Enviaron el CNI y el EZLN 12 toneladas de víveres para afectados por Otis en Coyuca

A partir del 29 de octubre, damnificados por el huracán Otis en Tepetixtla, Barrio Nuevo, Pueblo Viejo, Las Salinas y la cabecera de Coyuca de Benítez recibieron comida preparada y despensas con alimentos enviados por el CNI y el EZLN Foto: Cortesía de la OCSS

Redacción

Ante la fata de apoyo del gobierno a campesinos serranos y vecinos de la parte baja de Coyuca de Benítez damnificados por el huracán Otis, el Congreso Nacional Indígena (CNI) y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) enviaron 12 toneladas de víveres para abastecer 10 comedores comunitarios en la cabecera municipal.
Según un comunicado de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS) también armaron paquetes de despensas que se repartieron en algunos pueblos como Tepetixtla, Barrio Nuevo, Pueblo Viejo y Las Salinas en donde el meteoro dañó la mayoría de las casas.
La OCSS denunció que las autoridades siguen sin llevar apoyo a comunidades de la sierra de Coyuca de Benítez en donde el viento se llevó los techos de las viviendas, ni a la costa en donde la mayoría de las casas tuvo daños. Agregó que en ambos casos los damnificados continúan sin luz e Internet.
Indicó que tras las afectaciones del huracán, el CNI y el EZLN convocaron a las organizaciones sociales del país a donar víveres para los campesinos damnificados de la Sierra y Costa Grande, porque “el gobierno de la Cuarta Transformación concentró los apoyos en los grandes hoteleros y comerciantes del puerto de Acapulco”, y se olvidó “de las miles de familias pobres, principalmente campesinas”.
Informa que las organizaciones instalaron un centro de acopio en la Ciudad de México y llamaron a hacer depósitos y transferencias bancarias para los damnificados en las comunidades.
Dijo que tras la convocatoria, las organizaciones llamaron a la OCSS para recoger las 12 toneladas de víveres el 29 de octubre. Precisaron que entre éstas hay arroz, frijol, Maseca, atún, papel higiénico, toallas sanitarias, agua, entre otros.
La OCSS mencionó que trasladó a Guerrero los víveres con apoyo de la organización Oxfam.
Detalló que durante ocho días repartieron los productos, “en su mayoría a los comedores comunitarios, se abastecieron más de 10, y otro poco en Tepetixtla, Barrio Nuevo, Pueblo Viejo y Las Salinas en donde la mayoría de los habitantes perdieron todo y sus casas están dañadas”.
Mencionó que la preparación de los alimentos, la hicieron los mismos damnificados.

Marcha Cipog-EZ en la Cdmx; señala violencia de grupos delictivos en sus comunidades

Integrantes del Consejo Indígena y Popular Emiliano Zapata durante la marcha de ayer en la Ciudad de México con motivo del Día de la Nación Pluricultural Foto: El Sur

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

Miembros del Consejo Indígena y Popular Emiliano Zapata (Cipog-EZ) que tienen presencia en pueblos nahuas de Chilapa, marcharon la tarde de ayer en la Ciudad de México con motivo del Día de la Nación Pluricultural, y denunciaron la violencia que sufren de grupos delictivos en sus comunidades.
La dirigencia de la agrupación informó en un comunicado que participaron en respuesta al llamado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), para manifestarse, además en contra de la militarización en las zonas indígenas.
La mayoría del contingente de Guerrero fue de la comunidad de Alcozacán, municipio de Chilapa, donde tiene su sede el Cipog-EZ.
El dirigente de la agrupación, Jesús Plácido Galindo informó que en la marcha el contingente guerrerense exigió a los tres órdenes de gobierno el cese de la violencia en las comunidades, que se ejerce a través de grupos delictivos que tienen el respaldo de las autoridades.
Plácido Galindo agregó que independientemente de la violencia que sufren los pueblos indígenas de Chilapa, carecen de obras sociales.
Jesús Placido denunció que cientos de familias siguen esperando la justicia “porque el Estado no ha detenido a integrantes del grupo criminal Los Ardillos, quienes generan violencia y, este grupo criminal ha ganado terreno en ocho municipios de la Montaña y zona Centro”.
Denunció que los gobiernos de la Cuarta Transformación no resolverán los problemas de las comunidades indígenas con programas sociales, porque aún existen corrupción e inseguridad.
Agregó que, además, ayer se sumaron al objetivo de la marcha que fue la exigencia del cese a la militarización en Chiapas, donde han llegado en los últimos días grupos delictivos “y ahora el Estado mexicano intenta enviar al Ejército”.

Visita una misión pueblos de Chiapas del Cipog-EZ para instalar en Alcozacán una radio comunitaria

Lourdes Chávez

Chilpancingo

Pobladores de comunidades de Chilapa, integradas al Consejo Indígena y Popular de Guerrero Emiliano Zapata (Cipog-EZ), recibieron a la segunda Misión de Observación de la Sexta Nacional e Internacional, en Alcozacán, para lanzar ahí la campaña de recaudación de recursos y materiales que les permita instalar la Radio Organizando la Lucha por la Autonomía (ROLA) en la región.
En consulta telefónica, el dirigente, Jesús Plácido Galindo indicó que el sábado llegaron a integrantes del Congreso Nacional Indígena (CNI) y de Radio Zapote de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), y ayer, con unas 800 personas marcharon a la Casa de la Cultura, donde se ubicará la Radio Comunitaria por autodeterminación de los pueblos.
En su mensaje, el Cipog-EZ llamó a resistir en la lucha para construir un mundo mejor, frente a los narcotraficantes y paramilitares, “que se han dedicado desde hace varios años ya a aplastar cualquier intento de organización”, como esta iniciativa.
La primera Misión Civil de Observación de la Sexta en Chilapa, este año, documentó el asedio a los pueblos nahuas de este municipio, donde opera la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias de los Pueblos Fundadores (CRAC-PF), y el Cipog-EZ, los crímenes y violaciones a los derechos humanos que han padecido.
Este domingo, en un mitin, fijaron postura sobre un nuevo medio de comunicación para buscar justicia, verdad, democracia, libertad, desarrollo y respeto para los pueblos, su identidad y cultura.
“Sabemos que el sistema mundial pretende crear un pensamiento unidireccional, así como la imposición de su idea del mundo, donde todos y todas estemos sometidos. Sin alternativas, la única opción es rebelarse para crear un nuevo mundo en el que verdaderamente podamos existir como decidamos, no como alguien más nos diga”.
Señalaron que pueden construir lo que necesitan y destruir “aquello que nos mata”, en el entendido de no ser como los poderosos esperan.
“No queremos ser parte de la farsa electoral, de la falsa democracia, no queremos ser explotados por patrones, caciques o grupos delincuenciales. No queremos ser presas de los partidos, ni queremos la muerte en nuestras comunidades por enfermedades curables”.
Es decir, que las alternativas de sus hijos no sean ir a las filas del narcotráfico, ni del Ejército para reprimir al pueblo.
Defendieron la idea de la autodefensa de la vida, “porque el Sistema disfruta de ver muerte y destrucción, pues con ello se lucra, se ganan elecciones, se exterminan y desplazan comunidades, hasta que se impone un nuevo orden, el del vencedor: el sistema capitalista”.
Llamaron a construir colectivamente como los zapatistas en Chiapas, otro sistema de justicia, de educación, salud, de relacionarse con otras personas, y a resistir ante a las dificultades, porque mientras los pueblos del CNI gestan luchas a la izquierda, denunciaron que grupos narcotraficantes y paramilitares, “se han dedicado desde hace varios años ya, a aplastar cualquier intento de organización”.
Lametaron que la resistencia del Cipog-EZ ha costado vidas, pero destacaron coincidencias con las demandas de los pueblos del CNI para tener una Red y construir algo más grande y organizado.
“No sabemos aún cuál es la forma en la que puede funcionar algo más
grande, lo que sí sabemos es que este esfuerzo que inicia hoy, no será sólo nuestro, sino de colectivos y organizaciones de distintas partes del mundo”.
En esta iniciativa, la ROLA, voz de los pueblos, la voz de los sin voz, señalaron que será trascendental para fortalecer los lazos comunitarios, la autonomía y la cultura en lenguas indígenas, ñamnkué, me phaa, náhuatl y afromexicano, y en la lucha contra los grupos delincuenciales, que se reproducen a lo largo y ancho del país, contra la minería, contra el desprecio, el despojo y la explotación”.
Presentaron los nombres de las organizaciones que recibirán los fondos, en México, la asociación Raúl Romero Gallardo; en Estados Unidos el Colectivo Grietas, y en Europa, La Otra Europa, del 28 de agosto de 2022, al 31 de enero de 2023.
Reconocieron la solidaridad del CNI, del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), de la Misión Civil de Observación Sexta (MCO-S), de la Red Universitaria Anticapitalista, del colectivo Grietas Norte, de Global Majority Vs Campaign, y Radio Zapote, en la planeación de esta campaña solidaria.
Reconocieron también a quienes acudieron en 2018 a la Caravana Por la Vida y por el Agua, y quienes se manifiestan contra la violencia en nuestras comunidades, “esperamos seguir contando con ustedes en este nuevo proceso, con las Redes de Resistencia y Rebeldía Solidarias, con otras radios comunitarias de quienes necesitaremos su consejo, con los colectivos y demás organizaciones, con la Sexta Nacional e Internacional y con todos y todas cuyo corazón late abajo y a la izquierda”, finalizó.

 

En 20 años se ha agravado drásticamente la situación de los indígenas: Centro Morelos

 

A 20 años de su fundación, el Centro Regional de Derechos Humanos José María Morelos y Pavón (Centro Morelos), destacó que la situación en que viven los pueblos indígenas con los que trabaja se ha agravado de manera drástica, debido a que además de la pobreza y la miseria que padecían en ese tiempo, ahora, además viven inmersos en un contexto de violencia y de violación a los derechos humanos.
En un comunicado, el Centro Morelos reconoce que, a pesar de su trabajo, el contexto se ha agravado de manera “drástica”, ahora las comunidades viven no sólo en un ambiente de inseguridad alimentaria, sino de inseguridad social, y denuncia que se les sigue negando los más elementales derechos.
“Hoy las comunidades enfrentan otros retos que tienen que ver con la inseguridad provocada por el accionar de los grupos de la delincuencia organizada, que han roto el tejido social hasta en los lugares más apartados contando con la complicidad de las autoridades de todos los niveles”, denuncia el Centro Morelos, en el documento.
Menciona que en ese contexto, 20 años después, dos temas son los que ocupan su agenda, el desplazamiento forzado de las familias víctimas de la violencia y la desaparición forzada de personas por esa misma causa.
El Centro Morelos comenzó sus actividades en 1997, después de varios meses de pláticas informales con vecinos de diferentes comunidades, con quienes los promotores comenzaron a hablar del quehacer de cada uno en la lucha social en el contexto nacional y regional, “de las inquietudes que despertaban las injusticias, la pobreza y marginación que se vivía en los pueblos indígenas”, detalla el organismo en su documento.

La militarización ante el surgimiento del EZLN y del EPR motivaron el interés en crear el organismo, recuerdan

Antes, en 1994 había salido a la luz pública el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), y en 1996 en Guerrero surgió el Ejército Popular Revolucionario (EPR).
Los dos hechos motivaron el incremento de la militarización y la violación a los derechos humanos que se traducían en torturas, extorsiones y detenciones extrajudiciales, y fue lo que motivó el interés de crear un organismo de esta naturaleza.
Cuando los promotores lograron consolidar un grupo con un interés común, donde participaban sacerdotes, docentes, trabajadores de la salud, campesinos y estudiantes, pasaron a la siguiente etapa, en la que el párroco de La Villa de Chilapa, Bernardo Sánchez Cruz tuvo un papel fundamental. “Él, con el conocimiento de las injusticias que sufrían en las comunidades, abrazó la propuesta con mucho optimismo y así, después de varios meses de reuniones, decidimos constituirnos en un organismo de promoción y defensa de los derechos humanos, haciendo su presentación pública el 25 de enero de 1997, y posteriormente hicimos los trámites legales”, recuerdan en el comunicado.
El organismo destaca que, a 20 años, el Centro Morelos “es un organismo de la sociedad civil que llegó para quedarse”.
En los primeros casos que atendió comprobó que no había equivocación en el análisis de la violencia que los militares ejercían hacia la población que sitiaba comunidades indígenas, deteniendo, torturando, desapareciendo temporalmente a varios campesinos y violando a mujeres indígenas.
“Entonces, nos dimos cuenta de que no bastaban los buenos deseos ni las buenas intenciones, sino que, para poder cumplir con nuestra misión, teníamos que buscar incorporar licenciados en derecho con vocación, mística, convicción y, desde luego, buscar recursos económicos para cubrir los gastos”.
Las actividades del organismo durante los primeros 12 años giraron en torno a la promoción de los derechos humanos, organizando alrededor de 20 talleres, reuniones y recorridos permanentes en comunidades de los municipios de Ahuacuotzingo, Atlixtac, Zitlala y Chilapa.
En 2001, el Centro Morelos comenzó a acompañar a víctimas de desaparición forzada, como Faustino Jiménez Álvarez, caso que llegó ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
En 2007 realizó una campaña para promover la formación de la Policía Comunitaria en la región, organizando reuniones en varias comunidades, “pero no se tuvo eco porque la gente lo primero que preguntaba: ¿Cuánto van a pagar? y ¿las armas las va a dar el gobierno?”. El Centro Morelos menciona que por eso extraña que en la actualidad surjan tantos supuestos policías comunitarios.
Para 2010, el organismo publicó el diagnóstico, La situación de los derechos humanos de las mujeres indígenas y la violencia contra ellas en la región de la Montaña baja del estado de Guerrero, en el que se habla de la doble violencia ejercida sobre las mujeres indígenas.
Actualmente las comunidades enfrentan otros retos, “que tienen que ver con la inseguridad provocada por el accionar de los grupos de la delincuencia organizada que han roto el tejido social hasta en los lugares más apartados contando con la complicidad de las autoridades de todos los niveles, sufriendo una mayor vulnerabilidad cientos de jóvenes que, impulsados por la miseria, se involucran en los grupos delincuenciales”.
En estas condiciones, menciona que dos temas ocupan su agenda, el desplazamiento forzado y la desaparición forzada de personas.
Desde 2011, el Centro Morelos acompañó a 32 familias de La Laguna, municipio de Coyuca de Catalán, víctimas de desplazamiento forzado ante la delincuencia organizada.
En enero del 2016, comenzó a dar acompañamiento a 34 familias desplazadas de la comunidad indígena de Quetzalcoatlán de las Palmas, municipio de Zitlala, víctimas de hombres armados que irrumpieron en sus casas, dejando a seis vecinos muertos.
También ha acompañado a las madres y padres de los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa desaparecidos en Iguala el 26 y 27 de septiembre de 2014.
Asimismo, después de la irrupción de civiles armados en Chilapa, en mayo del 2015, que dejó por lo menos 16 desaparecidos, “hemos caminado de la mano con el colectivo Siempre Vivos, conformado hasta ahora por familiares de más de 100 personas desaparecidos en el que se encuentran personas de comunidades de Chilapa y Zitlala”.
“Ppese a este panorama” el organismo se encuentra consolidado, “con una mayor experiencia” y se ha convertido en un “referente” en los temas de desplazamiento y desaparición, menciona.