Óscar Ricardo Muñoz Cano
La tarde de ayer se hizo un homenaje a miembros de la organización no gubernamental World Central Kitchen (WCK) –entre ellos Jacob Flickinger que estuvo en Acapulco– y que fueron asesinados por el ejército israelí a principios de abril mientras repartían alimentos a civiles hambrientos en Gaza, región que sufre los estragos de una guerra.
Fueron alrededor de 50 personas, entre medios, invitados, y miembros locales de WCK, quienes se dieron cita en la Plaza Quebec, frente a La Diana, para tal ocasión.
Fue Maribel Moreno, organizadora del homenaje y quien coordinó la llegada de WCK a Acapulco, quien al tomar la palabra frente al altar preparado para la ocasión recordó que fue prácticamente inmediato al impacto del huracán Otis sobre Acapulco el pasado 25 de octubre que se organizaron para apoyar a la población con apoyo de dicha organización que encabeza el chef español José Andrés.
Dicho apoyo llegó incluso antes que el gubernamental.
Ahora realizamos una ceremonia de vida, dijo, recordando que ellos murieron dándolo todo por ayudar en Gaza y destacando que eran gente que lo mismo cocinaba, brindaba seguridad a los equipos o hacia tareas de logística.
Lalzawmi Frankcom, de Australia; Damian Soból, de Polonia; John Chapman, de Reino Unido; James Henderson, también de Reino Unido al igual que James Kirby, Saifeddin Isaam de Palestina, así como Jacob Flinckinger de Canadá, los fallecidos el pasado 2 de abril por un bombardeo israelí sobre los vehículos donde viajaban.
Fue precisamente Jacob Flinckinger quien recibió mención especial ya que él estuvo alrededor de mes y diez días en Acapulco ayudando a la población, recordó Maribel Moreno.
“A todos a los que nos tocó convivir con él fue algo muy bonito, siempre tenía un apapacho”, señalando que él quería siempre estar en campo y no encerrado en alguna oficina y revelando que Acapulco fue su primera experiencia con WCK, quedando marcado para siempre al grado de continuar su labor hasta Gaza.
“Él se salía todos los días a repartir comida y estar en contacto con la población”, dijo, por lo que llamó a los asistentes a celebrar su vida, a hacer oración “porque seguramente estarán en un muy buen lugar por toda la ayuda que ofrecieron”.
Antes, el chef Eduardo Palazuelos, que coordinó las actividades de WCK en Acapulco, destacó que Flinckinger al igual que muchos otros voluntarios llegó a Acapulco para ayudar sin recibir nada a cambio y si algo tenemos que ser los acapulqueños es ser agradecidos con World Central Kitchen porque llegaron como un faro de esperanza en medio de la oscuridad para nuestra gente”.
Tras destacar la labor de WCK reiterando su llegada antes incluso de las autoridades de gobierno, destacó que durante los dos meses que estuvieron operando en Acapulco entregaron alrededor de 5 millones de comidas.
“Ahora que fallecen ellos, que fallece Jacob Flinckinger allá en la Franja de Gaza lo recordamos a él y a todos los miembros de World Central Kitchen con mucho cariño y con la esperanza de que esto no se repita nunca, que no fallezcan estos héroes que están brindando apoyo en medio de las crisis más complicadas”.
“Me siento muy honrado hoy de poder recordar la memoria de alguien que vino a estrechar la mano de los acapulqueños”, añadió destacando su concentración, su sonrisa y sus ansias por colaborar de sol a sol.
El homenaje, que concluyó ya de noche, incluyó la participación de voluntarios locales de WCK quienes relataron algunas anécdotas, una ceremonia en la que se hizo oración, reparto de rosas blancas que posteriormente fueron arrojadas al mar.