Las argucias corruptas de gobernantes sureños

Con especial atención para la C. secretaria de Gobernación, la C. gobernadora de Guerrero y el C. director general de la Auditoría Superior de la Federación.

En Guerrero, la gran corrupción institucional no es menor con el gobierno de Evelyn Salgado Pineda y su partido Morena. Está presente, prohijada y ocultada, en asociación con sus fracciones parlamentarias respectivas, que han integrado la Junta de Coordinación Política (Jucopo), de la presente y anterior Legislatura.
Así lo demuestran los asuntos en torno a la destrucción y construcción de la biblioteca pública del Congreso local. La misma tónica puede presentarse hoy en día en lo que corresponde a la rehabilitación física de los municipios de Acapulco y Coyuca de Benítez. ¡Sálvese quien pueda!
Desde que se autorizó hace más de dos años (10/junio/2021), en las postrimerías del sexenio del ex gobernador, Héctor Astudillo Flores, la fraudulenta demolición y construcción del desaparecido inmueble, a instancias de la gestión inicial individual del diputado morenista Alfredo Sánchez Esquivel –en ese entonces fungía como coordinador de la Jucopo– de una autorización de recursos públicos, partida presupuestal de índole federal, a fin de reparar los daños (ojo: remodelación; no demolición) ocasionados al edificio de la Biblioteca, a consecuencia de las diversas manifestaciones de protesta de tipo vandálico, que se realizaban, de vez en vez, a las puertas de la entrada principal del recinto legislativo local.
El otrora gobernador Astudillo, da la instrucción a su secretario de Finanzas de darle al titular de Obras Públicas (SDUOP), Isaac Ocampo Guzmán, 10 millones de pesos (del fondo de aportaciones de recursos federales) para la “Rehabilitación del Inmueble del Congreso del Estado”. En menos de un mes, Ocampo Guzmán recibe la primera ministración para inicio de obra, por 5 millones de pesos (¡más del 50 por ciento del costo de la reparación!) que, ni tardo ni perezoso, firma el 21 de julio de 2021, irregular contrato, por adjudicación directa, con la compañía Entre-Trazos, Diseño y Construcción, por 9 millones 471 mil 268 pesos. La rehabilitación contemplaba la planta baja, área de biblioteca, aire acondicionado, mobiliario, equipo de oficina y escaleras.
La gran premura en la autorización, aprobación, contratación y otorgamiento de la mitad del dinero que cubría el costo de la obra a la empresa constructora, se debió a la prioridad que señaló Astudillo de realizarse en el menor tiempo posible y daba como plazo de entrega el 22 de noviembre de 2021; no contando aún, en ese entonces, con un expediente técnico-presupuestal debidamente integrado de la obra de reparación; mismo que fue entregado por el director responsable de la obra hasta el segundo día del mandato de la nueva gobernadora, Evelyn Salgado Pineda.
El dictamen de seguridad estructural final contemplaba que, para la rehabilitación del inmueble; los cimientos, el concreto de las vigas y las columnas tenían una resistencia aceptable. Cabe advertir que los planos estructurales originales del inmueble nunca se encontraron. La empresa ganadora, ya mencionada, era novel: tenía menos de un año de haberse dado de alta ante el Registro Público de la Propiedad del Estado de Guerrero (28 de septiembre de 2020).
El 22 de octubre de 2021, el diputado, Alfredo Sánchez Esquivel, mediante oficio a la SDUOP, solicitó que los recursos autorizados para la rehabilitación de la obra fueran reorientados para la demolición y la construcción de un nuevo edificio de dos pisos.
A ocho días de entrar en funciones la flamante gobernadora de Guerrero, su recién estrenada secretaria de Desarrollo Urbano y Obra Pública, Irene Jiménez Montiel, recibió instrucciones de solicitarle a la empresa constructora contratada para la obra, presentar un nuevo presupuesto que contemplara la construcción de un segundo piso del edificio de la biblioteca, para albergar oficinas y cafetería. Al mismo tiempo, informaba al coordinador de la Jucopo de “la terminación anticipada” del contrato inicial de rehabilitación debido a los nuevos y ampliados trabajos autorizados para el inmueble.
Pero el 9 de noviembre de 2021, la compañía constructora inicial Entre-Trazos, solicita la segunda ministración para la rehabilitación de la obra, por un monto de cinco millones de pesos, ¡sin haber finalizado los trabajos contratados! Con fecha 23 de noviembre de 2021, el secretario de Finanzas de la gobernadora constitucional, Evelyn Salgado, ¡pagó el dinero solicitado! O sea, se le entregaron a la inicial empresa constructora la totalidad de los diez millones de pesos pactados no existiendo rehabilitación alguna de la biblioteca.
Finalmente, el 10 de diciembre de ese año, el gobierno de Salgado Pineda decidió dar por terminada, en forma anticipada, el contrato de rehabilitación, pidiendo a la empresa contratada que reintegrara a las arcas públicas los diez millones de pesos otorgados. Ignoro si fueron reintegrados o no. Trece días después, la secretaria de la SDUOP, Jiménez Montiel, firma un nuevo contrato, sin mediar licitación pública alguna, con otra empresa, Corporativo de Ingenieros Civiles, AVICAT, por un monto de nueve millones 604 mil 167 pesos, de fondos de recursos federales transferidos al estado.
El 28 de diciembre, la Secretaría de Finanzas y Administración realizó la transferencia de los fondos a la SDUOP de los cuales otorgó a la nueva empresa contratada un anticipo de 2 millones 808 mil pesos 613 pesos, para que iniciara, en sigilo, los nuevos trabajos. El plazo de ejecución fue del 25 de diciembre al 31 del mismo mes del 2021. Es decir, los siete días más inhábiles del año. Finalmente, en agosto de 2022, la obra quedó suspendida e inconclusa por falta de fondos.
En resumen podemos decir que, a la fecha, se han gastado 20 millones de pesos de recursos transferidos por la federación al gobierno estatal, para una obra plagada de irregularidades, donde la Auditoría Superior de la Federación espera que el gobierno estatal solvente el pliego de irregularidades detectadas en materia del uso de los recursos federales, detalladas en la auditoría de la cuenta pública del gobierno estatal de 2021, fundamentalmente en cuanto a la no observancia del contenido del expediente técnico original autorizado: llevar a cabo una rehabilitación, más no una demolición y nueva construcción. ¡Zas!
PD. Artículo síntesis elaborado a partir de la lectura de los ensayos periodísticos de José Miguel Sánchez y de Emiliano Tizapa Lucena. 12 de mayo y 30 de julio del 2023, respectivamente. Amapola Periodismo.

[email protected]

 

Urbicidio

¿Por qué esa saña criminal en contra de periodistas de Taxco?

El declive del puerto de Acapulco continuará un buen tiempo a causa del gran desastre natural del paso del huracán Otis. La rehabilitación, reparación y recuperación de la catástrofe será más lenta de lo que pronostican las autoridades. Tanto en lo material, en lo financiero, como en lo anímico y ecológico. El renacimiento del puerto turístico debe ser perentorio, tanto porque le es vital a los 800 mil habitantes que lo tienen como residencia laboral; como por ser también un lugar de gran recreación social para los habitantes del valle de México que, en la “resbaladilla vehicular” que es la Autopista del Sol, se dejan venir, raudos y veloces, a desahogar su gran estrés urbano, permanente y acumulado, desde su lugar de origen que es el más grande asentamiento urbano del país y que representa a la vez un gran pulmón económico fin semanero para Acapulco y alrededores.
De nueva cuenta, con los estragos de Otis a cuestas, quedó al descubierto la falta de solidaridad y fraternidad del ser humano con sus semejantes en desgracia. Es una ciudad emblematizada, hoy en día, por la deshumanización, individualismo, voracidad y egoísmo humano. Son los signos indelebles de una conducta social e individual, negativa y destructiva labradas a la par de la decadencia física, del más bello puerto que tuvo México que nos hemos acabado todos. Unos más que otros. Con gran inconciencia e insensibilidad al nunca bien justipreciar un extraordinario hábitat ecológico de playa y sol para el solaz social. A partir de esos aspectos, cobra mucha importancia la auténtica y profunda regeneración cívica-cultural que se impone emprender en la ciudadanía, al mismo tiempo que la reconstrucción física y económica, so riesgo que sigamos signados por los eternos elementos de la decadencia urbana, la pobreza, la violencia y la pronunciada antipatía social.
La nueva mentalidad no será tan fácil de formar, ni de tan corto tiempo en construir, como pudiera ser lo material o lo financiero. De lo que se trata es de cambiar nuestro chip que está labrado, a través de muchos años, con un buril de acero especulador y valemadrista. Es lo mental lo nodalmente indispensable para el advenimiento de una ciudadanía acapulqueña de nuevo tipo, que contenga una nueva moralidad y ética colectiva. Y eso tarda en gestarse y afianzarse. Si es que no queremos seguir siendo la Sodoma y Gomorra del Pacífico. El hecho de que se haya captado y divulgado, viralmente, en las redes sociales, un video que da cuenta cómo el secretario particular de la presidenta municipal morenista traslada objetos suntuarios que robó con satisfacción plena, de una tienda departamental en la ya tristemente famosa noche de il saco di Acapulco, es un botón de muestra de cuán grande y generalizada se encuentra esta manía del robo, la corrupción, la impunidad y la ineficiencia como estilos de gobernar no solo Acapulco, sino todo Guerrero y México.
Lo anterior subraya que la verdadera recuperación que necesita Acapulco es la forma del actuar y pensar de su gente. De todos los estratos sociales. Sobre todo, de nuestros ínclitos políticos y gobernantes; quienes hasta ahora y en términos generales, van dejando por doquier estelas indelebles de sus lacras y procederes indeseables gubernativos. Mientras no se le otorgue a la honestidad, a la moralidad y a la ética, la prioridad y el lugar debido en la cosa pública, no podrá haber regeneración duradera alguna, puesto que los vicios de quienes hacen abuso de la infraestructura urbana y semi urbana, la depredación de la naturaleza y de la expoliación en los procesos económicos que se dan en Acapulco seguirán siendo los mismos y es esa la impronta de la clásica inhospitalidad turística abusiva que les ofrecemos a nuestros visitantes.
El desafío que tiene el municipio de Acapulco y circunvecinos en el futuro próximo, no es menor. Menciono cuatro aspectos neurálgicos de urgente atención: a) Enfermedades y brotes epidémicos a consecuencia de la fuerte insalubridad imperante. b) Economía municipal colapsada, desempleo y alza incontrolable de precios de productos básicos. c) Inseguridad pública acentuada por la expansión de la pobreza y, por tanto, de la delincuencia simple y organizada. d) Lento dinamismo en la aplicación de una estrecha inversión pública no cuantificada en reequipamiento urbano, suministro de servicios públicos y de inversión privada productiva, en el marco de una escasez de financiamientos externos blandos y de mediano plazo.
Si a lo anterior le agregamos la falta de conducción gubernamental estatal y municipal prevaleciente, es mejor que el gobierno federal imponga una gobernanza real; pero ya no con la fracasada consigna de que es preferible la lealtad a la eficiencia; o la ingrata integración de gabinetes de trabajo “de tómbola”; o expansión de la “dadivocracia”. De lo contrario, prevalecerán de nueva cuenta las pulsiones a la corrupción e impunidad, en detrimento de los impulsos a la honestidad, eficacia y progreso.

PD. Como Gobernador Moral de Guerrero repruebo que no se hayan emitido y publicado los acuerdos y decretos de medidas sanitarias focalizadas de obligada observancia, ante la peligrosa insalubridad que atravesamos. Por la ley 154 estatal de salud, es la gobernadora constitucional la máxima autoridad en esta materia. Otra cosa son las alertas sanitarias federales, que se emiten en tratándose de suspensiones generalizadas de labores. No es que los datos no den; son las neuronas que no hay.

[email protected]

Diputados guerrerenses indignos

Los partidos políticos son entidades públicas oficialmente constituidas para matar en las almas el sentido de la verdad y de la justicia. (Simone Weil).

Se supone que un diputado federal uninominal representa los intereses supremos del pueblo, de acuerdo al voto trianual de ciudadanos electores que residen en una circunscripción determinada del territorio nacional; o bien de carácter estatal denominados diputados locales uninominales. Otros son los llamados diputados plurinominales, que representan a sus respectivos partidos políticos, ya sea en el Congreso nacional y/o en los respectivos de las entidades federativas.
Sus encomiendas principales consisten en legislar exhortos, decretos y leyes, así como realizar acciones de aprobación y supervisión del ejercicio del presupuesto público anual y nombrar a determinados titulares de entidades autónomas públicas. También tienen atribuciones constitucionales para fungir como contrapeso con los otros dos poderes establecidos (ejecutivo y judicial), para balancear y modular el ejercicio del poder constitucional de la nación; de acuerdo a los principios republicanos que nos rigen.
El ingreso económico mensual total que reciben los diputados federales para tan sacrificada responsabilidad sobrepasa lo decoroso: es en promedio de 150 mil pesos mensuales, libres de impuestos; superando con creces lo que nominalmente recibe el presidente de la República como salario (113 mil pesos mensuales). Los diputados locales de Guerrero reciben como salario, 49 mil pesos mensuales, más otras jugosas cantidades adicionales extras por diversos motivos. Este es un factor económico importante, para el desapego de buena parte de ellos de su compromiso instituciona original de velar por los genuinos intereses populares de sus distritos electorales, que dicen estar representando y defendiendo.
Además, es de todos conocida, la connotada holgazanería proverbial de las legislaturas federales y estatales; que hoy frisa, lamentablemente, en un 80 por ciento del total de los diputados. Son una minoría de diputados, los que realmente trabajan; los demás, están atentos solo para aprobar o rechazar, como autómatas ciegos, lo que sus dirigentes partidarios dentro y fuera del Congreso, les indican.
Son auténticas marionetas políticas, totalmente subyugadas y subordinadas a los designios del presidente de la República o a los principales dirigentes del partido político que los apoltronó en la curul. El decir, el ser representante popular en las legislaturas no deja de tener un dejo de buena pantomima, farsa e hipocresía; subvencionada por el pueblo para enaltecer la mediocridad de nuestra clase política nacional y estatal.
Como Gobernador Moral de estas tierras del sur, desapruebo y repudio el comportamiento de seis diputados federales de Guerrero, pertenecientes a la fracción del partido Morena que, en una infortunada y lastimosa sesión legislativa federal recién pasada, acataron una deleznable instrucción superior que va en detrimento del pueblo guerrerense. No aprobaron en el presupuesto de egresos de la federación para 2024, ninguna asignación de recursos federales especiales y etiquetados, para atender la gran emergencia de ayuda social, económica, humanitaria y ecológica, a fin de reparar y resarcir las pérdidas catastróficas que ocasionó el paso del huracán Otis por varias regiones del estado. Suena increíble, pero así aconteció.
El voto de ellos, simple y llano, fue en favor de que no hubiera presupuesto especial emergente para Guerrero. Y todos sabemos que, recurso económico público anual que no esté reflejado en el decreto del presupuesto de egresos federal y/o estatal específico, sencillamente no existe y no tiene sustento legal para registrarlo en ninguna parte; por más que los políticos morenistas mentirosos irredentos, digan lo contrario. ¿O es que acaso esos cuantiosos recursos económicos provendrán de la delincuencia organizada? ¿O del incremento de una deuda nacional oculta y no contemplada?
Sin ambages y en forma clara lo digo: las diputadas y diputados federales traidores a su patria chica, son: Amílcar Sandoval Ballesteros, Carlos Sánchez Barrios, Sergio Peñaloza Pérez, Rosario Merlín García, Araceli Ocampo Manzanares y Rosario Reyes Silva. Sus nombres quedaran plasmados en los documentos históricos de la ignominia estatal. Al no guardar lealtad y solidaridad con nuestros hermanos en desgracia, en estas tierras del sur. Mayor conducta abyecta y servil, no se había dado nunca, en ningún cuerpo legislativo federal ni estatal de Guerrero. Tan reprobable acción la hicieron junto con otros tres diputados guerrerenses paleros, que fueron: Eunice Monzón García y Luis E. Palacios Diaz del partido PVEM y Victoriano Wences Real del PT. ¡Doble uf!
Esos diputados y diputadas sabían de antemano, por experiencias pasadas de desastres naturales en estas tierras, que las tareas de reconstrucción y rehabilitación de la infraestructura urbana y rural, así como de seguridad, salud y educación pública; de la economía local y la generación de empleos y restauraciones ecológicas básicas, tomará no menos de cuatro años.
Estemos atentos ahora, a lo que disponga la gobernadora constitucional de Guerrero, su papá incómodo y la legislatura local, en materia del presupuesto de egresos estatal para 2024. Ojalá no aprueben otra barrabasada de este tipo.

PD. No tiene escapatoria la “Gobernadora Constitucional y su papá incómodo”. No podrán seguir eludiendo su compromiso público de vender “Casa Acapulco”; residencia oficial de descanso palaciego de los gobernadores y destinar el monto de su venta a la atención de las mayúsculas urgencias sociales que hoy nos agobian como pueblo, especialmente al pueblo y a la niñez pobre sureña. O qué, ¿acaso desean seguir destinando la mansión, al gozo y al retozo fifí familiar, que ya dura dos años

[email protected]

 

La cohesión social en una rapiña

 

Jehová castigó a Sodoma y Gomorra por pecadoras. La naturaleza castigó a Acapulco. ¿Por qué?

Saqueo, rapiña o robo masivo colectivo, descarado, es la sustracción ilegal y forzada de bienes patrimoniales ajenos, realizada en forma subrepticia o abierta por un grupo, grande o pequeño, muchas veces en situaciones catastróficas extraordinarias, donde no existe, coyunturalmente, autoridad institucional alguna que lo impida.
Se le denomina cohesión social, al grado de compactación o aglutinamiento de un colectivo social, que se manifiesta a través de conductas socializadas en común, para lograr un determinado objetivo o propósito similar; ya sea en forma organizada o no, planeada, inducida o espontanea.
Me llamó la atención la presidenta municipal de Acapulco, Abelina López, cuando dijo que: “Saqueo era cohesión social”. Se refería a la ladronería realizada en forma pública y social, a raíz de los estragos materiales causados por el paso del huracán Otis en la tantas veces querida y sufrida ciudad de Acapulco.
A mi juicio, quedó trunca su definición, por soslayar varios aspectos ineludibles en el acto del saqueo o latrocinio colectivo protagonizado por un segmento de la ciudadanía y también por vulgares delincuentes, simples u organizados, que arrasaron con toda clase de mercancías, abarrotes, líquidos, ropa, aparatos electrodomésticos y muebles, de casi todos los establecimientos comerciales, grandes y pequeños, localizados a lo largo y ancho de las avenidas: Costera, Cuauhtémoc y bulevar de Las Naciones, entre otras.
Ciertamente, hubo cohesión social desorganizada hasta cierto punto, para realizarlo. Motivado por la brutal desigualdad social imperante en Acapulco. Incubada y desarrollada desde décadas atrás; y, por otro lado, debido a la memoria individual y colectiva de los sufrimientos padecidos en desastres naturales anteriores de la misma naturaleza, que dan por resultado inmediato la carencia de lo más básico para subsistir: víveres, agua, techo y medicinas, fundamentalmente (recordemos los meteoros Paulina, Ingrid, Manuel, et al).
Otra cosa muy distinta fue el auténtico vandalismo de la delincuencia organizada y común, que participo en Il Saco di Acapulco. Realizado incluso con vehículos de redilas preparados exprofeso para llevarse en grandes cantidades toda clase de bienes para después revenderlos. La fuerza pública, como siempre, brilló por su ausencia en esas horas interminables donde privó el desorden y orfandad de ley. De tal suerte que lo vandálico en Guerrero, no es privativo de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa; si bien ellos lo hacen con frecuencia.
En el puerto habitan o vacacionan familias de tres estratos sociales claramente diferenciados: 1) Pocas familias poseedoras de gran riqueza material, cuyas mansiones y condominios de lujo, para su descanso y solaz, están ubicadas cuasi amuralladas, en las zonas de Las Brisas, Diamante o en la Costera Dorada, por ejemplo; 2) Una importante clase media asentada en colonias populares de la planicie costera y 3) Una inmensa mayoría (setenta y cinco por ciento) de familias que sobreviven, en situación de pobreza o extrema pobreza, localizadas en algunos polígonos urbanos del anfiteatro; así como de Ciudad Renacimiento, la colonia Emiliano Zapata, La Sabana y Llano Largo, entre otras. De acuerdo a los últimos datos oficiales del Inegi y Coneval, en estos polígonos están ubicados varias de las colonias urbanas de extrema pobreza del país.
La cohesión social para el saqueo proviene fundamentalmente de la extrema precariedad material y también por el resentimiento social, históricamente acumulado, que, en un plano estructural, es sostenido y consolidado por la aguda injusticia social; propia de una sociedad individualista, egoísta y deshumanizada, donde el único fetiche valido es el dinero y la motivación principal la obtención de la máxima ganancia económica; generalmente expoliando al prójimo o depredando la naturaleza.
Es así como las ancestrales carencias materiales vitales, encarnadas en la necesidad límite de alimentos, agua o cobijo de las familias pobres, las empujan a proceder de esa manera, al saberse impotentes para su acceso, ante el colapso del empleo formal e informal en una economía que gira principalmente en torno a una sola actividad económica: el turismo; súbitamente truncado por el magno y catastrófico huracán Otis.
El huracán vino a remover en forma brusca las costras sociales y salieron a relucir los forúnculos purulentos contenidos dentro de ellas. De los que siempre sabíamos que estaban ahí latentes y acumulando putrefacción constante que nadie de los que han detentado el poder político y económico han hecho lo mínimo para aminorarla y reducirla a su casi nula expresión, con sus excepciones de rigor.
Dicho lo anterior, de ninguna manera justifico el saqueo, pero lo entiendo. Máxime cuando, además, hay inexistencia de autoridad institucional que lo frene o desmotive, por el contrario, por conducta omisa, corrupta e impune, lo alecciona permanentemente.
Es imperativo recomponer a fondo el tejido social semi destruido. Necesario es cambiarlo por uno más justo y equitativo; transformando de raíz los estilos de gobernar y diversificando la economía estatal con mayor equidad. De lo contrario, la desgracia social perene seguirá siendo nuestro distintivo.
PD. Compartir, compartir/ Es la llave para abrir/ Un tesoro de verdad:/ El amor y la amistad. / Compartir, compartir/ Con amigos soy feliz./ Creceremos, crecerás,/ Serás grande de verdad. (Guillermo Pino).

[email protected]

 

Tres errores imperdonables de AMLO

“La vida será menos inhumana en la medida en que la capacidad individual de pensar y de actuar sea mayor”. Simone Weil

I.- En declaraciones publicadas en los medios el 3 de octubre del presente año, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), con gran infortunio y garrafal error, descalificó la actuación de los abogados representantes del Comité de madres y padres de los 43 normalistas desaparecidos forzadamente en Iguala en septiembre del 2014. Los tildó de “conservadores” y deslindó al Ejército de tal hecho de lesa humanidad. Dijo que eran “conjeturas” las acusaciones contra las Fuerzas Amadas y todo lo que se tiene de información sobre el tema ya lo ha proporcionado la Secretaría de la Defensa Nacional. “Ya no hay nada oculto”, enfatizó. “Que los militares de la región se hayan enterado y no hayan evitado que desaparecieran a los jóvenes y hayan cometido el delito de omisión, es otra cosa”. (Jesús Saavedra /
El Sol de Chilpancingo). Se le olvida que no sólo los abogados del Comité mencionado sino también miembros del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes, propuesto por la Corte Internacional de los Derechos Humanos para la investigación del caso, afirma que el Ejército mexicano oculta información de esa tragedia y se resiste a proporcionarla. Por tanto, la omisión se convierte en comisión. La renuncia del subsecretario de gobernación para Derechos Humanos, Alejandro Encinas, presentada con antelación a las falsas declaraciones presidenciales fue más que oportuna. AMLO afirma que él personalmente tomará la investigación en sus manos, cuando constitucionalmente no es de su competencia. ¡Uf!
II.- Un día antes (2/10/2023) prácticamente AMLO exoneró al Ejército de la masacre estudiantil, ocurrida en Tlatelolco hace 55 años; culpando exclusivamente al ex presidente, Gustavo Diaz Ordaz (GDO), y al general Luis Gutiérrez Oropeza, jefe del Estado Mayor Presidencial (EMP), institución militar que era la élite del Ejército. Como ayuda de memoria transcribo parte de mi artículo de opinión de El Sur (8/octubre/2022).
En 1968, “…el presidente GDO instruyó al secretario de la Defensa Nacional, al secretario de Gobernación y al general, Corona del Rosal, jefe de gobierno del Departamento del Distrito Federal, a parar en seco… la existencia dinámica del movimiento estudiantil y encarcelar a toda su dirigencia colectiva, personificada en el Consejo Nacional de Huelga (CNH). Ese 2 de octubre fatídico, a temprana hora de la mañana, sostuvieron una reunión en Lomas de Sotelo, en las oficinas centrales de la Secretaría de la Defensa (Sedena), los dos secretarios y el jefe del EMP, para ultimar detalles tácticos de la “Operación Galeana”; destinada a reprimir el mitin en la plaza de Tlatelolco, convocado por el CNH, para la tarde de ese día y proceder a la captura de los dirigentes estudiantiles.
La masacre de los jóvenes y pueblo en general, se dio en el marco de pugnas internas en el gobierno federal. Entre “las corcholatas” a la candidatura del PRI para la presidencia de la República: Luis Echeverría Álvarez, Alfonso Corona del Rosal, Emilio Martínez Manatou y Alfonso Martínez Domínguez. También por la rivalidad dentro del poder militar, detentado por los generales: Marcelino García Barragán, titular de la Sedena y el jefe del EMP. El “Batallón Olimpia” (integrado por militares del EMP y agentes civiles de la Dirección Federal de Seguridad) se distinguió en Tlatelolco por dos cosas: el camuflaje de su vestimenta civil (oscura llevando un pañuelo o guante blanco en la mano izquierda) y por el desempeño letal, perverso y siniestro de francotiradores, apostados previamente en las azoteas y pisos de los edificios aledaños a la “plaza de las tres culturas”.
Con tres luces de bengala lanzadas desde dos helicópteros y con los primeros disparos de los francotiradores, comenzó la provocación planeada para desatar la continua balacera que duró toda la noche del 2 de octubre. Eran balas de grueso calibre y con una trayectoria de arriba hacia abajo, dirigidas indiscriminadamente a los estudiantes, maestros y ciudadanía en general que se encontraba ya reunida en la plazoleta de Tlatelolco. Un grupo pequeño de estudiantes radicalizados, ajenos al CNH, dieron respuesta con el uso de pistolas. También los tiros de los francotiradores fueron dirigidos hacia ¡soldados! pertenecientes al cuerpo regular del Ejército, quienes iban entrando al lugar bajo las órdenes del general Hernández Toledo quien cae herido por una bala de guerra, una vez que fueron lanzadas las luces de bengala que cruzaron el atardecer de Tlatelolco. Así lo hace del conocimiento público, el general, Marcelino García Barragán, en sus memorias auto biográficas, publicadas 10 años después de acaecida su muerte. La presencia y conducta del Ejército y fuerzas policiacas federales en Tlatelolco, para realizar todo un crimen de Estado, estuvo planeada y configurada a detalle por militares de muy alta jerarquía y no por soldados rasos.
III.- La defensa a ultranza del general Salvador Cienfuegos Zepeda por parte de AMLO ha dejado mucho que desear. Se niega a investigarlo. Es más, lo condecora. No obstante que fue el secretario de la Defensa Nacional en los tiempos que sucedió el crimen de Estado y la desaparición forzada de los 43 normalistas en Iguala, además de ser, jerárquicamente, el superior de los dos generales comandantes de las zonas militares de Guerrero, con pleno conocimiento de lo que hacían sus subordinados inmediatos; ambos están actualmente bajo arresto por el caso de los 43 jóvenes desaparecidos, amén de otros oficiales militares que laboraban acantonados en tierras igualtecas.
No olvidemos que el general Cienfuegos fue arrestado, ya siendo ex secretario, en el aeropuerto internacional de los Ángeles por la Administración Federal de Control de Drogas (DEA) del gobierno de Estados Unidos, por grave expediente sobre narcotráfico y que solamente negociaciones del más alto nivel entre los presidentes Trump y AMLO dispusieron su traslado a México y su posterior exoneración. Por tanto, AMLO defiende a los altos oficiales y a la superior jerarquía del Ejército; pero el pueblo le da sus simpatías a los soldados rasos y a sus clases. Cosas que son muy diferentes.

[email protected]

 

Balance del segundo año

Como Gobernador Moral de Guerrero me es preciso señalar los pendientes en el quehacer gubernamental de Evelyn Salgado Pineda, a dos años del inicio de su mandato constitucional que ha ejercido en estrecho vínculo con su “papá incómodo”, en el entendido que los logros obtenidos, ellos les darán extensa difusión a través de los diversos medios de comunicación masiva, redes sociales y personas encargadas de su comunicación social oficial.
Las insuficiencias de conducción gubernamental hasta hoy vigentes, lamentablemente, nos reafirman, a nivel nacional, como el estado que tiene los mayores rezagos y déficits en casi todo. Somos a mucha vergüenza, el último vagón del tren nacional; sobresaliendo por nuestros malos gobiernos, estatal y municipales (con contadas excepciones); prevaleciendo la corrupción y la impunidad que vulneran la ley y el orden, en todos los aspectos de la vida civil y del servicio público.
Continuamos teniendo uno de los peores sistemas de educación pública en el país. Caracterizado, entre otras cosas, por la perversión de un sindicalismo vendedor de plazas administrativas y magisteriales, que tienen carácter de hereditarios. Hay comisionados para hacer nada a granel y holgazanerías al por mayor, en oficinas administrativas, atiborradas de maestros que no pisan aula alguna en toda su vida laboral. Sigue existiendo el déficit atávico de escuelas y aulas sin maestros. La práctica del soborno para entregar certificados de estudios, en todos los niveles escolares. Nombramientos de directores, no en base a méritos o antigüedad, sino a partir de compadrazgos y “moches”. Todo eso y más dan como resultado la existencia de una tendencia histórica a la disminución de la matrícula escolar en todos los niveles educativos que, junto con los estragos externos de la pandemia del Covid-19, nos han hecho retroceder a los habitantes del territorio estatal a un nivel educativo promedio de sexto año de primaria.
También seguimos teniendo uno de los peores sistemas de salud pública. Las lacras existentes son muy parecidas a las que presenta el sector de educación oficial; con el agravante de que la escasa calidad y cantidad de los servicios de salud y de medicamentos redunda en pérdida de vidas y afectaciones humanas que, sumadas a las causadas por la mencionada pandemia y, sobre todo, a la inseguridad pública, han reducido cuatro años nuestra esperanza de vida. Un pueblo carente de salud y educación, es un pueblo sin futuro.
Por lo que respecta a la seguridad pública, quedó plenamente corroborada la fallida estrategia operada, con mucha soberbia, en estos dos primeros años de gobierno. La expansión y el creciente poder de la delincuencia simple y organizada, en todas las regiones de Guerrero, con toda su secuela de homicidios, secuestros, desapariciones y desplazamientos forzados, extorsiones, tráfico de drogas, robos y control de la economía regional, ha sido nota nacional reiterada para oprobio nuestro; estando a punto de zozobrar si el militarista gobierno federal no hubiera enviado numerosos contingentes de las fuerzas armadas no para contenerlas, sino tan solo para atestiguar su existencia y modus operandi; restringiéndose así nuestra libertad de transitar por cualquier lugar a cualquier hora. No sorprende el éxodo de guerrerenses a otros estados del país o allende las fronteras para vivir con menos zozobra.
La reciente declaratoria pública de una veintena de autoridades comunitarias sierreñas de que sus pueblos, al ya estar cansados de ser víctimas indefensas del hampa organizada, están próximos a tomar las armas, dan constancia de la ausencia total de autoridades institucionales que resguarden sus vidas, la ley, el orden y la justicia en su región; súmele a eso la llegada al recinto oficial de gobierno estatal en Chilpancingo, de alrededor 3 mil hombres y mujeres rurales de la región Centro, encabezados por sus supuestos “líderes sociales”; amagando con su permanencia indefinida en las instalaciones oficiales sino eran satisfechas sus demandas confesables e inconfesables. Doblegaron y redujeron a su mínima expresión la autoridad gubernamental.
Recordemos que la historia nacional enseña que la pobreza social, junto con gobiernos venales e ineptos, el menosprecio real a los habitantes, además del quebranto reiterado a la ley, manteniendo privilegios de impunidad, son los ingredientes básicos que anteceden a los estallidos sociales.
Si bien es cierto que la gobernadora Constitucional y su “papá incómodo” recibieron una administración pública estatal hecha un desastre financiero, en lugar de exigir cuentas claras y fincar responsabilidades respectivas, se dedicaron a ser tapaderas de los desfalcos financieros heredados; pactando con el otrora gobernador causante de ese desastre, su impunidad personal; manteniendo en funciones al que fungió como su contralor estatal un año y medio más, para limpiarle sus cuentas públicas; auxiliándolos en ese deshonesto compromiso, la legislatura local en funciones, que mantuvo acéfala la Auditoría Superior del Estado durante más de un año.
El quebranto en las finanzas públicas estatales es notorio y no permite operar bien al gobierno; pero hasta ahora no hay responsables de esas insolvencias. Salen a la luz pública, en las protestas recurrentes por falta de pago oportuno y a tiempo, de algunas nóminas salariales quincenales de trabajadores administrativos y pensionados. De ahí que tengan que acudir frecuentemente a endeudar al gobierno con préstamos de corto plazo de la banca privada para solventar el gasto corriente.
Algunos prestamos privados ya están en morosidad con el consabido incremento en el pago de altos intereses moratorios. La certificadora internacional bancaria, Fitch Ratings, baja la calificación del Estado de Guerrero dándole un perfil de riesgo “más débil” para el otorgamiento de créditos y negocios. Hay desorden en el gasto público y comprobaciones irregulares que infringen tanto la ley de fiscalización estatal como la federal.
Los ingresos propios estatales son muy bajos y el erario depende en más de un 97 por ciento de los recursos federales transferidos; destinándose casi todo al gasto corriente y muy poco a la inversión pública. De ahí que los programas de desarrollo socio-económico estatal y regionales profusamente anunciados del actual gobierno solo existan en el papel que los contiene. No hay dinero, pero no se atreven a decirlo. Muchos trabajadores de la administración pública estatal solo están vegetando detrás de sus escritorios y comiendo fritangas, porque no hay recursos para operar los programas. Es por eso que el gobierno estatal se cuelga, desesperadamente, de los programas sociales del militarista presidente de la República.
El actual es un gabinete estatal de trabajo emanado de una “tómbola” (donde nunca prevaleció la palabra “eficiencia”) y por ser un gobierno “sui generis” bicéfalo, donde, Evelyn Salgado Pineda, es la gobernadora que cubre la formalidad y su papá, Félix Salgado Macedonio, el que desgobierna realmente. Podemos caracterizarlo como un gobierno semifallido con rasgos anárquicos, disfuncional, de muchos dichos y pocos hechos, de descarado nepotismo, asediado por la delincuencia organizada que ya toca a algunos de los miembros del círculo más cercano de los mandatarios bidimensionales. No se diga de la corrupción, la dejadez, la improductividad y la impunidad reinante. (Continuará).

[email protected]

 

Vigencia de un mensaje político

Acongojado y con gran tristeza por el devenir y porvenir violento, ilegal e inseguro en que se desenvuelve el estado de Guerrero; y con motivo del XXIII aniversario luctuoso del gobernador, Alejandro Cervantes Delgado (ACD), hago remembranza del mensaje político que dijo con motivo de su primer informe de gobierno (1983).
A él le tocó conducir los destinos del estado, en una época de fuerte crisis económica nacional, que obligaba a una severa restricción y austeridad en el ejercicio del gasto público; en el contexto de severas devaluaciones del peso mexicano y de la concomitante inflación galopante, mismas que elevaron los precios de los productos a niveles exorbitantes depauperando la economía popular drásticamente. La pobreza y la desigualdad nacional se ensanchaban cada vez más, sobre todo en Guerrero que ya de por sí era un estado con múltiples carencias. A las puertas estaba, de nueva cuenta, el posible resquebrajamiento y la subsecuente violencia social.
En su mensaje político ACD hacía énfasis en: a) la austeridad obligada en el ejercicio del gasto público; b) en la atención especial que su gobierno otorgaba, preferentemente, a las mayorías desprotegidas; c) la participación popular en las tareas de gobierno; c) la coordinación de los esfuerzos institucionales; y d) la concertación y el diálogo como único camino para superar diferencias y resolver las contradicciones del desarrollo social. Aseveraba que la condición indispensable para mantener la tranquilidad social era la existencia de “la confianza del pueblo hacia sus gobernantes, que es el resultado de nuestra transparencia en el ser y en el hacer.”
Le importaba mucho el respeto que le daba su gobierno a la libre manifestación plural de las ideas; porque consideraba que era en la expresión ciudadana donde se condensaba el sentir de las mayorías, en cuanto a decidir los derroteros del estado y el destino de la vida de los guerrerenses. Con firmeza asentaba que “los factores adversos pueden ser neutralizados, por lo menos en sus aspectos más sensibles, cuando existe la predisposición de sobreponerse a ellos, y cuando tal disposición estaba enraizada en la base popular”.
Como consigna gubernamental postulaba que debía de darse un trato desigual a desiguales, y que las restricciones presupuestales deberían ser más benignas en las regiones que acusaban un mayor rezago; permitiéndoles a sus habitantes una mayor participación en las tareas de su propio desarrollo. Necesario era hablarles con la verdad sobre la escasez de recursos públicos, que deberían de ser complementados con la participación activa y entusiasta de todos para la concreción de obras y servicios demandados, porque el respaldo del pueblo era un factor decisivo para tal fin; priorizando siempre la modesta obra pública comunitaria de fuerte impacto social. De ahí que adoptó una política de puertas abiertas, de transparencia y de diálogo. Consciente de que, como siempre, “han sido los humildes, los que nada tienen que ofrecer excepto su generosidad sin límites, quienes han acudido a nuestro llamado, trabajando más y produciendo más, para reducir los términos de la crisis que circunstancialmente nos golpea”.
En ese mensaje político, ACD citaba como ejemplos a seguir los esfuerzos de las mujeres de Azoyú, Costa Chica para desarrollar su crianza de puercos; al pueblo de Chichihualco por su esfuerzo comunitario para introducir agua entubada a la población; los esfuerzos de la colonia Obrera en Chilpancingo, por su tesón de procurarse los servicios públicos municipales indispensables. Los mencionaba como emblemas de la excepcional reserva humana de Guerrero; es por eso que veía con optimismo el futuro de nuestra entidad en el entendido que “las cosas materiales se devalúan y deterioran, pero nunca los seres humanos de espíritu, mucho menos los que aman su patria chica”. Para ACD fueron tiempos difíciles, pero de ningún modo insuperables; con entereza de ánimo, honestidad y con trabajo productivo, aseguraba que se podría darle la cara al porvenir.
La crisis, decía ACD, pone a prueba nuestra capacidad y nuestra voluntad, nuestra inteligencia y nuestro esfuerzo laboral, para gobernar los acontecimientos, no para ser víctima de ellos; para salir al paso de los obstáculos, y buscar cómo franquearlos, no para sumirnos en la incertidumbre, zozobra y temor. “¡Porque no es el pueblo el que se equivoca! ¡No son las instituciones las que cometen errores, ni es nuestro sistema político el que suele contradecir nuestros objetivos! ¡Señores, seamos sinceros y reconozcamos que somos nosotros, los hombres y mujeres del quehacer público cuando no somos capaces de traducir en soluciones las necesidades populares, o cuando nos desviamos en los principios ideológicos que decimos tener!”
Corolario: para hacer hoy en día una convocatoria pública similar a la que hizo ACD al pueblo guerrerense, se requiere que nuestros gobernantes (estatal y municipales), los titulares de los poderes establecidos (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), los altos funcionarios públicos (del estado, los municipales y los delegados federales), tengan la suficiente autoridad moral, honestidad, laboriosidad y altura de miras para guardar congruencia entre el ser, el decir y el hacer en forma conjunta y estrecha con la ciudadanía activa. Virtudes que no poseemos en buena cuantía, lamentablemente. ¿O no?

[email protected]

 

Neo porfirismo. Hoy como ayer (2)

Más que enfrentarse a un ejército, es preferible sobornar a sus generales. El jefe es el jefe; hasta que deja de serlo.

Doy continuidad a la exposición de párrafos seleccionados del libro de AMLO cuyo título es similar al de éste artículo: “Porfirio Díaz expresa que el asunto para él (el de gobernar) no era de legalidad, sino de fuerza y ésta fue, desde el inicio su verdadera convicción, …el Diario Oficial, que reproducía con estilo el pensamiento de Díaz, descalificaba a la oposición lerdista con la máxima, según la cual, “desde que el mundo es mundo, (la victoria) ha sido decidida por la fuerza”, porque sin el poder militar, las convicciones, la perseverancia y la abnegación de los opositores no pasarían de ser “…virtudes muy relevantes, pero perfectamente inútiles”. Este pensamiento no solo se convirtió en la razón de ser más íntima del Porfiriato, sino que continuó siendo, hasta la actualidad (2014) el criterio básico del quehacer político de los hombres de poder en México. (p.23).
Ante el salvaje episodio (“mátalos en caliente”) …obligó al gobierno a iniciar una investigación, pero sin voluntad sincera de justicia, solo para salir del paso y, con el tiempo, mantener la impunidad, como se volvió costumbre muy pronto. (p.28)
Porfirio Diaz tenía oficio y sabía del manejo político, pero lo esencial en él era su vocación de mando sin límite. Su mérito fue saber esconder esa autenticidad como pocos, al grado que en el proceso de construcción del poder absoluto que detentó, fue creando una cultura política caracterizada por el disimulo. (p.29).
…Sabía que no podía gobernar con la Constitución (de 1857) pero, en vez de reformarla, optó por respetarla en la forma para burlarla en el fondo; así mismo sin limitar el sufragio universal, él y su grupo se convierten en los grandes electores. Es decir, acepta el sincero realismo de los intelectuales, cuidando las formas, con el arte del disimulo. (p.33)
José María Vigil, con su sensibilidad y buena pluma, el 16 de octubre de 1878, asegura que Porfirio se proponía gobernar al país según su propio albedrío, al margen de la Constitución. El Parlamento, decía, es ya un nuevo departamento del Ejecutivo y …considera que el Ejecutivo se ha creído el dueño absoluto de la situación, el director exclusivo de la política. Su influencia absorbente se hace sentir en donde quiera y, todos sus esfuerzos se dirigen a nulificar los obstáculos que puedan presentársele, y a hacer preponderar sobre todo sus ideas, sus intereses y aun sus caprichos… pudiera decirse que vivimos bajo un régimen calcado sobre el patrón del zar de Rusia. (p.34-35)
En ese tiempo se inventó la regla no escrita de que tocaba al presidente la designación de diputados federales, senadores, magistrados de la Corte y la postulación del candidato a la presidencia de la República; por su parte, los gobernadores nombraban a diputados locales, jefes políticos y presidentes municipales. El primer ensayo de lo que popularmente se conoce como dedazo, se realiza cuando Porfirio impone a Manuel González como su sucesor. Tiempo después, ésta practica se convertiría en una de las reglas de oro de la política mexicana, con el ceremonial conocido como “el destape”. En esta maniobra, Porfirio mostró sus dotes de político marrullero. Primero guardó silencio, mientras operaba en la sombra; luego, “destapó” a su candidato y lo rodeó de apoyo público prefabricado. (p.43)
En sus primeros cuatro años en el poder, Porfirio había definido los lineamientos básicos de lo que sería su largo mandato y la forma de hacer política para conservar el poder por encima de todo. Ya tenía listo el esquema general de lo que sería el Porfiriato con sus rasgos principales: el recurso de la fuerza para dominar; la simulación como forma de gobierno; el fraude electoral; la centralización del poder; el sometimiento de la prensa. En otras palabras, habría colocado los cimientos que sostendrían el edificio de una dictadura encubierta que imaginó eterna. Actuando en contra de todo lo que había prometido en los planes de la Noria y Tuxtepec para regenerar al país mediante la aplicación del principio de la no reelección. Porfirio, el gran simulador, tenía todo listo para perpetuarse en el poder. Primero con la imposición de un mandatario a modo y luego con la triquiñuela de la paz y el progreso para justificar seis reelecciones presidenciales consecutivas. (p.48).
Y hasta aquí dejo la reseña del libro de AMLO, escrito en 2014; dejando al lector su lectura completa para discernir qué tanta similitud guarda su mandato presidencial, con el de Porfirio Díaz.
PD1. Felicito a los que han hecho posible la existencia de Radio UAGro, al haber conseguido su licencia federal de funcionamiento, después de la friolera de ¡40 años de duro trámite burocrático! Larga vida, les deseo, con la libertad de expresión que los caracteriza.
PD2. Haciendo valer su personal decisión inicial, el presidente AMLO ya entregó subliminalmente la Presidencia de la República a la candidata seleccionada por él mismo. Como Gobernador Moral de Guerrero y con esta fecha, convoco a todos los mexicanos a que, desde nuestros territorios y trincheras de trabajo, iniciemos un movimiento de rescate de nuestra soberana democracia vulnerada y burlada por el caudillo en el poder.

[email protected]

 

Neo porfirismo. Hoy como ayer (1)

El título y todos los párrafos contenidos en el presente artículo de opinión los tomé textualmente del libro (editado en el 2014) de Andrés Manuel López Obrador, presidente de la República, cuando dirigía el partido Morena, después de haber participado y perdido, en forma muy cuestionada, dos consecutivas elecciones presidenciales. En ese entonces, estaba como presidente de la República Enrique Peña Nieto. Para facilitar la localización de los textos, he señalado el número de las páginas, donde, en forma secuencial, se encuentran plasmados en dicho libro. AMLO lo escribió con la finalidad, según manifiesta él, de “conocer el pasado nacional para entender y transformar la compleja y amarga realidad del México de hoy”.
“El porfiriato es el origen del actual régimen. Las prácticas anti democráticas y la política económica de élite y entreguista, que se aplican en nuestro país desde hace 30 años, se le conoce como neoliberalismo; en lo esencial es neoporfirismo.
Hoy como ayer existe una república simulada. Funciona para garantizar la acumulación de las riquezas en unas cuantas manos, sin ocuparse del bienestar general. México es un país sin democracia, con corrupción, desigualdad y opulencia”. (p.13).
“(Es necesario) cambiar el sistema corrupto y excluyente para establecer una república verdaderamente democrática, como la ensayó Madero, agregando, por nuestra parte, la práctica de la honestidad y la justicia”. (p.14).
“Desde que tomó por la fuerza el poder, Porfirio Díaz llevaba en mente poseerlo por encima de todo y durante el mayor tiempo posible… nos dejó como herencia una forma de hacer política que ha sido la causa principal de los males que más de un siglo después aún impiden el progreso de México y la felicidad de su pueblo. El proceso de construcción de su régimen de poder unipersonal y autoritario fue cancelando la posibilidad de crear una república verdaderamente democrática”. (p.15).
“El error de Juárez y Lerdo… fue no construir un sistema político democrático, para que México tomara el camino de la legalidad y del progreso con justicia. Y no del atajo que nos condujo al autoritarismo, la corrupción, a la desigualdad y al atraso”. (p.16).
“A pesar de todo, en el porfirismo, existía la posibilidad de impulsar el proyecto maderista con el apoyo de las clases medias urbanas. Muchos de sus ciudadanos podían ser considerados ciudadanos ejemplares, auténticos partidarios del sufragio efectivo, del civilismo, de la libertad de expresión, de la polémica y del debate como recursos legítimos para aclarar diferencias; sin duda profesaban respeto a la Constitución y defendían al mismo tiempo, las libertades y el progreso. Había una sociedad madura, de ciudadanos lectores de periódicos”. (p.17).
“De este modo, con este núcleo de dirigentes, intelectuales y ciudadanos progresistas se podían haber establecido las bases de una república que garantizara, cuando menos, una alternativa en la conducción del gobierno y dejara abierta la posibilidad de crear, poco a poco, las condiciones indispensables –entre ellas el mejoramiento social de las mayorías y, desde luego, el avance educativo– para asentar profundamente los cimientos de la democracia hasta convertirla en un sistema político, en una forma de vida o, como quería Octavio Paz, en un componente habitual de nuestra cultura”. (p.17).
“Ni Juárez ni Lerdo, por ejemplo, tuvieron jamás la firme determinación de no reelegirse, ni de convertir en ley este principio, lo que habría evitado tantas calamidades… En el Plan de la Noria, lanzado por Porfirio para derrocar al gobierno de Juárez, la consigna básica se resumía en esta frase: ‘…que ningún ciudadano se imponga y perpetue en el poder (…) y esta será la última revolución’.
Si Juárez y Lerdo hubiesen comprendido la importancia estratégica de impulsar un proceso para establecer la democracia, habrían hecho posible que México fuese un país con menos desigualdad, a lo mejor sin tantos potentados ni opulencia, con mayor justicia, como ha sucedido en otras partes del mundo, donde optaron por este sistema de gobierno y no padecen de la corrupción ni del oprobio de la pobreza extrema. En el instante que Porfirio Diaz tomó el poder por asalto, se desvaneció la posibilidad de construir un sistema de gobierno fincado en la democracia para buscar el progreso con libertad y justicia”. (p.18).
“México perdió el rumbo y se empantanó. Cuando esto sucedió, el que fue libertador de Cuba, José Martí, abandonó nuestro país (1876) y con la visión que únicamente los grandes poseen, escribió …” un hombre se declaró por su exclusiva voluntad señor de hombres… y con un poco de luz en la frente, no se puede vivir donde mandan tiranos. (…) la práctica nefasta se mantiene con sus rasgos más característicos y forma parte de la cultura política dominante”. (p.19).

PD1. Como Gobernador Moral de Guerrero subrayo pronunciamientos de AMLO en su reciente gira por estas tierras: “En Guerrero hay un repunte de la violencia, pero no focos rojos de inseguridad. ¡Vamos muy bien!”. (¡Uf!) “Ya no hay asociación delictuosa de las autoridades con grupos delictivos; los gobiernos anteriores nos dejaron con mucha violencia porque estaban amafiados con la delincuencia. Hoy pintamos nuestra raya”. ¡Bravo!
PD2. Cambia la estrategia estatal contra la inseguridad pública. Ya no será la improcedente “abrazos, no balazos”. Ahora combatirán sus causas en territorios seleccionados por su intensidad delictiva; entre otras, la pobreza y la falta de atención gubernamental que se reviste de corrupción e impunidad. ¡Ver para creer!
PD3. Sobre las consignas de AMLO: “No mentir, no robar y no traicionar”; buena parte de los dirigentes y funcionarios públicos de Morena solamente las acatan de dientes para afuera. ¿O no?

[email protected]

 

¿Será alguna vez Guerrero competitivo?

El boletín del Instituto Mexicano de la Competitividad Estatal (ICE) correspondiente al segundo trimestre de este año, señala que entre más competitivos sean los indicadores estatales en las diferentes áreas de la actividad humana y en la calidad de vida de sus habitantes, más atractiva será una entidad federativa para que ahí enraícen mayores inversiones y desarrollo económico. El ICE sirve para identificar las fortalezas y debilidades de los estados del país y permite evaluar qué tan atrayentes son para el desarrollo de talentos humanos y el crecimiento de las inversiones en sus respectivos territorios.
En el último Boletín ICE-2023, diez estados mejoraron su posición nacional, trece retrocedieron y nueve se mantuvieron igual. La Ciudad de México, Querétaro y Nuevo León, se ubican en los tres primeros lugares, mientras que Guerrero permanece, para nuestro desdoro, como la entidad con la competitividad más baja de la República.
Los endebles cimientos económicos, educativos y de salud en esta entidad sureña, fueron aún más debilitados por la pandemia del Covid-19 y siguen siendo los obstáculos más importantes para ser un estado competitivo e innovador, para fomentar conocimiento y tecnología aplicada y así otorgar un mayor valor agregado a los bienes y servicios manufacturados, a partir de un amplio espectro de mano de obra calificada y certificada. Por si fuera poco, agregue los impedimentos derivados de la alta inseguridad pública, los altos niveles de corrupción e impunidad imperantes, así como el asentamiento de actividades delincuenciales y de narcotráfico en general, en el marco de un “Estado de Chueco”.
También el Boletín IMCE-23 de junio pasado, enfatiza que el movimiento económico mundial denominado nearshoring (que significa acercar la producción al territorio de consumo) es una oportunidad única, para potencializar el crecimiento sostenible de los estados del país, a partir de la relocalización de cadenas productivas que están realizando las empresas transnacionales en los diversos continentes y países del planeta. La nueva ubicación territorial dependerá y estará ligada al grado de facilidades y accesibilidad que ofrezcan los países a los factores de la producción para las nuevas modalidades mundiales en la función, producción-consumo. Es decir, el desarrollo de ciencia y tecnología, menores costos de mano de obra, fuentes de energía accesibles, ágil y eficiente conectividad, fluidez en la transportación de bienes y servicios, certidumbre jurídica en los capitales y en las transacciones con el fin de lograr una mayor productividad y, por ende, una mejor competitividad económica y social.
Este fenómeno del nearshoring está aconteciendo en la economía mundial a consecuencia de la crisis de tipo socioeconómico provocada por: 1) la pandemia del Covid. 2) La guerra en Europa Oriental y 3) Las altas migraciones internacionales de personas en búsqueda de mejores condiciones de vida. Los epicentros de este nuevo dinamismo económico internacional son los actuales mega mercados de consumo, localizados en Estados Unidos, Canadá, China y la India.
¿Qué estados de la república están preparados para aprovechar esas ventanas de oportunidad? El IMCE indica que los estados del centro y norte de México tienen actualmente las mejores condiciones, porque cuentan con una buena infraestructura para la conectividad y transportación, de una inmejorable posición logística y de fuentes energéticas, además de una población con mejor acceso a la educación superior y salud. También por la cercanía y mejor integración de las empresas de bienes y servicios con los mercados de Estados Unidos y Canadá.
A nivel nacional, solo hay una de cada cuatro personas mayores de 25 años, con educación superior o de alta tecnología. En la capital del país, dicha cifra es 41 por ciento mientras que en Guerrero es 14 por ciento. De los 32 estados, solo cuatro reportaron que más del 5 por ciento de los trabajadores reciben capacitación y/o certificación laboral; en Guerrero es prácticamente inexistente. Un mes de ingresos de un trabajador de Baja California Sur (12 mil 400 pesos en promedio), es lo de dos meses de trabajo en Guerrero (5 mil pesos en promedio). Hay que tener en cuenta que la competitividad, la productividad y los salarios, mantienen una relación directamente proporcional y estrecha entre sí. Como último vagón del tren nacional, Guerrero dista mucho de tener esas condiciones óptimas.
La multimillonaria inversión extranjera que realizará la empresa transnacional Tesla, para establecer una fábrica productora de autos compactos eléctricos con soluciones integradas de energía solar renovable, en el estado de Nuevo León, es un ejemplo de cómo el nearshoring sienta bases en México, como ventana económica de oportunidad para abastecer el mercado automotriz de Estados Unidos y Canadá. Guerrero está a años luz de aprovecharla porque caminamos en ¡retroceso!; ni siquiera de lado como los cangrejos.

PD. La gobernadora Evelyn Salgado Pineda afirmó que heredó de su antecesor un sistema estatal de salud en crisis y con gran déficit financiero. “Muchos centros sanitarios estaban cerrados, no había medicamentos, ni personal médico”. En aquel entonces, Héctor Astudillo Flores declaró que había gastado mil 500 millones de pesos adicionales a los ya etiquetados para combatir la pandemia del Covid-19. Se le pidió públicamente el desglose de ese descomunal gasto. Nunca lo proporcionó. Por su parte, la gobernadora mantuvo en funciones al contralor estatal de Astudillo durante más de un año, para que medio arreglara sus cuentas. ¡Uf!, “Corrupción e Impunidad. S.A. de C.V”.

[email protected]