A casi 38 meses de la desaparición forzada de 43 normalistas de Ayotzinapa, padres, estudiantes e integrantes de organizaciones sociales se manifestaron en el antimonumento a los 43 y se instalaron en plantón en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), ante la falta de respuestas en la investigación del caso.
Ahí, advirtieron que no permitirán que el gobierno administre las respuestas en las vísperas de 2018, que es un año electoral.
Luego de que en Guerrero iniciaron la tercera jornada de lucha con el lema Rompe el Muro de la Impunidad, que finalizará el próximo 26 de septiembre con la jornada global por Ayotzinapa, el movimiento llegó a la Ciudad de México, donde harán varias actividades de protesta para exigir que se cumplan las órdenes de aprehensión pendientes por la desaparición forzada de los 43, y que el mecanismo de seguimiento del caso de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) continúe su mandato un año más.
La protesta en el antimonumento, un número 43 en letras rojas ubicado entre el Paseo de la Reforma y la calle Bucarelli, en el centro de la ciudad, inició después de las 8 de la noche, pese a que estaba planeado a las 5 de la tarde, porque uno de los autobuses tuvo una falla mecánica y a causa del tráfico en la Autopista México- Cuernavaca, tras el puente vacacional del 20 de Noviembre.
Una vez que llegaron los contingentes, se colocaron alrededor del antimonumento a los 43.
Organizaciones que apoyan al movimiento colocaron gallardetes con los nombres y retratos de los 43 desaparecidos. Uno de los voceros de los padres, Melitón Ortega, inició el mitin diciendo que la jornada se inició porque a más de tres años, no saben dónde están sus hijos y la Procuraduría General de la República (PGR) no imparte justicia.
“No hay ningún avance de las cuatro líneas que investigó el GIEI (Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes): el tema de la telefonía celular, que para nosotros es fundamental; el trasiego de droga de Iguala a Chicago; las detenciones pendientes de los policías municipales de Huitzuco”, dijo.
Los normalistas de Ayotzinapa colocaron una manta con el número 43 seguido de un signo de interrogación en una fuente ubicada al lado de la escultura de El Caballito, mientras otros corearon, “¡Porque vivos se los llevaron, vivos los queremos!”.
Cristina Bautista, madre de Benjamín Ascencio Bautista, dijo en el micrófono que esta jornada de lucha que inició el 18 de septiembre es también un reclamo al gobierno de la falta de avances en la investigación del caso. “El gobierno dice que sí hay, pero los padres seguimos sin saber dónde están nuestros hijos… Eso para nosotros es muy triste. Este caminar a 38 meses. Les pedimos a todos… al pueblo, que estamos los padres de familia en la exigencia de la presentación con vida de nuestros hijos. Debemos exigir castigo a los responsables, ellos se cubren para que el caso quede en el olvido. Estamos aquí a 38 meses, seguimos exigiendo al gobierno que debe de avanzar en las investigaciones”.
En las mantas que portaron los normalistas se leía, “Estudiantes, compañeros pupitres, familias, sueños, ilusiones”, “¿La toma del poder? No, algo más difícil: un mundo nuevo”.
Mario González, padre de César Mario González Hernández, lamentó que a más de tres años del asesinato de tres normalistas, tres civiles y la desaparición de su hijo y otros 42 en Iguala, “no se ha movido ni un centímetro, cada reunión es la burla del gobierno hacia los padres de familia. Aquí decimos: haremos lo que sea necesario. Ya basta de tanta impunidad”.
Vidulfo Rosales Sierra, abogado del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, una de las organizaciones que acompañan legalmente al movimiento, dijo que no permitirán que el caso se politice más de lo que han logrado las autoridades y sea utilizado con tintes electorales.
“De qué sirven elecciones si en este país desaparecen 43 estudiantes y miles más. Recordar que no se puede tener una fiesta electoral cuando hay violencia, grupos delincuenciales, narcogobierno, criminalidad. No vamos a permitir que el caso Ayotzinapa se administre bajo la lente electoral, de la clase política; para que los que gobiernan no tengan costos políticos”, puntualizó.
Después de la manifestación que duró más de una hora, los padres marcharon en el Paseo de Reforma hacia la Cancillería, de donde partirán este martes a las 10 de la mañana a otra protesta.
Vidulfo Rosales puntualizó que la jornada, además de exigir que la PGR investigue las líneas que dejó pendientes el GIEI, es para que inicie el diálogo con la Secretaría de Gobernación y se amplíe el mandato del mecanismo de seguimiento para que haya justicia.
Quedan pendientes varias detenciones de los policías federales y de los de Huitzuco, dijo, y la idea es que con el reinicio de pláticas puedan acordar fechas puntuales para que se lleven a cabo. Las movilizaciones fueron acompañadas por policías viales de la Ciudad de México.