Recorrieron policías y militares la sierra, informan vecinos de la zona azotados por la violencia

Ayer policías del estado y militares recorrieron en conjunto caminos rurales de los municipios de Leonardo Bravo (Chichihualco) y Heliodoro Castillo (Tlacotepec) luego de la violencia que mantiene cerradas escuelas y hospitales en esa zona amapolera, informaron autoridades del gobierno del estado.
El sitio de Urvan que se dirigen a Tlacotepec de la Unión de Transportistas de Heliodoro Castillo en la capital cumplió 12 días sin reanudar servicio de transporte público, mientras que en las comunidades que no tenían energía eléctrica porque la cortó un grupo criminal, ya se restableció el servicio.
El vocero del Grupo de Coordinación Guerrero (GCG), Roberto Álvarez Heredia en un boletín de prensa la tarde de ayer, indicó que desde las primeras horas se trasladaron policías y soldados para garantizar la seguridad.
“El operativo conjunto ocurre un día después de que el gobernador Héctor Astudillo Flores anunciara que soldados y policías patrullarían los caminos rurales de la sierra de Guerrero para detener las incursiones de los grupos delictivos que operan en la zona”, dice el comunicado.
En una nota del 19 de julio, El Sur informó que vecinos de varios pueblos de Heliodoro Castillo que se encuentran en la parte alta, adelante de Filo de Caballos, informaron que hay 19 pueblos que desde el 9 de junio, cuando fue atacado Izotepec, no tienen energía eléctrica ni servicio telefónico.
Las comunidades afectadas son Yextla, Izotepec, Chicahuales, Yerbasanta, Los Bajos, La Vuelta del Sur, Tiquimil, Escalerilla, Puerto la Guitarra, Pueblo Viejo, Las Juntas, Tejamanil, Campo Morado, Chilpancinguito, La Aurora, Renacimiento, Agua Zarca, La Guitarra y Puerto del Gallo.
Consultado por teléfono el presidente municipal de Heliodoro Castillo, el priista Juan Pedro Salgado Román informó que se restableció el servicio de energía eléctrica en las localidades afectadas, “ya me comuniqué con trabajadores de la CFE y dicen que ya se restableció la luz”, y agregó que ya cuentan con servicio telefónico.
Salgado Román dijo que otro de los problemas que tiene su municipio por estos hechos de violencia es el bloqueo a la carretera cerca de Corralitos, la suspensión del servicio de transporte público de Chilpancingo a Tlacotepec, el desabasto de alimentos básicos, gasolina, además de la suspensión de clases y disminuyó el servicio del Hospital Básico Comunitario de Tlacotepec.
Informó que en algunas escuelas hubo clases porque maestros viven en el municipio, y el hospital da servicio al 50 por ciento, “por los hechos que ocurrieron en Leonardo Bravo, docentes, médicos y enfermeras no subían a Tlacotepec por el temor de que pudieran ocurrir un hecho de violencia”.
El alcalde de Tlacotepec comentó que estos hechos los reportó a los funcionarios de la Secretaría de Educación Guerrero (SEG) y la Secretaría de Salud para que intervengan.
“El municipio se encuentra tranquilo, sólo el asunto es en Leonardo Bravo, pero poco a poco ya se está restableciendo la circulación de la carretera Leonardo Bravo a Tlacotepec, porque hoy (ayer) llegó una camioneta de Cometra a la cabecera municipal, eso quiere decir que ya habrá paso por esa vía”, declaró.
Agregó que las Urvan de la ruta Chilpancingo-Tlacotepec continúan paradas, “desconozco cuándo van a reanudar las labores, ahí tiene que ver los transportistas, pero estaré al pendiente de este hecho”.
Un chofer de la ruta Chilpancingo-Tlacotepec dijo que ayer iban a reanudar el servicio de transporte público, pero los comisarios de la sierra de Leonardo Bravo les pidieron que reanudaran el servicio hoy, porque tendrían una reunión en la comunidad de Los Morros para abordar el tema de Seguridad.
En el sitio del transporte público de Chilpancingo a Tlacotepec se observó que estaban estacionadas dos Urvan. (Luis Blancas / Chilpancingo).

 

Marchan en Filo de Caballos 23 pueblos afectados por la violencia; crearán su policía ciudadana

 

Pobladores de comunidades de la sierra de cuatro municipios macharon ayer en Filo de Caballos para anunciar la creación de su policía ciudadana ante la inseguridad y la violencia latente Foto: Lenin Ocampo Torres

Más de mil vecinos de 23 pueblos de los municipios de Leonardo Bravo (Chichihualco), Eduardo Neri (Zumpango), Heliodoro Castillo (Tlacotepec) y Chilpancingo, marcharon ayer en este pueblo y anunciaron la creación de la policía ciudadana de autodefensa, luego de que el sábado y el lunes de la semana pasada en Corralitos y cerca de Filo de Caballos hubo asesinados en hechos distintos: tres en la primera localidad y uno en la segunda.
El presidente de la Unión de Comisarios de la Sierra, David Barragán López, vecino de la comunidad de Los Morros, municipio de Eduardo Neri, denunció que los gobiernos federal y estatal desatendieron su petición que plantearon el martes de la semana pasada para que les brindaran seguridad, a raíz de esos hechos.
Las autoridades municipales de las localidades de la zona pidieron la instalación de una base militar y de la Policía Estatal en Filo de Caballos o en Campo de Aviación, para resguardar a los pueblos ante la amenaza de nuevos ataques.
En la manifestación de ayer los comisarios de la región denunciaron que la violencia que comenzó el sábado de la semana pasada en Corralitos sigue latente, y que por el abandono de los gobiernos federal y estatal, que los han dejado solos, acordaron en una reunión el viernes pasado en Carrizal de Bravo, municipio de Leonardo Bravo, asumir la defensa de sus pueblos mediante una policía ciudadana de autodefensa, nombrada por los pueblos de la zona.
Ayer se constató que en el trayecto de la carretera desde la desviación de Casa Verde en la carretera federal Chilpancingo-Iguala, a Filo de Caballos no hay vigilancia militar ni policiaca, a pesar de que es una zona amapolera y de la violencia que se desató el sábado y continuó el lunes de la semana pasada en la zona, en Corralitos y cerca de Filo de Caballos.
El presidente de la Unión de Comisarios de la Sierra, Barragán López informó que ante el abandono de las autoridades crearon la policía ciudadana de autodefensa que funcionará de manera independiente de otras organizaciones, y de los gobiernos federal y estatal. Expuso que se regirán mediante usos y costumbres según las costumbres de los pueblos de la zona.
A las 11 de la mañana vecinos de los pueblos que conformaron esta policía ciudadana se concentraron en Filo de Caballos, y Barragán López denunció que el martes de la semana pasada acudieron a pedir ayuda al gobierno del estado y solicitaron seguridad el Ejército y la Policía Estatal, “y no se nos hizo caso”, se quejó.
Dijo que informaron al gobierno lo que está pasando en estos pueblos, “pero pusieron de excusa que nosotros les quitamos a los que ellos agarran, pero la realidad es que ellos no nos dan seguridad, o que nos digan si de verdad estamos seguros con todo lo que está pasando”.
Aclaró que los pueblos que conformaron su policía no tienen nada en contra de las otras localidades de la región de donde viene el grupo de sicarios que los han atacado, “queremos la unidad con ellos, pero hay gente que quiere venir a sacarnos a nosotros y eso no se va a poder, por eso les pido que estemos unidos nosotros”, le dijo a la gente concentrada.
El comisario municipal de Filo de Caballos, Alfonso González Pacheco informó que los pueblos del Filo Mayor más representativos por su población que integraron la policía ciudadana son Tepozonalco, Iyotla, Carrizal, La Escalera, La Laguna, Tres Cruces, Mirabal, Torre Camotla, Filo de Caballos y Campo de Aviación.
Desmintió “el amarillismo que está corriendo en las redes sociales en el sentido de que hemos agredido a los gobiernos federal y estatal, al contrario, si estamos unidos es para pedir la seguridad para nuestros pueblos, y la policía ciudadana es para que esté en coordinación con el gobierno estatal y federal, y en el momento de que arriben a nuestras comunidades tengamos un diálogo y les tendamos la mano para ver de qué manera podemos enfrentar la situación de inseguridad”.
“Nosotros queremos la convivencia, queremos vivir en paz, queremos que el gobierno vea la situación de inseguridad que se está viviendo, es una situación muy triste porque muchas familias están temerosas de salir a la calle a comprar sus insumos, no saben en qué momento nos pueden agredir otras personas de otros lados, que no sabemos es qué es lo que buscan, sólo sabemos que están golpeando a nuestras comunidades”, dijo.
Reprochó que los gobiernos federal y estatal no han enviado seguridad a la zona a pesar de que “fueron testigos directos” de las camionetas clonadas, simulando que eran del Ejército y pretendían atacar Filo de Caballos el lunes de la semana pasada, “por eso es que todos los comisarios y sus comunidades hacen un llamado al gobierno para que nos den seguridad”.
Pidió que el gobierno suba a hacer su trabajo, “que tome medidas necesarias en coordinación, ahora, con la policía ciudadana que vamos a conformar en cada una de nuestras comunidades para que trabajemos en coordinación, para que se haga un trabajo limpio y así podamos vivir en paz y se logre restituir el transporte, la salud y educación”.
Al gobernador le exigió que les haga caso a los pueblos de esta zona “y que vea la preocupación en la que estamos”.
Otro de los habitantes, Crescencio Pacheco González informó que la policía ciudadana se va a nombrar en cada uno de los pueblos y se va a regir mediante los usos y costumbres de los pueblos, para protegerse “porque no es posible que personas ajenas quieran venir a apoderarse de nuestros pueblos y causarnos daño, eso no lo vamos a permitir”, advirtió.
Contó que él es de Campo de Aviación “y tengo a mi madre, a mis hermanos, a mis tíos, a mi familia, a mis amigos en los diferentes pueblos de aquí, y no es posible que por una personas que nos quieran atemorizar yo los deje y también mi patrimonio que tanto trabajo me ha costado”.
Enseguida arengó que todavía están a tiempo para organizarse “y atacar el problema de inseguridad de raíz, vamos a reaccionar no solamente por nuestras familias, vamos por todos nosotros, no tengan miedo”, dijo y ante los comisarios de los pueblos reunidos expuso que en sus manos está la responsabilidad de organizar a los habitantes para defenderse.
Las más de mil gentes que se reunieron en el centro de Filo de Caballos partieron en marcha después del mitin hacia la salida a Xochipala, en donde se concentraron.
Allí en una conferencia de prensa el presidente de la Unión de Comisarios, Barragán López informó que el martes de la semana pasada solicitaron al gobernador Héctor Astudillo Flores que les mandara seguridad y que a través de un funcionario (que no precisó quién) les contestó que a más tardar el viernes llegaría el Ejército y la Policía Estatal, pero no llegó.

Diario sufren de amenazas y “ni sabemos qué es lo que buscan”, dice la Unión de Comisarios

En Corralitos el 9 de junio ocurrió un enfrentamiento entre grupos armados que dejó tres muertos. El 11 de junio hubo una balacera en el paraje conocido como El Chorrito en la carretera que se dirige a Tlacotepec, cerca de Filo de Caballos, en donde después fueron halladas dos patrullas de militares clonadas y en el interior de una estaba un hombre asesinado a balazos.
El presidente de la Unión de Comisarios denunció que a raíz de esos hechos, “diario tenemos amenazas, por eso nos reunimos hoy toda esta gente que ve aquí, a cada rato nos advierten que vienen 500 armados o que vienen 600 y nos preguntamos por qué, si no les debemos nada a esa gente, no vamos a sus pueblos ni sabemos qué es lo que buscan”.
Dijo que a raíz de los hechos de violencia en Corralitos, los aproximadamente 600 habitantes abandonaron la comunidad, “se desplazaron a los pueblos vecinos, andan refugiados por aquí en los mismos pueblos pidiendo que comer porque el Gobierno no nos hace caso”.
Recalcó que el ejemplo de ese pueblo hizo reaccionar a los habitantes de otras 23 localidades de los municipios de Leonardo Bravo, Eduardo Neri, Heliodoro Castillo y Chilpancingo, que decidieron en una reunión del viernes de la semana pasada en Carrizal de Bravo conformar su policía ciudadana.
Informó que por lo pronto serán unos 300 policías ciudadanos de todos estos pueblos y que instalarán filtros desde Xochipala y en todo el corredor hasta Filo de Caballos, “para que las familias caminen bien, haya seguridad para los transportistas y los pueblos vivan en paz sin el temor de que gente ajena va a venir a desplazarnos de nuestros pueblos”.
Agregó que la policía ciudadana trabajará de manera independiente de otras que ya existen y de las autoridades, “si el gobierno definitivamente nos ha dejado así, somos nosotros los que nos vamos a defender como podamos”.

 

 

Están cerradas las escuelas en 31 pueblos de la sierra ante a la violencia y 12 comunidades no tienen luz

 

Unas 31 comunidades de los municipios de Heliodoro Castillo (Tlacotepec), Leonardo Bravo (Chichihualco), Eduardo Neri (Zumpango) y Chilpancingo sumaron ayer ocho días con sus escuelas cerradas, de ellas unas 12 no tienen servicio telefónico y en Filo de Caballos sigue cerrado desde el lunes de la semana pasada el Hospital Básico Comunitario que presta servicio de segundo nivel y emergencias a más de 100 pueblos de esos cuatro municipios, informaron autoridades municipales que se concentraron ayer en esta comunidad.
Debido a la violencia que se desató desde el sábado de la semana pasada, en la mayoría de los pueblos de esa zona tampoco hay servicio de transporte y no pueden llegar las camionetas de las empresas distribuidora de productos, por lo que los alimentos han comenzado a escasear y, por ejemplo, el precio de un pollo se ha elevado hasta a 200 pesos, cuando antes estaba en 120, contaron los vecinos.
La violencia comenzó el sábado 9 de junio cuando integrantes del grupo criminal que encabeza Juan Castillo Gómez, El Teniente, atacó simultáneamente los pueblos de Izotepec, municipio de Heliodoro Castillo y Corralitos, de Leonardo Bravo, en esta segunda localidad la autoridad confirmó tres muertos.
El lunes ocurrió otro enfrentamiento entre grupos armados en la carretera Casa Verde- Filo de Caballos en el tramo entre Filo de Caballos y Corralitos en el punto conocido como El Chorrito, allí fueron encontradas dos camionetas clonadas del Ejército mexicano y en una de ellas el cuerpo de un hombre con varios balazos.
Habitantes de varios pueblos de Heliodoro Castillo que se encuentran en la parte alta adelante de Filo de Caballos, informaron que en esa parte de la sierra hay 19 pueblos que desde el 9 de junio, cuando fue atacado Izotepec, no tienen energía eléctrica ni servicio telefónico.
Aseguraron que también que se encuentran cerradas las escuelas desde nivel preescolar, primaria y secundaria. Además de que no han subido los médicos y las enfermeras que atienden los centros de salud que hay en cada uno de los pueblos, y tampoco pueden llegar los camiones distribuidores de productos.
Representantes de esos pueblos informaron que se encuentran en esa situación habitantes de Yextla, Izotepec, Chicahuales, Yerbasanta, Los Bajos, La Vuelta del Sur, Tiquimil, Escalerilla, Puerto la Guitarra, Pueblo Viejo, Las Juntas, Tejamanil, Campo Morado, Chilpancinguito, La Aurora, Renacimiento, Agua Zarca, La Guitarra y Puerto del Gallo.
Una madre que omitió su nombre dijo que en cada una de esas comunidades hay una escuela primaria, un kínder, y un centro de salud que está cerrado.
Añadió que también están cerrados 10 telebachilleratos que prestan el servicio educativo en esas 19 localidades.
Informó que los enfermos son trasladados por sus familiares por sus propios medios en vehículos particulares a Chilpancingo o a Chichihualco.
El ex comisario de Filo de Caballos, Arturo López Torres informó que en la parte baja las escuelas están cerradas en Filo de Caballos, Campo de Aviación, Los Morros, Coatepec de la Escalera, Carrizal de Bravos, La Felicidad, El Mirabal, La Laguna, Tres Cruces, Torre Camotla, Iyotla, Tepozonalco.
En Filo de Caballos también está cerrado por la violencia desde el lunes de la semana pasada el hospital básico comunitario, que según López Torres presta el servicio a más de 100 pueblos de los municipios de Heliodoro Castillo, Leonardo Bravo, Eduardo Neri y Chilpancingo.
En un recorrido ayer se constató que las instalaciones permanecen cerradas y afuera se encuentran inmovilizadas dos ambulancias que prestan el servicio de traslado a los enfermos.
“Este es un hospital que siempre había estado abierto las 24 horas de los 365 días del año, y solamente en estos días por la inseguridad ha cerrado sus puertas”, contó López Torres en el recorrido afuera de las instalaciones que se encuentran en la entrada de esta población.
Informó que este hospital presta atención médica de segundo nivel, medicina general, urgencia y servicios a la comunidad con servicios básicos de salud.
Aquí atiende a la población de los cuatro municipios una plantilla de 60 trabajadores, de los cuales 14 son médicos generales, tres especialistas, dos ginecólogos y un pediatra, además 19 enfermeras, y el resto es personal administrativo.
En las instalaciones hay 12 camas, seis para hombres y seis para mujeres.
El ex comisario municipal informó que ayer se cumplieron nueve días que las instalaciones están cerradas y que la preocupación es sobre todo por las mujeres embarazadas, “porque son las que más sufren este tipo de problemas”.
Informó que desde la semana pasada las personas que se enferman tienen que trasladarse por sus propios medios a Chilpancingo que se encuentra a casi una hora y media en vehículo.

No hay transporte público y el camino está bloqueado cerca de Corralitos, informan

El sitio de Urvan del transporte público a Tlacotepec desde Chilpancingo de la Unión de Transportistas de Heliodoro Castillo en la capital, cumplió ayer 10 días sin reanudar el servicio, que suspendió debido a la violencia.
Consultado por teléfono un vecino de Tlacotepec quien se reservó su nombre por temor a represalias, comentó que la carretera que se dirige a Tlacotepec cerca de la comunidad de Corralitos se encuentra bloqueada con troncos y piedras que impiden el paso de las Urvan del transporte público, automóviles particulares, y camiones que transportan productos de la canasta básica y de refrescos.

“Es lo que dicen los paisanos que no hay paso para Tlacotepec, porque la carretera está bloqueada por troncos atravesados y piedras que impide el paso vehícular, pues no se sabe quién bloquea y eso nos afecta mucho a los pobladores y las autoridades de gobierno no hacen nada contra estos hechos de violencia”, declaró.
Explicó que la ruta alterna para dirigirse hacia Tlacotepec en transporte público o en vehículo particular se dirige de Chilpancingo a Teloloapan, después a Apaxtla de Castrejón y en este municipio hay una camino que se dirige a la comunidad de El Caracol que corresponde a Tlacotepec, hasta llegar a esa cabecera municipal.
Dijo que por la situación que no hay paso para el transporte público y camiones que transportan productos de la canasta básica, refrescos y combustible, subió el litro de gasolina a 25 pesos.
Ayer en el sitio de Urvan Chilpancingo-Tlacotepec se observó vacío y sólo había una Urvan estacionada.

Ante el cierre del hospital, las embarazadas tienen que viajar más de dos horas

La Secretaría de Salud informó que las pacientes embarazadas de Filo de Caballos, municipio de Leonardo Bravo (Chichihualco), que se atendían en el centro de salud en el cual no hay labores debido a la violencia, son atendidas en Zumpango y Chilpancingo, a dos horas de distancia.
Las embarazadas que están en las localidades cercanas a la cabecera de Tlacotepec son atendidas en el hospital de Tlacotepec, o en localidades cercanas a la zona Norte.
La dependencia detalló que las pacientes de las localidades cercanas a la zona Norte que tendrán su bebé por parto eutócico, que no necesita la intervención médica,
son atendidos en Aplaxtla o Teloloapan, y en caso de requerir intervención quirúrgica será en Iguala.
El tiempo de traslado de Filo de Caballos a Chilpancingo en transporte público es de 2 horas y en carro particular una, y el pasaje está en 100 pesos.
Las distancias de las localidades de la zona Norte son de aproximadamente 3 horas, es decir que tardarían ese tiempo para trasladarse y recibir atención médica en los hospitales o centros de salud más cercanos.
En la sierra de Guerrero se desató la violencia debido a una lucha por el control del trasiego de drogas por grupos de la delincuencia organizada.
El hospital básico comunitario y los centros de salud de la zona cerraron, y según la Secretaría de Salud los pobladores son atendidos mediantes brigadas asistenciales que van de dos a cuatro veces al mes. (María Avilez Rodríguez / Chilpancingo).

 

Se reanudaron ayer los ataques desde los cerros a Izotepec tras la salida del Ejército, informan vecinos

Zacarías Cervantes y Luis Blancas

Chilpancingo

Vecinos de la comunidad serrana Izotepec, municipio de Heliodoro Castillo (Tlacotepec), denunciaron que la mañana de ayer se reanudaron los tiroteos desde los cerros hacia el pueblo, luego de que el miércoles se fueron de la zona soldados del Ejército y policías estatales que llegaron luego de los ataques del sábado.
Vía telefónica los pobladores informaron que ayer seguían sin energía eléctrica y sin servicio telefónico 10 pueblos de esa área de la sierra. El sitio de Urvan que se dirige a Tlacotepec desde Chilpancingo continúa sin reanudar el transporte público, suspendido desde el sábado tras los enfrentamientos en esa zona amapolera.
Además seguían cerradas las escuelas y el hospital básico comunitario de Filo de Caballos, municipio de Leonardo Bravo, donde hubo enfrentamientos entre dos grupos de la delincuencia organizada el sábado y el martes.
Esta no es una situación menor, el hospital tiene 800 metros cuadrados, seis consultorios, 13 médicos, dos pediatras, 14 enfermeras, 13 enfermeras generales y dos cirujanos, y atiende a vecinos de otras poblaciones.
Algunos de los habitantes de los pueblos de Heliodoro Castillo que abandonaron las localidades por la violencia denunciaron que ayer se reanudaron los tiroteos, según les informaron vía radio sus familiares que se quedaron en Izotepec.
Contaron que los militares y policías estatales llegaron el lunes a Izotepec tras el enfrentamiento del sábado, pero después del mediodía del miércoles abandonaron la zona y ayer en la mañana reanudaron las hostilidades contra la población.
Una de las desplazadas envió a El Sur un audio grabado de los radios de comunicación con los que se comunican los hombres armados, y un video en el que observa a un hombre muerto.
Los hombres armados con vestimenta tipo militar y encapuchados que rodean el cuerpo se burlan del cadáver y con los pies lo voltean, “ya está bien tieso el mierda”, se escucha que dice alguien.
Sin embargo las fuentes no confirmaron que haya habido algún muerto a raíz de los tiroteos de ayer ni de los días anteriores en Izotepec.
Asimismo, en los audios que enviaron ayer se escucha que los hombres armados se comunican, se dan instrucciones y se coordinan vía radio.
“Los tenemos bien rodeados, de aquí para Tlaco (Tlacotepec) pura gente nuestra. Si quieren pedos tenemos a los policías en la mira, ahorita les vamos a tirar a los policías, a los guachos (soldados) no, los estamos viendo, están dando vueltas”, se escucha en uno de tres audios que enviaron.
Se entiende que los hombres armados desde los cerros mantienen bajo vigilancia al pueblo y tenían en la mira a los policías y militares que habían llegado el lunes, que se retiraron el miércoles en la tarde.
En el segundo audio se escucha: “A los guachos déjenlos, con los militares no tenemos pedos, pero si también quieren también se les va a dar, pero ahorita nomás denle a los otros cuando los tengan en la pura mira”.
En el tercer audio se escucha: “Denles a los escopetudos, chéquenlos bien, cuando los tengan en la mira denles duro. No, pensé que eran de aquellos, y yo dije ahorita les vamos a quitar el sueño pero no”.
La fuente informó que por el asedio del grupo criminal que se mantiene desde el sábado pasado, al menos 10 pueblos siguen sin energía eléctrica y sin servicio telefónico a pesar de que han solicitado insistentemente a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) que vaya a reparar las cuchillas que fueron dañadas por los sicarios.
Agregó que la respuesta de la CFE y de la empresa telefónica es que no existen garantías de seguridad para que el personal suba a restaurar el servicio.
Los pueblos más grandes que seguían sin servicio ayer son Yextla, Izotepec, Yerbasanta, Los Bajos, Vuelta del Sur, Escalerillas, Puerto la Guitarra y Pueblo Viejo.
Además en los pueblos de la parte baja, como Filo de Caballos, Carrizal, Campo de Aviación, Corralitos y La Laguna, ayer no se habían reabierto las escuelas y las clases seguían suspendidas desde el lunes.
Tampoco el hospital básico comunitario de Filo de Caballos había reanudado sus actividades, informó vía telefónica uno de los habitantes.
En la localidad de Corralitos el sábado de la semana pasada ocurrió un enfrentamiento que dejó tres muertos y el martes ocurrió otro cerca de Filo de Caballos con un asesinado que fue encontrado dentro de una camioneta clonada para aparentar que era de militares.

Cumple cinco días suspendido el transporte público de Chilpancingo a Tlacotepec

El sitio de Urvan de la Unión de Transportistas de Heliodoro Castillo ubicado en la colonia Morelos en Chilpancingo sigue sin reanudar el servicio de transporte público, cerró debido a los ataques del sábado en la comunidad Corralitos que se extendieron el martes a Filo de Caballos, en la sierra de Chichihualco.
El sábado luego de un enfrentamiento armado entre grupos de la delincuencia organizada en la localidad Corralitos, los transportistas suspendieron el servicio para proteger su integridad y la de los pasajeros porque transitan por esa comunidad.
Ayer se observó que se estaban abandonadas las instalaciones, no había Urvan ni choferes, había basura en el piso y afuera sólo estaba estacionada una Urvan de esa ruta.
El 10 de septiembre del año pasado un chofer ejecutado a balazos y una Urvan incendiada fue el saldo de un ataque de un comando al sitio, entonces cerraron durante 10 días.

 

Dejó el ataque de sicarios a 10 pueblos de la sierra sin electricidad, servicios de salud ni educación

 

Policías estatales recorrieron la tarde del lunes la localidad de Corralitos, municipio de Leonardo Bravo, donde escoltaron tres grúas que se levaron tres automóviles que fueron baleados el sábado durante un enfrentamiento entre dos grupos delictivos que pelean el control de la zona Foto: Lenin Ocampo Torres

Por lo menos 10 pueblos del municipio de Heliodoro Castillo se encuentran sin energía eléctrica y sin servicio telefónico desde el sábado, mientras que en filo de Caballos, municipio de Leonardo Bravo, desde el lunes están cerradas las escuelas de todos los niveles y el Centro de Salud debido a los enfrentamientos entre dos grupos de sicarios que se diputan la zona, informaron pobladores.
Asimismo la empresa que cubre el servicio de transporte en la ruta Chilpancingo-Tlacotepec también suspendió el servicio, como ya lo habían hecho los de Iguala.
Ayer familiares de algunos de los habitantes de los pueblos de Heliodoro Castillo que viven en la capital y en Chichihualco, demandaron a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) que se restablezca el servicio de energía eléctrica que no tienen desde el sábado, cuando un comando armado atacó el pueblo de Izotepec y cortó el servicio, con lo que afectó a por lo menos otros nueve pueblos de la zona.
Asimismo informaron vía telefónica que decenas de familias están abandonando por sus propios medios y en medio del riesgo las poblaciones a raíz de la violencia que sigue latente, por lo que demandaron el apoyo de del Ejército y de la Policía Estatal, para que resguarden a las familias que quieren salir de la zona.
Joaquina, una mujer que la tarde del lunes llegó desplazada por la violencia de la comunidad Vuelta del Sur a Chichihualco, contó vía telefónica que desde el sábado los pueblos asentados de Yextla hacia la zona alta de la sierra no tienen energía eléctrica ni servicio telefónico.
Dijo que los pueblos con población mayor son Yextla, Izotepec, Yerbasanta, Los Bajos, Vuelta del Sur, Escalerillas, Puerto la Guitarra y Pueblo Viejo, debido a que el grupo que atacó Izotepec dañó las cuchillas de la red para cortar el servicio.
Informó que en estas localidades tampoco se ha restablecido el servicio de telefonía por lo que se encuentran incomunicados.
Dijo que ella salió con sus hijos menores de edad desde el domingo y se vino “de raid” transbordando pueblo por pueblo para salvarles la vida, y ahora quiere regresar por el resto de sus familiares pero tiene miedo.
Dijo que hay muchas familias de todos esos pueblos, que han sido atacadas por el mismo grupo de sicarios, que quieren abandonar la zona pero temen salir solos, además no hay transporte y tienen que salir caminando hasta encontrar a algún automovilista en la carretera que quiera darles “raid” como lo hizo ella.
Informó que llegó en la tarde a Chichihualco y tampoco había señal de telefonía celular.

Escuelas y centros de salud cerrados

Mientras tanto, por segundo día las escuelas de todos los niveles educativos y el hospital de Filo de Caballos suspendieron labores para proteger la integridad física de los estudiantes, maestros y médicos ante la violencia que ha ocurrido en los últimos días en esa zona amapolera, informaron vecinos de esa localidad en una llamada telefónica.
El servicio de transporte de la ruta Chilpancingo-Tlacotepec se suspendió desde el sábado tras los ataques en Corralitos y Filo de Caballos.
Consultado por teléfono un vecino de la localidad de Filo de Caballos quien se reservó su nombre contó que se vive un ambiente tenso en su comunidad, luego de la balacera entre dos grupos de la delincuencia organizada que ocurrió el lunes en el paraje conocido como El Chorrito.
Dijo que por el miedo y zozobra los comerciantes que ofrecen sus productos de las canasta básica no subieron a Filo de Caballos para vender, lo que causará que escaseen los alimentos en el poblado.
Comentó que ayer no se reanudaron las clases ni el servicio del hospital, porque los maestros y médicos no suben a la comunidad por el temor de que pudiera ocurrir una balacera en la zona.
“Las cosas están muy tensas en Filo de Caballos, la población tiene miedo que ocurra otra balacera como lo que pasó ayer (lunes), además por esta situación no hay clases, servicio médico, ya la gente no vive tranquila, por eso pedimos a los gobernantes que atienden el problema de violencia porque ellos tienen la obligación de brindar seguridad y tranquilidad”, declaró.
Además el sitio de Urvan que se dirige hacia Tlacotepec de la Unión de Transportistas de Heliodoro Castillo en la capital suspendió el desde el sábado.
En un recorrido se observaron vacías las instalaciones del sitio de Urvan, en el piso sólo había basura y una tienda de abarrotes de construcción de madera que se encuentra adentro, pero estaba cerrada con candado.
A un lado de la vivienda sólo había estacionada una Urvan de la ruta Tlacotepec- Chilpancingo.
Un vecino de Tlacotepec quien se reservó su nombre contó que al mediodía del sábado cuando ocurrió la balacera en Corralitos donde tres hombres murieron, dos casas y una camioneta fueron incendiadas, y dos viviendas atacadas a balazos, las Urvan que se dirigían a Tlacotepec fueron retenidas en la carretera, pero al llegar las autoridades policiacas las dejaron pasar.
Comentó que después los transportistas acordaron suspender el servicio de transporte público, porque pasan por las comunidades de Filo de Caballo y Corralitos donde ocurrieron los enfrentamientos.
En Iguala el domingo hombres armados atacaron el sitio de servicio de transporte público de las camionetas Urvan de la ruta Iguala-Tlacotepec, por este hecho permaneció cerrada y sin servicio.
El sitio no es la única ocasión que suspende el servicio en Chilpancingo. El 10 de septiembre del año pasado un chofer ejecutado a balazos y una Urvan incendiada dejó un ataque de un comando a ese lugar.
Después de este hecho los transportistas suspendieron el servicio durante 10 días para proteger la integridad física de los choferes y pasajeros.
En la sierra de Guerrero continúan los hechos de violencia por el control del trasiego de drogas por grupos de la delincuencia organizada.

 

Es un comando de 200 sicarios el que irrumpió en Corralitos y opera en la sierra, relatan

 

La guerra por el control del corredor de Xochipala, municipio de Eduardo Neri (Zumpango) a Tlacotepec, la cabecera municipal de Heliodoro Castillo, ha llenado de temor de los habitantes y el desplazamiento de cientos de familias de las comunidades de esta parte de la sierra, que se encuentra en medio de una batalla entre dos grupos rivales de la delincuencia.
Corralitos, municipio de Leonardo Bravo (Chichihualco), es una de las poblaciones donde al menos 40 familias salieron como pudieron luego de que un grupo de sicarios vestidos de militar irrumpió ahí la mañana del sábado.
Los hombres armados atacaron a tiros dos viviendas donde quedaron muertos tres hombres. Una casa recibió más de mil disparos, es de concreto y de dos plantas, tenía una puerta blindada que no aguantó los disparos del grupo que presuntamente comandaba Juan Castillo, El Teniente. En esa casa se encontraron los cuerpos de dos hombres.
Algunos pobladores que omitieron su nombre por temor dijeron que “unos 200 hombres vestidos de militar y con armas largas llegaron (a Corralitos), atacaron las casas y hubo un enfrentamiento, quemaron dos camionetas (blindadas)” y decapitaron a uno de los muertos.
Testigos revelaron a El Sur que a los sicarios “los distinguía un pañuelo rojo amarrado en sus brazos derechos, eran en su mayoría jóvenes y algunos no parecían de la región”.
El lunes en la tarde un convoy de militares y policías estatales regresaron al poblado a levantar en grúas al menos tres carros que quedaron abandonados y baleados.
El pueblo estaba prácticamente solo, las casas con las puertas cerradas con candados y los animales dispersos en la comunidad.
Sólo unas cinco familias se quedaron, pero se estaban preparando para abandonar la localidad por el temor de nuevos enfrentamientos y la falta de seguridad porque “los policías se van, y sólo vienen después de que se arma el desmadre”, dijo un joven que observaba ayer desde lejos cómo los operadores de las grúas enganchaban los carros.
Policías estatales y militares recorrieron la comunidad y en la zona donde se dio el enfrentamiento encontraron una granada de fragmentación, y en la azotea de una de las casas hallaron otra.
En la calle principal del pueblo había por lo menos cinco casas que fueron allanadas, ropa tirada y puertas forzadas. Había tres viviendas destruidas y quemadas de las que aún salía humo.
También a mitad de calle dos camionetas blindadas estaban calcinadas, una de ellas modelo Tahoe y otra Cherokee, además de tres carros baleados.
Corralitos es la entrada al municipio de Heliodoro Castillo, el último poblado de Leonardo Bravo que cruza la carretera a Tlacotepec.
Es una comunidad pequeña, en su mayoría con casas de madera y techos de lámina rodeada de verdes pinos y famosa por la venta de duraznos que ofrecen a los automovilistas que pasan por la carretera.
En esta zona constantemente se han enfrentado el grupo de Isaac Navarrete, El Señor de la I, contra el de Juan Castillo Gómez, El Teniente, y Onésimo Marquina, El Necho.
Desde hace meses en esta zona alta de la sierra del estado los vecinos han denunciado la situación de violencia en la que viven, la falta de maestros y de doctores.
Además han manifestado su preocupación ante la caída en el precio de la goma de opio, que en menos de ocho meses bajó el valor del kilogramo de 18 mil a 8 mil pesos, lo que ha provocado una crisis económica en esta región donde más de 50 mil personas viven de la siembra de la amapola. La crisis del opio se deriva de la entrada al mercado estadunidense de un opiáceo sintético llamado fentanilo, con un costo más barato y con un efecto más potente que la heroína que se produce en la sierra de Guerrero. Ante esta crisis los pobladores temen que la violencia se incremente aún más en los próximos meses.

Se fueron 800 soldados

Un poblador de la comunidad de Filo de Caballos -que se encuentra a 5 minutos en vehículo de Corralitos-, platicó que desde hace dos semanas al menos 800 soldados que estaban en esa zona para erradicar plantíos abandonaron sus campamentos.
“Después de esa salida las cosas empezaron a cambiar, en los radios se escuchan amenazas de que van a entrar para reventar todo” mencionó.
El sábado en la mañana los poblados de Izotepec y Corralitos fueron atacados por el grupo que provenía de Tlacotepec.
En Izotepec se enfrentaron contra policías de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), y en Corralitos con el grupo que controlaba el lugar, según el testimonio de un vecino.
En ese enfrentamiento murió el comisario Antonio Cruz de 50 años, hay versiones diferentes, unos señalan que murió por el fuego cruzado y otros porque estaba secuestrado. Un testigo señaló que el grupo armado se llevó el cuerpo y lo sepultaron en Corral de Piedra, municipio de Heliodoro Castillo.
Los otros dos cuerpos eran trasladados al Servicio Médico Forense de Chilpancingo, pero en el poblado de Filo de Caballos vecinos y familiares los bajaron de la camioneta.
El lunes el mismo grupo que entró a Corralitos pretendía ingresar a Filo de Caballos, pero en el lugar conocido como El Chorrito ya los estaban esperando hombres armados.
Los vecinos dijeron que desde muy temprano se escucharon disparos y cuando “clareaba la mañana” vieron que había dos camionetas pintadas con los colores del Ejército.
En un principio pensaron que hubo un enfrentamiento con militares y como pasa siempre en estos enfrentamientos los pobladores se encerraron en sus casas.
En una de las camionetas clonadas que iba a entrar al pueblo la policía encontró una lista con nombres en los que destacaban el del candidato de la coalición PRI-PVEM a la alcaldía de Leonardo Bravo, Ismael Cástulo Guzmán y el de Arturo López Torres, padre de la candidata a diputada local por el distrito 19 de la coalición Por Guerrero al Frente, Yuritzia López Gómez.

“Que los cuiden sus comunitarias”, responde un policía

Durante el regreso del convoy de militares y policías en los poblados de Filo de Caballos, Campo de Aviación y Los Morros, los pobladores les pedían que se quedaran.
En Filo de Caballos tuvieron un dialogo con los agentes estatales, pedían su presencia y algunos policías respondían “ahora sí nos quieren, antes nos corrían, ahora que los cuiden sus comunitarias”.
El comisario de Filo de Caballos, pidió al gobernador Héctor Astudillo Flores y al presidente Enrique Peña Nieto, garantías de seguridad y la creación de un destacamento militar en la zona.
Entrevistado la tarde del lunes el comisario hizo responsable al gobernador, “de lo que llegue a suceder (en la sierra), si perdemos alguna vida o que haya un hecho lamentable, pedimos que nos apoyen”.
Adelantó que si continúa esta inseguridad “hay el riesgo de que la gente no salga a votar, que no emita su voto” en todo el corredor de la sierra.
El convoy dejó la zona de conflicto al caer la tarde, durante su salida los pobladores observaban afuera de su casa como si fuera un desfile.
“Ojalá y estos (grupos) se arreglen, ya no podemos vivir con miedo, los que tienen dinero o donde moverse se van, termina el relajo y regresan, pero los que no tenemos a dónde ir nos tenemos que aguantar, esperar como siempre, es un cuento de nunca acabar”, dijo una señora que observaba el paso de las camionetas de policías y militares.

 

Tres civiles muertos en choque con policías estatales en la sierra

Matan policías del estado a tres vecinos de Corralitos, Chichihualco, en un enfrentamiento

Una camioneta quedó con múltiples disparos de arma de fuego, una vivienda y otro vehículo fueron incendiados. Los agentes fueron agredidos cuando iban a Izotepec, dice el gobierno estatal. Un grupo criminal quería irrumpir en la segunda comunidad y hubo enfrentamientos que duraron 8 horas, informan pobladores. Los atacantes son policías comunitarios de Mezcala, afirman

Redacción

Chilpancingo

En un enfrentamiento entre civiles armados y policías del estado en la comunidad de Corralitos, municipio de Leonardo Bravo (Chichihualco), tres hombres entre ellos el comisario de ese poblado, fueron asesinados a balazos dentro de una casa.
Después del enfrentamientos los policías del estado detuvieron a cuatro hombres a los que les decomisaron dos fusiles AR-15 y otros dos AK-47, pero les fueron arrebatados por unos 200 pobladores de la comunidad de Filo de Caballos, presuntamente azuzados por el comisario.
El hecho ocurrió a las 2 de la tarde de este sábado pero las autoridad estatales a través de la vocería lo confirmaron a las 10 de la noche en un comunicado, donde se informa que los agentes fueron agredidos cuando iban hacia Izotepec, municipio de Heliodoro Castillo (Tlacotepec), después de casi 8 horas de que vecinos denunciaron los enfrentamientos y pedían la presencia de policías y soldados.
Vecinos de Izotepec, en la sierra del municipio de Heliodoro Castillo, denunciaron que permanecieron más de 6 horas bajo una lluvia de balazos de un grupo de hombres armados que intentaron irrumpir, a pesar de que alertaron a las autoridades a través del 911 y llamaron directamente a la 35 Zona Militar en la capital del estado, sin que tuvieran respuesta.
Vía telefónica pobladores afirmaron que un herido de bala fue trasladado a la comunidad vecina de Yextla por tres policías ciudadanos que repelían el ingreso del grupo armado, pero cuando regresaban fueron detenidos por policías del estado, a pesar de que les pidieron ayuda para enfrentar el ataque.
A las 9:30 de la noche de este sábado de manera extraoficial se informó que en la comunidad del Corralitos, del mismo municipio ubicada a hora y media de Izotepec, fueron asesinados tres hombres y una casa fue incendiada, por un grupo de sicarios y que al parecer tiene relación con el enfrentamiento de la mañana. Este hecho anoche las fuentes oficiales no lo habían confirmado.

Desde las 5 de la madrugada un comando rodeó la comunidad de Izotepec

Este sábado a las 8:30 de la mañana mediante una llamada telefónica a la redacción familiares de pobladores alertaron que desde las 5 de la madrugada un grupo armado estaba rodeando la comunidad, disparando a las casas y sus pobladores desde los cerros.
La mañana, tarde y parte de la noche vecinos de la comunidad sitiada llamaron de manera insistente y desespera a la redacción para denunciar que continuaban los enfrentamientos, e inclusive estaban por entrar los hombres armados a la comunidad.
A las 7 de la tarde se recibió la última llamada en la que además denunciaban que ninguna autoridad llegó a dar auxilio a los vecinos.
La última llamada fue acompañada de un video y audio de la balacera que aún se mantenía, y obligaba a los habitantes a estar dentro de sus hogares, en los videos se escuchan ráfaga de armas de alto poder.
En la llamada una mujer dijo que desde la madrugada se buscó a las autoridades a través de los números de emergencia para alertarlos y solicitar apoyo, pero cuando llamaron a la 35 Zona Militar se los negaron.
A las 9:10 de la mañana, 4 horas después de que iniciara el ataque la Secretaría de Seguridad Pública del estado envió un helicóptero para confirmar la denuncia de los pobladores.
En la primera llamada detallaron que sus parientes se comunicaron para avisar lo que estaba pasando, porque solicitaron sin respuesta el auxilio de la Secretaría de Marina, el Ejército y el gobierno estatal.
La mujer afirmó que los hombres armados son identificados por los pobladores como presuntos policías comunitarios de Mezcala, quienes llegaron al poblado por la comunidad de Viento Frío.
Insistió en que las autoridades estatales estaban dejando morir a los pobladores porque no acudían, y la Marina les dijo que deben comunicarse con la 35 Zona Militar para recibir apoyo.
En la llamada de auxilio la mujer con voz desesperada responsabilizó al gobernador Héctor Astudillo Flores de lo que le pasara a sus familiares, pues estaban bajo el fuego del comando que intentaba ingresar a la comunidad.
En un boletín difundido a las 10:30 de la mañana la vocería de Seguridad a cargo de Roberto Álvarez Heredia negó que la comunidad de Izotepec haya sido atacada.
Sin embargo confirmó que desde el cerro conocido como La Sierrita se escucharon detonaciones hacia la comunidad enclavada en la zona serrana.
En un comunicado, informó que tras la denuncia telefónica de habitantes de la sierra se envió un helicóptero de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal para confirmar el hecho.
Afirmó que un grupo de policías entrevistó a los habitantes que conforman la Policía Comunitaria de la zona, quienes informaron las detonaciones que iniciaron desde las 6:30 de la mañana.
El vocero aseguró que no hubo una confrontación directa ni se reportaron personas lesionadas o asesinadas, y a las 11 de la mañana no se había determinado enviar refuerzos para brindar seguridad.
Tras divulgar el comunicado se buscó al vocero para preguntarle si se determinó mandar agentes a la zona, pero aseguró que no se tenía definida esa acción ya que calificaban como suficiente la presencia de la Policía Rural estatal que ahí opera.
En una segunda llamada familiares del poblado de Izotepec denunciaron que solicitaron a la policía que llegó en el helicóptero que sacara a los niños y mujeres de la comunidad, pero les dijeron que la balacera estaba por todos lados y no podían hacer nada.
La mujer desesperada y afligida cuestionaba por qué el gobierno del estado no hacía nada por ayudarlos, y los mantenía en el lugar sin seguridad.
Insistió que la realidad de ese momento es que las familias estaban sometidas por el comando que intentaba ingresar a la comunidad desde varios lados, entre los cerros.
Agregó que después de que se fue el helicóptero en la comunidad sitiada se fue la energía eléctrica más de 4 horas.
Conforme pasaron las horas de manera extraoficial se informó de balaceras en las comunidades serranas de Filo de Caballos, Verde Rico y Corralitos, que las autoridades no confirmaron.
En una tercera llamada la mujer aseguró que las balaceras eran un invento de la autoridad para desviar la atención de lo que ocurría, y que estaba siendo sometida la comunidad.
En la consulta se le preguntó si se sabía de lesionados o muertos pero no supo porque sólo se mantenía en contacto con sus familiares que no salían de su casa por temor.
De manera extra oficial a través de redes sociales se difundió información sobre balaceras en todo el camino que conduce a esa comunidad, empezando desde Xochipala donde supuestamente había un “narcobloqueo”, inclusive que se había asaltado a punta de balazos a más de cuatro familias.
Para las 5:30 de la tarde el vocero en materia de seguridad dijo que no podía confirmar la información, y pidió que se esperara para saber qué era lo que estaba pasando a pesar de que habían ya transcurrido más de 12 horas.
Dijo que se había determinado enviar una avanzada del Ejército, ya que sólo se tenía información sobre unos carros que fueron reportados como robados.
También se habló que en esta jornada violenta en esa zona habían sido ejecutados cinco hombres, y dos más habían sido levantados de distintas comunidades vecinas que conducen a Izotepec.
En su cuenta oficial de Twitter el gobernador aseguró que desde temprano se había mandado a la Policía del Estado a confirmar el hecho, pero se descartaba la violencia tras la visita.
El gobierno del estado difundió fotografías desde el aire tomadas por los policías, así como la reunión improvisada en la cancha de futbol donde aparece un integrante de la Policía Ciudadana de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG).

Les arrebataron a cuatro detenidos, informa el gobierno estatal

Entre 180 y 200 pobladores en su mayoría mujeres y niños presuntamente azuzados por el comisario ejidal de Filo de Caballos, despojaron con actos “violentos” a cuatro detenidos que agredieron a balazos a la Policía del Estado en la comunidad de Corralitos, ambas comunidades del municipio de Leonardo Bravo.
El vocero del Grupo de Coordinación Guerrero, Roberto Álvarez Heredia, dijo que se reportó un enfrentamiento en la comunidad de Izotepec, municipio de Heliodoro Castillo.
Se trasladó un helicóptero de la Secretaría de Seguridad Pública del estado y al aterrizar se constató que se habían efectuado disparos de arma de fuego desde un cerro aledaño, sin que hubiera heridos ni personas privadas de vida.
El comunicado dice que se acordó enviar una fuerza conjunta entre policías estatales con el apoyo de soldados del Ejército para brindar seguridad a la zona, pero ayer en al menos 10 llamadas telefónicas en diferentes horarios los vecinos denunciaron la ausencia de la autoridad.
En el boletín se dice que se recibió a las 11 de la mañana el reporte de que había vehículos atravesados en la carretera a la altura de Xochipala, y que en la comunidad de Corralitos había un enfrentamiento.
La Unidad de Fuerzas Especiales de la Policía del Estado y la Policía Rural estatal fueron a Corralitos a las 2 de la tarde, hacían labores de reconocimiento cuando desde una vivienda les dispararon balazos a los policías.
Los agentes repelieron la agresión, detuvieron a cuatro hombres con cuatro armas largas (dos fusiles AK-47 y dos AR-15), y un arma corta calibre 38 súper.
La Policía Ministerial acudió para las diligencias correspondientes y dio fe de la existencia de tres muertos en la vivienda, uno era el comisario de Corralitos, así como una camioneta blanca con múltiples disparos de arma de fuego, una vivienda y un vehículo incendiados.
Al trasladar a los cuatro detenidos con las armas para ponerlos a disposición de las autoridades, vecinos azuzados por el comisario ejidal de Filo de Caballos les impidieron el paso y con actos violentos les arrebataron a los detenidos.
Por estos hechos se interpuso una denuncia ante el Ministerio Público contra quien o quienes resulten responsables.

Atacan a balazos dos viviendas en El Naranjo, Iguala; hieren a un empleado del Ayuntamiento

En una de las casas fue lanzada una granada de fragmentación que no estalló. Los atacantes usaron rifles de asalto AK-47 y AR-15

Alejandro Guerrero

Iguala

Hombres armados con fusiles de asalto AK-47 y AR-15 atacaron a balazos una Urvan particular y una vivienda en El Naranjo, municipio de Iguala, e hirieron en la cabeza a un empleado del Ayuntamiento, y en hechos distintos en esa misma comunidad, otra vivienda fue atacada a balazos y fue lanzada una granada de fragmentación que no estalló.
Según fuentes policiacas, a las 11:30 de la noche del viernes se reportó una balacera en la comunidad de El Naranjo, a unos 5 minutos de la cabecera municipal de Iguala en la carretera federal México-Acapulco, en la salida hacia Taxco.
Los primeros reportes indicaban que el ataque fue en contra de militantes de un partido político que asistieron a un mitin de campaña, y trascendió que había sido en contra del candidato de la coalición Por Guerrero al Frente (PRD-PAN-MC), Oscar Díaz Bello quien tuvo una actividad en el lugar, pero se desmintió.
Otra versión indicaba que había un enfrentamiento a balazos entre dos grupos.
En la madrugada de ayer se confirmó el ataque a balazos en contra de la fachada de una casa ubicada en la calle Francisco I. Madero, a una cuadra de la iglesia del poblado.
Al lugar llegaron policías estatales, federales, municipales y soldados del Ejército, y se confirmó que durante la agresión resultó herido de un rozón de bala en la cabeza un hombre de 52 años, identificado como Alejandro Colín quien es propietario de la vivienda donde tiene una miscelánea, y que es empleado del Ayuntamiento en el área de Servicio Públicos.
Los balazos impactaron el puertas, paredes y una Urvan particular blanca que estaba estacionada afuera.
Se informó que durante las diligencias fueron hallados al menos 32 casquillos percutidos calibre 7.62 para fusil AK-47 conocidos como Cuerno de Chivo y .223 utilizados para rifle AR-15.
Según familiares, antes de la medianoche llegaron hombres armados a bordo de tres vehículos obscuros, y de estos descendieron al menos nueve hombres que intentaron irrumpir en la casa, golpearon y patearon las puertas pero al no poder abrirlas dispararon ráfagas con sus fusiles y se fueron.
Paramédicos de la Cruz Roja dieron atención al herido y no fue necesario trasladarlo a un hospital.
Se informó del despliegue de un dispositivo de búsqueda de los agresores, sin que los encontraran.
Hace aproximadamente un mes y medio fueron retirados los retenes militares que había en las principales entradas a la cabecera municipal de Iguala, entre ellos, el que estaba instalado en la carretera federal en el tramo Iguala-Taxco, a unos 200 metros de esa comunidad de El Naranjo.
En un hecho distinto a las 9:23 de la mañana de ayer se reportó una segunda balacera en contra de otra vivienda ubicada en la calle Morelos en esa misma comunidad de El Naranjo, en la calle paralela donde fue el ataque en la noche. Esta es propiedad el señor Teófilo Rodríguez.
Fuentes policiacas indican que en este ataque fueron contados más de 50 impactos de bala en la fachada de la casa de dos plantas y encontraron 56 casquillos percutidos calibre 7.62 para fusil AK-47 y .223 para AR-15.
Además en la planta alta de la casa fue hallada una granada de fragmentación que no explotó, la cual decomisaron soldados del 27 Batallón de Infantería. De este ataque no se reportaron heridos.
Además, agentes ministeriales de investigación de la Fiscalía regional Zona Norte capturaron al adolescente José como presunto responsable del homicidio del estilista Martín, encontrado al interior de su negocio en Iguala.
Los hechos sucedieron el día 25 de mayo cuando fue encontrado sin vida al interior de un inmueble con razón social Maritza Estilista Profesional, un hombre con heridas por arma punzocortante.
El Ministerio Público de Justicia para Adolescentes recabó los datos probatorios, se acreditó que es menor de edad y por tal motivo fue trasladado a la ciudad de Chilpancingo, para ser presentado ante el juez de Justicia para Adolescentes.
El presunto responsable quedó internado en el Centro de Ejecución de Medidas para Adolescentes en la ciudad capital.

Matan policías del estado a tres vecinos de Corralitos, Chichihualco, en un enfrentamiento

Policías del estado fueron detenidos en su camino a la comunidad de Izotepec, en la sierra en el municipio de Heliodoro Castillo, cuando llevaban a cuatro hombres apresados Foto: El Sur

 

En un enfrentamiento entre civiles armados y policías del estado en la comunidad de Corralitos, municipio de Leonardo Bravo (Chichihualco), tres hombres entre ellos el comisario de ese poblado, fueron asesinados a balazos dentro de una casa.
Después del enfrentamientos los policías del estado detuvieron a cuatro hombres a los que les decomisaron dos fusiles AR-15 y otros dos AK-47, pero les fueron arrebatados por unos 200 pobladores de la comunidad de Filo de Caballos, presuntamente azuzados por el comisario.
El hecho ocurrió a las 2 de la tarde de este sábado pero las autoridad estatales a través de la vocería lo confirmaron a las 10 de la noche en un comunicado, donde se informa que los agentes fueron agredidos cuando iban hacia Izotepec, municipio de Heliodoro Castillo (Tlacotepec), después de casi 8 horas de que vecinos denunciaron los enfrentamientos y pedían la presencia de policías y soldados.
Vecinos de Izotepec, en la sierra del municipio de Heliodoro Castillo, denunciaron que permanecieron más de 6 horas bajo una lluvia de balazos de un grupo de hombres armados que intentaron irrumpir, a pesar de que alertaron a las autoridades a través del 911 y llamaron directamente a la 35 Zona Militar en la capital del estado, sin que tuvieran respuesta.
Vía telefónica pobladores afirmaron que un herido de bala fue trasladado a la comunidad vecina de Yextla por tres policías ciudadanos que repelían el ingreso del grupo armado, pero cuando regresaban fueron detenidos por policías del estado, a pesar de que les pidieron ayuda para enfrentar el ataque.
A las 9:30 de la noche de este sábado de manera extraoficial se informó que en la comunidad del Corralitos, del mismo municipio ubicada a hora y media de Izotepec, fueron asesinados tres hombres y una casa fue incendiada, por un grupo de sicarios y que al parecer tiene relación con el enfrentamiento de la mañana. Este hecho anoche las fuentes oficiales no lo habían confirmado.

Desde las 5 de la madrugada un comando rodeó la comunidad de Izotepec

Este sábado a las 8:30 de la mañana mediante una llamada telefónica a la redacción familiares de pobladores alertaron que desde las 5 de la madrugada un grupo armado estaba rodeando la comunidad, disparando a las casas y sus pobladores desde los cerros.
La mañana, tarde y parte de la noche vecinos de la comunidad sitiada llamaron de manera insistente y desespera a la redacción para denunciar que continuaban los enfrentamientos, e inclusive estaban por entrar los hombres armados a la comunidad.
A las 7 de la tarde se recibió la última llamada en la que además denunciaban que ninguna autoridad llegó a dar auxilio a los vecinos.
La última llamada fue acompañada de un video y audio de la balacera que aún se mantenía, y obligaba a los habitantes a estar dentro de sus hogares, en los videos se escuchan ráfaga de armas de alto poder.
En la llamada una mujer dijo que desde la madrugada se buscó a las autoridades a través de los números de emergencia para alertarlos y solicitar apoyo, pero cuando llamaron a la 35 Zona Militar se los negaron.
A las 9:10 de la mañana, 4 horas después de que iniciara el ataque la Secretaría de Seguridad Pública del estado envió un helicóptero para confirmar la denuncia de los pobladores.
En la primera llamada detallaron que sus parientes se comunicaron para avisar lo que estaba pasando, porque solicitaron sin respuesta el auxilio de la Secretaría de Marina, el Ejército y el gobierno estatal.
La mujer afirmó que los hombres armados son identificados por los pobladores como presuntos policías comunitarios de Mezcala, quienes llegaron al poblado por la comunidad de Viento Frío.
Insistió en que las autoridades estatales estaban dejando morir a los pobladores porque no acudían, y la Marina les dijo que deben comunicarse con la 35 Zona Militar para recibir apoyo.
En la llamada de auxilio la mujer con voz desesperada responsabilizó al gobernador Héctor Astudillo Flores de lo que le pasara a sus familiares, pues estaban bajo el fuego del comando que intentaba ingresar a la comunidad.
En un boletín difundido a las 10:30 de la mañana la vocería de Seguridad a cargo de Roberto Álvarez Heredia negó que la comunidad de Izotepec haya sido atacada.
Sin embargo confirmó que desde el cerro conocido como La Sierrita se escucharon detonaciones hacia la comunidad enclavada en la zona serrana.
En un comunicado, informó que tras la denuncia telefónica de habitantes de la sierra se envió un helicóptero de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal para confirmar el hecho.
Afirmó que un grupo de policías entrevistó a los habitantes que conforman la Policía Comunitaria de la zona, quienes informaron las detonaciones que iniciaron desde las 6:30 de la mañana.
El vocero aseguró que no hubo una confrontación directa ni se reportaron personas lesionadas o asesinadas, y a las 11 de la mañana no se había determinado enviar refuerzos para brindar seguridad.
Tras divulgar el comunicado se buscó al vocero para preguntarle si se determinó mandar agentes a la zona, pero aseguró que no se tenía definida esa acción ya que calificaban como suficiente la presencia de la Policía Rural estatal que ahí opera.
En una segunda llamada familiares del poblado de Izotepec denunciaron que solicitaron a la policía que llegó en el helicóptero que sacara a los niños y mujeres de la comunidad, pero les dijeron que la balacera estaba por todos lados y no podían hacer nada.
La mujer desesperada y afligida cuestionaba por qué el gobierno del estado no hacía nada por ayudarlos, y los mantenía en el lugar sin seguridad.
Insistió que la realidad de ese momento es que las familias estaban sometidas por el comando que intentaba ingresar a la comunidad desde varios lados, entre los cerros.
Agregó que después de que se fue el helicóptero en la comunidad sitiada se fue la energía eléctrica más de 4 horas.
Conforme pasaron las horas de manera extraoficial se informó de balaceras en las comunidades serranas de Filo de Caballos, Verde Rico y Corralitos, que las autoridades no confirmaron.
En una tercera llamada la mujer aseguró que las balaceras eran un invento de la autoridad para desviar la atención de lo que ocurría, y que estaba siendo sometida la comunidad.
En la consulta se le preguntó si se sabía de lesionados o muertos pero no supo porque sólo se mantenía en contacto con sus familiares que no salían de su casa por temor.
De manera extra oficial a través de redes sociales se difundió información sobre balaceras en todo el camino que conduce a esa comunidad, empezando desde Xochipala donde supuestamente había un “narcobloqueo”, inclusive que se había asaltado a punta de balazos a más de cuatro familias.
Para las 5:30 de la tarde el vocero en materia de seguridad dijo que no podía confirmar la información, y pidió que se esperara para saber qué era lo que estaba pasando a pesar de que habían ya transcurrido más de 12 horas.
Dijo que se había determinado enviar una avanzada del Ejército, ya que sólo se tenía información sobre unos carros que fueron reportados como robados.
También se habló que en esta jornada violenta en esa zona habían sido ejecutados cinco hombres, y dos más habían sido levantados de distintas comunidades vecinas que conducen a Izotepec.
En su cuenta oficial de Twitter el gobernador aseguró que desde temprano se había mandado a la Policía del Estado a confirmar el hecho, pero se descartaba la violencia tras la visita.
El gobierno del estado difundió fotografías desde el aire tomadas por los policías, así como la reunión improvisada en la cancha de futbol donde aparece un integrante de la Policía Ciudadana de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG).

Les arrebataron a cuatro detenidos, informa el gobierno estatal

Entre 180 y 200 pobladores en su mayoría mujeres y niños presuntamente azuzados por el comisario ejidal de Filo de Caballos, despojaron con actos “violentos” a cuatro detenidos que agredieron a balazos a la Policía del Estado en la comunidad de Corralitos, ambas comunidades del municipio de Leonardo Bravo.
El vocero del Grupo de Coordinación Guerrero, Roberto Álvarez Heredia, dijo que se reportó un enfrentamiento en la comunidad de Izotepec, municipio de Heliodoro Castillo.
Se trasladó un helicóptero de la Secretaría de Seguridad Pública del estado y al aterrizar se constató que se habían efectuado disparos de arma de fuego desde un cerro aledaño, sin que hubiera heridos ni personas privadas de vida.
El comunicado dice que se acordó enviar una fuerza conjunta entre policías estatales con el apoyo de soldados del Ejército para brindar seguridad a la zona, pero ayer en al menos 10 llamadas telefónicas en diferentes horarios los vecinos denunciaron la ausencia de la autoridad.
En el boletín se dice que se recibió a las 11 de la mañana el reporte de que había vehículos atravesados en la carretera a la altura de Xochipala, y que en la comunidad de Corralitos había un enfrentamiento.
La Unidad de Fuerzas Especiales de la Policía del Estado y la Policía Rural estatal fueron a Corralitos a las 2 de la tarde, hacían labores de reconocimiento cuando desde una vivienda les dispararon balazos a los policías.
Los agentes repelieron la agresión, detuvieron a cuatro hombres con cuatro armas largas (dos fusiles AK-47 y dos AR-15), y un arma corta calibre 38 súper.
La Policía Ministerial acudió para las diligencias correspondientes y dio fe de la existencia de tres muertos en la vivienda, uno era el comisario de Corralitos, así como una camioneta blanca con múltiples disparos de arma de fuego, una vivienda y un vehículo incendiados.
Al trasladar a los cuatro detenidos con las armas para ponerlos a disposición de las autoridades, vecinos azuzados por el comisario ejidal de Filo de Caballos les impidieron el paso y con actos violentos les arrebataron a los detenidos.
Por estos hechos se interpuso una denuncia ante el Ministerio Público contra quien o quienes resulten responsables.

 

Era desplazada por violencia en la sierra de Tlacotepec la ejecutada en Chilpancingo el lunes; tenía 23 años

 

La violencia de la que huyó de Pueblo Viejo, en la sierra del municipio de Heliodoro Castillo (Tlacotepec), alcanzó a María Fernanda González Marcelo en Chilpancingo donde estaba refugiada desde septiembre del año pasado. La tarde del lunes su cuerpo fue encontrado con dos balazos, uno en la cabeza y otro en el tórax, en la orilla de un camino de terracería en la colonia Santo Domingo, al poniente de la ciudad cerca de la colonia Rosario Ibarra de Piedra.
María Fernanda era una de las desplazadas que salió de Pueblo Viejo tras el ataque armado los días 28, 29 y 30 de agosto pasado que que los pobladores atribuyeron a la gente de Juan Castillo Gómez, El Teniente.
Desde entonces la joven de 23 años propietaria de una fonda en Pueblo Viejo sobrevivía sin ninguna ayuda ni protección, se alojaba con algunos familiares a veces en Petaquillas y a veces en Chilpancingo.
Sus familiares informaron que el lunes aproximadamente a las 11 de la mañana salió rumbo al mercado Baltasar R. Leyva Mancilla acompañada de una amiga de la sierra. Su acompañante se le apartó un rato mientras fue a comprar un chilate, de reojo alcanzó a ver que alguien le hizo señas a Fernanda desde un Tsuru blanco. En lo que pagó el vaso de chilate y regresó ya no la encontró.
El cuerpo de la joven desplazada fue hallado a las 5 de la tarde de ese mismo día en esa colonia marginal, y fue reclamado la mañana del martes debido a que sus familiares carecían de recursos para los trámites y pagar a la funeraria que se encargara del traslado del cuerpo.
La noche del martes el cadáver fue velado por un reducido grupo de personas en una capilla pública de la colonia Galeana. Sus familiares de la capital se negaron a recibir el cadáver para velarlo por temor a las represalias de sus victimarios, que suponen, fueron enviados por el jefe del grupo criminal que ha venido incurriendo y atacando a Pueblo Viejo.
“Nadie de sus familiares le quiso dar permiso para velarla por miedo y por lo mismo no se la van a llevar al pueblo”, dijo una de las desplazadas que conoció a la víctima.
“Tenía un restaurancito en Pueblo Viejo, le iba bien pero se lo quitaron aquellos”, dijo su paisana en referencia a los sicarios en donde se vive una disputa desde el año pasado entre el Cártel del Sur que encabeza Isaac Navarrete Celis, El Señor de la I y Juan Castillo Jaimes, El Teniente.
Las versiones indican que el pueblo está bajo el control de El Señor de la I y quiere entrar la gente de El Teniente. En medio de ambos grupos había unas 600 de un total de mil 500 familias que tuvieron que abandonar el pueblo, entre ellos se vino Fernanda huyéndole a la muerte.
Sus familiares informaron que apenas hace 15 días volvió a su pueblo para pedir a sus familiares que se quedaron allá porque simpatizan con el grupo que tiene el control de la comunidad, que intercedieran para que le permitieran entrar a su casa y a su negocio y recuperar algunas cosas, pues tenía la intención de vender en Chilpancingo.
“Nomás fue a hacer coraje, cuando regresó nos contó que ya le habían quitado todo. Encontró su casa y su negocio ocupados. En su casa estaban alojados aquellos hombres y en su fonda las mujeres que se quedaron en el pueblo les dan de comer a los pistoleros”, contó su conocida.
Entonces Fernanda les pidió que le dejaran sacar cuando menos su ropa y algunas otras de sus pertenencias. “Te vamos a dejar”, le respondieron, “pero no queremos que vayas a andar de chismosa”.
“Por ella las demás familias que abandonamos Pueblo Viejo nos enteramos cómo están nuestras casas, la mayoría ocupadas por los pistoleros que supuestamente defienden al pueblo del otro grupo”, contó su paisana.
Dijo que Fernanda González no alcanzó a cumplir sus dos objetivos: seguir con vida y tener una nueva fonda en Chilpancingo, “era su mayor ilusión, le tenía mucho amor a la vida, siempre nos decía que a lo que más le tenía miedo era a morir de un balazo, y mire, pobre muchacha”.
La joven desplazada fue sepultada a la 1 de la tarde de ayer en el panteón ubicado al norte de Chilpancingo, en medio del temor de los pocos que acompañaron el cadáver por las represalias de los victimarios de Fernanda. El sepelio fue también austero.
Todavía la noche del martes sus familiares no tenían para pagar lo más indispensable, tuvieron que solicitar ayuda a un político que aspira a un cargo en la región.
También intentaron solicitar medidas cautelares cuando menos durante las exequias a través de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, pero el presidente Ramón Navarrete Magdaleno no les respondió a las llamadas telefónica, se quejó uno de sus familiares.
El 16 de abril otra de las desplazadas, Gabriela Maldonado García fue ejecutada cerca del Tejocote, al sur de Chilpancingo, junto con su hija Guadalupe de 6 años y su otra niña Melisa de 4 quedó herida. Familiares informaron que apenas el domingo pasado Melisa fue dada de alta.
Gabriela Maldonado era una joven madre de 25 años de edad y tenía un embarazo de seis meses. Igual que Fernanda salió huyendo de la violencia de su pueblo, Izotepec, pero sólo vino a Chilpancingo a encontrar la muerte.

 

 

Era desplazada por la violencia la joven embarazada asesinada en Tejocote, Chilpancingo; nunca recibió ayuda

Hace año y medio Gabriela Maldonado García huyó de la violencia de su pueblo, Izotepec, municipio de Heliodoro Castillo, pero no pudo escapar a la muerte. La tarde del lunes fue asesinada cerca del Tejocote, al sur de Chilpancingo, con su hija Guadalupe de 6 años y su otra niña, Melisa, de 4 años, quedó herida.
La joven madre de 25 años llevaba en el vientre desde hace 6 meses el que sería su tercer hijo, contaron sus vecinos.
Ayer familiares, amigos y vecinos de algunos pueblos de la sierra desplazados por las bandas del crimen organizado acompañaron los restos de Gabriela y de su hija para darle sepultura en Izotepec. El traslado fue sin acompañamiento policiaco y sin ayuda del gobierno, reprocharon vecinos de la víctima.
Gabriela era una de las más de 2 mil 300 personas desplazadas de cinco pueblos del municipio de Heliodoro Castillo y uno de Chilpancingo, que en los últimos dos años han huido de la violencia provocada por los grupos criminales del Cártel del Sur, encabezado por Isaac Navarrete Celis, El Señor de la I y de Juan Castillo Gómez, El Teniente, quienes se disputan la zona.
A finales de 2016 Gabriela, su esposo y sus dos hijas llegaron de Izotepec y se refugiaron en Buena Vista de la Salud, municipio de Chilpancingo, en la casa de unos familiares de él. Entonces venían escapando de los constantes ataques a su pueblo de las bandas del crimen organizado.
Sin embargo en febrero del año pasado la violencia llegó también a Buena Vista en donde ocurrieron balaceras y enfrentamientos, y el esposo de Gabriela decidió poner nuevamente a salvo a su familia mudándose con otros de sus familiares al Tejocote, ubicado al poniente de Mazatlán, a menos de una hora al sur de Chilpancingo.
“Somos gente que no nos gustan los problemas por eso andamos huyendo, no nos gusta la violencia, pero la tragedia nos persigue”, dijo una de las vecinas de Gabriela consultada antes de que el grupo que acompañaba a los dos cuerpos saliera de Chilpancingo hacia Izotepec, en medio del temor por lo que pudiera pasarles durante más de 3 horas y media de camino.
“Son pocos los que quisieron acompañar y es que da miedo, imagínese en el camino, donde quiera se pone esa gente y ya ve cómo están las cosas”, dijo.
La mujer contó que el lunes Gabriela y sus dos hijas salieron del Tejocote rumbo a Chilpancingo. Dijo que llevaba a una de sus hijas al médico y de paso aprovecharía para hacerse un chequeo por sus 6 meses de embarazo.
La joven madre pidió a un vecino del Tejocote que venía también a Chilpancingo que la llevara, mientras que su esposo se quedó trabajando en el pueblo (la versión policiaca inicial fue que quien manejaba la camioneta era el esposo de la finada, lo cual fue desmentido ayer por los conocidos de Gabriela).
Cuando apenas habían recorrido unos 20 minutos, hombres armados atacaron la camioneta y en la caja donde viajaba Gabriela murieron ella y su hija de 6 años, mientras que la menor de 4 resultó herida.
Los sicarios se llevaron al conductor de la camioneta, quien había sido policía ciudadano de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG).
“Créame, nos quedamos sin palabras. Imagínese, cómo pasan estas cosas, a la muchacha la mataron embarazada, asesinaron también a su niña y la otra quedó herida, ¿por qué pasan estas cosas? Su marido no se mete con nadie, no le gustan los problemas, por eso le anda huyendo a la violencia y mire hasta dónde lo vino a seguir”, contó la amiga de la mujer asesinada.

Son comunes las irrupciones de criminales en pueblos de la sierra, el gobierno lo sabe y no hace nada, incluso “trabaja” con ellos, relatan

Dijo que hace año y medio salieron de Izotepec porque integrantes de un grupo criminal que suponen es el que encabeza Juan Castillo Gómez, El teniente, irrumpían frecuentemente y tiroteaban las casas.
“En la sierra pasan muy seguido estas cosas, pero muchas no salen a la luz, ahorita esto que pasó se supo porque ocurrió cerca de Chilpancingo, pero no todo lo que pasa en la sierra se sabe. En Tiquimil hace cuatro años mataron también a una mujer embarazada y a su niño de cuatro años. El gobierno lo sabe porque se hizo la denuncia, pero no se hizo público y tampoco se investigó”, se quejó.
Dijo que como en Izotepec, el mismo grupo ha entrado a pueblos como Vuelta del Sur, Pueblo Viejo y Puerto la Guitarra, en donde también ha matado a mujeres y niños, “y también el gobierno lo sabe, pero no hace nada”.
La amiga de Gabriela denunció que los grupos criminales están coludidos con los soldados y las policías.
Contó que se enteraron que el sábado y el domingo pasados llegó “el gobierno” (como le dicen a los soldados y policías) a pueblo Viejo y subió con el grupo de civiles armados a Puerto de la Guitarra a pedirles que les den el agua, “pero nadie se las está quitando, no hay agua porque los tubos están tapados”.
Agregó que los pobladores se preguntaron por qué los militares y los policías trabajan con los hombres armados que han atacado a los pobladores.
Explicó que los integrantes del grupo armado cuando llega el gobierno se hacen pasar como policías comunitarios y usan armas pequeñas, “pero nomás se van los soldados sacan sus armotas, sus cuernos de chivo (rifles de asalto Ak-47), y eso el gobierno lo sabe pero no hace nada”.
Ayer encabezó el grupo que acompañó los cuerpos a Izotepec el esposo de Gabriela y la señora Ángeles, madre de la víctima, quien en tono de reproche preguntó que ante quién puede presentar la denuncia ahora, si ya no tiene confianza en las autoridades.
La amiga de su hija intervino: “no nos va a quedar otra que pedirle apoyo al otro grupo (en referencia al adversario del grupo criminal de Juan Castillo, Isaac Navarrete) porque el gobierno no nos apoya y tenemos que buscar quién nos ayude, cuando menos a las mujeres. Uno no se quiere involucrar en problemas por eso huimos, pero si lo hacemos sería por impotencia”, argumentó.

En las casas de los desplazados se alojan los sicarios

Según datos proporcionados por la gente de estas comunidades de la sierra en los últimos dos años han sido desplazados por la violencia al menos 2 mil 300 personas entre menores y adultos de cinco comunidades de Heliodoro Castillo y una de Chilpancingo, sin que las autoridades les hayan dado seguimiento ni apoyo.
De Pueblo Viejo fueron desplazadas mil de un total de 2 mil 500 pobladores, de Puerto La Guitarra 400 de 800 habitantes, en Las Juntas abandonaron la comunidad 70 de 200, en Las Tejas 600 de 800, en Yerbasanta 60 de 300. Las cinco localidades pertenecen al municipio de Heliodoro Castillo. Mientras que en Chicahuales, municipio de Chilpancingo, salieron 300 de un total de 600, familias.
“Hay pueblos pequeños como Tiquimil en donde solamente se quedó una familia, y en casi todos los pueblitos la gente se va saliendo por lo mismo, por la violencia”, dijo la fuente.
Los desplazados de estos pueblos han encontrado refugio con familiares o amigos de Chilpancingo, Zumpango, Buena Vista de la Salud, Ocotito, Iguala y en Cuernavaca, Morelos. “Imagínese cómo andamos, sin dinero y de arrimados”.
Aseguró que ninguno ha recibido ninguna ayuda del gobierno, salvo un grupo de 60 personas que llegaron a Chichihualco provenientes de Pueblo Viejo, Puerto la Guitarra, Yerbasanta y Chicahuales, pero únicamente fueron apoyados con el alojamiento en el auditorio. Después les buscaron una casa en donde estaban todos hacinados y finalmente, se fueron disgregando y ahora saben que algunos se fueron a radicar a Cuernavaca.
“La verdad uno ya no sabe ni qué hacer, muchos nos salimos con la pura ropa, ¿y así qué hace uno?, reprochó una mujer de Pueblo Viejo.
Contó que ella tenía una tienda en ese pueblo, dos vacas que ordeñaba, sus tierra que sembraban sus hijos, y sus muebles, pero lo dejó todo, ahora aseguró que en su casa “viven esos hombres” y en la casa que dejó su hijo, también. “Las casas mejores de la gente que se salió las agarraron ellos, ellos viven allí”, dijo en referencia a los sicarios de los grupos criminales.
Contó que en la reciente balacera que ocurrió en septiembre del año pasado en Pueblo Viejo su casa fue una de las que apareció en los medios de comunicación, “porque casi la tumbaron a tiros, era una casa buena, de dos pisos y allí tenía mi tiendita”, dijo nostálgica.
Otra mujer denunció que las reses, los chivos, los borregos y los puercos que dejaron las familias desplazadas están sirviendo ahora de alimento tanto para los integrantes de los grupos criminales como para los militares y policías.
“Los que se dicen policías comunitarios cuando llega el gobierno se van al monte y matan una vaca, un chivo o un borrego y con eso les dan de comer a los soldados y policías, pero son los animalitos que dejamos nosotros”, denunció.
Aseguró que de eso han presentado denuncias ante el gobierno del estado pero que no les hacen caso.
Se quejó que mientras tanto los desplazados viven “como Dios nos da entender”. Relató que ella, por ejemplo, recientemente trabajó en la tienda Sam’s de Chilpancingo, donde apenas le pagaban 900 pesos a la semana y no le alcanzaba para mantener a su familia.