Poca y cara la mano de obra de albañiles y herreros tras el huracán Otis, se quejan

Jacob Morales Antonio y Argenis Salmerón

La gran demanda de mano de obra para la reconstrucción de las casas, edificios de condominios y hoteles disparó el salario de los albañiles y peones hasta cinco veces en colonias céntricas de clase media y alta.
Trabajadores que estaban trabajando en dos casas en la colonia Emiliano Zapata, indicaron que por una jornada de trabajo los albañiles están cobrando entre 600 y 800 pesos, y los peones entre 400 y 600 pesos, según el área de trabajo como en colonias populares y poblados.
Sin embargo en las colonias céntricas y de clase media y alta, están cobrando mil 200 pesos los peones, y 2 mil pesos los maestros. Los trabajadores indicaron que no se dan abasto y que tienen ya agendados trabajos hasta finales de año.
Antes del impacto del huracán Otis, los albañiles cobraban 400 pesos el día de trabajo y los peones 250 pesos, pero ahora ante la gran demanda la jornada de trabajo aumentó cinco veces por día.
Los trabajadores indicaron que otra forma en la que están cobrando es precio por obra o trabajo a realizar, manejando un tabulador si es la construcción de un muro, resanar paredes, o la colocación de losetas o pisos.

Lo mismo pasa con los trabajos de herrería, dicen

Por otra parte el dueño de una herrería, Willin Puello Sánchez, dijo que sigue alta la demanda de trabajos de herrería tras el paso del huracán Otis.
El local de herrería se ubica en la carretera federal Acapulco-Zihuatanejo, frente al fraccionamiento Marbella.
En declaraciones a El Sur, el dueño del negocio mencionó que el trabajo se atrasa por la falta de trabajadores.
Indicó que las personas después del impacto del huracán Otis pide reforzar las ventanas, puertas y reparaciones de portones.
Aseguró que después del huracán Otis hay mucha demanda de trabajo, incluso labora hasta los domingos para sacar los compromisos pendientes.
Añadió que tiene trabajo pendiente del mes de diciembre del año pasado, “vamos sobre la marcha y se atrasa uno por la falta de trabajadores”.
Declaró que tiene un ayudante de la región de Tierra Caliente, porque aseguró que “los de Acapulco no quieren trabajar”.
Consideró que el apoyo del censo que otorgó el gobierno federal por el impacto del huracán Otis y la entrega de despensas, “hizo a las personas flojas, siguen sin querer trabajar”.
Sostuvo que después del huracán Otis se reactivó la economía, porque “hubo trabajo por el dinero que dio el gobierno federal para la reparación de las casas”.
Contó que su local fue saqueado, “es que los fuertes vientos abrieron la cortina y quedó expuesto, se robaron mis herramientas”.
Manifestó que antes del huracán Otis no había trabajado, apenas una “chamba por semana, ahora sí hay, hasta salió para medio recuperar mi herramienta y reparar mi carro”.
“De lo malo a lo bueno, lamento las pérdidas de vida y cosas materiales, pero a nosotros nos vino a favorecer el huracán, tenemos trabajo”, puntualizó.
Puello Sánchez criticó que el gobierno del estado y municipio no ayudaron a los damnificados de Acapulco, “todo se lo dejaron al presidente Andrés Manuel López Obrador”.

 

Sí hay materiales de construcción, pero se ha encarecido la mano de obra, señalan

Jacob Morales Antonio

La presidenta de la Asociación de Materialistas de Guerrero, Elodia Vargas Lima, informó que el suministro de material de construcción de otros estados a Acapulco se ha estabilizado, pero la entrega a los damnificados se ha retrasado por el encarecimiento de la mano de obra.
En declaraciones por teléfono, la empresaria afirmó que no hay un aumento significativo de los precios en los materiales de construcción, porque los proveedores han mantenido los precios como antes del impacto del huracán Otis, sin embargo los materiales prefabricados sí han aumentado, como el tabicón o block.
“Donde tenemos una tardanza de entrega de material es en los agregados, arena, grava, tabicón. El tabicón ligero lo traen de Puebla y por la demanda antes del huracán estaba en 7 pesos cada uno, ahora alcanza un precio de hasta los 10 pesos”.
La empresaria dijo que el cemento que es uno de los productos de construcción más demandados no ha subido de precio, e incluso bajó. Indicó que antes del huracán cada bulto costaba 220 pesos, y con los precios de apoyo de las empresas bajó a 200 pesos y se ha mantenido en ese rango.
Vargas Lima propuso que el gobierno del estado genere un canal para poder traer mano de obra de los municipios de la Montaña del estado, donde hay gente y es muy trabajadora y que necesita empleo, como ayudante, peón, albañil o choferes.
Explicó que al igual que otros sectores económicos, debido a la migración de muchos trabajadores a otros estados después del impacto y el desastre que dejó el huracán en octubre, la mano de obra se fue de la ciudad, y quienes se quedaron han triplicado el precio de su trabajo.
Dijo que un chofer pasó de ganar de 2 mil 200 a 3 mil 500 pesos semanales, mientras que los albañiles pasaron de cobrar 500 pesos al día hasta mil pesos, y los ayudantes de albañiles pasaron de cobrar 300 pesos a 600 pesos por una jornada de ocho horas de trabajo.
“Tenemos una gran escasez de personal, la gente no está trabajando, en nuestro caso no tenemos choferes, chalanes, auxiliares contables, bodegueros. No puedo decir con exactitud qué está pasando, pero uno de los principales, es la salida de gente de la ciudad a otros estados”.
Lo otro es que la gente ante la demanda quiere ganar de más “y hay gente que sí los paga ante la necesidad y la urgencia que hay para arreglar las casas ante la próxima temporada de lluvias”.
Dijo que ante esta misma situación las constructoras que están realizando obras de remodelación en hoteles y condominios están trayendo a trabajadores del centro del país, con buenos sueldos, pero sin llegar a los excesos como lo que piden los albañiles en Acapulco.
Comentó que en la actualidad los precios se han mantenido sin cambio, pero todo el material que está llegando a Acapulco es material que ya está apartado desde diciembre por la gente que compró y se llevó su recibo para justificar y poder recibir el segundo apoyo de reconstrucción que entregó el gobierno federal.
“A mi me cuelga todavía para terminar de entregar, pero si tuviéramos personal, estaríamos terminando antes. No tiene caso que yo venga todos los días a trabajar, si no llega el chofer o el ayudante. A nosotros nos han insultado, nos gritan”, expresó.