el 8 de julio pasado a los 100 años de edad en su casa de Cuernavaca, Morelos, y quien gobernó el país de 1970 a 1976.
Recordó que Genaro Vázquez decía que Echeverría “con su falso nacionalismo no iba a engañar a nadie”, después de que lo conoció circunstancialmente en la Secretaría de Educación Pública (SEP) en la Ciudad de México.
Bracho dijo que en una ocasión Vázquez Rojas le describió a un Luis Echeverría muy astuto y hábil: “se te queda mirando y te estudiaba de pies a cabeza, nada que ver con Lázaro Cárdenas”.
En entrevista telefónica, Bracho Campos lamentó que las leyes no hayan sido capaces de ubicarlo como responsable de las masacres de 1968, cuando era secretario de Gobernación y la de 1971, ya cuando era presidente de la República, pero sobre todo por la guerra sucia que aplicó en Guerrero contra el movimiento social, en especial al de Genaro Vázquez y Lucio Cabañas.
Contó que el gobierno de Echeverría, a través del Ejército, dejó pueblos enteros quemados; “donde nosotros pasábamos, en la sierra, parecía que había pasado un ciclón, había muchos pueblos quemados y muchos muertos y desaparecidos”.
Explicó que el gobierno empleó la estrategia que se conoce como la “aldea vietnamita”, es decir, que todo aquel que vivía en la sierra lo bajaba a la población para que no le prestara ayuda al grupo de Genaro Vázquez.
Dijo que particularmente el grupo de Genaro Vázquez padeció varias persecuciones en la sierra de Atoyac, en donde el secretario de la Defensa Nacional, Hermenegildo Cuenca Díaz, les aplicó el “plan telaraña”, una estrategia contrainsurgente con la que se realizaron operaciones militares irregulares para sitiar pueblos enteros.
Mientras que en la región de la Montaña les aplicó la “Operación Amistad” con la que dejó pueblos enteros con huérfanos y “muchos colgados”.
Recordó en particular el caso de uno de sus compañeros del grupo cercano a Genaro, Pedro, a quien lo obligaron a cavar su propia tumba “y fue enterrado ahí mismo”, en la región de la Montaña.
Pero dijo que la responsabilidad no es sólo del ex presidente Echeverría, sino que fue corresponsable todo su equipo; “Leí que estuvo hasta (Porfirio) Muñoz Ledo en su gabinete, y de alguna manera todos ellos tienen responsabilidad en la guerra que se le hizo al pueblo de Guerrero y al pueblo de México”.
Personalmente, Bracho Campos también sufrió la represión en ese sexenio. Fue encarcelado en 1972 y torturado en el Campo Militar Número 1, hasta que un año después salió exiliado 10 años a Cuba, donde trabajó y logró terminar sus estudios de español y literatura, “sólo así superé la situación de persecución en México, gracias a la revolución cubana, allá nos curaron”.
A José Bracho lo detuvieron cuatro días después del accidente en el que murió Genaro (el 2 de febrero de 1972), “mejor dicho, donde lo asesinaron”, aclaró.
Recordó que lo detuvieron a un lado de la carretera antes de llegar a Morelia, Michoacán, en un lugar que no conocía; estaba herido, en el choque se fracturó la cara y la cabeza. Por ello cuando lo agarraron estaba inconsciente y lo llevaron al cuartel militar de Morelia donde le aplicaron una dosis de droga.
“Ahí me dieron unos cuantos golpes y después no supe de mí, hasta que amanecí en el Campo Militar Número Uno.
Dijo que así como iba herido del accidente lo siguieron golpeando en la cárcel; “fue el Ejército”, denunció, pero no recuerda quién lo comandaba.
Días después lo trasladaron al penal de Chilpancingo junto con otros de sus compañeros, entre ellos Justino Piza, Arturo Miranda, Pedro Contreras y unos doctores de quienes no recuerda sus nombres.
Explicó que en el penal de la capital del estado, gracias a la participación de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) disminuyó el trato represivo, porque constantemente recibían la visita de los maestros universitarios, “que siempre estaban en la calle protestando y gracias a ellos no hubo mayores consecuencias”.
Contó, a petición del reportero, que en el movimiento de Genaro Vázquez, eran pocos los que dirigían, “de los viejos, podríamos decir éramos sólo Genaro y yo; Genaro era nuestro comandante en el núcleo popular revolucionario de la ACNR, y yo era el segundo de a bordo, podríamos decir era yo el subcomandante de la guerrilla, esa era mi misión”.
Eso indicaba que a la muerte de Genaro, José Bracho tenía que quedarse al frente del movimiento, pero cuatro días después del accidente en el que fue encontrado muerto el guerrillero Vázquez Rojas, Bracho fue detenido.
Cayó preso en febrero de 1972 y en mayo de 1973 salió exiliado a Cuba.
Informó que en la isla, él y sus compañeros Antonio Sotelo, Demóstenes Lozano, Santos Méndez, Zeferino Contreras e Ismael Bracho, se organizaron e intentaron regresar para continuar el movimiento en México “pero la situación era más difícil; ya había un descenso en la lucha y mejor decidimos solidarizarnos con la revolución cubana en todos los sentidos”.
Se solidarizaron con aquél país cortando caña y colaboraron impartiendo clases en las escuelas secundarias básicas, a cambio la revolución les dio la oportunidad de seguir estudiando, fue así que, en el caso de Bracho terminó su carrerea en la espacialidad de español y literatura.
Reconoció que gracias a ello, ahora, con 79 años de edad, sigue trabajando como catedrático en la Escuela Preparatoria 17 de Acapulco, “y gracias a esta situación he podido mantener a mi familia”.
De sus antiguos correligionarios, contó que sólo sobreviven Ismael Bracho, Demóstenes Lozano y él. Ya fallecieron Santos Méndez, Zeferino Contreras y Antonio Sotelo.
Recordó una anécdota: en agosto de 1975, cuando el presidente Echeverría viajó a Cuba, el gobierno de aquél país les dijo: “Entre ustedes (el presidente y los exiliados) no hay empatía; va a venir ese señor a visitar Cuba, queremos invitarlos a ustedes para que conozcan la isla”.
Fue así que cuando Echeverría llegó a Cuba, los guerrilleros estaban recorriendo los lugares históricos de la revolución cubana, “y nos evitamos el contacto con él”, celebró José Bracho.
Explicó que cuando regresaron a México había un repunte del movimiento popular; había organizaciones sociales y de campesinos que pedían, sobre todo, vivienda, y dijo que fue esa gente la que los fue a recibir al Aeropuerto en 1984.
“Gracias a esa movilización y gracias a la solidaridad de la Universidad Autónoma de Guerrero logramos reconstruir la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria (ACNR) y darle vida en las condiciones de aquel entonces”.
Recordó que con esa organización participaron en la Universidad, apoyando a los rectores que se vinculaban con el pueblo “y tuvimos oportunidad de hacer uno o dos congresos de la ACNR y darle vida con nuevos cuadros y elementos”.
José Bracho tiene ahora 79 años y tenía 25 cuando falleció Genaro Vázquez, “por eso cuento lo que recuerdo”, se justifica.
A 50 años está convencido de que no fue en vano la lucha; “se lograron muchas cosas, gracias al movimiento se pudieron abrir las puertas de la nueva democracia, y gracias a ello tenemos un buen presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador”, opinó.
Para el ex guerrillero ya no hay condiciones para un movimiento como el que encabezó Genaro Vázquez; “imagínate la situación tan difícil que hay, estamos prácticamente en la puerta de la tercera guerra mundial, por donde quiera hay muertos y desaparecidos y el pueblo lo que desea es la paz, trabajar con seguridad”.