El gobernador le ordenó “darle pa’bajo” a El Tequilero, dice el fiscal en San Jerónimo, Ajuchitlán

El fiscal Xavier Olea Peláez estuvo en San Jerónimo el Grande, municipio de Ajuchitlán, donde la semana pasada el grupo criminal Los Tequileros secuestraron a 10 vecinos de los que todavía hay siete en cautiverio; informó que la orden del gobernador Héctor Astudillo Flores no es detener al líder criminal Raibel Jacobo de Almonte, El Tequilero, sino “acabarlo, darle pa’bajo”.
Anunció una operación especial por tierra y aire con agentes de Guerrero y Michoacán para ubicar a los secuestrados.
El fiscal llegó a Ajuchitlán poco antes de las 11 de la mañana en cuatro helicópteros, acompañado de policías ministeriales, estatales y de agentes de la Procuraduría de Michoacán.
Ahí estuvo acompañado de los policías y dialogó algunos minutos con reporteros para después volar a San Jerónimo el Grande.
En Ajuchitlán agradeció el apoyo de los agentes de Michoacán en la operación conjunta. Agradeció al gobernador Silviano Aureoles en nombre de Héctor Astudillo, “no quiero bajas de ustedes, quiero una sola baja, a él (El Tequilero) y ya, porque tiene asolada esta región de la Tierra Caliente”.
“Vamos a demostrarles que la ministerial de Guerrero es honesta, y vamos a sacar adelante este trabajo”, dijo.
Xavier Olea expuso que el objetivo de su visita era encabezar la búsqueda y rescate de los siete secuestrados, además de detener a El Tequilero.
Dijo que la estrategia era rodear San Miguel Totolapan incluyendo la sierra para dar con su paradero, “no es fácil, hay muchas cuevas, la zona es abrupta entre los cerros pero vamos a lograrlo”.
Informó que van bien equipados, incluirán un avión de un solo tripulante para tomar fotografías y reconocer las zonas donde se estima que está escondido el líder del grupo criminal Los Tequileros y en dónde tiene a los secuestrados.
En San Jerónimo el Grande unas 30 personas lo recibieron pero poco a poco salió más gente de sus casas. Le dijeron que las personas estaban escondidas por miedo, a pesar de la presencia de la Policía del Estado.

Lloran vecinos ante el fiscal, le piden que regrese a sus secuestrados

“Ya no sembramos, ya no salen los jóvenes a las escuelas, estamos hablando para ver cómo el gobierno nos puede apoyar porque estamos afectados en nuestras actividades económicas, por el miedo a la inseguridad”, fueron las primeras palabras que recibió el fiscal de un vecino.
La gente se desahogó: “ayúdeme, hace ocho meses se llevaron a mi hijo y no lo he vuelto a ver y no sé nada de él, ahora no veo a mi nieto, se lo llevaron”, le dijo una mujer de unos 70 años en medio de su llanto.
Cinco mujeres más lo abrazaron llorando, “queremos primero que recupere a nuestros familiares”.
“Mi hijo fue a la leña, de ahí se lo llevaron, a eso se dedicaba señor”, dijo otra de las mujeres.
Xavier Olea dijo que llevaría todos los testimonios ante el gobernador, que le diría lo que vio, que “en San Jerónimo hay hambre, que está escaseando el trabajo porque la gente no sale a trabajar por miedo, que realmente están resguardados en sus casas”.
Dijo que “el mensaje que quiero que tengan es que es un operativo. La verdad yo no les puedo prometer el resguardo de la población porque traigo 80 policías solamente, 51 policías del Estado de Michoacán que nos están apoyando”.
Agregó que este viernes “nos mandan un avión para tomar fotografías, para buscar los campamentos. Ya se encontró un campamento por la Policía del Estado, desafortunadamente no estaban ahí los secuestrados. Esta gente se mueve en la noche, hace caminar mucho a sus secuestrados”.
“La intención con este sujeto, se los digo con el corazón en la mano, no es detenerlo, vamos a acabar con él, pero para que ustedes se sientan más tranquilos, para que ustedes trabajen a gusto y que puedan sobrevivir, que esta Navidad sea placentera, primero es el rescate y después le damos pa’bajo a ese sujeto o al mismo tiempo, pero primero son ustedes, ese es el mensaje del gobernador que les manda por mi conducto”.
“Que sepa el tipo este, El Tequilero, que están armados pero no anden pululando en las calles con las armas porque se pueden meter en problemas, ténganlas en sus casas”, pidió el fiscal.
En San Jerónimo la gente fue clara, “no tenemos empleos, no podemos vender nuestra leña por miedo a salir fuera del pueblo y topar esa gente, no podemos ni trabajar la tierra de riego porque los canales no sirven, y si salimos con una camionetita nos topamos con los ministeriales o con los federales que nos quieren extorsionar”. El fiscal se comprometió a tomar cartas en el asunto.

Piden 4 millones de pesos de rescate por los siete secuestrados; son campesinos y un chofer las víctimas

Los familiares de los secuestrados confirmaron que ya tuvieron contacto con los sicarios, quienes piden medio millón de pesos por cada uno de los que se llevaron, pero a uno de los siete le piden un millón de pesos.
La versión dada por los familiares indica que desde el primer día tuvieron contacto, “aquí sale la gente a pedir pero estamos cooperando entre el mismo pueblo y pues no podemos dar más, los muchachos que se llevaron se dedican al campo, cortan y venden leña, a uno lo levantaron poniendo una cerca, otro el que tal vez más modo tenga es chofer de una combi, pero cuánto puede dar, no tienen dinero sus familias para juntar medio millón”.
También se informó que los primeros tres liberados ya no están en el pueblo y que no pagaron rescate por ellos.

Vecinos armados vigilan desde los cerros

Vecinos de San Jerónimo el Grande instalaron tres puestos de control en las entradas y desde tres lomas ubicadas en puntos cercanos. No están a pie de la carretera pero se alcanzan a ver a lo lejos, y ellos ven todo vehículo que entra y sale.
“Lo decimos porque dicen que van a ir a los cerros a buscar, no se confundan, los que están aquí cerca son nuestros”, informó uno de los vecinos a los policías que llegaron.
En el pueblo no se ven los hombres armados, ahí permanece la Policía del Estado que instaló un grupo este miércoles. Ellos se encargan de la seguridad en la comunidad. Afuera están los civiles porque temen otra irrupción por brechas fuera de los caminos comunes.
La Policía del Estado convocó este jueves a una reunión con los vecinos. Llamó a los líderes de los hombres que están en la autodefensa a desarmarse y a permitir que la Policía Estatal se hiciera cargo de la seguridad.

Atribuyen seis de cada 10 homicidios y los secuestros masivos en Tierra Caliente a Los Tequileros

 

 

En Tierra Caliente, seis de cada 10 homicidios de este año son atribuidos al grupo criminal Los Tequileros, que mantienen una lucha por la zona entre Arcelia y Ajuchitlán y tienen bajo control el municipio de San Miguel Totolapan.
El gobierno federal desde el año 2014 oficializó que en esta región del estado operan grupos criminales que se distribuyeron el territorio. En una parte de Zirándaro están Los Caballeros Templarios y en otra el cártel de Jalisco.
A Pungarabato, Cutzamala y Coyuca de Catalán lo controlan los Templarios. La familia Michoacana controla Tlalchapa, Arcelia, Tlapehuala y Ajuchitlán y hay una tregua entre estos grupos.
Pero en San Miguel Totolapan se formó un grupo criminal independiente, Los Tequileros.
En 2013 recrudeció la violencia en el municipio de San Miguel Totolapan, pueblos enteros fueron desplazados por los criminales, 16 comunidades quedaron abandonadas. Algunas familias pidieron apoyo del gobierno, otras huyeron a casa de sus familiares y no regresaron.
La disputa el territorio y la ruta de San Miguel Totolapan que conecta con la Costa Grande incrementó la cantidad de pueblos desplazados.
Raibel Jacobo de Almonte era el sicario encargado de la plaza, es apodado El Tequilero por su gusto por el tequila y su apodo le dio nombre al grupo criminal que formó. Era el responsable de la plaza de San Miguel Totolapan de La Familia Michoacana y trabajaba para Jonny Hurtado Olascoaga, El Pez. Una diferencia por el cobro de secuestros provocó la división, según fuentes militares.
En enero del 2016 el Ejército emitió un reporte oficial en el que ubicaban a Raibel en la comunidad La Gavia como su pueblo sede. Desde esa fecha hasta 2016 en La Gavia han muerto en enfrentamiento dos militares, tres policías municipales y se han dado por lo menos ocho enfrentamientos sin que lo puedan detener.
Según informes del departamento de seguridad pública, El Tequilero comenzó controlando la cabecera municipal de San Miguel Totolapan y algunas poblaciones rurales en la frontera del río Balsas. En el 2016 su poder se extendió a poblaciones de los municipios de Ajuchitlán, Tlapehuala y Arcelia.
El motivo del crecimiento lo atribuyen al cobro de extorsiones y secuestros. Tanto a negocios, empresas constructoras y los secuestros masivos. También le atribuyen cobros de cuota a empleados municipales.
En 2015 apareció en un video bebiendo alcohol con el alcalde Juan Mendoza Acosta, quien posteriormente dijo que había sido amenazado.
Mantiene una constante lucha territorial contra La Familia Michoacana, quienes controlan los municipios de Arcelia, Ajuchitlán y Tlapehuala en Tierra Caliente. El poder de, El Pez, considerado uno de los líderes más fuertes del grupo que controlan parte del Estado de México, se ha visto amenazado por las incursiones de la célula de El Tequilero a su territorio.
En el otro extremo, del lado de la sierra, mantiene una disputa con grupos que ingresan de la costa y de la región Norte, principalmente con Guerreros Unidos.

Los homicidios y secuestros más relevantes

Al grupo de Los Tequileros se les atribuye el homicidio del sacerdote de San Miguel Totolapan ocurrido en el 2014. El del Padre Goyo de Altamirano en diciembre de ese año. El de un regidor y un funcionario del Ayuntamiento de Ajuchitlán del 2015.
También en enero secuestraron a 23 personas en Arcelia. Dos aparecieron muertas y a las otras las liberaron.
También en enero secuestraron a cinco maestros de la secundaria de Santana del Águila municipio de Ajuchitlán, muy cerca de San Miguel Totolapan. Uno de los maestros murió en el cautiverio.
En septiembre en  Temixco, Arcelia, secuestraron a ocho trabajadores de la mina, de los cuales uno apareció muerto y los otros fueron liberados. En todos los casos los familiares pagaron un rescate.
A finales de junio en San Cristóbal municipio de Ajuchitlán, cerca de la cabecera pero del otro lado del río Balsas, secuestraron a 10 personas.
Ahora el gobierno estatal acusa a ese grupo del secuestro de 10 personas de San Jerónimo el Grande municipio de Ajuchitlán, de los cuales tres ya fueron liberados y de siete más no se conoce su paradero.
En este año fueron detenidos sólo dos de sus subalternos, además de dos policías municipales a quienes señalaron como parte del mismo grupo.