Urgen autoridades de Tecuiciapan a resolver conflicto agrario con Oapan ante la confrontación

Autoridades agrarias de San Miguel Tecuiciapan, municipio de Tepecoacuilco, urgieron ayer en conferencia de prensa a las autoridades federales y estatales a resolver el conflicto agrario que tienen con sus vecinos de San Agustín Oapan, y denunciaron que ahora está provocado una confrontación interna en su pueblo.
El presidente y el secretario del comisariado de Bienes Comunales, Gregorio Jiménez Macías y Carlos Sebastián Sirenio Méndez, denunciaron que vecinos del mismo pueblo retiraron la semana pasada una lámina con la que bloquean la carretera Xalitla-San Francisco Ozomatlán para recordarles a las autoridades que el conflicto que tienen con San Agustín Oapan no ha sido resuelto.
Carlos Sebastián advirtió que, este conflicto podría desembocar en violencia, porque la lámina que sirve como mampara fue retirada el 9 de agosto pasado por el grupo de vecinos disidentes, pero el 11 nuevamente fue colocada por vecinos y las autoridades agrarias.
Informó que el acuerdo de la mayoría de los habitantes es que la lámina que bloquea la carretera se mantenga mientras no haya un acuerdo de solución al conflicto agrario por 3 mil 100 hectáreas que tienen con el núcleo agrario de San Agustín Oapan.
Informó que ya existe un acuerdo de las autoridades para que se entregue una contraprestación a los comuneros de San Agustín Oapan y las tierras se le queden a San Miguel Tecuiciapan, pero que los primeros se niegan a acatar el acuerdo porque están empecinados en las tierras que, aseguró, le pertenecen a San Miguel Tecuiciapan.
Recordó que el conflicto agrario tiene más de 40 años y que en marzo del 2015 fue la causa de un enfrentamiento entre comuneros de Tecuiciapan con Analco, anexo de San Agustín Oapan.
Recordó que esa vez hubo dos muertos de la comunidad de Analco y 14 comuneros retenidos en la comisaria municipal de Analco.
Insistió que ahora el problema es interno porque hay un grupo de habitantes de Tecuiciapan encabezados por René Herrera, Fernando Marcos Méndez, Edgar Vargas y Dionicio Castro, que quieren retirar la lámina que bloquea la carretera Xalitla-San Francisco Ozomatlán, pero dijo que la mayoría de los pobladores se oponen porque sirve de evidencia para mostrar a las autoridades de que el conflicto agrario no se ha resuelto.
El secretario de Bienes Comunales rechazó que se esté bloqueando totalmente el paso, y aseguró que hay un camino alterno por donde pasan los automovilistas y advirtió que el bloqueo a la carretera principal se abrirá hasta que las autoridades no resuelvan totalmente el conflicto agrario que tienen con sus vecinos de San Agustín Oapan.

 

Abren paso a la autopista en el río Mezcala; se lo impiden aún a Tecuiciapan, denuncian

Vecinos de la comunidad de San Miguel Tecuiciapan, municipio de Tepecoacuilco, demandaron al gobierno del estado una solución urgente al conflicto agrario que tienen con San Agustín Oapan, pues las comunidades de San Francisco Ozomatlán y San Agustín Ostotipan abrieron el paso al puente Mezcala para todos, menos para ellos.
Además, indicaron que si no se soluciona el conflicto antes de las elecciones, no permitirán que se instalen las casillas.
En conferencia en el Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa (SNRP), en Chilpancingo, una comisión de los bienes comunales de la localidad, encabezada por el comisariado de bienes comunales, Liborio Jiménez Matías, y el secretario del comisario municipal, Carlos Soriano, expuso su inconformidad ante el conflicto con San Agustín Oapan, localidad con la que tienen una disputa por 3 mil 150 hectáreas de terreno.
En su participación, la integrante de la comisión, Socorro Juárez Nicanor llamó al secretario de Gobierno, Florencio Salazar Adame, a que convoque una reunión de los dos pueblos que están en conflicto.
Reprochó que, recientemente hubo una reunión en la Secretaría, pero sólo estuvieron representantes de San Agustín, aunque en la prensa se dijo que también habían estado ellos, lo que es una mentira.
Dijo que la última vez que se reunieron con el secretario fue el 12 de octubre, en la Ciudad de México, pero desde esa fecha los han dejado solos.
“En esta ocasión venimos, y si el gobierno federal, que es la Sedatu (Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano), no ha puesto toda la atención (a) lo que nosotros estamos viviendo, estamos dispuestos a realizar actividades para ver si en esta ocasión nos dan importancia”, advirtió.
Dijo que una primera acción sería no permitir que se instalen las urnas para las próximas elecciones en la comunidad.
Llamó al candidato a alcalde de Tepecoacuilco por el partido Movimiento Ciudadano, Pablo Landa Sotelo, a no meterse en el conflicto agrario y no confrontar a las comunidades.
“Lo que nosotros pedimos a los ciudadanos y a los funcionarios, tanto estatales como federales, es que traten ya de resolver el asunto, porque ya estamos cansado, nos traen como niños, parecemos unos niños que nada más nos dan atole con el dedo”, dijo, y responsabilizó a las autoridades de lo que llegara a pasar debido al conflicto.
Además le pidió que “calme” a Inés Abundes, a Edgar Vargas, Oliverio Abundes y a René Herrera, porque de lo contrario serian los principales responsables de lo que llegue a pasar.
Otro integrante de la comisión, Carlos Soriano indicó que éste es un conflicto entre dos pueblos, pero que las comunidades de la ribera del Balsas, San Francisco Ozomatlán, San Agustín Ostotipa y Tula del Río, fueron los que cerraron el paso, mientras que ellos buscaron la manera de salir.
Indicó que “un grupo de personas” desbloquearon la carretera, “pero no fue el pueblo sino es un grupo accionado por el candidato o precandidato (a alcalde) que va para el municipio de Tepecoacuilco, de esta manera se originó un conflicto interno”, contó.
El secretario del comisario municipal dijo que en una asamblea le lastimaron la mano al comisario, que es diabético, cuando le aventaron una botella de agua con hielo.
“Lo que no queremos es que en determinado momento ellos tomen acciones con respecto a que quieren quitar la lámina, ya hay un paso donde ellos pueden pasar, ya están pasando todas las comunidades”, precisó. (Beatriz García / Chilpancingo).

 

 

Retiran seis pueblos del Alto Balsas los bloqueos a carreteras que instalaron desde hace tres años

Pobladores del Alto Balsas de cuando menos seis comunidades de tres municipios acordaron este domingo retirar los bloqueos que mantenían a la carretera que comunica Xalitla con San Francisco Ozomatlán y San Juan Totolcintla, por un conflicto agrario que no han resuelto las autoridades estatales y federales entre San Miguel Tecuiciapan y San Agustín Oapan, municipio de Tepecoacuilco.
El primer bloqueo estaba desde marzo del 2015 en la entrada de San Miguel Tecuiciapan, para evitar el paso a este pueblo de sus vecinos de San Agustín Oapan con los que tienen un añejo conflicto agrario por 3 mil 150 hectáreas.
El segundo bloqueo fue instalado en septiembre del año pasado cerca de San Francisco Ozomatlán, municipio de Huitzico, por habitantes de varios pueblos para impedir el paso a los de San Miguel Tecuiciapan y presionarlos a retirar el bloqueo que tenían en la entada de su localidad.
Ayer, sin que se haya resuelto el conflicto agrario entre San Miguel Tecuiciapan y San Agustín Oapan, pobladores de San Miguel Tecuiciapan y San Francisco Ozomatlán, municipio de Huitzico, así como Ahuetlixpa, San Juan Totolcintla, Tula del Río y San Agustín Oxtotipan, municipio de Mártir de Cuilapan, acordaron el retiro de ambos bloqueos.
Representantes de las seis localidades se concentraron a las 11 de la mañana y acordaron rellenar las zanjas que habían abierto en la carretera, así como retirar la tierra que amontonaron para impedir el paso de vehículos.
El comisariado de Bienes Comunales de San Francisco Ozomatlán, Basilio Celestino Ojeda, celebró que los vecinos de esos pueblos hayan llegado a acuerdos para dejar el paso libre desde Xalitla hasta su pueblo y San Miguel Totolcintla.
Con la apertura de ese tramo carretero se benefician unas 15 comunidades de los municipios de Tepecoacuilco, Huitzico y Mártir de Cuilapan.
Por su parte Francisco Javier Herrera, vecino de San Miguel Tecuiciapan, informó que el acuerdo de retirar el bloqueo en ese pueblo fue decisión de los vecinos en una asamblea el viernes pasado, en la que se opusieron “quienes de dicen autoridad”, Antonio Jacobo y Liborio Jiménez.
Incluso denunció que él fue agredido por Antonio cuando en la asamblea tomó imágenes con su celular para demostrar que la mayoría de los vecinos están de acuerdo en retirar el bloqueo que mantenían en la entrada, y en ese lugar construir un arco de bienvenida.
A su vez, el comisariado de Bienes Comunales de San Juan Totolcintla, Melquiades García Ríos, informó por la tarde que se constató que la carretera estaba libre desde Xalitla hasta su pueblo y San Francisco Ozomatlán.
El bloqueo a esa carretera comenzó por el conflicto agrario entre los núcleos agrarios de San Miguel Tecuiciapan y San Agustín Oapan que tienen diferencias de linderos por 3 mil 150 hectáreas.
En marzo del 2015 los comuneros de ambos núcleos agrarios se enfrentaron y hubo dos muertos por parte de la comunidad de Analco, anexo de San Agustín Oapan, así como un herido y 14 retenidos del grupo de San Miguel Tecuiciapan en la comisaría municipal de Analco.
Desde entonces los pobladores de San Miguel Tecuicipan bloquearon la carretera con corrales y alambre de púas, así como con montones de tierra a la salida de su pueblo rumbo a San Agustín Oapan para evitar que los vecinos de este poblado pasaran hacia su comunidad a agredirlos.
Desde entonces, por el bloqueo San Miguel Tecuiciapan, quedaron incomunicadas unas 15 localidades que se encuentran en las márgenes del río Balsas, ubicadas al oriente y al poniente de San Miguel Tecuiciapan.
Luego de más de dos años de que estuvo cerrada esa carretera por los pobladores de San Miguel Tecuiciapan, en septiembre del año pasado los habitantes de San Francisco Ozomatlán, San Juan Totolcintla, San Miguel Oxtotitpan y Tula del Río, cuyos habitantes no pueden pasar hacia Xalitla por el bloqueo de San Miguel Tecuiciapan, también les cerraron el paso a éstos cerca de estos pueblos, para impedirles la entrada a la Autopista del Sol por donde pueden salir hacia Chilpancingo, hacia Iguala o la ciudad de México.
Los bloqueos a esa carretera terminaron después del mediodía de ayer, sin embargo el conflicto agrario entre San Miguel Tecuiciapan y San Agustín Oapan sigue sin resolverse por las autoridades federales y estatales.

 

Sigue cerrada la carretera de Xalitla a Totolcintla debido al conflicto entre Oapan y Tecuiciapan

Por el conflicto agrario entre los pueblos nahuas de San Miguel Tecuiciapan y San Agustín Oapan, municipio de Tepecoacuilco, la carretera que comunica a unos 15 pueblos, desde Xalitla hasta San Juan Totolcintla, de Mártir de Cuilapan, y San Francisco Ozomatlán, del municipio de Huitzuco, sigue bloqueada desde septiembre pasado, y las negociaciones entre los pueblos en conflicto y las autoridades están suspendidas.
El dirigente del Consejo para el Desarrollo Autosustentable del Alto Balsas, Victórico Ríos Mundo declaró vía telefónica, este miércoles, que los habitantes de los pueblos de San Francisco Ozomatlán, Tula del Río, San Miguel Oxtotipan y San Juan Totolcintla, cerraron la carretera en septiembre del año pasado, en protesta porque los pobladores de San Miguel Tecuiciapan mantienen desde marzo de 2015, un bloqueo a la salida de su pueblo rumbo a Xalitla.
El conflicto entre los dos núcleos agrarios es por diferencias de linderos en las que están en disputa 3 mil 150 hectáreas.
En marzo de 2015, los comuneros de ambos núcleos agrarios se enfrentaron y hubo dos muertos de la comunidad de Analco, anexo de San Agustín Oapan, y un herido y 14 retenidos de San Miguel Tecuiciapan, en la comisaría municipal de Analco.
Desde entonces, los pobladores de San Miguel Tecuicipan bloquearon la carretera con corrales, alambre de púas y montones de tierra a la salida de su pueblo, rumbo a San Agustín Oapan, para evitar que estos pasen hacia su comunidad a agredirlos.
El bloqueo dejó incomunicadas a unas 15 localidades que se encuentran en las márgenes del río Balsas, ubicadas al oriente y al poniente de San Miguel Tecuiciapan.
Luego de más de dos años de que estuvo cerrada esa carretera por los pobladores de San Miguel Tecuiciapan, en septiembre del año pasado los habitantes de San Francisco Ozomatlán, San Juan Totolcintla, San Miguel Oxtotitpan y Tula del río, cuyos habitantes no pueden pasar hacia Xalitla por el bloqueo de San Miguel Tecuiciapan, también les cerraron el paso a éstos cerca de estos pueblos, para impedirles la entrada a la Autopista del Sol por donde pueden salir hacia Chilpancingo, hacia Iguala o a la ciudad de México.
Ayer se observó que siguen abiertas las zanjas de hasta 2 metros de alto y 1.5 de ancho que abrieron los vecinos en la carretera. Asimismo, hay montones de tierra y piedras en al menos tres lugares, al poniente de la comunidad de San Francisco Ozomatlan y Tula del río, como parte de este conflicto agrario.
“Ahora no sólo está cerrado el tramo de la carretera de San Miguel Tecuiciapan hacia San Agustín Oapan y Xalitla, que es la salida hacia la carretera federal, sino también del lado oriente, entre San Francisco Ozomatlán y San Miguel Tecuicipan, por donde se sale por la autopista del Sol”, declaró Ríos Mundo.
Informó que este bloqueo a la carretera fue un acuerdo de las comunidades que se encuentran del lado de San Francisco Ozomatlán, como Ahuetlixpa, Tulimán, San Juan Totolcintla, San Agustín Oxtotipan y Tula del Río en represalia a San Miguel Tecuiciapan porque no les ha liberado la carretera a la salida de ese pueblo rumbo a San Agustín Oapan y Xalitla.
Informó que autoridades de los gobiernos estatal y federal instalaron mesas de trabajo para resolver el conflicto agrario entre San Miguel Tecuiciapan y San Agustín Oapan por las 3 mil 150 hectáreas, pero que no tuvieron resultados, por lo que los representantes de los pueblos que se ven afectados con el bloqueo que instaló San Miguel Tecuiciapan, llamaron a los pueblos en conflicto a la reconciliación, “dándole un enfoque social y de hermandad entre pueblos”, pero dijo que los habitantes de San Miguel Tecuicipan nunca quisieron acceder a acuerdos.
Añadió que, incluso, a principios de septiembre del año pasado se agudizó el conflicto, que los de San Miguel Tecuiciapan “reventaron” las reuniones y las pláticas terminaron con el cierre de este otro extremo de la carretera para evitarles el paso también a los de San Miguel Tecuiciapan por esta vía.
No saben con cuál de los dos
comisarios de bienes comunales deben dialogar, dicen

El dirigente de los pueblos del Alto Balsas informó que actualmente, a pesar del conflicto social que provoca el cierre de la carretera, las pláticas y negociaciones están suspendidas y que no se ve que vaya a haber algún acuerdo en breve.
Informó que el diálogo con San Miguel Tecuiciapan se complicó porque se dividieron internamente, y tienen dos comisariados de bienes comunales, “de acuerdo con la información que tenemos, no hay condiciones de llegar a un acuerdo porque no sabemos con cuál de los dos comisariados vamos a dialogar”, dijo Ríos Mundo.
Agregó que en ese pueblo hay ingobernabilidad y que no tienen ninguna autoridad que resuelva los problemas internos y tampoco para encabezar las pláticas con autoridades de otros pueblos vecinos.
“No hay gobierno allí que asuma la responsabilidad, y las comunidades vecinas nos mantenemos al margen porque los de San Miguel Tecuiciapan son muy agresivos, y nadie quiere conflictuarse con ellos, ya ni si quiera se les invita a las fiestas de las otras comunidades, están totalmente aislados, en su propio mundo”, declaró.

 

Piden comuneros que la federación agilice la solución a un conflicto agrario en Tepecoacuilco

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

El presidente del comisariado de bienes comunales y el comisario municipal de San Miguel Tecuiciapan, municipio de Tepecoacuilco, se reunieron ayer con el subsecretario para Asuntos Agrarios del gobierno estatal, Fernando Jaimes Ferrel, a quien le pidieron la intervención del gobierno del estado ante la federación para que agilice la solución del conflicto agrario por 3 mil 150 hectáreas que tienen con la comunidad de San Agustín Oapan.
Además, autoridades agrarias del Alto Balsas de los municipios de Mártir de Cuilapan (Apango), Tepecoacuilco, Huitzuco, Eduardo Neri (Zumpango) e Iguala, afectadas por el cierre de la carretera debido a este conflicto agrario, aplazaron una reunión para el 29 de abril que había sido convocada para este domingo 16 de abril, porque no asistieron las autoridades de todos los pueblos.
El comisariado de Bienes Comunales de San Miguel Tecuiciapan, Liborio Jiménez Matías, el comisario municipal, Rodrigo Nava Abundis y el asesor jurídico del núcleo agrario, Raymundo Castro Aparicio, se reunieron a mediodía de este lunes con Fernando Jaimes Ferrel, ahí le pidieron una reunión con el secretario general de Gobierno, Florencio Salazar Adame, para tratar a otro nivel el conflicto agrario.
El conflicto mantiene bajo tensión la zona del Alto Balsas luego de que en marzo pasado autoridades de 14 pueblos comenzaron a presionar para que los pobladores de San Miguel Tecuiciapan abran una carretera que cerraron desde marzo del 2015 tras un enfrentamiento con sus vecinos de Analco, anexo de San Agustín Oapan.
El 22 de marzo convinieron en una reunión en el Congreso local abrir la vía sólo de 7 de la mañana a 7 de la noche, pero el martes 11 de abril, el comisario municipal, Rodrigo Nava Abundis advirtió que volverán a cerrar la carretera si no se cumplen los puntos de la minuta de acuerdos.
Los dos principales acuerdos firmados son la apertura de una carretera de San Miguel Tecuiciapan con salida en la carretera federal Chilpancingo-Iguala, en la zona conocida como Mayanalán, para evitar que pasen en San Agustín Oapan, también piden la intervención de la Secretaría de Gobernación para resolver el conflicto agrario.
Los acuerdos serían ratificados el domingo 16 de abril en una reunión a la que asistirían las autoridades de todos los pueblos afectados con el bloqueo de la carretera. La reunión fue convocada para las 12 del día en Xalitla, municipio de Tepecoacuilco, pero como no llegaron los representantes de todos los pueblos se canceló y se convocó para el 29 de abril, esta vez en San Miguel Tecuiciapan, municipio de Mártir de Cuilapan (Apango).
Consultado vía telefónica, el comisariado de Bienes Comunales de San Juan Totolcintla, Melquiades García Ríos informó que la reunión que se llevaría acabo el domingo fue uno de los acuerdos tomados en la reunión del 22 de marzo en el Congreso local, pero reconoció que no se acordó nada porque no llegaron las autoridades de los pueblos de Tula del Río, Tlamamacán y San Marcos Oacatzingo, municipio de Mártir de Cuilapan; de San Francisco Ozomatlán, municipio de Huitzuco y de San Juan Tetelcingo, municipio te Tepecoacuilco.
A la reunión asistieron las autoridades de San Miguel Tecuiciapan, San Agustín Oapan, San Juan Totolcintla, San Agustín Oxtotipan y Xalitla, y sólo nombraron a Melquiades García Ríos como encargado de convocar por escrito a las autoridades de todos los pueblos afectados para que asistan a la próxima reunión.
“Ahora yo voy a llevar personalmente las invitaciones por escrito para que asistan a la reunión del 29 de abril”, afirmó.
Informó que es importante que se reúnan los representantes de todos los pueblos afectados por el bloqueo de la carretera para evitar que los de San Miguel Tecuiciapan vuelvan a cerrar como lo advirtió el comisario Nava Abundis la semana pasada.
Aseguró que las declaraciones del comisario no abonan a resolver el problema del cierre de la carretera, informó que el domingo platicaron a nivel personal con él, pero que los acuerdos formales los tendrán en la reunión del 29 de abril, “esperamos que acudan todas las autoridades a San Miguel Totolcintla.
En tanto, el asesor de los comuneros de San Miguel Tecuiciapan, Raymundo Castro Aparicio informó que la reunión con el subsecretario Jaimes Ferrel, fue para pedir que se cumpla con el calendario de trabajo planteado para solucionar el conflicto agrario.
Detalló que en el cronograma se estableció que en septiembre del año pasado, el gobierno del estado debía informar a los dos núcleos agrarios en pugna los resultados de los trabajos topográficos que se levantaron para que las dos comunidades dialogaran y escucharan las propuestas de solución, pero las autoridades solamente han informado a los vecinos de San Miguel Tecuiciapan, y falta que se reúnan con San Agustín Oapan, lo que está retrasando el conflicto mientras que la tensión en la zona sigue igual.
Dijo que otra petición fue saber si se han llevado acabo las mesas de trabajo con los comuneros de San Agustín Oapan, pero como dijo que no se habían hecho, el gobierno estatal se comprometió a solicitar un espacio en el Consejo Agrario para que exhorten a las autoridades federales y tomen éste asunto como prioritario, “por la conflictividad que representa”.
Además, el abogado informó que solicitaron una audiencia con el secretario general de Gobierno, Florencio Salazar Adame, para ver el grado de compromiso que tiene con este conflicto.
Explicó que en la reunión del 22 de marzo en el Congreso local, solamente se trató el conflicto social, es decir, del bloqueo del camino, pero que no se dialogó del conflicto agrario, que dijo, es otra cosa.
Informó que el conflicto agrario se está viendo en una mesa de diálogo con las autoridades estatales y federales, y este lunes solamente trataron el conflicto agrario y no el problema social que es la apertura del camino, que involucra a otros pueblos de la zona.

Por escrito, insisten habitantes en la salida del cura de San Miguel Tecuiciapan

 

 Zacarías Cervantes Chilpancingo

Habitantes de San Miguel Tecuiciapan, municipio de Tepecoacuilco, volvieron a pedir por escrito, al obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Efrén Ramos Salazar, la salida del sacerdote José Hurtado Mónica, a quien acusan de cometer arbitrariedades contra sus feligreses.

En un documento que firman 170 ciudadanos de ese lugar, insisten en la salida de dicho cura porque “se emborracha con frecuencia y maneja su carro a alta velocidad en la calles del pueblo, lo que pone en peligro la vida de los vecinos”. También denuncian que “en estado inconveniente agrede a personas”.

En el escrito, con fecha del 31 de mayo, que fue entregado en el Obispado Chilpancingo- Chilapa, los ciudadanos afirman que a pesar de que las irregularidades fueron denunciadas ante el vicario de la Diócesis, Humberto Cervantes, a principios de enero, “las borracheras del sacerdote aumentaron y siguen las ofensas”.

Agregan que el 4 de mayo, el cura atropelló a la señora Gregoria Rodríguez Guevara y se negó a pagar las curaciones, “también ofendió a la señora Anselma Jiménez, a quien le dijo a su esposo que era un burro porque no controlaba a su mujer”.

En el escrito también denuncian que el clérigo golpeó y amenazó de muerte con una pistola al señor Jaime Villamar, “todo esto en estado de ebriedad”.

También demandan el cambio de la presidenta de la iglesia, “respetando la forma acostumbrada de nombrar a su responsable” y que no se construya la capilla junto a la iglesia “porque tiene muchas coarteaduras y se puede derrumbar, además nuestra iglesia es una construcción muy antigua y queremos conservarla”.

Con esta es la segunda ocasión que ciudadanos de ese lugar denuncian las arbitrariedades del sacerdote José Hurtado Mónica ante el obispado Chilpancingo-Chilapa y ante los medios de información.

Insisten en que se retire el cura de San Miguel Tecuiciapan por dividir al pueblo

Oracio Lagunas Iguala Habitantes de San Miguel Tecuiciapan pidieron al obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Efrén Ramos Salazar, que retire del lugar al sacerdote José Hurtado Mónica, porque con engaños dividió al pueblo y eso podría provocar un enfrentamiento entre feligreses.

El llamado también lo hicieron porque el sacerdote se emborracha y es muy agresivo, y ya atropelló con su camioneta, el 4 de mayo, a la señora Gregoria Rodríguez Guevara; asimismo en septiembre de 2003 amenazó con una pistola a un joven y le dijo a un principal que su mujer le ponía los cuernos.

Según Guillermo Alvarez Nicanor, líder del Consejo Guerrerense 500 Años de Resistencia Indígena (CG500ARI), y en representación de habitantes de San Miguel Tecuiciapan, unos pocos feligreses apoyan al sacerdote de manera incondicional.

“Pero lo hacen bajo engaños y durante sus homilías en más de una ocasión ha derramado lágrimas, diciendo que de verdad está arrepentido, pero a la vuelta de unos días vuelve a caer en lo mismo”.

De las lesiones provocadas a la mujer que arrolló, el sacerdote negó que él hubiera sido “y cuando se recurrió al comisario municipal Celso Alvarez Guevara este argumentó que se trataba del sacerdote del pueblo, que lo dejáramos en paz porque es el sacerdote del pueblo”.

Ocho días después del accidente, el 12 de mayo, el cura regañó al señor Jaime Villamar, uno de los principales del pueblo, a quien le aseguró que su esposa lo hacía tonto porque estaba curado con oreja de burro para que no protestara, “y que seguramente se iba a enojar hasta que el sacerdote estuviera encima de su mujer. Si embargo esto llegó a oídos de la señora y fue a reclamarle al sacerdote”.

Alvarez Nicanor recordó que en 2003, bajo los efectos del alcohol, Hurtado Mónica amenazó con una pistola a un joven por no ir por más bebida y continuar su borrachera.

Dijo que el sacerdote “se ha vuelto muy cizañoso al promover la confrontación entre los mismos feligreses y lo peor de todo, entre familiares”.

“Por ejemplo hace unos días provocó una confrontación, primero verbal, entre las hermanas Adelfa (incondicional del sacerdote) y su hermana Antela, de apellidos Jiménez, y luego éstas se liaron a golpes ante la complacencia del sacerdote y no intervino para nada”, reveló.

El líder indígena aseguró que en dos ocasiones han presentado testimonios y pruebas de las actitudes del sacerdote a Ramos Salazar, “pero está cerrado a todo comentario o queja de la gente”.

“Por eso hacemos un llamado desde este medio a que el obispo evite un probable enfrentamiento que puede derivar en un hecho más grave que el de Cualac, porque aquí el número de muertos puede ser mayor”, alertó.

Insisten en que se retire el cura de San Miguel Tecuiciapan por dividir al pueblo

 

 Oracio Lagunas Iguala Habitantes de San Miguel Tecuiciapan pidieron al obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Efrén Ramos Salazar, que retire del lugar al sacerdote José Hurtado Mónica, porque con engaños dividió al pueblo y eso podría provocar un enfrentamiento entre feligreses.

El llamado también lo hicieron porque el sacerdote se emborracha y es muy agresivo, y ya atropelló con su camioneta, el 4 de mayo, a la señora Gregoria Rodríguez Guevara; asimismo en septiembre de 2003 amenazó con una pistola a un joven y le dijo a un principal que su mujer le ponía los cuernos.

Según Guillermo Alvarez Nicanor, líder del Consejo Guerrerense 500 Años de Resistencia Indígena (CG500ARI), y en representación de habitantes de San Miguel Tecuiciapan, unos pocos feligreses apoyan al sacerdote de manera incondicional.

“Pero lo hacen bajo engaños y durante sus homilías en más de una ocasión ha derramado lágrimas, diciendo que de verdad está arrepentido, pero a la vuelta de unos días vuelve a caer en lo mismo”.

De las lesiones provocadas a la mujer que arrolló, el sacerdote negó que él hubiera sido “y cuando se recurrió al comisario municipal Celso Alvarez Guevara este argumentó que se trataba del sacerdote del pueblo, que lo dejáramos en paz porque es el sacerdote del pueblo”.

Ocho días después del accidente, el 12 de mayo, el cura regañó al señor Jaime Villamar, uno de los principales del pueblo, a quien le aseguró que su esposa lo hacía tonto porque estaba curado con oreja de burro para que no protestara, “y que seguramente se iba a enojar hasta que el sacerdote estuviera encima de su mujer. Si embargo esto llegó a oídos de la señora y fue a reclamarle al sacerdote”.

Alvarez Nicanor recordó que en 2003, bajo los efectos del alcohol, Hurtado Mónica amenazó con una pistola a un joven por no ir por más bebida y continuar su borrachera.

Dijo que el sacerdote “se ha vuelto muy cizañoso al promover la confrontación entre los mismos feligreses y lo peor de todo, entre familiares”.

“Por ejemplo hace unos días provocó una confrontación, primero verbal, entre las hermanas Adelfa (incondicional del sacerdote) y su hermana Antela, de apellidos Jiménez, y luego éstas se liaron a golpes ante la complacencia del sacerdote y no intervino para nada”, reveló.

El líder indígena aseguró que en dos ocasiones han presentado testimonios y pruebas de las actitudes del sacerdote a Ramos Salazar, “pero está cerrado a todo comentario o queja de la gente”.

“Por eso hacemos un llamado desde este medio a que el obispo evite un probable enfrentamiento que puede derivar en un hecho más grave que el de Cualac, porque aquí el número de muertos puede ser mayor”, alertó.

Exigen indígenas la salida del cura de San Miguel Tecuiciapan

Bebe mucho, anda armado y en su camioneta trae pistola y una hacha, además de que ha agredido a varias personas, denuncian habitantes de esa población nahua de la zona Norte

Zacarías Cervantes Chilpancingo Indígenas nahuas de San Miguel Tecuicipan, municipio de Tepecoacuilco, emplazaron la noche del miércoles al sacerdote de ese lugar, José Hurtado Mónico, para que atienda su problema de alcoholismo que lo ha llevado a cometer agresiones, atropellos y amenazas en contra de los pobladores, o que se vaya de ese lugar.

Y es que, según el dirigente del Consejo Guerrerense 500 Años de Resistencia Indígena (CG500ARI), Guillermo Alvarez Nicanor, los habitantes de San Miguel Tecuiciapan no quieren vivir el caso del sacerdote de Cualac, Lorenzo Cuéllar Vázquez, quien asesinó a balazos al alcalde de Xalpatláhuac, Lorenzo Ruiz Villarreal.

Indicó que el cura Hurtado Mónico, que atiende la iglesia de San Miguel Tecuiciapan, actúa igual que el sacerdote Cuéllar Vázquez: se emborracha continuamente, anda armado con una pistola y en su camioneta trae un machete y un hacha de carnicero, pero que también es agresivo con sus feligreses a quienes ha llegado, incluso, a amenazar con pistola.

Alvarez Nicanor denunció que desde los primeros días que llegó, el sacerdote agredió a golpes –en estado de ebriedad– al ciudadano Jaime Villamar, y que han sido constantes sus pleitos callejeros con los jóvenes de la localidad cuando anda en borracho.

Dijo que el mes pasado el clérigo atropelló y lesionó a la señora Gregoria Rodríguez Guevara, cuando manejaba con exceso de velocidad y borracho su camioneta.

También a finales de abril, Hurtado Mónico amenazó con una pistola al joven Jorge Irineo Ortiz, a quien fue a buscar hasta su casa para agredirlo.

El dirigente del CG500ARI detalló que frente al joven, el cura cargó con los cartuchos su pistola y después le apuntó al pecho con intenciones de dispararle, pero que la abuela de Irineo Ortiz le suplicó que no lo matara y que se fuera de su casa.

El último incidente sucedió la noche del miércoles pasado, en el curato de la parroquia, donde resultó lesionada la señora Anselma Jiménez.

Según Alvarez Nicanor, quien presenció los hechos, la mujer fue a reclamarle al padre                       Hurtado Mónico por el hecho de que días antes, en estado de ebriedad, insultó a su marido, a quien le dijo que “era un burro y que se dejaba que lo manipulara su mujer; tu vas a despertar hasta que tu mujer ande montada sobre ti”, le abría dicho en aquella ocasión.

Sin embargo, dijo que una feligrés, incondicional del sacerdote, la comenzó a agredir hasta que Anselma Jiménez cayó al suelo y fue auxiliada por el propio Alvarez Nicanor, y la llevó a su domicilio.

Informó que tras estos hechos se integró una comisión de 10 personas y fueron a hablar con Hurtado Mónico, a quien le advirtieron que debe de atenderse de su problema de alcoholismo para evitar que siga agrediendo a los pobladores, o que de lo contrario se vaya del pueblo porque en esas condiciones ya no lo quieren.

Añadió que hace aproximadamente dos meses acudieron a hablar con el obispo de la diócesis Chilpancingo- Chilapa, Efrén Ramos Salazar, para pedirle que les cambie a ese cura, pero que los atendió en su representación el sacerdote Antonio Cervantes, “y o no nos creyó o esta situación es normal para ellos, porque no nos respondió nada y no se ha corregido la actitud del sacerdote”.

También señaló que en todos los casos en los que el clérigo ha agredido a los ciudadanos han acudido con el comisario, Celso Alvarez Esteban, pero que éste también se niega a intervenir con el argumento de que “no podemos hacer nada, es el padrecito, dejen que se arreglen ellos (los agredidos) con él”.

Alvarez Nicanor indicó que el sacerdote bebe ya sea en el curato de su parroquia o en las cantinas del pueblo, y que conduce su camioneta a alta velocidad, incluso por su estado alcohólico “ha dejado plantadas” a familias que van a bautizar, o a quienes van a casarse.

Dijo que en su camioneta el clérigo trae una pistola, un machete y un hacha, “de esas que usan los carniceros”.

También dijo que en contra de la voluntad de la mayoría del pueblo pretende destruir parte de la iglesia que representa un patrimonio cultural, porque fue construida aproximadamente en el siglo XIV.

Exigen indígenas la salida del cura de San Miguel Tecuiciapan

 

 Bebe mucho, anda armado y en su camioneta trae pistola y una hacha, además de que ha agredido a varias personas, denuncian habitantes de esa población nahua de la zona Norte

 Zacarías Cervantes Chilpancingo

Indígenas nahuas de San Miguel Tecuicipan, municipio de Tepecoacuilco, emplazaron la noche del miércoles al sacerdote de ese lugar, José Hurtado Mónico, para que atienda su problema de alcoholismo que lo ha llevado a cometer agresiones, atropellos y amenazas en contra de los pobladores, o que se vaya de ese lugar.

Y es que, según el dirigente del Consejo Guerrerense 500 Años de Resistencia Indígena (CG500ARI), Guillermo Alvarez Nicanor, los habitantes de San Miguel Tecuiciapan no quieren vivir el caso del sacerdote de Cualac, Lorenzo Cuéllar Vázquez, quien asesinó a balazos al alcalde de Xalpatláhuac, Lorenzo Ruiz Villarreal.

Indicó que el cura Hurtado Mónico, que atiende la iglesia de San Miguel Tecuiciapan, actúa igual que el sacerdote Cuéllar Vázquez: se emborracha continuamente, anda armado con una pistola y en su camioneta trae un machete y un hacha de carnicero, pero que también es agresivo con sus feligreses a quienes ha llegado, incluso, a amenazar con pistola.

Alvarez Nicanor denunció que desde los primeros días que llegó, el sacerdote agredió a golpes –en estado de ebriedad– al ciudadano Jaime Villamar, y que han sido constantes sus pleitos callejeros con los jóvenes de la localidad cuando anda en borracho.

Dijo que el mes pasado el clérigo atropelló y lesionó a la señora Gregoria Rodríguez Guevara, cuando manejaba con exceso de velocidad y borracho su camioneta.

También a finales de abril, Hurtado Mónico amenazó con una pistola al joven Jorge Irineo Ortiz, a quien fue a buscar hasta su casa para agredirlo.

El dirigente del CG500ARI detalló que frente al joven, el cura cargó con los cartuchos su pistola y después le apuntó al pecho con intenciones de dispararle, pero que la abuela de Irineo Ortiz le suplicó que no lo matara y que se fuera de su casa.

El último incidente sucedió la noche del miércoles pasado, en el curato de la parroquia, donde resultó lesionada la señora Anselma Jiménez.

Según Alvarez Nicanor, quien presenció los hechos, la mujer fue a reclamarle al padre  Hurtado Mónico por el hecho de que días antes, en estado de ebriedad, insultó a su marido, a quien le dijo que “era un burro y que se dejaba que lo manipulara su mujer; tu vas a despertar hasta que tu mujer ande montada sobre ti”, le abría dicho en aquella ocasión.

Sin embargo, dijo que una feligrés, incondicional del sacerdote, la comenzó a agredir hasta que Anselma Jiménez cayó al suelo y fue auxiliada por el propio Alvarez Nicanor, y la llevó a su domicilio.

Informó que tras estos hechos se integró una comisión de 10 personas y fueron a hablar con Hurtado Mónico, a quien le advirtieron que debe de atenderse de su problema de alcoholismo para evitar que siga agrediendo a los pobladores, o que de lo contrario se vaya del pueblo porque en esas condiciones ya no lo quieren.

Añadió que hace aproximadamente dos meses acudieron a hablar con el obispo de la diócesis Chilpancingo- Chilapa, Efrén Ramos Salazar, para pedirle que les cambie a ese cura, pero que los atendió en su representación el sacerdote Antonio Cervantes, “y o no nos creyó o esta situación es normal para ellos, porque no nos respondió nada y no se ha corregido la actitud del sacerdote”.

También señaló que en todos los casos en los que el clérigo ha agredido a los ciudadanos han acudido con el comisario, Celso Alvarez Esteban, pero que éste también se niega a intervenir con el argumento de que “no podemos hacer nada, es el padrecito, dejen que se arreglen ellos (los agredidos) con él”.

Alvarez Nicanor indicó que el sacerdote bebe ya sea en el curato de su parroquia o en las cantinas del pueblo, y que conduce su camioneta a alta velocidad, incluso por su estado alcohólico “ha dejado plantadas” a familias que van a bautizar, o a quienes van a casarse.

Dijo que en su camioneta el clérigo trae una pistola, un machete y un hacha, “de esas que usan los carniceros”.

También dijo que en contra de la voluntad de la mayoría del pueblo pretende destruir parte de la iglesia que representa un patrimonio cultural, porque fue construida aproximadamente en el siglo XIV.