Abre la UAG convocatoria para recibir a alumnos de escuelas afectadas por Otis

Lenin Ocampo Torres

Chilpancingo

En el 63 aniversario de los Caídos del 60, universitarios llamaron a mantener una Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) que sea critica, que forme científicos, técnicos de alta calidad y buenos políticos para que sepan defender sus derechos y no sean zalameros.
También, el rector, Javier Saldaña Almazán anunció que en el sentido de una Universidad Pueblo se abrió una convocatoria para que todos los estudiantes de escuelas privadas y públicas que fueron afectadas por Otis, sean recibidos en escuelas de la UAG.
El sábado, en la Preparatoria 1 en Chilpancingo, se llevó acabó la ceremonia oficial donde se conmemoró un aniversario más de los 20 caídos del 30 de diciembre de 1960 que fueron asesinados por el Ejercito y que dio la autonomía a la universidad y el derrocamiento del gobernador Raúl Caballero Aburto.
En el evento que inició a las 8 de la mañana, el catedrático e integrante de la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria (ACNR), Arturo Miranda Ramírez, llamó a seguir fomentando una universidad critica, democrática y con buenos políticos que no seas zalameros.
“Los zalameros no cambian nada, porque todo lo ven perfecto y aquí queremos una educación crítica que tenga la capacidad de transformar lo que haya que transformar y eso significa que estamos en un reto como universidad” dijo el docente durante su intervención.
Abundó, que se debe hacer “una reforma académica integral y no solamente parchecitos en la perspectiva crítica, porque en la línea de la educación del proyecto nacional de la escuela mexicana, implica educación crítica y la universidad no puede seguir con el modelo neoliberal de enfoque por competencias, porque la educación neoliberal forma los cuadros que el capital necesita, no lo que necesita el pueblo”.
Por su parte, el rector reivindicó la importancia de la lucha del Movimiento del 60, que ha llevado estudio principalmente a los sectores pobres del estado de Guerrero.
En su mensaje anunció que la UAG lanzará una convocatoria para recibir alumnos de escuelas privadas o públicas que por afectaciones del huracán Otis fueron cerradas.
Advirtió que se van a revisar las nóminas de los trabajadores porque se ha encontrado inconsistencias, entre ellas, salarios dobles.
Saldaña Almazán informó que se detectó que aparecen 600 trabajadores en la nómina con más de dos plazas, además de que se dio de baja a 300 becarios que cobraban sin existir.
“Hoy toca sanear a la universidad y eso implica hacer una revisión a la nómina, ya se han detectado pagos dobles a más de 600 trabajadores y eso, o lo corrigen los de nómina o los cambiamos” indicó.
Manifestó que dichos casos se van a remitir a la Contraloría del gobierno del estado y la Controlaría del Congreso local para que se revisen.
“Los dobles pagos se revisan y se terminarán calificándolos como pagos indebidos. Ya se han hecho cambios en las áreas de Recursos Humanos, y en la Comisión Mixta; se acabaron los pagos dobles y ahora todos deben ajustarse al Contrato Colectivo de Trabajo” dijo durante su mensaje en la ceremonia.
El rector afirmó que con estas medidas “la Uagro se ahorrará más de un millón de pesos; en la Uagro, no sólo habrá auditoría financiera, sino académica”.
Finalmente contestó a los universitarios que “en días anteriores hubo reclamos de la falta de pagos, e indicó que sí se retrasan los pagos es porque la universidad ha crecido con nuevas escuelas preparatorias y nuevas unidades académicas”.
Asimismo, pidió a la gobernadora Evelyn Salgado Pineda que siga apoyando a la universidad y que no le haga caso a los funcionarios (sin mencionar su nombre) que le recomiendan lo contrario.
A la ceremonia acudieron familiares, estudiantes y directivos de la UAG.

 

Rechaza la ACNR el ataque de la “ultraderecha fascistoide” a los nuevos libros

Ramón Gracida Gómez

La Asociación Cívica Nacional Revolucionaria (ACNR) manifestó su rechazo “al ataque del bloque de la ultraderecha fascistoide en contra de los libros de texto gratuitos”.
En un comunicado, la organización fundada por el guerrillero Genaro Vázquez Rojas, señaló que la posición en contra del nuevo modelo educativo se debe a la proximidad de las elecciones presidenciales y la “resistencia del bloque oligárquico y neoliberal” en contra de las políticas del presidente Andrés Manuel López Obrador.
El documento titulado Alto a la Ofensiva Oligárquica contra la Educación Pública, se dice que el ataque del bloque de la ultraderecha tiene de pretexto la descalificación y la manipulación ideológica en los libros de la SEP, pero “temen que las nuevas generaciones conozcan” los crímenes de lesa humanidad que cometieron, como el del 2 de octubre de 1968, en Tlatelolco.
La ACNR resalta que estos libros de texto fueron elaborados por maestros y especialistas en ciencias de la educación, a través de una convocatoria abierta.
Además, la Nueva Escuela Mexicana es un modelo educativo que tiene los principios de la escuela activa y tiene el enfoque del método por proyectos, en el que participan todos los actores educativos de cada escuela, con el propósito fundamental de “formar ciudadanos críticos, solidarios y humanistas con sus semejantes, su país y el mundo, y con un alto nivel científico y cultural”.
Dada la cercanía de las próximas elecciones presidenciales, expone, el nuevo modelo educativo y los libros de texto concitan “la resistencia del bloque oligárquico y neoliberal, que durante décadas pretendieron convertir la educación en mercancía, con el fin de contar con mano de obra barata para los intereses del gran capital doméstico y extranjero, cuyos gobiernos fueron responsables del vergonzante rezago educativo actual”.
Indica que los llamados a destruir e incinerar los libros de la SEP, evidencian “su desesperación, frustración y rabioso descontento por las nuevas realidades y avances en el terreno educativo y social que tiene el país, emprendidos por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador. Y ahora, vienen por su revancha, con sus magras figuras y sus campañas de odio, noticias falsas y manipulación”.
La publicación, firmada por los compañeros de Genaro Vázquez, como Demóstenes Lozano Valdovinos, Arturo Miranda Ramírez y José Bracho Campos, termina con un llamado a los maestros y a la sociedad en general para cerrar filas en defensa de la educación pública y los libros de texto gratuitos, “pero, sobre todo, a comprometerse en construir el nuevo modelo de nación, que demanda la mayoría de mexicanos”.
También firman Gregorio Fernández Brito, Guillermo Sotelo Raviela y Gelasio Miranda Ramírez, entre otros 12 hombres y mujeres.

 

Pedirá la ACNR a AMLO esclarecer la muerte de GenaroVázquez; fue asesinado, sostienen

Apolonio Barragán Márquez, Arturo Miranda Ramírez, José Bracho Campos, Moisés Ocampo y Felipe Ramírez en la conferencia de prensa Foto: Jesús Eduardo Guerrero

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

A 51 años de la muerte del guerrillero Genaro Vázquez Rojas, la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria (ACNR), que fundó, pidió al gobierno federal investigar su muerte y castigar a los responsables.
Dirigentes de la agrupación, entre ellos sus correligionarios, Arturo Miranda Ramírez y José Bracho Campos, anunciaron en conferencia de prensa que la petición formal la entregarán el 2 de febrero durante las actividades por el 51 aniversario de su muerte en San Luis Acatlán a la Comisión por el Acceso a la Verdad y el Esclarecimiento Histórico y Justicia a las Violaciones Graves a los Derechos Humanos cometidos entre los años 1965-1990.
Los integrantes de la ACNR, declararon que existen evidencias de que Vázquez Rojas no murió en el accidente el 2 de febrero de 1972 cuando se dirigían a Morelia, Michoacán.
Aseguraron que los policías y militares lo levantaron con vida y se lo llevaron al cuartel militar de Morelia en donde lo mataron, y exigieron que se esclarezcan las condiciones de su muerte y castigo a los responsables.
Los integrantes de la ACNR, Arturo Miranda Ramírez, José Bracho Campos, Moisés Ocampo y Felipe Ramírez, así como el dirigente de colonias de Chilpancingo, Apolonio Barragán Márquez, entre otros integrantes de la agrupación, ofrecieron una conferencia de prensa este lunes en la que informaron las actividades que se realizan como parte del 51 aniversario del fallecimiento del guerrillero.
Miranda Ramírez, informó que en las actividades que tienen consideradas para el 2 de febrero en San Luis Acatlán, de donde era originario Vázquez Rojas, entregarán el oficio con la petición a integrantes de la Comisión por el Acceso a la Verdad y el Esclarecimiento Histórico y Justicia a las Violaciones graves a los Derechos Humanos cometidos entre los años 1965-1990, que han confirmado su asistencia.
El documento irá dirigido al presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Estaremos demandando a la Comisión de la Verdad que en las investigaciones de los casos de violaciones durante la guerra sucia se incluya la figura del compañero Genaro Vázquez para que también se investigue las condiciones de su muerte y se castigue a los responsables”, dijo Miranda Ramírez.
José Bracho Campos, quien viajaba el 2 de febrero de 1972 cuando murió Vázquez Rojas, según la información pública en un accidente automovilístico, aseguró que cuando recobró el conocimiento vio que Vázquez Rojas estaba con vida.
“Genaro estaba vivo, yo sentí que resollaba fuertemente,”, y explicó que el comandante iba en el lugar más seguro del vehículo, y que si el resto de sus acompañantes sólo resultaron heridos, “cómo es posible que sólo Genaro haya muerto; yo que iba adelante no morí, sólo me estrellé contra el parabrisas y el chofer sólo se dio un golpe con el volante”.
Añadió que después de que salió a buscar ayuda para que lo sacaran del vehículo “es posible que haya llegado la policía o los militares y se lo llevaron porque todos (los policías) ya traían las fotos de él y la mía y es posible que lo hayan identificado y se lo llevaron directamente no al hospital, sino al cuartel militar de Morelia”.
Recordó que después, el resto de los acompañantes que iban con Vázquez Rojas huyeron del lugar, y no supieron lo que pasó con el comandante. Bracho informó que días después lo detuvieron y lo trasladaron al Campo Militar número uno de la Ciudad de México en donde al leer un periódico se enteró por la fecha que era el 14 de febrero.
“Pero yo no supe cuál fue el destino del compañero, a él se lo llevaron al Cuartel Militar (de Morelia, Michoacán), y su esposa dijo que le vio un golpe en forma de “V” en la frente, como si hubiera sido un culatazo para rematarlo”.
Para Bracho Campos, Genaro fue asesinado, “porque no es posible que de cinco (que iban el vehículo); dos al frente y Genaro atrás, sólo él haya perdido la vida, por eso estamos ante la Comisión de la Verdad y la Justicia reclamando el esclarecimiento de la muerte del compañero”, insistió.
Miranda Ramírez, informó que esta es la primera vez, después de 51 años de la muerte del guerrillero que van a pedir oficialmente el esclarecimiento de su muerte y castigo a los responsables.
Explicó que antes no lo hicieron porque no tenían confianza en los gobiernos anteriores y que ahora esperan que haya respuesta por parte del gobierno del presidente López Obrador.
Informó que dentro de las actividades que tienen programadas para el 2 de febrero en San Luis Acatlán, han confirmado la asistencia de integrantes de la Comisión por el Acceso a la Verdad y el Esclarecimiento Histórico y Justicia a las Violaciones graves a los Derechos Humanos cometidos entre los años 1965-1990 a quienes entregarán la solicitud formal.
Como parte de las actividades, ese día colocarán una ofrenda floral en el monumento al guerrillero en la plaza central, realizarán un homenaje en el panteón municipal y otro contingente participará en un homenaje en el sitio donde ocurrió el accidente en Michoacán, se informó en la conferencia de prensa.

En época de Echeverría, por donde pasaba el Ejército quedaban muertos y desaparecidos: José Bracho

Al centro, con lentes, José Bracho y otros asistentes al 50 aniversario del asesinato de Genaro Vázquez en San Luis Acatlán, el 2 de febrero de este año Foto: Facebook

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

A José Bracho Campos, el segundo de a bordo del movimiento guerrillero de Genaro Vázquez Rojas, como tal, le tocó ser testigo de las persecuciones en la sierra y en la Montaña de Guerrero durante la guerra sucia de los años setentas; “por donde pasaba el Ejército parecía que pasaba un ciclón, quedaban pueblos enteros quemados, muchos muertos y desaparecidos en la sierra y colgados en la Montaña”, describió 50 años después.
Para él, éste fue el legado que dejó el gobierno del presidente de la República Luis Echeverría Álvarez, fallecido el 8 de julio pasado a los 100 años de edad en su casa de Cuernavaca, Morelos, y quien gobernó el país de 1970 a 1976.
Recordó que Genaro Vázquez decía que Echeverría “con su falso nacionalismo no iba a engañar a nadie”, después de que lo conoció circunstancialmente en la Secretaría de Educación Pública (SEP) en la Ciudad de México.
Bracho dijo que en una ocasión Vázquez Rojas le describió a un Luis Echeverría muy astuto y hábil: “se te queda mirando y te estudiaba de pies a cabeza, nada que ver con Lázaro Cárdenas”.
En entrevista telefónica, Bracho Campos lamentó que las leyes no hayan sido capaces de ubicarlo como responsable de las masacres de 1968, cuando era secretario de Gobernación y la de 1971, ya cuando era presidente de la República, pero sobre todo por la guerra sucia que aplicó en Guerrero contra el movimiento social, en especial al de Genaro Vázquez y Lucio Cabañas.
Contó que el gobierno de Echeverría, a través del Ejército, dejó pueblos enteros quemados; “donde nosotros pasábamos, en la sierra, parecía que había pasado un ciclón, había muchos pueblos quemados y muchos muertos y desaparecidos”.
Explicó que el gobierno empleó la estrategia que se conoce como la “aldea vietnamita”, es decir, que todo aquel que vivía en la sierra lo bajaba a la población para que no le prestara ayuda al grupo de Genaro Vázquez.
Dijo que particularmente el grupo de Genaro Vázquez padeció varias persecuciones en la sierra de Atoyac, en donde el secretario de la Defensa Nacional, Hermenegildo Cuenca Díaz, les aplicó el “plan telaraña”, una estrategia contrainsurgente con la que se realizaron operaciones militares irregulares para sitiar pueblos enteros.
Mientras que en la región de la Montaña les aplicó la “Operación Amistad” con la que dejó pueblos enteros con huérfanos y “muchos colgados”.
Recordó en particular el caso de uno de sus compañeros del grupo cercano a Genaro, Pedro, a quien lo obligaron a cavar su propia tumba “y fue enterrado ahí mismo”, en la región de la Montaña.
Pero dijo que la responsabilidad no es sólo del ex presidente Echeverría, sino que fue corresponsable todo su equipo; “Leí que estuvo hasta (Porfirio) Muñoz Ledo en su gabinete, y de alguna manera todos ellos tienen responsabilidad en la guerra que se le hizo al pueblo de Guerrero y al pueblo de México”.
Personalmente, Bracho Campos también sufrió la represión en ese sexenio. Fue encarcelado en 1972 y torturado en el Campo Militar Número 1, hasta que un año después salió exiliado 10 años a Cuba, donde trabajó y logró terminar sus estudios de español y literatura, “sólo así superé la situación de persecución en México, gracias a la revolución cubana, allá nos curaron”.
A José Bracho lo detuvieron cuatro días después del accidente en el que murió Genaro (el 2 de febrero de 1972), “mejor dicho, donde lo asesinaron”, aclaró.
Recordó que lo detuvieron a un lado de la carretera antes de llegar a Morelia, Michoacán, en un lugar que no conocía; estaba herido, en el choque se fracturó la cara y la cabeza. Por ello cuando lo agarraron estaba inconsciente y lo llevaron al cuartel militar de Morelia donde le aplicaron una dosis de droga.
“Ahí me dieron unos cuantos golpes y después no supe de mí, hasta que amanecí en el Campo Militar Número Uno.
Dijo que así como iba herido del accidente lo siguieron golpeando en la cárcel; “fue el Ejército”, denunció, pero no recuerda quién lo comandaba.
Días después lo trasladaron al penal de Chilpancingo junto con otros de sus compañeros, entre ellos Justino Piza, Arturo Miranda, Pedro Contreras y unos doctores de quienes no recuerda sus nombres.
Explicó que en el penal de la capital del estado, gracias a la participación de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) disminuyó el trato represivo, porque constantemente recibían la visita de los maestros universitarios, “que siempre estaban en la calle protestando y gracias a ellos no hubo mayores consecuencias”.
Contó, a petición del reportero, que en el movimiento de Genaro Vázquez, eran pocos los que dirigían, “de los viejos, podríamos decir éramos sólo Genaro y yo; Genaro era nuestro comandante en el núcleo popular revolucionario de la ACNR, y yo era el segundo de a bordo, podríamos decir era yo el subcomandante de la guerrilla, esa era mi misión”.
Eso indicaba que a la muerte de Genaro, José Bracho tenía que quedarse al frente del movimiento, pero cuatro días después del accidente en el que fue encontrado muerto el guerrillero Vázquez Rojas, Bracho fue detenido.
Cayó preso en febrero de 1972 y en mayo de 1973 salió exiliado a Cuba.
Informó que en la isla, él y sus compañeros Antonio Sotelo, Demóstenes Lozano, Santos Méndez, Zeferino Contreras e Ismael Bracho, se organizaron e intentaron regresar para continuar el movimiento en México “pero la situación era más difícil; ya había un descenso en la lucha y mejor decidimos solidarizarnos con la revolución cubana en todos los sentidos”.
Se solidarizaron con aquél país cortando caña y colaboraron impartiendo clases en las escuelas secundarias básicas, a cambio la revolución les dio la oportunidad de seguir estudiando, fue así que, en el caso de Bracho terminó su carrerea en la espacialidad de español y literatura.
Reconoció que gracias a ello, ahora, con 79 años de edad, sigue trabajando como catedrático en la Escuela Preparatoria 17 de Acapulco, “y gracias a esta situación he podido mantener a mi familia”.
De sus antiguos correligionarios, contó que sólo sobreviven Ismael Bracho, Demóstenes Lozano y él. Ya fallecieron Santos Méndez, Zeferino Contreras y Antonio Sotelo.
Recordó una anécdota: en agosto de 1975, cuando el presidente Echeverría viajó a Cuba, el gobierno de aquél país les dijo: “Entre ustedes (el presidente y los exiliados) no hay empatía; va a venir ese señor a visitar Cuba, queremos invitarlos a ustedes para que conozcan la isla”.
Fue así que cuando Echeverría llegó a Cuba, los guerrilleros estaban recorriendo los lugares históricos de la revolución cubana, “y nos evitamos el contacto con él”, celebró José Bracho.
Explicó que cuando regresaron a México había un repunte del movimiento popular; había organizaciones sociales y de campesinos que pedían, sobre todo, vivienda, y dijo que fue esa gente la que los fue a recibir al Aeropuerto en 1984.
“Gracias a esa movilización y gracias a la solidaridad de la Universidad Autónoma de Guerrero logramos reconstruir la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria (ACNR) y darle vida en las condiciones de aquel entonces”.
Recordó que con esa organización participaron en la Universidad, apoyando a los rectores que se vinculaban con el pueblo “y tuvimos oportunidad de hacer uno o dos congresos de la ACNR y darle vida con nuevos cuadros y elementos”.
José Bracho tiene ahora 79 años y tenía 25 cuando falleció Genaro Vázquez, “por eso cuento lo que recuerdo”, se justifica.
A 50 años está convencido de que no fue en vano la lucha; “se lograron muchas cosas, gracias al movimiento se pudieron abrir las puertas de la nueva democracia, y gracias a ello tenemos un buen presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador”, opinó.
Para el ex guerrillero ya no hay condiciones para un movimiento como el que encabezó Genaro Vázquez; “imagínate la situación tan difícil que hay, estamos prácticamente en la puerta de la tercera guerra mundial, por donde quiera hay muertos y desaparecidos y el pueblo lo que desea es la paz, trabajar con seguridad”.