Figueroa y Acosta Chaparro, entre más de 300 participantes en las desapariciones: Comverdad

Los integrantes de la Comverdad Nicomedes Fuentes y Pilar Noriega, la coordinadora de Derecho a la Verdad y Rendición de Cuentas de Artículo 19, Jéssica Alcázar, la oficiala de Verdad y Memoria de Artículo 19, María de Vecchi Gerli, y el director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, Abel Barrera, en la Facultad de Derecho de la UAG Foto: Carlos Carbajal

Ramón Gracida Gómez

Acapulco

Ex integrantes de la Comisión de la Verdad de Guerrero (Comverdad) presentaron el tercer anexo de su informe final, que esboza el perfil de más de 300 participantes en desapariciones forzadas de la guerra sucia, como el ex gobernador Rubén Figueroa Figueroa y el jefe de la Policía Judicial del estado en su gobierno, Arturo Acosta Chaparro.
Aún no se sabe dónde están los desaparecidos, pero sí sabemos quiénes fueron los perpetradores, destacó el ex comisionado Nicomedes Fuentes, y su colega Pilar Noriega planteó que la más completa verdad histórica posible pasa por conocer quiénes fueron las personas que participaron en las desapariciones forzadas.
Unos 30 familiares de desaparecidos, de distintas comunidades de Atoyac, asistieron este jueves a la Sala de Juicios Orales de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG). Nicomedes Fuentes recordó que los planes del Ejército, en la guerra sucia, fueron de “tierra arrasada, de llegar a los pueblos, de llevarse a las familias, a los hombres, a las mujeres, no necesariamente que estaban participando en la guerrilla, eran personas que estaban ubicadas ahí: eran trabajadores, ciudadanos de bien, pacíficos y muchos de ellos están desaparecidos todavía y todavía no sabemos dónde están, pero sí sabemos quiénes fueron” los perpetradores.
Pidió al gobierno federal “que no se tarde mucho y que de preferencia, de una vez por todas resuelva las demandas que tienen las víctimas de la llamada guerra sucia. Son: verdad, justicia, reparación integral del daño, medidas de no repetición y rescate de la memoria histórica”.
La ex comisionada Pilar Noriega informó que “de la Femospp (Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado) a la Comverdad ya había restricción, pero además, sobre todo, (documentos) que, o desaparecieron o no dieron acceso”.
Indicó que “la verdad exige la determinación de la más completa verdad histórica posible y la más completa verdad histórica posible pasa por conocer quiénes fueron las personas que participaron en las desapariciones forzadas, nuevamente, por eso la importancia de este archivo”.
Vía Zoom, el comisionado del Mecanismo de Esclarecimiento Histórico (MEH), que forma parte de la Coveh, Abel Barrera, criticó que el lunes pasado se inscribieron en letras doradas en el Congreso local: “2023, año del Bicentenario del Heroico Colegio Militar. Qué triste que se hagan estos eventos fastuosos y se ignore a las víctimas”.
“¿Por qué no pensar en que se ponga en letras doradas los nombres de los caídos de la guerra sucia?”, preguntó y aseguró que las autoridades actuales “se vanaglorian con los perpetradores”, lo cual es una “mala señal en nuestro estado”.
Propuso que el Congreso local “invite a los compañeros y compañeras de la Comverdad para decir, ‘vengan y expongan este informe, de cómo se vivió esta situación y cómo diputadas y diputados asumimos este informe, lo abrazamos, es parte de nuestra agenda legislativa’”.
El comisionado del MEH reiteró la denuncia de que no les han entregado la información completa en la Comisión Nacional de Inteligencia (CNI) y aseguró que “se está encubriendo al Ejército y es algo que sí nos preocupa mucho, porque entonces no podemos avanzar con las fuentes que hay históricas sobre lo que sucedió en aquellos años”.
La coordinadora de Derecho a la Verdad y Rendición de Cuentas de Artículo 19, Jessica Alcázar, explicó que el anexo 3 es un compilado de más de 300 personas, desde presidentes, agentes de la Dirección Federal de Seguridad (DFS) y funcionarios de bajo nivel.
La integrante de Artículo 19 dijo que “es muy triste que en Guerrero vas caminando y encuentras nombres de personas perpetradoras o personas presuntamente responsables de estas desapariciones. No deberíamos de tener ninguna calle que se llame Rubén Figueroa Figueroa, ninguna escuela, y algunos otros nombres que siguen estando en nuestra vida común”.
“O si los vamos a tener, los vamos a tener como lo que fueron, personas responsables de estas desapariciones forzadas”, propuso y agregó que las calles deberían llamarse de las “personas que fueron violentadas por construir un país distinto que todavía, desgraciadamente, no podemos acceder, pero que es antecedente de esa lucha de resistencia”.
De los asistentes, participó la profesora de la UAG, Anita Estrada, hermana de los desaparecidos Teresa Estrada y Domingo Estrada, quien reconoció el trabajo de la Comverdad, pero dijo que “mis expectativas se vieron frustradas, porque en este gobierno no hay nada, nada de información”.
Opinó que la reparación de daños “sería por lo menos la información, en qué estado, dónde están sus familiares desaparecidos. ¿Qué otra reparación del daño? Yo siempre he pensado, el daño está hecho y no hay nada material que pueda reparar”. Su hijo y fotoperiodista, Raúl Sendic García Estrada, también habló de la violencia de Estado que ha sufrido su familia y él mismo cuando fue niño.
Rodrigo Ramírez Wences, hijo del estudiante desaparecido de la Preparatoria 7, Rodrigo Ramírez García, dijo: “Tenemos claro, desde el primer día en que desapareció nuestro familiar, que no buscamos la compensación ni la reparación del daño, porque no hay ninguna cantidad de dinero que pueda reparar la pérdida de una vida”.
También participaron familiares de desaparecidos de Atoyac, como el pariente de Fermín Barrientos Reyes, quien planteó que esta víctima no está registrada como tal en instituciones como la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), al igual que otros desaparecidos. También asistieron el cronista Víctor Cardona y otros activistas.

Convocan familiares de víctimas de la guerra sucia a marcha contra el Ejército en la capital

Integrantes de colectivos y organizaciones de familiares de desaparecidos durante de la guerra sucia en Atoyac convocaron a la marcha denominada Verdad y Justicia para protestar contra el Ejército mexicano el próximo domingo 19 de febrero en Chilpancigo.
La vocera Estela Arroyo Castro detalló que entre las agrupaciones que participarán están el Colectivo de Esposas e Hijos de Desaparecidos y Desplazados de la  Guerra Sucia del Municipio de Atoyac, la
Asociación Representativa de Ejidos y Comunidades y Víctimas de Violaciones de Derechos Humanos y Grupos Vulnerables, A.C y la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria (ACNR).
Dijo que la marcha es para protestar en el marco de la conmemoración del Día del Ejército Mexicano porque consideran que no se puede reconocer a quienes cometieron delitos de lesa humanidad al desaparecer a más de 500 personas durante la llamada guerra sucia en Atoyac.
Arroyo Castro precisó que en la marcha denominada Verdad y Justicia protestarán contra del Ejército porque torturaron, desaparecieron y asesinaron a sus familiares en los llamados “vuelos de la muerte” en el período de exterminio del Estado.
Precisó que la marcha partirá del monumento a Las Banderas hacia la 35 Zona Militar en Chilpan-cingo. (Francisco Magaña / Atoyac).

 

Anuncian víctimas de la guerra sucia de El Quemado huelga de hambre en Palacio Nacional

Redacción

Chilpancingo

Familiares de víctimas y sobrevivientes de la represión durante la guerra sucia en Guerrero acordaron instalarse en huelga de hambre este miércoles afuera de Palacio Nacional en la Ciudad de México, para entregar un documento al presidente Andrés Manuel López Obrador en el que explican que la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) no hace la reparación del daño con base en estándares internacionales.
Los organismos de defensa de derechos humanos recomiendan, entro otras cosas, que se indemnice a las víctimas, y se les den servicios de salud, educación y vivienda de calidad ante casos de graves violaciones a los derechos humanos, como ocurrió durante la irrupción militar de las décadas de 1960 y 1970 en Guerrero.
Encabezados por la Comisión de Agraviados de El Quemado, municipio de Atoyac, Francisco Vargas Vinalay, Victoriano Flores de la Cruz, Saúl Martínez Palacios, Justino Fierro Hernández y Benito Martínez Jiménez, entregarán el documento dirigido al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador y al subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas Rodríguez.
En el documento reprochan que las medidas adoptadas por la CEAV para la reparación del daño, “no corresponden con los más altos estándares en la materia” mismos que se establecieron en la resolución CEAV/CIE/0448/2018, del 11 de febrero del 2019, mediante la cual se resolvió sobre las reparaciones del daño procedentes para el caso de los agraviados por la guerra sucia, en el caso de El Quemado.
Recuerdan que el 11 de febrero de 2019 la CEAV emitió la Resolución CEAV/CIE/0448/2018, mediante la cual se resolvió sobre las reparaciones del daño procedentes para el caso de los agraviados por la guerra sucia, en el caso de El Quemado, entre las que están “victimas totales”, las que tiene el Registro Nacional de Victimas (RENAVI) y los 24 sentenciados a 30 años.
En la resolución, se determinaron las medidas de reparación de lo que debe contener el Plan de Colectivo de Reparación Integral donde considera a detalle y apegado a la jurisprudencia internacional las normativas que regirán las medidas de satisfacción, compensación, restitución, no repetición y rehabilitación.
Refieren que el anuncio se hizo en un evento público realizado ese 11 de febrero en Atoyac de Álvarez en presencia del gobernador del estado y dos visitadores de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y en el cual se hizo énfasis que se iniciaría por la comunidad de El Quemado.
Sin embargo, reprochan que a pesar de las medidas adoptadas, las personas suscritas “estimamos que las antedichas medidas no se corresponden con los más altos estándares en la materia, sobre todo los disponibles en reparaciones del daño aplicables al caso que nos ocupa, a saber, el del patrón sistemático y generalizado de violaciones de derechos humanos ocurridos en el marco de la llamada Guerra Sucia de entre los años 60 y 70 del siglo pasado, que incluyeron hechos constitutivos de tortura, detenciones arbitrarias, ejecuciones arbitrarias y desapariciones forzadas de personas, cometidas por agentes del Estado mexicano, como consta en nutridas fuentes públicas y académicas”.
Consideran que para cumplir con la resolución se requiere de las instituciones encargadas del procesamiento y atención de las reparaciones para el caso, adopten en todo momento un criterio basado en los más altos estándares constitucionales e interamericanos disponibles.
Además que la reparación para los familiares de víctimas de violaciones de derechos humanos durante la llamada guerra sucia “debe ser digna, justa, proporcional al daño e integral, así como atender a la gravedad de los hechos y de la profundización del daño por motivo de las décadas de impunidad, re victimización y abandono que vivimos de manos del Estado Mexicano”.
Asimismo, que los planes de reparación integral que en su caso se adopten a favor de las víctimas en lo individual y familiar considerarán las circunstancias del caso para determinar la procedencia y viabilidad de las medidas restitutivas que correspondan, en términos de lo previsto en el artículo 61 de la Ley General de Víctimas.
También, que las medidas de rehabilitación a que se refiere el artículo 62 de la Ley General de Víctimas deberán ser garantizadas por las instituciones públicas competentes hasta en tanto la víctima se encuentre plenamente rehabilitada o en las máximas condiciones de funcionalidad posibles, dando prioridad en todo momento a niñas, niños, adolescentes y personas adultas mayores, considerando su mayor exposición.
Proponen que en los casos en los cuales las medidas de rehabilitación médica, psicológica y psiquiátrica a favor de víctimas directas a las que se refiere el artículo 62 fracción I de la Ley General de Víctimas no puedan ser brindados por instituciones públicas gratuitas, la CEAV cubrirá la totalidad de los costos resultantes de su realización hasta que la víctima recupere la funcionalidad del órgano, miembro, función o facultad que hubiera sido impactada por el daño.
Demandan que la CEAV y demás instituciones, garanticen el derecho de víctimas directas e indirectas a recibir rehabilitación.
Piden que de la CEAV la adopción de planes de reparación integral que, a la luz de los principios de proporcionalidad y dignidad, así como en apego a los más altos estándares vinculantes en la materia y contexto “que nos ocupan”, incorporen medidas de compensación conformes a los estándares de referencia y, en su caso, complementarias para garantizar su ajuste a dichos estándares, en los términos de los artículos 64 y 65 de la Ley General de Víctimas, así como de acuerdo a las criterios de cuantificación”.
En el documento que entregarán al presidente López Obrador y al subsecretario Encinas detallan por aparte los conceptos de reparación y los criterios de cuantificación.
Y a la CEAV que los montos a cubrir por concepto de compensación sean efectuados en el equivalente en moneda nacional, utilizando para el cálculo respectivo el tipo de cambio que se encuentre vigente en la bolsa de Nueva York, Estados Unidos de América, el día anterior al pago.
“Se solicita a CEAV que cubra la compensación de manera íntegra, en una sola exhibición, preferentemente mediante depósito a cuenta bancaria a nombre de la persona beneficiaria, de conformidad con las Reglas Operativas del FAARI y de acuerdo a las modalidades que dichas Reglas establezcan”, se establece en el documento.
En su documento se quejan que han visto “cerrazón y la falta de interlocución” y que, incluso, el 6 de julio se realizó un bloqueo de carretera en la región.
“Con ello se logró que la CEAV se comprometiera a asistir a la comunidad cada día 20 del mes a dar seguimiento a los acuerdos; llegaron en septiembre y agosto pero no dieron soluciones y a partir de aquí se volvió a perder el contacto”.
Recuerdan que después realizaron una marcha el 4 de septiembre y un homenaje el 5 de septiembre en El Quemado para los fallecidos.
“Por todo ello, ante la falta de interlocución y el incumplimiento de compromisos, hemos optado por iniciar una huelga de hambre en el Palacio Nacional como última posibilidad de que nos escuchen; esta forma de lucha fue un aprendizaje que tuvimos en la cárcel injusta. Esperamos que el compañero presidente retome el tema de la guerra sucia, que la SHCP tenga sensibilidad y no solo amase el presupuesto, que la SEGOB asuma los compromisos e instruya a la CEAV, que la CNDH retome su recomendación histórica sobre el punto y, que se le den todas las facilidades a la Comisión de la Verdad para que asuma su papel tal como fue mandatada”, reclaman en el texto.
En el documento también anexan un recuento de las acciones de represión que comenzaron con la masacre del 18 de mayo de 1967 en Atoyac.

 

Marchan habitantes de El Quemado; exigen reparación del daño a víctimas de la guerra sucia

Habitantes de la localidad El Quemado, en la sierra de Atoyac, marcharon en la cabecera municipal a 50 años de la represión que sufrieron del Ejército Foto: Francisco Magaña

Francisco Magaña

Atoyac

Habitantes de la localidad de El Quemado, de la sierra de Atoyac, marcharon en la cabecera municipal para exponer la represión ocurrida hace 50 años.
Los pobladores fueron reprimidos cuando la localidad fue sitiada tres días por militares, que se llevaron a la mayoría de los hombres, incluso a una mujer, dejando solamente a mujeres niños y ancianos, como parte de las pesquisas que hacían el Ejército y el gobierno federal para combatir a la guerrilla de Lucio Cabañas Barrientos.
Denunciaron que el gobierno municipal quiso impedir la manifestación y que trabajadores de Tránsito quisieron quitarle las placas a un camión que llevaba el aparato de sonido.
Expusieron que a 50 años de este hecho, no han tenido respuesta de las autoridades ni del actual gobierno federal que había anunciado la reparación del daño a los agraviados.
Lamentaron que el gobierno municipal de la Cuarta Transformación quiso impedir que los manifestantes se expresaran en vía pública en el bulevar Atoyac y la avenida Juan Álvarez, donde realizaron la marcha hacia el Zócalo.
Al lugar llegó el diputado local Fortunato Hernández Carvajal, quien intervino para que se permitiera la manifestación. También acudieron policías municipales a grabar a los pobladores.
Durante la protesta ocurrió un conato de violencia porque trabajadores de Tránsito municipal quisieron quitarle las placas a un camión que llevaba el aparato de sonido. Hubo puñetazos y patadas, y los manifestantes responsabilizaron al Ayuntamiento de cualquier cosa que les pase.
Cuestionaron que no hay solidaridad de las autoridades locales y por el contrario buscaron impedir su libertad de expresar este hecho que marcó a la población.
Indicaron que buscarán y presentaran ante las instancias correspondientes que esta fecha sea reconocida cada año.
Los habitantes anunciaron que mañana realizarán un acto conmemorativo para exigir justicia por este delito de lesa humanidad.