Toma Ayotzinapa la caseta de Palo Blanco; piden justicia por asesinados y desaparecidos

Unos 60 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa tomaron más de cuatro horas la caseta de cobro de Palo Blanco de la Autopista del Sol, para exigir justicia para los dos normalistas asesinados el 12 de diciembre de 2011 en el cruce de la vialidad y la carretera federal México-Acapulco, y por la presentación de los 43 alumnos desaparecidos en Iguala hace más de 38 meses.
A las 10:30 de la mañana los normalistas llegaron a la caseta de cobro ubicada a la salida de Chilpancingo, y pidieron a los automovilistas cooperación voluntaria, además colocaron lonas en las que se leía “Vivos se los llevaron, vivos los queremos, nos faltan 43. Ayotzinapa”.
Los estudiantes informaron que el dinero recolectado será entregado a los familiares de los dos normalistas asesinados en un desalojo violento a cargo de policías federales, estatales y ministeriales del estado, Jorge Alexis Herrera Pino y Gabriel Echeverría de Jesús, y que también lo ocuparán para las movilizaciones por la conmemoración de su sexto aniversario luctuoso.
Después de las 2:30 de la tarde los normalistas de Ayotzinapa se retiraron de la caseta de cobro Palo Blanco. (Luis Blancas / Chilpancingo).

Protestan maestros de la CETEG en la capital, Acapulco y La Unión en contra de las reformas

Maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) opositora, tomaron las casetas de cobro Palo Blanco y La Venta, de la Autopista del Sol; así como la Feliciano, de la autopista Siglo XXI Morelia-Lázaro Cárdenas, como parte de la movilización nacional para protestar contra la reforma educativa, por el cese de maestros en el país y la Ley de Seguridad Interior.
Por separado, en Acapulco, unos mil maestros de la CETEG, afines al secretario general Arcángel Ramírez Perulero, encabezados por padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa, desaparecidos desde septiembre del 2014, marcharon y bloquearon por más de una hora y media la avenida Costera, también para rechazar la reforma educativa y la Ley de Seguridad aprobada por la Cámara de Diputados.
Desde las 10 de la mañana se concentraron en el Asta Bandera, frente al Parque Papagayo, y marcharon a las 11:30 en el carril Zócalo-Base Naval, hasta llegar al Centro de Convenciones de Acapulco, donde bloquearon hora y media, hicieron un mitin, así como solicitaron al gobierno reinstalar la mesa de negociación y a los maestros dados de baja.
En su oportunidad, el vocero de los padres de los normalistas, Felipe de la Cruz, dijo que no van a descansar hasta que haya justicia por los hechos ocurridos hace tres años. Informó que no van a permitir que el ex gobernador Ángel Aguirre se limpie de culpa; advirtió que si el Instituto Nacional Electoral (INE) permite el registro, los padres tomarán otras medidas.
Durante el trayecto de la marcha, la circulación en la avenida fue lenta hasta después de las 3:30 de la tarde, que se quitó el bloqueo.
Las autoridades de la Policía Vial tuvieron que desviar los carros al carril Base Naval-Zócalo. Los manifestantes llevaban unas lonas con leyendas, donde pedían solución a sus demandas.
El secretario general de la CETEG, Arcángel Ramírez, en declaraciones antes de la marcha, dijo que fue una convocatoria estatal para exigir la abrogación de la “mal” llamada reforma educativa, reinstalación de la mesa de negociación, que la autoridad cancele la evaluación nacional y que esos recursos se utilicen en reconstrucción de escuelas.
Mientras que en Guerrero la solicitud, dijo el secretario, es que se dé respuesta al pliego petitorio que los maestros entregaron en mayo pasado; además, solución a la demanda de las organizaciones sociales, como el Sutcobah, Frente de Preparatorias Populares, Unión de Costachiquences Radicados en Acapulco y Fundación Progreso.
“Estamos reunidos con organizaciones sociales para manifestar nuestro total rechazo a la Ley de Seguridad Interior, que pretende imponer este gobierno que encabeza Enrique Peña Nieto a través de los diputados y senadores, que están traicionando el pueblo. Porque parece que la militarización del país es para contener las protestas sociales”, dijo.
Ramírez Perulero dijo a reporteros que en el país son más de 500 los maestros que han sido dados de baja, de Jalisco y Sinaloa; en Guerrero “no hay cesados, aquí estamos dando la resistencia con mucha dignidad, y el llamado es a la unión”.
En el trayecto del contingente por la Costera, maestros repartieron un volante y a través de una bocina explicaban el motivo de la inconformidad.
Algunos conductores se molestaron por la marcha, cuando llegaron frente a plaza Galerías Diana, hicieron una parada de 10 minutos, después continuaron su paso, hasta llegar a la glorieta del Centro de Convenciones de Acapulco, donde atravesaron los autobuses donde venían maestros de las ocho regiones del estado.
El mitin dio inició a la 1:30 de la tarde, cuando el contingente de maestros llegó a la glorieta, donde participaron representantes de las diferentes organizaciones sociales, y el secretario general de la CETEG, Ramírez Perulero, pidió al gobierno federal que cumpla sus promesas y “estamos exigiendo la reinstalación de la comisión nacional única de negociación, para retomar las demandas”.
“El llamado es la exigencia de mantenernos unificados para echar atrás estas reformas retrogradas, que nada vienen a beneficiar al pueblo y los trabajadores”, dijo el dirigente de la CETEG, e insistió en continuar de manera organizada para echar atrás toda las reformas, también la Ley de Seguridad Interior, por ello pidió “estar alertas y si es posible, no irnos de vacaciones”.
Mientras el vocero de los padres de los normalistas, Felipe de la Cruz, dijo que “los padres y los alumnos de Ayotzinapa no vamos a descansar hasta saber la verdad y que se pueda hacer justicia, no podemos creer en la desvergüenza de Ángel Aguirre Rivero. Él piensa que ya se nos olvidó la complicidad que tiene en el crimen cometido en Iguala”.
Advirtió que “no vamos a permitir su candidatura como diputado federal, como parte del Frente, hasta que no sea juzgado y castigado por ese crimen. Nosotros seguiremos siendo una piedra en el zapato y le decimos al INE que si lo permite, entonces los padres y alumnos tomaremos otras acciones, para evitar que ese corrupto se limpie en la investidura de diputado, ya el Congreso lo exonera de delitos, que para nosotros están vivos”.

Toman casetas maestros de la CETEG disidente

Durante tres horas, alrededor de cien maestros de la CETEG disidente, de la fracción de Walter Emanuel Añorve Rodríguez, mantuvieron tomada la caseta de cobro La Venta, de la Autopista del Sol, en protesta por el cese de maestros en el país, así como para rechazar la reforma educativa.
Los maestros tomaron la caseta alrededor de las 11 de la mañana y pidieron a los automovilistas una cooperación voluntaria de 50 pesos, mientras les entregaban un volante explicando su movimiento.
Los maestros también gritaron consignas contra las reformas estructurales, así como contra el presidente Enrique Peña Nieto.
La responsable de la Comisión Política de la CETEG en Acapulco, Adolfina Bautista Vázquez, informó que la acción fue simultánea en todo el país, como apoyo a los maestros cesados y que “la actividad medular se está llevando en Guanajuato”. Señaló que también en Guerrero la lucha es para la derogación de la reforma y para rechazar a las notificaciones que están llegando de la evaluación de permanencia, el 9 de diciembre.
Bautista Vázquez indicó que no van a permitir que la “mal llamada reforma educativa-laboral siga agrediendo al gremio magisterial, pero también es una lucha en contra de todas las reformas estructurales, porque están agrediendo al pueblo y a favor de los empresarios”. Indicó que no van a parar hasta lograr la abrogación de la reforma educativa, porque nada más han logrado detenerla, que no haya cesados donde se dio más fuerte la lucha, como Oaxaca y Chiapas, porque en el resto del país sí hubo cesados.
Sobre el hecho de que de manera simultánea se estaba llevando una concentración de otra parte de la CETEG, con los padres de familia de los 43 normalistas de Ayotzinapa, y que si con ello se daba el mensaje que sigue la división, respondió: “Desafortunadamente así es”. Reconoció que no había acercamiento y señaló: “Alguna intención tendrán, que su actividad la hayan querido hacer en nuestra casa, Acapulco”.
Sobre lo dicho por el secretario de Educación, José Luis González de la Vega Otero, de que a la CETEG le gusta cualquier pretexto para no dar clases, Bautista Vázquez subrayó que no era cualquier pretexto, porque “ya están llegando los avisos de notificación de examen y la situación es que estamos en pie de lucha. Esto no ha acabado”.
No supo dar cifras de cuántos maestros han sido notificados, pero señaló que son de 10 a 15 por plantel, para la evaluación al desempeño, “esos avisos son para decir aquí estoy, cuando el gobierno había dicho que no se iban hacer en diez estados afectados por el sismo”.

Chilpancingo

En Chilpancingo más de 70 maestros que venían de Acapulco y algunos de la zona Centro, de la fracción de Adolfina Bautista Vázquez, quien recientemente asumió la Comisión Política de Acapulco, a las 11:30 de la mañana tomaron la caseta de cobro de Palo Blanco, en una acción nacional contra la reforma educativa, energética, hacendaria, laboral y de la Ley de Seguridad Interior.
Los manifestantes pidieron una cooperación de 50 pesos y entregaron volantes a los automovilistas, para explicar sus demandas.
En el lugar, el encargado de la Comisión de Gestoría Social por parte de la CETEG región Acapulco y de la fracción de Adolfina Bautista Vázquez, Miguel Ángel Ríos Bello, informó que de manera simultánea en todo el país se haría la jornada nacional de acciones, que consistía en la toma de casetas, algunos marcharían y otros realizan diferentes actividades.
Indicó que están en contra de la reforma educativa, y de que en Guanajuato maestros fueron cesados: “Son 600 maestros cesados en la parte norte del país”.
En la caseta, cuando los maestros pedían la cooperación de 50 pesos, algunos automovilistas se molestaban, decían que no tenían para pagar, y que se estaba cometiendo un delito por tomar vías de comunicación. Otros daban hasta 100 pesos para apoyar a los maestros, porque estaban en contra de las reformas estructurales que afectan a los mexicanos.
Al lugar no acudieron autoridades educativas, los manifestantes se retiraron a la 1:40 de la tarde.

Zihuatanejo

Integrantes de la CETEG de los municipios de Zihuatanejo, Petatlán, La Unión, Atoyac y Tecpan, tomaron la caseta de cobro Feliciano de la autopista Siglo XXI Morelia-Lázaro Cárdenas, como parte de la movilización nacional para protestar contra la reforma educativa y también de la Ley de Seguridad Interior.
Unos 120 maestros llegaron a la caseta poco antes de las 10 de la mañana de este miércoles y se pusieron en los carriles de cobro, para pedir a los automovilistas una cooperación de 50 pesos. Además, repartieron volantes en el que manifestaban el motivo de su presencia en este lugar.
El dirigente cetegista Julio César Moyao Gaspar dijo que iban a permanecer en ese lugar “lo más que aguanten”, pero se retiraron poco después de las 2 de la tarde, y explicó que el dinero recaudado será para sostener los gastos que genera el propio movimiento magisterial.
Los maestros llevaron también pancartas con leyendas tales como “no a la reforma educativa”, “no a las reformas estructurales que afectan al pueblo”, “rechazo a la ley de seguridad interior”, “no a la evaluación punitiva” y “exigimos la reinstalación de todos los maestros cesados”.

Vuelven a clases con vigilancia de la UPOEG

Reinician clases suspendidas la semana pasada tras enfrentamientos en el valle de El Ocotito

Policías de la UPOEG acudieron a los planteles educativos para ofrecer que se encargarán de vigilar la zona. Sólo en la primaria Benito Juárez no se normalizan las labores porque no hay garantías de seguridad, argumentan padres de familia

Luis Blancas

El Ocotito y Buena Vista de la Salud, Chilpancingo

Las escuelas de todos los niveles educativos de los siete pueblos del valle de El Ocotito, municipio de Chilpancingo, reanudaron labores de manera normal la mañana de ayer, mientras que la primaria federal Benito Juárez, de la comunidad de Buena Vista de la Salud, continúa cerrada, luego de que la semana pasada suspendió labores tras enfrentamientos armados en dos comunidades.
Las comunidades afectadas por estos hechos de violencia fueron Mohoneras, El Ocotito, Buena Vista de la Salud, Cajelitos, Rincón de la Vía, Palo Blanco y Acahuizotla, ubicadas en el corredor del valle de El Ocotito.
Ante el regreso a clases no se observó vigilancia de la Policía Estatal, ministerial ni de soldados del Ejército, ni recorridos de seguridad en la carretera federal Chilpancingo-Acapulco, que conduce a los siete pueblos, después de las balaceras de hace nueve días en Buena Vista de la Salud y el martes en Palo Blanco.
En El Ocotito, se observó que los padres de familia llevaron a sus hijos a los jardines de niños Santos Degollado y Gabriela Magistral, y a las primaria Emperador Cuauhtémoc, Sidar y Rovirosa, José María Morelos y Pavón, y Vicente Guerrero.
En las calles se constató que los vecinos caminaban de manera tranquila, además acudían al mercado ubicado frente a la comisaria municipal, para hacer sus compras; aunque sí se observaron recorridos de la Policía Ciudadana de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG).
Asimismo, los negocios de abarrotes, papelería, fondas de comida, peluquerías y ferreterías daban servicio normal a sus clientes.
Consultado en la comisaria municipal de El Ocotito, el comisario, Fernando Rosales González se quejó porque el alcalde de Chilpancingo, Jesús Tejeda Vargas, y el gobernador, Héctor Astudillo Flores, no han atendido el problema de la inseguridad que afecta a los pueblos de El Valle.
Comentó que los gobiernos estatal y municipal dieron instrucciones para una operación de seguridad en los siete pueblos afectados, pero no hay vigilancia en la zona, y agregó que después de las 6 de la tarde los policías de la UPOEG intensifican los recorridos de seguridad para evitar otra balacera.
“No hay ninguna respuesta de las autoridades, es la cuestión de ellos de otorgarnos seguridad, pero no lo hacen; nosotros con los policías cuidamos la zona, el gobierno nos debería ayudar para que la gente no se alarme”, declaró.
En Buena Vista de la Salud, se constató que los padres de familia llevaban a sus hijos a la secundaria técnica, a la primaria federal Benito Juárez y al jardín de niños Rosario Castellanos, mientras que policías de la UPOEG acudieron a las distintas escuelas para hablar con los directivos, maestros y padres, y les ofrecieron que ellos se encargarán de vigilar la zona para que haya tranquilidad, confianza y que no tengan miedo.
En un recorrido en la comunidad se observó que el mercado del centro reabrió sus puertas, luego que la semana pasada estuvo cerrado tras los hechos de violencia.
La única escuela que no volvió a clases fue la primaria federal Benito Juárez, de Buena Vista de la Salud, donde los estudiantes y padres de familia se presentaron pero en una reunión posterior con los directivos y los maestros, suspendieron las clases de esta semana.
En la reunión dentro de la escuela, el director de la primaria Benito Juárez, Sergio Adame Adame dijo que padecen la violencia y la inseguridad en la comunidad, y que la población no la provoca, “la ciudadanía es la parte indirecta del acontecer de inseguridad que se viven en la comunidad al igual que en el estado y país”.
“Le pregunto a los padres de familia si se reanudan las clases o no”, en tanto las condiciones no sean favorables para regresar, “en la escuela tenemos 288 estudiantes y es una responsabilidad que no nos deja concentrar al 100 por ciento en nuestra tarea educativa”.
Adame Adame se quejó de que la Secretaría de Educación Guerrero (SEG) y la Secretaría de Educación Pública (SEP) no han enviado un desplegado o postura ante la suspensión de clases a causa de los hechos de violencia que ocurren en el valle de El Ocotito.
En la reunión, un padre de familia comentó que, en caso de que ocurra un enfrentamiento armado como el del domingo, “lo que voy hacer es ir a la escuela y sacar a mi hijo, nadie nos puede garantizar que haya seguridad, es mejor que no haya clases hasta que se calme esta situación”.
Una madre de familia dijo que ni ellas ni los padres pueden garantizar la seguridad de la escuela, “no tenemos armas para cuidar la escuela, lo que nos toca es tener la confianza de que todo está bien, de que no pasará nada, pero eso sí, tener precaución”.
Una maestra de la escuela señaló que es una responsabilidad cuidar a unos 24 niños en un salón de clases en caso de que ocurra otra balacera, “me deslindo de lo que pueda ocurrir, el gobierno es el responsable de garantizar la seguridad en la zona”, advirtió.
Otra madre de familia dijo, “yo tengo dos hijos en la primaria y otra hija en la secundaria, se me complica mucho ir por ellos en caso de que haya una balacera, mejor que les dejen tarea para que lo hagan en la casa y no correr riesgo”.
“Me dio miedo llevar a mis hijo a la escuela, porque hay la incertidumbre de que puede ocurrir otro enfrentamiento, mejor que no haya clases, para estar seguros en nuestras casas, no hay garantías de seguridad y es por precaución”, declaró.
Asimismo, un policía de la UPOEG, Espiridión recordó que hace 42 años la comunidad de Buena Vista de la Salud era una población tranquila, humilde, “nos amanecíamos tomando y en fiestas, pero no había este tipo de peligro, al que hoy estamos expuestos”.
Convocó a los padres de familia y maestros para que se reanuden las actividades educativas en el pueblo de manera normal, y dijo que la policía de la UPOEG brindará seguridad a los estudiantes, maestros y a la población cuando la requieran, “lo único que pretendemos es que el pueblo sea como hace 40 años, seguro, tranquilo, y respeto mutuo entre nosotros”.
Reconoció que el enfrentamiento armado entre policías estatales y civiles armados hace nueve días en la comunidad, tuvo la intención de atacar y exterminar a la mayor parte de la policía de la UPOEG, “esta situación fue (porque) a lo mejor hay intereses de por medio, pero no sabemos bien, simplemente estamos para dar seguridad al pueblo”.
Pidió a la población que reporte a la base de la UPOEG cualquier delito o irregularidad en Buena Vista de la Salud.
En repuesta, una madre de familia se quejó porque el enfrentamiento armados fue frente de su casa, “ningún policía acudió a mi domicilio para saber como estábamos después de la balacera, fue algo traumático porque estaba con mi hijo, no tuvimos apoyo de ustedes y hasta la fecha no hemos recibido apoyo de ellos”.
Una maestra informó a los policías de la UPOEG que los directivos, maestros y padres de familia acordaron que se suspenden clases y reanudarán el lunes de la próxima semana, en caso de que haya condiciones de seguridad en la comunidad.
Después de la reunión, firmaron un acuerdo para llevarlo a la SEG para que tengan conocimiento del problema y no afecte el salario de los maestros.
Hace nueve días ocurrió un enfrentamiento entre civiles armados y policías estatales que dejó un saldo de un civil muerto y dos agentes heridos en la localidad de Buena Vista de la Salud.
Por estos hechos de violencia, autoridades municipales y educativas suspendieron labores en las escuelas de todos los niveles en Mohoneras, El Ocotito, Buena Vista de la Salud, Cajelitos y Rincón de la Vía.
La noche del martes, civiles armados atacaron a policías de la UPOEG en el retén instalado en la entrada a la localidad de Palo Blanco, en la carretera federal México-Acapulco que dejó un civil muerto y dos policías heridos. En Palo Blanco y Acahuizotla se suspendieron las clases para proteger a los niños y maestros

Reinician clases suspendidas la semana pasada tras enfrentamientos en el valle de El Ocotito


Las escuelas de todos los niveles educativos de los siete pueblos del valle de El Ocotito, municipio de Chilpancingo, reanudaron labores de manera normal la mañana de ayer, mientras que la primaria federal Benito Juárez, de la comunidad de Buena Vista de la Salud, continúa cerrada, luego de que la semana pasada suspendió labores tras enfrentamientos armados en dos comunidades.
Las comunidades afectadas por estos hechos de violencia fueron Mohoneras, El Ocotito, Buena Vista de la Salud, Cajelitos, Rincón de la Vía, Palo Blanco y Acahuizotla, ubicadas en el corredor del valle de El Ocotito.
Ante el regreso a clases no se observó vigilancia de la Policía Estatal, ministerial ni de soldados del Ejército, ni recorridos de seguridad en la carretera federal Chilpancingo-Acapulco, que conduce a los siete pueblos, después de las balaceras de hace nueve días en Buena Vista de la Salud y el martes en Palo Blanco.
En El Ocotito, se observó que los padres de familia llevaron a sus hijos a los jardines de niños Santos Degollado y Gabriela Magistral, y a las primaria Emperador Cuauhtémoc, Sidar y Rovirosa, José María Morelos y Pavón, y Vicente Guerrero.
En las calles se constató que los vecinos caminaban de manera tranquila, además acudían al mercado ubicado frente a la comisaria municipal, para hacer sus compras; aunque sí se observaron recorridos de la Policía Ciudadana de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG).
Asimismo, los negocios de abarrotes, papelería, fondas de comida, peluquerías y ferreterías daban servicio normal a sus clientes.
Consultado en la comisaria municipal de El Ocotito, el comisario, Fernando Rosales González se quejó porque el alcalde de Chilpancingo, Jesús Tejeda Vargas, y el gobernador, Héctor Astudillo Flores, no han atendido el problema de la inseguridad que afecta a los pueblos de El Valle.
Comentó que los gobiernos estatal y municipal dieron instrucciones para una operación de seguridad en los siete pueblos afectados, pero no hay vigilancia en la zona, y agregó que después de las 6 de la tarde los policías de la UPOEG intensifican los recorridos de seguridad para evitar otra balacera.
“No hay ninguna respuesta de las autoridades, es la cuestión de ellos de otorgarnos seguridad, pero no lo hacen; nosotros con los policías cuidamos la zona, el gobierno nos debería ayudar para que la gente no se alarme”, declaró.
En Buena Vista de la Salud, se constató que los padres de familia llevaban a sus hijos a la secundaria técnica, a la primaria federal Benito Juárez y al jardín de niños Rosario Castellanos, mientras que policías de la UPOEG acudieron a las distintas escuelas para hablar con los directivos, maestros y padres, y les ofrecieron que ellos se encargarán de vigilar la zona para que haya tranquilidad, confianza y que no tengan miedo.
En un recorrido en la comunidad se observó que el mercado del centro reabrió sus puertas, luego que la semana pasada estuvo cerrado tras los hechos de violencia.
La única escuela que no volvió a clases fue la primaria federal Benito Juárez, de Buena Vista de la Salud, donde los estudiantes y padres de familia se presentaron pero en una reunión posterior con los directivos y los maestros, suspendieron las clases de esta semana.
En la reunión dentro de la escuela, el director de la primaria Benito Juárez, Sergio Adame Adame dijo que padecen la violencia y la inseguridad en la comunidad, y que la población no la provoca, “la ciudadanía es la parte indirecta del acontecer de inseguridad que se viven en la comunidad al igual que en el estado y país”.
“Le pregunto a los padres de familia si se reanudan las clases o no”, en tanto las condiciones no sean favorables para regresar, “en la escuela tenemos 288 estudiantes y es una responsabilidad que no nos deja concentrar al 100 por ciento en nuestra tarea educativa”.
Adame Adame se quejó de que la Secretaría de Educación Guerrero (SEG) y la Secretaría de Educación Pública (SEP) no han enviado un desplegado o postura ante la suspensión de clases a causa de los hechos de violencia que ocurren en el valle de El Ocotito.
En la reunión, un padre de familia comentó que, en caso de que ocurra un enfrentamiento armado como el del domingo, “lo que voy hacer es ir a la escuela y sacar a mi hijo, nadie nos puede garantizar que haya seguridad, es mejor que no haya clases hasta que se calme esta situación”.
Una madre de familia dijo que ni ellas ni los padres pueden garantizar la seguridad de la escuela, “no tenemos armas para cuidar la escuela, lo que nos toca es tener la confianza de que todo está bien, de que no pasará nada, pero eso sí, tener precaución”.
Una maestra de la escuela señaló que es una responsabilidad cuidar a unos 24 niños en un salón de clases en caso de que ocurra otra balacera, “me deslindo de lo que pueda ocurrir, el gobierno es el responsable de garantizar la seguridad en la zona”, advirtió.
Otra madre de familia dijo, “yo tengo dos hijos en la primaria y otra hija en la secundaria, se me complica mucho ir por ellos en caso de que haya una balacera, mejor que les dejen tarea para que lo hagan en la casa y no correr riesgo”.
“Me dio miedo llevar a mis hijo a la escuela, porque hay la incertidumbre de que puede ocurrir otro enfrentamiento, mejor que no haya clases, para estar seguros en nuestras casas, no hay garantías de seguridad y es por precaución”, declaró.
Asimismo, un policía de la UPOEG, Espiridión recordó que hace 42 años la comunidad de Buena Vista de la Salud era una población tranquila, humilde, “nos amanecíamos tomando y en fiestas, pero no había este tipo de peligro, al que hoy estamos expuestos”.
Convocó a los padres de familia y maestros para que se reanuden las actividades educativas en el pueblo de manera normal, y dijo que la policía de la UPOEG brindará seguridad a los estudiantes, maestros y a la población cuando la requieran, “lo único que pretendemos es que el pueblo sea como hace 40 años, seguro, tranquilo, y respeto mutuo entre nosotros”.
Reconoció que el enfrentamiento armado entre policías estatales y civiles armados hace nueve días en la comunidad, tuvo la intención de atacar y exterminar a la mayor parte de la policía de la UPOEG, “esta situación fue (porque) a lo mejor hay intereses de por medio, pero no sabemos bien, simplemente estamos para dar seguridad al pueblo”.
Pidió a la población que reporte a la base de la UPOEG cualquier delito o irregularidad en Buena Vista de la Salud.
En repuesta, una madre de familia se quejó porque el enfrentamiento armados fue frente de su casa, “ningún policía acudió a mi domicilio para saber como estábamos después de la balacera, fue algo traumático porque estaba con mi hijo, no tuvimos apoyo de ustedes y hasta la fecha no hemos recibido apoyo de ellos”.
Una maestra informó a los policías de la UPOEG que los directivos, maestros y padres de familia acordaron que se suspenden clases y reanudarán el lunes de la próxima semana, en caso de que haya condiciones de seguridad en la comunidad.
Después de la reunión, firmaron un acuerdo para llevarlo a la SEG para que tengan conocimiento del problema y no afecte el salario de los maestros.
Hace nueve días ocurrió un enfrentamiento entre civiles armados y policías estatales que dejó un saldo de un civil muerto y dos agentes heridos en la localidad de Buena Vista de la Salud.
Por estos hechos de violencia, autoridades municipales y educativas suspendieron labores en las escuelas de todos los niveles en Mohoneras, El Ocotito, Buena Vista de la Salud, Cajelitos y Rincón de la Vía.
La noche del martes, civiles armados atacaron a policías de la UPOEG en el retén instalado en la entrada a la localidad de Palo Blanco, en la carretera federal México-Acapulco que dejó un civil muerto y dos policías heridos. En Palo Blanco y Acahuizotla se suspendieron las clases para proteger a los niños y maestros

Asesinatos y balaceras tienen sin clases a siete pueblos del valle del Ocotito, Chilpancingo

Debido a los asesinatos y balaceras en Buenavista de la Salud y Palo Blanco, 35 escuelas están cerradas y quedaron sin actividades 3 mil 200 estudiantes en siete pueblos del valle de El Ocotito, municipio de Chilpancingo.
El lunes ocurrió el cierre de escuelas de todos los niveles en Mohoneras, El Ocotito, Buenavista de la Salud, Cajelitos y Rincón de la Vía tras una balacera entre sicarios y policías estatales, que dejó un civil muerto y dos uniformados heridos.
La noche del martes en Palo Blanco hombres armados atacaron a balazos a policías ciudadanos de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), en este hecho murió un hombre y dos policías de esa organización resultaron heridos.
Las autoridades municipales y educativas del valle de El Ocotito informaron que son unas 35 escuelas afectadas por estos hechos de violencia, y quedaron sin clases unos 3 mil estudiantes.
Agregaron que depende de las condiciones de seguridad que haya en las comunidades para regresar a clases el próximo lunes.
A pesar de que este miércoles el gobernador Héctor Astudillo Flores dijo que intervendría en la zona el gobierno estatal, no se observó vigilancia en la carretera, sólo retenes de la Policía Ciudadana de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) en su base en Buenavista de la Salud y en la entrada de la Autopista del Sol en el Parque Industrial de El Ocotito.
Ayer se vieron las calles solas, negocios y escuelas cerradas en Buenavista de la Salud tras el enfrentamiento de la tarde del domingo entre civiles armados y policías estatales.
Las principales calles se encontraban solitarias ante el temor de la población a otro enfrentamiento armado.
La primaria federal Benito Juárez, la secundaria federal Ignacio Zaragoza, los jardines de niños Sor Juana Inés de la Cruz, Rosario Castellano y el CBTA 225 permanecieron cerradas con candado.
El mercado en el centro de la comunidad tampoco ha abierto desde el domingo.
Consultado en la base de la policía de la UPOEG en Buenavista, un comandante de la organización  comentó que continúan los patrullajes en la carretera federal Acapulco-México donde están los siete pueblos del valle de El Ocotito.

Retuvieron el martes al comisario de Buenavista de la Salud

El comandante de la Policía Ciudadana en la comunidad de Buenavista de la Salud, quien se identificó como José, dijo que el miércoles fue retenido 5 horas el comisario de esa localidad Guillermo Sánchez, en Palo Blanco, señalado de estar coludido con el grupo criminal Los Ardillos.
Consultado en la base de esa organización dijo que a las 10:30 de la mañana del miércoles el comisario de Buenavista de la Salud se dirigía a Palo Blanco y fue retenido, “para hablar con él, para que trabajara para el beneficio del pueblo y no para los criminales que irrumpieron a nuestra comunidad, pero después lo liberamos porque atenderá las demandas del pueblo, pero en el consejo de la organización se determinará si continuará en el cargo o no, pero estamos en alerta”.
Dijo que continuarán la vigilancia de la Policía Ciudadana, “además del refuerzo de los compañeros de la Costa Chica que nos están apoyando en esta situación”.
En la comunidad de El Ocotito todavía no hay clases en las 11 escuelas de todos los niveles educativos, y se observaron algunas calles vacías ante el temor de la población en caso de que ocurra otro enfrentamiento armado.
Una vecina de la localidad comentó que después de las 6 de la tarde la población no sale de sus casas, los negocios ubicados en el mercado y en el centro de la población cierran ante el riesgo de que ocurra un hecho de violencia.
“Yo tengo cinco hijos que van en la escuela en El Ocotito pero no los mando por lo feo que está aquí en el pueblo y en el corredor del valle de El Ocotito, hasta que se calmen las cosas los mandaré, pero mientras hay que cuidar nuestras vidas”, declaró.
Las escuelas que permanecen cerradas son el plantel 17 del Colegio del Bachilleres, los jardines de niños Santo Degollado y Gabriela Magistral, las primaria Emperador Cuauhtémoc, José María Morelos y Pavón y Vicente Guerrero.
Consultado en la Comisaría municipal el comisario de El Ocotito, Fernando Rosales González dijo que estos hechos de violencia han afectado al comercio en la localidad por el temor de la población que no va al mercado, “por el temor de la ciudadanía, no salir y no comprar sus productor afecta a todos, al igual en el nivel educativo que no hay clases”, a pesar de que hay vigilancia de la Policía Ciudadana de la UPOEG.
El lunes en las comunidades de Mohoneras, El Ocotito, Buenavista de la Salud, Rincón de la Vía y Cajelitos se suspendieron labores en las escuelas de todos los niveles educativos para proteger la integridad física de los estudiantes y maestros, tras el enfrentamiento que ocurrió la tarde del domingo entre civiles armados y policías estatales que dejó un saldo de un civil muerto y dos agentes heridos en la comunidad de Buenavista de la Salud, municipio de Chilpancingo.
El miércoles las comunidades de Acahuizotla y Palo Blanco, también del  municipio de Chilpancingo, suspendieron las labores en las escuelas tras la balacera del martes cuando civiles armados atacaron a policías ciudadanos de la UPOEG en el retén en la entrada a Palo Blanco, en la carretera federal México-Acapulco.

Toman estudiantes de Ayotzinapa la caseta Palo Blanco de la Autopista

Estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa tomaron más de dos horas la caseta de cobro de la Autopista del Sol en Palo Blanco, Chilpancingo, para exigir al gobierno del estado que atienda las demandas de los maestros de esta escuela, que tienen 10 días en paro de labores, y exigen justicia por los 43 normalistas desaparecidos en Iguala, hace tres años.
A la 1:30 de la tarde, 50 estudiantes tomaron la caseta de cobro y pidieron cooperación de 50 pesos a los automovilistas; los inconformes portaban lonas en las que se leía, “Nuestras escuelas no se venden. Gobierno opresor me quitas el sueño al venderme mi educación”.
Un normalista que se reservó su nombre, insistió al gobierno del estado en que atienda las demandas de los maestros de la Normal, que cumpla su solicitud de la incorporación de 13 empleados al Fondo para la Nómina Educativa y Gastos de Operación (Fone).
Agregó que exigen justicia para los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa hace tres años en Iguala, en la región Norte del estado.
Fuentes de la Secretaría de Seguridad Pública estatal informaron que después de las 3 de la tarde los normalistas de Ayotzinapa se retiraron de la caseta de cobro Palo Blanco, ubicada en la Autopista del Sol. (Luis Blancas / Chilpancingo).

Cierran comercios y escuelas en el valle de El Ocotito

El gobierno “va a ir” al valle del Ocotito ante  recientes enfrentamientos, anuncia Astudillo  

El gobernador pregunta por la seguridad que pregona la UPOEG y dice que hay un conficto entre dos grupos y urge la responsabilidad de la federación

Zacarías Cervantes

Chilapa

El gobernador Héctor Astudillo Flores cuestionó dónde está la seguridad que pregonan quienes operan en las comunidades del valle de El Ocotito, luego de los hechos de violencia del domingo en Buena Vista de la Salud y la noche del martes en Palo Blanco, localidades del municipio de Chilpancingo en donde tiene presencia la Policía Ciudadana de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG).
Astudillo declaró que en esa zona hay un conflicto entre dos grupos que “está urgiendo la responsabilidad de la federación”, y que el gobierno “va a ir” porque es su responsabilidad.
En conferencia de prensa al final de la reunión del Grupo de Coordinación Guerrero en Chilapa, a la que asistieron el comandante de la 35 Zona Militar general José Francisco Terán Valle, el coordinador de la Policía Federal en Guerrero David Portillo Menchaca, el fiscal  Javier Olea Peláez, el secretario de Seguridad Pública estatal Pedro Almazán Cervantes, un representante de la Procuraduría General de la República (PGR), y el vocero Roberto Álvarez Heredia, al gobernador se le preguntó por la situación  en el valle del Ocotito, y respondió en todo sarcástico: “¿ya se estaban tardando, no?”, en referencia a los últimos acontecimientos de violencia en esos pueblos.
En esa zona detonó la violencia el domingo pasado. Ese día en Buena Vista de la Salud, municipio de Chilpancingo, en un enfrentamiento entre miembros de civiles armados y policías estatales murió un civil y dos policías estatales quedaron heridos. Asimismo, la noche del martes resultó un policía ciudadano muerto y dos heridos en un ataque de un comando en Palo Blanco, a unos 20 minutos de Chilpancingo, y por la violencia desde el lunes también se suspendieron las clases en las escuelas de las comunidades del valle de El Ocotito.
El gobernador dijo que lo primero que debe hacerse es un diagnóstico para saber cuántas escuelas están sin clases, que “se está haciendo en estos momentos”.
De los últimos días el gobernador cuestionó, “¿y la seguridad que pregonaban?”, y declaró que en esas comunidades “hay un conflicto entre dos grupos que, sin duda, está urgiendo la responsabilidad de la federación y vamos a ir, indiscutiblemente, porque es nuestra responsabilidad”.
No precisó cuáles son esos grupos que están en conflicto, aunque esas comunidades están bajo el control desde finales del año pasado de la autodefensa de la UPOEG, que está en conflicto con la Policía Comunitaria del Frente Unido para la Seguridad y el Desarrollo del Estado de Guerrero (FUSDEG), pero esta agrupación desde el año pasado fue replegada violentamente a Tierra Colorada, cabecera del municipio de Juan R. Escudero.
El gobernador quien en campaña prometió “orden y paz”, insistió: “aquí cabe una pregunta elemental: ¿y los que pregonaban que brindaban seguridad, dónde están?. Vamos a ir nosotros porque es nuestra responsabilidad, por supuesto”.

Suspenden clases también en Acahuizotla y Palo Blanco, tras ataque a balazos el martes
En las comunidades de Acahuizotla y Palo Blanco, del municipio de Chilpancingo, se suspendieron las labores en las escuelas de todo los niveles educativos, tras los hechos de la noche del martes, cuando civiles armados atacaron a policías de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), en su retén en la entrada a Palo Blanco, en la carretera federal México-Acapulco.
Con éstas, son siete comunidades del valle de El Ocotito donde no hay clases, luego del enfrentamiento del domingo entre civiles armados y policías estatales que dejó un civil muerto y dos policías heridos en Buenavista de la Salud.
Un integrante del Consejo de Autoridades de El Ocotito, informó que ayer se acordó que no se reanudaran las clases suspendidas desde el lunes  en  Mohoneras, El Ocotito, Buenavista de la Salud, Cajelitos y Rincón de la Vía, por los hechos de violencia de la noche del martes en Palo Blanco, y que además se sumaron Palo Blanco y Acahuizotla.
Señaló que esta medida es para que estudiantes y maestros no corran el riesgo en caso de un enfrentamiento entre policías ciudadanos de la UPOEG y hombres armados.
La noche del martes, un ataque de civiles armados a policías de la UPOEG en Palo Blanco, dejó un muerto y dos policías heridos de bala. (Luis Blancas/Chilpancingo).

Los Ardillos buscan controlar el valle de El Ocotito, dice un comandante de la UPOEG

El ejecutado en un automóvil el martes era un ex policía ciudadano, informa Ernesto Gallardo. Destituyeron a ocho integrantes de la organización que tenían acuerdos con los criminales, afirma. Aterroriza a vecinos de Palo Blanco el rumor de una balacera, cierran locales y se refugian en sus casas

El comandante general del Sistema de Seguridad y Justicia Ciudadano de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), Ernesto Gallardo Grande informó que los ataques en Buenavista y Palo Blanco son “una provocación” del grupo criminal Los Ardillos, que pretende controlar el corredor del valle de El Ocotito.
El domingo sicarios y policías estatales se enfrentaron en Buenavista, un civil murió y dos agentes resultaron heridos, el martes atacaron un retén de la UPOEG en Palo Blanco, un civil murió y dos policías de esa organización resultaron heridos. Tras ambos hechos se cerraron el lunes las escuelas en Mohoneras, El Ocotito, Buenavista de la Salud, Rincón de la Vía y Cajelitos, y ayer también en Palo Blanco, Acahuizotla, Mazatlán y Petaquillas, se informó aquí.
Consultado en la Comisaría de Palo Blanco, Gallardo Grande dijo que “lo que está pasando es que el grupo delincuencial denominado Los Ardillos está calculando fuerza y nos está provocando, con nosotros no va a haber acuerdos ni arreglos en cuestiones como ellos quieren entrar en nuestro territorio”.
Del ataque al retén el martes contó que los sicarios “vinieron a atacar nuestra base, gracias a Dios no tenemos bajas más que uno que ellos mismos ya traían en la cajuela del coche, lo traían esposado, así lo dejaron”, e informó que se trata de un ex policía de la UPOEG.
Ante la situación “vamos a dar una respuesta, por eso estamos haciendo recorridos, estamos haciendo presencia en todo el corredor del valle de El Ocotito para brindar seguridad a la población, que no pasen a mayores las cosas, para que ya no nos vuelvan a sorprender”.
De la presunta ruptura de la UPOEG aseguró que “es mentira, no hay ninguna confrontación entre comunitarios ni entre población ni con el gobierno, aquí la confrontación es directamente con el grupo delictivo de Los Ardillos”.
“En nuestro sistema hay reglas y hubo gente de Buenavista, un grupo que compañeros, comisario y todo que se destituyeron porque tenían acuerdos con Los Ardillos cuando nosotros no podemos tener acuerdos con ningún cártel, se les pidió que se quitaran la playera (de la organización) y que quedaran como personas normales, ‘es tu bronca, asúmela’, pero representaban un riesgo”, y dijo que por eso se solicitó la intervención de la Policía Estatal para evitar “vernos mal” y que se pensara que hay una confrontación entre policías ciudadanos.
Precisó que las destituidas fueron “ocho personas” que fueron apoyados por unas “siete u ocho” camionetas de Los Ardillos, cuyo armamento fue decomisado luego del enfrentamiento del domingo en Buenavista.
Declaró que ese grupo criminal ocupa dos rutas para irrumpir en el corredor del valle de El Ocotito, una por Petaquillas que es “por donde más se nos están viniendo”, y otra por Acahuizotla.
Del cierre de las escuelas en las nueve comunidades, así como el ambiente tenso a consecuencia de los enfrentamientos, Gallardo Grande dijo que “las escuelas no tienen por qué cerrar, no tiene por qué haber toque de queda, para eso tenemos sistema de seguridad, para sobre guardar la seguridad de los niños y de la población”.
Sin embargo dijo que “si nosotros no tenemos la capacidad (para garantizar la seguridad), el gobierno lo tiene que hacer también, nosotros no estamos peleados con el gobierno y tampoco le prohibimos el paso al gobierno, podemos coordinarnos”.
Informó que con la presencia de la UPOEG en las comunidades las clases podrían reanudarse hoy o mañana.
Por su parte el comisario de Palo Blanco, Carlos Santos Locia reconoció que hay pánico en las comunidades, pero con la presencia de la UPOEG “no hay nada que estar temiendo, nos está brindando la seguridad, nosotros agradecemos la coordinación con la Policía Estatal, las escuelas no tienen por qué cerrarse”. Llamó a la sociedad a retomar sus actividades, y a que “ya no tengan miedo”.

Retenes no reactivan la vida cotidiana

Desde El Ocotito hasta Palo Blanco la UPOEG instaló retenes que vigilan grupos de ocho a 50 policías ciudadanos, pero la tensión en las comunidades prevalecía ayer como se constató en un recorrido.
A pesar de que ser un día hábil, el miércoles, las escuelas de nivel básico, medio superior y superior en las comunidades estaban cerradas. En las calles no hubo el movimiento habitual de los pobladores que suelen salir de sus casas al mediodía para sus actividades cotidianas, recoger a sus hijos, ir al mercado, a visitarse, lo que se hace cuando no se teme por su vida.
La carretera federal México-Acapulco que cruza por las comunidades que integran el corredor del valle de El Ocotito no había más que unos cuantos vehículos, principalmente del transporte público, taxis y urvans que van a Chilpancingo o a Tierra Colorada, municipio de Juan R. Escudero.
En Palo Blanco rumores de una balacera en Acahuizotla aterrorizaron a la población, los comerciantes cerraron de golpe sus locales mientras que mujeres y jóvenes corrían a sus casas, en sus rostros se notaba la angustia, la incertidumbre de no saber si las balas volverían a llegar a la comunidad.
Entre el ir y venir de la gente una camioneta de la Policía Ciudadana aceleró con dirección al pueblo vecino, donde no se confirmó ningún enfrentamiento.(Alina Navarrete Fernández / Palo Blanco, Chilpancingo).

El gobierno “va a ir” al valle del Ocotito ante recientes enfrentamientos, anuncia Astudillo


El gobernador Héctor Astudillo Flores cuestionó dónde está la seguridad que pregonan quienes operan en las comunidades del valle de El Ocotito, luego de los hechos de violencia del domingo en Buena Vista de la Salud y la noche del martes en Palo Blanco, localidades del municipio de Chilpancingo en donde tiene presencia la Policía Ciudadana de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG).
Astudillo declaró que en esa zona hay un conflicto entre dos grupos que “está urgiendo la responsabilidad de la federación”, y que el gobierno “va a ir” porque es su responsabilidad.
En conferencia de prensa al final de la reunión del Grupo de Coordinación Guerrero en Chilapa, a la que asistieron el comandante de la 35 Zona Militar general José Francisco Terán Valle, el coordinador de la Policía Federal en Guerrero David Portillo Menchaca, el fiscal  Javier Olea Peláez, el secretario de Seguridad Pública estatal Pedro Almazán Cervantes, un representante de la Procuraduría General de la República (PGR), y el vocero Roberto Álvarez Heredia, al gobernador se le preguntó por la situación  en el valle del Ocotito, y respondió en todo sarcástico: “¿ya se estaban tardando, no?”, en referencia a los últimos acontecimientos de violencia en esos pueblos.
En esa zona detonó la violencia el domingo pasado. Ese día en Buena Vista de la Salud, municipio de Chilpancingo, en un enfrentamiento entre miembros de civiles armados y policías estatales murió un civil y dos policías estatales quedaron heridos. Asimismo, la noche del martes resultó un policía ciudadano muerto y dos heridos en un ataque de un comando en Palo Blanco, a unos 20 minutos de Chilpancingo, y por la violencia desde el lunes también se suspendieron las clases en las escuelas de las comunidades del valle de El Ocotito.
El gobernador dijo que lo primero que debe hacerse es un diagnóstico para saber cuántas escuelas están sin clases, que “se está haciendo en estos momentos”.
De los últimos días el gobernador cuestionó, “¿y la seguridad que pregonaban?”, y declaró que en esas comunidades “hay un conflicto entre dos grupos que, sin duda, está urgiendo la responsabilidad de la federación y vamos a ir, indiscutiblemente, porque es nuestra responsabilidad”.
No precisó cuáles son esos grupos que están en conflicto, aunque esas comunidades están bajo el control desde finales del año pasado de la autodefensa de la UPOEG, que está en conflicto con la Policía Comunitaria del Frente Unido para la Seguridad y el Desarrollo del Estado de Guerrero (FUSDEG), pero esta agrupación desde el año pasado fue replegada violentamente a Tierra Colorada, cabecera del municipio de Juan R. Escudero.
El gobernador quien en campaña prometió “orden y paz”, insistió: “aquí cabe una pregunta elemental: ¿y los que pregonaban que brindaban seguridad, dónde están?. Vamos a ir nosotros porque es nuestra responsabilidad, por supuesto”.

Suspenden clases también en Acahuizotla y Palo Blanco, tras ataque a balazos el martes

En las comunidades de Acahuizotla y Palo Blanco, del municipio de Chilpancingo, se suspendieron las labores en las escuelas de todo los niveles educativos, tras los hechos de la noche del martes, cuando civiles armados atacaron a policías de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), en su retén en la entrada a Palo Blanco, en la carretera federal México-Acapulco.
Con éstas, son siete comunidades del valle de El Ocotito donde no hay clases, luego del enfrentamiento del domingo entre civiles armados y policías estatales que dejó un civil muerto y dos policías heridos en Buenavista de la Salud.
Un integrante del Consejo de Autoridades de El Ocotito, informó que ayer se acordó que no se reanudaran las clases suspendidas desde el lunes  en  Mohoneras, El Ocotito, Buenavista de la Salud, Cajelitos y Rincón de la Vía, por los hechos de violencia de la noche del martes en Palo Blanco, y que además se sumaron Palo Blanco y Acahuizotla.
Señaló que esta medida es para que estudiantes y maestros no corran el riesgo en caso de un enfrentamiento entre policías ciudadanos de la UPOEG y hombres armados.
La noche del martes, un ataque de civiles armados a policías de la UPOEG en Palo Blanco, dejó un muerto y dos policías heridos de bala.

Los Ardillos buscan controlar el valle de El Ocotito, dice un comandante de la UPOEG

El comandante general del Sistema de Seguridad y Justicia Ciudadano de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), Ernesto Gallardo Grande informó que los ataques en Buenavista y Palo Blanco son “una provocación” del grupo criminal Los Ardillos, que pretende controlar el corredor del valle de El Ocotito.
El domingo sicarios y policías estatales se enfrentaron en Buenavista, un civil murió y dos agentes resultaron heridos, el martes atacaron un retén de la UPOEG en Palo Blanco, un civil murió y dos policías de esa organización resultaron heridos. Tras ambos hechos se cerraron el lunes las escuelas en Mohoneras, El Ocotito, Buenavista de la Salud, Rincón de la Vía y Cajelitos, y ayer también en Palo Blanco, Acahuizotla, Mazatlán y Petaquillas, se informó aquí.
Consultado en la Comisaría de Palo Blanco, Gallardo Grande dijo que “lo que está pasando es que el grupo delincuencial denominado Los Ardillos está calculando fuerza y nos está provocando, con nosotros no va a haber acuerdos ni arreglos en cuestiones como ellos quieren entrar en nuestro territorio”.
Del ataque al retén el martes contó que los sicarios “vinieron a atacar nuestra base, gracias a Dios no tenemos bajas más que uno que ellos mismos ya traían en la cajuela del coche, lo traían esposado, así lo dejaron”, e informó que se trata de un ex policía de la UPOEG.
Ante la situación “vamos a dar una respuesta, por eso estamos haciendo recorridos, estamos haciendo presencia en todo el corredor del valle de El Ocotito para brindar seguridad a la población, que no pasen a mayores las cosas, para que ya no nos vuelvan a sorprender”.
De la presunta ruptura de la UPOEG aseguró que “es mentira, no hay ninguna confrontación entre comunitarios ni entre población ni con el gobierno, aquí la confrontación es directamente con el grupo delictivo de Los Ardillos”.
“En nuestro sistema hay reglas y hubo gente de Buenavista, un grupo que compañeros, comisario y todo que se destituyeron porque tenían acuerdos con Los Ardillos cuando nosotros no podemos tener acuerdos con ningún cártel, se les pidió que se quitaran la playera (de la organización) y que quedaran como personas normales, ‘es tu bronca, asúmela’, pero representaban un riesgo”, y dijo que por eso se solicitó la intervención de la Policía Estatal para evitar “vernos mal” y que se pensara que hay una confrontación entre policías ciudadanos.
Precisó que las destituidas fueron “ocho personas” que fueron apoyados por unas “siete u ocho” camionetas de Los Ardillos, cuyo armamento fue decomisado luego del enfrentamiento del domingo en Buenavista.
Declaró que ese grupo criminal ocupa dos rutas para irrumpir en el corredor del valle de El Ocotito, una por Petaquillas que es “por donde más se nos están viniendo”, y otra por Acahuizotla.
Del cierre de las escuelas en las nueve comunidades, así como el ambiente tenso a consecuencia de los enfrentamientos, Gallardo Grande dijo que “las escuelas no tienen por qué cerrar, no tiene por qué haber toque de queda, para eso tenemos sistema de seguridad, para sobre guardar la seguridad de los niños y de la población”.
Sin embargo dijo que “si nosotros no tenemos la capacidad (para garantizar la seguridad), el gobierno lo tiene que hacer también, nosotros no estamos peleados con el gobierno y tampoco le prohibimos el paso al gobierno, podemos coordinarnos”.
Informó que con la presencia de la UPOEG en las comunidades las clases podrían reanudarse hoy o mañana.
Por su parte el comisario de Palo Blanco, Carlos Santos Locia reconoció que hay pánico en las comunidades, pero con la presencia de la UPOEG “no hay nada que estar temiendo, nos está brindando la seguridad, nosotros agradecemos la coordinación con la Policía Estatal, las escuelas no tienen por qué cerrarse”. Llamó a la sociedad a retomar sus actividades, y a que “ya no tengan miedo”.

Retenes no reactivan la vida cotidiana

Desde El Ocotito hasta Palo Blanco la UPOEG instaló retenes que vigilan grupos de ocho a 50 policías ciudadanos, pero la tensión en las comunidades prevalecía ayer como se constató en un recorrido.
A pesar de que ser un día hábil, el miércoles, las escuelas de nivel básico, medio superior y superior en las comunidades estaban cerradas. En las calles no hubo el movimiento habitual de los pobladores que suelen salir de sus casas al mediodía para sus actividades cotidianas, recoger a sus hijos, ir al mercado, a visitarse, lo que se hace cuando no se teme por su vida.
La carretera federal México-Acapulco que cruza por las comunidades que integran el corredor del valle de El Ocotito no había más que unos cuantos vehículos, principalmente del transporte público, taxis y urvans que van a Chilpancingo o a Tierra Colorada, municipio de Juan R. Escudero.
En Palo Blanco rumores de una balacera en Acahuizotla aterrorizaron a la población, los comerciantes cerraron de golpe sus locales mientras que mujeres y jóvenes corrían a sus casas, en sus rostros se notaba la angustia, la incertidumbre de no saber si las balas volverían a llegar a la comunidad.
Entre el ir y venir de la gente una camioneta de la Policía Ciudadana aceleró con dirección al pueblo vecino, donde no se confirmó ningún enfrentamiento.