Sin resultados, aún buscan en la sierra de Petatlán a sicarios que atacan pueblos

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

Soldados del Ejército, policías estatales y de la Ministerial, continuaron ayer los operativos en la sierra de Petatlán en busca del grupo delictivo que ha venido atacando a los pueblos, presuntamente de La Familia Michoacana, sin que se haya presentado algún incidente.
El coordinador de Ruta de Comisarios y Comisariados y presidente del Comité de Caminos de la Costa Grande y Tierra Caliente, Víctor Espino Cortés, informó ayer por teléfono que los pobladores que se habían quedado en plantón en Santa Rosa de Lima, en los límites de Petatlán y Tecpan de Galeana, se retiraron totalmente ayer.
Los operativos se organizaron después de que el lunes miembros del grupo delictivo atacaron los pueblos de Las Mesas, El Parotal y Las Monas, municipio de Petatlán y mataron al líder del grupo de Los Arreola, Crescenciano Arreola Villa, lo que motivó que vecinos de varios pueblos bloquearan la carretera Acapulco-Zihuatanejo en Santa Rosa de Lima, para exigir seguridad mediante operativos del Ejército.
El operativo de militares, policías estatales y de la Ministerial se organizó el miércoles y según Espino Cortés ayer continuaron sus recorridos en varias comunidades sin que haya ocurrido algún incidente.
“Sabemos que ahora sí andan haciendo sus recorridos en los cerros, que es lo que nosotros queríamos, porque en los pueblos hay vigilancia, pero los que están ahí no se mueven y lo que se tiene que hacer son recorridos para buscarlos”, dijo Espino Cortés.
Dijo que es lo que faltaba, “un complemento de seguridad, hacían falta los operativos en los cerros donde anda esa gente y queremos que los corran, y ahora si andan en eso”.
Sin embargo, informó que entre el miércoles y ayer no habían encontrado nada, ni había ocurrido algún incidente, “pero vamos a esperar por la noche que regresan, si es que regresan, si no se van a quedar por allá en los cerros”.
Informó que entre el miércoles y ayer recorrieron los cerros de las comunidades de las Mesas, El Parotal y La Soledad de Los Enanos.
Declaró que mientras tanto, los comisarios y los pobladores solamente están a la expectativa, “pero hasta ahora vemos que están cumpliendo lo que se pedía, entonces por eso ya no es necesario tanta presión”.

 

Más rigor contra la inseguridad, bases de vigilancia, maestros y médicos, piden comisarios de la sierra

Los comisarios municipales y comisariados ejidales del corredor Santa Rosa de Lima-El Durazno, de los municipios de Tecpan, Petatlán y Coyuca de Catalán, en la conferencia de prensa en la casa ejidal de Santa Rosa, ayer domingo, donde pidieron al gobierno del estado más seguridad, maestros y doctores Foto: Brenda Escobar

Brenda Escobar

Santa Rosa de Lima, Tecpan

Comisarios municipales y comisariados ejidales del corredor Santa Rosa-El Durazno, que abarca comunidades de los municipios de Petatlán, Tecpan y Coyuca de Catalán, en conferencia de prensa, demandaron al gobierno estatal combatir con más rigor la inseguridad, la instalación de Bases de Operaciones Mixtas (BOM), maestros en las escuelas de nivel básico, así como médicos y medicamentos en los centros de salud.
También denunciaron que desde el 1 de marzo, cuatro habitantes de la comunidad La Finca, perteneciente al ejido de Corrales, en el municipio de Petatlán, fueron privados de su libertad por integrantes del grupo criminal que mantiene asolada esa región y pidieron su liberación. Dijeron que identifican “completamente” a uno de los pistoleros que participó en el ilícito.
Este domingo, en la comisaría ejidal de Santa Rosa de Lima, un grupo de comisarios y comisariados ejidales de los municipios de Petatlán, Tecpan y Coyuca de Catalán, ofrecieron una conferencia de prensa para hablar de cómo les ha afectado el clima de inseguridad que luego del 10 de diciembre del 2022, un grupo de presuntos sicarios del grupo delincuencial La Familia Michoacana irrumpieron en la comunidad El Durazno y asesinaron a siete campesinos, entre ellos, un menor de edad.
La demanda principal al gobierno del estado es que haya más seguridad que la que ya se está proporcionando en Santa Rosa y en el crucero de San Antonio, con la BOM y que verdaderamente se persiga a los delincuentes para que esa región vuelva a tener paz, pues aseguraron que en lo que va del año, decenas de familias se han desplazado de las comunidades de la parte alta de ese corredor, para proteger sus vidas.
Asimismo, demandaron que se cumpla el ofrecimiento de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda y que les envíen maestros para las escuelas del nivel básico, pues en algunas, desde las vacaciones decembrinas del año pasado, no han regresado a las comunidades, y en algunas, los maestros sólo dan clases tres días a la semana con un horario de 9 de la mañana a las 12 del día, con el argumento de que hay inseguridad en la zona.
De igual forma, se dolieron de que no hay doctores en los centros de salud y en consecuencia, tampoco hay medicinas, por lo que las enfermedades son tratadas con remedios caseros o si la familia del enfermo tiene la posibilidad económica y de traslado, lo llevan al centro de salud más cercano, o llegan con él hasta la costa.
El comisariado ejidal de Las Mesas, municipio de Petatlán, Guillermo Villa Ávila, comentó que el 29 de enero y el 11 de febrero, integrantes del citado grupo criminal irrumpieron en esa comunidad y asesinaron a César Estrada Mendoza y Eladio Álvarez Villa.
Pidió que el gobierno instale una BOM como la que está en Santa Rosa, pues comentó que luego del homicidio de Eladio Álvarez, los militares estuvieron ahí sólo un mes y ya se retiraron, lo que hace vulnerable a toda la comunidad pues ahí es paso obligado para todo aquél que quiere pasar de la sierra a la costa y viceversa, además de que ha recibido reportes de los vecinos que en los últimos dos días se han visto luces en los cerros cercanos, durante las noches.
De los maestros y doctores, dijo que no tienen el servicio educativo en el nivel básico y el telebachillerato y tampoco tienen médico en el centro de salud. Platicó que la última vez que vieron un doctor en Las Mesas fue hace aproximadamente un mes, cuando el galeno de Santa Rosa subió con funcionarios del gobierno del estado y dio consultas durante dos horas.
Asimismo, se dolió por que las autoridades correspondientes han hecho oídos sordos a la tala clandestina de los recursos forestales con los que cuenta el ejido, pues ésta continúa.
El comisario de El Parotal, Francisco Solorio García, manifestó que luego de lo ocurrido en esa localidad el 28 de enero pasado, cuando policías estatales con presuntos integrantes de La Familia Michoacana entraron al poblado a catear domicilios y robaron objetos de valor, razón por la que fueron asesinados dos policías y tres civiles, y la situación de la inseguridad se ha recrudecido.
Dijo que no hay clases en la primaria, sólo en el jardín de niños y en la telesecundaria, por lo que también pidió que los maestros regresen a trabajar, “ni doctor” hay.
Luego, habló el comisario municipal de La Lajita, municipio de Petatlán, Rodrigo Mendoza Guevara, dijo que en su comunidad no tienen problemas de inseguridad pero sí les hacen falta los maestros, los cuales no han regresado a trabajar desde las vacaciones de diciembre.
Indicó que sólo tienen preescolar y primaria, que recientemente se abrió una secundaria atendida por jóvenes del Conafe, pero no han asistido a clases.
También habló el comisario municipal de Santa Rosa de Lima, Guillermo Salas Guillén, quien junto con sus pares de Papanoa, Jorge Alberto Blancas, y Los Laureles, Javier Vargas Jaimes, del mismo municipio de Tecpan, hicieron un llamado a la gobernadora para que se garantice completamente la seguridad en las comunidades de las partes altas de la sierra, porque aseguraron que todas las familias desplazadas de ese corredor, bajan a refugiarse en estas tres localidades de manera permanente y otras de manera temporal, antes de emigrar hacia otras ciudades o fuera del país.
Los tres comisarios también coincidieron en señalar que el desplazamiento forzado se ha visibilizado mucho más en estos tres meses del año, a consecuencia de los constantes hechos de violencia que han ocurrido en la sierra y que las familias desplazadas sufren para encontrar una fuente de ingresos.
El comisario de Los Laureles pidió que el gobierno estatal aplique políticas públicas, encaminadas a sanar la salud mental de la población de ese corredor, así como de las comunidades de la costa cercanas, principalmente en los niños, pues aseveró que en los últimos meses ha sido más notorio cómo los menores tienden a normalizar estos hechos de violencia y algunos a desarrollar psicosis.
La comisaria municipal de El Durazno, Coyuca de Catalán, comentó que en esa comunidad hay agradecimiento a la gobernadora Evelyn Salgado, por todo el apoyo que les está brindando al darles seguridad permanente, pero dijo que hace falta la construcción de las instalaciones de la Fiscalía General del Estado, “lo más pronto posible”.
Enseguida, se dolió que la semana pasada el alcalde de Coyuca de Catalán, Eusebio Echeverría Tavares, haya subido hasta la comunidad El Pescado, en el ejido Guajes de Ayala, a llevarles apoyos y víveres a los pobladores, “incluso se habla que hasta les dejó una ambulancia y yo quiero decirle que también los ejidos El Durazno, Río Frío y San Antonio de las Tejas pertenecen al municipio”.
Más adelante, reprochó que los maestros para las primaria, secundaria y el telebachillerato, que envió la gobernadora Evelyn Salgado, ya no estén en la comunidad y que algunos de ellos hayan dicho que regresarán hasta el 19 de abril.
Por su parte, la comisaria municipal de Arroyo Verde, Petatlán, María del Carmen Salas Orozco, comentó que el clima de inseguridad repercute en su localidad, pues los maestros sólo dan clases dos o tres días a la semana, con un horario de 9 de la mañana a las 12 del mediodía.
El comisario municipal de Corrales, del municipio de Petatlán, José Acosta Lagunas, señaló que su ejido ha sido blanco de la delincuencia organizada, que en la comunidad La Finca el 1 de marzo, cuatro campesinos identificados como Jacinto Campuzano Galván y sus hijos Jacinto, Mauricio y Misael Campuzano García, fueron privados de su libertad por parte del citado grupo delincuencial, además de que incendiaron una vivienda.
Agregó, con lágrimas en los ojos, que este hecho provocó que las 20 familias que vivían en esa comunidad se salieran por completo y actualmente están las casas abandonadas.
No es la primera ocasión en que los grupos de la delincuencia organizada cometen hechos violentos contra los pobladores de esa comunidad, quienes también en esas mismas ocasiones se han tenido que salir y dejar su patrimonio, como pasó en noviembre de 2021, cuando un grupo de pistoleros se llevó a dos ganaderos y a los habitantes de ese lugar, así como de la comunidad La Soledad de los Enanos.
De los cuatro campesinos privados de su libertad el 1 de marzo, dijo que desconocen su paradero, pero que sí tienen plenamente identificada a una de las personas que iban en el grupo de gatilleros, por lo que pidió que los liberen, “la familia no quiere poner la denuncia porque tienen miedo de que les vayan a hacer algo a sus familiares”.
Luego, tocó el turno al presidente del Comité de Caminos de la Costa Grande y Tierra Caliente, Víctor Espino Cortés, quien habló a nombre del ejido San Antonio de las Tejas, quien aseveró que “lo que más nos urge es la seguridad en toda la región, tanto en la parte alta como en la parte baja, pues nuestras actividades económicas y sociales están entrelazadas, por ejemplo, en el caso de Papanoa, ahí está toda la industria forestal y nosotros tenemos toda la materia prima arriba y entonces, si los ejidos no trabajan, Papanoa resiente”.
Sostuvo que lo que pase en la parte alta de la sierra afecta directa e indirectamente a las comunidades de la costa, “por eso es que este día están aquí comisarios y comisariados de toda esta ruta, que queremos decirle a la gobernadora que necesitamos más operativos, las bases están bien, ayudan mucho, el problema es que la delincuencia es que hay gente que quiere el territorio, la sierra es de paso”.
Aseguró que los líderes de ese grupo delincuencial, “vienen sobre los recursos forestales, sobre las minas, las huertas de aguacates, vienen sobre esas cosas y queremos seguridad”.
“Lo que les pedimos no es que los maten, sea como sea un muerto tendrá familia que los quiere de una u otra forma, se porten como se porten, lo que sí queremos es que por favor nos dejen en paz. No les gustaría que otras personas fueran a invadir a sus lugares”.
Señaló que eso ha originado el desplazamiento de los pobladores y dijo que en lo que va del año se han salido de sus comunidades las familias de Los Bayados y La Finca, “están dos pendientes que a lo mejor mañana (hoy) lunes se quedan solas también, que es la comunidad Las Mesas, me están comentando que anoche ya vieron gente cerquita del pueblo, muchos focos alrededor y ya la gente no aguanta”.
“La gente de la comunidad de mi ejido, San Antonio Tejas, también me dicen que si el Ejército no regresa, porque era el ejército el que estaba ahí, pero con lo que pasó en El Pescado, se recorrieron para allá”.
Agregó que “lo bueno y lo malo se tiene que decir, lo bueno que ha hecho y también lo que falta por hacer, que le ponga atención a los maestros”.
Dijo que hay una maestra originaria de la sierra, que desde hace 10 años le da clases a los niños en la comunidad La Piedra, municipio de Tecpan, que es el mismo tiempo que lleva luchando por un contrato en la SEG y porque los niños que van a la escuela que fundó sean reconocidos con una matrícula y centro de trabajo, “hasta la vez no se lo han dado”, acotó.

 

Gente de Santa Rosa lo acusa por orden de La Familia Michoacana, responde Espino

Elementos de la Guardia Ncional observan el paso de un camión cargado de troncos en la salida de Santa Rosa de Lima, Tecpan de Galeana, procedente de la parte alta de la sierra Foto: Brenda Escobar / archivo

Redacción

Chilpancingo

El presidente del Comité de Caminos de la Costa Grande y Tierra Caliente, Víctor Espino Cortés, aseveró que los señalamientos en su contra de habitantes de la colonia La Nueva, en la comunidad Santa Rosa de Lima, municipio de Tecpan, en el sentido de que él los desplazó con violencia, “es una instrucción de parte del líder de La Familia Michoacana para desacreditarnos ante el gobierno y la opinión pública porque esas personas saben muy bien que están mintiendo”.
Dijo que de los tres civiles muertos en El Parotal el sábado 28, dos son de Santa Rosa, uno es Hernán Torres, y explica cómo su relación con La Familia Michoacana, y el tercer asesinado era enviado directo del principal jefe de ese grupo delictivo, Johny Hurtado Olascoaga; “era gen-te del mero señor de allá, de El Pez”.
Ayer miércoles, vía telefónica, apelando al derecho de réplica por los señalamientos en su contra, Víctor Espino (que desde 2018 hasta hace un año fue vocero de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero, UPOEG, en el municipio de Petatlán) aseguró que en Santa Rosa, “de esos que se fueron, hay mucha familia aquí todavía, con algunos somos muy amigos, aquí están sus hermanos de esa gente y qué bien que estén tomando esa decisión, saben bien clarito que están mintiendo y yo sí tengo pruebas de lo que le voy a decir”.
El martes, habitantes de la colonia Lindavista o La Nueva, denunciaron a El Sur que fueron desplazados con violencia por Espino, después de que dos de sus familiares fueron ejecutados junto a dos poli-cías estatales y otro civil el sábado en El Parotal.
Una mujer de la mencionada colonia, vía telefónica denunció que el sábado sus familiares fueron llevados por los estatales luego de desayunar, “aunque nunca supieron si iban detenidos o por qué fue la razón”; se enteraron hasta el domingo que los dos fueron ejecutados.
Los ahora desplazados informaron que fueron amenazados desde diciembre para que fueran a pelear contra el grupo de la Familia Michoacana que atacó El Durazno, en Coyuca de Catalán, donde murieron siete pobladores, entre ellos un menor de edad.
La versión de los denunciantes es que no quisieron ir y fueron amenazados por el grupo armado de “Víctor Espino y Chano Arreola; nos dijeron que no había problema, pero el 14 de enero un familiar recibió una llamada y nos dijo que el acuerdo no era válido y que teníamos que irnos de la colonia”.

Nexos familiares con El Pez

Espino Cortés pidió su derecho a réplica y aseguró que le “da lástima que estén pasando estas cosas porque ciertamente una manzana podrida corrompe a toda una familia y la hace que se vaya a la desgracia y en este caso esa manzana tiene nombre, se llama Antonio Vega Silva, el Toño o Toñillo, ese amigo no sirve para nada, nada más para en problemas”.
“Ese amigo tiene un hijo el cual está casado con una muchacha que se llama Marimar Santoyo, que es la que sale en los videos que andan circulando en el internet haciendo acusaciones, esa Marimar tiene una hermana que se llama Teresa Santoyo, esa es mujer de El Pez, el mero jefe de La Familia Michoacana, se la llevó de ahí de Las Mesas del Guayabo; Toño tiene esa relación muy fuerte ahí con La Familia Michoacana”.
Señaló que “el problema viene desde la muerte del papá de Hernán Torres, que es uno de los muchachos que fue con la policía estatal a caerle a El Parotal el sábado 28 de enero, el papá se llamaba Hugo Torres, ahí ciertamente lo mataron y nunca se supo realmente qué pasó”.
“Fueron a ver a don Chano (Arreola) y don Chano tampoco sabía exactamente qué era lo que estaba pasando, lo que les dijeron fue ‘investiguen quién fue (el que mató a Hugo Torres) y yo me voy a encargar de arreglar ese problema, aquí no puede matarse a nadie así nada más’, pero ya nunca regresaron a verlo ni a decirle nada”.
“Supuestamente ellos se enteraron quién había sido ya y lo que se supo en el pueblo fue que lo habían matado porque andaba con una mujer casada, por eso supuestamente mataron al papá de Hernán y de ahí viene el jaloneo, de ahí ellos se cobijan con La Familia Michoacana y tienen ahí ese vínculo muy fuerte a través de ese Toño que es el papá de las muchachas que están hablando ahí en el video; ahí está hablando Marimar y la hija de Toño, Araceli Vega, que dice que tiene hijos, ella ni hijos tiene”.
Espino señaló que “las dos muchachas que hablan en el video una es hija y la otra, que es nuera de Toño, es hermana de la mujer de El Pez, ese es realmente el contacto que tienen con La Familia Michoacana esa gente y ese amigo es chofer de toda su familia aquí”.
Dijo que así como se fueron muchos familiares de Antonio Vega, otros más se quedaron en Santa Rosa, “hay unos tíos de Toño aquí en el pueblo, aquí se quedaron, aquí están porque ellos nunca quisieron apoyarlo realmente cuando andaba él involucrándose en cosas de esas”.
Insiste: “son la hija y la nuera de Toño las que están haciendo todas esas declaraciones con mentiras”.
“Incluso se fue uno que se llama Adulfo, le decimos el Ronco, mis respetos para ese señor, cuando pasó eso de lo de El Durazno en diciembre, ese Toñillo metió cerca de 100 gentes de La Familia Michoacana, todos los de La Morena los metieron aquí al pueblo, a atacar Santa Rosa”.
Indicó que en su momento, “se hizo público que aquí en Santa Rosa había gente de La Familia Michoacana, pues ese Toñillo los metió, a todo ese grupo y hablaban a todo el pueblo, porque como son de aquí del pueblo, tienen el teléfono de todos y nos hablaban a todos, incluso al comisario municipal lo amenazaron muchas veces que venían y que se iban a apoderar de todo el pueblo, que eran FM, que la chingada, que ahora sí íbamos a ver”.

Amenazas para que no apoyaran a El Durazno

“De hecho hablaban para que no se metiera el pueblo, que ellos iban en contra de los Maldonado, porque supuestamente esos Maldonado fueron los que tuvieron que ver con la muerte de Hugo Torres, pero amenazando al pueblo y a toda la gente y apretaron y fue que negociaron y cedieron El Durazno, con la gente de El Durazno porque estaban muchos amenazados, todos los pueblos estaban amenazados por todos lados”.
Continuó, “y como la mayoría de los pueblos andábamos ausentados, andábamos trabajando, por eso se cedió El Durazno, pero El Durazno no cedió por la masacre y ahí les hicieron frente y ahí se complicaron las cosas y ya se siguen quedando en El Durazno, ¿pues cómo pues los van a correr de sus tierras?, y empezaron a pedir el apoyo, por eso fue lo del bloqueo en el arco al día siguiente de la masacre”.
“La comisaria (de El Durazno) estaba aquí abajo y pidió el apoyo al pueblo y por eso nos amenazaban, que no asistiéramos, de hecho yo no asistí porque está pues cabrón y ahí estaban arriba el montón de gente armada, al último me arrimé porque a mí me habló la gente del gobierno del estado, que viéramos el asunto del paso de la carretera, que ya habían mandado gobierno al Durazno, que ya todo estaba allá, que ya había presencia del gobierno”.
“Fue cuando yo bajé a la carretera a destaparla, a hablar con doña Susy, a hablar con las mujeres, que ya estaba lo que estaban pidiendo, que había que dejar libre el camino, que no había que estar perjudicando a terceros, por eso yo bajé ahí, pero gracias a eso, igual me siguieron hablando, que no me meta, que la fregada, que venían con todo y que van a acabar con todos los pueblos”.
El también conocido productor de aguacates, aseveró que “en sí no tengo nada en contra de esa gente y ahorita desgraciadamente nos están llevando entre las patas con puras mentiras, yo no sé, yo no les he hecho nada, ellos saben que yo jamás iría a tirarles, yo estuve platicando dos días antes con el señor Adulfo, yo fui a su casa, sabiendo que ya estaba el problema como estaba, yo fui solo, me llevaron, ahí me atendió el señor con mucho respeto y yo le rogaba que arreglaran los detalles, que vieran, que no se aliaran con esa gente”.
“Le dije que esa gente “ustedes saben cómo son, qué les voy a estar diciendo yo, pregunten a Tierra Caliente, tienen familiares allá, pregunten, ahora pues cómo van a salir mal aquí si han sido amigos de muchos años” y lo que me dijo fue “lo que yo te digo es que no puedo salir de aquí, el único compromiso es que si no nos tiran, nosotros no les tiramos”.
Comentó que “entonces quedamos al otro día platicar acá con don Chano y ya vino un hijo de don Chano aquí al pueblo y ellos quedaron de arrimarse ahí y al último no quisieron arrimarse tampoco y yo qué quería que hiciera, yo sí me arrimé y lo único que logré también fue que ellos también se comprometían a no tirarles tampoco mientras a ver qué pasaba, que se fueran bajando los detalles y no tirarse unos ni otros”.
“Pero a los dos días de esa plática, va el chamaco, este Hernán allá con los estatales a querérselos fregar y entonces ahí se rompe el acuerdo porque ahí están diciendo que no van a tirar y van allá a andar con cosas, se meten con gente de La Familia Michoacana y ellos decían que no tenían nada qué ver con ellos, que esto era un problema por lo de la muerte de Hugo, entonces ahí se descubre que están bien mezclados”.

Enfrentamiento en Santa Rosa

Continuó, “y un día antes de lo de Santa Rosa, el domingo 29, se sabe porque atacaron allá arriba, allá por La Calera y luego aquí informaron por ahí un compañero, un campesino que salió al monte y vio al grupo que se venía arrimando de esa gente, como salen lejos de aquí del pueblo a trabajar, vieron a ese grupo, entonces fue que los esperaron y cuando entra ese grupo, estos empiezan a tirar también desde de las casas, por eso les tiran a las casas también”.
“Esa es la realidad, pero ellos saben que yo no tengo nada qué ver, que yo jamás les he tirado, ellos me conocen bien, están tratando de desviar la atención de que ellos no son Familia Michoacana, pero las pruebas ahí están, aquí conmigo no hay mentiras de nada, las cosas como son”.
Espino Cortés lamentó el enfrentamiento del lunes 30 en Santa Rosa, “yo no quería que esto pasara, primero, porque no está bien, sufren muchas familias por culpa de una manzana podrida se echan a perder familias enteras y los conflictos de intereses de un cabrón se convierten al último en conflictos sociales”.
“Yo les decía, saben qué, hay que evitar esto, le decía a Adulfo, a ti te tengo mucha confianza, si no, no hubiera venido, tú eres una persona que ha apoyado mucho en el pueblo, nos has ayudado mucho cuando se trata de un asunto del agua, de un asunto de la escuela, a él le gustaba mucho apoyar y muchos más de esa colonia, era un pueblo muy unido pero una sola cochinada se echa a perder todo y el vínculo de ese amigo Toño con esa gente, ya se lo expliqué, su hijo está casado con la hermana del líder de La Familia Michoacana”.
Víctor Espino aseguró que “esas muchachas que hacen esas declaraciones están recibiendo órdenes de allá para estar tirando todo eso y como saben que a uno le hace caso el gobierno, quieren desprestigiarnos a como dé lugar pero a mí no me espanta nada porque yo sé que no tengo nada qué ver, al contrario, aquí hay familia de ellos, hermanos de Adulfo aquí están, hay dos hermanos de él y aquí están, uno es mi compadre y está enfrente de mí, es mi vecino y nadie los molesta”.
“Dicen que unas casas y no sé qué tanto, que se les metieron, que se las saquearon, que venga aquí Hermes (la mamá de Hernán Torres) yo le dije, “saca a tus hijos de andar en eso, Hermes”, le dije “mira, no están casados y tu chamaco ya anduvo amenazando por teléfono a todo el mundo, oríllalo, no tiene familia, no se ha casado, es más, él estaba en Estados Unidos, que se regrese para allá un tiempo y mientras esto aquí se calma y ya que regresen, tú aquí te puedes quedar”.
La madre de Hernán Torres, uno de los tres civiles muertos el 28 de enero en El Parotal,” es la dueña de la tiendita que está ahí pegada al arco de la entrada de Santa Rosa, ella es la dueña de esa tiendita, ahí está su tienda, ustedes pueden venir y tomar fotos para que vean que nadie se le ha metido, sus cosas ahí están, sus refrescos, ahí está todo”.
“Ella sí se fue ya ahorita, ella decía que su chamaco no andaba metido, que no y que se iba a ir, pero ya cuando muere el muchacho, la verdad lo siento por ella porque yo sé que a veces a las madres los hijos no les hacen caso y de hecho ella me dijo, ‘si de mí fuera yo ya me los hubiera llevado pero no entienden’”.
Siguió, “al contrario, a mí me miraban feo acá la gente del señor Chano, decían que yo tenía tratos con ellos ya, que yo ya andaba con ellos, cuando no quise bajar al arco que porque yo ya estaba de acuerdo con ellos y cosas de esas, se imagina en el problemón que me estoy metiendo por querer calmar las cosas, la de buenas es que saben que yo no digo mentiras y tanto aquí el señor como ellos saben bien que yo no estoy con esa gente ni mucho menos fui a tirarles, yo no soy de esa forma de pensar, al contrario, quiero que se calmen las cosas, no para andar haciendo más lumbre”.
Reiteró, “ellos quieren que el gobierno no nos haga caso, ponernos en mal con la opinión pública y quieren demostrar que no tienen nada qué ver con La Familia Michoacana, en concreto eso es, porque su chamaco ahí va con La Familia Michoacana, dos eran de aquí de ellos y el otro era gente del mero señor de allá, de El Pez, sí, de los tres muertos así están las cosas”.