Racha global de temperaturas récord

El Servicio de Cambio Climático Copérnico (C3S) a través del conjunto de datos meteorológicos de ERA5 del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (ECMWF acrónimo en inglés), ha informado de una serie de récords de temperatura global en abril de 2024 (https://climate.copernicus.eu/copernicus-global-temperature-record-streak-continues-april-2024-was-hottest-record).
Abril de 2024 fue el abril más cálido a escala mundial desde que hay registros, con una temperatura media del aire en superficie de 15.3 grados, 0.67 grados por encima de la media de 1991-2020 para ese mes y 0.14 por encima de la temperatura de abril de 2016, que hasta la fecha ostentaba el récord de temperatura del cuarto mes del año. El mes fue 1.58 grados más cálido que la media estimada para abril de 1850-1900, el periodo de referencia preindustrial
La serie de récords ya dura 11 meses. En mayo de 2023, hace exactamente un año, las temperaturas medias en todo el mundo comenzaron a superar significativamente todos los máximos anteriores, tanto en tierra como en el océano. La temperatura media mundial de los últimos 12 meses (de mayo de 2023 a abril de 2024) es la más alta desde que hay registros, al situarse 0.73 grados por encima de la media de 1991-2020 y 1.61 por ciento por encima de la media preindustrial, de 1850-1900.
La temperatura media europea en abril de 2024 se situó 1.49 grados por encima de la media de abril en el periodo 1991-2020, lo que convierte al mes en el segundo abril más cálido registrado en el continente. Fuera de Europa, las temperaturas fueron más elevadas respecto a la media en el norte y noreste de Norteamérica, Groenlandia, este de Asia, noroeste de Oriente Medio, zonas de Sudamérica y la mayor parte de África.
La temperatura mundial de la superficie del mar (TSM) dentro de las coordenadas 60 grados sur-60 grados norte alcanzó en abril de 2024 una media de 21.4 grados centígrados el valor más alto de los registros para este mes y ligeramente inferior a los 21.7 grados de marzo de 2024. Se trata del decimotercer mes consecutivo en el que se registra la temperatura más alta en los registros del ERA5 del mes respectivo.
Uno de los factores que impulsan el aumento de la temperatura en los océanos del mundo es el fenómeno de El Niño en el Este del Pacífico ecuatorial, que se produjo en el Pacífico el año pasado. El Niño continuó debilitándose hacia condiciones neutrales, si bien las temperaturas del aire marino se mantuvieron en líneas generales en un nivel inusualmente elevado. Actualmente no está claro qué está impulsando este calentamiento en particular. Detrás de esto podrían estar efectos de retroalimentación entre el océano y la atmósfera que aún no se comprenden en detalle.
Respecto a las precipitaciones, abril de 2024 fue más húmedo que la media en regiones del centro, este y sur de Norteamérica, en la mayor parte del noroeste, centro y noreste de Europa en Asia Central, los países del golfo Pérsico, el extremo oriental de Asia, el este de Australia y el sur de Brasil. Las fuertes precipitaciones provocaron con frecuencia inundaciones. Asimismo, se observaron condiciones más secas de lo normal en zonas del norte de México, alrededor del mar Caspio y en la meseta tibetana. También fue un abril más seco que la media en la mayor parte de Australia.
En relación con el hielo marino, se comunica que la extensión del hielo marino en el Ártico se situó en torno a un 2.0 por ciento por debajo de la media, una anomalía negativa relativamente pequeña en comparación con las anomalías del mes de abril registradas en los últimos 10 años. Al igual que en marzo, las anomalías en la concentración de hielo marino mostraron distinto signo en todo el océano Ártico. Las concentraciones se mantuvieron por encima de la media en el mar de Groenlandia, una característica persistente desde el pasado octubre.
En el sur, la extensión del hielo marino del Antártico fue un 9.0 por ciento inferior a la media en abril, convirtiéndose en la décima extensión más baja para ese mes en el registro de datos por satélite, continuando así la serie de frecuentes y grandes anomalías negativas que se observan desde 2017. Las concentraciones de hielo marino más inferiores a la media se registraron en el norte del mar de Weddell y en el sector del mar de Ross-Amundsen, como ya ocurrió en febrero y marzo.
Articulado a este reporte de Servicio de Cambio Climático Copérnico, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) presentó su informe sobre el Estado del Clima en América Latina y el Caribe 2023 (https://library.wmo.int/viewer/68895/download?file=1351_State_of_the_Climate_in_LAC_2023_es.pdf&type=pdf&navigator=1). Sus 10 mensajes principales, que se citan de manera textual son reveladores de nuestros avatares:
1.- En América Latina y el Caribe, 2023 fue el año más cálido del que se tiene constancia.
2.- El nivel del mar siguió subiendo a un ritmo superior a la media mundial en gran parte de la costa atlántica de la región, lo que amenaza el litoral de varios países y pequeños Estados insulares en desarrollo.
3.- El huracán Otis tocó tierra como ciclón de categoría 5 cerca de Acapulco (México), lo que ocasionó una gran pérdida de vidas e infraestructuras. De todos los huracanes que habían tocado tierra en la cuenca del Pacífico oriental, fue el más potente jamás registrado y uno de los que más rápidamente se intensificó.
4.- Las crecidas y deslizamientos de tierra provocados por las intensas precipitaciones causaron multitud de víctimas mortales y pérdidas económicas en toda la región. En São Sebastião (Brasil) se acumularon 683 milímetros de lluvia en 15 horas, lo que produjo un corrimiento de tierras que se saldó con el fallecimiento de al menos 65 personas.
5.- Los servicios climáticos son esenciales para mejorar la adopción de medidas y decisiones en diversos sectores. A pesar de los avances recientes y de varias iniciativas fructuosas, solamente el 38.0 por ciento de los Miembros de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) en la región indicaron que ofrecían productos climáticos adaptados al sector de la salud.
6.- El calor extremo y las olas de calor tuvieron durante todo el año consecuencias para la salud, como el exceso de mortalidad. Entre 2000 y 2019 se produjo anualmente en promedio un exceso de mortalidad en la región, debido al calor, del orden de 36 mil 695 defunciones.
7.- Una sequía severa e intensa, agudizada por las olas de calor, asoló vastas extensiones de América Latina en 2023. Hacia finales de año, el 76 por ciento de México había padecido sequía en cierta medida.
8.- El caudal del río Negro en la Amazonia alcanzó un nivel excepcionalmente bajo, sin precedentes desde que comenzaron las observaciones en 1902. En el canal de Panamá, el tráfico marítimo se vio restringido desde agosto por el bajo nivel de agua.
9.- Las temperaturas, inusualmente altas, y las condiciones secas afectaron asimismo a la flora y la fauna silvestres. En el lago Tefé, en la Amazonia brasileña, la temperatura del agua alcanzó un máximo histórico, lo que se saldó con la muerte de más de 150 delfines de río (Boto-cor-de-rosa).
10.- Muchos países de la región sufrieron pérdidas agrícolas debido a fenómenos meteorológicos y climáticos extremos, lo que agravó la inseguridad alimentaria, especialmente en las comunidades que dependían de la agricultura para subsistir.
En conclusión, más allá de la enorme responsabilidad por la crisis del cambio climático de los gobiernos de los países desarrollados, que son compartidas con los demás gobiernos de los países menos desarrollados de manera diferenciada, no queda más que adaptarse a esta realidad en lo local y buscar en lo posible la mayor resiliencia en nuestras comunidades.

El impacto positivo de acciones de conservación

La disminución continua e importante de la biodiversidad mundial, así como las consecuencias negativas asociadas para el bienestar humano, se encuentran a la par del cambio climático, entre las crisis contemporáneas más apremiantes para la sociedad. Por lo tanto, los gobiernos han adoptado objetivos para abordar crisis de la pérdida de biodiversidad y sus impulsores, como son: las 20 Metas de Aichi para la Diversidad Biológica en el Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2010-2020, a través del Convenio sobre la Diversidad Biológica. Sin embargo, a pesar de la urgencia, ninguna de las metas de Aichi se cumplió plenamente. Ahora se tiene el Marco Mundial de Diversidad Biológica de Kunming-Montreal de 2022 del citado Convenio con cuatro metas para 2050 y 23 metas para 2030. Metas similares se reflejan en los 17 objetivos de desarrollo sostenible presentados en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Habrá que ver si se cumplen las metas en el 2030 de Kunming-Montreal. Ya que a veces se observa que las respuestas a la actual crisis de biodiversidad son insuficientes e ineficaces o ambas cosas.
En general, puede existir la idea de que las respuestas a la actual crisis de biodiversidad son insuficientes, ineficaces o ambas cosas y que es probable que tampoco se alcancen los objetivos establecidos en el nuevo Marco Mundial de Diversidad Biológica de Kunming-Montreal. Pero, hay que promover que esto no suceda. Por ello, es importante evaluar si las acciones en materia de conservación de la biodiversidad están siendo eficaces hacia 2030. En consecuencia, existe la necesidad de una evaluación sólida de los objetivos de las políticas y una evaluación de si las acciones de conservación están funcionando, es decir, si tienen impactos positivos y proporcionan mejores resultados que la ausencia de éstas, a medida que los gobiernos comienzan a comprometer recursos e implementar el Marco Mundial de Diversidad Biológica de Kunming-Montreal.
Por ello, un nuevo estudio publicado en línea el pasado 25 de abril, en la revista científica Science proporciona la evidencia más sólida hasta la fecha de que no sólo la conservación de la naturaleza es exitosa, sino que ampliar las intervenciones de conservación sería transformador para detener y revertir la pérdida de biodiversidad, una crisis que puede conducir al colapso de los ecosistemas y a un planeta menos capaz de sustentar la vida, y a reducir los efectos del cambio climático (Langhammer et al. 2024). The positive impact of conservation action. Science, 384 (6694), 453-458. En: https://www.science.org/doi/10.1126/science.adj6598).
El estudio fue concebido y financiado a través de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial y dirigido por la organización conservacionista Re:wild con la participación de 33 investigadores de diversas universidades, gobiernos y grupos conservacionistas.
“Si nos fijamos sólo en la tendencia de la disminución de las especies, sería fácil pensar que no estamos protegiendo la biodiversidad, pero no estaríamos viendo el panorama completo”, afirmó Penny Langhammer, autora principal del estudio y vicepresidente de Re:wild. “Lo que mostramos con este estudio es que la conservación, de hecho, está trabajando para detener y revertir la pérdida de biodiversidad” (https://www.rewild.org/press/study-definitively-shows-that-conservation-actions-are-effective).
Aunque muchos estudios analizan proyectos e intervenciones de conservación individuales y su impacto en comparación con la falta de acción, estos artículos nunca se han incluido en un análisis único para ver cómo y si las acciones de conservación están funcionando en general. Para determinar si las diferentes medidas de conservación funcionaron, el equipo de investigadores examinó los resultados en un metanálisis de 186 estudios diferentes que examinaron diversas estrategias y evaluaron los resultados a lo largo del tiempo comparando que habría sucedido sin esas intervenciones. En total, hubo 665 métricas diferentes para calificar el resultado, porque cada estudio podría tener múltiples mediciones para evaluar el efecto sobre la biodiversidad (por ejemplo, los cambios en las poblaciones de varias especies). Estos estudios cubrieron más de un siglo de acciones de conservación y evaluaron acciones dirigidas a diferentes niveles de biodiversidad: especies, ecosistemas y diversidad genética.
El metanálisis encontró que las acciones de conservación, incluido el establecimiento y manejo de áreas protegidas, la erradicación y control de especies invasoras, el manejo sustentable de ecosistemas, la reducción y restauración de la pérdida de hábitat, mejoraron el estado de la biodiversidad o desaceleraron su disminución en la mayoría de los casos. Así, entre sus resultados encontraron que el 45 por ciento de esas 665 métricas mostraban una mejora en la biodiversidad, y otro 21 por ciento encontró que la intervención al menos había frenado su disminución.
En general, centrarse en especies invasoras y problemáticas mostró el mayor efecto. Por ejemplo, eliminar mapaches y cerdos salvajes, depredadores nativos invasores y problemáticos en dos de las islas barrera de Florida, Cayo Costa y North Captiva, resultó en una mejora inmediata y sustancial en el éxito de anidación de las tortugas bobas y los charranes menores, especialmente en comparación con otras islas barrera donde no se aplicó ningún manejo de depredadores.
En la Cuenca del Congo, la deforestación fue un 74 por ciento menor en las concesiones madereras bajo un Programa de Manejo Forestal (PMF) en comparación con las concesiones sin un PMF.
Se demostró que las áreas protegidas y las tierras indígenas reducen significativamente tanto la tasa de deforestación como la densidad de incendios en la Amazonia brasileña. La deforestación fue entre 1.7 y 20 veces mayor y los incendios provocados por el hombre ocurrieron entre cuatro y nueve veces más frecuentemente fuera de los perímetros de la reserva que en el interior.
La cría y liberación en cautiverio aumentaron la población natural de salmón chinook en la cuenca del río Salmon en el centro de Idaho con impactos negativos mínimos en la población silvestre. En promedio, los peces introducidos en el criadero produjeron 4.7 veces más crías adultas y 1.3 veces más crías adultas de segunda generación que los peces que se reproducen naturalmente.
En tanto, que tratar de fomentar el uso sostenible de especies, como la caza controlada, mostró signos de ganancias, pero no fueron estadísticamente significativos.
“Nuestro estudio muestra que cuando las acciones de conservación funcionan, realmente funcionan. En otras palabras, a menudo conducen a resultados para la biodiversidad que no son sólo un poco mejores que no hacer nada en absoluto, sino muchas veces mayores”, dijo Jake Bicknell, coautor del artículo y científico conservacionista de DICE, Universidad de Kent (https://www.rewild.org/press/study-definitively-shows-that-conservation-actions-are-effective).
La creación de áreas protegidas mostró beneficios, aunque fueron menores. El estudio también sostiene que debe haber más inversión específicamente en la gestión eficaz de las áreas protegidas, que siguen siendo la piedra angular de muchas acciones de conservación. En concordancia con otros estudios, este estudio encuentra que las áreas protegidas funcionan muy bien en general. Condición de ello, una buena gobernanza y la eficiencia en la aplicación de la ley. Ya que se señala, que cuando las áreas protegidas no funcionan, suele ser el resultado de una falta de gestión eficaz y de recursos adecuados, así como una aplicación de la ley deficiente. En síntesis, las áreas protegidas serán aún más efectivas para reducir la pérdida de biodiversidad si cuentan con buenos recursos y buena gestión.
También se descubrió los fracasos. Más del 20 por ciento de las veces los intentos de conservación parecieron hacer más daño que bien. Así, en algunos casos en los que la acción de conservación no logró beneficiar a la biodiversidad objetivo en comparación con ninguna acción en absoluto, otras especies nativas se beneficiaron involuntariamente. Por ejemplo, la abundancia de caballitos de mar fue menor en los sitios protegidos porque las áreas marinas protegidas aumentan la abundancia de depredadores de caballitos de mar, incluidos los pulpos.
Incluso en 12 por ciento, la conservación mejoró sin la intervención humana. Sin embargo, los investigadores se beneficiaron del conocimiento adquirido y pudieron perfeccionar sus métodos. En algunos casos la intervención humana es absolutamente negativa. Por ejemplo, en la India, la eliminación física de algas invasoras provocó su propagación a otros lugares porque el proceso las rompió en muchos pedazos, lo que permitió su dispersión. Los investigadores y tomadores de decisión ahora pueden implementar una estrategia diferente para eliminar las algas que tiene más probabilidades de tener éxito.
Esto también podría explicar por qué los coautores encontraron una correlación entre las intervenciones de conservación más recientes y los resultados positivos para la biodiversidad: es probable que la conservación se vuelva más efectiva con el tiempo. Otras posibles razones de esta correlación incluyen un aumento de la financiación e intervenciones más específicas.
Dados los resultados positivos generales, los autores señalan que una barrera importante para el éxito es ampliar el trabajo a una escala que satisfaga las necesidades de la conservación de la biodiversidad. Esto significa necesidades de inversión de entre 178 mil y 524 mil millones de dólares, centrada principalmente en países con niveles particularmente altos de biodiversidad. Hoy en día se invierten anualmente más de 121 mil millones de dólares en conservación en todo el mundo, y estudios anteriores han encontrado que la relación costo-beneficio de un programa global eficaz para la conservación de la naturaleza es de al menos 1:100. Es decir, de cada dólar invertido se recuperan 100 a través de las contribuciones de la naturaleza y su biodiversidad a los seres humanos.
En el futuro, los coautores del estudio piden más estudios rigurosos que analicen el impacto de las acciones de conservación frente a la inacción para una gama más amplia de intervenciones de conservación, como aquellas que analizan la eficacia del control de la contaminación, la adaptación al cambio climático y el uso sostenible de especies, y en más países, especialmente en los biodiversos.
En conclusión, el estudio demuestra que el trabajo de conservación está marcando una diferencia medible. Sin embargo, para que realmente funcione se necesita invertir como prioridad de supervivencia de la humanidad mucho más ahora y en los próximos años en conservación de la naturaleza y su biodiversidad.

Tratado de Plásticos 2024

Del 23 al 29 de abril de 2024, representantes gubernamentales de alrededor de 180 países negocian un nuevo acuerdo global contra los residuos plásticos en Ottawa, Canadá en una cuarta ronda de negociaciones del Comité Intergubernamental de Negociación (CIN-4). El denominado “instrumento internacional jurídicamente vinculante sobre la contaminación por plásticos, incluso en el medio marino” (ILBI), de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) contra los residuos plásticos pretende ser jurídicamente vinculante y contribuir significativamente a mantener los océanos más limpios en el futuro y a reducir fundamentalmente el impacto ambiental del plástico. El acuerdo analizará todo el ciclo de vida de los productos plásticos, desde la producción de materias primas y el diseño de productos hasta los enfoques de prevención, reutilización y tratamiento de residuos. También se abordan los microplásticos y los problemas que crean en la naturaleza. Además, el acuerdo pretende contribuir al desarrollo de una economía circular no tóxica para los plásticos a nivel global. El pistoletazo de salida para las negociaciones sobre un acuerdo de la ONU se dio en marzo de 2022 en Nairobi en la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA, acrónimo en inglés). La Asamblea adoptó la resolución 5/14 para “Poner fin a la contaminación plástica: hacia un instrumento internacional legalmente vinculante”. Desde entonces, el Comité Intergubernamental de Negociación se había reunido tres veces a nivel de las Naciones Unidas. Las negociaciones del ahora CIN-4 fueron precedidas de una reunión de alto nivel de ministros de medio ambiente en Ottawa, que concluyó el lunes 22 de abril con directrices claras para un acuerdo global de gran alcance de la ONU contra los residuos plásticos (ver artículo sobre el Tratado de Plásticos en El Sur de 24 de junio de 2023).
Las negociaciones se producen mientras transcurre una creciente crisis del plástico a nivel global. Desde la década de 1950 conforme al programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente se han generado 9 mil 200 millones de toneladas de plástico, de las cuales 7 mil millones de toneladas se han convertido en desechos, que abarrotan los tiraderos de basura y contaminan lagos, ríos, suelos y océanos. Se estima que cada año, entre 4.8 y 12.7 millones de toneladas de plástico llegan a nuestros océanos y mares en todo el mundo. Según los resultados de un estudio de la OCDE, la cantidad de residuos plásticos producidos en todo el mundo se triplicará aproximadamente para 2060 si nada cambia. La producción de plásticos se basa principalmente en el petróleo, aunque también se utilizan una serie de aditivos químicos tóxicos, dependiendo de la aplicación.
Es importante frenar la contaminación plástica en el ambiente, en especial en los océanos a nivel internacional, ya que esto no conoce fronteras nacionales. Incluso en las zonas más remotas, como la Antártida, se pueden encontrar microplásticos. La crisis de los residuos plásticos pone en peligro no solo la biodiversidad, sino también a los seres humanos. Los estudios demuestran que los microplásticos y las partículas nanoplásticas se propagan por todo el cuerpo humano. Incluso los niños muy pequeños y los bebés por nacer se ven afectados.
Sin embargo, también es importante tener en cuenta que este acuerdo no trata explícitamente de prohibir el plástico como tal, ni de demonizarlo. El tratado de la ONU contra los residuos plásticos tiene por objeto promover ciclos no tóxicos en todo el mundo, frenar la producción y el consumo excesivos de plástico nuevo, especialmente a partir de materias primas fósiles, y garantizar una gestión sostenible de los residuos para acabar con la contaminación ambiental, especialmente de los océanos.
Una cosa está clara: no se va a “reciclar” para salir de esta crisis, el número de posibles ciclos de reciclaje de plástico es demasiado pequeño para eso. Esto significa que un mejor reciclaje por sí solo no resuelve el problema, ya que el plástico debe eliminarse o incinerarse después de volver a reciclarse. De acuerdo con el Ministerio Federal Alemán del Ambiente (tres aspectos del acuerdo de la ONU son importantes:

1.- El acuerdo debe ser lo más vinculante posible desde el punto de vista jurídico e incluir todas las fuentes de residuos, incluidos los microplásticos procedentes del uso o la descomposición de los plásticos. Ya hay iniciativas, acuerdos regionales y acuerdos para limitar la contaminación de los mares y el medio ambiente. Sin embargo, los acontecimientos demuestran que las medidas voluntarias y las soluciones parciales no hacen justicia al problema mundial.
2.- El acuerdo debe abarcar todo el ciclo de vida del plástico. Esto comienza con la minimización de la producción y el consumo de plástico virgen. Hay que evitar el plástico innecesario y nocivo, el plástico que circula debe estar diseñado desde el principio para su reutilización y reciclaje. El acuerdo debe ayudar a cerrar los círculos para que el plástico se convierta en un recurso para otros usos, no en un residuo. Los residuos que aún se generan deben eliminarse adecuadamente y no deben terminar en el medio ambiente, ni causar otros daños ambientales.
3.- El acuerdo necesita un amplio apoyo. Será tanto más eficaz cuanto más participen los Estados nacionales. Muchos Estados ya han manifestado su apoyo. Es crucial que el acuerdo también proporcione recursos financieros para combatir la entrada de residuos plásticos en los océanos y el medio ambiente, de modo que ningún Estado, especialmente en el Sur Global, se vea abrumado por las tareas que tiene por delante. Los productores y minoristas también tienen una responsabilidad (https://www.bmuv.de/fileadmin/Daten_BMU/Download_PDF/Europa___International/plastikmuell_un-abkommen_bf.pdf).
Como se señalaba al principio, el Comité Intergubernamental de Negociación (CIN) ha celebrado tres rondas de negociaciones. La tercera reunión (CIN-3) tuvo lugar en Nairobi (Kenia) del 13 al 19 de noviembre de 2023. Los objetivos eran debatir y consolidar un primer borrador del acuerdo jurídicamente vinculante preparado previamente por el presidente del Comité. Este proyecto fue objeto de intensas negociaciones en Nairobi, y una versión enmendada de 76 páginas, llenas de corchetes, del proyecto servirá de base para las negociaciones en la reunión del CIN-4 en Ottawa. Luis Vayas Valdivieso (Ecuador) es el actual presidente de las negociaciones presidirá hasta el final del proceso. Puede encontrar más información y un borrador revisado del texto del acuerdo internacional jurídicamente vinculante contra los residuos plásticos en: https://www.unep.org/inc-plastic-pollution/session-4.
Una densa niebla como la de los incendios forestales en Chilpancingo, todavía oscurece el camino del acuerdo. En el CIN-4, la penúltima sesión para elaborar el acuerdo existe una fuerte discusión sobre cómo definir los detalles del mismo. Si bien algunos países sienten que esto quedó claramente establecido en la resolución 5/14 de la UNEA, para muchos otros, quedan cuestiones cruciales, como la definición del “ciclo de vida completo de los plásticos”. Surgen muchas preguntas: ¿Todos estarán de acuerdo con restringir la producción de ciertos plásticos? ¿Cuáles? ¿Quién fijará los “niveles sostenibles” de producción de plástico? ¿Se aplicarán los sistemas de responsabilidad ampliada del productor a nivel mundial o sólo a nivel nacional? ¿En qué momento el plástico se convierte en residuo? ¿Cómo abordará el mundo el comercio de residuos plásticos? ¿El tratado brindará protección a los recicladores? ¿Quién financiará todo? ¿Qué tipos de recursos financieros se pondrán a disposición para garantizar una implementación efectiva?
Con todas estas cuestiones pendientes, los miembros del Comité Intergubernamental deben estar conscientes de la escasez de tiempo. Se espera que la quinta ronda de negociaciones, programada del 25 de noviembre al 1 de diciembre de 2024 en Busan, Corea, concluya el proceso de negociación del acuerdo global. En una conferencia de alto nivel que se celebrará en el primer semestre de 2025, el texto del acuerdo se adoptará definitivamente. Todavía no se sabe dónde se llevará a cabo. De acuerdo con esto, los Estados nacionales deben incorporar las disposiciones del acuerdo de la ONU en los programas o leyes nacionales. El alcance exacto de esta implementación depende de lo que se establezca en detalle en el acuerdo final.

PD. Los desastres socialmente construidos por la actividad humana como son los incendios forestales que nos agobian, merecen revisar nuestra conducta personal y de las instituciones frente a la naturaleza.

 

22 de abril Día Internacional de la Madre Tierra

La Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, a través de su Resolución N.º 63/278, declaró a propuesta de Bolivia, el 22 de abril como el Día Internacional de la Madre Tierra, para recordar al ser humano la obligación de preservar y respetar la riqueza natural con la que se comparte el planeta.
Conocido también como el Día de la Tierra, su lema de este año es “El planeta contra los plásticos”. Así se reconoce la amenaza que los plásticos suponen para la salud humana. Por ello, del 23 al 29 de abril de 2024, gobiernos y ONG de todo el mundo se reunirán en Ottawa para seguir negociando los términos del Tratado Mundial de las Naciones Unidas sobre el Plástico. En donde los activistas defienden una reducción de al menos 60 por ciento en la producción de plásticos para 2040.
La citada resolución de las Naciones Unidas advierte que la Tierra y sus ecosistemas son “nuestro hogar”, por lo que el ser humano debe llegar a un equilibrio justo entre la naturaleza y las necesidades económicas.
El origen del Día de la Tierra tiene su antecedente en 1970, hace 54 años cuando precisamente un 22 de abril, más de 20 millones de ciudadanas y ciudadanos de Estados Unidos de Norteamérica se movilizaron para acrecentar la escasa conciencia sobre la fragilidad del planeta.
Dicho acto fue promovido por organizaciones sociales, siendo nombrado Día de la Tierra, y puede considerarse como el nacimiento del moderno movimiento ecologista.
Lamentablemente después de tantos años no se ha logrado el objetivo primario de iniciar un cambio de rumbo en la Tierra, que permita construir un mundo más justo, seguro, próspero y sostenible.
En especial, la sostenibilidad debe ser un referente obligado para planificar un nuevo modelo de desarrollo económico. Se tiene el imperativo ético de la sostenibilidad, es decir, la convicción de que toda la gente del planeta, del presente y del futuro, tiene el mismo derecho a la calidad ambiental como condición básica para garantizar su salud y el progreso de la humanidad.
En estos tiempos se debe recalcar que, valores como justicia, igualdad, libertad, fraternidad y solidaridad adquieren una nueva dimensión, que, en concordancia con los conocimientos científicos actuales, alertan cotidianamente ya sobre las graves consecuencias ambientales y sociales del actual modelo de crecimiento, así como sobre las consecuencias económicas negativas que ya está teniendo el deterioro de los ecosistemas en buena parte de la Tierra.
Por ello, se deben impulsar que todas las políticas y programas de gobierno se encaminen a una gestión integral y sostenible de la naturaleza y sus elementos naturales.
Se requiere promover y fortalecer de manera urgente una nueva conciencia de vivir en armonía con la naturaleza en la ciudadanía, tanto en el consumo como en la producción, garantizando la preservación de elementos básicos como la biodiversidad, el agua, aire y suelo. Además de hacer énfasis de que México y en especial Guerrero, deben ya enfrentarse al reto del cambio climático, dado que se es sumamente vulnerable a sus impactos.
Por ello, se debe orientar para avanzar en México y Guerrero hacia un modelo de desarrollo más sostenible, impulsando una profunda reorientación de políticas y programas en temas como la transición energética, el uso sostenible de la biodiversidad, la gestión sostenible del agua, la conservación y restauración de los suelos, entre tantos asuntos a transformar.
Se debe lograr que México y Guerrero sean ejemplo de vivir en armonía con la madre Tierra, hay que asumir ese compromiso en lo posible.

 

La llegada de Humboldt a México

El pasado 22 de marzo se cumplieron 221 años de la llegada del barón Alexander von Humboldt a Acapulco, entonces puerto de la Nueva España del camino de Asia. Poco más de un mes antes, el 17 de febrero de 1803 Humboldt, acompañado del médico y botánico Aimé Bonpland había partido del puerto de Guayaquil hacia Acapulco en la fragata Orue. Humboldt permanecería en México casi exactamente un año, desde marzo de 1803 hasta marzo de 1804. En Acapulco realizó mediciones de todo tipo, trazando un mapa de la bahía, y colectó plantas con Bonpland. En tanto enviaba una carta al virrey José de Iturrigaray anunciando su llegada al territorio de la Nueva España. El turismo o recrearse meramente con el paisaje no era el propósito de su visita, como a continuación se escribe.
Una semana después, el 29 de marzo, partió con 21 mulas (13 de ellas llevaron el equipaje) desde aquí hacia la Ciudad de México. Viajó por el llamado camino de Asia –que conducía de la Ciudad de México a Acapulco y de allí a Filipinas. Cruzó por el valle de Chilpancingo, luego el río Balsas por Mezcala, para llegar a Taxco en el mes de abril, luego vendría el viaje a Cuernavaca y Huitzilac. Finalmente, el 11 de abril estaría visualizando y entrando el 12 de abril a la Ciudad de México.
El 15 de abril, Humboldt fue recibido por el virrey Iturrigaray, él le solicitó el permiso de consultar todos los archivos que le pudieran servir. A lo cual sin mayor inconveniente el virrey accedió a su petición. Este hecho sería la base fundamental para la realización de uno de los libros más importantes publicados sobre Nueva España, y fundamental en las ideas del desarrollo nacional posterior el Ensayo político sobre el reino de la Nueva España publicado originalmente en 1811. Para comprender el México del pasado, del presente y el futuro hay que leer el Ensayo, que es un estudio integral, que aborda la geografía, la historia, la economía, la naturaleza del país. Este libro desde su aparición fue objeto de múltiples lecturas y citas. En enero de 1804 entrega al virrey Iturrigaray en forma de manuscrito las Tablas geográfico políticas del reino de Nueva España, que contenían información estadística para contribuir al buen gobierno del país y que serían el origen de su famoso y trascendente Ensayo.
Humboldt se establece en la Ciudad de México hasta enero de 1804. Varias excursiones lo llevaron a visitar desde minas de plata en Guanajuato e Hidalgo. También se preocupa de las circunstancias en las minas coloniales, escribe un amplio informe sobre la minería e intercede a favor de los trabajadores. Visita el tajo de Nochistongo, el desagüe de las aguas del valle de México en el municipio de Huehuetoca y escribe sobre su penosa construcción, lamenta sobre todo las inhumanas condiciones de trabajo para los indios. Además sube el 19 de septiembre de 1803 a la cumbre del Jorullo, un volcán de Michoacán que había nacido hacía 44 años antes. Sus historias sobre el volcán se difunden rápido en Europa y atraen numerosos aventureros que quieren experimentar por si mismos lo que ha descrito Humboldt en sus textos. El Jorullo se volvió el volcán más conocido entre los científicos.
Además, estuvo muy activo en la Ciudad de México, planeó perfiles geológicos, atendió exámenes del Colegio de Minería y visitó varias instituciones y eruditos.
El 20 de enero de 1804 salieron Humboldt y Bonpland de la Ciudad de México en dirección a Veracruz, donde llegaron el 18 de febrero. Visitó en su camino Puebla, Cholula y Jalapa. Durante su viaje mide el Popocatépetl, el Iztaccihuatl y escala el Cofre de Perote. La medición de los volcanes es una evidente prioridad de su viaje, en particular el Pico de Orizaba, que Humboldt midió sólo de lejos; esto tiene una importancia para los navegantes que se acercaban a la costa mexicana. El día 7 de marzo se embarcaron en la fragata La O rumbo al puerto de la Habana. De ahí posteriormente se trasladaría a Estados Unidos, para retornar luego a Europa, con un cúmulo de información de todo tipo que daría pie a sus obras sobre América.
Alexander von Humboldt es uno de los hombres de ciencias más famosos de la primera mitad del siglo XIX. Cuando llega a la Nueva España apenas tenía 33 años, había nacido el 14 de septiembre de 1769 en Berlín, y ya era un científico reconocido. Es simplemente lo que para las condiciones de esa época realizó en la Nueva España, en el tiempo de un año.
Mucho tuvo que ver sus estudios previos. En los años del 1787 al 1792 estudia en las ciudades de Frankfurt (Oder), Berlín y Göttingen. Su educación fue diversa en ciencias naturales, geología, botánica, hasta economía y griego clásico. En Göttingen, el centro del conocimiento de Alemania en este tiempo, conoce a Georg Forster quien acompañó a James Cook en su segunda navegación alrededor del mundo. En el año 1790 viajan Humboldt y Forster juntos de Mainz a Colonia, Bruselas, Amsterdam e Inglaterra.
Decide, estimulado por Forster, recorrer el mundo. El sueño de su vida parece cumplirse en 1796. Con la muerte de su madre, recibe suficiente dinero para financiar sus investigaciones, así que empieza a hacer preparativos para su viaje.
El rey español Carlos IV le asegura el acceso a las colonias, completa la libertad de acción y el apoyo de las autoridades. Así, en el año 1799 Humboldt viajó acompañado de Aimé Bonpland hacia las colonias españolas del Nuevo Mundo. Los dos europeos viajan por los países actuales de Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Cuba y México, ambos recolectan y exportan plantas, hacen mediciones e investigan la cultura indígena. Los conocimientos que ganó en sus expediciones vuelven famoso a Alexander de Humboldt. Su viaje por la ahora Latinoamérica se reconoce como el primer viaje realizado sólo por razones científicas.
Cuando en agosto de 1804 –después de cinco años de viaje– Alexander de Humboldt regresa con su material científico a París y es recibido y celebrado por 10 mil personas. El tiempo siguiente lo pasa en París analizando sus resultados, en 1807 se muda a esta ciudad.
Debido a que sus viajes y las publicaciones resultan costosas, se disminuyen sus bienes. En 1827 regresa a Berlín para recibir el apoyo financiero del rey prusiano. Dos años después, en 1829 –30 años después de su viaje a Latinoamérica– sale de nuevo a un gran viaje por Siberia hasta la Muralla China.
Por sugerencia del editor Cotta empieza en 1834 a escribir el saber de su época en el Kosmos (Cosmos). Una tarea que lleva hasta el fin de su vida –muere el 6 de mayo del 1859 en su departamento en la calle Oranienburg en Berlín, escribiendo el quinto tomo de su obra. De manera casual, en noviembre de ese mismo año, se publica El origen de las especies de Charles Darwin. Aunque Darwin no alude a Humboldt en su libro es un hecho que su viaje en El Beagle alrededor del mundo fue resultado de alguna forma del viaje de Humboldt por las colonias españolas.
Sin duda con su muerte concluyo una época. Para mí es el ejemplo del hombre universal, del científico comprometido con el conocimiento del todo en la naturaleza, hoy en mucho perdido en el reduccionismo científico. Entusiasmó y cautivó a la gente con su curiosidad y su saber. Por ello, me da satisfacción saber que México fue el objeto de su trabajo, así que no olvidemos a Alexander von Humboldt, un científico universal excepcional, que visitó Acapulco junto con Bonpland, impulsando el conocimiento de un nuevo mundo.

 

Premio Tyler a Johan Rockström

El pasado 29 de febrero fue anunciado que el ganador del premio Tyler de este año 2024 es el investigador sueco Johan Rockström. El premio Tyler es considerado como “el Nobel del Medio Ambiente”. Johan Rockström se hizo conocido principalmente por su trabajo en las fronteras o límites planetarios. Se trata de una serie de procesos interrelacionados que amenazan de seguir dañándolos la estabilidad del planeta Tierra, que la humanidad conoce, y que incluyen a nueve límites planetarios, que son: el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, nuevas entidades químicas, el agotamiento del ozono estratosférico, la carga de aerosoles atmosféricos, la acidificación de los océanos, la alteración de los ciclos biogeoquímicos, el uso de agua dulce y los cambios en los sistemas terrestres.
Rockström junto con el economista Ottmar Edenhofer, dirige desde septiembre de 2018 el muy reconocido Instituto Potsdam para la Investigación del Impacto Climático en Alemania. Además, es profesor de Ciencias del Sistema Terrestre en la Universidad de Potsdam y profesor de Sistemas Hídricos y Sostenibilidad Global en la Universidad de Estocolmo. Rockström también cofundó el Centro de Resiliencia de Estocolmo y fue director ejecutivo del Instituto de Medio Ambiente de Estocolmo.
En el año 2009, un equipo de 29 prestigiados investigadores encabezados por Johan Rockström entonces en la Universidad de Estocolmo, publicaron dos artículos que en sus textos propusieron nueve límites planetarios para circunscribir la actividad humana dentro de márgenes seguros. Dentro de estos límites ambientales, la humanidad puede seguir prosperando en el futuro previsible. Más allá de estos límites, la capacidad del planeta para autorregularse se verá amenazada con consecuencias potencialmente catastróficas. Un trabajo se publicó en Nature en versión reducida y el otro en Ecology and Society en versión extensa (Rockström et al.: Nature 461, 472-475 (https://www.nature.com/articles/461472a.pdf); Ecology and Society 14(2): 32 (http://www.ecologyandsociety.org/vol14/iss2/art32/)) (ver artículos El Sur de 29 de enero de 2022, 2 de junio de 2023 y 29 de enero de 2024 sobre estos temas).
En su estudio del 2009, Rockström y su equipo fueron enfáticos al señalar que sus límites propuestos son aproximados, sólo estimaciones iniciales, rodeados de grandes incertidumbres y lagunas de conocimiento. Llenar estos vacíos requiere grandes avances en los conocimientos del funcionamiento del planeta. El concepto propuesto de “límites planetarios” sienta las bases para cambiar nuestro enfoque de gobernanza y gestión, lejos de los análisis esencialmente sectoriales de límites al crecimiento destinados a minimizar las externalidades negativas, hacia la estimación del espacio seguro para el desarrollo humano. Los límites planetarios definen, por así decirlo, los límites del “campo de juego planetario” para la humanidad si se quiere estar seguro de evitar un cambio ambiental importante inducido por el hombre a escala global. Así, que ha partir de este trabajo sobre la ciencia del planeta se han ido desarrollando nuevos hallazgos.
En el 2023, se publica en la prestigiada revista Nature un nuevo estudio que se titula Límites del sistema de la Tierra seguros y justos. Dicho nuevo artículo fue encabezado también por Rockström con un equipo científico internacional de la Comisión de la Tierra, integrado por más de 40 investigadores. Lo que concluyen es que los humanos están asumiendo inmensos riesgos por el futuro de la civilización y los seres vivos del planeta. La Comisión de la Tierra es parte del programa internacional de investigación Tierra Futura (Future Earth) y una piedra angular de la Alianza Global para los Bienes Comunes (Global Commons Alliance). El artículo puede encontrarse en la página electrónica: https://www.nature.com/articles/s41586-023-06083-8
Recientemente, se actualizó el estudio de Rockström y colaboradores de 2009, que tuvo una primera actualización en 2015 (https://www.science.org/doi/full/10.1126/science.1259855). Dicho estudio fue publicado en la revista Science Advances en septiembre de 2023 dirigido por Katherine Richardson de la Universidad de Copenhague en el que también participó Rockström. Su conclusión es que en seis de las nueve áreas examinadas, la humanidad ya ha abandonado el “rango operativo seguro” del planeta y ha superado los llamados “límites planetarios”, es decir, umbrales por encima de los cuales la civilización y la biosfera corren un gran peligro. El artículo puede encontrarse en la página electrónica: https://www.science.org/doi/10.1126/sciadv.adh2458.
La ciencia de los puntos de inflexión también está en el corazón del trabajo de Rockström porque es una métrica clave utilizada para determinar los límites planetarios seguros (ver artículo El Sur de 17 de febrero 2024). En la actualidad se busca conocer en qué momento puede suceder el colapso de un sistema de soporte de la vida en la Tierra que se conoce, los denominados puntos de inflexión. De acuerdo con Rockström, se estima que existen cuando menos 16 puntos de inflexión identificados que cumplen dos criterios: son importantes sistemas de regulación del clima y más allá de un límite crítico caen en otro estado, a menudo de forma abrupta e irreversible. Es muy probable que se alcancen cinco de estos puntos de inflexión si la Tierra se calienta 1.5º C. Se trata de las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida occidental, los arrecifes de coral tropical, la circulación de vórtices subpolares en el Atlántico norte y las regiones del permafrost. A Rockström le preocupa además la selva amazónica debido a la deforestación, que la puede llevar rápidamente a un punto de inflexión que cambie de manera fundamental su estado y funciones (entrevista en Die Zeit, de 20 de marzo de 2024).
Al difundir la investigación sobre los límites planetarios, Rockström ha influido en debates de alto nivel sobre el cambio climático, como los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, y ha tenido un impacto considerable tanto en las comunidades científicas como en las de formulación de políticas.
Rockström es además un científico de campo comprometido que realizó extensos estudios para su doctorado en Ecología de Sistemas y Gestión de Recursos Naturales. Durante un período de cuatro años, investigó la agrohidrología y abordó la crisis de rendimiento del Sahel en Níger, donde las devastadoras sequías del país del África subsahariana diezmaron las cosechas. Posteriormente dedicó más de 25 años a la investigación aplicada del agua en las regiones tropicales. Tiene más de 150 publicaciones de investigación en campos que van desde la gestión aplicada de la tierra y el agua hasta la sostenibilidad global.
Las contribuciones de Rockström han sido reconocidas con numerosos premios, entre ellos el Premio al Cambio Climático Príncipe Alberto II de Mónaco (2020), la Academia Alemana de Ciencias, el Premio Hillary del Instituto Hillary de Liderazgo Internacional (2017), la distinción francesa Caballero de la Legión de Honor (2016), el Premio Medioambiental Alemán (2015), el Premio Internacional Cosmos (2015), el Premio de la Sociedad Zoológica de Londres a la Innovación en la Conservación (2015), el Premio Medioambiental Lawrence Huntington del Centro de Investigación Woods Hole (2014), el Premio Marsh para la Investigación del Cambio Climático, la Sociedad Ecológica Británica (2013), Agrónomo del Año, Asociación Sueca de Científicos Profesionales (2013), Persona más influyente en el medio ambiente de Suecia, MiljöAktuellt (2012, 2013) y Sueco del Año de la revista FOKUS (2009). También fue nombrado como una de las personas más influyentes de 2023 por la revista Time.
Rockström es un gran divulgador, recientemente protagonizó junto al destacado naturalista inglés Sir David Attenborough el documental de Netflix Romper los límites. La ciencia de nuestro planeta (Breaking Boundaries). También apareció junto al actor Leonardo DiCaprio en el documental Before the flood (2016).
Sin duda, la influencia de Rockström en los debates políticos y su capacidad para cerrar la brecha entre la investigación y las políticas lo han convertido en una persona de influencia clave en el ámbito de la sostenibilidad global. Su compromiso para tender puentes entre la ciencia y política pública es innegable. Es asesor de las Naciones Unidas, en especial en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, de la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas copresidente de la Comisión de la Tierra, entre otros encargos. También es miembro de la Academia Alemana de Ciencias (Leopoldina), la Real Academia Sueca de Ciencias, el grupo de expertos de la Comisión Europea (Mission Board para la adaptación al cambio climático, incluida la transformación social) y científico jefe de Conservación Internacional.
El próximo 17 de mayo Rockström hará una presentación pública sobre su trabajo en la Universidad de Potsdam en Alemania, y esa misma tarde se le entregará el Premio Tyler de 250 mil dólares, que es administrado por la Universidad del Sur de California.

Doctor Frans de Waal, in memoriam

El pasado 14 de marzo falleció el doctor Frans de Waal en Atlanta, Georgia, a la edad de 75 años. Con su muerte, el mundo pierde a uno de los principales biólogos del comportamiento y primatólogos del mundo. Fue un pionero en el campo de la investigación sobre la inteligencia social de los primates y escribió varios libros que ayudaron a difundir este campo en todo el mundo. El doctor Frans de Waal estableció paralelismos entre el comportamiento de los humanos y otros primates, como en las áreas de empatía, pacificación, moralidad y cultura.
Francisco Bernardo María de Waal, nació en la localidad holandesa de Bolduque en una familia de seis hijos. De pequeño criaba animales en el jardín de su casa y estudió biología y etología en las universidades de Nimega y Groningen. Casado con Catherine Marin, no tuvieron hijos. Obtuvo su doctorado en 1977 en la Universidad de Utrecht, donde también recibió un doctorado honoris causa en 2013 y fue nombrado profesor universitario entre 2013 y 2018.
Fue profesor de sicología en la universidad estadunidense de Emory, Atlanta (Georgia), y profesor emérito y exdirector del Centro Living Links para el Estudio Avanzado de la Evolución Humana y de los Simios en el Centro Nacional de Investigación de Primates Emory en Atlanta (Estados Unidos).
También miembro de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, la Academia Estadunidense de Artes y Ciencias y la Real Academia de Artes y Ciencias de los Países Bajos. En 2007, la revista Time lo nombró una de las personas más influyentes del mundo y en 2011 la revista Discover lo designó como una de las 47 “Grandes mentes de la ciencia (de todos los tiempos)”.
Fue un autor muy prolífico, publicó libros sobre la existencia humana, las emociones, la inteligencia o la religión. También en revistas científicas como Nature y Science. Todos sus libros fueron exitosos, desde su innovador libro de 1982 Chimpanzee Politics: Power and Sex Among Great Apes, (La política de los chimpancés, Alianza Editorial, 1993) que comparaba las charlas e intrigas de los chimpancés involucrados en luchas de poder con las de los políticos humanos. hasta su libro más reciente de 2022 “Different: Gender Through the Eyes of a Primatologist, (Diferentes: Lo que los primates nos enseñan sobre el género, Tusquets, 2022) su último libro. Escribe en su prólogo “Vivimos en una época en la que algunas personas exageran sistemáticamente las diferencias entre los sexos, mientras que otras intentan borrar todas las diferencias”. Al hacerlo, intervino en el debate de género y en el tan debatido tema de “naturaleza” versus “crianza”: ¿Los rasgos de comportamiento típicos de hombres y mujeres son innatos o adquiridos? ¿Qué tan diferentes somos unos de otros? Quienes se aventuran en este campo minado son valientes.
Según De Waal, todas las emociones que conocemos existen de alguna forma en otros mamíferos, sólo que difieren en su intensidad y matices. Demostró las raíces de la naturaleza humana en nuestros parientes vivos más cercanos a través de sus estudios sobre resolución de conflictos, reconciliación, cooperación, empatía, justicia, moralidad, aprendizaje social y cultura en chimpancés, bonobos y monos capuchinos.
De Waal, fue un hábil artista visual y fotógrafo, grababa experimentos en video de forma rutinaria, mucho antes de que se convirtiera en una práctica común en los laboratorios. desarrollar el famoso estudio sobre la equidad del pepino y la uva. Un video de Waal filmado sobre uno de los experimentos causó sensación en los medios. Dos monos capuchinos estaban situados en recintos uno al lado del otro. Un investigador les pide que realizaran una tarea y, si la lograban, les daría un premio. El problema era que un mono siempre era recompensado con un trozo de pepino, mientras que el otro mono a veces recibía un trozo de pepino y otras una uva, un regalo preferido entre los monos capuchinos. El mono que recibió sólo un pepino parece perfectamente feliz hasta que ve a su compañero recibir una uva. Entonces su comportamiento cambia. Acepta el siguiente trozo de pepino y se lo arroja de nuevo al investigador, golpeando la superficie frente al recinto y sacudiendo sus paredes de plexiglás. ¿Quién no se ha sentido como ese mono que sólo come pepinos? Su investigación mostró algo sobre la evolución del sentido de justicia humana.
En sus propias palabras, Frans de Waal fue alguien que acercó un poco más a los simios al hombre y al hombre un poco más a los simios. Su muerte nos trae una gran pérdida y estamos agradecidos por todos sus esfuerzos por enseñarnos sobre el comportamiento y las similitudes entre las muchas especies de primates en nuestra rama de la evolución.
Con Frans de Waal perdemos a una persona que trabajó incansablemente para comprendernos mejor a nosotros mismos y a los demás animales.

 

El gobierno debe invertir en brigadas de tiempo completo para prevenir incendios: Octavio Klimek

Ramón Gracida Gómez

El doctor en ciencias forestales, Octavio Klimek Alcaraz, indicó que los tres órdenes de gobierno deben invertir en brigadas de tiempo completo para prevenir los incendios en Acapulco, porque los residuos que quedaron después del huracán Otis son el “material combustible perfecto” para que cualquier incendio se extienda.
El articulista de El Sur dijo vía telefónica que el incendio de los últimos días “es una crónica anunciada, todos sabíamos”, y recordó que desde los primeros días después de la catástrofe escribió que venían dos grandes problemas, uno eran los residuos y el otro era la vegetación forestal afectada en los grandes polígonos de El Veladero, el parque Bicentenario y la isla de La Roqueta.
Indicó que se está entrando al periodo de estiaje, en el que los residuos son el “material combustible perfecto para que cualquier incendio se magnifique, se haga más extenso, y eso significa que se tiene que hacer mucha prevención”.
El también delegado federal de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) de 2001 a 2003, previó un estiaje hasta junio, cuando se registren las primeras lluvias, aunque advirtió que “los tiempos que nosotros teníamos acostumbrados con siembra, etcétera, pues no son los mejores”.
Ante este panorama, destacó que se tienen que hacer “esfuerzos extraordinarios, es decir, el tema es que necesitan más brigadas, en este momento habría que capacitar más gente, contratar más gente”.
A pesar de que las autoridades dicen tener 350 brigadistas combatiendo los incendios, a “muchos de ellos les falta preparación, hay que equipar a la gente, hay que darle todo el avituallamiento necesario; la gente toma agua, come, necesita movilidad, necesita radio, necesita equipos. Y eso significa inversiones cuantiosas para los tres órdenes de gobierno”.
Indicó que el monitoreo de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) reporta actualmente en Acapulco 13 “puntos de calor”, cifra que tendría que ser respondida con igual número de brigadas, “pero yo parto de que no hay suficiente personal para atacar 13 puntos”.
Las brigadas, puntualizó Octavio Klimek, tendrían que ser de “tiempo completo en este momento y es todavía tiempo, pero para eso, insisto, se necesitan recursos extraordinarios, mucha transparencia, mucha información a la sociedad”.
Cuando no haya incendios en áreas de difícil acceso de El Veladero, las brigadas deben de trabajar en la prevención de éstos y el doctor en Ciencias Forestales ejemplificó con la instalación de guardarrayas para prevenir que el fuego no se extienda más allá de un punto.
Dijo que la Comisión Nacional Forestal (Conafor) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales del estado (Semaren) tienen brigadas históricas, pero una o dos brigadas no son suficientes para Acapulco por “tanta vegetación combustible que hay”.
Criticó que los incendios sean reducidos a un problema de protección civil: “no es un asunto nada más de atender en función de los daños en situación de desastre a las personas, es una situación de desastre a los ecosistemas protegidos que tenemos ahí”, porque son selvas bajas y medianas.
A pesar de que El Veladero es un Área Natural Protegida (ANP) y la responsable de conservarlo es la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), el especialista añadió que otro problema son las invasiones “y más en tiempos electorales”.
Hizo un llamado a las autoridades para castigar a quien provoque los incendios porque los daños a la biodiversidad son “numerosos, ya se había golpeado la vegetación, y luego te vas contra la fauna: aves, reptiles, pequeños mamíferos. Todo tipo de animales que están ahí pues son presas fáciles del fuego, entonces estamos viendo casi un ecocidio en esas zonas”; además el gobierno no debe olvidar los siniestros de otras partes del estado, remarcó.
El titular del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semaren), en el gobierno interino de Rogelio Ortega (2014-2015), advirtió que los suelos pueden quedar erosionados después de los incendios y “muy lastimados, que cuando lleguen las lluvias no va a haber vegetación para amortiguar estas lluvias”.

 

Policrisis. Cuando una crisis rara vez llega sola

Generalmente, en aras de la simplificación, se está acostumbrado de manera habitual a la presentación de gráficos relacionados con el clima global, se muestran líneas que aumentan constantemente con el contenido de CO2 (dióxido de carbono) o de la temperatura en la atmósfera. Esto lleva a pensar que la civilización humana tendría que ser capaz de adaptarse de manera paulatina a un cambio gradual de estos contenidos.
Pero existen muchos artículos de la ciencia en donde investigadores advierten que estos cambios graduales no continuarán. Todo indica, que existe el riego de una “policrisis”, en la que varias funciones vitales del sistema terrestre pueden fallar al mismo tiempo. Por ejemplo, cuando las temperaturas aumentan repentinamente o cuando los ecosistemas que son importantes para las cosechas globales fallan rápidamente y luego de manera permanente. En tal policrisis, varios cambios ambientales provocados por el hombre interactuarán fatalmente, incluido el clima, la trágica pérdida de biodiversidad, hasta la escasez de agua y alimentos para el consumo humano. Es decir, problemas particulares en el sistema terráqueo no sólo se acumulan, sino que se reforzarán mutuamente, haciendo sinergias.
Una escalada climática y ecológica de este tipo podría hundir a las sociedades humanas en el caos, por ejemplo, cuando millones de personas sufren sed en verano debido a la falta de agua y las olas de calor hacen que las ciudades sean casi inhabitables. También podría provocar nuevos conflictos si los alimentos esenciales escasean o si los residentes costeros debido al incremento de la violencia de las tormentas tropicales se ven obligados a huir hacia el interior y otras regiones del mundo.
En un texto anterior escribía sobre los denominados puntos de inflexión o umbrales críticos en diversos subsistemas de la Tierra, en la biosfera, la criosfera y en la circulación del océano, más allá de los cuales se producen cambios fuertes y, a veces, imparables e irreversibles (El Sur, 17 de febrero de 2024).
En los informes se advierte sobre una inminente “cascada de puntos de inflexión”. El resultado final podría ser un planeta que sea irreconocible para los que vivimos hasta ahora. Se puede uno imaginar en el próximo siglo XXII, tal vez un mundo mucho más cálido, con grandes territorios inhabitables para los seres humanos. Como una película de ciencia ficción.
Por ejemplo, en 2018, un grupo de investigadores de diversas instituciones académicas, encabezados por el reconocido profesor Will Steffen, fallecido en 2023, y otros reconocidos investigadores del sistema terrestre, como el profesor Johan Rockström y la profesora Katherine Richardson, publicaron en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), un artículo clásico en el que exploraron el riesgo de que retroalimentaciones autorreforzadas puedan empujar al sistema terrestre hacia un umbral planetario que, si se cruza, podría impedir la estabilización del clima en aumentos intermedios de temperatura y causar un calentamiento continuo en una vía de “Tierra Invernadero” incluso cuando se reducen las emisiones humanas. Cruzar el umbral conduciría a una temperatura promedio global mucho más alta que cualquier interglaciar en los últimos 1.2 millones de años y a niveles del mar significativamente más altos que en cualquier otro momento del Holoceno, en donde la especia humana ha sido dominante. Ellos examinaron la evidencia de que tal umbral podría existir y dónde podría estar. Si se cruza el umbral, la trayectoria resultante probablemente causaría graves perturbaciones en los ecosistemas, la sociedad y las economías. Por ello proponían una acción humana colectiva para alejar al Sistema Tierra de un umbral potencial y estabilizarlo en un estado habitable similar al interglacial. Dicha acción implica la gestión de todo el sistema terrestre (biosfera, clima y sociedades) y podría incluir la descarbonización de la economía global, la mejora de los sumideros de carbono de la biosfera, cambios de comportamiento, innovaciones tecnológicas, nuevos acuerdos de gobernanza y valores sociales transformados (https://www.pnas.org/doi/10.1073/pnas.1810141115).
Este texto, puede padecer para mucha gente más que un modelo científico, una visión de distopía del futuro. Sin embargo, el riesgo existe por lo que debería de ocuparnos, y no pedir a un gran poder supremo que no suceda, para que se mantenga el clima del Holoceno.
Antes de ese artículo de 2015, el profesor Will Steffen fue particularmente conocido por participar en el artículo de Nature de 2009 Un espacio operativo seguro para la humanidad (https://www.nature.com/articles/461472a), que introdujo el marco conceptual clave de los “límites planetarios”. Junto con Johan Rockström, Katherine Richardson y otros colegas, identifican nueve procesos u áreas a escala planetaria que regulan la estabilidad del sistema terrestre, junto con umbrales que, si se cruzan, podrían conducir a puntos de inflexión ambiental a gran escala (ver artículos relacionados en El Sur de 29 de enero de 2022 y de 2 de junio de 2023).
En la actualidad se considera que, en seis de las nueve áreas examinadas, la humanidad ya ha abandonado el “rango operativo seguro” del planeta y ha superado los llamados “límites planetarios”, es decir, umbrales por encima de los cuales la civilización y la biosfera corren un gran peligro. Este fue el resultado de un estudio publicado en la revista Science Advances en septiembre de 2023 dirigido por Katherine Richardson de la Universidad de Copenhague en el que también participaron los antes citados Will Steffen y Johan Rockström (https://www.science.org/doi/10.1126/sciadv.adh2458).
El nuevo estudio marca la segunda actualización desde el citado artículo de 2009 y la primera vez que los científicos incluyen indicadores numéricos para cada límite, un avance muy significativo. Desde su presentación inicial, el modelo de límites planetarios ha recibido elogios por presentar los diversos factores entrelazados (más allá del solo cambio climático) que influyen en la habitabilidad de la Tierra.
Se han cruzado límites en los niveles de carbono en la atmosfera cuya consecuencia es el cambio climático; cambios en el uso de la tierra expresada como deforestación; la pérdida de biodiversidad y el aumento de la producción primaria en donde los humanos han cooptado alrededor del 30 por ciento de la producción primaria para sus propios fines, efectivamente a través de los alimentos que se cosechan y comen. Antes de la revolución industrial, era sólo el 2 por ciento; la generación de productos químicos sintéticos “eternos”, incluidos los plásticos expresados en la contaminación química; el agotamiento del agua dulce, y el exceso en el uso de nitrógeno y fosforo, especialmente como fertilizantes cultivos, que se vierten libremente en los ecosistemas, causando estragos. Ninguna de estas fronteras está aislada; por ejemplo, los cambios en el uso de la tierra pueden afectar la biodiversidad y el dióxido de carbono afecta la acidificación de los océanos, entre otras conexiones.
Las tres áreas en donde los humanos aún no han superado los límites planetarios definidos por los investigadores: acidificación de los océanos, carga de aerosoles atmosféricos y agotamiento de la capa de ozono. Sólo el último de ellos va en la dirección correcta, gracias al raro éxito del Protocolo de Montreal, un acuerdo internacional. En virtud de este pacto, los países han reducido el uso de sustancias químicas que agotan la capa de ozono, permitiendo que se recupere la capa protectora de ozono en lo alto de la atmósfera
En conclusión, la actividad humana está convirtiendo a la Tierra en un mundo que tal vez ya no soporte adecuadamente las sociedades que se han construido. No existe fundamento para aseverar que los trastornos en el sistema terrestre sólo se producirán gradualmente y con tiempo suficiente para que los humanos se adapten. Tenemos que prepararnos para impedir una policrisis.

P. D. Ser maestro es un privilegio, ya que se deposita en ellos la guía para desarrollar mejores generaciones que la nuestra. Por ello, los maestros deben ser ejemplo de conducta ante sus alumnos y la sociedad.

 

Puntos de inflexión en la Tierra

El calentamiento global plantea grandes riesgos para la humanidad, incluido el aumento de los fenómenos meteorológicos extremos, como el calor, las sequías, las lluvias extremas y las tormentas tropicales más fuertes, el aumento del nivel del mar y la pérdida de ecosistemas. Estos impactos climáticos pueden provocar pérdidas de cosechas con hambre, propagación de enfermedades, numerosas muertes, migraciones masivas y, en el peor de los casos, conflictos internacionales, así como la desestabilización de los Estados. La mayoría de estos riesgos aumentan gradualmente con un mayor calentamiento, aun sin puntos de inflexión definidos. En la actualidad se busca conocer en qué momento puede suceder el colapso de un sistema de soporte de la vida en la Tierra que se conoce, los denominados puntos de inflexión.
Teóricamente se dice que los puntos de inflexión ocurren cuando el cambio en un sistema de inflexión (también conocido como elemento de inflexión) se vuelve autosostenible una vez que se supera un umbral de fuerza, lo que lleva a un cambio de estado cualitativo (por ejemplo, un cambio de régimen ecológico) impulsado por una o más retroalimentación positiva/amplificadora. Por ejemplo, algunos subsistemas del sistema terraqueo, por otro lado, tienen ciertos puntos de inflexión o umbrales críticos, más allá de los cuales se producen cambios fuertes y, a veces, imparables e irreversibles. Una metáfora simple: si empujas una taza de café sobre el borde de tu escritorio, no pasa nada hasta que llega a un punto crítico en el que cae y se estrella.
En los pronósticos científicos habituales sobre el clima global se muestran líneas que aumentan constantemente con el contenido de CO2 (dióxido de carbono) en la atmósfera sin grandes fluctuaciones. Esto lleva a pensar y creer que la civilización humana puede ser capaz de adaptarse de manera paulatina a un cambio gradual. Pero no se debe pensar así, en especial, el sistema climático es complejo y por tanto muy variable. En sistemas complejos es difícil determinar valores límite precisos, dado que existen múltiples interacciones de causas y efectos. Eso significa que se trata más de estimaciones y probabilidades con diversas incertidumbres.
Por ello, el concepto de puntos de inflexión se basa en la observación de que los sistemas complejos no se comportan linealmente, es decir, pueden desarrollar dinámicas completamente nuevas con un pequeño cambio desde el exterior. La teoría detrás de esto fue descrita por el matemático Henri Poincaré a finales del siglo XIX. En el caso de primer estudio exhaustivo sobre los puntos de inflexión climáticos apareció en 2008 hace casi 16 años en un estudio clásico del profesor Tim Lenton y otros colaboradores (https://www.pik-potsdam.de/%7Estefan/Publications/Journals/lenton_etal_PNAS_2008.pdf.).
En dicho sentido, es importante comunicar, que el pasado 6 de diciembre de 2023, se presentó el Informe sobre puntos de inflexión globales en la COP 28 en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en Dubai. El Informe denominado Global Tipping Points Report 2023 fue dirigido por el citado profesor Tim Lenton del Instituto de Sistemas Globales de la Universidad de Exeter con el apoyo de más de 200 investigadores de más de 90 organizaciones en 26 países. El informe es una evaluación autorizada de los riesgos y oportunidades de los puntos de inflexión tanto negativos como positivos en el sistema Tierra y la sociedad. Se considera como la “visión más completa de los puntos de inflexión en el sistema terrestre hasta la fecha” (ver Informe en https://global-tipping-points.org/).
De acuerdo con el Informe el mundo corre el peligro de cruzar en los próximos años múltiples puntos de inflexión que son importantes para el clima global. En especial, si el calentamiento global alcanza los 1. 5º C en la década de 2030. Así, se tienen ya cinco eventos posibles de puntos de inflexión en los derretimientos de las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida occidental, el deshielo abrupto generalizado del permafrost, el colapso de la Circulación Meridional de Retorno del Atlántico Norte y la muerte masiva de los arrecifes de coral tropicales. Los tres sistemas que pueden verse con puntos de inflexión a partir de la década de 2030 incluyen los bosques boreales del norte, los manglares y las praderas marinas.
Existen, además, las señales de alerta temprana, que a veces pueden indicar que un sistema está perdiendo resiliencia y por lo tanto puede estar acercándose a un punto de inflexión, como son los derretimientos en partes de la capa de hielo de Groenlandia, las alteraciones en Circulación Meridional de Retorno del Atlántico Norte y la sequía en la selva amazónica, que muestran tales señales de alerta temprana, lo cual es consistente con estos sistemas acercándose a puntos de inflexión. Sin embargo, estas señales no muestran con certeza cuando se producirá un punto de inflexión de manera determinista.
En el Informe se identifican más de 25 partes del sistema Tierra que tienen puntos de inflexión, basándose en evidencia de registros paleoclimáticos, observaciones, teorías y modelos informáticos complejos, que determinan que existen puntos de inflexión en todo el sistema Tierra: los sistemas interconectados que sustentan la vida en este planeta, incluida la criosfera (sistemas unidos por el hielo), la biosfera (el mundo vivo), el océano y la atmósfera. A menudo se supone que los sistemas ambientales responden de manera relativamente lineal a las presiones impulsadas por el hombre (como el cambio climático, la destrucción del hábitat y la contaminación). Sin embargo, en algunos sistemas, la presión más allá de un umbral hace que pasen a un estado muy diferente, a menudo de forma abrupta o irreversible, como resultado de retroalimentaciones autosostenidas: pasan a un punto de inflexión.
En la criosfera, existen pruebas de puntos de inflexión a gran escala en los derretimientos de las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida, y de deshielos localizados en glaciares y permafrost.
En la biosfera, se presentan puntos de inflexión en una variedad de ecosistemas, incluida la extinción regresiva de los bosques amazónicos, la degradación de las sabanas y las tierras secas, la eutrofización de los lagos, la extinción de los arrecifes de coral y los manglares, y el colapso de algunas pesquerías.
En las circulaciones océano-atmósfera, hay evidencia de puntos de inflexión en los océanos Atlántico y Austral, así como del monzón de África occidental.
Se señala que múltiples factores están desestabilizando estos sistemas. El cambio climático es un factor clave para la mayoría, así como la pérdida de hábitat (por ejemplo, deforestación), la explotación (por ejemplo, sobrepesca) y la contaminación (por ejemplo, aerosoles o nutrientes), particularmente en la biosfera.
De acuerdo con el Informe estas amenazas podrían materializarse en las próximas décadas y con niveles de calentamiento global más bajos de lo que se pensaba anteriormente. Podrían ser catastróficos, incluida la pérdida de capacidad a escala global para cultivar importantes cultivos básicos. Desencadenar un punto de inflexión del sistema terrestre podría desencadenar otro, provocando un efecto dominó de daños acelerados e inmanejables. Los puntos de inflexión muestran que la amenaza general que plantea la crisis climática y ecológica es mucho más grave de lo que comúnmente se cree.
Algunos sistemas de inflexión climática interactúan estrechamente, y la mayoría de las interacciones tienden a una mayor desestabilización, lo que hace posible los efectos en cascadas. Hay grandes incertidumbres alrededor de estos efectos cascadas, pero el calentamiento se está acercando a niveles donde se están volviendo posibles.
Así, exceder los sistemas de puntos de inflexión podría “provocar cambios fundamentales y a veces abruptos”. Estos podrían “determinar irreversiblemente el destino de partes importantes del sistema terrestre durante los próximos cientos o miles de años”.
En el Informe también se indica, que se puede lograr la escala y el ritmo de acción necesarios para mitigar las amenazas de un punto de inflexión, en parte porque en las sociedades existen dinámicas de inflexión similares que pueden funcionar en favor de la humanidad. Estas oportunidades positivas de punto de inflexión pueden aprovecharse, mediante las cuales intervenciones estratégicas coordinadas pueden generar beneficios desproporcionadamente grandes y rápidos que aceleren la transición de las sociedades hacia la sostenibilidad. Esto ya está sucediendo en algunos casos. Por ejemplo, las acciones específicas de innovadores, gobiernos, inversores y empresas han creado economías de escala que ahora están impulsando la adopción exponencial de energía renovable en todo el mundo, que ha alcanzado o superado la paridad de costos con la generación de energía con combustibles fósiles.
Así un punto de inflexión positivo puede desencadenar otros, creando un efecto dominó de cambio. Por ejemplo, a medida que los vehículos eléctricos pasan un punto de inflexión positivo para convertirse en una forma de transporte dominante, se reducen los costos de la tecnología de baterías. Las baterías de menor costo, a su vez, proporcionan una capacidad de almacenamiento esencial para reforzar el punto de inflexión positivo hacia la energía renovable, lo que puede desencadenar otro punto de inflexión en la producción de amoníaco verde para fertilizantes, transporte, entre otros efectos.
En el Informe se concluye que se necesita una comprensión más profunda de los puntos de inflexión, pero sin retrasar la acción. Así, mejorar la comprensión de las amenazas y oportunidades de los puntos de inflexión tanto en la naturaleza como en las sociedades es una prioridad urgente para apoyar la gobernanza y la toma de decisiones, con el objetivo de limitar los daños y apoyar las transformaciones hacia la sostenibilidad. Pero esta búsqueda de conocimiento no debe retrasar ni ralentizar la acción. Se sabe lo suficiente como para identificar que la amenaza de los puntos de inflexión del sistema terrestre exige una respuesta urgente. De hecho, los mejores modelos probablemente subestiman los riesgos del punto de inflexión. En gran medida, el mundo está volando a ciegas ante esta enorme amenaza.
Pero todo este conocimiento acumulado, no debe distraer la atención de lo que ya está sucediendo en la Tierra. Finalmente, durante mucho tiempo se han producido cambios graves en el sistema climático que están provocando calor extremo, sequías o lluvias intensas. La realidad ha demostrado desde hace tiempo que la gente no puede permitirse los daños causados por la crisis climática, ni siquiera sin no conocer sobre los puntos de inflexión.